El camino hacia el sur se le estaba haciendo demasiado largo. Había pedido dos días en el hospital para poder hacer aquel pequeño viaje. Vivi quedó a cargo de Luffy pero con la orden de no tocarlo, solo alimentarlo. Desearía poder estar en el hospital y no tener que hacer ese viaje pero era necesario, se estaba arriesgando para no vivir lo mismo de hace tantos años. Quería estar en paz, sin guerra con lo sabuesos como hasta ahora pero si esto seguía así algo malo iba a pasar definitivamente. Esperaba que Kid abra los ojos y no siga con estas estupideces, iba a delatar a su raza con los humanos ya que una persona no muere de anemia y por lo que había escuchado muchos casos con ese resultado de muerte habían estado dando vueltas por aquellas zonas.
Estaba caminando por un tipo de bosque cuando empezó a sentir una presencia leve, no era Kid pero era fuerte. Cada vez esa presencia se sentía más cerca, lo estaba buscando. Un blood no puede entrar en territorio enemigo sin permiso. Estaba ocultando su presencia lo más que podía, pero a quien quería engañar, ésta era demasiado fuerte y no podría hacer un camuflaje completo. Tal vez ahora cualquiera que lo viera pensaría que era un timer.
-¿Quien eres? ¿Que haces en este territorio?- ahí estaba, frente a él a unos metros alejado un vampiro alto y rubio. Olía a él.
-Hola. Me presento, soy Trafalgar Law. Estoy aquí para poder hablar con el blood de estas zonas.
-Eso no será posible, no permitiré que te acerques a él. Aunque un timer como tú no tendrá posibilidad contra mi.
-No quiero pelear, déjame hablar con él y luego me iré.
-Dije que no será posible. Pero me está molestando tu presencia, no eres un timer, eres un heredero demasiado débil.
-No tiene importancia lo que soy, solo necesito hablar con tu blood.
Un estruendo se escuchó en el lugar, un árbol había sido derribado frente a sus ojos. Polvo por todos lados no lo deja ver con claridad pero no podía negar aquella presencia.
-¿Vienes de visita, Law?- Aquella voz que hace tanto no escuchaba resonó por el lugar. Un escalofrío recorrió su cuerpo.
-Tanto tiempo, Kid.- Dejó de suprimir su presencia y por acto reflejo el vampiro rubio calló de rodillas.
-Un blood...- susurro inaudible aquel rubio.
-¡Levántate Killer!- No iba a negar que sentir la presencia de Law de golpe era demasiado fuerte para cualquiera, incluso a él le recorrió una sensación extraña en el cuerpo.
-Necesito hablar contigo.- Dijo el pelinegro para romper el silencio incómodo que se había formado.
-No hay de que hablar, me lo dejaste claro hace casi 100 años ¿Acaso me extrañas? Ya que estás aquí nos podemos divertir como hace tanto tiempo, Law. Dime ¿Que opinas?- su voz sugerente no paso desapercibida para el médico. Esa voz coqueta que le ponía cuando quería seducirlo y llevarlo a la cama.
-No digas estupideces.- Miro de reojo al rubio parado en el mismo lugar- Mmm... Ahora tienes heredero, no me lo esperaba de ti.
-Me aburría y éste tipo era genial, un delincuente y asesino de nuestro palo, no dudé en convertirlo en mi heredero y cazar con él.
-No has cambiado nada. Pero necesito que te detengas, Kid.
Una risa se escuchó luego de aquellas palabras. El pelirrojo lo miraba divertido y con una sonrisa en sus labios.
-Sigues siendo un iluso como la última vez que te vi. Me decepcionas.
-No vine aquí a complacerte, vine a hacerte abrir los ojos. Estas llamando demasiado la atencion, los sabuesos sospechan que hay un blood aquí y vienen por ti.
-Estupendo.- dejo ver otra de aquellas sonrisas divertidas.- Me podré divertir asesinando sabuesos como en los viejos tiempos.
-Eso es lo que quiero evitar. Si haces tal cosa va a ocurrir otra guerra y va a volver a pasar lo de aquella vez. Vendrán por mí también y sabrán que hay otros blood por las zonas.
-Si no quieres que te cacen entonces pelea, no es tan difícil, lo hacías hermoso hace un siglo.
-¡Abre los ojos! No quiero verme involucrado en otra guerra. Quiero seguir con mi vida como hasta ahora.
-¿Jugando a ser humano? Me dan ganas de seguir con lo de aquella vez pero terminar el trabajo y asesinarte.
Se sostenían las miradas sin vacilar. Era una guerra sin necesidad de pelear, se estudiaban, se retaban y por sobretodo querían sucumbir al otro. En sus tiempos ambos eran iguales, una pelea entre ellos y no sabrías quién sería el ganador. Tenían la misma fuerza aunque a veces se sentía que la presencia del pelinegro era más fuerte. Pero ahora todo cambio, Kid seguía siendo el mismo vampiro, sanguinario, frío y una máquina de matar. Law por su parte se acostumbró a la tranquilidad, la paz de vivír entre los humanos no tenía precio. Se olvido de las peleas, de la sangre en su cuerpo por asesinar y de la adrenalina de estar en estas situaciones.
-Killer, largo.- y el rubio acató la orden de su blood, desapareciendo del lugar.
A paso lento fue acercándose al médico. Mentiría si dice que no lo extrañó, por supuesto que lo había hecho. El tiempo vivido a su lado, sus cacerías, sus noches bebiendo, sus manos en el cuerpo contrario y por sobretodo poseerlo. Extrañó absolutamente todo de ese pelinegro que tenía en frente, pero su decepción fue grande. Saber que no había cambiado su pensamiento lo enojaba. Había matado a su heredero para que el pelinegro volviese con él, sean otra vez ellos dos y que nadie se entrometa en sus vidas. Pelear con los sabuesos y dhampir que se crucen en el camino, cazar en las noches y tener sexo en cualquier momento y lugar. Si, eso era lo que más deseaba pero el maldito había cambiado por un jodido humano.
-¿Tienes algo más que decir?- se atrevió a preguntar mientras una mano tocaba la mejilla contraria.
-No me toques, Kid.- dijo mientras le corría la mano.- Estoy hablando en serio. Debes detenerte y desaparecer de estas zonas. No pueden saber que hay un blood.
-No voy a hacer eso, sería bueno divertirse un rato. Los humanos no están saliendo mucho por las noches.- su sonrisa se dejó ver.- Ahora, vamos a divertirnos nosotros.
*****
Su respiración era agitada, corría sin rumbo fijo, solo dejando que su instinto la lleve a alguna parte, al destino que en verdad quería. Necesitaba verlo, hablar con él y advertirle pero no sabía dónde rayos buscarlo. Estaba exponiéndose y eso no le importaba, los alrededores del centro estaban desiertos a pesar de ser una hermosa tarde. Agudizaba sus sentidos, sus instintos y no había nada, no aparecía la respuesta ni el camino que seguir. Por dichos de Law sabia donde estaba la base de los sabuesos, así que evitaba esa zona, pero aún así no tenía respuesta.
*****
Estaba en el hospital esperando que le digan que podía pasar a la habitación, Law le había dado permiso para poder ver a Luffy pero la mirada disconforme en el pelinegro que tenía al lado lo hacía sentir incómodo. No le decía nada, pero al parecer no confiaba mucho en él y dejarlo solo con el menor, eso lo hizo sentir bien, se preocupaba por su amigo y lo cuidaba. Una pequeña sonrisa se posó en sus labios, el idiota de Luffy iba a estar bien con éstos dos vampiros a su lado.
Ace, el pelinegro que tenía al lado lo miraba de reojo y cuando una enfermera le dio permiso a entrar éste lo miró con clara advertencia.
Se dirigió a la puerta de la habitación y tomó aire antes de ingresar, ya no iba a encontrar a su amigo en ese lugar, allí iba a estar un vampiro.
-¡Zorooooo!-la voz infantil de Luffy se escuchó cuando abrió la puerta.
-Hey, Luffy.
-Ven, ven. Acércate aquí.
-No, acá estoy bien.
Un silencio reinó en la habitación.
-No me trates diferente, sigo siendo yo. No quiero ver esa mirada.
-¿Que mirada?- no entendía de lo que hablaba.
-Esa, de inseguridad y disconformidad. No cambié en nada así que ven.
Un suspiro salió de sus labios. Al parecer había hecho lo que no quería, hacer sentir mal a su amigo.
A paso lento se sentó a su lado.
-¿Como estas?
-Estupendo. La verdad que ser vampiro es genial. Mis heridas cerraron enseguida, me siento como nuevo y ya quiero salir a la calle. Lastima que no puedo volar, pero bueno no importa.
-¿Volar? ¿En serio Luffy?- pregunto incrédulo el peli verde.
-¡Si! Quería volar o tener algún poder sobrenatural. Pero no hay nada de eso, solo me curo rápido.
-Definitivamente no cambiaste nada. Sigues siendo el mismo idiota de siempre.
Y la risa que caracteriza al pelinegro se escuchó en aquella habitación.
Su conversación siguió por unos cuantos minutos hasta que la enfermera le dijo que era tiempo de retirarse. Con una despedida y una sonrisa de parte del menor salió del lugar siendo recibido por la dura mirada de Ace. Ese vampiro sí lo intimidaba un poco, podría decirse que más que Law, tal vez por esa protección que tenía hacia Luffy.
Ace se levantó de su asiento y comenzó a seguir al peli verde hasta la salida del hospital, el horario de visita había terminado y ninguno tenía mas nada que hacer allí, Law no se encontraba para tener una conversación con su compañero así que decidió que lo mejor era irse.
En la puerta del hospital estaban por despedirse hasta que una figura conocida se hizo presente frente a ambos.
*****
-Estupido Ace que no me responde tampoco.- murmuraba la joven en plena calle mientras seguía avanzando.- Ya va a ver cuando lo encuentre.
Maldiciones siguieron saliendo de su boca en voz baja pero aún así siendo escuchadas por las pocas personas que transitaban cerca de ella. Una idea cruzó por su mente, aquel chiquillo seguía en el hospital y ambos habrán ido a verlo. Que estupida fue por no percatarse antes de la situación, allí de seguro los encontraría.
Ahora sí con un rumbo decidido en la cabeza y un destino claro fue corriendo hacia aquel edificio donde aquel pelinegro trabajaba. No le tomó mucho tiempo llegar ya que no estaba demasiado lejos y aparte su velocidad era distinta a la de un humano. Ya estando a unos pocos metros del lugar podía sentir la presencia del blood y la del dhampir, no se había equivocado, un suspiro de alivio salió de su boca y apresuró los pasos, al parecer se estaban despidiendo.
-Hey.- dijo estando al lado de ambos.
-¿Bonney?- preguntaron ambos a la vez.
-¿La conoces?- soltó el pelinegro sorprendido.
-Em si, la conocí hace poco.
-No importa eso, que bueno que los encuentro a ambos. Salgamos de la puerta y vamos a otro lado.
Ninguno dijo más nada y solo siguieron a la joven que los guió hasta la plaza frente al hospital. El silencio se hizo presente, la chica parecía preocupada y sin saber cómo hablar ni que decir. Eso alteró un poco al vampiro y al dhampir que esperaban escuchar el motivo por el cual la peli rosa les pidió hablar con ambos a la vez.
-¿Saben algo de Law?- pregunto ella al fin mirando a ambos.
-No, solo se que no vino porque cuando pregunté por el me comentaron que pidió unos días. Iba a pasar por su casa ahora, a ver que estaba haciendo.- dijo el pelinegro naturalmente.
-¿A caso...?- Zoro se atrevió a preguntar.
Él sabía lo que tenía en mente el médico pero no creía que iba a ir tan rápido, apenas ayer habían hablado sobre el tema. Creyó que se iba a tomar unos días para pensar que hacer y luego así ir, mínimo le hubiera avisado así el estaba al tanto. Aunque ¿Al tanto de qué? ¿Qué podría hacer él? Solo esperar sentado a que el vampiro llegue y le comente lo que había sucedido.
Su mirada no se despegaba de la vampira con mirada decaída, preocupada y por sobretodo impaciente.
-¿A caso qué? ¿Qué me estoy perdiendo?- rompió el silencio el pecoso ya que nadie hablaba. - Digan algo ¿Qué está pasando?
-Ayer Law y Zoro se encontraron para hablar sobre unos temas, llegaron a a un acuerdo y Law tenia que cumplir con su parte.- Habló la joven después de unos segundos.
-¿Parte?- Su mirada fue al dhampir que tenía al lado- ¿Qué parte? ¿Qué rayos está haciendo Law ahora?
-No creí que ya iba a moverse, pensé que me iba a avisar.
-Me avisó a mi hoy, antes de irse.
-¡Expliquen que mierda pasa! Estoy perdiendo la paciencia.- si, el pelinegro estaba enojado, lo estaban dejando fuera de la conversación.
-Law fue a hablar con Eustass Kid.- dijo al fin la peli rosa.
Los ojos de Ace se abrieron lentamente en forma de asombro, no podía creer lo que estaba escuchando.
-¡¿Que hizo qué?!
-Lo que escuchaste, su parte era hablar con ese tipo pero se movió muy rápido.- le comentó Zoro.
-¿Tú lo mandaste?¿Que sabes de todo esto?
-Lo necesario, Law me contó una historia.
-¿Él te contó? No entiendo que rayos está pasando. ¿Con que fin ir al matadero?
-¿Matadero? ¿Qué estás diciendo Ace?- la chica preguntó preocupada.
-Por lo que veo les contó la historia de su pasado, sigo sin entender por qué, pero no les contó el final.
-¿Qué final?- Zoro curioso preguntó aquello.
-El final donde yo tuve que intervenir para que Kid no lo mate.
-¿Qué? ¿Cómo para que no lo mate? Eso no lo dijo.- el peli verde estaba molesto ¿Cómo no decirle que ese tipo casi lo mata?
-Por eso no me dijo nada, sino lo hubiera detenido. Después de la muerte de Rosinante Law ensegueció y atacó a Kid con intención de matarlo. Se formó una pelea entre ambos pero Law estaba en desventaja, las emociones le jugaban en contra, ya no estaba calculando sus movimientos y solo atacaba a instinto. Llegué esa noche para beber unas copas como siempre con él y encontré esa escena, Law debajo de Kid mientras éste sostenía un cuchillo de cazador con intención de clavarselo. Pude detenerlo porque estaba herido, no fue difícil separarlos pero aún así Law estaba grave. Kid salió del lugar y no podía detenerlo ya que Law era mi prioridad.
Ambos escuchaban atentamente aquella historia, esa parte que el médico había ocultado. Por eso no dijo nada, porque si alguno de los chicos sabía aquello no iban a dejarlo ir o en su defecto iban a insistir en acompañarlo.
Estaban molestos, Law se fue sabiendo que correría peligro. Por esa razón la peli rosa sintió las palabras como si fueran despedida.
-Fui una ilusa ¡Sabía que esas palabras eran de despedida!
-¿Cuáles palabras?- se atrevió a preguntar Zoro.
-Me dijo que si algo llegaba a pasarle que lo perdones, que no pudo cumplir su parte y luego me dio consejos de vida. Es un maldito bastardo, sabía que podría llegar a morir en manos de aquel asesino y aún así fue.
-Law no quiere volver a vivir una guerra contra los sabuesos, y sabe lo que le espera cuando éstos encuentren a Kid. Ver a un blood es algo inusual y sabrán como buscar luego de encontrarlo. ¿Me equivoco?- preguntó el pelinegro.
-No, no te equivocas. Van a quedar expuestos, tú también. Esa es otra razón por la cual accedí a su oferta, si se evita esa guerra Luffy no estaría involucrado.
-Eres un poco inteligente al parecer.- dijo el vampiro mientras sonreía con burla.
-Cállate, por supuesto que lo soy. Ahora dinos, buscabas a Law pero sabes dónde está ¿Qué pasa?
-Estas sintiendo que está en peligro, vienes para que vayamos a buscarlo.
Un silencio se hizo presente. Al ser la heredera de Law podía sentir cuando éste estaba en peligro y su instinto lo llevaba hacia él. En este momento sentía que el peligro era mayor a que hace un rato atrás. Cada vez era más fuerte esas ganas de ir con él.
-Exactamente es eso. Está en peligro y no puedo ignorar eso por más que me lo haya ordenado. Es mi blood y como tal quiero protegerlo pero sé que soy débil, ir seria solo para ser un estorbo.
-Entiendo a lo que querés llegar, voy contigo Bonney, protegere a mi amigo de ese maldito.
-Gracias Ace, en verdad te lo agradezco.- una pequeña sonrisa se posó en los labios de aquella joven.
-Yo también voy, después de todo el trato lo hicimos ambos.- Dijo el peli verde mientras se rascaba la parte detrás de su cabeza.
Estaba un poco preocupado a decir verdad por aquel chupasangre, no le parece malo la verdad y algo dentro suyo le dice que puede confiar en él. Tal vez conocerlo un poco más no estaría tan mal.
Con pasos rápidos y seguros fueron detrás de la vampira que los iba a guiar a Law.
*****
Su mano se volvió a posar en la mejilla contraria mientras su mirada no perdía contacto de la agena. Estaban a dos pasos de distancia y él quería acercarse lo más rápido posible pero tenía que jugar bien sus cartas.
-Entonces... ¿Qué dices Law? ¿Recordamos viejos tiempos?- decía mientras acariciaba la piel contraria.
-Dije que no me toques, no vine a recordar nada.- dijo mientras volvía a correr la mano pero con más fuerza que la anterior.- Debes detenerte.
-No eres quien para darme órdenes. Vamos Law, pasemosla bien.- dijo para acercarse rápidamente al pelinegro sin darle tiempo a reaccionar.
Sus labios volvían a tocar aquellos que tanto tiempo habían anhelado. Desde que se había ido de la vida de Law no hubo una vez que no pensara en el pelinegro. Después de tantos años volver a sentir su presencia en su territorio había despertado ese fuego que sentía cuando estaba cerca de él. Esa pasión que recorría por su interior y buscaba solo al pelinegro. Una electricidad se presentó en su cuerpo al sentir de nuevo a aquel vampiro.
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