Vivimos en una sociedad que se divide en tres géneros los alfa, los beta y los omega.
Los alfas son los que está en la cima en la cúspide, aquellos que gozan de todos los privilegios, ya sea social, económico ó político.
De ahí le siguen los betas, los siguientes en estar en la cima, por lo regular ellos son “normales”, a ellos no les afecta tanto las feromonas de un Omega ó en algunas ocasiones de un alfa, pueden escoger con quién estar ya sea un Omega ó un alfa, aunque resultaba más un beta con otro, por su masa de alta reproducción.
Por último estamos nosotros los omegas, el escalón más bajo y débil de la sociedad, aquellos que solamente servimos para ser un contenedor de crías, ser amas de casa y cumplir los caprichos e expectativas de un alfa.
Todo se resume a que vivimos en un mundo, en dónde no es equitativo, vivimos en una jerarquía en dónde los que dominan son los alfas y talvez los betas en sí, ya que ellos pueden vivir una vida normal, sin preocupación a pasar el celo ó ser marcado.
Una cosa era segura respetar al pie de la letra la jerarquía, alfa/beta/Omega.
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Ser Omega y pobre fue su mayor defecto, ahora por esa razón su padre lo vendió por unos cuantos y miserables dólares, para ser un experimento del gobierno, para crear a un Omega perfecto.
Como si eso fuera posible.
Fui vendido como ganado por unos cuántos dólares por su propio padre, aún no lo puedo creer.
La triste ley de la vida, solo para sobre vivir al hambre, que estaba pasando en su cuidad.
Vivian en una ciudad pobre.
Pero no solamente fue él, fueron muchos otros más, betas, omegas, hasta alfas de bajo rango.
Todo solo para crear al “Omega perfecto”.
Muchos no sobrevivieron a la experimentación.
Por suerte ó mejor dicho mala suerte él, si soporto todo aquel proceso quimico, su cuerpo se acoplo a la perfección y sobrevivió.
Paso de ser un simple Omega común a un Omega prime.
Un Omega perfecto aquel sin defecto.
Un Omega que no se deja afectar por el olor de un alfa, ni se deja domar ante él.
Se volvió alguien poderoso.
Lo que le parecía algo horroroso algo que no quería pero aún asi quería proteger, termino en esto.
Aunque poco a poco se convenció que no tenía del todo malo, si era perfecto.
Eso pensaba hasta que fue obligado a contraer nupcias, se casó y fue marcado.
Su prometido ahora esposo no era una joya que digamos, lo maltrataba y abusaba de él.
Nadie lo preparo para eso, ni sus clases de ser un buen Omega le sirvieron.
Se cansó de esa monótona vida.
Ahora entendía aún más a los de su especie, tener que pasar por ello.
Ser marcado, ser preñado y quedar unido por toda la eternidad por un ser que no te merecía, que se cree superior.
Aparte que tenían como chance marcar a más de un Omega.
Pero él no sería uno más a la ecuación.
No sería ese tipo de Omega.
No es su estilo.
El cambiaría las reglas a su manera.
Es por eso que esa noche, que su esposo llegó tomado con copas de más, quizo propasarse con él, al parecer queria herederos pero para su mala suerte no serían con él.
Lucho por su libertad por no dejarse almendrar.
Por primera vez se enfrentó a un alfa.
Bendito experimento que lo hizo inmune ala voz alfa y a sus feromonas.
Lo que era un lucha de dominio entre un alfa y Omega, termino en una desgracia.
Fue golpeado brutalmente, una vez que parte de la botella de vodka que tomo de la mesita de noche terminará por estrellarse en su cabeza, su vista se hizo borrosa y sangre que brotaba de su cabeza empezo a manchar las sábanas.
Fue tomado en ese estado, parte de su cuerpo reaccionó en ese instante, un simple instinto de supervivencia.
Tomo un trozo de vidrio que había quedado en la cama y la encajo en la garganta de su alfa, una y otra vez.
Con las pocas fuerzas que le quedaban lo quito de encima y lo vio ahogándose en su propia sangra, no se detuvo solo ahi.
Vio su miembro, aquel que lo había ultrajado unas tantas veces sin su consentimiento y hoy no era la excepción, fue distinto por qué termino corriéndose dentro de él, eso solo le causó repulsión y asco.
Así que se acercó a él y le cortó la hombría sin expresión alguna, ni remordimiento.
Lo vio morir sentado en la cama matrimonial, desangrado, presionó la herida de su cabeza con un trapo para detener la hemorragia.
Su alfa murió de manera lenta y dolorosa.
No le importó.
Se paro de la cama y se dispuso a irse de ahí.
Pero algo lo detuvo.
La marca.
Le ardió como la primera vez que se la hizo, se encorbo de dolor.
Ningún Omega sobrevivía sin su alfa, pero él no era un Omega común.
Odiaba su marca.
Fue por eso que con el pedazo de vidrio que aún sostenía entre sus manos, hizo un corte en la marca para amortiguar esa sensación y sentir otra.
Odiaba a los alfas.
El no morirá a causa de la marca, al contrario el cambiaria las cosas.
Sería el Omega perfecto aquel que no se dejaría de ningún alfa, nunca más.
Cayo de rodillas y Grito, lloró como nunca en aquel cuarto, por última vez se permitirá ser debil y patético, por esa noche.
A la mañana siguiente sería una persona completamente diferente.
Viviría de nuevo.
A su manera y con sus propias reglas.
El sería aquel Omega perfecto que habían creado.
Continuara...
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