Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Heart's a Mess por Silvia_Riffie

[Reviews - 14]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Helloooo, cómo están, apuesto que pensaron que nuevamente no iban a tener 2do capítulo jajaja, pero aquí su servidora os cumple a medias si, porque no tendrá un cap extra, más que nada porque he tenido una mala semana, mi perrita se enfermó y casi la pierdo, entre otras cosas por lo cual no he estado tan bien para crear cap nuevos.


En fin disfruten!!

 


Sasuke aún pensaba en las últimas palabras de Sakura, antes de ir a besarlo, pero él no pudo contestarle el beso, horas antes había besado a Naruto. Se fue dejándola sola, aludiendo que necesitaba pensar en lo que iba hacer desde ese momento en adelante.


Sakura quedó desolada, llorando casi en gritos que fue escuchado por Sasuke al salir de la casa, escuchando los gritos de ruegos de que no la dejara sola, pero tenía que pensar, hacer lo correcto y con ella a su lado no podía.


No había dormido en toda la noche, sumamente agotado desde hace varias semanas, con el tema de la empresa en crisis, hallar alguna solución, al menos su padre estaba respirando de nuevo, más en su delicado estado de salud, era un secreto familiar, su padre había generado una enfermedad coronaria, los excesos de trabajo, la bebida y la comida le estaba pasando facturas, todo por una juventud desenfrenada. Aquella enfermedad era una de las tantas razones de jamás contarle a su familia su relación con Sakura, una asistente, y no era que en sus familias fuesen snob, era solo que a su padre e Itachi no les gustaba la chica.


La alarma comenzó a sonar con ese ruidito molesto que tenía, él siempre tuvo problemas para dormir y por ello le costaba despertar mucho más que a una persona normal que dormía sus ocho horas diarias. Apagó el martillante sonido del averno.


Una notificación de mensaje lo terminó de sacar del sopor que se encontraba su cuerpo y mente, es que ya no le podía dar más vuelta a todo lo que acontecía en su vida.


“Teme, sí, sé que es temprano para mí, pero no he dormido mucho-Ttebayo, ven a mi depto, tengamos una cita aquí, te espero para tomar desayuno, juro que no será maru-chan”


Esbozo algo parecido a una sonrisa, Naruto siempre lo animaba de maneras únicas, aceptaba que ni Sakura tenía esa capacidad de hacerlo sonreír como su mejor amigo.


Tomó una ducha de pocos minutos, se colocó un jeans negro y una camiseta blanca, y un chándal negro sobre ésta, terminando por calzarse unas tenis deportivas. Como el edificio de Naruto estaba solo una manzana más allá del suyo, en el mismo complejo de departamentos, fue caminando.


Tocó el timbre del departamento de Naruto, aunque él le había dado las llaves para que entrase en cualquier momento que quisiese, pero a pesar de los íntimos amigos que eran, Naruto era un doncel de buena familia, no merecía tener rumores extraños.


Escuchó una carrera de pasos desde el interior del departamento, la puerta fue abierta de par en par, mostrando a Naruto con la parte de arriba del pijama y para abajo nada, solo unos bóxer blancos, que apenas se podían ver por el largo de la pijama, si no lo conociese diría que era para tentarlo, pero Naruto era así, tan despistado.


Entró con rapidez para que nadie pudiese ver al rubio, le vio correr hacia la espaciosa cocina que tenía.


- Ven teme, ayúdame – Le gritó con voz desesperada, al llegar vio el mesón lleno de mezclas y cosas extrañas – No te quedes parado, ayúdame ttebayo –


- Qué experimento tratas de hacer –


- El desayuno, obvio – Dijo rodando los ojos en blanco – Sé que es un desmadre, pero te juro por mi madre que todo está rico – Se movía de ornilla a ornilla con rapidez.


- Okey, en qué te ayudo –


- Estoy haciendo desayuno occidental, ayúdame a ver el tocino –


En efecto, el rubio tenía razón, era un desastre, y aunque nada estaba muy prolijo, los huevos  fritos con tocino y hotcake con miel y un cuadrito de mantequilla, además de café recién hecho, estaba todo tan exquisito.


Comieron entre bromas y risas, Sasuke no pudo no comparar, a Sakura tan perfecta en la cocina, todo con tanta prolijidad, pero nunca lo dejaba ayudar, era divertido cocinar con alguien.


A pesar de los años de amistad con el rubio nunca cocinaba alguno de ello, ni siquiera sabía que lo hiciese, siempre pedían comida a domicilio, mientras veían películas, bebía o jugaban videojuegos de pelea.


- En qué estás pensando – Naruto observó a Sasuke tan pensativo, y callado, aunque siempre era así, pero parecía más ensimismado en su interior que lo frecuente.


- No sabía que cocinaras – Dijo pensativo, por primera vez se dio cuenta que quizás no conocía todas las facetas de Naruto.


- Teme hay tantas cosas que no sabes con respecto a mí – Naruto lo dijo soltando una sonrisita maldadosa como un zorrito asusto.


- Hay el Dobe misterioso – Dijo Sasuke moviendo sus manos y poniendo voz de miedo estilo Scoby Doo.


- Todos tenemos nuestros secretos, seguro tú tienes varios que no compartes conmigo – Naruto entrecerró sus ojos, ya más serio, algo que impresionó al moreno quién respondió casi con dolor.


- Sí, tienes razón – Acepto sintiéndose culpable de no contarle de Sakura.


- Viste, es normal – Le dio una palmada en el muslo divertido – Mientras sean secretos que no dañen a otros – Agregó, viendo como Sasuke lo miraba casi con el rostro desfigurado, entonces dijo – Aunque espera, creo que todos los secretos siempre terminan dañando a otros…


Pasaron el resto del día conversando, como un par de perezosos gatitos fueron a la cama de Naruto a poner una película y verla, cosa que no hicieron porque el rubio devoró los labios de Sasuke y éste correspondió casi hipnotizado por el sabor del menor. Tuvo que hacer acopio de todas sus fuerzas para no hacerlo suyo ahí mismo. A pesar de aquello, igual se tocaron en las partes más intimas del otro, haciéndose delirar mutuamente.


Sabía que estaba mal, sentía a cada momento la presencia de Sakura en su mente, y en cómo la estaba engañando, en el mal que estaba haciendo, pero increíblemente se sentía peor al engatusar a Naruto y aprovecharse de él.


Durmieron, parte del día, luego cocinaron de nuevo juntos, Naruto usó Ramen instantáneas para hacerlas como tallarines, con un saltado de verduras y colitas de camarones, algo rápido y delicioso.


Sasuke pasó todo el fin de semana con Naruto, le mandó un mensaje a Sakura diciéndole que tenía que hablar con ella el día lunes y que por favor no tratara de contactarlo porque estaba con Naruto.


Era un patán, la peor escoria del mundo, lo sabía con una claridad que lo asustaba, pero ya había tomado una decisión y no iba a cambiar a pesar de que su corazón le decía que no dejara a la mujer de su vida por Naruto y él dinero de la familia de este, iría al infierno por infeliz.


Sakura estaba que echaba espuma por la boca, su amado Sasuke, su perfecto novio le había bloqueado su número de teléfono para evitar que pudiese llamarlo, qué estaría haciendo con Naruto todo un fin de semana.  De solo pensarlo gritaba y lanzaba lo que había frente a ella al otro extremo de su casa, pensando, imaginándose a ese asqueroso doncel sobre su hombre.


Antes nunca le importo lo que hiciese Sasuke con ese chico, a pesar que habían salido de vacaciones solos, por casi un mes a Europa, ella nunca temió porque era su mejor amigo. Mierda, con razón había mujeres y donceles que desconfiaban de los amigos de sus parejas, pero ella no quería ser igual a esas personas, ella creía en Sasuke.


Tenía mucho miedo… el viernes en la noche no correspondió el beso su amado, se había ido abandonándola.  Quiso golpearlo por idiota, por cobarde, se sentía traicionada, Sasuke siempre dijo que tenían que ser muy cuidadosos con su noviazgo, ella nunca preguntó la razón, le hizo caso, le gustaba ser un misterioso secreto, al principio, al pasar los años quería hacerlo público, quería su lugar, no solo ser su asistente frente a los demás.


Por qué debía amarlo tanto y por ese amor estaba dispuesta a dejarlo todo y destruirlo todo, si eso hacía que Sasuke se quedara a su lado.


Lunes llegó en nada, Sasuke no fue por Sakura a su casa, como todos lunes a buscarla, no, simplemente fue directo a la oficina, donde su padre y hermano lo esperaban. Agradeció no ver a su ¿ex? Novia, no sabía los términos con ella. Solo no quería serle infiel a nadie, ni traicionar a nadie, porque él definitivamente no era esa clase de personas, de esa nauseabunda como se sintió todo el fin de semana.


- Bribón pasaste todo el fin de semana con Naruto – Su padre lo molestó, dándole un golpesito feliz de saberse familia de los Namikaze y mas saber que su empresa se salvaría de la banca rota – Nunca pensé que Minato Namikaze, me salvara de la quiebra – Era bien sabido que no se llevaban bien – Que bueno que eres amigo de Naruto –


- Prometido – Corrigió Itachi – Agradezco eso – Refiriéndose al hecho de haber aceptado ser el novio de Naruto.


- Tranquilo, no había otra opción – Dijo a su hermano con una sonrisa débil.


- Hablé con Minato – Sus hijos pusieron atención  a su padre – De hecho no están complicado hablar con él, una vez que eres educado con él –


- Padre – Itachi habló con voz de censura – Cómo pudiste hablarle mal a Minato-San, con razón  no quería nada contigo –


- Sasuke, lo preguntaré solo una vez, estás seguro que deseas casarte con Naruto, sé que estamos en posición muy delicada, pero no quiero que te sientas obligado –


- Papá, ya dije que sí, pasé todo el fin de semana con Naruto, incluso hablamos del matrimonio -  Su padre era un buen hombre, estaba envejeciendo y enfermo, necesitaba ayudarlo, en ese difícil momento.


- Que bien porque con Minato hablamos de eso, creemos que entre más luego sea el matrimonio mejor –


- Qué tan luego –


- No sé, depende de qué tipo de matrimonio soñado tenga Naruto – Respondió Fugaku a su segundo hijo.


- Sakura, buenos días – Fugaku dijo a la recién llegada – Por favor llama a Minato Namikaze, dile que los invitamos a cenar, por favor reserva un bonito lugar –


- Sí se señor – Sakura llegó justo cuando decía “Matrimonio Soñado”


- Mira, hablando del diablo – Fugaku saludó a Naruto quién hacía ingreso junto a Shikamaru Nara.


- Buenos días a todos – Naruto se acercó a Sasuke para besarlo en los labios – Buenos días otra vez – Le sonrió pícaramente, haciendo reír a Sasuke por la cara coqueta de su novio.


Los demás sonrieron al ver como interactuaban la pareja, Shikamaru miró a Sakura y luego a la pareja de caramelitos. Eso era muy incomodo y problemático en partes iguales, miró a Naruto tan despistado como siempre, tendría que hablar con Sasuke.


- Señor Uchiha, vengo con los términos para la asociación – Informó el Nara, el “segundo” Mejor amigo de Naruto. Aunque Shikamaru se consideraba el primero, porque era obvio que para Naruto, Sasuke era el amor de su vida desde que eran unos niños.


- Claro, claro, entonces Naruto vienes en representación de tu padre –


- Sí, él tenía reuniones con unos alemanes –  Explicó, colocándose las gafas de lectura – Me gustaría que pudiéramos discutir los términos hoy y ver si hay en lo que debamos colocarnos de acuerdo –


- Sakura puedes pedir que no hagan llegar café – Ordenó sin mirarla Fugaku


- Té para mí – Shikamaru pidió.


- Si pudieras por favor pedir un té jazmín te lo agradecería mucho – Pidió el rubio.


- De inmediato – Sonrió a todos pero sin dejar de mirar a Naruto, de tal forma que lo hizo sentir incomodo.


- Pasa algo –  Inquirió pensando que su pedido de té la había molestado, aunque para él Sakura siempre había sido una chica simpática y amable.


- No, solo pensaba en cómo sería su matrimonio soñado, soy mujer usted sabe – Dijo con una voz de falsa curiosidad que Sasuke detectó haciendo que soltara una maldición mental, molesto con aquello.


- ¿Mi matrimonio soñado? – Naruto dijo desconcertado, pensó y momento para luego decir – No tengo uno, seré doncel pero no he soñado con esas cosas ¿tú sí? – Cuestionó interesado en conocer la respuesta de la asistente.


- Oh claro, tengo hasta el último detalle planeado, supongo que todas soñamos con eso, ¿En serio nunca lo ha pensado? Extraño para ser un doncel, todos mis amigos y amigas saben cómo sería su matrimonio soñado –


- No – Contestó seguro – Sasuke has pensado en eso – Miró a su novio


- Claro que no, por qué pensaría en eso, antes del viernes – Respondió sincero – Nunca había pensando en el matrimonio antes, a todo esto no hay algo en especifico que quieras en nuestra boda – Lo dijo porque ciertamente quería complacer a Naruto y por supuesto que también castigar el hostigamiento de su ex novia.


Sakura casi rompe el boligrafó que tenía a en su mano por las palabras de su amado, mientras que Naruto negaba con la cabeza y se prestaba a hablar.


- Creo que es egoísta ¿no?, tener todo planeado y no pensar en los deseos de tu pareja – Sonrió a la chica – Mi matrimonio soñado, si lo pienso bien, es uno que planeé con “Mi” Sasuke – Terminó sonriendo tomando la mano de Sasuke amorosamente.


- Chica ve  hacer lo que te dije – Fugaku movió la mano para que saliera de ahí, harto de su presencia. No sabía la razón por no gustaba de la muchacha había algo en ella que ciertamente lo incomodaba.


Sasuke vio como Sakura salía de ahí tratando de no llorar de ahí, la conocía tan bien, seguramente sería otra pelea. Estaba en completo conocimiento de cómo ella quería realizar su boda, sus sueños, pero tampoco le consultó qué quería él para ese día tan importante, y por primera vez lo pensó bien, en aquella relación venida a menos siempre escuchó los deseos, sueños y anhelo de Sakura, pero cuáles eran los suyos propios.


Shikamaru soltó una broma que el Uchiha no escuchó bien, aunque lo agradecía seguramente lo hizo con el afán de ayudar  alivianar el ambiente luego de las preguntas de la chica.


Se enfrascaron en leer los documentos, a pesar de todas las cosas que el rubio tenía,  Naruto era un excelente doncel de negocios, más que competente y un digno represente de las empresas de su padre, era un trabajo arduo, porque Minato había hecho la entrega de los fondos pero sin especificar los términos de dicha entrega.


La mujer pidió los café y los té a la encargada de cafetería, mientras ella iba al tocador, una compañera le preguntó si se encontraba bien, estaba pálida y con los ojos brillante, si ni siquiera fue capaz de responderle, porque su garganta dolía, su cuerpo sudaba frío, su vientre dolía por el nudo de nervios que hervía en su interior. Se escondió en uno de los cubículos mientras mordía un pañuelo que era de su novio, para no gritar, nadie podía quitarle el amor de Sasuke, era su maldito novio, porqué no estaba a su lado, se preguntaba cuánto más tenía que dar para tenerlo a su lado, cuántos sacrificios más la vida, Dios, Satán quién fuese le estaba exigiendo para tener a su Sasuke-Kun con ella.


Luego de limpiar sus lagrimas y nariz, fue al espejo arreglarse un poco, agradeció llevar maquillaje a prueba de agua, caminó con toda dignidad de vuelta a la oficina para comenzar a digitar todo aquel maldito acuerdo. Si alguien se percató de su estado nadie dijo nada, Sasuke ni la miró, eran como si una espada o un rayo atravesara su cuerpo ante la frialdad e indiferencia del hombre que amaba que en esos momentos se entretenía hablando con el novio oficial.


Sakura tomaba nota, junto a otra asistente de Itachi, aceptaba de malas ganas, que Naruto no era el idiota que ella pensaba para su sorpresa, había tratado pocas veces con él, tenía una impresión del rubio  a través de las cosas que Sasuke decía, que Naruto era un descerebrado, un idiota, un despistado, casi un ser asexual, pero ahí dentro de ese despacho era un tiburón de temer, bastante capaz, y por supuesto para nada asexual, si parecía una sirena muy consciente de sus encantos y cómo utilizarlos, no podía estar segura, porque cuando pensó que lo había atrapado salía con algo complemente inocente haciendo reír a todos dentro, claro menos a ella.


Sakura se cambió ropa colocándose un suéter de Sasuke sobre su ropa interior, luego se desplomó en el sofá de su desordenado y destruido hogar para esperar a Sasuke, sabía que iría a visitarla. Su casa estaba destruida era la mejor forma de sacar el dolor y la furia que sentía, la mejor forma de hace sentir culpable a su amado por todo el daño que le había provocado su cobardía y jugaría sus cartas para primero hacerlo sentir culpable, para así que volviese a ella y luego lo llevaría a la cama, odiaba pasar la noche sola, sin el calor de su novio a su lado, sentir su fuerte y fornido pecho abrazándola, era lo correcto.


El Uchiha llegó a casa de Sakura pasada la media noche, cenó junto a su padre, hermano, el novio de éste, su prometido Naruto y los padres de éste. Se enfrascaron en conversaciones amenas de cómo sería el matrimonio, hasta la fecha había sido designada para su nerviosismo y preocupación, que quedaron en segundo lugar al ver la hermosa sonrisa de Naruto ¿Cuándo se había vuelto tan hermoso?


Tocó la puerta, no quiso abrir con su llave, ya no tenía derecho de hacerlo, no era un hombre que jugase a dos bandos, Sakura merecía ser feliz, él creyó poder hacerla feliz, pero las vueltas de la vida imposibilitó esa opción, ahora debía hacer una de las cosas más dolorosas de su vida luego de perder a su madre, dejar ir a la mujer que amaba.


- Tienes una llave, podrías usarla – Sakura dijo luego de abrir la puerta con un aspecto deplorable.


El Uchiha ingreso al lugar siguiendo a la mujer hacia el salón, parecía que un huracán había destrozado un lugar. No supo cómo sentirse, nunca pensó que Sakura perdiera así los estribos eso lo descolocó, le estaba haciendo mal.


 – No puedo creer que bloquearas mi número, piensas que soy una loca que te llamaría cien veces – Recriminó con voz dolida y ofendida.


- Acaso no lo hiciste – Sasuke levantó una ceja molestándose - El registro de llamadas filtradas me mostró sesenta y siete llamadas, si eso no es de alguien que está fuera de sus cabales, no sé lo que es -


- Cómo pudiste hacerlo – Insistió Sakura – Soy tu novia, la mujer que amas, cómo pudiste hacerme esto, dejarme sola -


- Estaba con Naruto – Contestó como si eso cortara todas las demandas de la mujer.


- Naruto esto, Naruto lo otro, quién se supone que es en tu vida, no soy yo, no es la persona que amas, es un maldito que se aprovecho de la desgracia de tu familia para atraparte – Gritó histérica.


- Sakura, no digas eso, Naruto no es manipulador ni aprovechador, ni siquiera fue él quien propuso esto, fue su padre – De inmediato defendió a su Dobe del ataque de la chica – Además Naru es mi prometido, y mi mejor amigo sobre todas las cosas –


- Y yo la mujer de tu vida – Vociferó muerta de dolor, harta de escuchar tanta devoción para un maldito doncel oportunista.


 Sasuke soltó un suspiro que estaba reteniendo desde el momento que cruzó el antejardín, ya no quería seguir esa conversación sin sentido – Sakura, lo siento, tenemos que terminar – Dijo resuelto viendo como la mujer lo miraba sin poder creer lo que escuchaba – No soy un maldito para estar con ambos, tomé una decisión me casaré con Naruto, es lo correcto terminar –


- Pero no lo ames – Se llevó las manos a la cabeza desesperada – Por el amor a tu difunta madre, vas a sacrificar tu vida solo por salvar tu empresa, no amas a ese chico, me amas a mí – Lloró, tomándolo de las manos –Me amas, me amas, soy la mujer de tu vida, tu novia, hemos estado cuatro años maravilloso juntos cómo puedes tener corazón terminar con nuestra historia de amor -


- Quizás no lo amo como a ti, pero le quiero lo suficiente para vivir mi vida a su lado – Volvió a pasar por alto sus suplicas, su interior dolía, no quería verla sufrir ni que llorara por él, nolo merecía


- Eres un cobarde de mierda – Chilló golpeándolo desesperada – No puedes dejarme -


- Si eso te hace sentir mejor, lo soy, pero debemos dejar de estar juntos, por el bien de todos, ten – Le paso la llave que tenía de la casa, atrapando una de sus manos para ponerle la llave en su palma.


- No, por favor no, mantenla, como parte de esto que fue nuestra historia de amor –


- No la volveré a usar Sakura –


- Solo atesórala, por todos los momentos felices que tuvimos –


Sasuke cerró la puerta y Sakura se desplomó en llanto pero jamás se rendiría, no iba a perder el amor que amaba, menos por un sucio dinero ni por un maldito doncel.


Los días pasaron en nebulosa, Sakura hizo todo lo posible para hacer recapacitar a Sasuke al punto de acosarlo, pero desde la inyección de dinero de parte de los Namikaze, Naruto comenzó a trabajar ahí, en la misma oficina con el Uchiha, incluso la compartían como asistente, porque el asistente de Naruto estaba de vacaciones.


Así que escuchaba sobre sabores de tartas, flores, invitaciones y otras cosas, odió cada segundo de ello, y Sasuke parecía disfrutarlo por completo, incluso hacían bromas de cómo sentar a los invitados, discutiendo quienes serían los padrinos, y las parejas de honor.


Sakura se dio cuenta de que al estar en la sombras todo su noviazgo no fue una buena idea, no tenía relación con las amistades de Sasuke, ni con sus familiares, lo peor de todo era descubrir que había tan pocas cosas que conocía de él. Naruto conocía todo aquello, incluso sabía de las cosas que su ex novio amaba y odiaba, era algo increíble.


Nunca en sus cuatro años de noviazgo supo que Sasuke gustaba de los tomates, tanto como para que Naruto pidiese cocteles de bloddy mary para la recepción, como también botonas y petit four a base de aquella fruta. Maldición incluso habían ido a clases de baile, porque Sasuke tenía dos pies izquierdos, él que siempre se negaba a bailar porque no quería reconocer que no tenía el ritmo.


Frustración que llegaba hasta la estratosfera era lo que sentía Sakura, su corazón pesaba.


En aquellos días había conocido tanto sobre Sasuke, sus amistades y familiares, sus secretos, tanto, que si movía bien sus cartas, quizás podría encontrar la forma de ser amiga de ellos, de ser parte del círculo, pensaba con añoranza.


La boda era algo inevitable, todo estaba de viento en popa a pesar de hacer tanto para sabotearlo, de incomodar a Naruto y a Sasuke, siempre su tiro salía por la culata.


Sería un matrimonio tradicional japonés, con una hermosa recepción un poco más occidental.


Sasuke estaba contento, el matrimonio era una hermosa planeación de ambos, Naruto y él había acordado todos los puntos, pensó que sería algo fastidioso, siempre en las películas, novelas y series, incluso en los programas de bodas, le quitaban el protagonismo a los varones, porque Las novias y los novios donceles, eran los protagonistas, pero en su matrimonio lo eran los dos.


El gran día llego, Sakura se había esmerado en verse hermosa, un hermoso vestido de encaje en un tono que nadie se atrevería usar porque solo estaba destinado para la novia o novio doncel, sí efectivamente blanco, aunque el de ella era un tono más bien gris perlado, pero muy parecido a un tono blanco, lo hizo con esa intención, solo para golpear a Sasuke en su maldito día más importante, ese  día que debió ser junto a ella la mujer que amaba.


Llegó al lugar con tardanza, no tanto como lo haría el novio, pero lo suficiente para que todos la vieran, la cara de Sasuke había sido un poema, quería reír, el vestido era muy estilo vestido de novia en corte A, solo que tenía un cinto negro con pedrería, accesorios y tacones en el mismo tono, porque también una parte de ella estaba de luto


Sasuke pensó que Sakura había perdido algunas tuercas, muchos la miraron sorprendido por el tono del vestido, sabía que era un castigo para él, seguramente para refregarle en la cara que era un cobarde, porque no la había elegido, podía ver el dolor en sus hermosos ojos verdes, ¡maldición! se veía hermosa.


Sakura sonrió con triunfo viendo como el moreno la miraba con añoranza, aún había esperanza, una existía amor entre ellos. Pero su triunfo murió de inmediato cuando la mirada del Uchiha dejo de prestarle atención para enfocarla en la persona que venía a sus espaldas, y Sasuke parecía embalsamado ante lo que veía, se giró sin poderse controlar.


Naruto hizo entrada junto a su padre, vestido con un hermoso kimono blanco de la más fina tela con hermosos bordados en el mismo tono, un gorro blanco que fungía como velo, un delicado abanico que tenía el emblema de la familia Uchiha y de él caían bellos cerezos en flor.


El fin pensó Sakura, el amor de su vida dejaría de ser libre, pero no por ello muerto, dejaría que Naruto fuese feliz solo por ese día, luego se encargaría de hacerle pagar haberle quitado al amor de su vida.


 

Notas finales:

Gracias por su continuo apoyo os quiero 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).