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Te Alcanzara Mi Corazón por AMMU TEIKOKU YUDAINA

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Notas del capitulo:

Bueno mis terrones de azúcar, se que ya es Octubre y se supone que descanso ya, solo que en este día, pues para terminar bien la semana, publicare este como ultimo de los semanales hasta el primero de Noviembre que cae en lunes, así que iniciaremos cn todo el próximo mes con los capítulos super chidos.

Sin mas les dejare que disfruten mucho este capitulo, pues... Se que les sorprendara lo que ocurre.

Los ojos azules brillantes, se contraen de sorpresa por esta revelación, que su hijo lograra hablar con un demonio, es algo que desde luego la barrera protectora evitaría a toda costa.

No debería haber posibilidad de esto, sin embargo al parecer el rubio encontró una manera.

Aun así con esta sorpresa, Asmita después de ver a su hijo, posa su vista levemente en el castaño, con lo cual entiende que esto debe ser una de las mejores noticas de todas.

-¿Co…Como… Que… Has hablado con un Demonio…?- Sus palabras en un hilo, su voz apenas perceptible por la sorpresa y desconcierto, su mirada se fija directamente en quien había figurado como su hijo por casi trece años.

Pero Shaka no responderá, no lo hará, guardara este secreto sea como sea, ladea su cabeza, frunce el ceño, aun sostenido por el demonio de cabellos verdes, que se ha vuelto su peor enemigo desde ahora.

-Shaka, hijo mío… Por favor… ¿Qué significa esto? ¿Cómo es que… Tú hiciste algo como eso?- Asmita, debe pensar rápidamente, sabe lo testarudo que es el niño, pero igual lo desesperado e impulsivo que llegaría a ser el castaño, ante esto.

Que incluso podría revelar información delante de los otros tres niños, que no tienen por qué enterarse de esta situación en particular.

-Lo siento… Papá…- Mira al rubio, para después posar su vista alzada contra las esmeraldas –Padre, no pienso decirles nada…-

-Shaka…- El tono del rey es severo, ronco, y su presencia se puede denotar mucha más aterradora en un abrir y cerrar de ojos –Me dirás que es lo que has hecho, para poder comunicarte con los demonios… ¡¡¡AHORA!!!- En este instante ya no es el mismo ángel, tan amoroso y amable que siempre ha presentado esa imagen, al contrario… Su misma energía, su ser entero es sumamente diferente, sin dejar la blancura de su raza pura.

Desde luego los menores se quedan incluso temblando por ver un enfado tan grande por parte del rey tan sonriente y pacífico.

Tan grabe había sido el pecado del príncipe, que el castigo podría ser el más aterrador de todos.

Miles de cosas se cruzan por la mente de todos, incluso Shura, comienza a sentir cierta culpa por haber hablado y delatado al rubio, pero ya nada podría hacer.

Shaka, simple y sencillamente, no podría comprender como su padre, el ángel que siempre había fungido como tal, se muestre así.

No concuerda para nada, con el hecho que siempre le habían dicho.

Que los demonios no son como lo han pintado los libros de sus tierras o lo que cuentan los demás, al contrario algunos pueden ser buenos y se podría llegar a un tratado de paz, si la barrera no existiera.

Eran las creencias que sus padres le inculcaron, y ahora el castaño se porta así.

Desde luego cree que es por esto, y no por la desesperación que de verdad es lo que el corazón de Dohko presenta.

¿Quién podría culparlo?

El rubio mayor de esa habitación, comprende esta situación perfectamente bien, haría lo mismo si supiera, que tuviera una sola oportunidad de volver a ver Deuteros, haría lo que sea por eso, pero debe ser el cerebro en esta ocasión.

-Shura, Milo, Camus- Llama de forma firme, hace uso de su título como concerté del rey –Déjenos solos- Su tono es calmado, aunque sus ojos demuestren un poco de angustia, se mantiene firme en sus palabras.

Quienes han sido llamados, no tienen de otra que obedecer, sin rechistar, después de todo Asmita tiene el mismo nivel de poder en la jerarquía de ángeles, y si no obedecen una orden de él, se podría decir que es un desacato, en tan solo dudarlo y pensarlo.

-Entendido- Asiente el peliverde, soltando el agarre del príncipe.

-Sí, señor…- Camus, baja la mirada, preocupado por uno de sus más cercanos amigos, sabiendo que esto daría un resultado sumamente difícil a su vida.

-Por favor, no sean tan crueles con Shaka- El peli cerúleo aun sin medir las consecuencias de este hecho, pero intenta apoyar a su amigo.

Ninguna respuesta se da a este pedido.

Lo único que se deja ver, es que los tres se retiren cabizbajos, preocupados por el rubio, pero sin más que decir, cerrando la puerta detrás de ellos.

Milo dedicando una mirada desaprobatoria a Shura, negando con su cabeza, dando a entender que fue mala idea haberlo delatado, y de igual forma sentirse algo decepcionado del de cabellos peliaguamarino.

Los cuales no dicen nada más, pensaban que algo muy malo le pasaría a Shaka, un terrible castigo o una represión que sería muy cruel.

Cual sea, deberán esperar a saberlo, cuando el rubio pueda volver a verlos, si es que eso llegara a pasar pronto.

Aun así, regresando a lo que ocurre dentro de la sala del trono real.

Sin duda, Asmita puede notar el conflicto tan grande que eso está ocasionando, su hijo terco en sus convicciones igual a su verdadero padre, y Dohko desesperado por conocer la verdad.

Debe actuar rápido, si no las cosas podrían allí realmente salir mal y ocasionaría que todo se sepa, es una manera de proteger a su amigo y a su hijo.

Un suspiro sale, cierra sus ojos un instante, para acercarse de manera tranquila a su hijo.

-Shaka, por favor…- Usa la voz más suave y tranquila posible, dedicándola una mirada de amor incondicional –Dinos ¿Qué fue lo que paso?- Es un ligero ruego a su hijo, con el deseo de hacerlo entender, que es la mejor opción.

-No puedo hacerlo… Papá… Si les digo algo, temo que existan represalias contra él- Es lo único que piensa confesarles, aunque sienta una opresión en su pecho por ver el rostro del castaño tan desesperado, que está intentando controlarse de hacer alguna tontería.

-Sabes que no haríamos nada contra un demonio, te hemos dicho toda la vida que si fuera por nosotros y la barrera no existiera, podríamos intentar un tratado de paz, ¿Acaso no confías en nosotros de esa forma?- Usa un poco del chantaje emocional para descubrir si con esto, puede disuadir a su pequeño ángel.

Las palabras son certeras en el corazón del niño, apretando sus dientes, bajando la mirada, pues reconoce que está en un dilema.

Claro que confía en ellos dos, toda la vida le enseñaron que debe respetar a todos por igual, y que los demonios no son tan malos, todo lo que Asmita dice es cierto, se lo han inculcado, por eso, que ahora no quiera decirles algo así, es preocupante.

-Si les digo algo…- Titubea, sin poder mirarlos al rostro –Temo que alguien lo use para el mal… Que lo usen para dañarlo…- Su preocupación solo va hacia el demonio pelilila que robo su corazón desde una temprana edad, y no ha podido dejar de hacerlo.

-¿A quién?- Pregunta con ternura y una leve angustia.

El rubio mayor se da cuenta que su hijo, un ángel puro se ha enamorado perdidamente de un demonio, del cual no saben ellos el nombre, es como ver la historia de su amigo repitiéndose, siendo ellos más jóvenes y con la barrera causándoles no poder verse.

Es un trágico amor, que apenas inicia, según sus conocimientos.

Niega con la cabeza –No diré nada, lo siento padres… Pero… No lo hare…- Mas es interrumpido por una escena que lo hará pensarse dos veces el tema ahora.

-Por favor…- La voz quebrada del rey se escucha, su rostro bajo, siendo cubierto por su propio cabello castaño, dejando que al lagrimas recorren sus mejillas –Por favor Shaka, necesito… Necesito saberlo… Debo saber, si existe una forma para… Hablar con ellos…- La fuerza que le quedaba, solo era la esperanza de tener la oportunidad de volver a ver a su príncipe de pesadillas.

Ahora parce ser que ese niño que tuvo que criar junto a su mejor amigo, para hacerlo pasar por su propia sangre, le da una posible solución.

Pero este se niega a rebelarlo, no lastimaría a Shaka para que le hable de esto, después de todo, para él, es como si fuera un sobrinito, es el hijo de dos buenos amigos, la desesperación creció al grado de casi suplicar una respuesta.

-Padre…- Los ojos azules se abren de par en par, regresando su vista al frente, asustado por ver al demonio más gentil y amable en esa situación, no deseaba hacerle daño, pero… Tantas preguntas rondan ahora su mente, más una sale de sus labios sin pensar -¿Por qué… Es importante esto?-

Tal vez no la formula bien, o no sabe que decir, pero es lo que pude dejar en evidencia.

El rubio mayor se queda en silencio, comprende a Dohko, y a su hijo, está en medio de esta situación y cree que es mejor no intervenir al menos que sea necesario, solo espera que la respuesta pueda ayudar a ambos a que esto se vuelva una calma total.

-Porque con eso… Tal vez… Podamos hacer que la barrera se destruya, encontrar una solución a nuestros conflictos, han pasado algunos años…- Intenta hacer lo mejor posible, ahora no está en condiciones para hablarle de toda la verdad al niño, pero… En sí, no le miente del todo –Podríamos intentar vivir en una armonía, algo que siempre desee…- Sonríe sin pensarlo, dejando que sus lágrimas caigan, para tomar las manos del menor y bajar hasta su nivel.

Algo que está completamente prohibido para el rey, quedar arrodillado delante de alguien que se supone tiene menor rango, en esta jerarquía angelical.

Pero le da igual, con tal de saber si tiene oportunidad de volver a ver a Shion, al demonio que jamás saldrá de su corazón pase lo que pase.

El rubio no sabe qué hacer o decir, en este momento todo es más confuso, que hace minutos, las heridas duelen menos, que hacer sufrir a la persona que cree como su padre, pero su mente no alcanza a entender por qué eso ocasiona tanto malestar al castaño.

No entiende si algo más significa.

-Pero… Los demás ángeles… Nuestro reino… No lo entenderían…- Sin saber por qué piensa ahora en ellos, cuando nunca le importó esas opiniones, pero su confusión ha crecido tanto.

-¿Te importaría mucho lo que digan los demás, de tu amor por un demonio?- Dohko reconoce esa mirada, que él aún posee…

Enamorándose de quien menos debería, y aun así, no le interesa lo que los demás digan.

El amor que ha mantenido en secreto, para todos los de su reino, menos para sus cercanos, jamás se sintió tan vivo, con esta posibilidad.

-Yo…- Descubierto, era demasiado evidente, los de sus especie tienden a hacer locuras por los que aman.

Esa es un verdad absoluta de los ángeles, aman solo una vez, se enamoran profundamente de un solo ser para toda su vida y jamás puede ser cambiado.

Si esto ha ocurrido en Shaka, su amor es eterno ahora.

-Si me dices como has logrado hablar con ellos podremos buscar una solución, una forma de que igual estés a lado de quien amas- Tal vez un pequeño chantaje, hacer una cosa, y pedir algo para dar otra cosa.

Algo que usaron contra él, de forma desgraciada para alejarlo de quien ama, pero aquí…

Es sincero en sus palabras, si descubre cómo es que logro comunicarse con el otro lado, puede que se encuentre la manera de romper la barrera, así lograría estar al lado de su demonio y el rubio, de quien ama.

Solo Asmita se mantiene algo conflictuado por esta situación, feliz porque su amigo pueda encontrar la oportunidad de volver a ver a ese demonio, pero preocupado por su hijo y que corra un gran riesgo.

Mas no puede decir nada, está en un estado de confusión igual que los dos allí presentes.

-¿De verdad harías eso?- Su pregunta ingenua, aun temiendo porque le estén mintiendo.

-Claro que sí, buscaremos como derribarla, tal vez… Algún demonio más poderoso nos pueda ayudar…- Sin pensarlo, sus palabras vagan hasta la presencia de Shion.

-¿Cómo el patriarca de los demonios?- Pregunta con cierta duda, pues sabe que ese demonio es el más poderoso del territorio “Enemigo”.

-¡¡¡SI!!! ¡¡¡ÉL NOS PODRÍA AYUDAR!!! ¡¡¡SÉ QUE SÍ!!! ¡¡¡ASÍ QUE, SI SABES… COMO… HACERLO, YO TE APOYARE EN TODO!!!- Su alegra se manifiesta, su angustia se desvanece, con la ansiedad de saber de una buena vez, la forma en que este niño se comunique con los otros.

Shaka duda un poco más, la efusividad del otro lo tranquiliza y extraña demasiado, algo mas está ocultando, pero no sabe si esta en lo cierto o no.

Lo único que cree, es que las palabras de ambos ángeles, son sinceras… Nunca le han mentido hasta donde sabe, ¿Por qué lo harían ahora?

Ya que eso iría contra lo que le han enseñado.

Suspira y asiente sin más, resignado a que no puede seguir negándose a estos pedidos.

-Está bien… Les diré, como conocí a Mu- Sin más revela el preciado nombre del demonio que tiene su corazón, para recitar la historia de cómo una noche de cuando tenía ocho años, se volvió el inicio de algo más que una amistad.

---Lado de los Demonios---             

Después de que el peliverde tranquilizará a su pequeño hijo, pues a su pregunta aún no ha recibido respuesta, pero no deja de abrazarlo, de una forma que entienda que pase lo que pase estará con él.

¿Acaso llego el momento de decirle la verdad?

Puede ser una posibilidad con “Colmillo Rojo” tan cerca y posiblemente haciendo de las suyas para llegar al pelilila.

-Rompí las reglas patriarca… ¿Por qué usted… No me ha castigado por lo que siento?- Sin decirlo de forma directa, ha respondido la pregunta, sabe que está cavando su propia tumba, pero no es capaz de negar algo que su corazón siente.

-Porque yo no sería capaz de herir a alguien que este enamorado, no quiero ser yo quien reprima un sentimiento tan puro como ese- Apenas si se separa del menor, sin romper la cercanía del todo, solo para acariciar la mejilla tibia, y dedicarle una sonrisa, en donde las lágrimas han comenzado a brotar -¿Alguna vez… Escuchaste la historia, de un ángel y un demonio, que se enamoraron profundamente?- Lo ha decidido, seguirá este camino.

El pelilila, abre sus ojos con sorpresa, pues esto, era algo que jamás se esperó en lo más mínimo.

Claro que no la conocía.

No sabe para nada la historia de sus propios padres.

-No…- Incrédulo, y con la cabeza ligeramente abierta -¿Cómo es eso posible? ¿Cómo…?-

-Fue hace unos años atrás… El ángel, encontró al demonio a la orilla del rio divisor y su amor surgió de una forma tan confusa, pero hermosa… Que termino atrayendo a ambos, aun sabiendo que esto era contra sus reglas…- Un suspira sale, como si estuviera volviendo a ver esas memorias en algún punto de la habitación –La barrera no existía, su amor fue lo que realmente la provocó…-

-Pero…- Claro que desconcierta más al pequeño demonio, las cosas no las conocía esa forma –Han dicho que el anterior patriarca, fue quien la cello para mantener a salvo a todos nosotros-

-En su pensarlo lo creyó así…- El tono de su voz cambia a una de desprecio, intentando controlar sus impulsos de ya dejar todo en claro, pero algo se lo impide del todo –Pero más lo hizo para alejar a quiénes se amaban con esa intensidad que desafío a todos…- Frunce el ceño, aun no es lo suficientemente valiente como para revelarlo, pero al menos una parte sí.

Shion, está temiendo tanto que su propio hijo, lo desprecie al final por no mantenerlo a su lado, no poder cuidarlo y protegerlo…

Y que por culpa de “Colmillo Rojo” lo culpe por la muerte del demonio quién lo crio, al saberse que entre la gente de ese lugar, se crea y diga que fue por parte de unos de los soldados al servicio del patriarca.

Esos enemigos del peliverde, tienen todo bien planeado el terreno, que cualquier movimiento pueda ser en falso para alguien que ya sufrió demasiado, y al parecer la vida no le desea dar algo de tregua.

-¿Qué paso con ellos?- Curioso como su naturaleza, aun estando en el suelo de rodillas, contemplando el rostro del peliverde que no se aleja de su lado, sujetándolo ahora del hombro.

-Solo se sabe que el demonio no ha dejado de amar a su ángel, pero… No pueden volver a verse, ni tener contacto, ya que la barrera lo prohíbe…- Cierra sus ojos, para mirar de frente al niño, al abrirlos de nuevo –Pero, si tú… Has logrado hablar con un ángel, tal vez es nos de la esperanza que las cosas puedan mejorar- Sonríe para transmitirle confianza y sus lágrimas dejan de seguir brotando por un momento –Como patriarca, puedo intentar hacer algo, así que… Confía en mí… Ayudare en lo que sea- Para este punto sujeta ambas manos entre las propias, para llevarlas a su pecho y darle a entender que es verdad lo que promete.

-Patriarca… ¿De verdad ayudaría?- Su corazón le dicta que debe confiar en el peliverde, que le dice la verdad, y más con esa historia que se asemeja a la propia del niño, quiere que todos sean felices en la vida, es su mayor deseo del demonio.

-Claro que si- Asiente, aferrándose a esas manos que son de su hijo, con que ese niño le tenga confianza, será suficiente, para lograr que todo vuelva a la normalidad y al final pueda reencontrase con su ángel y que este conozca al fruto de su maravilloso amor.

Asiente, con una gentil sonrisa, las lágrimas también se han detenido, si puede hacer algo para que todo este conflicto se solucione aunque sea un poco, lo hará.

-Lo conocí cuando tenía ocho años, su nombre es Shaka… Cada mes nos encontramos en cada lado de nuestra barrera, y logramos comunicarnos- Le revela de a poco su información, no todo, pues existen cosas que tal vez sean irrelevantes.

Tener la confianza del pelilila es lo único que siempre deseo, con esta revelación y con la seguridad que ahora se derribara la causa que ha mantenido separado a ambos mundos, aunque la forma aun es incierta para él.

-¿Es el ángel que amas?- Como si no conociera la respuesta, pero le parece lo más adorable y tierno del mundo, que su corazón, busque a alguien de otro mundo para amar, es curioso este hecho, y sonríe sin más.

-Si…- Revela con un sonrojo en sus mejillas, bajando la mirada –En un momento de esos encuentros… Pude verlo ¿Sabe?- Inocente, cuenta de esa noche en que puedo contemplarlo.

-¿De verdad?- Impresionado el mayor, pues se supone que la barrera impide cualquier sonido o avistamiento y aquí se sabe más de lo que conocía, lo cual representa algo maravilloso.

-Si… Él tiene cabellos rubios, ojos azules, una linda sonrisa que me hace muy feliz…- No teme en decirle todo eso al patriarca, confía plenamente en él, pues sabe qué hará lo correcto –Me ha dicho que existe una manera de derribar la barrera, la cual es…- Calla un momento, para respirar y calmarse, aunque no le hace falta por mucho tiempo, sentir de cerca así al patriarca le provoca tranquilidad –Se necesita un descendiente de cada uno de quienes la formaron-

-¿Un descendiente de quienes la formaron?- Mucha información de golpe para él, pero intenta seguir el hilo de este hecho, sería difícil por no decir imposible en todo caso.

Su pensamiento va directamente en que Mu al ser el hijo de Dohko, cuyo padre, formo la barrera, tal vez eso haga que él pueda comunicarse con los del otro lado, pero por su parte…

No existe descendencia del anterior patriarca, no hasta donde su conocimiento capta.

Sin embargo Mu no parece estar preocupado por esto, ya que sonriente, continúa su hablar.

-Tenemos ya al descendiente de los ángeles- Le revela sin más.

-¿Cómo?- Su sorpresa crece al grado de no lograr comprender las palabras del pelilila.

Pues, ¿A qué se refiere con esto?

-Shaka, es el hijo del rey Dohko, el único descendiente que nos podría ayudar, ya que su abuelo formo la barrera- Le dice sonriente, creyendo que podría ser una excelente pista, aunque pronto cambio esa idea al ver como el rostro del pontífice es diferente de una total calma y curiosidad, a una que proyecta un inmenso dolor… Confusión y enojo.

-¡¡¡¿QUÉ?!!!- El labio le tiembla, las manos igual, no sabe cómo reaccionar o que decir.

Esta revelación, ha ido la más difícil y dura de este mundo, es completamente imposible que sea cierta.

-Eh… Sí, es verdad… Shaka, mi amigo… Es hijo del rey Dohko y del señor Asmita, ellos…- No pudo continuar, cuando el agarre del patriarca se fue de sus manos, para dejarlas caer por sus laterales, con lágrimas en su rostro.

-¿Có- Cómo… Có… Mo… pudo… Hacer eso?- Su mente es un tormento como su corazón.

Acaba de escuchar la peor confesión de todas, su ángel… Quien aún ama con todo su corazón, con quién tiene un hijo, el ser que siempre creyó que volvería a ver…

No le juro amor eterno como dijo, no fue capaz de mantearse fiel a lo que se supone sentían.

Pues, ahora sabe que tiene un hijo, con ese ángel que se supone era solo su amigo…

Las lágrimas caen como cascadas de sus cuarzos, con su cuerpo tembloroso, y el dolor que lo invade sin más, su postura aun es de rodillas, sus brazos a los laterales, con la mirada baja, sintiendo que esto debe ser un error.

-Pa… Patriarca… ¿Se… Encuentra bien?- La preocupación del pequeño demonio crece al momento de ver esto, no lo entiende.

Por qué el peliverde ha reaccionado de esta forma, su conocimiento no alcanza para descifrar todo esto.

Su compostura debe ser guardada ahora… Pues un pensamiento, aterrador cruza por su mente, el cual debía evitar a toda costa.

-Ese ángel… Q… Que… Has conocido… Es… Hijo del rey ¿Cierto?- Su voz temblorosa, con una rabia que de a poco está brotando.

-Si… Pero… ¿Qué pasa? Su ilustrísima, ¿Algo malo está ocurriendo?- Su mirada de preocupación se deja ver, no comprende nada y aun así, intenta acercarse al otro, para ahora ser él quién lo calme.

Esto es demasiado doloroso para el peliverde, una maldita ruin broma del destinó.

Ya era suficiente con saber en este momento que toda su añoranza por algún día volver a ver al castaño y que ambos pudieran estar juntos con su pequeño, eran solo ilusiones de él mismo.

Jamás debió confiar en un ángel.

Su corazón ahora se lo dicta como su mente.

Pero eso no era todo lo que le importaba, si no el hecho que está descubriendo con esas palabras.

Mu, su hijo, el hijo del ángel que no pudo esperarlo, se ha enamorado de un ángel que vendría siendo su medio hermano, algo que ya no podría permitir…

-Mu…- Ni siquiera lo pensó para decir el verdadero nombre del menor –¡¡¡NO QUIERO QUE VUELVAS A ACERCARTE A LA BARRERA NUNCA MÁS!!!- Sentencia sin importar sus anteriores palabras.

El asombro y confusión, porque supiera su verdadero nombre y que ahora le esté prohibiendo algo que se supone no pasaría, alejarse de la barrera, es algo que no podría permitir aceptar.

-¿Por qué? ¿Por qué no?- Confuso, titubeando en que más decir, queriendo ignorar lo que escuchó al principio.

-¡¡¡POR QUE NO!!!- Le grita por primera vez al demonio, que siempre deseo tener cerca, para levantarse sin más del suelo, apretando sus puños, sin dejar de brotar esas lágrimas de rabia y un inmenso dolor, que solo el rostro de enfrente puede contener -¡¡¡NO QUIERO QUE TE VUELVAS ACERCAR A ESE ÁNGEL, A NADA QUE TENGA QUE VER CON ELLOS!!!-

-Pero…- Está pensando todo muy rápido, ¿Cómo era que pasaron a una hermosa historia de amor y confianza, a un momento en donde le estén prohibiendo seguir con su mayor deseo de tener cerca a ese ángel?.

-¡¡¡ES UNA ORDEN!!!- Le grita sin más, observándolo, sintiendo que lo único bueno que salió de ese supuesto amor, es el pequeño delante, le causa conflicto tratarlo de esa manera, pero no sabe que más hacer.

-¡¡¡NO!!!- Le responde de una forma firme, y con el ceño fruncido, aunque algo asustado y nervioso por esto.

-¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿CÓMO TE ATREVES A DESAFIARME?!!!- Enfurecido, pero intentando no hacer algún daño a su hijo, se acerca para encararlo, y sujetarlo por los brazos -¡¡¡TIENES QUE OBEDECER, NO PUEDES VOLVER A ESTAR JUNTO A ESE ÁNGEL, NUNCA MÁS!!!-

-¡¡¡¿POR QUÉ NO?!!!- El pelilla se enfrenta al otro con ciertos nervios, pero eso no lo impide encararlo, aun siendo sostenido con fuerza por él.

Se demuestra que tiene la misma ferocidad y decisión que Shion posee, algo que sin duda heredo.

Por lo cual no dejara que su amor se vea arrebatado, las esmeraldas son rivales para los cuarzos.

El patriarca, puede ver que esto es un enfrentamiento que solo traerá dolor, que ningún ganara, pero no puede hacer nada más…

Su corazón y mente en conflicto, uno de sus anhelos se ha visto derrumbado para siempre, no lo piensa, no lo analiza, simple y sencillamente, deja que sus sentimientos se desaten.

-¡¡¡PORQUE TÚ Y ESE ÁNGEL SON HERMANOS!!!- Lo grita sin más, respirando agitado, sin soltar al menor, ni darse cuenta que lo que ha hecho es algo que no tiene una solución.

-¿Qué…?- Un balde de agua es arrojado en el rostro del pelilila, confundido, desesperado y sin poder decir más, su voz es apenas un susurró.

Se da cuenta de lo que ha dicho, el agarre que mantuvo con el menor se retrae, por fin reacciona un poco.

Ha revelado la verdad que debió ocular un poco más.

-Mu…- Pronuncia con cuidado su nombre.

-¡¡¡¿CÓMO SABE MI NOMBRE?!!!- Las lágrimas caen, lleva su mano directamente hacia a su pecho y otra a su cabeza, respirando agitadamente, negando con su cabeza -¿Có- Cómo… Cómo… Puede… Decirme… Eso…?- Su rostro contraído, con el dolor y confusión, pensando que esto es una terrible mentira, que se ha inventado el patriarca para mantenerlo lejos del ángel.

No sabe si decirlo o callarse, no pudo evitar sentir que ha causado el peor dolor en su hijo, pero… Shion no está en sus mejores condiciones emocionales para hablar, sin embargo no existe vuelta atrás.

-Es el nombre… Que yo te di…- Le dice esto, con cierta duda, temor de ser peor lo que dirá, pero era mejor hacerlo de una vez, pues, prefiere que sepa la verdad, y entienda –Tú… Mu… Tú… Eres… hijo de un ángel… De Dohko y… De un demonio, mi hijo…-

La mentira que ha sido su vida, ahora se ve destruida ante el pequeño demonio.

Pero esto, es de lo pero para Mu, todo lo que conoció, lo que sabía hasta el momento, es una mentira, y no puede comprenderlo, dejándolo en un shock demasiado potente, que sin más lo hace caer al suelo.

Pues sus piernas tiemblan, cayendo de rodillas, temblando por las revelaciones no pedidas.

Sus ojos bien abiertos, agitado, su respiración parece abandonarlo por la fuerte impresión, su misma energía vital pareciera que se acaba de remolinear en todo su ser, casi siendo visible.

El pequeño demonio, con cuernos apenas desarrollados, que no deja ver sus alas, debe estar pensando en los momentos que han sido su vida, y el rostro de su madre es lo que se viene a su mente.

-¡¡¡MU!!!- Se acerca de inmediato al demonio, para intentar tocarlo, hacerlo entender esta verdad, pero algo… Se lo va a impedir.

Una voz, una que pensó y deseaba con todas sus formas, jamás volver a escuchar en toda su existencia.

-Es el momento…-

Shion sin pensarlo dos veces, abraza con fuerza a su pequeño, que aún no sale de su asombro, mirando para todos lados.

Pensando que esto, atrajo la atención de sus propis enemigos.

Ya que su misma fuerza vital que esta entrelazada con sus emociones, se está viendo afectada y ni se diga de Mu, que no sale de su confusión.

Pero la voz que de nuevo resuena, es aterradora, pero solo causa odio en el corazón de Shion, jamás olvidaría al demonio que le arrebato todo.

-En que conozca tu verdad… Shion-

Con esto, un brillo cegador sale por todo el perímetro de la sala patriarcal, cubriéndose los ojos el peliverde y con su cuerpo proteger al pelilila, no comprende que está ocurriendo.

Todo es tan confuso ahora, que no lo entiende, pero sabe que debe cuidar, que nada malo le pase a Mu, aunque le ha hecho peor daño sin quererlo de verdad.

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar?

Mis terrones de azúcar, este es el ultimo capitulo de los semanales, hasta Noviembre que volveremos con todo.

Espero que disfruten este hermoso mes de sustos, diversiones, dulces, historias de terror y demás... Que planeo hacer muchas cosas, jajajaja solo que no están relacionadas con los fic's.

Nos volveremos a ver en Noviembre, salvo por ocho ocasiones, por dos regalos de terrones y seis de cabaleros que celebran su cumpleaños.

Pero obvio sera menos que todos los días, y ademas preparare los elegidos pro ustedes, por la celebración de 500 terrones de azúcar.

Así que Noviembre se viene con muchas cosas divertidas.

Buenos mis terrones de azúcar, muchas gracias por estar conmigo apoyándome, leer siempre mis locuritas, votar y comentando, lo agradezco enormemente, son los mejores del mundo mundial.

Los voy a extrañar este mes, pero andaré al pendiente de todo, por lo cual... No estaré tan lejos, ademas que estaré comentando, contestando mensaje y todo.

Nos vemos hasta en Noviembre con la actualización de todos los fic's semanales.

Cuídense mucho, hagan caso a las medidas de higiene y no se expongan de mas.

Los quiero mucho.

Ammu se va. 


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