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La mirada de un Vampiro (LawZoLaw) por C C

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Hola! Pondré esto acá porque por obvias razones casi nadie lee a lo último. Perdón por la demora, pero estuve un poco nublada y actualmente estoy pensando como continuar el capítulo clave de la historia. No quiero que sea aburrido, deseo darles algo muy bueno. Gracias por su atención y bueno, espero que les guste.

Otra cosa, quieren otra pareja? Así "alargamos la historia"? En caso positivo denme ideas que les gustaría. Ahora si, a leer!


*****


Su cabeza daba vueltas, hacía unas horas que se había retirado del hospital, Sabo le dijo que Luffy estaba estable y solo debía esperar a como evolucione. Sabía que todo era mentira, pero no podían decirle a su hermano que para salvarle la vida al menor tenían que convertirlo en vampiro. Todo iba a ser muy diferente de ahora en adelante, el pelinegro ya no era humano debería vivir falsamente y en algún momento desaparecer de la vida de sus seres queridos ya que su crecimiento ahora iba a ser demasiado lento y muchas cosas iban a cambiar.

Zoro soltó un suspiro ya que todo le hacía doler la cabeza, estaba demasiado confundido pero el haber hablado con aquellos vampiros lo tranquilizó, no sabía porqué pero sentía que su amigo idiota estaba en buenas manos. Ahora debería esperar a que todo se normalice un poco y poder hablar con Luffy para llegar a un acuerdo y aclarar algunos temas. Conociendo a su amigo sabía que era incapaz de herir a un humano así que eso no le preocupaba, sino que el ambiente en cual ahora se iba a movilizar aquel azabache le tenía incómodo.

Pero dejando de lado pensamientos sobre su amigo, otro pelinegro rondaba por su cabeza, todavía tenía la duda del porqué no lo había matado anteriormente y cómo era eso que no asesinaba humanos, cuanto más pensaba en esos asuntos menos lo entendía. Tenía la necesidad de conocer a ese médico y eso le estaba molestando, quería mantenerse lo más alejado posible a aquellos vampiros.
Decidió que lo mejor sería olvidar el asunto por el momento y dedicarse a entrenar.

*****

Había pasado una semana desde que el nuevo vampiro estaba internado en el hospital. Era él quien se encargaba de cuidarlo a la vista de los demás, cuando enrealidad solo iba a hablar un poco con el menor y sacarle algunas dudas que éste tenía, aunque hablar con el chiquillo era demasiado molesto ya que siempre salía con alguna pregunta estúpida.

Ese día no era la excepción y lo sacaba de sus casillas. Le había explicado el tema de la comida que no era peligroso para él comer como un humano, pero que de igual manera no se exceda. Y el idiota le había salido que si él quería iba a comerse un animal entero y nada lo iba a impedir. Era inútil explicarle cualquier cosa al menor, solo Ace lo entendía. Cansado salió de la habitación, Sabo había ido a ver a su hermano durante toda la semana y ese día ya se había retirado.

A paso lento se dirigió al comedor, le apetecía tomarse un café mientras esperaba a que se haga la hora para una cirugía que tenía. Su vista se posó en aquella taza que estaba frente suyo. Desde el día que aquel dhampir se metió en su oficina no pudo sacarlo de su cabeza. Había algo que le molestaba de ese chico, sacando que era un cazador, sentía que lo estaba estudiando y eso lo odiaba. Podía sentir como la mirada de aquel peli verde lo seguía en todo momento y quería ver cada movimiento o gesto que hacía. Tampoco le gustó el hecho que se haya atrevido a entrar en su territorio a desafiarlo. Luffy le había pedido que por favor no le haga nada al igual que a Ace, por eso ninguno de los blood se atrevió a tocarlo en ningún momento, no sabían porqué pero confiaban en las palabras de Luffy diciendo que todo iba a estar bien y que le dejaran el dhampir a él. No estaba de acuerdo pero accedió  a aquella petición del chiquillo, dejando así vivir al cazador.

Law estaba terminando su café y mirando la hora se dio cuenta que ya tenía que estar preparándose para la cirugía. Sacándose al cazador, el cual no había vuelto a aparecer por el hospital,  de la cabeza, se encaminó al quirófano.

*****

El día de entrenamiento ya estaba terminado. Tomó su teléfono en sus manos y miró los mensajes de Sabo diciéndole que su hermano estaba mejor. Tenia ganas de gritarle la verdad pero sabía que era algo imposible. Jamás podria hacer algo así.

Luego de despedirse de sus compañeros en la base donde entrenaban decidió que era hora de irse a casa. Tenia algunos temas rondando por la cabeza y el más reciente era una plática que tuvo con sus superiores. Había una zona cerca de donde ellos se ubicaban que estaban desapareciendo personas y algunas estaban muriendo por anemias. Algo muy extraño, ya que una anemia no te lleva a la muerte pero dado el caso que él sabía de existencia de seres vampiricos no le pareció extraño.

Algunos vampiros deben estar circulando por el barrio donde pasaban estas muertes y desapariciones. Sus superiores estaban decididos a enfrentar a estos vampiros que estaban haciendo el caos en la ciudad vecina pero él tenía un mal presentimiento, habiendo dos blood tan cerca y que en la base no los hayan encontrado significa que eran muy inteligentes y no descartaba que estas muertes y desapariciones tengan algo que ver con ésta raza.

No sospechaba de los dos azabaches pero como el médico le había dicho, no es el único blood que existe. Cabía la posibilidad de que en aquella ciudad donde querían infiltrarse los cazadores habite un blood.

No quería hablar del tema con Smoker ya que temía que se de cuenta que estaba ocultando algo. Su mejor opción por el momento para saber si existía la posibilidad de encontrarse con un blood en la próxima misión era el médico o el otro azabache.

*****

Pasada la media noche sintió unos golpes en la puerta de su casa. Sentía la presencia de quienes eran y estaba tentado a no abrirles, siendo sincero no tenía ganas de aguantar a aquellos visitantes.

-Law, abre. Sabemos que estas ahí dentro.- La voz de una mujer se escuchó del otro lado.

-No hagas esperar a unas damas, idiota. Abre la puerta.- Ahora un hombre era el que hablaba.

Resignado tuvo que levantarse de su cómodo sofá y dirigirse hacia la puerta ya que sus no invitados se quedarían allí llamándolo hasta que decida abrirles.

-¿Qué quieren?- Preguntó una vez que abrió la puerta y vio a aquellas tres personas frente suyo.

-Esas no son maneras de recibir a tus visitas.- Una de las dos mujeres le habló.

-No los invité para tener que recibirlos bien. ¿A qué vinieron?

-Necesitamos hablar, Law.- La mujer más seria fue quien le habló.- Déjanos pasar.

-Para que tú, Robin, estés seria algo no debe andar bien.

-Asi es idiota. Si no es algo importante no hubiéramos venido.

-Ya, Sanji. No vinimos a pelear.-Su mirada se dirigió al pelinegro pidiendo permiso.

-Vale, pasen. Solo porque no quiero que Nami me golpee.

Así hicieron. Los tres recién llegados se adentraron a la casa del vampiro rápidamente cuando éste salió de la puerta y se dirigía al living.

-Bueno, digan a que debo esta hermosa visita.

-Escucha, hay problemas en la ciudad vecina.- Dijo la peli naranja.

-¿Y? No es mi ciudad, no es mi territorio.

-Lo sabemos, tu mandas aquí y cuidas de ésta ciudad pero no puedes hacer como si no pasase nada.

-No voy a entrometerme. Es su territorio y no me importa lo que haga.

-Importa cuando está siendo muy evidente. Los sabuesos van a ir allí, sabes lo que eso significa.- Fue el turno de Sanji en hablar.

-Esto no tiene nada que ver con ustedes, no son vampiros directamente, son sububos e incubos. No están en peligro así que no se preocupen.

-Una guerra, Law. Si van allí se encontrarán con un blood y sabes lo que eso significa.- Robin lo miraba serio mientras trataba de hacer entrar en razón al médico.- Habran muchas bajas ¿O acaso olvidaste lo de hace 100 años?

El médico se quedó en silencio. ¿Cómo iba a olvidar lo que pasó hace tantos años? Jamás podría olvidar aquello, no quería volver a vivir algo así. Por eso no quería entrometerse, no era su maldito problema.

-Habla con él. Tal vez te escuche y se pueda evitar lo que va a venir.- Nami trato de sonar convincente.

-No voy a hablar con nadie, él sabe lo que hace y los problemas que puede haber al moverse tanto como lo está haciendo.

-Trata que se calme, no puede volver ocurrir de nuevo.

-No. No me voy a involucrar en nada que tenga que ver con él. No quiero más problemas, mi vida aquí es tranquila y así quiero que siga.

-Sabes que si se enfrentan después van a venir por ti, es cuestión de tiempo. Cazando a todos los blood sería la mejor solución para deshacerse de los vampiros, sin blood no hay herederos,  sin herederos no hay timers. Es una cadena. Y si lo cazan a él sabrán que hay más blood.- Sanji tenía razón, pero aún así no quería involucrarse.

Un suspiro salió del médico. No sabía que hacer. No quería volver a ver a aquel vampiro tan contrario a él. Después de tantos años alejados pudo hacer su vida y le gustaba cómo había cambiado todo. Volver a verlo sabía que era para problemas.

-No prometo nada. Trataré de acercarme y hablar con él. Pero saben que nada bueno va a pasar, me va a atacar por meterme en su territorio.

-Por eso te acompañaremos.- Le dijo Robin con una pequeña sonrisa.

-Eso sí que no. Es peligroso, demasiado incluso para mi. No voy a permitir que vayan, no son de nuestra clase por ende no podrán hacer nada contra él. Seria un suicidio así que no, iré solo.

-Lleva a Bonney. Ella debe saber dónde vas. Es tu hereda y va a sentir que estás en peligro. No la hagas ir sola cuando pase eso.- el rubio intentó convencerlo.

-Hablare con ella pero no, tampoco irá. Sería peor, va a tratar de atacarla a ella por oler como yo.

-No debió terminar asi.- Trato de hablar Nami.

-Se terminó la conversación.- Pero Law no la iba a dejar.- Ahora váyanse, saben lo que pasó y odio que me hagan recordar todo de nuevo.

-Lo sentimos, en verdad no queríamos que esto pase pero eres el único que puede tener una posibilidad.-La azabache sonaba comprensiva pero preocupada.

Se retiraron de la casa del médico dejándolo con muchas dudas en la cabeza. Los tres tenían razón pero no quería tener que volver a ver a aquel maldito vampiro que le arrebató todo y le rompió el corazón de la manera más cruel.

Tratando de sacar todos los pensamientos de la cabeza prefirió beber algo. De la pequeña heladera que yacía en un rincón de la cocina sacó una bolsa con contenido rojo dentro y se dispuso a beberla de un golpe. Aquella visita lo había dejado incómodo y necesitaba sangre en su interior.

*****

Esta vez había acompañado al hermano de su amigo ya que tenía un tema importante que tratar. Sabo ya se había retirado y decidió volver a aquella oficina en la que ya había estado. Unos golpes fueron suficientes para obtener el permiso de ingresar.

-¿Qué haces aquí?- Law no había reaccionado como la primera vez ya que esa tregua entre ambos estaba presente aparte que ya habia visto al peli verde con el hermano del nuevo vampiro.

-Necesito hacerte una pregunta.

-No somos amigos para que vengas a visitarme, sino te maté fue porque Luffy lo pidió. Pero no tengas tanta confianza conmigo, mocoso.

-No vengo a pelear ni mucho menos. Solo necesito sacarme una duda de la cabeza.- el médico no dijo nada, entonces siguió.- ¿Que probabilidad hay que en la ciudad vecina haya un blood?

Aquella pregunta lo desconcertó. ¿Que rayos pretendía el cazador al saber aquello? Y recordó la noche anterior, lo sabuesos estaban preparándose para atacar.

-100%. Alejate de allí, si no quieres morir.

-Entonces hay uno, lo conoces ¿Verdad? Por algo dices que es peligroso ir.

-Lo conozco. Pero no pienso decirte más nada.

-No necesito que me digas nada. Voy a ir igual y cazarlo.

-¿Eres idiota? ¿Acaso no escuchas cuando te hablan?- se levantó de su silla poniendo sus manos sobre el escritorio. - Si vas allí vas a morir, todos van a morir. No te creas demasiado.

-No me creo nada, pero es nuestro trabajo cazarlos.

-Haz lo que quieras, pero cuando estés al borde de la muerte recuerda mi rostro advirtiéndote.

-No voy a morir,  no voy solo.

-Eso no importa, no están a la altura. Podrán ser muy fuertes contra los timers o ghouls, pero cuando se trata de blood ustedes no son nada.

-No subestimes a los cazadores. Vamos a ir allí y cazar a los vampiros que se nos crucen.

-No sé sobrestimen ustedes y tampoco subestimes un blood ¿Olvidas lo que pasó cuando trataste de enfrentarme?

-No lo olvido, y por ese motivo entreno tanto, jamás volveré a verme en una situación similar.

Ese cazador tenía agallas, no iba a negarlo pero aún así no estaba a la altura de retar a un blood.

-Estas 200 años tarde de nosotros, híbrido.- Y una sonrisa coqueta se posó en sus labios.

-No soy un híbrido. Y mejor me voy, gracias de todos modos por responder.

Volvió a quedar solo en su oficina, si ese cazador después de su advertencia iba de todos modos, era en definitiva un idiota.

Aquella noche en su casa no pudo conciliar el sueño y al poder dormirse pequeños recuerdos lo atormentaron

*****

La noche después de aquella batalla estaba fría. El olor a sangre se sentía por todo el lugar, sus manos, rostro y todo su cuerpo estaba cubierto de rojo, algunas heridas suyas ya se habían cerrado en cambio otras más graves aún no se curaban. Aquellos sabuesos y dhampirs les dieron batalla pero aún así no pudieron cazarlos.

-Será mejor que a partir de ahora nos separemos. No podremos estar en contacto por un tiempo.- la voz del azabache rompió el silencio.

-Oye Law ¿Estas seguro? No quiero que pase algo y no pueda protegerte.

-Si estamos juntos va a ser peor. Tomemos distancia.

-Vale, pero volveré por ti.

-Y yo te esperaré.

*****

Caminaba por la calle sin rumbo fijo, separarse de aquel pelirrojo era lo mejor por el momento, ya habían hecho demasiado ruido y si permanecían juntos iban a estar en peligro. Estuvo por algunas semanas viviendo en la calle, cazando algún humano para alimentarse, sus heridas ya habían sanado.
Estaba bebiendo la sangre de un joven cuando sintió una presencia detrás suyo.

-No deberías hacer eso, pequeño.- Un hombre con una pequeña sonrisa lo miraba.

*****

Golpes en la puerta lo habían sacado del descanso que estaba teniendo, hacía poco que vivía en aquel lugar y todavía no se acostumbraba. Se dirigió hacia la puerta para ver quién llamaba, se le hacía extraño ya que el no solía tener visitas.

-Pero que...- calló al ver frente a él a aquel hombre.

-Te extrañé, Law.- Un sonriente pelirrojo lo miraba desde la puerta.- Me costó mucho saber tu paradero, pero pude localizarte al fin.

-No esperaba que vinieras de nuevo, Kid.- no iba a negarlo, estaba sorprendido de volver a aquel pelirrojo, pero feliz.

*****

Sus miradas no perdían contacto. Había extrañado ese cuerpo arriba del suyo. Suspirando su nombre una y otra vez. Y el contrario lo había extrañado a él,  diciendoselo durante toda la noche. Volver a ver a aquel vampiro pelirrojo en ese estado lo encendía cada vez más. Sus cuerpos se conocían a la perfección, donde tocar, de que manera hacerlo y el ritmo que debían llevar. Sabían todo del otro y se entendían mejor que cualquiera.

-No te das una idea de cuánto te extrañé, Law. Me hacías falta.- decía el pelirrojo mientras movía sus caderas lentamente.

-Tambien me hacías falta, Kid.

*****

Law tenía los brazos a los costados de su cuerpo, mientras Kid lo sostenía de la camisa y lo apretaba contra la pared.

-¡¿Que mierda significa esto, Law?!- sus ojos rojos lo miraban desafiante y furioso.

-He cambiado Kid, si no puedes aceptarme así, entonces lo nuestro no puede seguir.

-¡No puedes decirme esto! Te amo pero no puedo aceptar en lo que te convertiste.

-Entonces no me amas lo suficiente. Te enamoraste de mis acciones anteriores.

-¡Cierra la boca! Yo se que lo que siento pero eres un vampiro, mierda. ¡No puedes decir que ya no cazaras más!

El pelinegro iba a contestar pero la puerta de la casa fue abierta dejando ver a un hombre rubio y agitado.

-¿Law?- hablo el recién llegado.

-¡Vete! VETE AHORA.- Su voz aparte de ser autoritaria dejaba ver miedo.

-¡¿Que significa esto?! ¡Law!- el pelirrojo cada vez estaba más enojado.- ¡¿Que mierda es esto?! ¡Explícame porque carajos ese hombre huele a ti!

-Cálmate Kid. Por favor, cálmate.- Law estaba asustado, a pesar de ser la raza más alta de los vampiros, fuerte e intimidante, estaba asustado de lo que podría pasar.

-¡No me voy a calmar! ¡Primero me sales con que ya no cazas humanos y ahora entra ese maldito oliendo a ti! ¡Es tu heredero! Prometimos jamás tener uno, ser solo tu y yo.

-Pasaron muchas cosas en estos 3 años, lo lamento Kid. Pero si no puedes aceptarme ahora lo nuestro terminó.

-Maldito seas, Law. No sabes todo lo que pasé hasta volver a llegar a ti y ahora sales con esto.

-Por favor, deja ir a Law, él no quiere pelear contigo.- aquella voz volvió a escucharse en la habitación.

Kid dirigió su mirada a aquel heredero y supo que él tuvo la culpa. Fue el culpable de haber cambiado a Law, al vampiro del que se enamoró.

-¡No, Kid!- Law sabía lo que pasaba por la cabeza de aquel blood, lo conocía mejor que nadie.- No lo hagas.- decía mientras veía en la manera que el pelirrojo miraba a su heredero.- VETE, VETE AHORA.

Pero fue muy tarde. Kid ya se había alejado de Law e iba directo a aquel hombre para así sacar un cuchillo de su chaqueta y clavarselo directamente al corazón.

-¡No, Rosinante!

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