Death se gira para mirar al recién llegado, y mirar algo molesto al recién llegado.
-¡¡¡MI FLORECITA NO QUIERE ESCUCHARME!!! ¡¡¡NO ME HABLA Y SE HA ENCERRADO EN EL BAÑO!!!- Desesperado por el hecho de que está siendo ignorado por quien más ama.
- Pues… ¿Qué le hiciste?- Niega rápidamente con la cabeza y entrecerrando los ojos, ya conoce que el cangrejo tiende a tener la culpa de muchos eventos así.
-¡¡¡ESO ES LO QUE QUIERO SABER!!! ¡¡¡TÚ SABES MEJOR QUE NADIE, QUE SERÍA INCAPAZ DE DEJARLO!!!- Se justifica con la experiencia de la amistad y convivencia de esos dos.
Mientras el peliverde lo mira con una cara que hace referencia a su serenidad, pero de igual forma a que no le cree en lo más mínimo o al menos no en toda la extensión de la palabra.
-Sé que físicamente no serias capaz, pero de otras formas si- Le confiesa la verdad inminente.
-¡¡¡¿A SI?!!!- Sintiéndose ofendido -¡¡¡MENCIÓNAME UNA SOLA VEZ QUE LE HICE DAÑO!!!-
-A los seis le cortaste el cabello como parte de una broma pesada, a los doce cuando estaba dormido, lo llenaste de puntos rojos, y le hiciste creer que así se quedaría para siempre, la última vez que nos mandaste a los dos al Yomotsu, porque según tu era gracioso…- Comienza a relatar las veces que ha causado un daño psicológico al peli celeste.
Pero digamos que el otro tampoco está limpio.
-Solo te pedí una…- Suspira decaído, dándose cuenta que muchas veces no ha puesto el bienestar de Afrodita antes que el suyo o por diversión.
Notando la frustración en el peli morado, escuchando los sollozos del peli celeste, desde luego le causa mucho conflicto, fuera de Aioria que es la persona que ha robado su corazón y lo tiene como tal en sus manos, estos dos son muy importantes para él, y no le gusta verlos sufrir, y mucho menos que estén así, sabiendo que ambos se aman incondicionalmente.
-Bien- Con la cabeza alzada, dando unos pasos firmes, para adentrarse más cerca del baño.
-¿Qué vas hacer?- Lo cuestiona el cangrejo.
-Intentare hablar con Afrodita, pero será mejor que salgas de la habitación- Le dice con calma, como es su costumbre y lo pasa de lado.
-Oye, esta es mi habitación quiero saber que le ha pasado a mi florecita…- Listo para renegar, con su deseo de saber la verdad ante todo.
-Si estas presentes y obviamente esto tiene que ver contigo, no hablara- Suspira, para fríamente decir lo siguiente –Sabemos que Afrodita no hablara si la persona que es motivo de su enojo, tristeza o dolor está presente, eres la otra persona aparte de mí que lo sabe-
-Tsk…- Apretando sus puños, le molesta ser dejado de lado en este instante, pero irremediablemente tiene razón el otro, reconoce como es su florecita, pero… Si al menos el mejor amigo de ambos, logra sacarle parte de la verdad, le ayudara a entender que debe arreglar en esta situación, no le importa que tenga que hacer.
-¿Lo entiendes?-
-Si… Pero… Dímelo por favor, cualquier cosa que deba cambiar, o hacer… La quiero hacer para mejorar nuestra relación- La mirada seria, pero con una profunda tristeza de que su Piscis no lo acepte ahora.
-Hare lo que cree prudente- Sentencia tranquilo.
-Sé que lo harás- Confía ciegamente en su amigo capricornio, aun con bromas pesadas, tonterías de parte de los tres, sabe que si de confianza se trata, Shura es el más indicado en este sentido.
No le queda de otra, que salir, pero antes.
-¡¡¡FLORECITA!!! ¡¡¡POR FAVOR… SI HE HECHO ALGO MALO, DÍMELO!!!- Intenta una última vez, pero igual no existe respuesta.
Lo entiende como una negativa de seguir en la habitación, y retirarse.
Que de igual forma al salir de su habitación, escucha un pequeño alboroto, que denotan las voces de Aioros y Kanon discutiendo y algunos golpes, de igual forma Saga, Aldebarán y Aioria intentando calmarlos.
Al estar los dos solos en la habitación o bueno, Shura en la habitación, Afrodita en el baño.
Suspira, y se acerca hacia la puerta cerrada, para comenzar el interrogatorio.
-¿Qué ocurre?- Habla tranquilo y hasta algo monótono.
Entre sollozos, el peli celeste intenta componer su habla sin mucho existo.
-Death… Es un… Imbécil- Responde con llanto impregnado en su voz.
-Eso es algo que sabemos, pero… Creo que nunca nos ha importado mucho-
-Es diferente ahora… No es lo mismo ser amigos a una relación-
-Bueno, se supone que debe ser un poco diferente la relación que cambia de la amistad al amor, los celos aparecen, deseas estar más cerca el uno del otro- Le habla con su poca experiencia.
-Pero… Yo me refiero a que…- Calla para no continuar.
-¿A qué cosa?- Curioso, para ayudar a estos dos tóxicos.
-Se supone que nos… Confesamos nuestro amor… Pero… No me ha propuesto que seamos pareja oficial… Pero si, el tener sexo o hacer el amor… ¿Qué se yo?- Se continuar derrumbando de repente, por su dolor interno, el corazón le sangra por sentirse tan idiota ahora, y más al hablarlo le hace ver sus puntos malos que ha tenido, según el mismo.
-¿Tu accediste a tener sexo con Death?- Le pregunta ligeramente cuestionándose si algo mas ocurrió.
-Claro que si-
-Entonces, ambos querían, ¿Dónde está lo malo?-
-Que aun así con todo eso, nunca me ha pedido… Que formalicemos nuestra relación- Quiere que vea lo que está mal en todo esto.
-¿Y tú por que no se lo pediste?- Confundido, al ver lo lógico que podría ser más este asunto.
-¿Por qué lo tengo que hacer yo?-
-¿Por qué no?-
-Shura, por todo los cielos…- Su voz se nota entre enojada y pesada por el llanto -¡¡¡A TODOS LES HAN PEDIDO SER SUS NOVIOS, AQUELLOS QUE LOS QUIEREN!!! ¡¡¡HASTA TÚ QUE ERES UN VIRGEN, LO HICISTE CON EL GATO!!! ¡¡¡¿POR QUÉ DEATH NO PUEDE HACER ESE ESFUERZO POR MÍ?!!!-
-No puedes obligar a alguien que actué diferente, pero… Si puedes hacer algo y es decirle cómo te sientes al respecto- Aun con la puerta interponiéndose, es suficientemente claro -¿Alguna vez han puesto limites o hablado de este asunto?-
Dudando en si responder o no, pero al final suelta un suspiro.
-No, la verdad no…- Cabizbajo, recargándose en la pared del baño.
-En vez de estar ocultándose, y solo usar el silencio y con ello el enojo a tu favor, debes de hablar sobre cómo te sientes, son una pareja o al menos eso se aparenta de ante mano, si han llegado más lejos, deben ser sinceros y expresar lo que sienten-
-No es tan fácil-
-Sabemos que Death no es el más listo de nosotros, pero… No es tan malo, y está preocupado por ti, habla con él y encuentren una solución, dejen de discutir por algo que pueden solucionar y traten de estar bien-
-Eres bueno arreglando los problemas de los demás- Sonríe, limpiándose algunas lágrimas, sin salir del baño.
-Siempre lo he hecho- Sentencio tranquilo –Si no hay nada que decir más, iré con Aioria a ayudarlo un poco a que Kanon no mate a Aioros y baja cuando te sientas mejor, además… Habla seriamente con Death Mask por favor-
-Lo voy a intentar, pero… No estoy muy seguro ahora…- Baja la mirada algo preocupado aun.
---Abajo en la sala---
Después de un rato de espera, y antes del almuerzo que la Diosa les preparo a sus invitados, es momento de hablar.
Obviamente no pueden habar de estos temas delante de un pequeño como Kiki, así que es preferible que vaya afuera a jugar con los perritos, que se emocionan al ver al Lemuriano y empiecen a jugar.
Sin duda los animales aman a todos los que son buenos y puros de corazón, no como otros.
Y acto seguido al verse solo los adultos…
Se comienza todo.
-Bueno… Verán… El hecho que algunos de ustedes puedan tener hijos, es que… Pues… No sé, a ciencia cierta- Ríe levemente –¿Ciencia? Cierto aquí no se maneja mucho eso, pero… Creo que mis poderes alcanzaron a bendecirlos con algún tipo de posibilidad de engrandar, sin embargo… Solo a algunos y eso… Creo que… Es lo curioso ¿No?- Saca su explicación lo más creíbles posible, pero es que ni ella lo entiende por completo.
Alguna vez llego hacer algo así, pero… Tenía sus poderes completos presentes, y si llego a dar ese don a hombres, pero al final se terminaron convirtiéndose en mujeres del todo y el proceso fue rápido.
Cosa que con los dorados no sucede así, posiblemente solo afecta el interior.
-Pero, disculpé señorita Metztli, esto no explica cómo es posible que…- Se gira a ver al patriarca, no sabiendo como continuar.
-Existen videncias que llegue hacerlo hace siglos atrás, pero… Muchas cosas más estuvieron de por medio, además que siguen siendo hombres biológicamente y de apariencia masculina, así que… No creo que lleguen a cambiar a humanos femeninos- De nuevo la risa nerviosa.
-¡¡¡¿QUE?!!!- Este grito es al unisonó con todos los allí presentes.
-¡¡¡NO SE ASUSTEN!!!- Alza la voz, angustiada y pone sus manos delante –Lo puedo arreglar, si… Miren, si no quieren, yo… Creo que podríamos ir… Haaa...- Solo piensa rápidamente creyendo que ellos no querrían esta responsabilidad, que sin deberla, ni temerla los está obligando a cargar, debía ser prudente y no cometer errores anteriores –En un estado, creo que…- Se detiene un segundo a pensarlo –Un lago o rio en Chiapas… Ahh no recuerdo su nombre, allí… Creo que existe un talismán que puede revertirlo, podemos ir, yo busco, ustedes quédense tranquilos, todo se va a solucionar- Baja la cabeza levemente, cerrando los ojos, bastante apenada –De verdad lo siento tanto, lo lamento mucho, no quería que su visita a México fuera así de complicada, les prometo encontrar la forma de arreglarlo y…-
-Yo no quiero arreglar esto- Sereno, suspirando lentamente y dedicando una ligera sonrisa, pues le parece inconcebible la idea de deshacer del pequeño que no tiene la culpa y fue concebido aunque no se sabía, de una manea amorosa –Por mi está bien-
-Borreguito…- Sintiendo que el corazón le late como loco, solo yendo a abrazar a su amado peliverde con cuidado -¿De verdad?- Incluso lo dudaba.
-Está bien, quiero tenerlo… Y… Si es raro pero, no quiero perder a otro hijo nuestro- Deberán irse acostumbrando a esto de a poco.
La joven apenas si levanta su mirada, dedicando una sonrisa, sintiendo el amor en el aire, y enternecida por los dos mandamases que aceptan este regalo no deseado, pero que cuando ya está allí, no le negaran la oportunidad de vida.
-¿Todos están seguros?- Duda aun en continuar, pero es necesario hacerlo, todos deben saber –A lo que se… Y se puede sentir, tanto el patriarca como… Tu Saga- Mira al peli azul que si se llevara una grata sorpresa -Están esperando un bebe, además… Que creo que mi don pudo haber alcanzado a algunos de ustedes…- Algo sonrojada por lo que dirá –Sé que no me incumbe… Y realmente no me gustaría saber… Pero… Los que… Hagan es actividad… Los que… Haaa…- Desvía la mirada –Me entienden, espero que si… Solo que, pues así como en las mujeres algo debe entrar y…-
-Sí, sí, sí, sí, entendemos- La cara roja de Aioria, queda perfectamente con las de sus demás compañeros, pues están iguales.
El silencio se implanta en el lugar, los caballeros están sin saber que decir o hacer, solo deberán estar pensando quienes ya deben estar con un bebe dentro de su cuerpo y quienes tienen altas posibilidades.
Pero acto seguido, el peli azul con un suspiro llama la atención de los demás, sobre todo de la joven.
-Señorita Metztli, igual yo no pienso perder al bebe- Saga sostiene la mano del castaño con fuerza, ya la ilusión comenzó a crecer dentro.
-Mi Saga- Sin importar los golpes que ya tenga en su cuerpo, por el cuñado, los soportara por completó, si tiene a su linda familia a su lado.
-¿Alguno de ustedes desea que se haga algo al respecto?- Pregunta por protocolo –Si alguno desea que ese don se quite de sus cuerpos, puedo intentarlo, es decisión solamente de ustedes-
Para Shion y Saga, ya no es posible quitarlo, y ya decidieron tener a sus pequeñas criaturas.
Pero los que aún no están en ese proceso o bueno aun no parecen tener un bebe en su vientre o iniciado una vida sexual…
-A mí no me incomoda mucho la idea de concebir- Rojo como un tomate, pero sincero en lo que dice, lo estuvo pensando detenidamente durante un rato.
Está completamente enamorado del rubio, claro que le gustaría llegar a tener tal vez un segundo pequeño, incluso durante ese momento familiar que tuvieron los tres, estuvo imaginando esa posibilidad y desea intentarlo, solo que… No sabe si sea correcto.
Para rubio fue algo inesperado, pero hermoso, sonriendo y sin importar estar allí presentes sus muy queridos suegros, toma las manos de su pelilila, para besarlo con cuidado, demostrando el genuino apoyo a esa idea.
-Si tú quieres, a mí me encantaría intentar Mu-
Claro poner rojo al pelilila es divertido y precioso,
Pero poner rojo de cólera al papá y también algo molesto al padre de este, es épico.
-¡¡¡MAS TE VALE QUE TE MANTENGAS ALEJADO AHORA CON MAYOR RAZÓN!!!- Se le va a subir la presión arterial al patriarca…
-Si se casan no existirá mucho problema que…-
-¡¡¡DOHKO QUE NO LES DES IDEAS!!!-
-Borreguito cálmate, le hará daño al bebe- Preocupado por la salud de ambos.
Por fin un momento algo divertido
-Shura… ¿A ti te importaría mucho si…?- Tímido en su hablar, por eso lo hace lo más bajo posible solo para que su pareja lo escuche.
-Si tu deseas intentarlo y quieres, yo acepto- Claro que le conviene, tener al gatito como suyo y posiblemente un bebe nazca de esa situación no es nada malo.
-Gracias…- Otro que también desea conservar ese don y… Poder formar una familia con la persona que ama.
-Señorita Metztli- Llamando entusiasmado el peli cerúleo.
-¿Si?- Confundida, porque no creía que el fuera el que concebir en la relación.
-¿Pude decirnos si mi cubito espera un bebe o no?- He allí lo que le está preocupando, mucho más importante que cualquier cosa.
-Milo…- Dudoso en su hablar y demasiado preocupado, por si es verdad o no, aunque la idea ya no le desagrada tanto, más si le aterra.
-Claro, solo déjenme tomar fuerzas con el almuerzo, y les diré que es lo que está ocurriendo con Camus… ¿Estás seguro de aceptar lo que sea que ocurra?-
-Sera un hijo de Milo y yo sí es cierto, así que si- Sereno, frio, pero atento ante la situación
-Cubito… mi amor, te adoro- Toma su mano con cuidado, para hincarse delante de él, y con los ojos brillantes y una sonrisa radiante decir lo siguiente –Camus de acuario, ¿Me harías el escorpión más feliz del universo de esta vida y de la que sigue, si aceptas casarte conmigo en este lugar, aquí y ahora mismo?-
Y dejamos ver una declaración y pedida de matrimonio de una vez ¿Cómo de que no?
-¿He?- El peliaguamarino casi se nos desmaya por esta actitud y dulce aconteciendo sin previo aviso.
Y claro llamando la atención de todos.
-¿No te parece lindo?-
Con un ojo morado, malhumorado y desean mejor volver –Bah, odio el amor…- Kanon está refunfuñando porque si va hacer tío.
La dulzura del momento, con algo de la amargura del gemelo menor, pero… Pues ya que se le va a hacer, ya al menos se desquito y no sería capaz de arruinar algo así de bonito, aunque este casi enfermándose de esto.
Y desde luego Aldebarán intentando mejorar el ánimo de este.
Sin embargo, dos se han manteniendo bastante ajenos al asunto, sin hablarse, observando de una distancia prudente.
Mas uno ya no pude soportar, ver a todos los demás tan felices, con parejas que si son capaces de demostrar más su sentimientos, lo que sienten, sin problemas, sin necesidad de decir tonterías, simple y sencillamente siendo ellos mismos, sinceros, haciendo esfuerzos por complacer a quienes aman.
No cree justo que para él eso no exista.
No duda más.
-Señorita Metztli- Llama con seriedad –Si yo tengo ese don ahora, por favor… Quítemelo-