Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

BANGYONGGUK por erickkbaj

[Reviews - 1]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Capítulo IV: Yah.

“Déjame escuchar tu voz baja

Quiera llamarte “Ya” al igual que nuestros corazones

Enredados en este ambiente”

—BangYongGuk; Ya.

 

Botellas esparcidas por la mesa, vino tinto, platos vacíos y copas esparcidas por todos lados, algo desarreglado mientras se avanzaba la vista por el comedor del departamento en aquella noche lluviosa que se había robado la luz y había hecho que el apartamento se envolviera cálido con velas, adornando el momento con más romanticismo simple. YongGuk y HimChan no habían tenido tiempo suficiente para festejar sus cumpleaños, primero había sido el del líder y aún así con una agenda apretada tampoco tendrían mucho tiempo para festejar el de HimChan, lo más seguro es que para esos días lo único que querían era descansar y dormir en cuanto sus horarios terminasen. Normalmente acordaban una fecha para poder festejar a solas ambas fechas, un fin de semana libre para distraerse de todas sus responsabilidades y estrés que podían tener a esas alturas.

La camisa negra favorita de HimChan colgaba de la mesa, YongGuk no soportó más tiempo y lo había subido a la mesa para atacar su pecho, había descubierto su torso con desesperación, lamiendo, besando y mordiendo su blanca piel, los besos en sus labios no habían sido suficientes y ambos lo sabían. En el pasado nunca supo siquiera como iniciar algo así y verse cool, siempre le ganaba el nerviosismo, pero con HimChan fue todo diferente y todo se daba de forma natural que era tan surreal. Con seductores pasos el menor de los dos separaba sus propias piernas, acariciando sus muslos para darle acceso a su mayor fue entonces que éste se había puesto de pie para desabrochar sus propios pantalones mientras HimChan lo hacía con los suyos.

—¿Hace cuanto llevamos esperando esto? —Murmuraba con un tono burlón para tranquilizar su respiración, HimChan se sentía abrumado y si el mayor continuaba de esa forma acabaría rápido, YongGuk siempre tuvo un encanto particular sobre él, fue una atracción en esa aura que le hizo aventurarse en esta relación, algo arriesgada, pero no podía desaprovechar las oportunidades que se le habían puesto en su camino.

—Meses… —Gruñó, callando los gemidos de ambos en la boca ajena, introduciendo su lengua dentro de su cavidad bucal para un feroz enfrentamiento.

—Espera… no, yo, debemos de, voy… —Jadeaba cortante, tartamudeaba y hablaba sin coherencia, las caricias que el mayor le daba a su cuerpo le provocaban de una manera que pensaba que su pecho explotaría ¿Eso era el amor?

—No importa…tenemos toda la noche, déjate llevar, y vamos hasta el final. —YongGuk embistió al mayor sobre esa mesa, sin mucha preparación en su trasero se dejó ir, arremetiendo contra este mientras el menor se aferraba a su espalda, con sus brazos, con sus uñas enterrándose en su espalda mientras el sonido de la lluvia al chocar contra la ventana era acompañado por el de sus gemidos desenfrenados.

No había pasado mucho tiempo cuando ahora el trasero del mayor era separado por las manos de HimChan, posando su rostro contra de este mientras le acariciaba con sus labios, acariciando sus muslos temblorosos mientras veía los relámpagos iluminar de vez en cuando la ciudad de Seúl. Todo era tan perfecto, esas grandes manos, tomando el control de su cuerpo, de su placer era lo que necesitaba, sentirse apreciado y cuidado por alguien. Veía como su amante sudaba, su reflejo se veía por la ventana en la que estaba recargado, contra el cristal sobre el que estaba siendo embestido y era testigo de como ambos volaron hasta el cielo solo para regresar a la oscura habitación a los pocos segundos. Las velas habían sido consumidas y la tormenta había bajado, era más tranquila y combinaba con el eco de sus jadeos recuperando su respiración. Su cama estaba hecha un desastre, sus pieles eran registros del placer que soportaron y con el corazón feliz, completo y en calma vio a HimChan dormir sobre su cama, sacando un cigarrillo que era el toque perfecto para esas sensaciones que lo llevaban a ese sueño perdido y surreal del que no quería despertar, pero las cosas nunca salen como quieres…

En fechas diferentes, sobre ese mismo fin de semana que se presentaba entre ambas fechas, un año después de esa noche inolvidable, su casa volvía a ser un desastre, la mesa sobre la cual poseyó su cuerpo llena de platos sucios y a medio comer, la misma lluvia que lloraba de alegría viéndolos hacer el amor ahora lloraba de tristeza viendo como el sueño acababa, la cama y su habitación hechas un caos por su confinamiento de semanas y el cigarrillo entre sus dedos, el toque final para esas sensaciones placenteras ahora es una patética forma desesperada de adormecer el dolor de un corazón frío, vacío y solitario.

—Aún te amo… —Susurró a las nubes de la noche, anhelando ver a la luna aquella noche, pero quizá eso sería para otra noche.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).