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La mirada de un Vampiro (LawZoLaw) por C C

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Notas del capitulo:

Leer notas finales! Gracias.

Enseguida Law comenzó a darle órdenes al más alto de lo que tenía que hacer. 


-Tranquilo Luffy, bebe ésto.- Dijo mientras dirigía su muñeca ensangrentada a la boca del más chico.


El menor no comprendía nada, miraba a Ace sin entender la situación y el por qué quería que bebiera de su sangre. En su mente estaba por negarse pero cuando aquel aroma llegó a sus fosas nasales se prendió de la muñeca del mayor como si su vida dependiera de ello, y en parte así era.


Ace no decía nada, dejaba que el pequeño bebiera lo que quiera hasta saciar su sed de "nacimiento". Acariciaba los cabellos mientras veía como el color de ojos del mas chico cambiaban a un rojo carmesí. No pasó mucho tiempo, ya que la primera vez no beben demasiada sangre, el mas chico se separó de la muñeca del pecoso.


-No entiendo ¿Qué rayos me pasó?- Preguntó demasiado confundido a la vez que se limpiaba la sangre que caía por su boca. 


-No te preocupes, te explicaré.- Miró a Law para que lo ayudara, no sabía por donde empezar.


-Por ahora lo único que debes saber es que ya no eres humano.- Dijo el médico.


-¡¿Eh?! ¿Cómo que no? Pero si yo sí soy humano.- Respondió exaltado.


-Tranquilo Luffy, confía en él.- Trato de calmarlo Ace mientras lo tomaba de las manos, su herida ya se había cerrado.


-Por empezar mi nombre es Trafalgar Law, soy compañero de Ace y ahora tuyo también.- El pequeño no entendía nada, absolutamente nada.- Somos vampiros.


-Eso tiene que ser una broma.- Soltó sin creérselo.


-No lo es pequeño.- Secundó Ace.- Deberías haberlo notado al estar tan prendido de mi brazo bebiendo sangre como si fuera lo más delicioso del mundo, que de hecho lo es. 


-Si, sabía bien. Pero entonces ¿Yo también soy un vampiro ahora?- Preguntó un poco emocionado.


-Así es.


-¿Y podré convertirme en murciélago?- Preguntó sonriente.


-Oh por Lucifer, todavía no entiendo porque rayos los humanos se inventaron eso.- Se quejó el médico mientras tapaba su cara con una mano.- No, no nos convertimos en esos bichos.- Le respondió mirando al menor.


-Buuu, que aburrido.- Y un puchero se formó en su cara.


-¿En serio es la única duda que tiene este crío después de soltarle que es un vampiro? 


Ace llevaba riendo desde la pregunta del menor. 


-Por eso me encariñé tanto con él.- Soltó.


-Esto es peligroso Ace, éste crío es peligroso.- Sentenció.


-No hará nada, tranquilo.- Trato de relajar al médico.


-Dile tú las reglas, y hazle entender que no puede decir nada.- Marcó el médico antes de abandonar la habitación. 


Se estaba olvidando de algo. Ese pequeño nuevo vampiro era el mejor amigo de un Dhampir. Tenía que avisarle a Ace, pero no podría con el pequeño allí. Ahora había algo que también le estaba inquietando ¡¿Cómo rayos explicaba la súper mejoría del pequeño?! Debería inventar algo, decir que estaba delicado y solo él podía tratar sus heridas así nadie veía que ya no tenía ninguna cicatriz en su cuerpo y sus órganos estaban espléndidos.


Luego de un rato en su oficina, Ace se presentó con una sonrisa relajada y sumamente tranquilo.


-Por tu cara ha ido bien.


-Mejor imposible.- Y tomó asiento frente al médico.


-Tenemos otro problema, no quise decírtelo ahí con él, luego verás como explicarle la situación.


-No me asustes otra vez.


-¿Sabes quien es su mejor amigo?


-No, solo me hablo con él, lo conocí de casualidad y solo nos vemos nosotros, pero sé que tiene un mejor amigo y un hermano también.


-Su mejor amigo se llama Zoro, es un Dhampir.


-Me estas jodiendo.


-Va de nuevo ¡¿Por qué carajo lo haría?!- Preguntó molesto y en un tono alto.


-Ya, vale. ¿Cómo lo sabes?.- Silencio.- No me digas que vino aquí y te vio.


-¿Qué comes que adivinas?


-Bebo sangre.- Dijo sonriente, luego se puso serio.- Basta de bromas, habrá que matarlo y nadie puede saber esto.


-Lo sé. Si lo vuelvo a ver lo mataré, pero igual tendrás que explicarle al crío ese sobre los malditos perros también. Si hay un Dhampir hay sabuesos. 


-Algo le expliqué, pero no mucho. La verdad no creí que iba a haber alguno de esos por estas zonas y menos creí que tan cerca.- Dijo un tanto preocupado.- Pero me sorprende eso de Dhampir, hace mucho tiempo no me cruzo a uno ¿Qué edad tenía maso menos?


-Unos 18 o 19 años tal vez, era alto como tú, cuerpo trabajado y cabello verde. Está entrenado, me reconoció enseguida y es solo un mocoso.


-Cabello verde, me suena a uno de los nuestros, si no me equivoco era un Heredero, fue asesinado hace unos 10 años. 


-Hijo de Heredero... Maldito idiota encima.


-Bueno, le comentaré a Luffy lo de los perros y los dhampir así está atento, pero eso será mañana, ya se durmió.


-Vale, yo antes de irme iré a hablar con él sobre las heridas.


-Entiendo.- Se paró y fue hacia la puerta.- Háblame cualquier cosa.- Y se retiró del lugar.


Sentía que se estaba metiendo en un grave problema.


 


 


Llevaba una hora en el parque frente al hospital esperando que ese cirujano se dignara a aparecer. Había preguntado por él en la mesa de informes, describiéndolo ya que no sabía su nombre, y todavía no se había retirado, no sabían el horario de salida ya que varían según las emergencias así que no tenía otra opción que esperar. Había ido caminando así no tenía que preocuparse por su motocicleta y dónde dejarla si tenía que enfrentarse con el maldito chupasangre. Se les daba bien huir.


Esperó alrededor de media hora cuando lo vio salir por la gran entrada del edificio. A paso lento y tratando de tener la mayor distancia posible así no podía identificarlo, lo siguió. Caminaron por el centro de la ciudad donde el joven no parecía sospechoso, solo un médico normal. Lo persiguió algunas cuadras donde dobló en un callejón, olía a sangre.


-Lo sabía.- Se dijo a si mismo mientras empezaba a correr hacia el lugar.


Cuando se adentró en el callejón fue estampado contra una de las paredes. 


El pelinegro lo tenía acorralado, una mano del mayor sostenía sus brazos arriba de su cabeza mientras que la otra lo tomaba del cuello. Para evitar que escapase tenía una de sus piernas entre las suyas haciendo presión contra su cuerpo. Sentía su respiración mezclarse con la suya.


Su mirada lo congeló, era tan roja y tan brillante que se detuvo a admirarla. Pero no entendía lo que había pasado, se supone que estaba matando a alguien, se estaba alimentando, no podría haberlo sentido y reaccionar tan rápido. Pero allí no había un cuerpo, solo estaba el médico.


-¿C..ómo..?- Trato de preguntar. Pero no le salían las palabras.


-Jamás subestimes a un Blood. Maldito mocoso.- Sentenció con una pequeña sonrisa.

Notas finales:

Hola! Gracias a las personas que siguen esta historia. Me gustaría saber que les está pareciendo hasta ahora, si hay algo que debería cambiar o no. Todas críticas son recibidas y tomadas en cuenta. No sé cuando pueda volver a subir el próximo capitulo por temas de la situación actual y mi estadía. Pero trataré que sea lo antes posible, solo sepan que no la abandonaré, al menos no por el momento, todo depende de ustedes :D Saludos!


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