Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Te Alcanzara Mi Corazón por AMMU TEIKOKU YUDAINA

[Reviews - 4]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Hola mis terrones de azucar, espero que esten bien.

Aqui yo con otro capitulo del fic en cuestion.

Espero que lo lean, disfruten, comenten.

Nos vemos abajo. 

---Torre principal territorio de demonios---

-Manigoldo- Llamo una voz firme.

-¿Qué desea patriarca?- Contestó con respeto, más una sonrisita demostraba en su cara.

-Tú y Sísifo van a liderar las tropas principales, tendrán que acorralarlos y llevarlos hacia los terrenos que custodia Shion- Decía esto, mientras movió unas piezas sobre una gran mesa que tenía un enorme mapa de sus territorios.

-Entiendo- Sonreía, le agradaba el hecho de pelear con esos Ángeles, no permitiría que siguieran tomando más de sus tierras.

-Albafica y Regulus, los quiero listos junto a Shion, cuando ya evacuaran a todos los habitantes de esa zona- Miro a ambos.

-Enterado- Asintió serio.

-Como usted lo diga- El más joven, parecía emocionado.

-Según los reportes que Shion ha mandado, es una zona perfecta para tender una trampa, con nuestras maldiciones y sellos- Sujetando los papeles en cuestión.

-¿En cuánto tiempo se llevara a cabo esto patriarca?- Sísifo el que portaba un arco y fecha como arma, hablo por primera vez en toda la reunión.

-Después de que termine su misión de dos ciclos lunares, entonces invadiremos el flanco principal con las tropas de Manigoldo y tuyas, luego se dirigirán a la evacuación comandando las restantes Albafica y Regulus como he mencionado y Shion estará al frente para que aniquile a cualquiera que quería arrojar alguna bendición- Hablaba tan seguro, mientras se levantaba dando la espalda a los allí presente dirigiendo su vista hacia la ventana.

-Si ya ha quedado todo claro, pueden retirarse- Dio la orden.

-Como ordene- Al unísono todos respondieron y realizaron dicha acción.

Al sentirse por competo solo y con la privacidad de la puerta cerrada, pudo relajarse un momento.

Suspiro, con los manos detrás de su espalda, contemplaba esas tierras en donde el lideraba a todo el ejército –No sé si este haciendo todo bien, pero… Te jure que estas tierras estarían a salvo- Esa voz, estaba tan cargada de nostalgia, que parecía que podría derramar alguna lagrima.

-Él se volverá el nuevo patriarca, es muy fuerte, tiene grandes habilidades como las tuyas, pero también el mismo corazón que tu- Negaba esos pensamientos con un sutil movimiento de cabeza.

---Días después (Reino de los Ángeles)---

Desde su último encuentro que lograron verse ambas almas similares.

Nuestro querido Angelito castaño, no podía negar su felicidad.

Si bien no podía ir todos los días, por sus deberes reales, obligaciones de asistir al entrenamiento como un soldado y en sus clases para mejorar sus bendiciones.

No lograba tener el tiempo necesario, sin que alguien estuviera a su alrededor.

Más en este día estaba dispuesto a ir al encuentro de aquel demonio.

El cual había tenido que decirle sus horarios que tenia de patrullaje, pues Dohko, no se iría sin que soltara esa información valiosa.

Seamos honestos, este muchacho fue capaz de memorizar todo ese itinerario que he conto, dándose cuenta que ese peliverde es sumamente organizado en sus deberes, analizando cada posible circunstancia.

Si siempre ha mostrado una gran sonrisa, un ánimo demasiado efusivo ante cualquier cosa, ahora parecía que tuviera más energías, capaz de hacer todo sin siquiera quejarse, cosa extremadamente rara en él.

Su padre lo había notado, y lejos de molestar, parecía agradecido con la Diosa de ese reino, que su hijo estuviera enamorado, más el pobre Ángel, nunca se imaginaba que su único hijo tuviera los ojos puestos en un demonio, si lo supiera lo más seguro es que le prohibiría aquello y tal vez haría lo que fuera para alejarlos.

Mas nunca en su vida se lo podría imaginar.

Viva pensando que por fin podrían pronto celebrar una boda, la de su hijo con el Ángel destinado a él.

No le preguntaba mucho, solo con verlo se notaba el sentimiento de amor, recordándose a sí mismo cuando estuvo en esa edad.

Conociendo a su primogénito, lo más probable es que este negara cualquier cosa o diera rodeos a lo que sucediera.

Cada deber para convertirse en un buen rey, lo hacia precisó, adecuado, ya no fallaba en nada. Enorgulleciendo a su padre.

¿Quién diría que esto era resultado de haber conocido a un hermoso demonio? Que había robado el corazón de ese príncipe.

-Últimamente he visto que el príncipe esta extremadamente feliz- Aclaraba este punto el encargado de entrenar al castaño.

-¿Enserio? No me he dado cuenta señor Rasgado- El Ángel rubio hablaba tratando de no mirar al mayor a los ojos.

-¿Sabe algo?- No se le escapaba ni una al de cabellos plateados.

-No… No sé a qué se refiere- Desvió su mirada, el si conocía el secreto de Dohko, se lo había dicho hace días, pero sus acciones se lo confirmaron hace más tiempo.

-Si el joven príncipe está enamorado, es una muy buena noticia- Sonrió tranquilo, mirando a los niños que tenía bajo su tutela divirtiéndose como lo que eran –Solo podría significar que una boda se celebrara pronto y tendríamos a una nueva o nuevo reina-

Asmita no contestó.

En sus pensamientos, si supieran de quien se había quedado prendado el castaño, sus muecas de felicidad se irían muy lejos y solo estarían incitadas por el odio y rencor.

Er mejor callar, para no causar problemas.

Mas se preguntaba con mucho terror, ¿Qué ocurrirá el día que se descubriera todo eso?

Pero se sentía tranquilo, podría ser que el demonio no estuviera interesado y su amigo se podría salvar del castigo.

Sin embargo sabía que eso tampoco era correcto, al peliverde se le notaba también esos sentimientos, aunque lo ocultara, no podría ocultarlo a los ojos de Asmita.

Como le rogo a su novio que no digiera nada, que lo que habían descubierto debía quedar entre ellos.

Deuteros comprendió todo, no sería un bocón, y haría lo que fuera por su bello Ángel de cabellos dorados que amaba tanto.

Si las cosas marchaban bien como hasta ahora, podrían casarse en cuestión de meses.

Una de sus mayores ilusiones a parte de lograr crear bendiciones para aliviar varios males en sus tierras.

Otro de esos sueños era que algún día lograra tener el fruto de su amor.

-Tengo que darme prisa- Corría, ocultándose entre pilares, árboles y demás para que nadie se diera cuenta a donde iba.

Sabía que en ese precioso momento podría descansar de todo e ir a dedicarle tiempo a su “Amigo” demonio.

Corrió lo mejor que podía, sin hacer mucho ruido.

-Dohko… ¿A dónde vas?- Una voz seria, inundo los oídos del castaño.

-Creo que este Ángel tonto va a ver a su amado Demonio- Otra burla de parte del peli azul de cara siniestra.

Podría sorprender a muchos que naciera como Ángel, por sus ideas y ostro de loco, pero en el fondo tenía un corazón bueno. Aunque solo lo conociera Degel.

-¿Qué te importa Kardia?- Grito molesto, no le agradaba que se burlaran de sus sentimientos.

-Jajajaja ¿Qué le ves a ese Demonio?- Mostraba esa mueca odiosa de todos los días.

-Si quieres pelea, te la daré. Pero te prohíbo referirte de esa forma a Shion- Sus hermosos ojos verdes, estaban destellando de furia.

Tan poco tiempo de conocerlo y su necesidad de defenderlo se había hecho muy grande.

-Por favor, paren de gritar- Llamo la atención de los dos, un Ángel de cabellos verdes claros, y unos lentes que adornaban su semblante intelectual.

-Ja, este tonto enamorado, meterá a todos en problemas- miraba al castaño con un semblante de superioridad.

-¡¡¡CÁLLATE!!! ¡¡¡LO QUE YO HAGA, NO HARÁ NINGÚN DAÑO AL REINO!!!- Mantenía su semblante firme, estaba decidido a que en el futuro Ángeles y demonios pudieran convivir en paz y más al enamorarse de alguien del otro extremo, lo demostraría.

-Dohko… Entiende, lo que estás haciendo es un locura- El joven se notaba preocupado por el príncipe –Enamórate de un demonio, ¿En qué cabeza cabe?-

-Degel, si tu conocieras como es Shion, el no… Tiene esos ideales… El también…- Dejo escapar un suspiro, tan solo recordar los ojos rosas y las palabras que le dedicaba al hablar –Quiere la paz de ambos reinos-

-El amor no te deja ver con claridad- Suspiro. Negando con la cabeza –Posiblemente te este utilizando para destruirnos a todos- Frunció el ceño -¿Acaso no lo has pensando?-

-¡¡¡SHION NO HARÍA ESO!!! ¡¡¡PUEDO APOSTAR MI VIDA EN ELLO!!!- Aunque estuviera seguro, su amado demonios si había asesinado a varios Ángeles en cada batalla que libro.

Pero en un mundo de guerras, no existe un lado bueno o malo, solo dos bandos que creen hacer lo correcto para los suyos.

Defenderse es lo que ambos hacían.

-Dohko entiende…-

-Bah, déjalo… Si el idiota quiere arriesgarse que lo haga, cuando sea traicionado no quiero que vengas llorando- Kardia, dio media vuelta para irse y dejar que el castaño hiciera lo que quisiera.

Incluso le valió todo y se llevó de ese lugar al Ángel de lentes y ropas blanquecinas con un toque verdusco en ellas.

-Pero… Kardia…- No obtuvo respuesta a su protesta, ser sujetado por su muñeca con fuerza, le estremecía demasiado y más si venia de parte de ese peli azul.

Un instante parecieron que las palabras del Ángel desquiciado, como muchos le llamaban, podría tener un efecto negativo en Dohko, más el negó cualquier halo de sospechas o dudas.

Confiaba en Shion, pues cuando tuvo la oportunidad de averiguar más de los Ángel y su defensa, no lo hizo.

Todas fueron preguntas triviales y sin gran impacto, por lo menos eso se creía.

Ambos ese día descubrieron más en común que la diferencias.

Algo que ya sabía el Ángel risueño.

Pero que el demonio lo dejo sorprendido, jamás lo creyó.

---Terrenos de los demonios---

-Hola, solo vine por los reportes, así que no me golpes ¿Si?- Ese castaño con su típica cinta roja, de nuevo llegando para recibir los reportes de la semana.

-Oh, hola Sísifo, en un momento te los entrego- La voz de es peliverde demonio, no se notaba enojada, molesta, o de fastidio, sino una normal.

Incluso podría decirse que algo animado.

Esto le pareció tan poco inusual en el vigilante, que lo miro de arriba abajo, creyendo que era una mala broma o que algo sucedía.

-Aquí tienes- Le extendió aquellos documentos.

-Shion ¿Te sientes bien?- Coloco una mano sobre la frente del de ojos rosas y otra sobre su propia frente, para verificar temperatura –Estas caliente, pero es lo normal en nosotros- Su cara de preocupación hacia su amigo siendo tan evidente.

-¿Por qué me preguntas si estoy bien?- De nuevo la seriedad se apoderas de su rostro.

-Pequeño demonio, te conozco desde bebe, antes siendo tan feliz y emocionad por cualquier cosa. Luego te volviste un amargado y ahora…- Lo miraba de reojo –Pues… Te notas de nuevo feliz-

La mirada rosa de pocos amigos, se enmarco severamente –No sé de qué estás hablando-

-Vamos, si conociste a alguien, puedes contarme- Le da un leve codazo en las costillas –No le diré a nadie- Una risita leve se hizo presente.

Las mejillas se sonrojaron, sus ojos se abrieron, contrayéndose la pupila, incluso pareciera que el viento soplara, alborotando sus cabellos -¡¡¡¿QUÉ?!!! ¡¡¡¿DE QUE ESTAS HABLANDO?!!! ¡¡¡YO… NO HE… CONOCIDO A NADIE!!!-

-Sí, aja…- Cruza sus brazos, con una sonrisa que demostraba que no se creía la mentira –Solo dime, ¿De quién te has enamorado?-

Bajaba la mirada, estaba nervioso, pero también enojado de que le digieran eso.

No se había dado cuenta, cuando sucedió, solo tres semanas habían pasado, desde que llego allí, en el día uno, lo conoció y le parecía tan molesto.

Ahora al conocerlo un poco mejor, estaba comenzando a creer que su ilusión de niño, podría hacerse realidad, que todo fuera paz en el mundo.

Su adolescencia, le demostró que no podría ser así. Y lo sufría demasiado, en su corazón quería un cambio, pero se lo negaba a sí mismo, para cumplir con sus responsabilidades, aun encuentra de sus creencias iniciales.

Pero al conocer a ese dulce Ángel, empezaba a cambiar de nuevo, a volver a como era antes.

Le causaba miedo, se preocupaba, pero también sentía una calidez en el corazón.

Que lo volvía demasiado frágil en sus sentimientos.

Se supone que al volverse patriarca, renunciaba a cualquier cosa. Pero ahora no quería.

Guardaba todos esos pensamientos en lo más profundo de su ser, para que ni siquiera el pudiera comprenderlos.

Mas no podía negarlo, esperaba cada día cerca del rio divisor para ver a Dohko, no lo aceptaría jamás, pero era lo que estaba anhelando.

Y se odiaba a si mismo por querer mirarlo.

Esperaba la respuesta, pero el peliverde no le contestaba, significaba que no diría nada.

-En fin, con que tengas buen humor y no me quieras matar, estoy conforme- Le dedico una sonrisa típica de ese castaño oscuro –Luego me dirás ¿Quién es el afortunado o afortunada?- Estaba a punto de alar el vuelo, cuando es detenido.

-¡¡¡SÍSIFO!!!- El llamado fuerte de Shion, provoco que no se fuera como pensaba.

-¿Qué quieres?- Ladeo su cabeza, con alguna duda de que deseara.

-Para atravesar al otro lado, es necesario tener alguna prenda de un Ángel ¿Verdad?- Tan serio en su voz, pero un destello de curiosidad en sus ojos.

-Si así es- Miraba de manera sospechosa al menor -¿Planeas hacer algo contra ellos?-

-Podría ser- Su contestación en automático.

-Bien, si vas hacer algo, cuenta conmigo, además que…- Sabia que no podría decirle aun el plan del patriarca.

Había sido muy estricto en eso, conocía a Shion y su forma de actuar a veces por impulso, podría ser contraproducente.

-¿Además que?- Nada se le podría escapar a su suspicacia.

-Además que debes recordar que somos amigos y puedes confiar en mí, para lo que sea- Su mejor sonrisa demostró, nervioso, tratando de ocultar la verdad.

-Sí, está bien. Gracias- Cruzo sus brazos delante de su pecho y se giró de nuevo al rio. –Ya te puedes ir- Ya obtuvo lo que quería y ya no deseaba seguir cerca de esa presencia.

-Si ya no me necesitas, debo irme rápido, tengo algunas cosas que hacer y sobre todo…- Rápidamente interrumpido por el peliverde.

-No me interesa, adiós- Ya volvió a su labor de ignorar al demonio que venía cada semana.

-Eres más amable, antes nunca me hubaras dicho adiós- Finge algunas lágrimas –Sea quien sea que te robara el corazón, le agradezco, ya eres más agradable-

-¡¡¡QUE TE CALLES!!! ¡¡¡YA LÁRGATE DE UNA VEZ!!!- De nuevo el enojo y esas mejillas sonrojadas en su hermoso rostro.

-Ja, ja, ja no te enojes- Terminando de burlarse del peliverde, alzo su vuelo. Regresando hacia la base principal.

-Idiota Sísifo… ¿Cómo se atreve a decir eso?- Seguía molesto, sus mejillas levemente infladas por el coraje, todo rojo, odiaba que le hicieran burla de cualquier cosa.

Decidió sentarse un momento en aquel suelo de color negro, para poder reflexionar sobre lo que sentía.

-¿Por qué tuve que conocerte estúpido Dohko?- Dejo escapar un suspiro, mientras cerrabas sus ojos y se cruzaba de brazos –Mi vida sería más sencilla, si no te pensara en la mayoría de mi día- Se sonrojaba con cada palabra dcha.

-¡¡¡NO IMPOSIBLE!!! ¡¡¡YO NO ME PUEDO ENAMORAR DE UN ÁNGEL, DE NADIE!!!- Se cubrió el rostro con ambas manos, la desesperación lo estaba consumiendo.

Duro así unos instantes, hasta que sus sentidos se agudizaron y divisaron al dueño de sus tormentos actuales.

-¿Paso algo malo? ¿Por qué estas llorando?- La preocupación en la voz del castaño se notaba.

Verlo de nuevo después de unos días sin saber nada uno del otro, el corazón del demonio latía desbocado y no quería verlo directo a los ojos, porque se reflejaría su sonrojo.

-No me pasa nada, solo estaba pensando- Rápido en alguna excusa.

-¿Me extrañaste? Porque yo si a ti y mucho- De nuevo esa sonrisa perfecta, solo para Shion.

Esto desarmaba completamente al de alas negras.

-Sí, sí, claro- Se había levantado arreglando sus ropas, para caminar directo al rio, ya era costumbre eso, pues era mejor para conversar un poco.

Mas el demonio tenía un plan en su cabeza, estaba dejándose llevar por sus sentimientos.

-Hoy luces muy lindo- Se quedó callado, riendo nervioso –Disculpa, sé que no te gusta que te digan así, pero… Es inevitable para mi decirte algo así- Se sonrojaba por tenerlo al frente, tan cerca pro tan lejos por esa división.

-Dame alguna de tus prendas- Le indico de inmediato ofreciéndole una de sus estolas que llevaba en las muñecas, de un color rojo.

-¿Qué quieres… Que, de mí?- Sus ojos verdes se abrieron de golpe, sorprendiéndose por lo que le pedía tan repentinamente.

 

Notas finales:

Buenos días, tardes, noches, ¿Que hora es? ¿Quien me ha robado el reloj? ¿Como están mis terrones de azúcar? Yo me encuentro con energía, jajajajajajaja creo que levantarme temprano me hace bien, jajajajaja aprovecho mas mi día y hago tantas cosas que sonrió tanto. 

Aunque al final termino cansada físicamente, pero mentalmente todavía tengo pila jajajajajaja XD

Me encantaron todas las canciones y sin duda las escuche. 

Bueno, estos dos días pregunte sobre las mejores mamis y los mejores papis de Saint Seiya, entonces ahora pregunto lo siguiente ¿Quienes serian las peores mamis? Siento que me inclino mas por Saga, ¿por que? Bueno... Ese trastorno bipolar que se carga en ocasiones, me preocupa. Afrodita con sus tendencias narcisistas, estaría entre amo a mi bebe, pero me amo a mi también, pero no me preocupa tanto como Saga. Jajajaja

Obviamente, esto es opinión personal en broma, para divertirnos, así que espero que todos se respeten entre si. 

Quiero leer sus respuestas, opiniones y reclamos XD.

Mil gracias por tomarse el tiempo de mandármelos, en verdad me hacen muy feliz por cada uno de ellos. 

En fin, espero que el día de hoy, tengan una excelente mañana, tarde y noche. Pásenla bien, disfruten su tiempo con su familia, con sus cosas que gustan hacer, o simplemente relajándose en casa y con las medidas de higiene pertinentes. 

Yo paso a retirarme, para hacer otras cosas.

Ammu se va. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).