Vestidos pulcramente de llamativos colores; rojo y dorado, dos personas se encontraban frente al gran altar.
Ambos hicieron sus tres reverencias, dando por hecho, su matrimonio.
El Alfa, alguien de porte serio y galante. Se podría decir que alguien perfecto e inalcanzable.
El Omega, alguien risueño y lleno de vida. Se podría decir que era un sol que irradiaba paz y alegría.
Ambos tan distintos en carácter y forma de ser, pero ahora, completamente unidos, no solo por el lazo matrimonial, también por el dulce lazo del destino.
Uno, con la alegría asomando en su dulce y agraciada sonrisa, y el otro, completamente serio y distante.
Con la unión de Lan WangJi y Wei WuXian, dos sectas se unificaban y apoyaban, pero también, se daba el inicio de un matrimonio, que sólo les daría un “dulce veneno”.
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“Dulce Dolor”
Ya habían pasado tres años desde que se había casado con el segundo jade de la secta de GusuLan. Wei WuXian se sentía pleno y completamente feliz, pues su amado Alfa se aseguraba de complacerlo todas las noches.
Al principio creyó que las cosas entre su esposo y él, serían complicadas, casi imposibles. Sin embargo, apenas entraron a la habitación asignada para consumar el matrimonio, Lan Zhan se encargó de borrar todas sus dudas e incertidumbres que lo agobiaban. El Omega creía firmemente que su matrimonio iba de maravilla, aun cuando su Alfa ni siquiera lo había marcado o dicho un simple "te amo".
Su hermano de corazón, siempre se mostraba preocupado, pero nunca hizo nada para remediar el frío y lejano comportamiento de su cuñado.
Su amado Lan Zhan era distante, demasiado callado, pero más que nada, frío con él. Aun con todo eso, Wei WuXian no tenía quejas. Porque Lan Zhan era su Alfa destinado, y no lo trataba mal. Él estaba completamente seguro, que el Alfa lo amaba, tanto como él lo amaba.
Sin embargo, todo cambio de un momento a otro.
Lan QiRen <<el tío de su esposo>> siendo uno de los sabios ancianos de la secta, y hermano del difunto padre de su esposo y cuñado, siempre terminaba por regañarlo por incumplir las reglas. Una en especial, fue la que por un momento, deseó jamás romper, especialmente cuando al romper la regla, su corazón también terminó roto.
Fue por simple curiosidad, incluso por su ferviente necesidad de llevarle la contra al amargado viejo, Lan QiRen. Decidió escuchar sin ser visto ni escuchado, la reunión de los tres principales Lan y los ancianos.
Fue justo cuando se burlaba internamente, cuando escuchó a su esposo decir que no podía soportar más su matrimonio.
Por supuesto que le dolió escuchar aquello. Su Alfa destinado no deseaba casarse de manera obligada, y mucho menos con alguien tan desobediente como lo era él.
Sabía que Lan Zhan seguía diciendo cosas terribles de él y el matrimonio que compartían, pero ya no pudo soportar más. Huyó como un verdadero cobarde, sin mediar palabra alguna o defenderse con el valor del que siempre se jactaba. Pero ya nada le importaba, así que aparentar una sonrisa no era una opción factible para él.
Por un momento sintió envidia de Meng Yao, quien a pesar de no haber tenido una infancia feliz y ser la deshonra del líder del clan Jin, había tenido la suerte de encontrar un Alfa tan amoroso como su cuñado, Zewu-Jun.
— ¿Por qué me hiciste esto Lan Zhan?...
Se sentía dolido y muy solo. El Alfa que el destino se había encargado de otorgarle, no lo amaba, ni siquiera lo soportaba.
Se sintió por completo como un idiota. Tres años es lo que llevaban de casados, y ni un solo "te amo" había salido de la boca de su esposo. Por si fuera poco, Lan Zhan no lo había marcado siquiera. Cualquier Omega amado era marcado el mismo día de su boda o unos días después, pero él ya llevaba tres largos años, y Lan Zhan no había pensado en dejar su marca en él.
Por si fuera poco, apenas y logro llegar al lugar que compartía con su esposo, no supo si entraba o se quedaba afuera. Al final, decidió entrar y pensar seriamente en lo que estaba sucediendo en su vida y su matrimonio.
∞.֎.∞
Una semana fue lo que pudo aguantar en GusuLan. Se aseguró de no hacer mención alguna de lo que había escuchado, aun cuando le era difícil guardar las apariencias con su esposo.
HanGuang-Jun había actuado como siempre, incluso a la hora de cumplir con su labor marital durante las noches. Lo que es más, ni siquiera había tenido la decencia de hablar de lo que Wei WuXian había oído.
Obviamente no pudo aguantar más y pidió permiso para que se le permitiera visitar a su hermano en el Muelle de Loto. Aprovecharía que su hermana estaba de visita, para conseguir el permiso de su esposo y el resto de los Lan.
— ¿Me permitirás ir a YunmengJiang? —cuestionó. No entendía, porque le tomaba tanto tiempo a su esposo, darle una respuesta positiva.
—Tendría que consultarlo con el líder y mi tío —respondió con su característica seriedad.
Wei Ying podía amar a su esposo, pero había algo que había comenzado a odiar en él.
Lan WangJi era un Alfa sumamente hermoso y perfecto, cumplidor de reglas al ciento por ciento. Pero ese lado qué parecía importarle poco lo que hiciera, lo estaba hartando, especialmente en esos precisos momentos.
—Llevo prisa, Lan Zhan —respondió de brazos cruzados—. Mi Shijie estará de visita allí, y como bien sabrás, el ser esposa de un Alfa líder de secta, no le da mucho tiempo, ni mucha libertad, así que sabrás y entenderás, que me urge irme a YunmengJiang y visitar el lugar que me acogió y a mis queridos hermanos adoptivos.
—WanJi se mostró por completo sorprendido, claro, sin mostrárselo a su esposo—. Iré de inmediato a hablar con mi hermano y mi tío —respondió sorprendido. Era la primera vez que su esposo le hablaba de aquella manera, y ciertamente, le preocupaba.
—Te lo agradezco mucho, Lan Zhan —murmuró en tono afligido. Su esposo se veía tal y como lo había conocido. Tan perfecto, tan inalcanzable, tan imperturbable, y eso le dolía ahora más que nunca.
HanGuang-Jun miró una vez más a su pareja. El Omega era siempre “todo sonrisas” y una forma de ser tan vibrante y cálida, pero justo ahora, su esposo se veía desanimado y algo lejano a él.
Wei Ying por su parte, solamente pudo ver en silencio, como su esposo abandonaba la habitación. Y solamente cuando su Alfa abandonó el lugar, pudo lanzar un cansado suspiro lleno de resignación. Lan Zhan no había hecho mención alguna de lo ocurrido en la reunión de aquel día, y tampoco se había dignado a hablar sobre la relación que tenían desde hacía ya, tres años.
—Solo espero que mi Shidi me comprenda…
Había tomado una importante decisión. Si su esposo no tenía el valor de decirle las cosas tal cual, él se aseguraría de hablar de buenas a primeras. Pero antes, tenía que hablar con su hermano de corazón y actual líder de la secta YunmengJiang, solo esperaba que el temperamental Jiang Cheng lo comprendiera.
∞.֎.∞
— ¡No puedo entenderlo y mucho menos pienso hacerlo!...
WuXian se sentía sumamente nervioso y dolido. Apenas la noche anterior llegó a su adorado Muelle de Loto, y si bien había guardado las apariencias momentáneamente, tuvo que hablar con sinceridad de sus recientes males en su matrimonio y de una posible anulación.
Por obvias razones, su adorada Shijie se mostró comprensiva y sumamente preocupada. Sin embargo, Jiang Cheng se había puesto completamente furioso.
—A-Cheng, debes moderar tu carácter —mencionó la Omega con seriedad—. A-Xian vino explícitamente para visitarnos y pedir nuestro apoyo.
El Alfa Jiang miró con poca suavidad a su querida hermana mayor, sin embargo, su mirada se mostró completamente severa, en cuanto vio a ese hermano suyo.
Por supuesto que deseaba apoyar a Wei WuXian, especialmente cuando el esposo de su hermano, no era alguien que le terminara de caer bien. Sin embargo, le molestaba la situación de su hermano, especialmente cuando él había tratado de hacer que Wei WuXian desistiera de casarse con el frío y lejano, HanGuang-Jun, pero por terquedad y necedad de su hermano, terminó por casarse con aquel Alfa, sin siquiera hacerle caso.
—No pienso ser benevolente con él —respondió con severidad—. Yo te lo dije Wei WuXian. HanGuang-Jun no iba a cambiar su manera de ser, aunque tú fueras su destinado, y menos con el tío que se carga y lo estirados que son los ancianos de la secta Lan.
—Recuerdo perfectamente lo que me dijiste Shimei —WuXian solamente pudo asentir con la mirada hacia abajo, especialmente cuando su hermano de corazón decía todas las verdades.
— ¿Qué esperabas que ocurriera?—preguntó con los brazos cruzados y una inquietante mirada.
El Omega se sintió nervioso por completo. Por supuesto que tenía una buena respuesta para darle a Jiang Cheng, pero no era una respuesta tan creíble, y menos ahora, con lo que había dicho.
"¿Qué es lo que esperaba?", obviamente esperaba muchas cosas, entre ellas, el amor y dedicación de su destinado.
—Creo que conoces demasiado bien mi respuesta —murmuró con la frente en alto.
Jiang Cheng frunció aún más su malhumorado entrecejo. Ni siquiera pudo evitar lanzar una maldición al causante del sufrimiento de su hermano, sin embargo, no suavizo su mirada ni un solo momento.
—Esperar un cambio de actitud de parte de Lan WangJi, es esperar que llueva lava, o sea, algo sumamente imposible —respondió sin tapujo—. Wei WuXian, ¿en serio esperabas que él cambiará al saber que eran destinados?...
El Omega solamente pudo bajar la mirada con un sentimiento lleno de vergüenza. Sabía que Jiang Cheng decía la verdad, así como entendía que se lo decía sin ningún tipo de anestesia, debido a su preocupación, sin embargo, eso no quitaba el hecho de que en verdad le dolía y avergonzaba que lo bajaran de su nube y permitieran que se estrellara con la dura y cruel realidad.
Solamente la preocupada Jiang YanLi pareció darse cuenta de las lágrimas que comenzaban a acumularse en los grises ojos de su hermano menor, y así como su otro hermano hizo daño a Wei Ying, ella decidió parar las crueles palabras de Jiang WanYin con un leve golpe en el brazo de este.
— ¿Por qué hiciste eso A-Jie? —WanYin la miró con reproche—. Alguien tenía que decirle la verdad tarde o temprano. Me pone de mal humor no haberlo hecho antes.
—YanLi negó con una expresión llena de seriedad—. Puede que tengas razón WanYin, incluso yo me arrepiento de no haber insistido más con A-Xian —respondió—. Pero la manera en la que lo hiciste está mal. A-Xian está llorando y tal parece que no te importa en lo absoluto.
El Alfa Jiang por fin se dio cuenta de lo que sus crueles y verídicas palabras habían causado. Él conocía a la perfección a Wei WuXian, así que sabía que al ver llorar a ese Omega, todo lo que estaba pasándole debía ser de gravedad.
Sin embargo, no pensaba ablandarse tan fácilmente, mucho menos con cosas que bien se podrían resolver hablando y en pareja. Wei WuXian y también su hermana mayor, debían entender que él ya no podía meter las manos al fuego sin hacer que él y la secta quedaran mal.
—Lamento mi manera tan ruda de expresar mi enojo —murmuró sin perder la seriedad en su rostro. Supo que su hermano estaba sorprendido por aquella disculpa, pero su hermana había tenido razón, era no era la manera—. Puede que no lo quieras creer Wei Ying, pero me preocupo por ti, por eso mismo es que estalle en cuanto comenzaste a contarnos de lo que pasaba en tu matrimonio.
—El Omega se apresuró en negar—. Yo tuve la culpa. Debía de hacerte caso, incluso debí en pensar en lo que Lan Zhan quería.
—WanYin asintió con enojo, le ponía de malas escuchar la forma tan cariñosa y dolida en la que Wei WuXian hablaba de ese imbécil Alfa—. Sin embargo, yo ya no puedo hacer nada para ayudarte —mencionó, tratando de no volver a sacar su mal humor—. Tú ya estás casado, y no es un matrimonio reciente, llevan ya tres años juntos. Por si fuera poco, ambos son destinados, además de que HanGuang-Jun pertenece a la línea directa de los Lan. Meterme en su vida marital, es declarar la guerra y dar mala cara por parte de YunmengJiang.
— ¡Pero él es nuestro hermano! —externó indignada la Omega—. No importa si no es hermano por parte de nuestra madre, ni de los errores de nuestro padre, él es un Jiang también.
—YanLi, por supuesto que lo entiendo, incluso estoy al tanto de que fue reconocido por nuestro padre, pero hay que verlo con la mente clara, ni tu marido, y mucho menos yo, podemos meternos en donde no nos llaman, menos si eso implica dejar la reputación ante todas las sectas como los metiches —se apresuró a explicar—. Además, creo conocer a la perfección a Wei Ying, y saber que solamente vino, sin siquiera hablar de su descontento con su esposo, ¿me equivoco?...
—WuXian se sintió atrapado—. Tienes razón —respondió en murmullo—. Estuve guardando mi dolor por una semana, incluso trate mal a Lan Zhan y él ni siquiera sabe la razón.
—WanYin asintió con toda la calma que poseía—. Wei Ying, como hermano y siendo el único Alfa de los tres, tengo ganas de ir a GusuLan y partirle la cara a ese imbécil que tienes por esposo.
WuXian lo miró con sorpresa. Y al juzgar por la mirada en los ojos de su hermano, comprendió la verdad detrás del enojo de Jiang Cheng.
Su querido hermano menor, estaba molesto, pero no por no haberle hecho caso con sus advertencias, sino porque los Lan lo habían humillado con sus mentiras.
—Pero como líder, debes entender que no puedo tomar cartas en el asunto así nada más. Primero debes ir y hablar con tu adorado “Lan Zhan”, y si de verdad quiere anular su matrimonio, entonces tu podrás regresar a este lugar, que fue tu hogar durante tantos años, y claro, yo podré poner en claro, lo furioso que estoy y claro está, dar unos cuantos latigazos con Zidian en mano.
—Wei Ying asintió un tanto más calmado—. Iré de inmediato a hablar con él —respondió entre lágrimas y risas—. No sé cuándo pasó, pero A-Cheng se volvió más maduro, incluso comienza a parecer un líder digno hijo de Jiang FengMian y Yu ZiYuan.
—Las mejillas de WanYin se colorearon de un intenso rojo, claro, sin perder su malhumorada expresión—. ¡Cállate y apresúrate! —respondió con enojo.
Wei WuXian no estaba dispuesto a perder más tiempo. Con prisa, tomó a Suibian <<su espada>> y salió para emprender vuelo.
— ¡Espera A-Xian! —YanLi se mostró preocupada, especialmente cuando estaba a punto de anochecer—. Porque no mejor te vas mañana en la mañana.
—El Omega negó con una sonrisa—. Jiang Cheng tiene razón, debí hablar primero con Lan Zhan y ciertamente, ahora deseo hacerlo más que nunca, y en todo caso que en verdad me odie, pues yo…
—Regresaras a Yunmeng y contaras con nuestro apoyo —respondió de brazos cruzados el Alfa.
—WuXian asintió—. Así es A-Cheng.
Jiang YanLi solamente pudo abrazar a su hermano menor y desearle buena suerte.
Fue solo cuestión de minutos, para que ya no vieran la silueta de Wei WuXian, y su preocupación en ambos hermanos incrementara. Solo esperaban que su querido y alegre hermano no saliera herido del corazón.
— ¿Crees que solucionen su situación? —cuestionó la Omega con preocupación.
—Más les vale, o de verdad tendré que ir y partirle la cara a ese Alfa presuntuoso —respondió Jiang Cheng, mientras hacía que Zidian sacara chispas eléctricas.
∞.֎.∞
Acababa de terminar por fin sus labores del día. Sin embargo, como hacía una semana atrás, no estaba del todo satisfecho o tranquilo, especialmente cuando su esposo había actuado un tanto distante.
— ¿Qué te ocurre WangJi? —preguntó con preocupación Lan XiChen.
—Wei Ying —dijo—. Ha estado actuando raro.
Lan XiChen pareció sorprendido. Él no se había dado cuenta del comportamiento de su cuñado, y menos ahora que tenía el estrés de ser líder de secta y futuro padre.
— ¿Qué te hace pensar eso? —preguntó con calma.
—No ha sonreído mucho últimamente. Ni siquiera está tan hablador como lo es usualmente.
El mayor de los hermanos Lan se sintió un tanto preocupado. Por lo general, Lan WangJi era de muy pocas palabras, y el ver la cantidad de palabras que había dicho, era preocupante, más si se le veía en su dorada mirada, lo afligido que se encontraba.
Por un momento se puso a pensar, tratando de recordar el comportamiento de su joven cuñado, pero por más que lo pensaba, no podía ver con certeza a lo que su hermano le temía. Y de no ser porque su esposo llegó, estaba seguro de que le daría un colapso, debido a la preocupación que su hermano menor le estaba dando.
—A-Yao, me alegra que llegaras —mencionó con alivio. Ni siquiera dudó en ponerse de pie e ir a ayudar a su Omega embarazado.
Jin GuangYao miró con duda a su Alfa, pero al detallar el rostro de su cuñado, comprendió a qué se debía el alivio que traía su presencia. Así que con ayuda de su esposo, tomó asiento en la mecedora que tenían en el lugar, pues debido a su avanzado estado de embarazo, no podía sentarse como lo hacían los demás.
— ¿Para qué soy bueno, XiChen? —preguntó sin siquiera parpadear.
—Pues verás… —Lan XiChen no dudo en contarle sobre las preocupaciones que su hermano tenía. Agradeció que su Omega escuchara atentamente, incluso se vio sorprendido cuando su hermano se unió a la explicación, acrecentando su preocupación, pues Lan Zhan no era de hablar con su pareja.
—Así que es eso —murmuró con calma el Omega—. A decir verdad, si he notado que el joven WuXian andaba muy raro, más bien, callado y bien portado.
—XiChen se mostró sorprendido—. ¿De verdad? —y tal parecía que él era el único despistado que no había notado aquello—. ¿Pero cómo lo notaste?, es decir, por lo general, ni tú, ni él se hablan, más que lo necesario.
—El Omega Jin solamente rió bajito—. Tal vez no nos hablamos como se debe, sin embargo, cuando mi embarazo dio inicio, él comenzó a hablarme y ayudarme si lo necesitaba, se podría decir, que se le notan las ansias de darle un hijo a HanGuang-Jun, o al menos eso es lo que yo pienso.
WangJi vio completamente sorprendido al esposo de su hermano, sin embargo, el rojo en sus orejas demostraba lo apenado que estaba por escuchar lo último.
— ¿Cómo puedes estar seguro de eso? —le pregunto. No es como si su cuñado anduviera regando chismes y mentiras, pero quería saber el cómo, supo que su Omega deseaba darle un hijo.
—Como dijo tu hermano, yo no hablo mucho con él, o al menos, no era tanto, considerando que apenas llevo un año de casado con XiChen —con su sonrisa calmada, miró a su nervioso esposo—. Sabes bien las circunstancias de mi vida, incluso sabes bien que mi padre solamente me dio su apellido, debido a que XiChen era mi destinado y ambos nos enamoramos apenas nos conocimos. Sin embargo, Wei WuXian fue de los pocos cultivadores, que no hizo caso a las habladurías, y mucho menos, se dejó guiar por el malicioso título que me tenían ligado, así que si lo piensas, no es tan raro que al menos nos hablemos un poco más. Sobre tu otra duda, sus ojos parecen brillar cuando ve mi vientre, incluso en los últimos meses, no ha parado de hablar sobre mi bebé.
—Comprendo —murmuró en respuesta Lan WangJi. Él conocía también la historia de su Omega, siendo este, el hijo secreto del difunto Jiang FengMian y su amigo y sirviente, Wei ChangZe. Wei Ying había insistido en no guardarle secretos.
—Y dado, que ahora nos entendemos un poco más, voy a tener el atrevimiento de ser más directo contigo —igual de sonriente, dirigió su mirada justo donde se encontraba su cuñado—. ¿Ya le has dicho sobre tu sentir? —cuestionó más que interesado.
—WangJi no supo cómo interpretar aquella pregunta—. No comprendo…
—Permíteme aclararlo cómo se debe —le pidió con algo de diversión—. ¿Le has dicho que lo amas?...
Lan Zhan no supo qué responder con exactitud. Ciertamente, al inicio de su matrimonio, decidió guardar las apariencias y concretar su unión como se debía, sin embargo, con el pasar de los días, la presencia de Wei Ying fue vital para su buen humor. Incluso, al año, se sintió eufórico cuando su esposo le había soltado un “te amo”, mientras él se aseguraba de hacerle el amor como era debido.
Obviamente, se aseguraba de complacer a Wei Ying, todos los días sin falta, demostrando con caricias y placenteras acciones, todo su sentir, pero si se ponía a pensarlo, nunca, durante los tres años que llevaban casados, le había dicho palabras llenas de amor.
—Le hago el amor todos los días —respondió apenado. Sus orejas demostraban la vergüenza que le daba admitir aquello, y más con su hermano mayor escuchando.
— ¡WangJi! —XiChen se mostró por completo apenado, sin embargo, su esposo solamente comenzó a reír.
—Y no pongo en duda tu palabra cuñado, pero no fue eso lo que pregunte.
—Wei Ying siempre dice que me ama —desvió su mirada hacía la pared. Admitir aquello le daba demasiada pena—. Creí que con mis acciones, él comprendería cuanto lo amo —respondió.
—WangJi, ¿en serio no le has expresado tus sentimientos? —Lan XiChen no podía creer aquello. Es decir, sabía que su hermano menor era de pocas palabras y demasiado tímido, pero jamás pensó que llegara a tanto.
— ¡No puedo creerlo! —exclamó el Omega Jin—. HanGuang-Jun es así de despistado, como para no decirle un simple “te amo” al que ha sido su esposo por tres años, ya ni tú, XiChen.
Lan Zhan se sintió por completo juzgado. Incluso su hermano se mostró completamente sorprendido por su respuesta, casi como si hubiera esperado otras palabras.
—Antes que digas algo más, temo decirte que a veces las acciones, no son suficientes —miró con reproche a ese cuñado suyo—. Tú mismo dijiste que Wei WuXian ya te había dicho sus sentimientos, ¿tan difícil es para ti hacer lo mismo?...
—WangJi decidió negar con prisa—. No es eso…
—WangJi, A-Yao tiene la razón, ya debiste decir lo que sientes —mencionó para tratar de calmar a su hermano—. Si en verdad lo amas, ¿por qué no decirle tus sentimientos?...
Lan WangJi no supo qué responderle a su hermano. Era verdad que amaba a su esposo, pero también era verdad que no había expresado cómo se debe sus verdaderos sentimientos. Y ni hacer mención de sus razones para no marcar a Wei Ying.
Había deseado hacerlo, apenas comprendió sus sentimientos por su esposo, pero no era justo hacerlo así sin más. Deseaba hacerlo en un momento muy especial, un punto en el que él ya hubiera expresado su sentir por su Omega, sin embargo, su maldita forma de ser, le había hecho desistir, y era ahora, cuando Wei Ying andaba distante, que se preocupaba por completo.
—HanGuang-Jun, puede que pienses que esto no me concierne, o que incluso no lo tomes muy en serio, pero el amor, no siempre se expresa de manera carnal.
WangJi miró con detenimiento a su cuñado. Más que nervioso e inclusive preocupado, decidió asentir a las palabras del Omega.
—Te diré esto, y espero que lo termines de comprender y arregles las cosas con tu esposo —con una mirada llena de seriedad, miró a ese despistado cuñado suyo—. El amor es como una hermosa rosa, necesita varios cuidados para mantenerla con vida. Y sin dichos cuidados, la rosa va marchitándose poco a poco, hasta que muere. HanGuang-Jun, hasta ahora, el joven Wei WuXian es quien mantiene esa rosa intacta, pero a cómo van las cosas, esa hermosa rosa va a marchitarse. Te recuerdo, que su rosa, tiene que ser cuidada por ambos, no solamente por uno.
El joven Lan, entendió por completo a lo que su cuñado quería llegar, así que asintió un tanto más calmado, aunque había algo que lo tenía por completo preocupado, casi como si sintiera que algo malo se avecinaba.
—Apenas llegue Wei Ying, hablaré con él —respondió con calma.
—Y yo me aseguraré que nadie interrumpa, porque esa charla será larga y precisa —mencionó un sonriente XiChen.
Lan Zhan asintió agradecido a lo que su hermano había dicho. Con una reverencia se disculpó y salió del lugar, ya era tarde y debía dormir, para madrugar como ya estaba más que acostumbrado.
Jin GuagYao espero a su cuñado estuviera lo suficientemente lejos, para que no escuchara lo que estaba a punto de decir.
—XiChen, no quise decir nada, pero creo saber la razón por la que el joven WuXian está actuando muy raro…
—Zewu-Jun miró preocupado a su esposo—. ¿Qué ocurrió?...
—El día que ustedes y los ancianos se reunieron, yo estaba dando mi caminata matutina, y me pareció verlo alejarse de allí. Como estaba algo alejado, no pude llamarlo, y casi no pude ver su rostro, pero estoy seguro de que estaba llorando —explicó lo que había visto aquel día, aunque aún había otra duda en su mente—. ¿De qué hablaron exactamente?, debió ser algo grave, para hacer llorar al alegre y alborotador, Wei WuXian.
—Así que es por eso —murmuró afligido—. Los ancianos comenzaron a hacer la mención de la falta de herederos por parte de WangJi, incluso tuve que intervenir cuando comenzaron a hablar de ti. Ellos no están nada contentos con la forma de ser del joven maestro Wei, y quieren que WangJi anule el matrimonio —respondió con prisa—. Tal vez el joven Wei, escuchó, justo la parte donde WangJi dijo su apesadumbrado sentir de hace tres años y lo malinterpreto, tal vez por eso está actuando de esa manera, está herido por un malentendido causado por culpa de los ancianos y mi tío.
XiChen se sentía culpable. Aquel día los ancianos se hicieron notar, ignorando el hecho de que él era el líder del clan Lan, y ni decir de su tío, pues el viejo Alfa fue el primero en dejar su descontento hacía Wei WuXian.
WangJi había dejado en claro sus verdaderos sentimientos hacía el Omega que era su esposo, pero aun cuando su hermano menor había dicho que no iba a anular su matrimonio, los ancianos dejaron en claro que querían un heredero de su parte o de lo contrario, ellos harían de las suyas. Y ahora, con el distante comportamiento de Wei WuXian y la falta de sensibilidad de su hermano, ese matrimonio corría peligro.
∞.֎.∞
El día había llegado más rápido de lo que esperaban. GusuLan estaba por completo animado, o al menos como usualmente lo eran los miembros. Los discípulos se encontraban en sus lecturas matutinas, y solamente unos cuantos se encontraban castigados escribiendo las tres mil reglas del lugar.
Lan XiChen como era usual, se encontraba haciendo recorrido junto a su tío, mientras que Lan WangJi se encontraba haciendo su lectura matutina en la biblioteca. Jin GuangYao estaba dando su caminata matutina, y como siempre, acompañado de dos jóvenes acompañantes, pues su avanzado embarazo, no le permitía pasearse a gusto y en solitario.
Todo era paz y armonía en el receso de las nubes. Una mañana fresca, simple y armoniosa, sin embargo, toda esa paz se vio frustrada por una repentina explosión en la entrada principal.
— ¿Qué fue eso? —preguntó alarmado el Omega Jin.
Los discípulos no perdieron tiempo alguno y lo más rápido posible, guiaron al Omega de su líder, a un lugar seguro. Jin GuangYao se dejó guiar, lo más calmado posible, pues temía que le ocurriera algo malo al hijo que esperaba. Sin embargo, la preocupación no disminuía para nada, pues otras dos explosiones hicieron eco por todo el lugar.
Lan XiChen, junto a su tío, Lan QiRen, se vieron obligados a salir, justo a tiempo, para ver llegar al segundo jade, quien venía acompañado de tres discípulos.
— ¿Qué está ocurriendo? —cuestionó autoritario el viejo Lan.
—Un grupo pequeño de los Wen desterrados, todos comandados por el mismísimo Wen Xu —respondió uno de los discípulos—. Ya han logrado entrar.
Los tres Lan principales se mostraron por completo sorprendidos y preocupados, pero más que nada, furiosos.
Años atrás, la secta de QiShanWen era conocida como una de las más poderosas, pero a su vez, más maliciosa. Siendo dirigida por el difunto, Wen RuoHan, la secta fue de mal en peor, tanto así, que las demás sectas, junto con varias personas de la rama inferior, decidieron poner un alto a los planes de los Wen principales.
Lo último que supieron de los “desterrados Wen”, fue que juraron venganza, mientras desaparecían del mundo de la cultivación, dejando el trono de QiShanWen vacío, aunque claro está, no por mucho tiempo, pues la misma Wen Qing tomó el liderazgo de la secta, aun en contra de uno que otro discípulo que no quería una mujer por líder, aun si esta era una Alfa.
Pero su indignación y furia, iba más allá de eso. Wen Xu, hijo mayor del difunto Wen RuoHan, fue el causante de la muerte del anterior líder de la secta Lan.
— ¿Mi esposo está seguro? —preguntó Lan XiChen nervioso.
—Justo cuando comenzaron las explosiones, sus acompañantes lo guiaron a un lugar seguro —respondió el otro discípulo con respeto.
—Debo ir con él… —Zewu-Jun se mostró por completo renuente a dejar a su esposo solo, especialmente cuando el causante de la muerte de su padre, se encontraba justo en el lugar.
—XiChen, tu deber como líder es estar en el frente y hacer valer tu poder —reprendió autoritario Lan QiRen.
—XiChen lo miró con dolor—. Es mi esposo y mi hijo de quienes hablo, no es algo tan simple de dejar pasar tío.
—Yo iré a ver que este seguro —Lan WangJi decidió intervenir—. De paso, despejaré el camino.
—Bien dicho WangJi —mencionó QiRen—. XiChen, déjale a tu hermano, la seguridad de tu esposo e hijo, tu deber como líder es hacerte valer, y más cuando hablamos de esos ruines desertores.
Lan XiChen aún se encontraba renuente a dejar de lado la seguridad de su esposo e hijo, pero confiaba en que su hermano, mantendría a salvo a Jin GuangYao.
—Por favor WangJi, protégelos —le pidió lo más calmado que su temple le permitía.
—Lan Zhan asintió con seriedad—. Lo prometo.
Y con esas simples palabras, Lan WangJi se retiró, justo después de hacer una reverencia, mientras que Lan XiChen y su tío, iban donde se escuchaba más ruidosa la pelea.
∞.֎.∞
Wei WuXian se encontraba por completo agotado. Su prisa por llegar a GusuLan era mucha, pues a duras penas se había forzado por tomar un breve descanso, y eso solamente, porque por uno que otro instante se había sentido mareado o asqueado.
Había decidido utilizar solamente su espada, pues en verdad sentía que debía llegar y hablar con su esposo, pero justo cuando por fin pisó la tierra, se vio angustiado por lo que ahora veía.
Humo, lugares y árboles destrozados, gritos de guerra y espadas chocando entre sí. Ese no era su pacífico receso de las nubes,y por supuesto, terminó por entrar, completamente angustiado por el bienestar de su esposo.
No dudo un solo segundo en atacar a los causantes del ataque, pero sí que se sorprendió de ver que formaban parte de los desertores Wen.
—Muchas gracias, joven maestro Wei —con trabajo, el discípulo Lan, reverencio al esposo del honorable, HanGuang-Jun, quien acababa de salvarle la vida.
—No tienes que agradecer —respondió apenado el Omega—. Solo dime una cosa, ¿qué ocurrió?...
—Wen Xu llegó de manera repentina, junto con varios de sus discípulos. Nadie sabe cómo, pero lograron entrar sin necesidad de un jade y comenzaron a hacer destrozos —explicó brevemente.
—WuXian asintió—. ¿Y mi esposo?, ¿y LianFang-Zun y Zewu-Jun? —preguntó con preocupación.
—Zewu-Jun y Lan QiRen se encuentran justo en el centro de la batalla, HanGuang-Jun se encuentra protegiendo a LianFang-Zun, junto con otros discípulos en…
—Gracias…
Wei Ying, ni siquiera esperó a que le dijeran en donde se encontraba su esposo, simplemente comenzó a correr con su espada en mano, dispuesto a quitar del camino a quien se interpusiera.
Fue solo cuestión de minutos y dejar incapaces a uno que otro Wen, pero al fin, Wei WuXian llegó donde su esposo se encontraba. Lan WangJi lucía perfecto, tan perfecto como siempre, pero para el ojo experto, se le veía preocupado. WuXian supo la razón de su preocupación al ver el pálido rostro de su cuñado y la expresión de dolor que tenía. Jin GuangYao había entrado en labor, y vaya momento más oportuno.
Se dispuso a ayudar, incluso se acercó al dolido Omega, quien agradeció el gesto en silencio.
—Creí que se encontraba en YunmengJiang —murmuró como pudo el Omega Jin.
—Discutí con mi hermano y decidí volver para hablar seriamente con mi esposo —respondió con calma—. ¿Hace cuánto que comenzó su labor?...
—Poco más de media hora, pero el dolor se siente como si hubieran pasado horas —respondió adolorido.
—Bien, entonces hay que apresurarnos —respondió con una nerviosa sonrisa.
Como pudo, ayudó al embarazado Omega a ponerse de pie, para después, darles indicaciones a dos discípulos que lograron llegar, para que llevaran al esposo del líder con los curanderos, y estuvo dispuesto a ir con ellos, pero alguien hizo que cambiara de parecer.
Wei WuXian había logrado ver justo a un viejo conocido desde donde estaba, pero su preocupación se vio más grande, con la sonrisa que aquel hombre tenía, mientras lanzaba una flecha en dirección de su esposo. WangJi ni siquiera se había percatado, pues estaba demasiado ocupado, dándoles tiempo a los discípulos, para que se llevaran al esposo de Lan XiChen. WuXian ni siquiera lo dudo, se interpuso entre la flecha y su esposo, recibiendo así, un doloroso ataque en el hombro izquierdo.
Lan WangJi no pudo hacer nada, más que evitar que su esposo cayera directamente al suelo, y aún con su Omega en brazos, logró librarse de los pocos discípulos Wen que entorpecían su camino.
—Wei Ying —llamó en murmullo. Por alguna razón, el cuerpo de su Omega se sentía hirviendo, casi como si tuviera fiebre.
—WuXian solamente lanzó una dolorosa risotada—. Al menos Lan Zhan se encuentra bien —murmuró como pudo—. No podría perdonarme, si no pudiera proteger al Alfa que amo tanto, aun cuando este no me ame…
El Omega no pudo seguir hablando, pues casi después de lograr decir aquellas palabras, cayó inconsciente.
Lan WangJi se desesperó aún más, cuando vio que entre las oscuras vestimentas <<justo en la zona donde se encontraba la flecha>> de su esposo, había un brillo morado. Obtuvo su respuesta a la reciente fiebre de su esposo, la flecha estaba envenenada.
Sin perder más tiempo, tomó entre sus brazos el laxo cuerpo de su Omega, todo con una palpable preocupación.
—Tienes que aguantar Wei Ying. Yo también debo decirte cuanto te amo…
Su hermano y cuñado habían tenido razón, debió haberle dicho sus verdaderos sentimientos desde un principio, y ahora, su Omega corría el riesgo de morir, sin saber cuánto lo amaba.
Su hermosa rosa estaba a punto de marchitarse, sin que él hubiera hecho algo por evitarlo…
Continuará