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Ringoring por gonwaifu

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Notas del capitulo:

No hay Advertencias.

Leogon, Killugon y Leopika. 

Era un día cálido, reconfortante, con el sol en su punto máximo dando al panorama un caluroso día de verano en el lugar en el cual nuestros cuatro protagonistas estaban.

 

Kurapika y Leorio habían ido a visitar a sus querido amigos los cuales no habían visto desde hacía bastante tiempo puesto que ellos eran muy aventureros y curiosos además de su ligera hiperactividad, era casi imposible pararlos. Salvo ese día.

 

—Que calorrr. —Jadeo Leorio con el maletin apoyado en su hombro mientras sudaba como si se tratara de un perro lo cual hizo reír a Killua quien usaba su patineta para ir un poco más rápido dejando por un momento atrás a Gon. —Pues es tu culpa viejo, ¿Quién demonios usa traje formal en un día tan caluroso como hoy? —Sacó su lengua cómicamente haciendo al moreno fruncir el ceño y juntar sus dientes con molestia. —Cállate mocoso, ugh. —Ladró con mala cara a punto de agarrarlo y darle un merecido golpe el cual decidió hacer pero el albino fue más rápido y avanzó con su patineta, impulsandose un poco más haciendo a Leorio casi caer de bruces si no fuese porque Kurapika lo sostuvo antes.

 

Killua se burló de él y avanzó poniéndose a la altura de Gon quien también se burlaba sólo que en voz bajita.

 

—Leorio, por favor, es nuestro amigo que no vemos hace tiempo y ya quieres golpearlo. — Habló el Kuruta haciendo al mayor fruncir el ceño más de lo que estaba. —¡Él solo se lo busca! —Exclamó refunfuñando caminando nuevamente haciendo puños sus manos. —Tranquilizate ¿Sí? —Le dijo en un tono que parecía ser de orden pero no recibió respuesta.

 

—Nee... Kurapika, Leorio ¡Vayamos a comer helado! — Dijo un jadeante Gon también algo sofocado por tanto sol que había ese día. Hacía un momento se había quitado su chaqueta verde de siempre por lo que ahora solo llevaba una camiseta sin mangas y con cuello alto color blanco. Los mayores se miraron y asintieron un poco perplejos al no haberseles ocurrido algo tan simple para combatir el calor. —Vamos Gon. — Respondió el ojigris adelantándose siguiendo al pequeño cazador quien seguía a Killua el cual hacía piruetas con la patineta. —Oi... ¡Aquí está el lugar! — Aviso el albino pues se había adelantado bastante. Unos segundos después llegaron los demás, quienes sudaban y jadeaban a excepción de Gon quien sólo estaba algo abrumado.

 

—¡Sugoi! —Exclamó el azabache de reflejos verdes viendo la gran heladería frente a ellos.

 

—Se ve excesivamente grande y caro. — Comentó Leorio bajandole la emoción a todos de un momento a otro.

 

–¡Leorio! No seas aguafiestas. — Gon reclamó haciendo un puchero. —Es cierto, además no importa, podemos usar las licencias y listo. — Comentó rodando los ojos el Kuruta quien siguió a Killua el cual ya había entrado a la tienda hacia bastantes segundos.

 

Leorio gruñó y se adentró también al lugar escuchando un sonido que avisaba su entrada al local, sintiendo el aire acondicionado envolver su ser haciendo que diera un relajante suspiro.

 

—Me da uno de chocolate, otro de menta con chispas de chocolate, uno de vainilla y otro de fresa. —Pidió Killua y la chica de la caja asintió un poco nerviosa viendo de reojo a Kurapika quien no se dio cuenta de las miradas que esta le dedicaba.

 

Leorio notó eso y frunció el ceño, acercándose al rubio y rodeando su cintura con su brazo haciendo al Kurta enrojecer por aquello. La chica abrió un poco más los ojos y le dejó de prestar atención. —Rioreo ¿Que haces? —Una sonrisa pícara se instaló en el rostro de Killua a quien de la nada le salió una cola de gato por detrás moviéndola juguetonamente.

 

Kurapika se alejó un poco incómodo. —Cállate Lukia. Solo hacía algo que no te incumbe. —Una venita salió en su frente mientras que observaba a Kurapika con una mueca extraña que le partió un poco el corazón.

 

—Aquí tiene. —Gon recibió los helados y los repartió entre todos mientras Killua pagaba. —¿¡Eh!? ¡¿Por qué yo el de fresa?! — Reclamó el moreno mayor, el día le estaba yendo de mal en peor. —No reclames que te lo compré yo. —Killua hizo una mueca burlona mientras caminaba con su helado y patineta en mano. —Ugh, maldito mocoso. —Todos le siguieron y se sentaron a excepción de un orgulloso Leorio quien se quedó un momento parado en el mismo lugar pero al no recibir algún comentario tuvo que dirigirse hacia ellos arrastrando los pies.

 

Gon notó la furia de Leorio la cual era disimulada con una mueca extraña. —Leorio ¿sucede algo? —Preguntó aprovechando que Killua y Kurapika hablaban de algo. El mencionado alzó la mirada observando el helado de menta con chocolate de Gon derritiendose lentamente. —Nada, y come tu helado, se está derritiendo. —Apoyo su rostro en su mentón recordando algo triste el rechazo indirecto de Kurapika.

 

—No me mientas Leorio. — Gon frunció un poquito el ceño haciendo un adorable puchero que hizo al mayor alzar una ceja. —No lo entenderías, Gon. —Dio un ligero suspiro y lamió su helado de fresa.

 

Gon lo miró con el ceño fruncido, iba a averiguar que es lo que tenía así a su amigo.

 

Al todos terminar su helado salieron del lugar y hablaron entre ellos, comentando cosas que habían sucedido en sus vidas luego de tanto tiempo de separación. Sin darse cuenta habían llegado a un pequeño prado donde se quedaron hablando y riendo de vez en cuando debajo de un árbol sakura.

 

Para ese momento Leorio había recuperado su carisma, es por eso que continuó hablando con Kurapika acerca de cómo iba su vida luego de haber matado al ryodan y conseguir los ojos de su gente. El rubio se puso un poco triste recordando los tantos sucesos que tuvo que pasar para conseguir lo que quería y Leorio intentó animarlo.

 

—Ne ¿Qué haces, acosador de parejas? — Preguntó un albino quien se encontraba observando a Gon escondido detrás del árbol sakura observando a Leorio para saber porqué había estado tan triste y frustrado antes. —Quiero saber que pasa. — Murmuró Gon ignorando a Killua quién sintió una cómica gota de sudor caer por su frente. –oh, ok.

 

—Así que doctor ¿eh? — El Kuruta había cambiado el tema de conversación sonriendo por su amigo quien hizo una sonrisa socorrona sintiéndose orgulloso. —Así es, y ya empecé con mi trabajo, al fin pude cumplir mi sueño de sanar a los que más lo necesitan. —Dijo mirando al cielo el cual ya se estaba ocultando lentamente. El ojigris sonrió y lo miró, el potenciador sintió su mirada y volteó a verlo, luego de unos segundos se ruborizó y también sonrió, acercando lentamente su rostro hacia el del más bajo quien también sintió sus mejillas levemente sonrojadas viendo como el otro se acercaba con no muy buenas intenciones.

 

Mientras tanto Killua fruncia el ceño al no tener la atención de su amado... ¡Digo! De su mejor amigo. —Baaaka. — Lo insultó pero Gon no le prestó atención nuevamente, es por eso que ya cansado se acercó más a él y lo empujó pensando que no sucedería nada, sin embargo, Gon no había podido frenar por lo que se tambaleó casi cayendo en Kurapika pero este lo sostuvo justo a tiempo y sin querer poniéndolo delante de él, viendo de muy de cerca a un sonrojado Leorio con los ojos cerrados acercándose cada vez más. Kurapika analizó la situación pero ya era demasiado tarde, el moreno de lentes ya había juntado sus labios con el pequeño Gon quien abrió los ojos como platos sintiendo un ligero rubor en sus mejillas que fue incrementando hasta dejarlo hecho un tomate.

 

Kurapika iba a agarrar a Gon para jalarlo hacia atrás, pero antes de que hiciese eso Leorio lo había agarrado de la cintura, pensando ciegamente que el que besaba era Kurapika... Y no Gon. 

 

"Kurapika tiene los labios tan suaves." Pensó sintiendo las manos de "Kurapika" en su pecho, golpeandolo suavemente no sabiendo muy bien que hacer. Su mente estaba hecha un lío ahora que Leorio había comenzado a mover sus labios sobre los de él. Los ojos de Gon se volvieron espirales.

 

Kurapika iba a gritarle a Leorio, sin embargo antes de que el incómodo momento siguiese Killua se había adelantado a lo que supuestamente el Kurta iba a hacer. Lanzandole la patineta en la nuca al pobre médico quien abrió los ojos en sorpresa al sentir el dolor, pero no consciente aún del todo observó al quien estaba en sus brazos, viendo a Gon hecho un tomate viviente golpeando apenas su pecho.

 

Leorio abrió los ojos como platos y soltó a Gon aún perplejo. —Viejo... — Killua tenía los ojos en llamas. —¿Que se supone que le hacías a Gon? —El aura asesina que transmitía asustó incluso a Kurapika quien fue a auxiliar a Gon el cual aún se encontraba perdido y levemente sofocado. 

Killua corrió hacia su amigo, quitándolo de los brazos del Kurta y luego pegando a Gon a su pecho. —Él es mío, no lo puedes besar ni tocar, nada. —Su mirada se oscureció ligeramente haciendo temblar a Leorio un poco. 

 

—eh...¿Ki-Killua?—Gon aún estaba algo confundido con todo lo que estaba sucediendo, sin embargo no pudo seguir preguntando pues nuevamente lo habían besado, sólo que ahora Killua era quien lo besaba haciendo que el moreno se convirtiera en un tomate nuevamente y sus ojos volvieran a ser espirales. 

 

Antes de que la situación se volviera más "caliente" Kurapika golpeó a Killua y agarró a Gon, tomándolo en sus brazos al estilo nupcial. —¿¡Eh!? ¿¡Qué se supone que haces rubia!? Dame a Gon ahora mismo.— Renegó Killua con un ligero rubor en las mejillas al haber dado su primer beso con Gon. 

 

—Será mejor que dejen respirar un poco a Gon, él está muy confundido ahora. — Kurapika observó el rostro de Gon todavía rojo y confundido murmurando cosas sin sentido. 

 

Leorio miró a Gon al igual que Killua. 

 

"Maldita sea, que labios tan adictivos tiene" pensaron, y Leorio debía admitir que muy en el fondo de su corazón algo había florecido sin darse cuenta. 

 

 

Notas finales:

Perdón la tardanza e. 


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