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Unmei por Silvia_Riffie

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Notas del capitulo:

Hello tanto tiempo verdad, estoy tratando de no poner notas de autor porque me dijeron que eso les corta la inspiración, solo quería decirles que agradezco su apoyo.

Cariños.

 


Minato Namikaze sentía su cabeza girar vertiginosamente, algunos varios médicos hablaban a la vez con una enfermera, pero él no podía comprender ni escuchar bien lo que decían ellos, sus ojos estaban cristalizados.


Su cabeza no dejaba de pensar que Kushina estaba muerta, el amor de su vida, su compañera y mejor amiga se había ido, cómo viviría sin ella.


Kushina Uzumaki su bochinchera vecina un año menor que él, pero con un carácter introvertido y audaz como ninguno, fue su primera amiga, su mejor amiga quien lo impulsaba a ser mejor todo el tiempo. Cuando descubrió que ella era una beta y él un omega lloró por días evitándola, hasta que ella cabreada fue hacía él para darle una bofetada y decirle que no importaba que fuese omega, que ella lo amaba y si él lo hacía estarían juntos siempre.


Convencer a su madre para que aceptara su relación fue titánica, fue gracias a su tío Jiraiya y a su padre Dan que lograron persuadirla, aún así la relación suegra/nuera nunca fue la mejor, Kushina continuamente desafiaba la autoridad de Tsunade, cosa que sacaba de sus cabales a la alfa, la Uzumaki al ser Beta no era vulnerable a las feromonas alfas por lo tanto no podía ser sometida, cuántas peleas tuvieron por cómo criaban a Naruto, ahora quién se iba a enfrentar a su madre.


Cómo podría seguir viviendo sin Kushina, todo dolía en su interior, sentía que se estaba muriendo de dolor, y de la nada ese embargo abrumador que sentía desapareció.


Minato enfocó su mirada en una gran mano que se posaba sobre su brazo, y por supuesto las feromonas que lograron tranquilizarlo, por alguna razón las sentía familiar, levantó su azulina mirada y se enfrentó a una mirada obscura como el amanecer, era un alfa y uno bastante atractivo tuvo que reconocer, toda la desesperación que sentía se esfumó aún el dolor de perder a la mujer de su vida estaba ahí, pero al menos ya no estaba perdido en su dolor.


Jiraiya observó a su casi hijo mirando turbado al alfa que estaba a su lado, Minato no parecía comprender que había tenido un episodio de ataque de pánico y el Uchiha había logrado estabilizarlo con sus feromonas, que innegable poder tenían las parejas destinadas, él no había encontrado a su destinado pero Orochimaru significaba lo mismo y más para él.


El mayor no estaba muy seguro si Minato iba aceptar tener a su destinado al lado, pero no era como si pudiese alejarlo, y hablando de eso, el niño que tenía abrazado también tenía un destinado que parecía no querer tener cerca, sospechaba que había más ahí, cuando Madara intervino pudo ver el rostro de su marido sorprendido por la tapadera del Uchiha, tendría que apretar un poco a su ahijado para saber en qué diablos se había metido, lo que más lamentaba era saber que su hijo Kimimaru no tendría chance con Naruto, eternamente enamorado de él toda la vida, pero era su culpa, él, Jiraiya le había dicho en varias ocasiones, decenas de hecho, que le dijera de sus sentimientos a Naruto, que alguien llegaría y se lo arrebataría, justamente pasó aquello, ahora con su pareja destinado y un bebé en camino le sería imposible a su hijo poder ir por Naruto, pero por un lado se alegraba de que eso fuese así, le evitaría peleas con su marido e hijo porque estaba seguro que sobre protegería más a Naruto de lo que ya hacía.


 


Sasuke vio a lo lejos como su tío controlaba al pobre omega que había perdido a su esposa y un año de su vida, se sintió miserable por haberles hecho daño, cómo podría compensar aquello sin que Itachi y el cayeran a la cárcel mal que mal habían extorsionado a un juez y un abogado. Su mirada fue a parar en Naruto que era abrazado por un alfa, una parte de él sintió celos pero se recriminó por sentir celos de su padrino y un alfa enlazado.


Naruto sintió una pesada mirada sobre él, se deshizo del abrazo de su padrino y miró sobre el hombro de éste, efectivamente Sasuke lo estaba mirando, suspiró, estaba feliz de ver a su padre despierto y mal por decirle que su madre había fallecido, lo único que deseaba en esos momentos era ser abrazado por Sasuke, esa necesidad hambrienta por él, era más fuerte que la aversión que deseaba tenerle, el hijo de putas había interferido para quitarle la justicia que tanto ansiaba tener.


El Uchiha caminó a paso lento de la misma forma que lo hacía Naruto a su encuentro, y lo abrazó al ver como el menor estiraba los brazos hacía él, lo abrazó fuerte sintiendo el dulce aroma del menor en sus fojas nasales, quizás era solo un acto de necesidad de su omega por sentirse protegido en los brazos de su alfa destinado, pero fuese lo que fuese él le bridaría lo que necesitaba su destino.


- Me siento cansado – Escuchó el Uchiha al Namikaze susurrar – Aún no sé cómo está nuestro bebé, usé varias veces supresores sin saber que estaba en gravidez y si le hice daño – Su preocupación enterneció a Sasuke quien besó su cabello.


- Hablemos con tu padrino, solo serán unos minutos y tu padre necesita primero hablar con los médicos además estará acompañado ¿Quieres? –


- Sí – Respondió casi somnoliento la guerra de feromonas y el llanto lo había dejando fuera de combate, en otras circunstancias podría haber aguantado todo, pero en su estado de gravidez sus hormonas estaban desvaretadas, así que solo enterró más su cabeza en el pecho del alfa.


- Orochimaru-San podría atendernos – Pidió con respeto Sasuke, cuando obtuvo la atención del tocólogo – Nos gustaría saber cómo está nuestro bebito –


- Claro, vamos a la clínica –


- Yo os acompañaré – Jiraiya tomó la mano de su esposo, observó que Tsunade era tomada de la mano con fuerza por su marido Dan, un hermoso omega de cabellos blancos para evitar que hiciese un escándalo.


Naruto deshizo el abrazo con su alfa, para entrar a la habitación de su papá quien escuchaba a los médicos.


- Papá tengo que hacer un trámite,  solo tomará unos minutos y volveré, los abuelos estarán aquí y también Iruka y Sai –


- Naru, quién es – Sus ojos azules apuntaron a Madara, al ver la sonrisa tranquila de su hijo tuvo ese efecto en él.


- Es el padre de Sai, y con quien hemos estado viviendo hace unos meses con él, es un alfa decente y bueno, se llama Uchiha Madara – Le explicó con una paz que estaba lejos de sentir – Tienes que hablar con él – Besó los cabellos largos de su padre.


- Vuelve pronto – Pidió no quería estar lejos de su cachorro.


- No te preocupes volveré en unos minutos – Le volvió a decir para tratar de tranquilizarlo. Sintió como Madara le acariciaba el cabello y luego le pasaba unos cuantos caramelos – Gracias – Se hizo una nota mental de pedirle más de esos caramelos.


Minato vio como su hijo se iba con Jiraiya y Orochimaru, además de otro hombre alfa que tomó la mano de su hijo, quiso preguntar, y al mismo tiempo no, quizás cuántas cosas habían cambiado en un año que él estuvo en coma.


Escuchó a los médicos, respondió las preguntas, todos suspiraron aliviados al descubrir que podía sentir el pinchazo en la planta de sus pies, pero tendría volver aprender a caminar, su operación había sido delicada  y necesitaba de mucha terapia para volver a tener la actividad que antes solía tener.


Le dijeron que debía permanecer unas semanas más hospitalizado para ver su evolución y algunos otros análisis. Tsunade y Dan entraron una vez los médicos se fueron para saber cómo estaba, pero Minato estaba más preocupado por saber quién era el alfa, sabía que había más de lo que Naruto le había dicho porque la tranquilidad que ese hombre le daba no era normal.


- Puedo hablar con el señor por favor – Pidió a sus padres y a Iruka – A solas – Agregó.


Tsunade y Dan miraron a su hijo y luego a Madara, la alfa no quería dejar a su hijo a solas con ese Uchiha, pero tampoco podía pisotear los deseos de su hijo – Claro – Aceptó a regañadientes.


Ya en solos, Minato se sintió un poco más tranquilo – Quién eres – Lo miró con miedo, Madara pudo ver las emociones reflejadas como espejo en aquellas cuencas zafiro.


- Como bien te dijo Naruto, soy el padre de Sai, pero también soy tu destinado Minato, soy tu alfa – Dijo seguro.


-… - Minato cerró los ojos con pesar temía esa respuesta, pero no era idiota en sus casi cuarenta años, nunca se había sentido tan cómodo al lado de un alfa.


- Sé que debe ser horrible despertar luego de meses, saber que el amor de tu vida ya no está a tu lado y para empeorar la situación en tu estado de coma  tu destinado te encuentra, tampoco ha sido precisamente fácil para mí, sé que jamás podré suplir a tu esposa, todos hablan maravillas de ella y lamento profundamente que perdieses a quien amas – Madara tomó asiento al lado de Minato – No te voy a forzar a que nos unamos, ni nada por el estilo, no soy es clase de alfa, pero sí me gustaría que fuésemos amigos, que permita que siga cuidando de tus hijos y de ti mientras lo necesites –


- Suena bien, pero que pasa cuando mi celo llegue – Minato lo miró a los ojos – Evitarás volverte loco por mis feromonas, podré yo evitar querer que tú me marques, mi esposa quizás se fue hace meses pero para mí es diferente la acabo de perder, mi vida giraba al son de sus pasos por tanto no sé ni cómo sentirme con toda esta información –


- Necesitas ayuda Minato, ya no tienes trabajo, tu casa la están arreglando porque tenía muchas cosas que reparar, y Naruto… - Se quedó callado porque sentía que no le correspondía decirle nada y al mismo tiempo sabía que todos tratarían de encubrir todo.


 


- ¿Naruto qué? – Minato soltó un suspiro – Perder a sus dos padres no es fácil, y él es muy testarudo seguramente hizo locuras para evitar pedir ayuda – Al ver el rostro de Madara supo que estaba en lo correcto - ¿Te debemos dinero? – Preguntó asustado.


- No, absolutamente nada, ustedes cuidaron de mi hijo, del que no supe hasta hace unos meses, así que cualquier deuda que crees que tienes para conmigo no es así – Le tranquilizó – Minato sé que estás abrumado con todo esto, pero tienes que saber ciertas cosas que pasaron mientras estuviste en coma, y sé que los demás te ocultarán las cosas pensando que no estás lo suficientemente fuerte para soportarlas, pero estás aguantando con ahínco el hecho de la muerte de tu esposa, sé que eres fuerte porque eres mi omega – Sonrió tranquilo – Quien los chocó fue Kabuto Yakushi, un hombre alcoholizado y dragado, Kushina murió en el acto, no sufrió nada, tú tuviste varias lesiones y varias intervenciones para subsanar aquello –


- Qué pasó con ese hombre pagó su crimen – Las lágrimas caían sin su permiso por su rostro – Por qué no – Preguntó al ver como el alfa negaba con la cabeza.


- Naruto lo llevo a juicio, pero extorsionaron al juez y al abogado pro bono que Naruto había podido conseguir – Explicó – Quienes lo hicieron son mis sobrinos – Reveló – Antes que digas algo no tenía idea de nada, hasta que fue muy tarde… el problema es que Naruto hizo una estupidez para evitar perder la casa y pagar las deudas que lo estaban ahogando –


- Qué hizo – Sentía su garganta seca, Madara vio cómo el menor pasaba saliva por su boca, Minato sintió como el Uchiha empapaba sus labios con agua.


- Aún no puedes comer nada liquido, esto será largo y tendrás que tener tenacidad – Acarició el rostro de su omega. Procedió a explicarle todo lo que había hecho Naruto y que ahora estaba en gravidez.


Minato lloró como una magdalena y dejó que Madara lo consolara, estuvieron varios minutos en una incómoda posición para el Uchiha ya que Minato seguía recostado y debería estar así por un tiempo, salir del coma no era como en las películas así de rápido, sabía que se venían meses de recuperación tanto física como mental.


 - Necesito que me digas qué hacer, debo proceder con una querella criminal y encerrar a mis sobrinos por lo que hicieron, no me tomes  en consideración solo lo que tú desees –


- Eres verdaderamente amable, pareces un alfa intachable, me gustaría llevarlos a juicio y destruirlos, pero estoy siendo visceral, además uno de ellos será el padre de mi nieto y es el maldito destinado de Naruto, primero me gustaría hablar con Orochimaru y saber el estado de mi hijo, y saber por qué hicieron eso –


- Bien, haremos lo que digas…


*


Naruto tuvo que subirse a la maldita silla ginecológica, no sabía por qué se sentía tan humillado de tener que estar ahí, era algo natural para cualquier mujer u omega, aún así le gustaría que los hombres betas y los alfas tuvieran que abrirse de piernas teniendo que mostrar su humanidad a personas desconocidas.


Primero le hicieron una ecografía que para ver el tamaño del bebé y ver que todo estuviera correcto, pero para las sorpresa de tanto el rubio como el Alfa, iban a tener gemelos, como si ya no tuviera un embarazo de alto riesgo antes de saber eso, por eso ahora estaba con sus piernas abiertas y sus pies sobre los cabestrillos para que le hicieran una transrectal, Orochimaru quería escuchar el ritmo cardiaco de los gemelos, ver el estado de la placenta y no sabía qué otras cosas, Naruto solo se dejaba toquetear mientras una de sus manos era tomada por Sasuke parecía maravillado al escuchar el dulce sonido de los corazoncitos de sus bebés, el Namikaze también soltó unas lagrimitas, no pensó que iba a amar tanto la idea de estar en gravidez menos de ese idiota alfa, pero al menos sus hijos podrían tener a un padre bastante protector eso se notaba a leguas.


Jiraiya miraba como la pareja sonría bobamente al escuchar el sonido de los corazones pequeñitos latiendo como si fuese lo más hermoso del mundo y para ellos debía serlo, el Uchiha parecía una persona decente al igual que su tío.


Orochimaru les dijo que todo estaba bien con los bebés pero que Naruto debía tomar ciertas medidas para tanto el cuidado de su persona como el de los gemelos, también debía tomar suplementos vitamínicos y fierro para evitar una anemia y una diabetes gestacional.


También les dijo que el embarazo era de alto riesgo así que debía sí o sí estar con Sasuke, a menos que se quisiera arriesgar a perder a los bebitos.


Naruto se fue a colocar su ropa, momento que aprovechó Orochimaru para apretar las bolas de Sasuke con fuerza ante la sorpresa de su marido y el mismo Uchiha que sintió uno de los peores dolores de su vida.


- Escucha Uchiha, Naruto es importante, es como nuestro hijo, si le haces daño te mataré – Le soltó – Piensa en Naruto como si fuese el tesoro de la nación, o lo que sea, sé muy bien manejar un bisturí y dejarte sin tu preciado pene – Termino de amenazar.


 


- Porqué están las feromonas de los tres alborotadas – Naruto preguntó inocentemente al llegar – Necesito arreglar mi collar, Sai el idiota no lo puso bien – Explicó recordando que Orochimaru le había dicho que la culpa era porque el collar no había sido bien puesto.


- Pensé que había sido el Uchiha –


- No, fue Sai – Naruto no iba a culpar a Sasuke por algo que había sido error de otro – Pero entonces qué haré con el tema de las feromonas si pronto no las podré controlar y los supresores son peligrosos para los bebé –


- Hay perfumes que inhiben el aroma de las feromonas, no son baratas pero puedo…. –


- Yo las puedo conseguir para ti – Sasuke dijo, guardándose el hecho que la empresa que las fabricaba era de la ex empresa de Kabuto Yakushi, pensó que lo mejor era venderla parte por parte pero no le parecía mala idea masificar el uso de los perfumes, como Naruto podrían haber otros omegas u alfas con ese problema, tuvo varias ideas al instante, pero lo mejor era hablar con un químico especialista en perfumería. – Me gustaría poder hablar contigo a solas – Pidió a su omega.


- Claro, vamos – Naruto caminó hacia afuera de la consulta, aún podía escuchar el cuchicheo de las enfermeras que estaban atentas por si había otro incidente sabrosón.


La tarde ya estaba dando paso a la noche, y el viento soplaba con gracia su suave brisa que revolvía el rebelde cabello rubio del omega.


- Sé que no soy ni de cerca tu persona favorita del mundo, sé que no entiendes ni compartes mi estúpida venganza, pero para mí fue el motor que me movió por años, y la razón de la que llegué donde estoy, sé que me odias por haberte hecho daño, y sí tienes razón si fuese otra persona a la que se lo hubiera hecho no me hubiera importado, pero te conocí y Dios, tuvimos el mejor sexo que en mi vida he tenido, y te deseo a cada momento, pensé antes de descubrir todo que no te quería soltar nunca más, pensé al fin podré ser feliz, pero me disparé en el pie y te hice daño –


- Es solo que no se disculparon, ni siquiera un perdón por matar a tu madre y mandar a tu padre al hospital, si solo se hubiera arrepentido – Dijo con frustración – Y cómo exactamente te vengaste de ellos, extorsionado a mi abogado y al juez – Se sentó en una banquita de cemento que había en la acera de camino al hospital, sacó uno de los dulces de Madara y lo comió tenían sabor a Naranja, no sabía que eran solo que disipaba los aromas de los alfas y los omegas.


- Kabuto es un hijo de putas que hizo la vida de mi familia miserable, nosotros no teníamos dinero, mi familia sufrió mucho a causa de mi abuelo un alfa dominante que se farreó todo, dañó a muchas personas, mi madre para ayudar a mi padre fue sirvienta, en casa de Kabuto, donde fue humillada y maltratada, yo no lo sabía hasta muy tarde. Estaba enamorado de Sakura, realmente la amaba, pero ella amaba más el dinero, y en el tiempo que estaba creando recién mi empresa con ayuda de mi tío Madara y mi hermano, ella no hayo nada mejor que dejarme plantado en el ayuntamiento y abortar a mi hija de seis meses, seis meses – Sasuke aún le dolía hablar de eso – Te creo que lo hiciera con pocos meses, pero mi hija tenía seis meses de edad y ella pidió una intervención que Kabuto realizó a pesar que eso era un delito, pero no tenía el poder ni el dinero para vengar a mi hija no nata, ni siquiera pude enterrar su cuerpo el maldito la tiró como si fuese cualquier cosa a una estufa en donde eliminaban desechos tóxicos, así que decidí que iba a ser millonario y exitoso e iba a encumbrar a mi familia en la punta de la pirámide de la sociedad nipona e iba a vengarme quitándoselo todo –


- ¿Lo hiciste? – Naruto se odió un poco por ponerse en el lugar de Sasuke.


- Oh sí, claro que sí – Sasuke sonrió – Compré su maldita empresa por completo, los dejé en la banca rota porque coarté todas sus conexiones para aliarse a otras empresas y en sistema bancario, Kabuto está en la calle, y los padres de Sakura, bastante diferente a ella no quieren saber nada de ella, al exponer lo que hizo con mi hija, ella les mintió les dijo que había tenido una perdida, que el bebé se había ahorcado con el cordón umbilical, así que están en la calle sin dinero o conexiones, cuánto crees que tarden en matarse entre ellos –


Naruto sonrió una parte de él estaba gustoso de saber que a Kabuto le estaba yendo mal, pero no era su venganza, era la de Sasuke, y él en todo caso buscaba justicia.


- Quise colocar una demanda en tu contra ¿sabes? – Sasuke lo miró sorprendido – Pero tu madre es una mujer bastante dulce –


- ¿Conoces a mi mamá? – Eso el Uchiha no lo vio venir.


- Sí, vino con Madara, supuestamente a conocer a Sai, pero luego pidió hablar conmigo me pidió perdón en tu nombre – Naruto golpeó en el hombro a Sasuke con fuerza – No hagas que otros pidan perdón por tus estupideces, tu madre es una buena mujer. Moría de vergüenza por lo que hiciste, no sabía dónde meterse, incluso ella iba a ir a denunciaros a ti y tu hermano pero le dije que no lo hiciera, y no sé porqué le dije que no, solo sentí que me ahogaba al pensar en ti en la cárcel…lejos de mí, supongo que fue porque mis bebés ya estaban creciendo en mí interior –


- Debemos vivir juntos – Sasuke no era una propuesta era un hecho.


- No me iré de mi casa, tendrás que venir a vivir conmigo – No quería tener una batalla campal, sabía que si el Uchiha usaba sus feromonas lo sometería y esperaba que eso no sucediera.


- Está bien, lo que sea que te haga sentir cómodo – Podría negarse y persuadirlo pero no estaba en buena posición frente a Naruto y necesitaba que su omega confiara en que a pesar de la estupidez que hizo – Te gustaría ir a cenar a mi casa, debo ir por ropa y mamá estará feliz de saber que tendrá nietos –


- Claro – Naruto se levantó – Voy a ir a ver a papá, no quiero abrumarlo por el día de hoy, acaba de despertar –


Sasuke lo acompañó de regreso al hospital moría de ganas de tomar la mano del menor una vez más, pero las murallas del rubio estaban por los cielos, sabía que parte de él no lo perdonaba pero otra parte de él sabía que necesitaba de él, Sasuke, para poder tener un buen embarazo.


*


Mikoto dio un grito en el cielo al recibir un mensaje de Sasuke avisando que Naruto, el precioso omega que había conocido gracias a Madara, iría a cenar a casa esa noche, esperaba que hicieran las paces, porque el niño le había encantado se notaba que era alguien decente.


Bajó las escaleras rápidamente para pedirle a la servidumbre que pidieran postres, lo había visto comer varias cosas dulces mientras estuvo en su casa, sería una cena familiar como cada jueves por la noche, le grito a su esposo emocionada.


- Hola – Itachi saludó entrando junto a su asistente un hermoso Beta de nombre Deidara Aoi, aunque muchos lo confundían con un omega, por su hermosa cabellera rubia larga, y hermosos ojos azules, ella sabía que tenían una relación amorosa aunque trataran de ocultarla, todos en la familia lo sabían, pero se hacían los lesos para darles esa privacidad que tanto deseaban, bueno Deidara, conocía bastante bien a Itachi quien parecía querer decirle a todo el mundo de su relación.


- Hola Querido – Besó la mejilla de su hijo – Buenas noches Dediara-San –


- Por qué estás tan feliz – Fugaku había aparecido desde el salón con un libro en la mano – Hola Hijo, joven Deidara –


- Naruto vendrá a cenar –


- Qué – Tanto Fugaku como Itachi se asombraron, Madara les había dicho que el rubio omega era cosa de temer.


- ¿Ya lo perdonó? – De la sala salió otro alfa de cabello negro y una cicatriz en el rostro, era Obito Uchiha, primo de Fugaku y Madara, hijo del único hermano de Tajima Uchiha, un omega que murió al darlo a luz, y que Tajima se negó a criar, así que lo hizo Sakumo Hatake, un buen amigo de la familia y quien le enseñó todo lo que sabía Madara y Fugaku para salir adelante.


- No lo creo – Opinó Kakashi Hatake – Pero en la oficina recibió una llamada del rubio bonito, como le dice Gaara y voló dejándonos a manos llenas de trabajo, después se fue Gaara, así que me rendí y me escapé – Kakashi también era un alfa de cabello gris, todos lo molestaban porque su cabello parecía de espantapájaros, ojos negro y su semblante siempre era de aburrido y cínico a la vez.


- Sabremos cuando llegue – Itachi se quitó su abrigo y ayudo a Deidara con el suyo. No pudo decir nada porque Mikoto tomó la mano del beta y lo arrastró a la cocina.


Todos los Uchiha restantes y el Hatake se quedaron mirando entre sí, faltara que llegara Izuna con su novio Tobirama y Madara.


*


Naruto sonrió a su padre, su corazón lo sentía como alas de un colibrí a punto de salir por su boca, su padre había preguntado por el alfa que lo acompañaba.


- Él es Uchiha Sasuke, es sobrino de Madara, y mi pareja destinada – Explicó.


- ¿Estás unido a él? – Minato estaba semi sentado, una enfermera había arreglado la posición de la cama ortopédica y además le enseñó a usar el mando a distancia para regular la posición de ésta.


- Algo así, es complicado – Naruto se rasco la cabeza nervioso – Papá sé que ha sido mucho por hoy, sé que estás haciende de tripas corazón y cuando quedes solos llorarás por la pérdida de mamá, no te puedo impedir que lo hagas, porque es necesario que sientas su perdida, pero quiero que te animes con esto – Naruto le mostró las imágenes de su ecografía – Sé que no es cómo esperabas, y tampoco yo la verdad, pero estoy en gravidez si todo lo permite daré luz a gemelos, tus nietos – Dijo emocionado tocando su vientre con la mano desocupada.


- ¿Gemelos? – Minato sonrió dulcemente viendo la ecografía que su hijo le mostraba, apenas podía distinguir algo, pero era el gesto - ¿Pero tú estás feliz? – Solo quería confirmar lo que Madara le había dicho, si realmente era verdad que su hijo quería ese embarazo.


- Sí, estoy feliz, quizás solo lamento el hecho que me costó mucho entrar a la universidad y tendré que congelar – Aceptó sincero para con él como para los otros tres en la habitación – Pero estos bebitos son amados por mí, quiero criarlo de la misma maravillosa forma que ustedes lo hicieron conmigo – Se emocionó al decirlo.


- Bueno, entonces tendré que dar todo de mí en la terapia para poder cargar a mis nietos cuando nazcan – Sonrió a su hijo y miró a Sasuke – Me gustaría que te hicieras un tiempo y vinieras a conversar conmigo, no te conozco de nada querido y me gustaría hacerlo, mal que mal eres la pareja de mi bebé –


- Por supuesto, puedo venir mañana a verlo – Sasuke se sintió nervioso, el padre de Naruto se parecía a éste y también a su Omega Padre, pero había algo en él que lo hacía tan autoritario como su tío Madara, un aire mandón y superioridad.


- Papá es profesor de preparatoria, por eso tiene esa ínfulas de someter a quién sea – Naruto Señaló  – Mamá era profesora de primaria y ella si que era de temer –


- Cierto – Minato sonrió melancólico pensando en ella.


- Naruto – Llamó una enfermera – Es hora de irse, tu padre necesita descansar –


- Sí, claro – Besó la mejilla de su padre – Estoy tan feliz de que estés a mi lado –


- Yo también, lamento dejarte tanto tiempo solo –


- Fue gracias a Madara, él trajo a uno de los mejores neurocirujanos del mundo, para que evaluara tu condición – Le explicó porque sabía que Madara no lo iba hacer - ¿Vienes? – Miró al Uchiha.


- No, me quedaré con él –


- Bueno – Naruto aceptó, no había nadie en todo el hospital que le dijera algo al dueño de éste, Madara había comprado gran parte del hospital, y todos ya estaban aclimatados a él.


- Pensé que no se aceptaba compañeros en la noche a menos que sea necesario – Minato recordó las pocas veces que Kushina y Naruto habían caído en el hospital.


- Oh papá, tu alfa destinado es dueño del setenta y cinco por ciento del hospital, puede hacer lo que quiera -  Le informó bastante divertido al ver el sonrojo en el rostro del alfa, Naruto al fin pudo aceptar que Madara era lo mejor que a su padre le podría pasar, después de perder al amor de su vida.


Minato miró a Madara, había tanta información en su cabeza que sentía que iba a explotar de tanto exceso. – Nos vemos mañana – Se despidió de su hijo, tratando de no reflejar las inmensas ganas de llorar.


- Vamos Naru – Sasuke tomó su mano para salir de ahí.


Minato mantuvo la sonrisa hasta que Naruto se perdió en el pasillo, entonces comenzó a llorar copiosamente, el peso del cuerpo de Madara sobre la cama hizo que Minato tomara la mano del alfa. El Uchiha lo ayudó para que pudiese sentarse un poquito más derecho y así poder abrazarlo para consolarlo.


- Le pedí al pequeño que me llevara a presentarle mis respetos a Kushina – Madara comentó – No quiero faltarle el respeto por ningún motivo, solo quería que supiese que sus amados omegas no estarán solos. Naruto hizo un hermoso altar para ella, está en casa –


- Soñé con ella, fue ella quien me ordenó despertar, por eso supe que estaba muerta – Pudo hablar después varios minutos, sorbió su nariz.


- Qué soñaste – Madara acarició la espalda y cabello de su omega con suavidad, Minato era todo y más de lo que Naruto le había dicho.


- Estábamos sentados en nuestro parque favorito, uno cercano a casa en donde siempre íbamos con Naruto para que jugase de niño – Explicó – Ella me pedía que la dejará ir y que despertara porque nuestro hijo me necesitaba, no quería soltar su mano – Minato suspiró – Naruto tiene problemas con Titanic, ama a Jack Dawson y a Leo Dicaprio, mi amada Kushina tenía problemas con Orgullo y Prejuicio, siempre repetía las líneas de la película del 2005, una humilde omega recesiva que no era el destino del gran alfa dominante señor Darcy, pero a pesar de que no era su omega destinada, a pesar que Darcy tenía a su destinada, su prima, imperó su amor por la hermosa Elizabeth Bennett que no tenía un penique ni una vasta línea de sangre pura de grande alfas u omegas. Era la historia que le daba esperanza a Kushina que podíamos vencer a los destinados, y mira al menos tú llegaste a mi vida cuando ella se fue, puede que ella haya unido nuestro hilo rojos para que nos conociéramos –


- Una en ciento de miles de millones, y pude encontrarte señor Darcy – La risa de Minato lo hizo preguntar – Qué –


-Yo soy Elizabeth Bennett, mi amado Darcy era Kushina, y ella no debe estar feliz de haber dejado a su Lizzy a manos de su destino, el señor Darcy no está feliz con esto –


La carcajada de Madara fue como un bálsamo para el herido corazón de Minato, puede que su futuro no fuese oscuro y frío sin su amada Kushina.


*


Naruto fue recibido por un dulce abrazo maternal de Mikoto, fue muy cariñosa con él, lo tomó de la mano y lo jaló hacia el interior de la casa, le presento a todas las personas que estaban ahí, el padre y hermano de Sasuke, como el asistente de Itachi, también presentó al primo de Madara y a su amigo que a Naruto se le hacía familiar como también la pareja del hermano menor del padre de Sasuke, Tobirama y cuando escuchó su apellido hizo las conexiones.


 Todos parecían buenas personas, aunque se sentía nervioso y odio un poquito a Sasuke que usara sus feromonas para tranquilizarlo.


Itachi también estaba un poco incomodo ver a ese pequeño rubio omega que había llorado como una magdalena el día que se llevo a cabo el dictamen del fallido juicio de Kabuto, sobre todo a causa de él. Naruto apenas le había tocado la mano al saludarlo, su cuñado no lo perdonaba, le parecía injusto que si lo hiciera con la mente maestra detrás de todo, que era Sasuke.


La cena fue amena, conversación ligera, todos hacían preguntas y respondían, el Namikaze hizo buenas migas con Deidara, Kakashi e Izuna, además claro de los padres de su alfa.


- ¿Siempre quisiste estudiar arquitectura? – Preguntó Tobirama Senju, un alfa de unos treinta y tantos, un científico químico, tenía el cabello albino y ojos de un carmín, era un alfa guapo.


- No – El rubio sonrió – Quería ser astronauta de niño – Hizo reír a varios por su tierna respuesta – Pero después quise ser como mi abuela, salvar vidas, es médico – Explicó.


- Madara dice que es todo un personaje tu abuela – Obito dijo entre risas


- Sí, lo es, es demasiado llevada de su idea – Naruto se sonrojó – No es mala persona, solo demasiado tozuda, siempre se sale con la suya, mamá era la que le llevaba la contra, nunca pensé que le tuviera alta estima, pero cuando falleció fue un duro golpe para mi abuela, ella reconoció que la amaba como una hija más –


- Siento tu pérdida y más lo que estos idiotas hicieron – Izuna ya estaba al tanto de todo – Los golpeé a ambos –


- Muchas gracias – Soltó una risita traviesa Naruto – Papá los va a golpear también – Sonrió feliz – Despertó hoy –


- Por supuesto que Madara está con él – Izuna comprendió porque su hermano “Don no me pierdo cenas familiares” no estaba presente. – Tu papá cómo está –


- Haciéndose el fuerte, pero sé que está roto y espero que se dejé consolar por Madara, ya que no quiere hacerme preocupar ni sufrir más de lo que ya hice, mi papá es trasparente para mí – Su voz sonó con cierta desolación.


- Querido dale tiempo, es mucho que procesar, acaba de despertar el amor de su vida ya no está, meses en coma, será difícil, seguramente tendrá días muy malos – Mikoto fue empática y cariñosa – Deberás ser muy fuerte –


- Gracias –


- Bien, postres – Mikoto se levantó – Naruto quieres uno en particular –


- Algo con chocolate – Se sentía bien tener cariño maternal, la madre de Sasuke era realmente una mujer dulce.


- Voy a por ellos –


- Te ayudo – Fugaku fue junto a su esposa.


- Dijiste que tu abuela es médico – Tobirama volvió a preguntar, Naruto se parecía a su hermano menor Nawaki.


- Mi abuela se llama Tsunade Namikaze – Naruto susurró – Aunque la conocen como Tsunade Senju –


-Eres mi sobrino nieto – Tobirama susurró.


- Qué – Izuna miró a su novio y luego al rubio - ¿Tsunade? ¿Tu hermana que escapó de casa por no querer casarse con ese novio feo que tu abuelo quería? –


- Sí, esa misma, usó entonces el apellido de mi abuela materna, no la recuerdo mucho nos llevamos por muchos años, décadas de hecho – Tobirama explicó – Es bueno saber de ella –


Hablaron un tiempo más sobre la complicada relación familiar que Tsunade tenía con su familia, Naruto se sorprendió de saber que al principio quién tenía una relación era Jiraiya con Tsunade, eso lo hizo escupir el agua que estaba tomando, haciéndole toser compulsivamente, entre la tos y la risa estridente, contagió a todos comenzaron a reír. Sasuke miró a Itachi y le sonrió, se miraron como diciendo entre ellos, ahora entiendo lo que decías la mejor venganza es ser feliz con otra persona.


Comieron postres, Sasuke comió un pastel de chocolate, parte de su postre fue robado por Naruto. La hora de café, todos estaban bastante contentos.


Naruto y Sasuke se miraron y sonrieron cómplices, el Uchiha no estaba seguro si el omega quería que su familia supiese que iban a ser padres.


- Les dirás tú o yo – Naruto preguntó emocionado.


- No lo sé, qué quieres hacer tú –


- Qué tienen que contarnos –


- No me digan que se van a casar – Itachi exclamó con terror, eso significaba que sus padres comenzarían a molestarlo para que sentara cabeza.


- Noooo-Dattebayo – Naruto respondió escandalosamente fuerte.


- Aún no eres completamente perdonado – Pico Kakashi.


- Esto – Naruto apuntó a Sasuke y a él mismo – Es complicado, pero estaremos juntos por varios meses – Reveló.


- Para siempre Dobe – Afirmó el Uchiha tomando la mano del menor.


- wooo, que intenso – Molestó Izuna – Pero que os deben contar –


Naruto miró a Sasuke otra vez nervioso pero sonriendo – Estamos embarazados - 


- Oooh por Dios – Gritó emocionada Mikoto abrazando a la pareja feliz, claro que llovieron las preguntas y las felicitaciones.


- Gemelos – Fue el turno de Fugaku de elevar la voz, feliz de saber que pronto habrían dos nietecitos corriendo por todos lados y destruyéndolo todo.


Sasuke informó a su familia que se iría a vivir con Naruto a casa de este, les explico lo delicada de la situación a todos.


Mikoto estaba loca de la felicidad e Izuna también, Itachi miró a Deidara quién no parecía para nada feliz, sino que parecía desolado, él sabía la razón detrás, su amante tenía dudas sobre su relación, a pesar que él, Itachi, le había dicho una y otra vez, además de demostrarle con actos que estaba enamorado solamente de él, pero el rubio tenía miedo de no ser suficiente, era un beta no podía tener hijos, menos ser el destinado de un alfa, todas esas inseguridades estaban resquebrajando su relación, llevaban años siendo novios e Itachi quería hacerlo formal, quería casarse con él, sabía que su familia estaba enterada de su relación, pero ellos se hacían los ignorantes para alivianar la carga de inseguridad que Deidara cargaba. Pero Itachi estaba impaciente por formalizar su relación, quería casarse con él, sin importarle tener o no hijos, si Dei los quería encontraría la manera de hacerlo.


Kakashi sonrió al fin su tonto casi sobrino tendría hijos, llenaría el dolor de la pérdida de su hija, no solo había conseguido la venganza por la cual tanto trabajó, y además como bono se llevaba a un hermoso omega destinado y gemelitos, así cualquiera sería feliz, hasta el más amargado de todos.


- No me digas que quieres una guagüita – Molestó Obito al oído de su delicioso amante.


- Deberías quedar preñado tú, sí – Le susurró bajito.


- Si pudiera, te daría un hijo ¿Lo sabes? – Obito le dijo besando suavemente la cabeza del mayor.


- Lo sé – Las feromonas de Obito lo tranquilizaban, Kakashi, ahora podía tolerar omegas, pero años atrás no podía. Todo por una maldita fiesta de universidad, Un fiesta en donde Kakashi y otros alfas fueron drogados unos envidiosos betas y le lanzaron dos pobres omegas que fueron atacados en manada por todos los alfas.


Kakashi totalmente fuera de sí violó a un omega y aún gritaba algunas noches por las pesadillas, usaba hasta la locura los supresores, trató de acabar con su vida más de una vez, por el miedo a las feromonas de los omegas, entonces casi caído del cielo, Tobirama había creado pastillas que evitaban sentir las feromonas tanto de omegas como alfa. Eso le salvó la vida.


Además un beta había atacado con un chillido a un pobre omega, Kakashi en su estado trató de defenderlo pero solo se ganó una cicatriz en el ojo izquierdo, uno que casi lo pierde, y lo que más perturbaba al Hatake era la sangre del omega, su rostro desfigurado, aquella fiesta salió de las manos de los betas, fue una pelea entre ellos mismo.


Kakashi pudo tomar un móvil y llamar a Obito, el único numero que podía recordar, pidió ayuda y despertó cuatro días después con una cirugía en su ojo izquierdo, pidió entregarse a la policía pero le dijeron que él era una víctima, pero su espantapájaros como lo llamaba el Uchiha no se sentía así, más bien un victimario, quiso saber de los omegas uno de ellos había muerto y el otro se había escapado del hospital y nadie parecía saber quién era.


El Hatake halló en Obito su lugar seguro, en los brazos de un alfa dominante, todos los Uchiha lo eran, podía tener paz, pasaron los años y formalizaron su relación, nadie les decía nada porque ellos amigos de toda la vida y les era natural que terminara en una amorosa relación.


Sobre todo porque Obito había perdido a su omega, la mujer de su vida de un terrible cáncer a los huesos que apagó la vida de Rin, por lo cual Kakashi también fue el refugio de Obito.


*


Sai y Gaara estaban en un terrible momento, Madara estaba con Minato, Iruka tenía turno de noche y su hijo pasaría la noche en casa de Orochimaru, Naruto le mandó un texto a Sai para informarle que se quedaría en casa del Uchiha ese, solo por esa noche.


Sai había invitado a Gaara a cenar, además quería estar con él, a pesar de que el Sabaku No, le dijo de sus miedos de intimar porque se volvía violento al sucumbir a las feromonas de un omega, llevaban más de dos meses saliendo como pareja, pero aún no lo formalizaban a los demás.


El  problema era que el celo de Sai llegó de la nada, los supresores no le estaban surtiendo efecto, y ahora ambos buscaban un supresor pero no había ninguno en la maldita casa, y para peor Gaara había perdido la poca cordura que le quedaba, se abalanzó sobre Sai y éste en su estado más vulnerable y necesitado lo recibió gustoso, apagó toda la cordura, una que volvería con creces a la mañana siguiente.


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