Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Somebody else por black_archer

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Bueno aquí vamos.
No sé mucho acerca de los horarios de escuelas de otros lugares así que los hice con los que yo conozco e incluso así lo cambié un poco. Por lo que (esto es un breve spoiler) ellos están de vacaciones en febrero. Estarían comenzando las clases en marzo.
Bueno y si tienen alguna duda, me escriben y les puedo ayudar.
Espero les guste.

El bullicio de la fiesta era tan grande que se escuchaba a casi una manzana de distancia y a medida que se acercaba era más fuerte. Sabía que las fiestas que se hacían en la casa de Tendou eran grandes y todos querían asistir, pero nunca imaginó que fueran así de intensas. Cada que se acercaba más, se preguntaba cómo los vecinos aguantaban que la música estuviera tan fuerte hasta altar horas de la madrugada. Dándose cuenta de lo estúpido de su pensamiento siguió avanzando y avistó a sus amigos esperándolo fuera de la casa de la fiesta ya con vasos en sus manos.

 

— ¿Por qué te demoraste tanto? — preguntó su amigo Bokuto, alcanzándole el vaso para que bebiera un poco. — Pensé que ya no vendrías.

 

— No quería llegar tan temprano así que caminé muy lento, pero al parecer esto comenzó hace un buen rato.

 

— ¿Nunca habías venido a la casa de Tendou? — Kenma dio un largo sorbo a su vaso luego de hablar y caminó con dirección al interior de la casa. Kuroo y Bokuto lo siguieron de cerca.

 

— La verdad es que no. Además Tendou no me agrada y prefería hacer cualquier otra cosa antes que venir a su casa.

 

— ¿Y ahora por qué viniste?

 

— Porque es mi último año de escuela y beberme el alcohol del tipo que me cae mal no me parece una mala idea para despedir las vacaciones. — los tres rieron y entraron en la casa. Fueron a la cocina por unas cervezas. Cuando llegaron ahí se encontraron con Tendou, quien hablaba con otros invitados y fijó su mirada en Kuroo.

 

— Vaya sorpresa. — dijo alzando una ceja y bebiendo un sorbo de su vaso. El aludido abrió una cerveza y también bebió un sorbo sin dejar de mirar al otro. La tensión podía sentirse en el ambiente y los demás intentaban ignorarla mirando hacia otros lugares.

 

— Alguna vez tenía que probar la experiencia de las famosas fiestas de Tendou Satori, ¿no?

 

— ¿Estás seguro de poder seguir el ritmo? — el pelirrojo se mordió el labio inferior para ocultar la maliciosa sonrisa que se asomaba en su boca. Kuroo alzó una ceja y cuando iba a comenzar a responder entró a la cocina un muchacho casi del mismo tamaño que Tendou y se situó a su lado.

 

— ¡Tori! — sin poder quitar su mirada de él, vio como abrazaba al pelirrojo y este le devolvía el abrazo para luego mirarlo con duda en su rostro.

 

— Tsukki… ¿sabe tu madre que estás aquí? Me va a matar.

 

— Bueno no le mentí del todo. Le dije que iba a estar con Yamaguchi en su casa… y estoy con él sólo que no en su casa.

 

— Okey… bueno ya estás aquí. Procura no beber mucho, no quiero que mueras y luego la tía me mate por dejarte beber. — ambos se rieron a carcajadas y luego el rubio tomó una cerveza y se fue de la cocina acompañado de otro muchacho. Kuroo lo miró atentamente durante todo el proceso. — ¿Algo interesante?

 

— ¿Eh?

 

— Mucho cuidado, Kuroo Tetsurou.

 

— Sí, como sea. — luego de que Bokuto y Kenma también tomaran unas cervezas salieron de la cocina, dejando la incomodidad detrás. Ya había mucha gente y se veía que seguían llegando unos pocos más. — ¿Quién era él? —preguntó luego de situarse en un rincón de la sala para poder conversar a gusto. Lugar desde donde tenían una visión clara de la casa, aunque lo que más le importaba a Kuroo era mirar al rubio que estaba frente a él, solo que al otro lado de la sala.

 

— Debe ser su primo, Tendou dijo algo de que su tía lo iba a matar.

 

— Pero puede decirle tía por cariño.

 

— No creo —esta vez fue Bokuto quien habló y los miró a ambos tomando su barbilla con sus dedos. — ¿Se fijaron que le dijo Tori? Definitivamente son algo más que primos. — Tetsurou sintió una ola de decepción recorrer su cuerpo, aun así no se desanimó por completo.

 

— Yo digo que hay que preguntarle. — dijo Kenma con un tono que le daba a entender a los otros dos que no estaba interesado en absoluto, acercó la cerveza a su boca y miró a su alrededor moviendo su cabeza al ritmo de la música.

 

— Anda a preguntarle. — lo tentó Kuroo con una sonrisa en su boca. Y tuvo que tomarlo por un brazo para que regresara a su lugar, ya que el otro había caminado en dirección hacia donde se encontraba el otro grupo que estaba conformado por el rubio, el amigo que había ido a la cocina y un pelinegro de mirada desinteresada.

 

— ¿Y ese quién es? No lo había visto — habló Bokuto sin quitarle los ojos de encima al pelinegro.

 

— Yo digo que hay que preguntarle. — volvió a repetir Kenma luego de soltar un gran suspiro. Ninguno de los otros dos dijo una palabra por lo menos durante cinco minutos, ambos estaban embobados mirando hacia el otro lado de la sala. Así que no se dieron cuenta cuando el menor se movió de su lado y caminó hacia el otro grupo.

 

Con una pequeña sonrisa se acercó a los otros tres y les preguntó si podía estar con ellos ya que las personas con las que había ido se habían perdido. Los otros estuvieron de acuerdo y siguieron conversando de distintos temas, esta vez incluyendo a Kenma y preguntándole distintas cosas para conocerlo. Kuroo y Bokuto observaban la escena boquiabiertos, no sabían si debían acercarse o esperar o qué. Luego de unos minutos Kenma se separó de ese nuevo grupo y volvió donde sus amigos.

 

— Kenma, ¿qué fue eso? — gritó Bokuto sin poder contenerse, nervioso y emocionado al mismo tiempo.

 

— Ustedes seguían preguntándome quiénes eran y no sabía, así que fui y pregunté. El que te gusta a ti es Akaashi Keiji, un amigo de Tendou desde la infancia y que hace poco volvió a mudarse cerca de aquí, así que irá a nuestra escuela. Va a ser mi compañero. Y el que te gusta a ti —dijo apuntando a Kuroo esta vez — se llama Tsukishima Kei, no son primos de sangre, pero la mamá de él con la mamá de Tendou son muy buenas amigas y entonces se criaron así, son cercanos, también va a ir a nuestra escuela pero a primer año. El otro chico es Yamaguchi Tadashi, es el mejor amigo de Tsukishima y al parecer va a estar en un curso distinto pero en la misma escuela… ¿algo más? —preguntó luego de un momento de silencio. Los otros dos no podían creer lo que el rubio había hecho, estaban impresionados… para bien.

 

— Cómo… ¿Cómo fuiste capaz de hacerlo?

 

— ¿Hacer qué?

 

— Acercarte a ellos y hablarles como si nada. —Tetsurou estaba impresionado y Bokuto ya no tenía palabras.

 

— No es como si fuera la primera vez que tengo que ir donde las personas que a ustedes les gustan para pedirles sus nombres. ¡Ah! Antes que lo olvide… ambos tienen pareja. — luego de decir aquello, Kenma comenzó a bailar al ritmo de la música desde su lugar, sin ponerle atención a las caras de decepción que sus amigos tenían. Luego de unos minutos en que los otros dos no se movían de sus lugares ni decían nada, decidió ir a la cocina por otra cerveza y buscar gente que fuera más interesante.

 

— Kuro… mi corazón se rompió.

 

— Te entiendo, hermano. Pero no todo está perdido, no porque tengan pareja no pueden hablar con nosotros.

 

— Tienes razón, además somos mejores que esos otros… por mucho.

 

Decididos ambos fueron por más cerveza a la cocina y pretendiendo acercarse al grupo donde los otros estaban, pero la decisión que habían tomado se esfumó cuando salieron en la cocina y los otros chicos se reían entre ellos y no les daban ninguna mirada a ellos. Casi como si no existieran. — No sé cómo hacer esto, Bo.

 

—  Ni yo, necesitamos que estén solos para poder hablar con ellos. No me atrevo a acercarme ahora.

 

— ¿Y cómo los separamos?

 

— Mejor esperemos que avance un poco más todo esto, estoy seguro que con más alcohol… más coraje.

 

Ambos asintieron ante la “super” idea de Bokuto y comenzaron a dar vueltas por la fiesta bebiendo y bailando con quien fuera, pero sin perder de vista nunca su “objetivo”. Kuroo reconoció a su compañera de clase, Shimizu, bailando sola en medio de la fiesta y se acercó a ella, quien muy contenta comenzó a bailar con él, claro que ella no sabía que el pelinegro solo se había acercado a ella porque estaba bailando justo al lado de Tsukishima, claro que ella no tenía por qué saberlo.

 

Estuvieron bailando durante varios minutos hasta que la música bajó su volumen un poco y todos comenzaron a abuchear. De pronto de la cocina venía Tendou con un par de sus amigos y cada uno traía una bandeja llena de pequeños vasitos. — ¡Tequila! — gritó y todos comenzaron a celebrar. Algunos se acercaron a quienes tenían las bandejas, Kuroo divisó a Bokuto sacando un vaso de la bandeja del pelirrojo y riéndose con él, así que el bastardo se lleva bien con él, ya arreglarían cuentas.

 

— Veo que están disfrutando. — dijo el pelirrojo cuando llegó al lado de Kuroo y Shimizu, el pelinegro estuvo al borde de responder, pero una mano en su hombro se lo impidió. Miró hacía el lugar del contacto y era el rubio quien trataba de alcanzar uno de los vasitos de la bandeja. De pronto su cuerpo se tensó, casi dejó de respirar por unos segundos. Sin querer parecer obvio, se forzó a relajarse y a tomar un vaso también.

 

— ¡Salud! — dijo casi gritando y apuntando su vaso hacia su compañera y hacía el otro muchacho, quien sonrió y chocó sus vasos antes de beberse el contenido sin sal ni limón.

 

— ¡Tsukki así no! — se quejó Tendou rodando los ojos. — Cuando quieras vomitar, no me llames. Te dije que no tomaras tanto.

 

— ¡Aaah, Tori, es la última fiesta de las vacaciones! — Tsukishima se tambaleó un poco y fijó su mirada en Kuroo, luego volvió a poner su mano en su hombro — Él me ayuda, ¿verdad?

 

— Por supuesto, Kiyoko también nos ayuda. — todo el alcohol que había estado bebiendo durante la noche definitivamente le estaba pasando la cuenta. Sentía su cara más caliente de lo normal y por la cara de los demás, con esas tonalidades rojas en sus mejillas, podía decir que todos estaban igual que él. Los tres, Kuroo, Shimizu y Tsukishima, volvieron a tomar un vaso antes de que Tendou fuera a repartir más, luego de beberse ese vaso el rubio iba a volver a su lugar y bailar con su amigo, pero este no estaba por ninguna parte.

 

— Creo que me abandonaron. — dijo volviendo a la pareja para unirse a bailar con ellos. Kuroo sintió que su oportunidad estaba comenzando a darse. Pero no podía simplemente decirle a Shimizu que se fuera, por lo que entre los tres bailaron y se divirtieron durante varios minutos.

 

— Voy a ir por una cerveza, ¿ustedes quieren? — Tetsurou tuvo que aguantar su sonrisa, aunque fuera por unos pocos minutos podría estar a solas con el rubio y eso lo emocionaba. Ambos asintieron y la chica se dio la vuelta para ir hacia la cocina, pasando por entre la gente iba bastante lento, así que eso les daría más tiempo a solas.

 

Kuroo se puso frente al otro y se acercó un poco más para bailar frente a frente y el otro no retrocedió, en vez de eso le sonrió y continuó bailando. — ¿Por qué Tendou te dice Tsukki? —preguntó lo primero que se le vino a la cabeza, usando como escusa el volumen de la música para acercarse al oído del otro.

 

— Por cariño… bueno y por mi nombre.

 

— ¿Cómo te llamas?

 

— Tsukishima Kei ¿y tú?

 

— Kuroo Tetsurou. ¿Y cómo se conocen? — al ritmo de la música Kuroo tomó la mano del otro y lo hizo dar un giro, los dos rieron y siguieron bailando y hablando.

 

— Nuestras mamás son amigas y casi nos criamos juntos. — claro que ya lo sabía, pero debía actuar como si eso fuera información nueva. — ¿Y tú como conoces a Tori?

 

— Somos compañeros de clase en la escuela… pero no nos agradamos, no sé por qué me dejó venir a su fiesta. De hecho ni sé por qué vine. — el rubio lo miró fijamente unos segundos antes de explotar en una carcajada, puso nuevamente su mano en uno de los hombros de Kuroo y mientras reía apretaba levemente.

 

— No… ya, en serio. ¿De dónde lo conoces?

 

— Es verdad, él no me soporta… yo no lo soporto. Somos el uno para el otro, jajaja. — Tsukishima rompió el contacto con su hombro y lo miró con una leve sonrisa en los labios. — Igual me alegro de haber venido, no había venido a sus fiestas antes.

 

— Bueno, entonces si son compañeros también nos vamos a ver en la escuela. Me cambiaron y ahora vamos a ser compañeros de escuela, porque yo voy a ir a primero. — Kuroo se mordió un labio y pensó que era demasiado menor, pero eso no era un impedimento ¿o sí?

 

— Genial, entonces vamos a poder conversar ahí también. — una pequeña sonrisa se posó en los labios del rubio.

 

— Volví — dijo Shimizu entregándole a cada uno una cerveza. Kuroo lamentó que ya no estuvieran solos, pero al menos pudo conversar un poco con él, era lo importante. Ya había hecho el primer movimiento. Siguieron bailando mientras bebían y se reían. En un momento Shimizu tomó a Kuroo por la cintura y lo puso entre ella y Tsukishima, incitándolo a bailar entre ambos. Aprovechando el pase que le había dado su compañera, él tomó al rubio por la cintura y lo puso de espaldas a él, así como su compañera lo había hecho con él. El otro no opuso resistencia y así bailaron durante unos minutos, antes de que el menor se separara de él para volver a su posición anterior.

 

— ¡Kiyoko! — la aludida buscó con la mirada a la dueña de la voz y fue en busca de ella. Al encontrarse con ella, se abrazaron y comenzaron a hablar animadamente, olvidando por completo a los otros dos.

 

— Creo que nos abandonó. —dijo Kuroo riéndose y terminando su cerveza. — ¿Vamos por otra?

 

— Sí, claro. Aunque me gustaría tomar otro shot de tequila. —sacó la lengua con diversión y el pelinegro asintió. A él también le vendría bien un poco de tequila. En el corto camino a la cocina Kuroo vio a sus dos amigos conversando muy entretenidos conversando con alguien, claro que cada uno por su lado. Estaba feliz de que Bokuto pudiera acercarse a quien le había llamado la atención, eso significaba que ambos estaban bien encaminados.

 

En la cocina había un caos, botellas de cerveza por todas partes y mucho alcohol en el piso. En un rincón había una de las bandejas que anteriormente habían sacado con tequila y aún le quedaban unos cuantos shots. Cada uno tomó un vaso y se miraron a los ojos.

 

— ¡Por haber venido a la fiesta! — dijo Tsukishima alzando su vaso para que el otro brindara con él. — Aunque yo no debería estar aquí. Ups.

 

— Pero que bueno que si estás… sino, yo estaría muy abandonado. — se llevó una mano al pecho simulando tristeza, haciendo reír al otro. Ambos se bebieron el vaso y el rubio no puso buena cara, se llevó una mano a la boca y volvió a tragar.

 

— Necesito ir al baño.

 

— Sí, claro. Te acompaño —el menor asintió y se dio la vuelta para guiar el camino. Se abrió paso entre la gente hasta la escalera y subió, Kuroo justo detrás de él, también ebrio pero sin las ganas de vomitar todo lo que había tomado. — Menos mal sabes dónde está, porque yo no habría sabido traerte. —dijo cuando entraron al cuarto de baño, que por suerte estaba desocupado. El pelinegro cerró la puerta y el otro le puso el pestillo.

 

— No quiero que alguien entre y me vea vomitando —se rio mientras se arrodillaba frente al inodoro. — Sé que probablemente sea asqueroso para ti, pero… ¿podrías acariciar mi espalda? Yamaguchi siempre lo hace.

 

— Sí, por supuesto. — Kuroo se arrodilló junto a él y comenzó a hacer lo que el otro le pidió.  Acariciando lentamente de arriba abajo mientras el otro comenzaba a hacer arcadas para luego vomitar. El mayor puso toda su concentración en pensar en cualquier otra cosa, si ponía atención al vomito del otro seguro y vomitaba también.

 

— Odio esto.

 

— Te entiendo. He vomitado pocas veces por alcohol, pero es lo peor.

 

— Sí… no tomo nunca más. —al decir esa última frase, Kei soltó una fuerte carcajada.

 

— Sí, claro. Todos hemos dicho eso alguna vez… a todo esto, si vas a entrar a primero ¿qué edad tienes?

 

— Quince, en Septiembre cumpliré dieciséis, ¿y tú?

 

— ¿Quince? ¿Y ya tomas tanto? Yo tengo diecisiete.

 

— Odio los sermones, así que ahórrate el tuyo. Además tú también eres menor de edad y también bebes harto. Dudo que hayas empezado ayer a beber.

 

— Bueno, ahora que lo pienso yo empecé a beber el año pasado, así que no hay mucha diferencia. Lo siento, sólo me sorprendió. — mientras se disculpaba, seguía acariciándole la espalda y le regaló una enorme sonrisa para que el otro no se lo tomara tan a pecho. El rubio le devolvió la sonrisa y comenzó a ponerse de pie.

 

— Ya me siento un poco mejor. —se acercó al lavabo y se enjuagó la cara y la boca, para refrescarse un poco. Durante todo ese tiempo Kuroo no le sacó los ojos de encima y Kei se dio cuenta, mirándolo por el espejo y volvió a sonreír. — ¿Qué sucede?

 

Sin decir nada, Kuroo cerró la distancia que los separaba, tomó al rubio por la cintura y lo hizo voltearse, haciendo que sus labios quedaran a pocos centímetros de distancia. Podía sentir la respiración agitada del menor sobre sus labios y antes de que el otro pudiera decir algo, presionó sus labios con los opuestos. Suaves, húmedos por el agua y aun así tibios debido al calor corporal del otro. Puso su mano en el cuello del otro e intentó acercarse más a él, incluso quiso lamer los labios contrarios pero las manos del rubio lo empujaron hasta que chocó con la pared que estaba a su espalda.

 

— No… ¿qué… qué haces?... Yo ya estoy viendo a alguien.

 

— Pero nadie tiene que saber. — ambos se quedaron en silencio durante unos segundos, sin quitar la mirada del contrario. Tsukishima abría y cerraba su boca sin encontrar las palabras para vocalizar sus pensamientos. Se llevó las manos a la cara durante unos segundos y volvió a mirar a Kuroo. Sin decir nada, se acercó al pelinegro y juntó nuevamente sus labios, poniendo ambas manos sobre su rostro. El mayor puso sus manos en la cintura del otro y disfrutó nuevamente del contacto de esos labios cálidos. Esta vez sus lenguas se encontraron en un toque tímido por parte del rubio y cuando Tetsurou trató de intensificar el toque, el otro volvió a separarse de él.

 

— No, no, no. Está mal. —después de decir eso y sin esperar que el otro respondiera, salió del baño y se fue al primer piso casi corriendo.

 

Kuroo se quedó en el baño con una sonrisa tonta en los labios, no sabía si debía ir tras él o dejarlo, sólo podía pasar su lengua encima de sus labios para recordar el toque de los cálidos labios del otro. Estuvo en el baño hasta que alguien le dijo que saliera si no lo iba a usar.

 

Tenía que contarle a Bokuto lo que acababa de pasar.

Notas finales:

Espero y les haya gustado a quienes lo leyeron. Si dejan un comentario con alguna sugerencia me ayudarían mucho. Hasta la próxima.


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).