Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te entregaré mi corazón por meyagatha

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

holii historia y personajes totalmente mios <3

Notas del capitulo:

les traigo una historia origin espero que les guste<3 tambien la publique en wattpad, aparezco como . _Meyagatha por si les gusta leer alli xD SIN MAS GRACIAS<3

“y así las águilas pasan a la final gracias a su jugador estrella Aiden Foster quien anoto cinco goles a su favor. Esto es increíble señores, las personas están de pie ovacionando a quien podría convertirse en el próximo mejor jugador del mundo.”

 

-¡Ey! Felicidades Aiden, volviste a salvarnos una vez mas- palabras como esas solo hacían que mi ego incrementara de tamaño. Es que, como no serlo, si voy a ser la futura estrella del deporte que tanto amo.

 

-es verdad, te debemos muchas Águila Junior- ese era mi apodo, ya que soy el mas pequeño del equipo. Avance rápido debido a mis capacidades y a mis esfuerzos, llorar por no lograr un gol no era una posibilidad.

 

-gracias amigos, estoy exhausto, de verdad nuestro rival fue fuerte hoy, pero lo logramos ¡vamos en camino al mundial!- luego de mi grito todos nos abrazamos y comenzamos a saltar y cantar como lo hacíamos luego de cada partido ganado. Me sentía demasiado feliz, nada ni nadie podría arruinar esto.

 

-capitán, esa rubia te esta echando un ojo, creo que no deberías dejarla sola porque a estas horas pasan muchas cosas- sinceramente estaba mas concentrado en volver a casa y seguir entrenando pero un poco de diversión no me matara.

 

-claro, iré a ver que se le ofrece. Mañana los quiero temprano en la cancha, sin quejas ni discusiones o convenceré al entrenador de sacarlos del equipo- esa advertencia siempre funciona ya que al siguiente día todos se encontraban formados como soldaditos. Había sabido ganar respeto a pesar de tener solo 18 años.

 

Luego de despedirme fui en dirección de mi acosadora quien sonriendo me dio un abrazo y un beso en la mejilla. No esta tan mal ganar y recibir esta recompensa.

 

-Aiden, tu demostración de hoy estuvo increíble, no podía despegar mi mirada de ti y de tus excelentes pases- sabia como seducir a un hombre y lo estaba demostrando, pero mi mirada se fijo en la otra chica que estaba sonrojada a su lado. Ese era mas mi estilo.

 

-f...elicidades- pronuncio de manera inaudible mientras yo la veía con lujuria. Esta noche ella seria mía.

 

-gracias linda. Ven conmigo- sin más tome su mano dejando atrás a la quejosa rubia que lanzaba su zapato con furia. De verdad me mataría si me viera de nuevo, pero eso no pasara.

 

Invite a la castaña a subir a mi auto y rápidamente nos dirigimos a mi departamento que se encontraba en el centro de la ciudad. Estacione mi auto y subimos al piso 13 que era donde vivía.

Al entrar las luces estaban apagadas y todo se encontraba muy silencioso pero grande fue mi sorpresa cuando toda mi familia incluidos mis amigos se encontraban allí.

 

-¡Felicidades Aiden! ¡Feliz cumpleaños!- es cierto, había olvidado que hoy cumplía 19. Me sentía un tanto distraído, es que el partido era más importante que cualquier otra cosa.

 

Los amaba pero al mismo tiempo me arruinaron el tiempo a solas con esta chica.

 

-gracias a todos- dije sonriendo mientras me comenzaban a bañar con champagne y me despeinaban el cabello.

 

-hijo, hoy mis lagrimas no dejaban de salir, llegaras muy lejos estoy segura.- mi madre, mi apoyo incondicional en este deporte, sin ella no hubiera descubierto lo que mas me apasionaba.

 

-gracias madre- respondí dándole un gran abrazo, producto de la emoción y el amor que le tengo.

 

Pasaron dos horas y todos se fueron luego de cantar el feliz cumpleaños. El departamento estaba vacío y mi invitada ya no se encontraba muy tímida.

 

-bueno, llego el momento de divertirnos- pronuncie mientras la cargaba en mis brazos y la llevaba a la habitación. Sus ojos se encontraban brillando y una pequeña sonrisa se extendió en su rostro.

 

-es mi primera vez… por favor se gentil- pobre, pensara que luego de esto me enamoraría de ella y todo seria un cuento rosa pero la realidad es que jamás me enamoro de las chicas con las que me acuesto. Solo es una vez y ya, no tengo tiempo para dedicarle a nadie, solo al futbol que es mi vida.

 

-tranquila, prometo que no dolerá mucho.

 

Al día siguiente me levante renovado, tenia muchas ganas de practicar y entrenar, pronto vendría el partido final y no podía perder el tiempo en tonterías, como capitán debía ser el primero en llegar y el ultimo en irse.

 

Deje a la chica dormida con una buena cantidad para que pagara el taxi y no me odiara tanto. Es que luego de abandonarlas no puedo verlas de nuevo porque siento que un día alguna me matara.

 

Paso exactamente un mes de todo aquello y últimamente mi cuerpo se sentía mas cansado. Mañana seria el partido final con el que iremos al mundial definitivamente. Nos falta solo un paso y estaremos listos para lo que sea, solo un partido y yo pasaría a ser la estrella de este deporte.

 

-hijo, te ves pálido, ¿te encuentras bien?- allí estaba la preguntona de mi madre que desde temprano había venido a verme. Estaba bien, ¿Por qué todo el mundo preguntaba mi estado? Me siento como todos los días.

 

-claro que si mama. Ya vamos que se nos hará tarde.- y así, luego de salir de allí nos fuimos a la cancha en donde Ralph, Ben y Albert me esperaban con miradas preocupadas junto al entrenador quien no me miraba de buena forma.

-¿y tu frase de soy el primero en llegar y el ultimo en irte? Últimamente llegas tarde a todos los entrenamientos, hoy te salteaste el calentamiento y ahora deberás entrar mas tarde por tener que correr cinco vueltas- no entendía de lo que me hablaban hasta que vi el reloj y solo faltaban diez minutos para que comience el partido. Me sentía una basura, no pensé que fuera tan tarde, es que me cuesta mucho levantarme de la cama. No se que me esta pasando, yo no soy así.

 

-claro entrenador ahora mismo- sin esperar mas empecé a correr, mis pensamientos se centraban en que tendría que calentar pronto para no quedarme fuera. Así que antes de que todos entraran yo llegue feliz por haber logrado mi objetivo.

 

-Foster ¡ya! ¡Entra!-sin esperar mas me uní a mis compañeros para terminar pronto con esto. La adrenalina que corría por mis venas era fantástica, nunca me había sentido tan vivo.

 

-tu puedes Aiden. ¡Destrúyelos!- me alentaban a la vez que yo tomaba la pelota y después de unos cuantos pases metía el gol que anhelábamos. El rival era demasiado potente esta vez pero eso no nos derrumbaría.

 

Cuando llego el segundo tiempo nos estaban ganando 4 a 2. ¿Qué estaba ocurriendo? Mis pases no eran precisos, me sentía débil y un par de mareos se aproximaban.

 

-¡Foster! ¡Ya inicio! ¡Corre!- tenia la pelota en mi poder y todas las posibilidades de acabar con las serpientes pero los ojos se me cerraban, tenia sueño y sin más caí en el suelo mientras escuchaba a mis compañeros correr hacia mí.

 

Nunca sentí esta sensación tan extraña, era como si  me encontrara en la nada misma, flotando suavemente en una brisa y observando la vida pasar por mis ojos. Recuerdos de pequeño, cuando mi tío me mostró una pelota de futbol, cuando le di mi primer beso a una chica, cuando me egrese de la secundaria, todos ellos repitiéndose como en una película una y otra vez. Tenía miedo, no estaba preparado para esto, debía volver o perderíamos. No puedo abandonarlos. No, no ¡no!

 

-Lo recuperamos- escuche que decía un doctor mientras sonreía abrazando a una enfermera. ¿Dónde estoy? Definitivamente no es el estadio en el que me encontraba.

 

-¡hijo! No me vuelvas a asustar así. Tenía tanto miedo- sentí los brazos calidos de mi madre y unos sollozos por su parte. Quería preguntarle como había terminado el partido, era lo que mas anhelaba saber.

 

-mam…a ¿ga…namos?- que rayos, mi voz salía horrible y apenas podía emitir sonido.

 

-Aiden… tuviste un pre infarto. Tu corazón no esta funcionando bien así que no pienso decirte nada por ahora.- ¿Por qué ahora? ¿Por qué la vida me odiaba tanto? Yo era muy feliz, y ahora no podré jugar más debido a esta falla. Estoy seguro que el entrenador no aceptara tenerme de nuevo luego de desmayarme.

 

-jovencito, se que será duro pero por tres meses deberás quedarte aquí, sin hacer movimientos que te den esfuerzos. Luego de analizarte veremos si es necesaria una operación. Por ahora te asignaremos un cuarto muy cómodo.-

Esta es una pesadilla, por favor despiértenme, esto no esta pasando

.

-tengo que jugar el mundial. No puedo estar tres meses quieto sin hacer nada, ¡mama diles algo! ¡No puedes permitirlo!

 

-cariño, por mas que estés bien no ganaron así que tu deber ahora es descansar y recuperarte. Aunque te tenga que atar a la cama tu te quedaras allí.- perdimos… esa palabra rondo un buen rato por mi mente, no podía creer que luego de tanto no lo consiguiéramos. Estábamos tan felices, tan animados y ahora no voy a poder pensar en mas nada. Me siento de lo peor, todo eso fue mi culpa ¡maldición!

 

No quería hablar con nadie, comer o seguir existiendo, mi vida se había acabado allí, en ese hospital de mierda en donde me encontraba. De seguro tendré que compartir habitación con alguien que no me agradara y estaré solo. Mis amigos me abandonaran, mi familia se olvidara de mi y moriré como un solitario.

 

Al pasar unos días me transfirieron a una habitación más simple, ya no tenía tantos cables ni exámenes regulares, eso me alegraba de cierto modo porque iba a estallar si continuaba así.

 

-hijo esta será tu nueva habitación, la numero 23. Es la más cómoda y tiene una hermosa vista hacia el patio. Te agradara estar aquí.

 

Al entrar observe las paredes blancas, el piso, un televisor pequeño que estaba en la mitad del cuarto y las cosas de mi futuro compañero, al parecer era algo desordenado porque todo se encontraba patas para arriba

 

- debo ir al trabajo. Me necesitan en la empresa. Cuando salga vendré a verte, lo prometo- sin mas mi mama se fue, dejándome todas mis cosas. Sin hacer mucho ruido desempaque mis pósters, mis figuras de acción y todos mis trofeos ya que me daban algo de ánimo para continuar.

 

Albert me envío mensajes diciendo que hoy todo el equipo vendría a verme, pensé que estaban enojados conmigo pero al parecer todavía se acuerdan de mi.

Me sentía mejor, podría salir de esto y entonces volver a jugar libremente. Tal vez llegar al próximo mundial y ser el mejor. Si, solo tendría que esperar un poco más.

 

Metido en mis pensamientos no note que mi compañero de cuarto había ingresado con una enfermera quien lo regañaba suavemente.

 

-Noah, no puedes comer eso. Dámelo- el chico se aferraba a un chocolate mientras la morena suspiraba por su mal comportamiento

 

-es mío. Me lo trajo mi papa. No puedes tenerlo- sus berrinches estaban colmando mi paciencia, quería estar tranquilo, sin que nadie me molestara, y sin embargo este niño…

 

-¿pueden callarse? Necesito silencio- estaba de espalda así que no pude ver su reacción pero de seguro se quedo como un gatito asustado

 

-¿ahhhh? ¿Quien te crees que eres gigante? Yo mando aquí. Es mi habitación- no quería escucharlo, era molesto, irritable.

 

-pues ahora somos compañeros. Deberíamos tener normas y reglas para una buena convivencia, empezando por tus cosas, ¿que es esto? ¿un basurero?

 

-pues tu tienes tu lado y yo tengo mi lado ¡confórmate imbecil!- la enfermera hace rato se había ido con el chocolate, dejándonos discutiendo a mi y a mi compañero a quien aun no he volteado a ver por seguir acomodando mis pósters. Cuando finalice y lo vi no pude haberlo imaginado más diferente: su cabello era negro, sus ojos de un color azul profundo y parecía algo delicado, pero podía defenderse bien solo.

 

-bien bien, de acuerdo. Me presentare, mi nombre es Aiden y…- ni siquiera me dejo terminar ya que se subió a su cama y comenzó a leer un manga

 

-díselo a alguien que le importe- sin mas me ignoro y yo no podía estar mas furioso. ¿Quién se creía este niño?

 

-por si no lo sabes soy mayor que tu así que debes respetarme- no estaba acostumbrado a que alguien me ignorara, por lo general todos me amaban

 

- déjame pensarlo… emm… no- y siguió como si nada, leyendo su estupido librito.

 

-pues entonces no te molestara que tome prestado tu objeto- sin mas se lo saque y lo arroje por la ventana, viendo como el se apresuraba a alcanzarlo sin éxito alguno.

 

-Mi manga… ¡voy a matarte!- sin esperar ni un segundo el salvaje se tiro arriba mío, aunque era en vano ya que lo superaba en tamaño y fuerza

 

-NOAH ANDREW BROWN SUELTA A ESE CHICO AHORA- al parecer su madre había ingresado a la habitación ya que el mas bajo se levanto y  bajo la cabeza ante su madre.

 

-mama…yo…- la castaña no lo dejo terminar ya que paso de el y me ayudo a mi a levantarme con una apenada mirada

 

-lo siento cariño. Mi hijo puede ser algo torpe y salvaje- el niño se encontraba indignado, al parecer le agradaba a la señora.

 

-No se preocupe, estoy acostumbrado a tratar con niños, tengo cuatro hermanitos menores- sabia como engañar y seducir a la gente ya que ella me miraba asombrada

 

- ¡debes ser tan buen hermano! Aprende algo de el Noah. Y por cierto estas castigado- caminando hasta el le quito toda la colección de libritos que el chico tenia y se los llevo- nada de manga para ti por tres días. Vengo en un rato- el mas bajo quería asesinarme

 

-te hare la vida miserable- dijo mientras se recostaba en su cama y me ignoraba. Este juego había comenzado y yo no pensaba perder.

 

- inténtalo si puedes, niño- susurre y cerré mis ojos. Seria una larga estadía.

  

 

Notas finales:

NOS VEMOS LA PROXIMA <3


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).