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Te Alcanzara Mi Corazón por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Bueno mis terrones de azucar, aqui les dejo otro capitulo. 

Por favor pasen a leerlo, disfruten y comenten. 

Nos vemos abajo. 

---Aposentos del ejercito demoniaco---

Podrías apreciar a un peli celeste, de cabellos lacios, largos. Estaba despojado de aquella armadura, guardada en su caja, usaba ropa civil, una playera de color azul celeste y unos pantalones claros, zaparos cómodos.

Se encontraba revisando algunos libros, y estando un mapa extendido por toda la mesa de madera delante de él.

Se veía tan serio, y era obvio en cualquier momento su estado se elevaría y debía dejar el mando de estratega a otro, siendo su renuncia, le molestaba mucho aquello, pero si quería cuidar a su futuro hijo, debía ser así.

Dejó escapar unos suspiros, extrañaría eso, pero no se podía hacer nada, reglas eran reglas.

Pudo sentir como la energía del demonio que había sido capaz de tocar su corazón se acercaba.

Prefirió entonces tomarse un descanso.

Al escuchar abrí la puerta.

-Tardaste mucho, ¿El patriarca necesito de ti?- Le interrogo, sabía que su amado, no se tardaría en cualquier cosa que no fuera importante.

-Hola mi amor, yo también te extrañe mucho. ¿Cómo te fue al conseguir esa fruta asquerosa?- Trataba de imitar la voz del otro –No, pues me fue muy bien, aguantándome las ganas de vomitar, por lo que quieres, y que me recibas con una sonrisa en tu rostro es lo que más me gusta- Sonrió sínicamente, hasta llegar al otro, tomando la barbilla y dándole un beso.

Para el otro esa forma de dirigirse a él, le fastidio, que después del beso, le frunció el ceño y lo aparto, haciendo un puchero.

-Para la siguiente no te pido nada, si te resulta tan repugnante- Cruzo sus brazos, sentándose en una silla delante del mapa, para ignorarlo y hacer su labor.

-No te enojes mi rosa de inframundo, solo jugaba- Rio levemente, para sacarle una meuca que no fura d enfado al otro, pero a la vez que no funciono, prefirió suspirar y cambiar su semblante –Fui a ver a Shion-

El demonio el cinta, solo giro su cabeza para ver al otro, sus ojos notaban angustia, pues pensó que lo había encontrado, como el mismo lo logro ver días antes.

-¿Ah sí? Y… ¿Cómo está?- Voló sus ojos al mapa.

Suspiro y se acercó al otro, para abrazarlos.

-Se, lo que le está pasando, ya no lo ocultes- Beso su cabeza –Eres muy bueno con él, pero no tenías que ocultarlo de mi-

Estaba resignado, el mayor lo había descubierto, no se podían hacer nada –No dirás nada ¿O sí?- estaba preocupado, Shion era un poco más joven que ambos allí, pero aun lo veía como un niño, tal vez su estado así lo hacía sentirse.

-No soy un chismoso, además en lo que a mí respecta, no he visto nada y por eso no me consta- Dijo aquello, sonriente, y no dándole más importancia al tema.

-Mmmh…- Suspiro –Pronto tendré que dejar el mando de estratega- Aquello no le agradaba, su rostro serio, y melancólico.

Aquella declaración, provocó que el de cabellos azules, se fijara en su pareja, sonriéndole levemente, acercándose a un lado para abrazarlo.

-¿Te arrepientes acaso?- Esa pregunta tenía un tono de burla y coquetería.

-Sabes que nunca he me arrepentido de nada- Le contestó serio, mostrando un porte de soberbia.

-Entonces, deberías alegrarte, tendremos un hijo, aunque fuera producto de una noche loca, he, he, he,- Rasco su cabeza, sonriéndole, con un leve rubor en sus mejillas, al recordar como concibieron a su futuro primogénito.

Su rostro se descompuso, abriendo sus ojos de golpe, apretando los labios, brotando un sonrojo por completó y los nervios lo estaban traicionando -¡¡¡CÁLLATE!!! ¡¡¡NO DIGAS ESA CLASE DE COSAS!!! ¡¡¡SUENAS COMO SU FUÉRAMOS UN PAR DE DESVERGONZADOS!!!-

-Pues esa noche, sí que lo eras, sobre todo cuando…- No termino de decir aquel recuerdo, pues recibió un fuerte golpe en la boca, para hacerlo callar -¡¡¡AUCH!!!- Apenas si se escuchó esto.

Albafica estaba sumamente enojado, amaba a ese demonio, a su pareja, amado, pero odiaba que se atreviera hablar sus intimidades tan libremente, aún están solos, no le gustaba recordar cómo se comportaba en la cama, y más cuando lo hacía con fines de volverlo a llevar.

Aunque no pasara nada, en unos meses más, se tendría que retirar por completó y ocuparse de su embarazo y de esa criatura que nacería, sin embargó no quería dejar todo por lo que había luchado, al fin de cuenta fue difícil por ser un doncel, pero lo consiguió.

No se arrepiente de amar y concebir, pero algún día y se lo prometía a sí mismo, volvería a ganar su puesto.

---Orilla del rio divisor---

Pasaron algunos días, con exactitud no se sabría cuántos fueron, pero se habían hecho un tormento para cierto demonio peliverde, que en su pensar que tardo tanto en decidirse, si era necesario o no hacerlo.

Primero no negó, era el pan de cada día, su constante auto convencimiento de que si era mucho mejor, no ver a ese Ángel, le ayudaría a olvidar lo que sentía, pero cada bendito día para él, solo aumentaba las ganas de verlo, de escuchar su voz, sentir sus cálidas alas como aquella vez.

Pensaba el ¿Qué hubiera pasado si se besaban? Si lo dejara hacerlo… Pero tuvo que negarse y ahora se arrepentía, tanto… Esas crueles palabras que le dedico, le rompían el corazón, a verlo visto así de tiste por su culpa y más porque estaba cumpliendo la promesa que le hizo.

El recuerdo de cómo se alejó, y si no había sentido su presencia desde entonces, ya no podría resistir más.

Su corazón dolía, su rostro enmarcado con el arrepentimiento, queriendo regresar el tiempo para impedir haberlo dicho, hubiera ido tras él y tomarle la mano… Besarlo, tal vez después se haría el digno y diría que fue el calor del momento.

Pero si lo hacía… Aceptaría que en verdad siente algo por ese Ángel terco y sería un problema para ambos ¿Qué debía hacer?

Se supone que es un Demonio sensato, que creció y fue instruido en asesinar a los de alas blancas, pero estaba cada día más trastornado por uno, que ya no sabía quién decía la verdad y quien una mentira.

Solo tenía en claro una cosa, a las orilla de ese rio… Como un animal enjaulado, daba vueltas y vueltas, regresando de ida y venida, pensando en que si atravesaba la división, iría a verlo, pero… Aceptaría que lo ama.

En cambio sí dejaba eso en el olvido como si no hubiera pasado, al fin de cuentas solo dos lo sabían y no dirían nada.

Si se estaba atreviendo a confiar en sus amigos de nuevo, Dohko le había traído de vuelta esa oportunidad, le estaba cambiando de adentró, pues sentía que su ser se perdonaba todo los pecados antes liberados con la simple presencia de él.

Olvidar todo, podría ser la mejor opción… Pero, ya no se sentía capaz de vivir sin ese castaño, era completamente ridículo, pues apenas tenía poco más de un ciclo lunar de conocerse, el amor es imposible.

Lo creía así, pues nunca creyó en esas historias tontas del amor a primera vista, pero allí estaba con un enamoramiento repentino, por alguien contrario a los suyos.

Al principio puede que la idea de dejar las cosas así, estuviera más latente, pero… No quería que eso pasara, pues ya lo amaba tanto y quería solo verlo… Aunque sea pedir disculpas, por lo mal que se había portado, su perdón… Podría ser suficiente.

Apretaba sus puños, mirando al cuerpo de agua, cerro sus ojos negaba la idea, pero sus piernas ya estaban encaminadas, pues sus deseos estaban siendo mayores ahora que su conciencia.

Se adentró al agua con cautela, tenía el protector azul en su brazos, con eso podría cruzar al otro lado sin ser detectado. Sería la primera vez, sin tener un ejército detrás de él y otro delante.

Aspiro con fuerza y soltó en un suspiro aquel aire recogido, con esto tomaba algo de valor, lo necesitaba de verdad.

No había pensado en ¿Cómo buscarlo? ¿En dónde estaría? ¿Cómo le haría?

Nada de eso cruzo por su mente, en un punto solo quería verlo, admirarlo un instante más, suplicarle que lo perdonara, que esas palabras no eran ciertas.

El estar solo lograba sacar sus verdaderos sentimientos, y con el dolor era más que suficiente para un arrepentimiento.

-Dohko… Quiero verte…- Susurraba aquello, con los ojos clavados al frente, había cruzado la división, estaba del otro lado, sentía diferente el aire, todo podría verse tan frio.

No le importaba, pero debía ser cauteloso, esconderse, si vieran un demonio allí, lo más probable era que lo mataran. Ni siquiera le importaba esa posibilidad, solo buscaba al de ojos verdes hermosos, que logro obtener su corazón.

Se estremeció de repente, abrazándose a sí mismo, cerrando los ojos, su aliento se podía reflejar, era extraño para el ese clima. Estaba acostumbrado al calor y siendo un demonio son como una llama andante, por su temperatura interna.

Pero no le importaba mucho el sentirse algo extraño, camino seguro, aun con la parte inferior de su ropa mojada, incrementaba esa sensación fría que le estaba desagradando tanto.

-¿Cómo es que Dohko… Padece esto? ¿Lo hace por mí?- Comenzaba a sentirse cada vez más culpable, pues se daba cuenta lo que el otro hacia solo para verlo, para hablarle, estar junto a él y no lo había estado valorando.

-Soy un imbécil… El solo… Me ha sido sinceró… Pero… Yo soy… Un demonio y…- Su cabeza comenzaba a doler, por todo lo que pensaba a mil por hora, llevo su mano a dicha parte para calmarse un poco.

Caminar por la orilla lo hacía sentirse inseguro, no debía llamar la atención, pero era como un punto rojo en medio de azules. Sus alas iban más pegadas a su cuerpo que nunca, sus cuernos obviamente le delatarían como el color de aquellas plumas.

Si tuviera que hacerlo... Protegerse para verlo… No podría… Matar a otro como Dohko…

Esa idea, que antes la aceptaba sin rechistar, le molestaba ahora… Porque si lo hacía, sería como dañar a ese Ángel…

Sus pensamientos estaban hechos un caos, por la falta de esa persona.

Eso era lo que un patriarca debía evitar, el amor por que te confunde y te hace pensar en el bienestar del toro antes que la propia, no le gustaba, pero lo hacía ahora.

Pensaba en cada paso que daba, si ese castaño sentía lo mismo.

Sentía que de sus ojos las lágrimas estaban escurriendo, no entendía por qué, el pensar en que no pudiera verlo, le causaba tanto dolor.

Si lo sabía pero le confundía más.

El amor le afectaba cada instante, mas sintió una presencia cerca de el por la espalda, apenas si se dio vuelta con rapidez, pudo sentir como un metal frio le tocaba el cuello, levantando levemente la cabeza, para no ser alcanzado.

-Dame solo una razón, para no asesinarte ahora- Esa voz, tan tosca y con un tono de malicia, la conocía bien, era de un Ángel tan cruel como se suponía que debían ser los del otro lado.

No se dejaría intimidar, pero no quería entablar alguna pelea contra ese Ángel, de cabellos largos color morado azulado.

-Quiero ver a Dohko- Hablo firme, con sus brazos de manera lateral, pues se había dado cuenta por andar pensando en ese Ángel, ni se llevó consigo su espada, pero sería malo usarla.

-Ja, ja, ja, ¿Quieres ver al principito? Oh, que adorable- Acercaba su arma a la piel pálida del contrario, casi para rasgarla con suavidad –Lamento decirte que ese Ángel tonto, ya no debe estar interesado en ti, si tienes que ir a buscarlo- Sonrió con gozo, por decir aquello.

Aquello lo sintió como una punzada al corazón, pero seguiría con su posición estoica -¿A qué te refieres?-

Lo miraba con esa expresión de locura que poseía, le gustaba fastidiar a todo el mundo –Que tonto Demonio eres, solo fuiste un caprichito para él, pero al ver que no te tendría fácil, se aburrió de ti y ya no te visita- Estaba queriendo molestar al Demonio, para que sacara su arma y pudieran tener una pelea, si destruía el interés amoroso de Dohko, podría mantener a todos a salvo de una reina de esa estirpe.

Abrió sus ojos rosas lo más que pudo, estaba bajando su mentón lentamente, pero aquel metal frio rosaba su piel, que se podía marcar una leve herida, que ni sintió, pensar en esa posibilidad… Le dejo sin saber que decir.

-¿Qué pasa?- Le preguntaba en tono burlesco, cada acción solo para fastidiar –No me digas… ¿Qué te has enamorado del enano eso?- Sonrió de oreja a oreja, pensando que con esto podría seguir molestándolo.

-Eso no es verdad… Dohko, no… No es así- Quería refutar lo que el otro había dicho.

-¿Cómo puedes estar tan seguro? Apenas lo conoces de hace un tiempo- Se acercaba más, solo para seguir provocándolo, con esa sonrisa de burla, y leves carcajadas –Lo conozco de hace mucho tiempo, solo jugaba contigo, pero fuiste muy difícil y se hartó, pero mírate ahora vienes tu aquí, para ¿Buscarlo? ja eres un rogón- Cada palabra era tan acida como la anterior, quería un efecto beneficiosos pero no lo estaba logrando.

Era cierto, lo conocía de hace poco, pero no podía creer que ese dulce Ángel fuera así, lo que decía, debían tratarse de viles mentiras, le había estado hablando con la verdad y sus ojos verdes… No podrían contener falsedades.

Se encaró al otro, con el ceño fruncido, apretando su dientes -¡¡¡DOHKO NO ES ASÍ!!! ¡¡¡NO PUEDO EXPLICARLO PERO ÉL NO ES UN MENTIROS O FALSO, LO QUE HA DICHO… LO QUE ME DIJO… ES VERDAD Y TU…!!!- Se estaba encarando a un Ángel sin su arma, pero no usaría nada, solo quería ir por quien buscaba.

Esa expresión en esos ojos extraños, en un enemigo acérrimo, no podía creerlo, que fueran capaces de afectarlo, defendía a ese príncipe con tanta confianza, que podría aterrar.

Los Ángeles tienen la capacidad de detectar algunas mentiras, pero ¿Por qué en esas palabras no existían nada de ellas? Los demonios siempre las usan, para beneficio propio.

Negó con la cabeza, frunciendo el ceño y su boba sonrisa surgió de nueva cuenta.

-Ja, si cree o que quieras, pero de aquí no apsara al menos que luchas contra mí- Bajo su espada, para tocar la funda del contario –Vamos hazlo y si me matas podrás ir a buscarlo, si tanto quieres-

Tomo la funda en donde debía ir su arma y la mostró –Vine por completó desarmado- Su semblante no cambio, pero sentía que temblaba por el clima, mas debía mantenerse estoico en todo momento, si quiera ser respetado.

-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡MALDITA SEA!!! ¡¡¡ERES UN DEMONIO TAN ESTÚPIDO!!! ¡¡¡¿COMO VIENES AQUÍ SIN UNA ESPADA O CUALQUIER COSA?!!!- Frunció tanto el ceño, mirándolo con una rabia tan grande, que escupió casi a su dirección, fastidiado, sabía que no podría atacarlo más, sin que tuviera un arma al alcance -¡¡¡Ya lárgate a tu lado y no vuelvas!!!- Le ordeno rápidamente, dándole el paso libre.

-¡¡¡NO ME IRÉ, NO SIN ANTES HABLAR CON DOHKO!!!- Le grito, desesperado no se iría, quería ver al castaño y lo lograría.

-Oye, no me grites- Toco su cabeza, este demonio aprecia un niño igualito al otro enamorado a su ver –Si piensa que lograras ir al castillo, sin que te vean los guardias sí que estás loco-

-No me importa, iré a verlo y a… Disculparme…- Bajo su mirada, se sentía tan despreciable por lo que dijo que no podía sostenerle la mirada a nadie.

-¿He?- Le pareció haber escuchado raro, que ese demonio fuera a “Disculparse” con el principito, como le llamaba siempre.

-Solo indícame por donde debo ir- Callo un instante, estaba decidido aún con todo en contra –Por favor… Solo quiero verlo- Frunció el ceño, con melancolía y tristeza, no derramaría lágrimas, pero se sentía muy mal por tratar a Dohko de esa manera.

Sus ojos siempre con un destello de locura, estaban desconcertados por esa actitud tan rara, para su punto de vista en un Demonio.

Su lema era que esas cosas ni sentimientos tiene, pero allí estaba parado delante de un que aprecia tenerlos y por el castaño de ojos verdes que le molestaba su actitud.

-Mejor vete, no sobrevivirás. Lo más probable es que te encierren y luego dispongan de ti de alguna manera ha, ha, ha, si hubieras traído tu arma, la pela sin duda habría sido épica- Rio de nuevo.

-No me importa, iré a verlo aun en contra de tus advertencias- Se disponía a irse, a adentrarse al frio del lugar. Si su destino era perecer por buscarlo aceptaría ese hecho.

Jamás estaría pensando en eso, si no fuera por el sentimiento que crecía cada instante, darse cuenta que lo necesitaba para sentirse feliz, sería muy estúpido de su parte, pero no se retiraría hasta disculparse.

Kardia, se quedó mirándolo un instante, podía ver como el frio le afectaba, los demonios tienen a ser muy calientes el frio baja la temperatura de sus cuerpos y eso los tiene a debilitar, si hubiera sido más inteligente se habría protegido con algo, pero no, ni pensaba en lo más mínimo, por tener la mente ocupada.

Le fastidiaba esto, llevándose la mano a la cabeza, frunciendo el ceño de mala gana.

Si lo dejaba ir a sus tierras, se metería en problemas, Dohko se podría enterar demasiado tarde y si muriera, no se quería imaginar el dolor que el castaño iba a experimentar, molestando a los más cercanos a él que eran Asmita y Degel, por ende estos hablarían con sus parejas y al ser la de ese hombre de lentes, se le saldría la verdad de que lo vio y no lo detuvo y al final su amado, se enojaría de ¿Por qué no lo detuvo?

Como sea, estaría metido en problemas, pero si lo ayudaba por lo menos el Angelito y ese Demonio le deberían un favor y lo cobraría.

-¡¡¡OYE DEMONIO ENAMORADO!!!- Le llamo, para ir a su par de inmediato –Te hare el favor de ir por tu principito, pero quédate aquí- Esa sonrisa no profesaba nada bueno, sus ojos menos.

-No, no puedo confiar en ti, yo iré a verlo- Temblaba un poco, el frio le estaba inundando, se preguntaba mentalmente ¿Cómo no les afectaba a los Ángeles este clima?

-Yo tampoco confió en ti, de hecho cualquier Demonio me dan ganas de matarlo, pero… Si te quieres humillar delante de un Ángel quiero verlo- Puso los brazos cruzados delante de su pecho, triunfante.

-¿Por qué me ayudarías?- lo miro con cierto recelo.

-Solo les haré un favor, lo cobrare luego- Le guiño un ojo, lo que pronosticaba que sería algo ruin su petición.

Negó con la cabeza –Yo…- No contesto, pues el otro le dio un fuerte golpe en la cara, provocando que cayera al suelo, desconcertado, incluso parpadeando varias veces para lograr ver, se había desorientado -¿Por qué… Fue eso?-

El Ángel se había elevado, para emprender el vuelo, ni siquiera le dio una explicación, pero con eso le daba a entender que lo obedeciera y se quedara en ese lugar.

En su forma de ser antes, le hubiera valido todo y regresaría a donde pertenece, pero no quería, no sin antes disculpare con ese dulce Ángel.

Se quedó allí, sentado en el suelo frio, abrazándose a sí mismo, esperando a que pudiera verlo y sentir su cuerpo estrechándose con el propio.

Estaba aguantando mucho solo por un Ángel, pero ¿Lo valdría?

Notas finales:

Buenos días, tardes, noche ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar? Yo ando bien, algo adolorida del tobillo, jajajajaja creo que mamá terrón de azúcar, se lastimo. Pues amaneció con un moretón en esa zona, que no se como demonios se me hizo, pero bueno.

Fuera de eso, todo normal.

¿Que les pareció este capitulo? Vemos que nuestro querido Shion, ahora si esta arrepintiendo mucho el hecho de haberle dicho esas crueles palabras a el hermoso de nuestro Ángel, no se lo merecía para nada.

Ahora ¿Podría arreglar las cosas? ¿Kardia sera sincero? ¿Como reaccionara Dohko? ¿Alguien descubrirá al demonio? ¿Sera perdonado? ¿Empezaran su relación? ¿Se amaran? ¿Podrían estar juntos?

Pues... Yo si se, pero mis terrones de azúcar aun no. Así que sigan en sintonicen todos los viernes para saber que sucederá, aunque próximamente serán los jueves y depende que después los miércoles, pero eso se vera con el tiempo.

Por cierto, feliz día de los abuelos, aquí en mi país lo es... Tal vez en otros países lo sea, pero felicidades a los dulces abuelitos que sus nietos sean terrones de azúcar, cuídense mucho y denles un abrazo a sus abuelitos y escuchen sus historias que son hermosas siempre.

Otra cosita que les quiero comunicar, que hoy es el cumpleaños de un terrón de azúcar Anonimus1000days, así que por el día de hoy es nuestra matriarca, debemos darle gusto, jajajajajaaj

vamos a cantar la canción oficial de la familia terrón de azúcar de feliz cumpleaños.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, Felicidades Anonimus1000days, tu cumpleaños si que si.

Un día feliz para ti, hoy es tu cumpleaños si que si, Felicidades Anonimus1000days, tu cumpleaños si que si.

Jajajajajaja ya saben, estoy tratando de felicitarlos a todos mis terrones de azúcar en sus cumpleaños, pues por eso les pregunte la otra vez, si ya fue su cumpleaños o sera pronto díganme, aunque los que ya se, por que me lo han dicho, no se preocupen que si me acuerdo y los anote en mi libreta jajajaja.

Por cierto, estense atentos durante el día.

Ahora, la pregunta de este día sera la siguiente. Verán cada octubre hago un especial de todos los días ver películas de terror, una por día, obviamente, así que me gustaría que me recomendaran sus favoritas.

Las pido ahora, por que voy a buscarlas y descargarlas para las que no están en Netflix, o no tenga descargadas con anterioridad, tengo que tener 31 así que ufffff, pero esta vez quiero que ustedes me las escojan.

Mis tradiciones locas, como también ver un anime cada año, lo hago es mi especial de Octubre, es un mes especial para mi por lo místico que lo siento y fantástico, jajajaja ok, me calmo.

Así que ¿Cuales son sus películas de terror favoritas?

Espero sus respuestas, comentarios y reclamos.

Ahora si me despido que debo hacer unas cositas, jijijijijiji

Cuídense mucho, manténgase a salvo, no hagan cosas locas, obedezcan las medidas de seguridad e higiene, pórtense bien, hagan sus tareas y divertanse.

Ammu se va. 


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