Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Poké-school por Cat_Game

[Reviews - 0]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

En este Fic todos los Pokémon se representan como humanos, estudiantes de un instituto, pero parte de una familia con sus entrenadores.

Pareja: Mienshao (F) Mei X Whimiscott (F) Gina X Pikachu (F) Moranna

Temática: Yuri, romántico, lemon

Advertencia: Para mayores de 16 años (alto contenido sexual)

Resumen: 

Mei y Gina son novias desde hace ya casi dos años; pero hay algo que hace sentir a Mei en completo miedo y desesperanza, pues cree que no es suficiente para placer a su novia. Mei tiene miedo de expresar lo que desea, a diferencia de Gina, quien parece ser más abierta cuando se trata del sexo. ¿Será capaz Mei de aceptar lo que quiere y de complacer a su novia?, ¿o el miedo, la moral y la prudencia se apoderarán de ella?

 

—Ahhh, sí —gime Gina con su voz seductora—, más… ¡Ahhh! ¡Más fuerte, Mei!


Y yo obedezco como un perro caliente. Sujeto sus caderas e inclino mi cuerpo un poco más hacia ella; embisto con más fuerza y creo que he pasado un poco de la raya con la agresividad.


—¡S-Sí! —Gina responde con placer absoluto—, !Mei! ¡Me…ahhhhh… Mei!


¿Gina puede seguir? Toco con suavidad su espalda, su tez morena sudada por el acto, luego llevo mi mano hasta su cabello sin dejar de embestirla; su hermoso cabello blanco y esponjoso que cae hacia los lados.


—¡Tómame del cabello!


La orden de Gina me sorprende un poco, pero no desisto. Otra vez hago caso de sus deseos y sujeto su cabello con fuerza para elevar su rostro. Gina gime de placer, y creo que se ha venido; pues un chorro sale de su vagina y llena una parte de mis piernas y del suelo gris de la habitación. Dejo a Gina caer con cuidado y respiro con agitación; creo que lo hice bien…aunque me lleno de inseguridad. No tengo idea de lo que me dirá esta vez, así que aguardo.


Gina se da la vuelta y veo su rostro hermoso, con sus ojos miel claros que contrastan con su piel y su cabello; además está sonrojada y respira con profundidad. Se acerca a mí y me besa con suavidad sólo para después introducir su lengua. Siento su mano en mi vagina, por debajo de las correas del sujetador del consolador morado que uso en esa ocasión. Sus dedos entran y salen y ahora también toca mis pechos pequeños con perversión.


—¿G-Gina? —pregunto entre jadeos y el beso.


—No pasa nada, cariño —dice Gina con una sonrisa en el rostro—, sólo quería placerte otra vez.


—Vamos a llegar tarde a clase. Y hoy tengo entrenamiento… ¿Por qué mejor no tomamos una ducha?


Gina desiste y se queda sentada de piernas cruzadas en el piso; estamos junto a la cama, así que ella extiende sus brazos hacia el colchón y suspira.


—Mei —su voz sale con un tono más serio de lo común—, ¿estás aburrida de mí?


—¿Qué? No —replico con miedo e intento explicar lo que sucede—, por supuesto que no. Gina, yo te quiero, y haré lo que sea para satisfacerte. Lo sabes muy bien.


—Ya… ¿Lo que sea?


—S-Sí.


—No me lo tomes a mal, Mei, pero nuestra relación está llegando al punto en el cual nos hemos quedado un poco estancadas. Sí, has mejorado mucho en el sexo y ahora sabes placer a una mujer, pero… No es suficiente.


Nuevamente me siento envuelta por una tristeza e incertidumbre. Gina ha pronunciado esas palabras que me han atormentado desde que comenzamos nuestra relación hace casi dos años. “No es suficiente”, esa pequeña frase me ha hecho dudar una y otra vez de mí, de mi propia sexualidad, de mis habilidades en la cama, de mi capacidad para satisfacer a Gina… Y tengo mucho miedo de perderla, porque realmente la quiero y no deseo que nuestra relación se termine.


Agacho el rostro y me apoyo en las pantorrillas; ¿qué más puedo hacer para que estés feliz, Gina? He aprendido de todo, toda la anatomía de mi amante, sus puntos erógenos, sus fantasías más recónditas…pero cada que terminamos de hacer el amor, Gina dice que no es suficiente. Que no soy suficiente. Sé que, a diferencia de ella, esta es mi primera relación con una chica, y jamás había entendido cómo funcionaban las mecánicas en el ámbito del sexo. Había creído que la penetración era la única forma de copular, pero no; Gina me ha hecho expandir los horizontes y comprender que el sexo es más allá que sólo la penetración. Aunque a veces usamos juguetes sexuales, pues hoy Gina seleccionó el dildo morado con rugosidades en las paredes para el acto final; pero no comprendo qué hice mal. Siempre he seguido los comandos de ella, porque ella tiene mucha experiencia con otras chicas, jamás tuvo que reprimir su sexualidad como yo alguna vez lo hice.


—No eres tú, Mei —reinicia Gina—; el problema es que si ya sabemos que nos quedaremos juntas por siempre, entonces, ¿por qué no hacer algo divertido en la cama? Algo nuevo, Mei, algo que pueda llenarnos a las dos.


—¿Y…qué es lo que quieres que hagamos? —pregunto con una voz al borde de la decepción.


—Invitemos a otra chica.


Alzo el rostro y contemplo a Gina. Ella sonríe con su clásica mueca de perversión absoluta. ¿Está de broma? No, no lo está. Puedo ver la determinación en su rostro. ¿Pero…para qué vamos a invitar a otra chica? Estos son momentos de intimidad, ¿o no? Y…¿tendré que compartirla con otra?


—G-Gina, yo… —suspiro con fuerza—, ¿d-de verdad quieres eso?


—Sí. Hoy buscaremos opciones, y cuando decidamos quién, yo me encargaré de traerla a la habitación, ¿vale? Anda, corazón —Gina toca mi mano al acercarse a mí—, vamos a tomar la ducha o llegarás tarde al entrenamiento.


Asiento con la cabeza, pero hago un intento para esconder mi decepción absoluta. Creo que he fallado como amante. ¿Qué pasará si Gina prefiere a la otra chica? ¿Me dejará?


Al término de la ducha, ambas nos alistamos con el uniforme. Como yo soy estudiante de intercambio, el cole proporciona habitaciones en el edificio de los dormitorios a los alumnos extranjeros, así que las dos podemos dormir aquí. Gina arregla su cabello frente al espejo; ella es un tipo Pasto, y pertenece al gremio de Whimiscott. Yo…bueno, yo no tengo un cuerpo curvilíneo como Gina, ni soy tan bajita como ella. Gina no tiene músculos marcados como yo, pues mi abdomen sobresale, así como mis bíceps; ya que yo soy del tipo Pelea y del gremio Mienshao. Aunque mis pechos son muy pequeños y mi cuerpo en exceso atlético, Gina dice que soy perfecta. Pero sé que es mentira. Lo sé, porque después del sexo viene la realidad…no soy suficiente para ella.


Ambas salimos de la habitación tomadas de la mano; cruzamos los jardines que dividen al edificio principal de clases y entramos al que corresponde. Subimos las escaleras y seguimos por los pasillos; algunas personas nos miran con asombro, pues todavía no es muy común ver que una pareja gay ande por las instalaciones tan abiertamente, pero a mí no me importa. Sé que Gina nunca ha escondido que le gustan las chicas, así que no quiero que se sienta mal por mi culpa.


Entramos al salón de clase marcado como D3 y nos sentamos juntas durante el primer periodo. Para las once y cuarto, nos separamos, pues yo tengo entrenamiento en el gimnasio y ella se va a la biblioteca. Sé que tenemos la tarea de buscar a otra chica para nuestro encuentro sexual, pero…honestamente, no quiero. No quiero que otra persona vea a Gina en el acto, ni mucho menos que escuche su voz hermosa cada que me pide más. No quiero que nadie más intervenga en el momento más intimo de nuestra relación. Pero…ella sí.


Durante el entrenamiento elijo de pareja a Corey, un chico del gremio Conkeldurr; pues Corey y yo hemos sido amigos desde la infancia debido a que nuestros entrenadores son buenos amigos. Además, y me apena aceptarlo, Corey es mi ex. Corey es un chico alto, musculoso y de un cuerpo ancho y bien estructurado, su rostro es un poco chato, pero su tez es morena clara y sus ojos de un café oscuro que combinan con su cabello negro.


—Hey, Mei —Corey se sienta a mi lado durante el descanso de cinco minutos—, ¿cómo vas con el algodón de tu novia?


Es tan difícil hablar de ese tema con Corey. Así que miro al frente y bebo agua del termo rosado que me regaló Gina.


—Supongo que bien, ¿no? Antes no usabas maquillaje cuando salías conmigo —Corey prosigue—, y ahora eres un poco más…femenina.


Eso es verdad. Ahora uso una capa ligera de maquillaje de color púrpura, por sugerencia de Gina. Ella dice que ese color va perfecto con mis ojos cafés claros, y que hace juego con mi tez blanca y mi cabello rubio y de puntas moradas. Pero…¿y eso qué? Con Corey las cosas eran muy simples, lo único que compartíamos era la pelea. Ahora, todo es diferente. Gina tiene muchos pasatiempos y gracias a ella descubrí que me gusta hacer otras cosas a parte de entrenar artes marciales; ahora sé que me gusta dibujar, cocinar y vestirme junto a Gina como personajes populares.


—Oye —Corey insiste—, no te estoy preguntando ni diciendo para que te enojes. Es sólo que…luces preocupada. Eres mi amiga, y lo que pasó entre nosotros ya es agua bajo el puente. Sabes que no me interesa molestarte con eso de que fuimos ex y que ahora prefieres a una chica como Gina. Es sólo que estás molesta…y me preocupa que tengas un problema con ella. Sé que la quieres, y te duele.


Suspiro y decido hablar.


—Ella quiere que busquemos a otra chica.


—¿Cómo? —Corey acorta la distancia para que la conversación quede entre ambos—, ¿cómo así? ¿A qué te refieres con eso? ¿Quiere que corten?


—No —intento explicar con calma—, no, no lo sé. Bueno… Quiere que otra chica participe en la…en las cosas que hacemos sólo ella y yo. ¿Sabes?


—¿En el sexo?


Asiento con la cabeza y escondo mi rostro entre mis brazos y piernas para que mi rubor no sea notorio.


—Ah, ya… —Corey toca mi hombro en señal de compañerismo—, quiere un trio.


—¿Un qué?


—Un trío. Pues…si tú estás de acuerdo y ella también, entonces no deberías darle tantas vueltas y dejar que las cosas fluyan. Si Gina te lo ha pedido abiertamente, es que te quiere, Mei, y estoy seguro de que con ello ambas evitarían hacer algo como el engaño.


—¿Tú crees?


—Sí.


No replico. Quizá Corey tiene razón. Paso la mirada entre la gente que está en el gimnasio en ese día. Los chicos de primero todavía están con los movimientos básicos, y algunos de ellos son caras nuevas que son de tipo Pelea y otro segmento. Luego están los de segundo y también descubro que hay nuevas caras que no conocía; y…entre esas caras hay una chica muy tierna, que usa un traje de entrenamiento color naranja. Es rubia, de mejillas rosadas por su tez blanca, de ojos café claros y de un cuerpo un poco formado.


—¿Qué hace una chica del gremio de Pikachu aquí? —pregunto como un susurro sin recordar que Corey está a mi lado.


—¿Ella? Ah, sí, es una de las chicas nuevas que decidió incorpora algunos movimientos por petición de su entrenador. Creo que se llama Moranna.


Moranna…es un lindo nombre. Pero no me sorprende tanto que algunos chicos del gremio Pikachu quieran aprender algunos movimientos del tipo Pelea; pues no es tan raro. Lo que sí me sorprende es que una chica lo haga, pues tengo la idea de que la mayoría de las rubias del gremio Pikachu son muy tiernas y prefieren otro tipo de combate que el físico.


—¿Por qué, Mei? ¿Crees que es linda?


—¿Q-Qué? —pregunto casi con un grito; luego me levanto a toda prisa—, no seas estúpido —replico con fuerza y regreso a la zona de combate.


—¡Oye! ¡No lo decía para que te enojaras! —Corey grita detrás de mí—, ¡anda! No seas así.


Durante el resto del entrenamiento ignoro a Corey y decido concentrarme. Incluso mi cabeza está tan ofuscada que olvido que Gina y yo debemos buscar a una chica que nos agrade. Oh…para ser honesta, estoy tan confundida. Tal vez para la gente como Gina o Corey las cosas sexuales sean muy fáciles de afrontar, pero no para mí. Siempre he estado un poco atrás cuando se trata de esas cosas, y creo que soy muy estúpida…y es que existe un cierto miedo cuando se trata de hablar de esas cosas. No ha sido fácil para mí; por ejemplo, sé que Gina ha tenido esas conversaciones super vergonzosas con su entrenadora y sé que para ella fue fácil hablar sobre eso del sexo, y hasta cosas más específicas como los orgasmos y los puntos erógenos…y yo…apenas he podido aceptar que es algo que es parte de la sociedad.


Cuando el entrenamiento termina, pierdo de vista a Corey; y no me importa. Me ducho con rapidez y vuelvo a encontrarme a Moranna. Ahora puedo notar que tiene algunas cicatrices en su rostro, y que usa su cabello corto como estilizado hacia un lado; es muy bonita, pues ese tipo de Pokémon son así, super monos. Moranna sonríe cuando pasa junto a mí, y sé que mira mi cuerpo. A diferencia de ella, yo soy alta y…bueno, ella no tiene el físico de una peleadora de artes marciales. Ignoro mis pensamientos, así que salgo de la ducha y me visto a toda prisa.


Gina y yo acordamos encontrarnos cerca de las canchas de Fire-Ball, así que camino hacia las zonas terregosas. Hay un montón de chicos y chicas que traen su uniforme de entrenamiento de deportes, muchos de ellos son del tipo Fuego, pues el Fire-Ball es uno de los deportes favoritos que requiere la habilidad para soportar el fuego y crearlo. En una de las bancas, cerca de las canchas, diviso a Gina…pero está sentada junto a Corey. ¡Ah! Mi peor pesadilla. ¿Por qué Corey tiene que seguir siendo mi amigo? Y, lo peor del caso, es que también se hizo amigo de Gina.


—Hola, amor —Gina me saluda con un beso leve en la boca y sonríe con picardía—, ¿qué tal el entrenamiento?


—B-Bien —digo con una voz tímida. Luego arrojo una mirada de molestia a Corey.


—Oye, no me veas así —Corey reclama—, no he venido a molestarlas. Simplemente le dije a Gina que estuviste viendo a una chica del salón de segundo C; la del gremio de los Pikachu, la que fue a entrenar hoy.


—¿Q-Qué? —reprocho con rapidez—, ¿y quién te dio permiso de decir eso?


—Amor —Gina interrumpe—, está bien. Si ella te gusta, entonces a ella invitaremos. Corey ya me dijo su nombre, así que yo me encargo del resto. Quiero que me acompañes y que actúes lo más natural posible, ¿vale?


Me levanto junto a Gina y asiento con la cabeza.


—Nos vemos, Corey, gracias por la información —Gina se despide del idiota de Corey.


—Hasta luego, chicas.


Realmente es un idiota. Pero decido ignorarlo. Al final, es un buen chico y es como un hermano; se ha convertido en mi mejor amigo. Gina toma mi mano y caminamos hacia el edificio de clases. Buscamos por los pasillos de los casilleros de segundo año y por fin encontramos a Moranna. Ella ya trae su uniforme escolar, y veo que ha agregado algunos detalles extra, como un par de guantes, unos tenis deportivos de color naranja con negro y una banda en su frente del mismo color.


—Hola —Gina habla al acercarnos a Moranna—, ¿cómo estás?


—¿Hola? —Moranna replica y descubro una voz suave y que va con su imagen tierna—, eh, pues bien, ¿y ustedes? —Hasta ese momento dirige su mirada hacia mí y veo que sonríe—. Hola, Mei.


—Hola —replico sin entender qué está ocurriendo.


—Moranna, ¿cierto? —Gina continúa—, Mei y yo estábamos hablando de ti, y pues queríamos saber si te gustaría pasar un rato con nosotras. Iremos a la habitación de Mei a ver películas y a hablar de cosas de chicas, ¿quieres venir?


—Eh… —Moranna ve por los pasillos con un poco de titubeo obvio—, ¿y por qué me invitan tan de repente?


—Pues porque sé que te gusta Mei.


¡¿Qué?! Hago un intento por no mostrar sorpresa; así que suspiro con fuerza y aprieto la mano de Gina para indicar que se detenga. Sin embargo, Moranna hace una expresión de sorpresa y sus mejillas se sonrosan. ¡Wow!, no lo puedo creer. Gina tiene razón.


—Lo siento —dice Moranna—, no fue mi intención causarles problemas, chicas.


—Para nada —replica Gina como si fuera una especie de vendedora de seguros de vida, de esas que suelen llamar por teléfono a los entrenadores—, no nos has causado inconvenientes. De hecho, por eso mismo te queremos invitar a nuestra habitación, bueno, la habitación de Mei. ¿No te gustaría conocer un poco más a Mei?


—Pero…¿no es tu novia?


—Sí, lo es. ¿Y? No quiere decir que vayas a tener sexo con ella o algo así, Moranna.


—O-Okey —Moranna sonríe—, está bien. Acepto su invitación. ¿Puedo llevar chips?


—Claro, corazón. Nos vemos a las… ¿Siete? El número de habitación es D3-35.


—D3-35, muy bien. Muchas gracias.


Y, como si la conversación no hubiera ocurrido, Gina y yo continuamos por el pasillo y tomamos el camino común que nos lleva hasta los dormitorios. Gina habla sobre su día, sobre un nuevo programa para los mejores alumnos que se iniciará el siguiente mes, sobre sus planes a futuro que parecen incluirme…pero no habla de Moranna, de lo que estamos por hacer. Y, la verdad, no tengo idea de qué esperar. No sé cuál es el plan de Gina, pero decido confiar en ella.


Una vez arribamos a la habitación, Gina me besa con pasión y comienza a retirar mi blazer escolar, luego desabrocha mi camisa y levanta mi falda. Me sorprende un poco, así que rompo la caricia.


—¿Gina? —pregunto con intriga—, ¿qué es lo que vamos a hacer?


Gina sonríe; luego se dirige hacia el buró junto a la cama, abre el cajón de abajo y saca varios juguetes sexuales que guardamos para nosotras. Gina toma algunos y regresa junto a mí.


—¿Me amas?


La pregunta de Gina me deja helada. ¿Por qué cuestiona mis sentimientos? ¿A caso sucede algo malo?


—Sí, y lo sabes. Te amo, Gina; eres mi mundo entero.


—Entonces —Gina sigue—, harás todo lo que yo te pida, ¿verdad?


—Sí.


Mi respuesta hace que Gina sonría con ese semblante de placer que sólo muestra cuando estamos solas; me abraza de la espalda y me susurra al oído.


—Mei, yo también te amo. Por eso…quiero que hoy hagas todo lo que yo diga, ¿vale?


—E-Está bien.


Gina regresa a la cama y coloca los juguetes que quiere utilizar. Yo me acerco al peinador y arreglo un poco mi cabello sujetado en una coleta. Estoy tan insegura que tengo mucho miedo. Gina me ama, y yo a ella, pero…¿por qué involucrar a otra persona? La respuesta parece obvia, pues las palabras de Gina han sido siempre las mismas. No está satisfecha. No lo está…y es por mi culpa. Divago en mi mente, en pensamientos de tormento. ¿Por qué tengo que ser así, siempre tan prudente y sin la capacidad de mostrar que deseo ese placer que Gina sí? Me encanta el sexo con ella, pues jamás había experimentado tantos placeres junto a alguien, pero…creo que soy pésima para ello. Escondo mis lágrimas, así que respiro con profundidad y escucho lo que Gina dice. Sé que debemos esconder los juguetes hasta que ella me de la orden de usarlos…¿usarlos? ¿Cómo?


La puerta es tocada con suavidad y doy un pequeño brinco del susto. La hora del encuentro ha llegado y Moranna es recibida por Gina. Moranna trae unos shorts cortos de color negro, una playera naranja que combina con el resto de sus accesorios y entra. Gina retira la bolsa de patatas que trajo y la invita a sentarse en la cama. Luego, me indica a mí de acercarme a Moranna. Por unos minutos sólo conversamos las tres sentadas en la cama; y me olvido de todo. Es muy agradable hablar con ella; como si fuéramos un grupo de amigas de años. Descubro que Moranna es un tanto inocente y en exceso tierna. Pero no irradia esa sexualidad que Gina sí.


—Dime, Moranna —Gina cambia el tema de conversación—, ¿tienes alguna fantasía?


—¿Fantasía? —el rostro de Moranna se torna rojo al preguntar—, ¿de qué hablas, Gina?


—Sí, de esos pensamientos que nos hacen gozar…un poco más de lo normal. Yo tengo muchas —Gina se pone de pie y camina hacia mí; se coloca entre mis piernas y me besa. Luego prosigue—: como por ejemplo…quiero verte a ti, Moranna, besar a mi novia.


—¿Ah? ¿D-Disculpa?


Gina me contempla con seguridad y comprendo que ha comenzado el momento; su orden ha sido clara: debo besar a Moranna. Entonces, muevo un poco mi cuerpo hacia la izquierda, toco el rostro de Moranna, y ella intenta alejarse, pero capturo su boca con mis labios. Puedo sentir que Moranna tiembla, pero sucumbe ante mi tacto.


—Bien —la voz de Gina se escucha cercana—, bien. Deja que su lengua y la tuya se entrelacen… Lleva tu mano hacia su pierna y desabrocha su shorts con lentitud.


Sigo el comando de Gina. Desabrocho el shorts de Moranna y me percato de que la rubia gime un poco. Con un empujón, tumbo a Moranna en la cama y quedo sobre ella.


—Mete tu mano, así. Bien…de arriba-abajo, justo como lo haces conmigo. Bien… —el comando de Gina suena y yo hago todo lo que pide. Ya he metido la mano debajo de la ropa interior de Moranna y uso mis dedos para estimular su entrada. Aguardo a las órdenes de Gina—. Ahora levanta su playera y besa sus tetas; chupa sus pezones e introduce tus dedos sin cuidado y fuerza.


Ni si quiera lo pienso dos veces. Sin romper el beso, meto tres dedos en el interior de Moranna; luego desisto del beso y levanto su playera. Moranna está gimiendo de placer y a veces coloca sus manos sobre su boca al sentir la fricción agresiva que hago. Ya estoy en sus pechos, pequeños y con sus pezones erectos; lamo y muerdo sin cuidado para que el cuerpo de Moranna se curve debajo de mí.


—Abre sus piernas, y baja con tu boca hasta su entrada.


Beso el abdomen de Moranna y llego hasta su clítoris. Abro sus piernas y comienzo a lamer sin reparo. Su esencia es distinta la de Gina; un poco más salada, y con un toque dulce, mientras que Gina es cálida y con un toque a rosas.


—¡E-Espera! —Moranna gime—, !Ahhh! Ahhh…M-Mei… Ahhh, ¡Ahhh!


—Interrumpe a tu boca, amor, y ahora toma el dildo rosado, el que es grande y rugoso; colócalo debajo de tu falda. No te quites el uniforme. Pero…coloca esto en tu interior.


Gina me ofrece un vibrador de color rosa claro de tamaño medio; obedezco al retirar mi ropa interior e introducir el objeto en mi vagina. Gina enciende el vibrador y mi cuerpo se estremece. Pero no hago más que morder mis labios y gemir un poco; coloco el sujetador del consolador rosado y me acerco a Moranna. La rubia tiene el rostro muy sonrojado y su respiración se entrecorta; entonces me coloco frente a su entrada y presiono con el dildo rosado.


—N-No… P-Por favor… Esperen un momento —Moranna pide.


—Penétrala, amor, hazla gemir. Embiste su cuerpo con fuerza y no te detengas hasta que yo te lo diga —Gina antepone.


Introduzco con lentitud el consolador dentro de Moranna y empiezo a mover mis caderas con un ritmo acelerado. Moranna sujeta las sábanas de la cama y gime una y otra vez. Mi cuerpo se mueve con rapidez y fuerza.


—Eso es… Siente tu cuerpo, amor, ser prisionero del placer —Gina dice mientras aumenta la velocidad del vibrador en mi interior—, siente cómo tu cuerpo pide más y más. Cómo tu interior se moja y cómo el rostro de ella te excita. Déjate llevar por todas tus fantasías, eso es, amor. Expande sus piernas más y fuerza su propio cuerpo; sujeta sus caderas…una y otra vez, con brutalidad, Mei, eso es. Ahora levántala, bien… Así, sostenla con tus brazos y deja que su cuerpo se curve ante el placer intenso. Deja que tu interior goce de las vibraciones que ahora se acrecientan…y deja que tu mente se llene de la imagen de ella, de la dulce rubia y bella Moranna…eso, así, Mei.


Es tan intenso que no sé si pueda continuar. Mi cuerpo está en un trance. No puedo evitar gozar al ver rostro de placer de Moranna y de escuchar sus gemidos que llenan la habitación, así como la voz de Gina que me seduce a aceptar el momento. Pero también siento los espasmos que se incrementan en mi pelvis y creo que voy a llegar al clímax en cualquier momento. Es como si no tuviera el control, como si algo empujara hacia afuera de mi propia vagina, como si un rayo electrizante dominara todos mis sentidos. Y comienzo a gemir y a decir el nombre de Gina como en un mantra que ayuda a mi cuerpo a seguir, a proseguir como si no hubiera nada más importante en ese instante.


—Mei —Gina susurra en mi oído—, más…más…así…con fuerza.


Y cierro los ojos y tumbo el cuerpo de Moranna y embisto con más rapidez. Algo en mi interior se descontrola y el vibrador sale de mi interior y mis movimientos se han detenido. Mis piernas tiemblan y no puedo controlar el líquido que sale de mi interior, de mi propia vagina… Y paso saliva y respiro con fuerza. Ha sido tan intenso y tan perfecto…porque al voltear a la derecha encuentro su rostro y la beso.


—Mei —Gina dice entre el beso—, ¿te gustó?


 —S-Sí… —separo nuestros rostros al responder—, fue increíble.


—Ahora —sonríe Gina—, estoy satisfecha, amor. Completamente llena. —Ella toca mi mano y la lleva hasta debajo de su falda; está completamente mojada. Agrega—: ¿crees que podamos hacerlo otra vez con Moranna?


Asiento con la cabeza, pero luego dirijo mi mirada hacia la rubia. Moranna ha conseguido tranquilizar su respiración y su rostro está todavía enrojecido. Retiro el dildo de su interior y ella gime un poco.


—¿Moranna? —Gina pregunta al acercarse a la rubia—, ¿te gustó, linda?


—S-Sí…fue super intenso…


No esperaba aquella respuesta de Moranna, pero sí me siento satisfecha. Hasta ese momento comprendí algo. Gina deseaba que yo también sintiera placer, el mismo placer absoluto y excitante que ella siente cada que tenemos sexo; ella desea que nuestra relación sea placentera para ambas, y así de fulminante. Y…creo que es la primera vez, desde hace tiempo, que me siento feliz después de tener sexo con Gina…bueno técnicamente fue con Moranna; pero me siento tranquila y como si un sentimiento reconfortante se apoderara de mí.


Así que tomo la mano de Gina y la beso con suavidad. Gina me mira y sonríe con ternura. Sé que ella está feliz también. Y ahora sé que nuestra relación puede obtener un nuevo aire de placer. ¡Oh! ¡Gina! ¡Te amo tanto!

Notas finales:

Si deseas inscribir a tu Pokémon, por favor, puedes hacerlo de la siguiente manera:

En un comentario, deja el tipo, sexo, nivel, gremio y apodo de tu Pokémon; si quieres puedes especificar el juego donde lo conociste. Debes especificar el nombre de entrenador y sexo del mismo. Una vez con esto, puedes agregar una sugerencia de qué tipo de aventura te gustaría que tu Pokémon pasara en la Poké-School.

Recuerda que se le asignará un salón y grado dependiendo de su gremio y nivel. De lo contrario, no podrá ingresar al instituto y convivir con los Pokémon que ya son parte del curso. También, del mismo modo, si especificas que no cuentas con una cantidad alta de dinero (en el juego o de manera ficticia) se le puede otorgar una beca; esto podrá repercutir en la manera de interacción con otros Pokémon, ya que Poké-School es un instituto prestigioso y que tiene muy marcada las clases de élite. Pero, descuida, esto podría agregar más sabor a la historia de tu Pokémon.

Cuando se publique un fic con tu Pokémon se especificará en las notas iniciales su origen, el nombre de su entrenador y el tipo de aventura que estará por vivir.

¡Recuerda, tu Pokémon podrá ser parte del instituto! 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).