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Te Alcanzara Mi Corazón por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Hola de nuevo mis terrones de azucar, mamá terron e vuelta.

Por favor, lean disfruten y comenten. 

Nos vemos abajo. 

---Territorio de los Demonios---

Al día siguiente, la rutina inicia…

Regulus comenzó a probar a cada uno de los aspirantes, que mostraba sus habilidades de combate cuerpo a cuerpo, los mejores irán destinados al grupo uno, mientras los que tenían potencial pero pudieran no estar muy desarrollada, estarían en el dos, igualmente serán entrenados por él, sin embargo aquellos que no muestran mucha destreza en ese ámbito, tendrían que trabajar duramente, con el riesgo de ser expulsados si no mejoraban en poco tiempo y ese era el destino de los del grupo tres.

Y eso es solo el aspecto físico.

Tenemos el hecho de que los reclutas de este año, están interesados en maléficar, y para esa cuestión está presente Albafica, observando a los jóvenes y evaluando sus habilidades en este rumbo.

También calificándolos en avanzados, promedio y necesita mejorar, más este demonio tiene una paciencia más grande que el joven castaño.

Sin más así inicio la evaluación, algunos muestran gran potencial en combate, otros necesitando mejorar.

Para Afrodita no existió mucho problema en ello, al haber nacido y siendo criado en estos territorios había aprendido a combatir de manera excelente, sirve mucho que tu padre sea un demonio con gran destreza, te entrenara desde muy joven y tu papá en maléficar sea de los mejores.

Sin duda se vuelve rápidamente el centro de atención y el demonio a vencer para sobresalir, aunque realmente al peli celeste poco le interesa ser admirado por su habilidad física, prefiere la admiración por maldecir, que eso si le agrada mucho más.

Quienes terminaban de dar su prueba, debían formar una fila para el examen médico que se les haría, en donde el mismo instructor de las maldiciones tomaría una muestra de su sangre para evaluar a detalle todo su potencial, si existía algún antepasado relacionado y así otra elección se podría contemplar.

Solo podían permitirse a los mejores, y menos no aceptarían en las primeras tropas, aun así quienes pudieran tener algo de habilidad, se les permitirá seguir, pero solo siendo reservas.

Así pues todos avanzaron, observando sin mucho interés en los demás, algunos con envidias, otros con asombro si era tan buenos como el primero hasta ahora del grupo.

Pero las miradas de superioridad, muecas de burlas, aunque no se permitía ningún ruido que no fuera solo en el combate de quien le toca su turno.

Si no, recibirán un castigo si alguna risita se escucha y con Regulus era mejor no tentar la suerte.

Llego el turno de que el pequeño pelilila muestre sus habilidades físicas y luego técnicas de maleficiador.

Los ojos del instructor que los recibió, esta sin duda expectante de que podrá hacer sin alas.

Mientras los ojos celestes del demonio a su lado, pareciera que estuviera viendo un fantasma, pues no salía de su asombro, su boca ligeramente abierta.

Recordaba sin duda ese rostro, aunque ahora con trece años, sin duda luce diferente, pero esa tierna carita de recién nacido, las pequeñas tikas en su frente, el cabello que en ese momento al verlo solo era ligera pelusa en su cabeza, pero sin duda el mismo tono.

Tuvo el privilegio de cargarlo, de sostener a una inocente criatura que jamás tuvo la culpa de nada en estos mundos.

Albafica sabía que debía guarda la compostura, no podía evidenciarse en lo más mínimo, aunque en su mente no existían dudas… Ese pequeño tiene altas posibilidades de que sea el hijo perdido del patriarca.

Y si es así… Lo descubriría en breve.

-Bien Atla, allí tienes una espada, deberás esquivar las rocas que ellos- Señala a su sobrino mayor e hijo de igual condición –Lanzaran, además quiero verificar que tan alto…- Estaba a punto de decir “volar”, pero al saber que no posee alas como tal, rectificar la oración –Logras saltar- Mira atento al pelilila –Bien comiencen-

Suspira con cierto temor, pero asiente decidido, estos son los primeros pasos para cumplir su mayor deseo, no puede echarlo a perder.

Toma la espada, es una que posee filo, ya no está en un entrenamiento para niños, no es una de madera, como antes solía usar, podía ver su propio reflejo en la hoja, y sentir las miradas expectantes de los demás.

Que en cierta forma comprende, que deseaban tanto que fallara, que no pudiera esquivar ninguna, o partir algunas como otros lo hicieron, no creen que tenga fuerza alguna, juzgan a simple vista, creen que por aparentar un rostro gentil y sin alas, no es capaz de otra cosa que la propia sociedad dicta.

No quiere solo ser un maleficiador, quiere ser un soldado completo, demostrar que es tan bueno como los demás, aun sin alas.

Dara su mejor esfuerzo, lo lograra, y trabajara doblemente duro si es lo que debe hacer.

Apretó la empuñadura de aquella arma, de pie, por completo erguido, asiente ante los otros, indicando que está listo.

Sin duda Regulus está siendo amables, de que esperen a comenzar, hasta que el aspirante esté listo, pues les da un poco de lastima cada uno de ellos.

Fue entonces que comenzó la lluvia de rocas hacia el demonio pelilila.

No se dejara intimidar ante esto, esquiva cada piedra grande que puede, aquellas que no las desvía con la espada que se le ha otorgado, no es capaz de cortarlas, pero mínimo ninguna ha conectado con su cuerpo y eso ya es un avance asombroso por su condición de ser un demonio sin alas.

Todos esperan que falle, que no logre pasar esta evaluación, pero… Les está callando la boca y burlas a los demás que no lo creían capaz.

Aunque en el momento que se supone se debe alzar el vuelo, para esta parte de sus habilidades verificar, recuerda que debe usar lo que tiene.

Un salto alto podría ser bueno, lo intenta y logra concretarlo, pero la distracción es una mala jugada al estar en una evaluación de esa índole.

Y sin más una de esas rocas logro golpear justamente en su cabeza, el dolor no se podía evitar, sin embargo Atla no se da por vencido, aunque la sangre brote, seguirá adelante.

De solo imaginar que esto es lo que viviría día a día pero mucho peor, ser un demonio dentro de este ejército te dicta que vivirás constantes peleas, en donde una gota de sangre no significa nada.

Esperaban que fuera peor el resultado, sin embargo más de esos pedazos de roca conectaron con el pequeño cuerpo.

Las meucas de burlas continúan, en silencio puro sin decir ni hacer algo más, que solo mirar…

Nadie había recibido tanto daño como él, y sabían que ese no era su lugar, jamás podría ser capaz de combatir sin alas, aquellos que ahora no las tienen, ya sirvieron a los demonios y ahora gozan de un buen retiró, otro mejor puesto en completa tranquilidad.

Bueno eso es lo que creen los más jóvenes.

Afrodita por su parte, no estaba burlesco ante la situación del pelilila, al contrario lo observa tan atento, curioso por su manera de esquivar, dándose cuenta que su compañero de barraca trabaja con lo que tiene y eso es un gran talento para un soldado.

No dirá que es el mejor de todos, puede que Atla no esté cerca de ingresar el grupo uno, pero… Sin duda lograra quedarse apenas en el grupo dos, de eso no tiene dudas.

-Suficiente- Alza la voz Regulus, mientras escribe algunas notas en unos papeles.

Los dos jóvenes mayores, se detienen obviamente, aunque el castaño de cinta roja se sentía realmente culpable por haber lastimado un poco a un joven aspirante, pero es su trabajo ayudar y asistir a su tío en estos momentos.

Dolían los golpes, la sangre manchando su uniforme, pero alza la cabeza, el ceño ligeramente fruncido y la respiración agitada, mas no flaquera… Aún queda una cosa más que hacer y está decidido a seguir.

Con un gesto el castaño claro, le da la palabra a Albafica para que inicie con su evaluación de maleficiador.

Le causo un cierto dolor en su corazón ver al pequeño herido de esa manera, mas no puede dejar ver sentimientos por el demonio, si no… Levantaría alguna sospecha, debían ser cuidadosos pues colmillo rojo está muy cerca, aunque aquellos que están con Shion han intentado alejarlos de los territorios del ejército, sin embargó es difícil si son tan escurridizos.

-Bien, tienes que maldecir esta planta, conviértela a una carnívora, debe durar así diez segundos y luego conviértela a la normalidad- Es lo más básico de las maldiciones, modificar la apariencia de algún ser vivo, por algo letal.

Si hablábamos de maldecir a otros con ataques que dañe el sistema nervioso, el corazón, la mente, son ligas mayores y problemas mucho más terribles para un inexperto, pero el cambio de forma es lo más conveniente para los jóvenes.

Sin más el joven demonio asiente, dejando la espada a un lado, y concentrándose en la pequeña planta que está delante de él.

Algo que fue estipulado desde un inicio como seria la organización y ya la había visto antes.

Toma aire, cierra sus ojos concentrándose a lo que debía hacer.

Sabe que primero debe visualizar lo que desea hacer, y luego que su propia energía vital lo convierta en aquello deseado.

Atla sabe que solo es una pequeña planta que la volviera pronto a la normalidad, pero… Le causa cierto dolor tener que lastimarla para un examen solamente.

No negara que ha consumido carne, es algo bastante básico en la alimentación de los demonios, pero… Evita lastimar a cualquier ser vivo, sin importar la condición.

Y las plantas no serán la excepción, mas al saber que en sus territorios la naturaleza es muy escasa, salvo que pueda soportar las altas temperaturas.

Se concentra y lanza aquella maldición, convirtiendo a la planta en una carnívora, se ve algo feroz, pero…

El demonio creador de esta maldición, siente el dolor de lo que ha hecho, nadie ha experimentado lo mismo que la planta.

¿Por qué el si podía sentirlo?

Solo deseaba volverla a la normalidad.

La culpa por hacerlo se va incrementando, no quiere hacer daño a un inocente… Aprendió que toda vida es importante, incluso con los enemigos uno debe ser benevolente, pensamientos que su madre le enseñó y otros que no sabe de donde surgieron pero los cree en su ser.

Los diez segundos más largos de su vida… Cuando tuvo luz verde para poder regresarla a su estado original, sintió alivio…

Intentando ocultar lo mejor posible las pequeñas lagrimas que salen de sus orbes verdes, no quería que los demás tuvieran motivos de burla.

Esperaba haberlo hecho bien.

-Muy bien, puedes pasar a la fila Atla- Señala con mirada seria al pequeño.

-Sí, gracias- Asiente con timidez, bajando levemente su rostro, sus pasos van directamente a donde se le indica, para seguir con la próxima evaluación.

Y así pues, todo continúo con suma normalidad, los faltantes concluyeron sus evaluaciones físicas, y de maleficiador, con puntaciones muy aceptables.

Antes los ojos de los dos jueces, no van a decir que Atla fue de los mejores, sin duda entra en el segundo grupo apenas, pero… Tiene potencial, uno que han visto antes.

Incluso más de lo que pudieran creer en algunos ámbitos.

El hecho de esforzarse más por no tener alas, le da una ventaja de perseverancia que no cualquiera posee.

Pasaron las horas, el examen médico se realiza de forma sencilla y tranquila.

Nada fuera del lugar…

Obviamente Albafica haría el examen a su propio hijo, que sin duda se podía ver el parecido entre ambos y las sonrisas que se comparten con suma tranquilidad, pero cualquier resultado que tenga el más joven, no será por intervención, si no que demostró sus habilidades y son muy altas.

Al momento que debía tomar una muestra de sangre del pelilila, verlo de cerca era mayor el sentimiento de haberlo conocido antes, al tocarlo esa extraña sensación de nuevo lo invadió, era exactamente nostálgica, como si lo hubiera sentido antes.

Y posiblemente así sea…

Atla agradeció el examen, sumamente educado y tímido es su personalidad, dedicándole una sonrisa al mayor.

Es igual, perfectamente encaja con el gesto que antes era genuino en el patriarca, una débil sonrisa que demuestra gratitud y felicidad.

Solo se necesita que la prueba de sangre fuera compatibles con el peliverde, que sus ADN fueran de padre e hijo, con eso… Tendrían al bebe que han estado buscando de su amigo.

Y lo mantendrían a salvo de “Colmillo Rojo”, para que no logren tocarlo y por fin Shion pueda estar con él.

No podrían traerle toda la felicidad al pontífice, pero si al menos le devuelven al fruto de ese amor prohibido, sabrían que Shion continuara tranquilamente su vida.

Esa siendo la rutina del segundo día, se debería esperar un poco para los resultados, pero obviamente al momento de que se tengan, Albafica informara a su pareja y amigos, con ellos sabrán si el pequeño Atla pertenece a ese lugar, y no solo con los demonios.

---Pasaron algunos días---

Estando en la sala privada, donde realiza las pruebas para los aspirantes y de igual forma aquella de ADN.

Por fin logro tener la respuesta.

Tiene técnicas antiguas para encontrar muestras de antepasados, habilidades futuras y posibilidades en la sangre de cada demonio que debía evaluar.

Cosa que sin duda, aunque tengas en tu sangre una habilidad, depende de ti hacerla realidad, con trabajo duro y esfuerzo.

Trabajando, en una muestra con una gota de sangre en ella, haciendo uso de un pequeño gotero, deja caer otra de un líquido rosa, teniendo un efecto de cristalización al hacer contacto con el rojo.

-El mismo efecto…- Niega con la cabeza, pero una sonrisa en sus labios –Atlas… Es el hijo de Shion, es el mismo resultado…- Cubre su boca, sintiendo que por fin lograra pagar por no haber podido evitar esa tragedia, sus ojos quieren dejar salir algunas lágrimas, pues también está contento por su amigo.

Después de todo, Albafica tiene un hijo también… Si alguien le arrebatará a su pequeño… Haría lo que fuera por tenerlo de vuelta, pero con una gran amenaza de hacerle daño… Solo puede imaginarse lo que el peliverde puede sentir.

Mas ahora eso se puede acabar, ese sufrimiento por trece años, tendría un fin.

Uno donde padre e hijo se rencuentren y puedan vivir tranquilos, aunque faltaría una parte de ello aun, pero en eso no se puede meter, ni hacer nada.

Con este descubrimiento, debía ser muy discreto, guardar el resultado bajo llave y solo entregárselo al patriarca en sus manos cuando se le pueda decir la verdad.

Contará con la ayuda de todos los involucrados en esta búsqueda.

Todos estarán felices de que el pequeño Mu vuelva a donde pertenece.

Ahora solo debe informarle a Regulus, para que mantengan vigilado al pelilila.

Es una gran ventaja que su hermoso hijo, comparta habitación con Atla, eso significa que podrá mantener vigilados a ambos sin levantar sospechas.

Sonríe, mientras guarda los resultados extras, levantándose con suma alegría del asiento, para tomar todos los papeles de los resultados que se pueden compartir a la luz.

Sabía que para esta hora los aspirantes estarían ya en sus barracas, preparándose para descansar, ni se había dado cuenta que la cena ya ha pasado y se imagina un regaño por parte de Manigoldo, por no alimentarse de forma correcta, pero después podría lidiar con su enojado demonio amado.

Primero a buscar al castaño y decirle esta buena nueva, si de paso se encuentra con Manigoldo que está en servicio de vigilancia, le dirá sin embargo debe ser en total confidencialidad.

Dirigiendo sus pasos hacia el hogar donde Regulus ahora está establecido con sus dos hijos adoptivos, está previsto en ir a buscarlo por tener los resultados de los aspirantes como escusa y tratándolo con privacidad de los oídos de los más joven del hogar.

Es discreto en su andar, “Colmillo Rojo” podría estar en cualquier lugar, esperando a saber algo que los haga sospechar de que Shion o alguien más busque a esa criatura que tratan de negar su mera existencia.

Pero al ser una figura importante y haciendo su deber, no levanta mayor sospecha.

El llegar es afortunado y tranquilo, ninguno demonio externo o extraño a la vista, aun así trata de lucir lo más relajado posible.

Sin más al estar delante de la puerta, toca con suavidad, apenas para llamar la atención de los habitantes del lugar.

Y es recibido por el más joven de esa familia.

-Buenas noches señor Albafica- Habla bastante educado, como lo ha criado Regulus de exigente, no se esperaba menos.

-Buenas noches Kanon, ¿Dónde está Regulus?- De inmediato pregunta aquello, necesita ya informar su descubrimiento.

-Está en la sala, puede pasar- Asiente tranquiló, dejando que el peli celeste entre a la modesta vivienda.

-Gracias- Le agradan mucho los hijos de sus amigos, es tan curioso que nuevas generaciones hallan llegado de diferentes formas, pero… Es algo que no se puede evitar, el hecho de que el tiempo transcurra es la naturaleza.

Así pues, comenzó a caminar hacia el punto donde el menor le indicó que se encuentra su papá, es una casa pequeña, suficiente para que tres demonios vivan, y no es difícil encontrar al instructor que revisa el nuevo itinerario para mañana y ver cómo podría sobre exigirles a los aspirantes.

-Regulus- Llama con suavidad, siente una inmensa alegría por su descubrimiento recién.

-¿Qué pasa?- Levanta su mirada, notando la presencia del otro, pero mantiene su seriedad en todo momento.

-Tengo buenas noticias…Sobre Atla es…- Intenta mantener su voz baja, para que nadie escuche, mas su sonrisa se esfuma al ver el rostro del castaño.

Lanza un bufido bastante molesto –No me hables de Atla, ahora no- Responde de mala gana.

-¿Qué sucede?- Consternado por la actitud del otro, se supone que lo tenían en vigilancia por si llegara confirmarse lo que ya se sabe -¿Qué hizo?-

-Tuve que castigarlo, bueno… No solo a él, sino a un grupo que cuando los encontré estaban golpeándose entre si- Lleva su mano hacia la cabeza, apoyándose con el codo sobre la mesa –De verdad creí que fuera más prudente-

Niega con la cabeza, cerrando sus ojos, esperando que lo que pregunta, tenga una respuesta agradable.

-¿Qué castigo… Le diste?-

-El mismo que todos, vigilar el perímetro por la noche y llegar temprano, obviamente no dormirán, pero es lo que deben hacer para no volver a repetir su comportamiento- Dicta bastante serio en su aspecto, pero… El rostro del peli celeste pareciera que no da una buena señal.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Yo estoy super bien, por fin... Actualización de este fic, que se muchos adoran y aman. 

Kiaaaaaaa... Ya se esta acercando a que dos se vuelvan a encontrar...

Pero también... Solo diré que el hecho de que dos se conozcan se acerca...

También la verdad ya se esta sabiendo, pero... 

¿Como se deberán enterar?

¿Como acercarlos a papá e hijo sin levantar sospechas de colmillo rojo?

Si ellos se enteran que Mu esta aquí... Las cosas se pondrán feas. 

Solo diré, que la forma en que Shion vea por primera vez a Mu, puede ser... Algo... Curiosa jajajajaj XD

Ya no rebelo mas... 

Gracias por estar aun conmigo, presentes... Kiaaaa y esperarme, la neta ya tratare de no ausentarme, solo en casos de trabajo y personales, pero... Mientras aquí andamos... Wiiiii

De verdad los mega quiero tanto a ustedes mis terrones de azúcar. 

Gracias a todos y cada uno de mis terrones por seguir aquí conmigo, de verdad se los agradezco con todo mi corazón, son los mejores nunca sabre como agradecerles darme la oportunidad de entretenerlos. 

Soy afortunada por tenerlos conmigo en este viaje tan largo que hemos emprendido... Espero siempre que continuemos juntos.

Después de todo la familia terrón de azúcar, se mantiene firme desde el año pasado, que no vamos a decaer jamas. 

Sin mas, solo les pido, que se sigan cuidando y protegiéndose en todo lo que sigue pasando en el mundo. 

No se confíen, sigan las medidas de higiene y aunque los vea como exagerados, ustedes cuídense por ustedes y los suyos. 

Los mega quiero.

Ammu se va. 


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