Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te Alcanzara Mi Corazón por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Holi de nuevo mis terrones de azucar, espero que les guste. Por favor lean, disfruten y comente. Nos vemos a bajo. 

Rio nervioso el castaño, mirando al hombre –Señor Rasgado… Jajajajajaja- Callo un poco, estaba nervioso –Hola-

Suspiro resignado –Gracias Dohko, ahora nos hemos metido en problemas-

Se dirigió a ambos chicos, haciendo un gesto benevolente –Joven Asmita, príncipe Dohko- Una sonrisa con una mirada de inspección se marcó en su gesto -¿Qué están haciendo aquí?, ¿Acaso no saben que esta prohibido venir aquí, al menos que sean guardias reales?-

-Sí, si… Es solo que quería ver el rio… Hace mucho que no venía y pues…- Fue sujetado rápidamente por el brazo.

Sin duda el hombre, ya tenía conocimiento de las ocurrencias del castaño, y siempre arrastraba al rubio a ellas. Así que trataba de estar cerca, para que no se metieran en problemas, mas debía llevarlos rápidamente hacia los territorios reales, antes de que su alteza se dé cuenta de la ausencia de su hijo.

Si eso significaba llevar a arrastras al muchacho, lo haría.

Suspiro resignado -¿Le dirá a mi padre?- Pregunto triste.

-No será necesario comunicarle esto a su alteza, pero sabe perfectamente que no debes estar aquí- Lo miro de reojo.

-Pero fue divertido, no pasó nada malo- Rio débilmente.

El hombre de cabellos plateados, tenía un noble corazón, fue un gran guerrero en sus años de juventud, pero ahora se dedicaba a cuidar de estos revoltosos muchachos y demás niños huérfanos por la guerra.

Se giró para ver a su amigo de piel blanca -¿Verdad que si Asmita no pasó nada malo?

Este solo desvió la mirada, mientras caminaba a la par de ambos –A mí no me metas en esto-

Frunció el ceño con fastidio –Ho, gracias que buen amigo eres- Dijo aquello con gran ironía.

-Jajajajajajajajajajajajajajaja que graciosos- Lanzo varias carcajadas, le agradaba como se llevaban este par.

Después de aquello, Rasgado y Asmita iban platicando de varias cosas destinadas a la guardia de las tierras celestiales, más el próximo en la línea real, solo podía recordar los ojos rosas que acababa de conocer, iguales a la gema que gano.

Nunca antes había visto ojos así de brillantes y preciosos, en sus tierras los azules y verdes eran los que más predominaban, tenían un brillo apenas perceptible, en cambios ese demonio de cabellos verdes, le causó gran impacto sus orbes, quería volver a contemplaras, aunque fuera en contra de las reglas por años y deseos de su padre.

Dejo escapar una sonrisa, pues ese recuerdo lo acompañaría por mucho tiempo, además que las palabras dichas fueron sinceras, cada cumplido no fue solo para hacerlo decir su nombre, si no para de verdadero halago.

A diferencia de los demonios, en tierras oscuras y algo calientes, pareciendo un lugar de isla hirviente.

El lado contrario el de los Ángeles, tendía a ser un poco más frio. No diré que cubierto de nieve la mayor parte del año, pero si algunos ciclos lunares, ocho con frio, cuatro donde la nieve se deshacía y el calor apenas si alcanza unos cuantos grados más allá de los veinte.

Mas los Ángeles acostumbrados a ese clima, no pasaban tantas penurias, su reinado con colores blancos puros y azules celestiales, dignos de su estirpe de cada uno.

Sus pieles de colores variantes claros, aunque los soldados tendían a tener tez un poco más oscura por su entrenamiento.

Los ojos de color verde, celeste y castaño, era dominantes también.

Las ropas igual tonos claros, todo parecía tan repetitivo en sí.

Demasiado ordenados, siempre limpios, dispuestos a defender su lado de la tierra.

Atravesando esos lares, iban los tres anteriormente mencionamos.

El mayor de estos, sonriendo entusiasmado, mirando con atención el lugar, siempre le inundaba el corazón de alegría, que todo estuviera bien, ahora ya no podría participar en las batallas, su condición actual no se lo permitiría, aparte que tenía una misión más grande, encomendada por ser de confianza, cuidar al ocurrente príncipe.

Era un trabajo de tiempo completo.

El mejor amigo de la infancia de Dohko y un joven muy bien educado, de cabellos rubio largos, ojos azul cielo, tez blanca. Delgado pero con buen cuerpo, no era un guerrero como tal, él se había dedicado a crear mejoras en bendiciones para sus aliados, era un maestro en ese tema, al ser hijo de dos poderosos nobles, y perdido la vida en la misma época que la madre del castaño.

Fueron criados casi como hermanos, el rey no dejaría a un niño huérfano a la deriva, además al ser hijo de dos buenos amigos.

Pero aun así, a esa corta edad, tuvo una maldición para sus ojos, por sus primeros años al quedarse sin padres, quedo ciego, algún demonio que no pudo matarlo por lastima, lo condeno a aquello.

Más eso no lo detuvo y encontró alguna forma de recuperar su vista aunque fuera un poco.

Ahora podría ver, pero al oscurecer un poco, su vista disminuía. Era lo mejor que habría logrado, pero ya lograr distinguir a todo no solo por la voz, era un gran avance.

Y ahora veamos al príncipe castaño, sin duda un futuro líder que si bien, tenía un corazón tan noble, ayudando a todos lo que pudiera, siendo un buen luchador, aunque su padre no le dejaba ir a las batallas sanguinarias, algo que frustraba al chico, por ende no había cumplido su deseo morboso de conocer a los demonios de frente.

Le causaban gran intriga, algo que ni el mismo se lo explicaba.

Una sonrisa juguetona en su rostro, sus ojos verdes vivases, era bajo de estatura, pero no impedía su gran personalidad y que brillaba donde estuviera, había aprendido algunas bendiciones de parte de Asmita, aunque no fuera su especialidad.

Algún día él sería el rey y eso le causaba disgusto, no deseaba portar el titulo aun, pero a su edad ya debía estar encontrando a un Ángel para compartir su vida.

-Muy bien, los dejare aquí- Se despidió el grandote, ya los había escoltado hasta los jardines de rosas de cristal.

Bajo su cabeza levemente en señal de respeto –Gracias señor Rasgado por cuidar de nosotros-

-Jajajajajaja, no hay de que muchachos, solo no se vuelvan a aventurar a esa zona- Dirigió su mirada al castaño.

Este Ángel impetuoso, al darse cuenta de esa mirada, se notó nervioso –No… Se preocupes…-

Rio negando con la cabeza, sabía que en cualquier momento este joven volvería hacer de las suyas.

Se fue, tenía que hacer algunas cosas, confiaba que este día las locuras de estos se acabaran.

Sonrió despreocupado –Creo que el señor Rasgado no se dio cuenta que hable con un demonio-

-No deberías burlarte de eso, si eso hubiera pasado, ese lugar se convertiría en un campo de batalla- Exclamo el rubio –Además que esa zona está cerca de los campos de cultivo-

Camino, llevando sus brazos detrás de su nuca –No tienes que preocuparte tanto, n paso nada, y logre conocer a un demonio- Volvió a sacar aquella jema, observándola a contra luz –Tiene ojos muy hermosos.

El rubio, se quedó observando a su amigo con atención, esa mirada que dedicaba a la piedra preciosa, no era usual en él, podría decir que jamás la había visto, pero la conocía muy bien.

Dejo escapar un suspiro pero de susto –Dohko… No me digas… Que… ¿Te has enamorado de…?- No podo terminar de pronunciar aquellas palabras, pues sintió una presencia respetable, pero temible aun así.

-Qué bueno que estén aquí niños- Una voz algo áspera, cansada, pero con un toque paternal, se dirigió a ambos.

-Rey Itiá- Asmita hizo un reverencia, le debía todo el respeto que ese hombre imponía.

-Padre- De igual también lo saludo. Ser el futuro príncipe no te exentaba a ser educado.

Ríe levemente –No tienen que ser tan formales toda la vida, se vez en cuando diviértanse un poco- Se ira a su hijo –Aunque algunos deberían ser más concentrados en sus deberes-

Una sonrisita tonta queriendo aliviar el ambiente se forme n su cara.

Sin duda Dohko sabía perfectamente que esas palabras eran solo dirigidas a él.

-Pero si soy responsable- Se giró a su rubio amigo -¿Verdad que si?-

Asmita, no contestó, decidió hacer una reverencia más –Si me disculpa su majestad, debo ir a preparar unas bendiciones más, antes de cualquier atentado-

-Adelante- Miro al muchacho de manera compasiva, ser amigo de su hijo no debía ser tarea fácil, y más si le pedía que mintiera.

Hecho esto, el Ángel de cabellos rubios y hermosos se alejó, para ir directamente a su estudio para realizar lo dicho, perdiéndose de la vista de ambos.

Suspiro molesto –Que gran amigo tengo-

Siempre se apoyaban el uno al otro, pero había momentos en que aquello no podría ser, y realmente no tenía consecuencias más allá de algún regaño.

-Dohko, no es bueno que obligues a mentir a tus amigos- Comenzó a caminar hasta una pérgola en medio del jardín.

-Pero… No es mentira, si hago mis deberes- Desvió la mirada, eso no siempre era verdad.

-Jajajajajajaja No puedes mentirme, veo atreves de ellas- Esa risa sonora que de repente soltaba al estar cerca de su hijo.

-Es porque eres el rey, lo sé- Hizo un leve puchero.

-No, es porque soy tu padre- Le palmeo levemente la espalda, dándole un sentimiento de confort.

Una sonrisa en ambos se divisó, mirando hacia esas rosas de cristal, algo que solo tenían en ese mundo celestial y puro que los rodeaba.

¿Quién diría que una guerra con las tierras vecinas malditas estaba siempre activo?

Posiblemente en sus mentes, algunas viejas memorias de la infancia del muchacho vinieron o momentos de antes de que la vida de este iniciara.

Aunque el silencio fue roto por el gobernante de ese lugar.

-Dohko- Llamo algo serio.

-¿Si? Padre- Contesto de manera respetuosa.

-Como ya sabes, has cumplido los veinte años, y significa solo una cosa- Hablo sin rodeos.

Suspira resignado –Ya se, que mi coronación será muy pronto- Su vida de príncipe libre, se estaba acabando muy rápido.

Con sus brazos detrás de su espalda, se giró a verlo, con la mirada seria –Además que deberás formar un lazo de matrimonio con algún Ángel doncella o doncel, lo que prefieras-

Aquello puso algo incómodo al muchacho, su cara no pudo disimularlo. Esa era la parte que menos le agradaba. Pues existía una razón y era, que hasta esos momentos él nunca se había interesado por nadie de esa forma.

-¿Es necesario?- pregunto, con una gran preocupación, mas conocía la respuesta.

-Ningún rey o reina anterior a nosotros, ha alcanzado la coronación sin antes unir su vida con alguien que ame- Miro al castaño, que no lucia nada bien, suspiro, le volvería a plantear la idea que tenía desde hace años –Sabes que me gustaría mucho que te casaras con Asmita, el sería un buen compañero para ti-

Dohko, retrocedió, dejando ver una mueca de completo asco ante eso -¡¡¡POR FAVOR PAPÁ!!! ¡¡¡¿CÓMO CREES QUE ESO PASE?!!! Asmita es mi mejor amigo, es como un hermano- Sintió un escalofrió de tan solo pensarlo –Además… El… Ya tiene a alguien- Sonrió confiado, cruzado sus brazos delante de su pecho –Así que no se puede-

El rey soltó un suspiro de resignación, y de molestia. No le agradaba para nada la relación que mantenía el rubio con ese soldado, aunque fuera de alto rango, no dejaba de ser lo que era, mas no podía hacer nada. Cumplían la única ley establecida para formar lazos, que eran Ángeles.

Si se amaban, ni el mismo rey podría cambiar eso.

-Bien- pronuncio tranquilo el hombre, cerrando sus ojos.

Dohko sonrió triunfante, pensó si el único pretendiente que su padre deseaba que se uniera a él, estaba ocupado, ya no tendría que molestarlo, pero… Que equivocado estaba.

-Probablemente, exista algunos otros Ángeles que estén dispuestos a casarse con el príncipe de estas tierras, solo necesitarías conocerlos, para que alguno te guste- Tan sereno y tajante en sus palabras.

-Esto será un problema-

-Vamos hijo, debe existir alguien capaz de conquistar tu corazón- Mencionó, enfatizando con su mano derecha la declaración.

Se quedó pensativo algunos segundos, si existía una persona que lo había hecho, y sin duda muy profundo en su corazón, mas con ello estaba rompiendo la más sagrada regla de su mundo, si no es que de todos.

No era exactamente un Ángel a quien su corazón estaba reclamando sus latidos. Dejando que su rostro se sonrojara un poco.

-No, no hay nadie- Dejó escapar aquello, como única verdad, aunque se notaba a leguas que mentía, su tono de voz cambiaba muy apenas.

-¿Estás seguro?- Lo miraba de reojo, que su único hijo, estuviera enamorándose de alguien, le tranquilizaba, pues aquello aseguraba el reino.

La inspección de su padre, sabía que lo tendría entre la espada y la pared, si utilizaba alguna bendición de la verdad, estaría acabado.

Por lo tanto tenía que improvisar para salir de allí rápidamente.

Rio nervioso, caminando hacia dentro del palacio –Sabes… Padre… Recordé que tengo que hacer algunas cosas con Degel… Que le prometí ir… A… Recoger… Manzanas- Fue lo mejor que se le ocurrió en poco tiempo.

El hombre de cabellos cortos y de igual que su hijo castaños más oscuros, lo miro incrédulo, pero lo dejaría pasar.

-Así que… Con permiso su majestad…- Hizo la reverencia por protocolo, y se alejó casi corriendo del lugar su corazón inexperto, había sido cautivado sin más esa tarde, y si su padre se enterara de quien o que se trataba, sin duda correría la sangre de ese demonio y no podría permitirlo.

Aquella acción, divirtió al Itiá.

Dejó escapar una sonrisa, negando con la cabeza, dirigió su mirada hacia esas rosas cristalinas, le recodaban su juventud, cuando él también estuvo en la misma situación, al enamorarse del dulce Ángel de ojos esmeralda que le dio a su primogénito y le regalo tanto amor en su vida.

Suspiro triste, ella ya no estaba con él. Desde hace años había quedado en soledad, que el único consuelo que tenía era el poder vengarse de los demonios cuando lograra acabar con ellos de alguna forma, lo tendría que hacer antes de pasar el linaje a su hijo.

Quien debía tener las manos manchadas de sangre era el, Dohko seria libre de la masacre y dejar a su reino de la misma forma, su único objetivó.

---Días después. Tierras malditas---

-¿Cómo está yendo tu misión Shion?- Un demonio castaño, con una cinta roja en su frente, caminaba a lado del peliverde.

-Sin novedades- Serio como siempre –En mi reporte informo todo lo que ocurrió en esta semana-

Sonrió levemente –No tienes que ser tan formal todo el tiempo Shion, a veces debes relajarte y…-

-Con todo el respeto que te mereces, creo que deberías mejor aconsejar a tu sobrino a comportarse. A tratar de cambiar mi actitud-

Ese demonio era tan serio, a veces podría ser tan amargado y en otras seco como árbol muerto

Niega con la cabeza -¿Quién te daño tanto?-

-Somos demonios Sísifo, que están dispuestos a combatir contra esos Ángeles, hemos vistos y provocado carnicerías- Su rostro no se notaba alguna expresión visible, más que el enfado –No me pidas que este siempre sonriente y alegre como tú, burlón como Manigoldo, o algo curioso como Albafica- Cruzo sus brazos delante de su pecho –Yo soy así, siempre lo he sido-

Lo mira son suspicacia -¿Enserio?- Entrecerrando los ojos, poniendo sus manos en sus caderas –Si mal no recuerdo, eras un niño bastante animado de pequeño, aunque solo en tus cosas, sé que no siempre has sido tan social, pero eras más educado y animado-

Rodo sus ojos con molestia, decidió seguir su patrullaje –Como sea, eso ya se fue, no soy ese chiquillo-

Mostro un rostro preocupado, ese joven demonio, lo conocía desde que el peliverde de alas negras, era un pequeño niño. No comprendía en que momento había cambiado de esa gentil sonrisa, poco normal en este mundo a ser tan inexpresivo.

Pero sabía que su reclusión en sí mismo no le haría bien, todos los que lo apreciaban, trataban de que saliera de ese caparazón que creo.

Se acercó rodeando el cuello del contrario, provocando que este reaccionara algo sorprendido –Vamos Shion… Si algo te molesta puedes decírmelo-

Estando ya irritado, carraspeo un poco –No tengo nada, ahora… ¿Me puedes soltar?-

Sin hacerle caso alguno –Sé que es difícil, la primera vez que tienes que asesinar a uno de esos Ángeles, pero… Si eso te perturbo, puedes contármelo no hay nada de malo en sentir…-

No termino de hablar, cuando un fuerte puñetazo se llevó en su estómago, sacándole el aire, provocando que soltara al joven, y doblándose de rodillas, por el impactó.

Lo miro de reojo, a la dirección del suelo, sus ojos rosas mostraban enfado sincero –Te dije que me soltaras-

Tosió levemente, los golpes entre demonios podría ser un sinónimo de amistad, pero este peliverde no lo hizo con esa intención, odiaba que los demás lo tocaran sin su consentimiento.

El día de su cumpleaños era el único que su maestro le ordenaba que cediera a un abrazo de cada uno de sus amigos.

Y hay no podía hacer nada.

-Que mal carácter tienes…- Se levantó sacudiéndose sus ropas –Pobre del demonio con el que te alíes, espero que aguanté tu forma de ser tan pésima-

Frunció levemente el ceño, dándole la espalda al castaño. En su mente y corazón no existía espacio para algo tan estúpido como eso. Además que debía mantener un secreto, eso solo se lograría si se mantenía soltero como su maestro eternamente.

-Como sea… Entregare tu reporte semanal al patriarca- Desplego sus alas, listo para regresar a la orden principal –Recordare traer un peto la próxima vez- Sonrió divertido, después de todo los golpes físicos eran curados rápidamente por su sangre. –Nos vemos niño enojón- Con aquello alzó el vuelo y se perdió en el cielo.

Shion, solo lo miro serio, como se iba aquel hombre, que consideraba un buen amigo, mas… quería alejar a todos posibles.

En su interior existía un malestar, que no lo dejaba tranquilo nunca, creyendo que podría traer desgracias a los que lo rodeaban.

Suspiro cansado, llevaba una semana en ese lugar, no había existido problema alguno. Ningún Ángel se atrevía a venir a estas orillas, podía divisar algunos guardias reales cerca en ciertas zonas, pero los dejaba pasar mientras no dirigieran sus armas de este lado.

Salvo por ese Ángel imprudente, que lo fue a molestar los primeros días.

No pensaba mucho en ello, solo ignoraba lo que fuera representante de ese hecho.

Esa visita que tendría constantemente cada semana por Sísifo, le causaba una sensación de fastidio, pensaba que los reportes lo tendría que mandar por medio de alguno de los animales encargados de mensajería, pero justamente le tocaba el único demonio que era entrometido de manera sentimental en los demás, otro caso extraño como el, por sus ojos rosas.

Y como si su mal no fuera poco, súmenle una presencia angelical, que se había quedado expectante en todo momento, y apenas notaba.

-No otra vez tú- Bajo su cabeza, molesto. Enserio que no estaba de humor para lidiar con ese Ángel de nuevo.

Se acercó entrando en el agua sin más, guardando su distancia al legar al límite –Oye… Shion…- Portaba un semblante muy serio, mirando hacia el rio.

Se giró levemente, para verlo de reojo, cruzando sus brazos delante el pecho –Ahora… ¿Qué quieres?-

-¿Quién era ese demonio?- Pregunto, levantando su rostro, con el ceño fruncido.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis lindos terrones de azúcar? Espero que se encuentren muy bien y que las tormentas no los estén afectando mucho, ademas los relámpagos y truenos, gracias Aioria... Que chido eres, primero conmigo y ahora a mis terrones eso no es de la Diosa Atena jajajajajajajajaja.

Sin duda la temporada de tormentas ha comenzando, ¿Alguien ha tenido problemas con las arenas del Sahara? Aquí creo que no ha llegado como tal, pero bueno... Esperemos que todos alga super bien.

Espero que les guste el capitulo del día de hoy, muchas gracias por seguir apoyándome, enserio lo agradezco muchosisiisissmo. Jajajajajajajaja nunca creí llegar a este punto, pero me siento muy satisfecha por todo lo que he creado y mas saber que les gusta, me siento muy entusiasmada para hacer mas, pero obvio primero... Vamos a terminar estos seis que están en emisión jajajajaja, ya no podría con mas. 

Todos desean a revivir a muchos, ojala pudiera pasar, algunos merecían una buena vida, bueno todos. 

Ahora la pregunta. Basándonos en su punto de vista, ¿Cual creen que es el personaje así en toda la franquicia que en verdad sea un digno villano como tal? Nota... Hades y Poseidon como tal que han fungidos de villanos en diferentes épocas, no entran. Obvio es opinión de cada quien, para gustos colores, y me gustaría saber lo que piense cada quien. 

A mi en lo personal, es un debate en cierta forma por que osea conocimos a Saga como un villano, luego se redimió... Y si me dejo con la espinita de que... Maldito, Aspros también tienen lo suyo, mugres Géminis me estresan de veras. Y Gateguard, aunque el fue por los deseos del actual patriarca en esa época. Itia también, pero en el queda demasiado la frase, has vivido demasiado y eso te ha vuelto peligroso. Tengo esa disputa en si... Que no se cual sea para mi el mas villano.

Ojo aclaro es mi opinión, obvio muchos terrones van a diferir, pero respeto ante todo, espero sus respuestas. 

Ay Diosito Santo, mis preguntas tan chidas. 

Mil gracias por seguir conmigo, en verdad se los agradezco tanto, prometo siempre mejorar en todo, para darles fic's y capítulos dignos de ustedes.

Nos vemos en la siguiente. Cuídense mucho, coman bien, hagan caso a las recomendaciones. 

Ammu se va


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).