KIM NAM JOON:
Kim Namjoon se quedó observando el teléfono que acababa de dejar en la mesa. La conversación que recién había mantenido hizo que su estómago se contrajera por los nervios y la alegría que sentía en ese momento. Esto era el primer paso para conseguir lo que siempre había querido.
Se tenso al oír la puerta de su casa abrirse. Unas risas inundaron el lugar y se sintió mal ya que en unos minutos iba a estropear el buen estado de ánimo de su familia. Pero no podía postergarlo, tenía que ir a los edificios de la compañía al día siguiente según lo que le habían dicho recién. No tenía tiempo para preparar a su familia para la noticia. Su madre iba a ser quien más disgustada estaría. Ella siempre odio que le interesara la música. Quería que se enfocara en sus estudios y tuviera, según ella, un trabajo real.
Los nervios en su estómago empeoraron al levantarse y salir de su habitación. Se regañó internamente. Nadie diría que era un alfa en esos momentos. Tenía que dejar de comportarse como un animal asustado y enfrentar a su madre. Era su sueño lo que estaba en juego. No podía dejar pasar esta oportunidad por nada del mundo.
- Hemos comprado pastel de chocolate. - La exclamación de su hermana le hizo sonreír a pesar del malestar creciente que sentía.
- ¿Quieres un trozo?- Oyó la contenta voz de su madre desde la cocina. Afirmó mientras se sentaba en la mesa junto a su hermana. Su madre no tardó en venir con tres platos y empezó a cortar el pastel que ya estaba en la mesa. - ¿Y esa cara?- Namjoon se tensó. A pesar de ser beta y no ser capaz de oler las feromonas, su madre siempre sabía en que humor se encontraba el alfa. Decidió no darle más vueltas al tema y quitarse la tirita de golpe.
- Hoy me llamaron de una compañía a ofrecerme la posibilidad de formar parte de un posible grupo y pensaba en que podía aceptarlo.- Fue directo al grano y supo enseguida que fue una mala idea por la mueca disgustada de su madre.
- Pensé que ya te había dejado claro mi opinión sobre el tema.
- Lo sé, pero está oportunidad es lo que llevo esperando toda la vida.
- Eres muy joven para usar esas expresiones. No sabes nada de la vida Namjoon. Mi respuesta es no.
- Pero…
- No voy a cambiar mi opinión Namjoon.- La severa voz de su madre le hizo temblar pero no iba a echarse atrás
- Yo tampoco, madre. - Hizo uso de toda su fuerza de voluntad para no despegar su mirada de la de su madre. Se mordió la mejilla por dentro preguntándose cómo era posible que el alfa fuera él y no ella.
- Bien. - Dijo ella después de unos muy largos segundos de retarse con la mirada. - Quieres forjar tu camino como rapero? - Apretó los labios ante la forma tan despectiva con la que pronunció la última palabra. - Adelante. Eso sí. Como eres tan maduro para tomar esta decisión, supongo que también lo serás para llevarlo a cabo sin ayuda de nadie. Por que ya te digo yo, Namjoon, que si tanto quieres esto, aprenderás lo difícil que es porque no pienso ayudarte en esta tontería.
- Bien. - Dijo tosco, disimulando el miedo que sentía en ese momento.
- Lo haré.
- No durarás ni tres semanas y estoy siendo generosa porque se que eres terco.
- Sí, soy terco.- Dijo sin emoción en su voz, disimulando lo mucho que esto le estaba afectando. No iba a rendirse. Le iba a demostrar que no lo haría. Algo le decía que no podía desperdiciar esta oportunidad por nada del mundo.
MIN YOONGI:
Creo que es buena idea. - Ignora la voz de su hermano y sigue con los tiros a la canasta. Necesita hacer algo de ejercicio para relajarse. Un malestar en su estómago llevaba fastidiando desde que salió de la reunión con Bang Si-Hyuk. - Vamos Yoongi-shii, es una gran oportunidad.
- Yo no valgo para ser idol.- Dijo ya harto de que su hyung le molestara con el tema. - Quiero producir música.
- Y puedes hacerlo. Si tendrás que rapear, pero eso te gusta.- No se rindió. No iba a dejar que su hermano desperdiciara esta oportunidad sólo porque era ligeramente distinto a lo que se había imaginado en un principio.
- Sí.- Dijo de mala gana.- Pero también bailar y tener… aspecto de un idol. La imagen y todo eso. No quiero dejar de ser yo para poder componer, quiero componer siendo yo mismo. Tratar temas que realmente me importan, de la forma que quiera. Sin máscaras o censuras.
- Pues hazlo. Puedes ser idol y tú mismo, Yoongi.
- A la gente no le va a gustar el yo real.
- Eso no lo sabes a menos que lo intentes. ¿Además que puedes perder? Siempre puedes dejarlo si no te convence.
Yoongi dejó caer la pelota mientras reflexionaba. Lo que había dicho su hermano era verdad. Si veía que esa vida no era para él siempre podía dejarlo. No había nada en el contrato que le había dado el jefe de Big Hit que dijera algo sobre permanencia fija.
Se mordió el labio nervioso. Siete personas en un departamente enano y encima siendo alfas no ibas a ser nada fácil. Su lobo gruñó de acuerdo pero para su sorpresa no había desagrado hacia la idea. De hecho, su parte animal llevaba agitando la cola contento desde que Bang Si-Hyuk se puso en contacto con él. Tenía que admitir que su parte humana también estaba emocionada ante la idea de poder producir música. Sería complicado llegar al punto en el que la compañía le permita hacerlo con libertad pero no se iba a rendir en ese tema. Si aceptaba la propuesta de Big Hit lo iba a dar todo para conseguir su sueño.
Con una última mirada a su hermano mayor cogió el móvil para llamar a su futuro jefe. Su hermano sonrió mientras le veía hablar por teléfono. Le iba a echar de menos pero algo le decía que esta decisión era la correcta para su hermano. Esperaba no estar equivocado.
JUNG HOSEOK:
Jung Hoseok bajó la mirada al contrato que tenía delante. No estaba muy seguro de esto. Es decir, le gustaba la parte de bailar pero no estaba tan seguro del resto de cosas que conllevaba ser un idol.
- Piensatelo bien. Es una decisión importante.
Asintió al que podía ser su jefe a partir de unos minutos y volvió a leer el contrato. Mentiría si decía que no estaba emocionado. Era una gran oportunidad. No había muchas posibilidades de éxito más allá de las animadas palabras de Bang Si-Hyuk pero ya era más de lo que muchos conseguían.
Pensó en sus antiguos grupos de baile. No habían conseguido mucho mientras estaban juntos pero gracias a ellos estaba hoy aquí, siendo alabado por este alfa, que le dió respeto desde el minuto cero, por sus dotes artísticas.
Un ligero revoltijo en su estómago le dio ánimos a coger el bolígrafo. Sonrió mientras firmaba los papeles. De repente, y sin saber la razón, sentía mucha esperanza de que esto saldría bien.
- Cuántos seremos en el grupo?- preguntó al alfa delante suya.
- No está confirmado todavía. - Contestó el mayor con una sonrisa enorme por la aceptación del bailarín. - Por ahora sois tres confirmados. Mi idea es que seáis siete pero aún no he tenido la reunión con el resto de escogidos.
- ¿ Y dice que viviremos en el mismo apartamento?
- Sí. No será muy grande y no podemos permitirnos lujos desde el principio, así quiero que sepáis desde el principio que todo lo que vos daremos vos lo habréis tenido que ganar previamente.
Hoseok asintió animado. Echaría de menos a su hermana pero le parecía bien el vivir juntos. Si iban a ser un grupo no había mejor forma de conocerse que esa.
La alegría le inundó. Unos días antes estaba triste por que la compañía de JYP Entertaiment le había rechazado y había ido a las audiciones de Big Hit por pura casualidad y sin demasiados ilusiones de ser aceptado. Ahora estaba ahí, con un contrato recien firmado. Era verdad que no era exactamente lo que había esperado, él había audicionado principalmente para ser bailarín, pero sorpresivamente esta nueva idea de ser idol no le desagrada. Algo en su interior le dice que es la decisión correcta.
Daría todo de si para que funcionará. Ya tenía ganas de conocer al resto del grupo.
PARK JIMIN:
No le iban a coger. No le iban a aceptar. Lo había hecho fatal, era imposible que siquiera considerarán aceptarlo cuando su voz se había quebrado tantas veces durante la audición. Se rascó la nuca y una angustia que no entendía se apoderó de sus adentros.
No sabía que le pasaba. No importaba si no le cogían. Era la primera vez que audicionaba para una compañía y sólo lo había hecho porque uno de sus profesores de baile se lo había recomendado.
Le había hecho ilusión. Claro que sí. Pero su mundo no iba a terminar sólo porque no lo aceptara la primera compañía a la que intentaba entrar. Podía seguir practicando y presentarse otra vez a esta o otra compañía en un futuro en el que fuera mejor cantante y bailarín.
Pero su lobo no estaba de acuerdo. Llevaba soltando pequeños gemidos desde un rincón escondido de su mente reclamandole no haber practicado más, no haberlo hecho mejor. No entendía la obsesión de su parte animal con el tema. Llevaba eufórico desde que supo de estas audiciones y no sabía porqué era tan importante para él ser aceptado.
Regañó a su lobo por ponerle más nervioso de lo que ya se encontraba e intentando ignorar sus lamentos miró al resto de personas en la sala. Todos parecían nerviosos mientras esperaban los resultados. Los miembros del staff les habían dicho que publicarían los resultados en internet para los que tuvieran que irse después de la audición y que no era necesario quedarse ahí esperando, pero varias personas decidieron quedarse para saberlo lo más pronto posible. Todos estaban muy ilusionados, hablando con sus acompañantes o entre ellos. La familia de Jimin no podía venir por trabajo y él era demasiado tímido como para acercarse a hablar a alguien.
Suspiró. Había visto las audiciones de algunos de los participantes. Había algunos realmente increíbles. No sabía cómo había podido pensar que tenía alguna posibilidad de pasar la prueba. Él no era ni de cerca tan guapo y delgado como lo eran algunos de los participantes. La imagen era imprescindible para ser un idol. Por no hablar del baile. Le encantaba bailar y se le daba bien pero alguno de ellos eran realmente increíbles. Su lobo se tapó con las patas y lloriquea más fuerte todavía.
Una beta sale de la sala de reuniones y cuelga la hoja de los seleccionados en el panel de anuncios. Jimin se queda estático sin poder moverse. Poco a poco ve cómo la gente va pasando para ver la hoja y salen desilusionados de la sala.
Cuando ya no hay nadie, coge impulso con todas sus fuerzas y se acerca al panel. Sus ojos se abren sorprendidos y su lobo aúlla contento al ver PARK JIMIN en la sección de seleccionados.
KIM TAE HYUNG:
No sabe por que su lobo está tan nervioso. Se pasa la mano por el pelo estresado mientras ve cómo su amigo hacía la audición. Se muerde el labio con fuerza. Le pica la nuca y siente como su lobo se está descontrolando mientras salta de alegría. Le manda a callar y sonríe como puede a su amigo, quien se acerca a él un poco desilusionado.
- Te ha salido bien.- Dice al ver la decepción en sus ojos.
- No tengo muchas esperanzas la verdad. Dijeron que ya me llamarían si me seleccionaba y ya sabes que eso no es una buena señal. - Tae asintió pensando en que tenía razón. Tenía que pensar en cómo animar a su amigo. Él tenía mucha ilusión con esto.
Una miembro del staff se les acercó con prisa y le hizo una señal a Taehyung de que le siguiera. Extrañado se levantó después de lanzarle una mirada a su amigo quien tampoco sabía que estaba pasando.
- Perdona, ¿a donde vamos? - Preguntó algo nervioso.
- Es tú turno.- Dijo la chica mirándole como si fuera tonto.
- Ah - exclamó, - yo no audiciono.- Dijo con una sonrisa tímida.
- ¿En serio? Es una pena. ¿Seguro que no quieres probar?
Iba a negarse pero su lobo le gruñó enfadado ante la posible negativa.
- Bueno yo… tendría que preguntar a mis padres y…
- Hazlo, pero date prisa. Estamos a punto de terminar.
Taehyung asintió con los nervios inundando su estómago. Miró a su amigo quien le miraba confundido desde la fila de candidatos y le dijo con gestos que no pasaba nada. El otro alfa asintió más relajado al saber que su amigo estaba bien y se fue a sentar en un banco al ver que Tae iba a tardar un rato más.
Taehyung llamó a sus padres convencido de que se iban a negar pero para su sorpresa aceptaron cuando les insistió en que sólo sería una prueba de nada y que tenía pocas posibilidades de pasarla.
La audición fue bastante singular. Llegó hasta tocar el saxofón. Tenía que admitir que fue bastante divertido a su manera. Cuando terminó, decidieron ir con su amigo a tomar un helado mientras se reían del “Ya te llamaremos” que ambos había obtenido e ignorando el lloriqueo de su lobo.
Unas semanas después, estaba sentado en el metro con su padre yendo a la compañía de Big Hit a firmar un contrato que cambiaría toda su vida.
JEON JUNG KOOK:
Sólo tenía trece años. Estaba harto de que le recordaran su edad a cada rato. Comprendía que sus padres estaban preocupados pero ya estaba harto de que no tuvieran su opinión en cuenta. Sabía lo que quería.
Quería entrar en Big Hit, al mismo grupo que Rap Monster. Desde que lo había visto por primera vez algo en su cabeza le dijo que tenía que ir donde el alfa mayor estaba. Era como un instinto extraño que no podía entender y desde que le había escuchado se había enamorado de la forma en que el alfa rapeaba. En sólo un encuentro le había comenzado a admirar muy fuertemente.
Sus padres no entendían su obstinación por entrar en el grupo de una compañía que bien podría cerrar en cualquier momento. Ya era difícil para ellos saber que perdería tiempo de estudio para cumplir este sueño tan extraño como para encima empeñarse en entrar en una compañía arruinada que no le garantiza ningún futuro. Le habían apoyado desde el principio en todo pero esto era algo que tenían que hacerle entender. Tenía varias opciones y estaba a punto de aceptar una de las peores.
- Quiero esa. - Dice de nuevo el alfa menor señalando el contrato con Big Hit.- Es mi carrera, tengo derecho a decidir.
Pero hay muchas opciones mejores, cariño.- Dijo su madre desprendiendo feromonas para calmar a su marido e hijo al ver que ambos alfas estaban alterados. Los dos eran muy tranquilos pero cuando se les metía algo en la cabeza podían ser muy tercos. Suspiró cansada, agradeciendo el ser omega y poder calmar a ambos con sus feromonas.
- Pero quiero esta. Por favor, confiad en mí.
Sabía que no podía prometer nada a sus padres ya que no tenía ninguna seguridad de que las cosas funcionaran bien. Pero su alfa le decía que insistiera, que no dejara esto pasar y él era demasiado joven como para comprender del todo a su alfa ya que su despertar fue muy temprano. Lo único que sabía era que la mejor opción en los casos en los que este se ponía tan pesado era ceder. Además, en este caso su parte racional también quería entrar en Big Hit.
Sus padres se miraron entre ellos. Estaban cansados de esa conversación. Llevaban días así y ya era hora de que alguien cediera.
- Está bien. - Dijo su padre molesto. - Pero si esto afecta a tus calificaciones tendremos un problema muy serio, Jung Kook.
El alfa menor asintió contento. Sus notas no eran muy buenas de por si pero haría un esfuerzo para que sus padres no se arrepintieran. Con una enorme sonrisa vió como sus progenitores firmaban el contrato de Big Hit.