Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te Alcanzara Mi Corazón por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azucar, espero que les este llendo bien. 

Aqui con un nuevo capitulo, de este fic. Espero que les guste, lean, comenten y disfruten. 

nos vemos abajo.

 

Sus oídos volvieron a escuchar esa dulce voz, que solo él podía admirar.

Diviso el lugar de donde provenía y no creía que estuviera tan cerca de la división.

Lucia tan hermoso como siempre, sus ojos rosas fijos en él, las alas negras recogidas y sus cabellos verdes remolinándose por la suave brisa que existía.

Era el ser más bello que había visto en su vida y de lado de los Ángeles existen algunos sumamente hermosos, pero no le importaban los demás de su misma especia, solo el demonio delante de él, le movía el interior de su corazón.

Sonrió fascinando de verlo nuevamente, que no le intereso para anda, lo que estaba a punto de hacer.

Corrió en su dirección, olvidando que el rio tenía un punto divisor, quería darle un abrazado, su corazón se lo exigía.

Esto fue notado por el demonio, quien mirándolo impresionado, quiso detenerlo.

Si un Ángel cruzaba de este lado, se darían cuenta y podría ser terrible.

O bueno eso se suponía que debía pasar.

-¡¡¡DETENTE ESTÚPIDO ÁNGEL!!! ¡¡¡NOS METERÁS EN PROBLEMAS A AMBOS!!!- Quiso detenerlo, parándose en la división y poniendo sus manos delante, si lograba hace una barrera sumamente rápida como era su poder, detendría al descuidado.

Dohko no le importaban las advertencias, solo hacía caso a sus instintos, pero al llegar ambos al punto sin retorno, sus manos se lograron tocar antes de formar esa barrera protectora.

Sintieron una extraña sensación en estas… Como un calor que se intensifico, o un chispazo de algún tipo de energía.

Una sensación que no habían experimentado jamás.

Shion toco su mano con miedo… ¿Por qué estaba ocurriendo eso?

Bajo la mirada hacia el agua, vio su reflejo sonrojado, y un calorcito que lo estaba abrumando.

Levanto la vista rápido, no le gustaba verse así y noto que el Ángel estaba en las mismas.

Se notaba inquieto, sus mejillas ruborizadas y sin comprender que acaba de pasar con ese roce.

Pero era impetuoso siempre, olvido eso y rápido comenzó a bombardearlo con preguntas.

-¿Por qué no habías venido?- Su voz sonaba como una súplica a un reproche.

-Te estuve esperando varios días- Frunció el ceño con tristeza.

-Pensé que ya no me querías ver más…- Una mueca de tristeza de formo –No vuelvas a hacer eso Shion-

Esa forma de hablar, las expresiones en el rostro del castaño, provocaron en ese demonio, que su corazón latiera con rapidez, y sus mejillas parecían arder levemente, lastima para él mismo, pues su piel pálida lo hizo demasiado evidente.

Le causaba estragos a sus pensamientos ese Ángel, tan peculiar, y que ahora era el quien estaba más intrigado al saber de Dohko.

-Tranquilízate- Poso sus manos delante del mencionado.

-No puedo, me siento muy feliz de verte- Sonrío ampliamente, pero sus acciones físicas tuvieron que relajarse, se dio cuenta que estuvo a punto de cruzar y eso podría ser malo.

-¿Por qué te sientes feliz al verme?- Pregunto incrédulo a aquello, y su ceño estaba de nuevo fruncido.

-Porque, enserio quería ver tus hermosos ojos rosas- Ese Ángel tan dulce, siendo honesto sin importar que sus sentimientos queden expuestos.

-¡¡¡BASTA DE DECIRME ESAS COSAS!!!- No era partidario que le dieran cumplidos. Tenía un porque de ello.

-¿Por qué te enojas?- Ladeo su cabeza, esperando respuesta.

-No me gusta que me hagan halagos y cumplidos- Cruzo sus brazos, posicionándose de perfil, estando furioso.

-Shion, no es malo que te digan la verdad, tus ojos son precioso- Esas mejillas sonrojadas, los ojos verdes brillando como si vieran la joya más hermosa de todas, eran dedicadas solo al demonio.

Esas palabras tan sin sentidos, para el peliverde, pero lo hacían solo por ser pronunciadas por el castaño.

Negó con su cabeza, no podría dejar que ese Ángel entrara en su cabeza.

-¿Qué pretendes diciéndome esas cosas?- Lo encaro, no sería alguien fácil de engañar -¿Qué baje mi guardia y puedes así acabarme?- Apretó su quijada, mas debía mostrarse intimidante, conocía sucias artimañas como esa.

-¡¡¡CLARO QUE NO!!! Yo jamás te haría daño- Suplicaba con la mirada, dio unos pasos hacia adelante, no tanto para entrar al territorio enemigo, pero suficientes para verlo de frente.

-Se quién eres- Declaro a su conocimiento –Eres el príncipe de los Ángeles, futuro heredero de esa corona, por ende un enemigo peligroso- Afilo su mirada, resoplando con enfado.

Bajo su mirada, demostrando algo de triste -Nos escuchaste a Kardia y a mí…- Suspiro triste –Si no te dije quién era… Lo hice porque pensaba que si te lo decía te alejarías-

¿Por qué le está estrujando su interior verlo así?

Se siente horrible que este triste, cuando siempre ríe y me sonríe.

Esos pensamientos surcaron su mente, pero cerrando sus ojos, alejo todo eso.

-Debería alejarme de ti o matarte, reportar que el príncipe de ellos… Esta aquí tan cerca- Decía eso con desesperación, su mente lo creía así, pero el corazón le molestaba con una nueva idea –Pero… Ahora estoy más interesado en saber…- Callo un momento.

-¿Saber qué?- Su mirada estaba atenta al rostro y cada movimiento del demonio.

-Esas cosas que dijiste...- Bajo la mirada, se sentía avergonzado –Sobre que somos muy similares, pero… Sin bromas- Suspiro -¿Por qué hacer la pasas entre nosotros?-

Sonríe, le agradaba la idea de que ese dulce demonio estuviera interesado en la paz –La verdad… Me gustaría que estas tierras no tuvieran que ver tantas muertes, que ya ni siquiera recordamos ¿Por qué se inició?- Dedica una mirada melancólica al frente.

-Pero…Tu madre… Fue asesinada por uno de nosotros- No creía como ese Ángel, podía sonar tan sincero -¿No derivas buscar venganza?- Su corazón le comenzó a latir, tenía saber esa respuesta.

-Aunque la busqué… No me la traerá de vuelta y solo lograría envenenarme- De nuevo esa sonrisa encantadora –En cambio, con la paz, todos podremos vivir mejor- Suspiro profundamente -¿No lo crees?-

Por unos segundos ese demonio quedo prendado de esa sonrisa, que al principio le estaba molestando y ahora… No podía dejar de observar –Si… Pero, no será tan fácil- Desvía su mirada –Los Ángeles también ha matado a muchos Demonios importantes, entre ellos al hermano de mi maestro, a los padres de varios compañeros- Suspira, le causaba dolor pensar en ello y con esto la furia incrementaba –Lo que quieres será algo casi imposible de lograr-

-Pero vale la pena intentarlo- Declaro sereno, no se dejaría amedrentar por esas ideas, que sin duda ya había pensado.

Frunció el ceño –Ese Ángel llamado Kardia, es el culpable de varias muertes hacia los nuestros, uno de ellos el hermano mayor de Sísifo y eso yo no puedo perdonarlo- Apretó sus puños, estaba afectado por tantos decesos, que se repetía que una venganza era importante.

-Shion… Entiendo lo que sientes… Pero esa venganza que buscas, solo te causara daño- Desvió su mirada, estaba pensando en cosas raras, apretó su mandíbula, para callarse pero no lo logro fue traicionado por sus instintos -¿Sísifo es un… Amigo importante?- Se sentía intrigado por ese nombre.

Ladeo su cabeza un poco, en señal de confusión –Es el demonio con el que me viste la última vez y no es mi amigo- Serio ante aquello.

-¡¡¡¿ENTONCES ES TU NOVIO?!!!- Quería casi llorar, tan solo pensar que el Demonio lindo, ya estuviera con alguien más.

-¡¡¡¿NOVIO?!!!- ABRIÓ SUS OJOS BIEN GRANDE, NO COMPRENDÍA COMO PODRÍA PENSAR EN ESO -¡¡¡POR SUPUESTO QUE NO!!! ¡¡¡NO... SOY… UN DONCEL… PARA ESTAR CON ALGUIEN COMO ÉL!!!- Desvió su mirada, estaba sonrojado, clara muestra de vergüenza.

-¿No eres un doncel?- Abrió sus esmeraldas con fuerza, no podría creer que de verdad, pasara eso… Es demasiado lindo, para no serlo.

Niega con la cabeza, cruzado de brazos, mirando hacia el suelo, no podía sostener la mirada –No lo soy. ¿Por qué creas algo como eso?-

Dohko pensó un momento, sabía que él no era un doncel, por ende creyó que si alguien le gustaba de esa forma, seria por que tuviera esa condición, mas ahora lo dudaba.

Este demonio, le gustaba mucho, incluso podría creer que estaba enamorado de su sola presencia, y quería de él conocer todo para enamorarse más. Pero si no era un doncel, entonces no podrían tener hijos.

Esa idea rondo por su mente, tan rápido, ya se había imaginado un futuro con él, uniendo ambos terrenos, formando solo uno y ambos liderándolo.

Incluso pensó en como lucieran sus hijos, era feliz pensar en todo eso.

Más si no era doncel, la verdad no le importaba. Con o sin descendencia quería estar con él.

-Es que eres tan hermoso y lindo. Que no quiero dejar de verte- Era capaz de sonar tan dulce siempre y con una mirada de decisión, sin duda un Ángel muy increíble.

Odiaba eso, que le dieran cumplidos, pero por primera vez, sentía algo cálido en su interior, mas no creía todo -¿Comos e si estas siendo honesto conmigo?- Cruza sus brazos, caminando a la orilla –En lo que a mí respecta, puede que sea solo un engaño, para atacarme o atacar a algún otro demonio- Frunció el ceño.

Camino siguiéndolo a lo largo del rio, siempre terminaban mojándose al hablar, teniendo que entrar al cuerpo de agua –Se cómo me puedes creerme- Empezó a buscar en su bolsillo.

El peliverde lo miro atento, no permitiría que le saliera con alguna sorpresa y mantenía su espalda enfundada por cualquier cosa, cerca su mano.

Saco de una de las pequeñas bolsas que llevaba atrás un frasco con un polvillo de color azul cielo, posándolo entre sus manos.

-¡¡¡¿QUÉ ES ESO?!!!- Estaba alarmado, las bendiciones de esos Ángeles podrían causar mucho daño a los de su especie.

-Relaje Shion, es solo algo que ayudara a que me creas- Vertió un poco en su mano apretándola y siendo absorbido por la piel.

-¿En qué ayudara?- Estaba confundido, su mano estaba lista para cualquier cosa.

-Mi amigo Asmita creo esto, con la intención de que la verdad fuera la única política valida en quien estuviera bajo sus efectos- Contesto tranquilo.

Retrocedió, su boca estando ligeramente abierta, no podría creer que ese Ángel estuviera haciendo algo tan imprudente.

-Pregúntame lo que gustes y solo podré contestarte con la verdad- Sonrió sereno, más la vista estando clavada en el peliverde, que se notaba preocupado.

-¿Por qué haces esto?- Fue lo primero que se le ocurrió preguntar, pero no por confianza, sino porque de verdad creía que era un grandísimo idiota.

-Quiero que me creas y confíes en mi- Autónoma salió esa respuesta.

-No tiene sentido alguno que quieras que un demonio confié en ti, no tiene lógica alguna- De nuevo su actitud huraña y de enfado constate.

-Para mí si tiene lógica, si confías en mí, me dejaras concierte más- Sonrió de lado, cerrando sus ojos.

Contestaba a lo que fuera con la verdad absoluta, más esto podría ocasionarle problemas.

-Muy bien- Pensó un instante –Dime a verdad ¿Enserio planeas traer paz a ambos reinos?- Era lo que más le intrigaba y causaba importancia.

Asintió –Así es, quiero traer la paz, tanto a los Ángeles y demonios-

-¿No quieres vengarte?-

Suspiro bajando la mirada –Cuando mi mamá, fue asesinada claro que quería, tan solo tenía cinco años, no podía ver más allá…- Callo un instante, debía tomar aire de nuevo, se sintió algo sofocado –Pero, recordaba lo que ella me decía, que siempre había querido ver a todos en paz, llenos de amor, en vez de odiarse por una rencilla que ya no pertenecía a las nuevas generaciones- Se giró a ver al de ropas oscuras –Por eso… Creo que la paz será mejor que cualquier venganza, eso solo orillara a que más mueran-

Se sorprendió, esa respuesta era demasiado pura, se suponía que eso eran los Ángeles, pero escuchar eso de esos labios… Le trajo una paz que cambio por una confusión al momento de tener pensamientos raros.

-¿Crees que nosotros tenemos sentimientos?- Su voz se volvió un poco tenue, se sintió apenado por preguntar.

-Claro que los tienen, sé que pueden amar, odiar, sufrir, llorar, como nosotros- Sonrió, queriendo acercarse pero recordando la barrera que puso Shion, para que no se le olvidara el peligro –Por eso sé que no somos nada diferentes, al contrario nos parecemos mucho más de lo que todos creen-

-Dohko… Tus palabras… ¿En verdad no mientes?- La suplica en sus ojos se hacía notar, una parte de él le creía, pero otra no podía.

-No te miento y jamás me atrevería a hacerlo- Contesto sin más.

-¿Cómo planeas traer paz a ambos reinos?-

-Creo que lo primero es encontrar a alguien del otro lado, piense similar a mí, aliarnos y lograr que los demás poco a poco enriendan, si logra surgir una amistad y amor entre nosotros, comprendan que se puede lograr- Contesto sincero, no se había dado cuenta que expreso parte de sus sentimientos sin querer.

-¿Amor entre nosotros?- Sus mejillas pálidas se sonrojaron, por las palabras del Ángel tan atrevidas.

Asintió –Si así es amor… Me gustaría que pudiera…- Se estaba dando cuenta de lo que decía, trato de poner su mano delante de su boca, pero esta no se callaba, los balbuceos aun salían- Yo… De verdad… Me gustaría…- No quería seguir, se sentía un idiota por actuar así enfrente de Shion.

Lo único que pensó fue hundir él mismo su cabeza dentro del agua, para que las palabras ya no salieran.

El demonio, se quedó expectante de ese relajo que el castaño tenía contra sí mismo, estático mirando cómo se hundía para no seguir haciendo declaraciones que no quería revelar aun.

Pero, lejos de aquello incomodarlo más, empezó a darle risa, mucha gracias como el pobre Ángel terminaba empatado con tal de no seguir hablando.

-Jajajajajajajaja- Esa fue la primera risa que escucho de parte del peliverde –Sí que eres muy torpe-

Escuchar esa risa, tan llamativa, pero a la vez tímida, le dio otro vuelco a su corazón puro, nunca creyó poder escuchar un sonido más celestial que la voz del demonio.

Quería contemplarle más tiempo, pero aún estaba bajos los efectos de esa bendición y no le traería nada bueno.

-¿Cuánto durara los efectos?- Creyó que si cambiaba la pregunta, ya no tendría que ocultarse en el agua el otro.

Suspiro aliviado, ya no tenía que seguir respondiendo a la verdad absoluta la anterior –Los efectos duran entre diez a quince minutos dependiendo la cantidad que tomes-

-Solo han pasado cinco minutos, te quedan diez- Sonrió delicadamente -¿Quieres preguntarme algo?-

-¿Has matado a muchos Ángeles?- Su semblante se volvió serio, al darse cuenta de lo que había hecho.

Se sorprendió de aquello, mas bajo la mirada –Si, he matado a muchos… Pues es mi deber hacerlo- Contesto, tratando de sonar serio, pero su semblante le decía al Ángel que eso no le gustaba.

-¿Te arrepientes de haberlo hecho?- Podía hacer preguntas, el único efecto que tenía era el hecho de responder con la verdad.

Shion callo, esa pregunta era un debate muy grande internamente, pues… Tenía mucho que procesar y sentía que no lograría hacerlo, sin enojarse o derramar lágrimas.

El castaño noto esta situación, así que pensó rápidamente para cambiar el ambiente tan denso que se formó cuando hace minutos estaban riendo.

-¿Qué edad tienes?- Fue lo único que se le ocurrió.

-Dieciocho- El también agradeció que el tema fuera cambiado.

-Solo eres dos años menor que yo- Sonrió gustoso, su forma de ser es sonreír y estar animado.

-¿Cuál es tu color favorito? ¿Comida preferida? ¿Qué te gusta? ¿Qué te disgusta? ¿Prefieres el frio o calor?- Su boca comenzó a bombardear al Demonio con un montón de preguntas.

Esta acción, dejo fuera de sí al peliverde, pero le dio gracia en cierta forma que estuviera tan interesado en él, sin que el mismo quisiera, ya conocía parte de los sentimientos del Ángel, pensaba que le desagradaría, pero no fue así.

Y eso le asustaba, mas pensó que… Si los ideales de este futuro rey son genuinos y piensa realizarlos, sería bueno para él.

Ya no quería guerras, era un deseo internet que pedía a gritos, pero que no se atrevía a decir nada y solo obedecía sin decir nada aun en contra realizo cosas terribles, pero nunca tuvo otra opción.

Si, él podía hacer algo para traer a su gente la paz que muchos merecen, que todos desean, sin que la muerte este de por medio, haría lo que fuera, incluso entregar su vida por eso.

-Me gusta el verde y el color negro…- Empezó a contestar aquellas preguntas, con una leve sonrisa, aun mostrando tristeza en los cuarzos rosados.

Dohko por su parte, estaba encantando que por fin logro verlo después de casi otra semana sin verlo, que le estuviera contestando sus preguntas sin problemas, tal vez podría lograr lo que su corazón deseaba, pero debía ser cauteloso.

Sentía el dolor del dominio, quería curar eso.

Pero ellos dos no eran los únicos ene se lugar y más bien del lado divino, había dos pares de ojos observándolos con sumo cuidado.

Suspira –Esto será muy peligroso para el- Se notaba la preocupación en la voz de ese Ángel.

-Se enamoró de un demonio ¿Cómo es eso posible? Acaso… ¿No piensa?- Un Ángel con una piel un poco más oscura que la de su compañero, recargado en un árbol.

-Lo había visto los últimos días, demasiado triste, casi ni comía- Negó con la cabeza.

-Es tan tonto, que utilizo ese bendición que creaste de la verdad, sobre sí mismo- Frunció el ceño –Es demasiado peligroso, el conoce todas nuestras tácticas, si le preguntan, dirá todo- Se notaba frustrado.

-Sé que está mal… Pero Deuteros… Él está feliz y es lo que cuenta- Siempre comprensivo con su mejor amigo.

-Sí, estará enamorado y lo que sea… Pero para acabar de rematar, su familia solo se enamora una vez y este imbécil lo hace de un enemigo- Cruzado de brazos –Y no cualquiera… Si no… Alguien como él-

-¿Conoces a ese Demonio?- Lo interrogo rápido, No le gustaba que su novio le ocultara nada.

-Es el discípulo del actual patriarca, y ya se ganó el derecho de heredar el liderazgo- Bufo molestó -¿No es tan listo para que tenga algún plan contra ese cabellos alborotados?-

-Dohko, no es capaz de jugar con los sentimientos ajenos, si está mostrando interés, es sincero- Sonrió débilmente, entendía que esto traería grandes consencientes a su amigo, pero no podría hacer nada.

Su cara estaba descompuesta de molestia, pero un poco de burla por su idea –Ósea… ¿Quiere que un Demonios sea la futura reina de los Ángeles? Jajajajaja- Sonrió ante esa propuesta.

-Deuteros… Esto le complicaría la vida, sufrirá demasiado- Recargó su espalda en un árbol, bajando sus alas.

Vio la preocupación en los zafiros de su amado, se acercó a él, acariciando su mejilla, para contemplar a su amado Ángel –No todos tienen nuestra suerte- Se inclinó para besarlo, acariciando sus dorados cabellos.

Asmita salió de su ensoñamiento, para sonreír delicadamente –Lo se… Y es muy triste, porque ambos se notan felices a su manera, con la compañía del otro.

Desde esa posición, podían ver a ambos jóvenes de diferente especie, compartir una conversación amena, que en ningún momento constituyo de investigar tácticas de guerra del otro bando.

Si no fuera por la división, Dohko ya hubiera abrazado al peliverde en más de una ocasión.

 

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como se encuentran el día de hoy, mis preciosos terrones de azúcar? Yo ando muy ansiosa, nerviosa y emocionada. jajajajjajajajaja Les diré que este marte continuaremos con el especial de las parejas,ya a complete el capitulo y voy por hacer mas. Ya faltaran pocas parejas por hacer y listo. tendré otro día libre, para ver que mas se me ocurre hacer. 

Jajjajaja me encantaron sus espectros preferidos, jajajajaja Los jueces el inframundo ganan esta contienda. 

Como tengo algunas cosas que hacer, paso rápido a dejar el capitulo. 

La pregunta es ¿Que canción están escuchando en este momento? o en su defecto ¿Cual fue la ultima que escucharon? Yo estoy escuchando Rengoku, así se llama de Shikata Akiko. Es una pregunta para conocernos mas y también nuestros gustos. 

En fin, les seguiré agradeciendo cada día, la oportunidad que me dan de entretenerlos con mis locos fic´s, gracias.

Mil gracias, por su apoyo en verdad lo agradezco enormemente. 

En fin... Creo que debo despedirme, por este día. Nos vemos luego.

Ammu se va. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).