Robin corrió hasta el lugar donde sabía que estaría su amigo y en efecto, ahí se encontraba Conner, sentado en la arena con la cara entre sus piernas y lobo recostado a él.
El chico maravilla se acercó con cuidado y carraspeó para llamar la atención del otro,
-Supi... ¿Puedo acercarme? - pregunto cauteloso, sabía que cuando Superboy se enojaba su temperamento se salía de control
- ¿qué me pasa? - pregunto el otro asustado y miro a su amigo mientras gruesas lágrimas salían de sus azules ojos - ¿porque me sale agua? ¿Me estoy derritiendo? - Robin rio
-estas llorando- dijo acercándose y sacando un pañuelo de su bolsillo, comenzó a limpiarle la cara
- ¿porque pasa? ¿Estoy roto?
-no, mira. Nosotros lloramos cuando estamos tristes, cuando nos sentimos mal o nos rompen el corazón
-entonces si estoy roto… - susurró el otro -lo que me faltaba
-no estás roto, tonto. - contestó el otro limpiándole la nariz -Simplemente lo que te dijo ese tonto de Superman te lastimo y por eso lloras
-lo odio, no me gusta "llorar"
-entonces déjame detenerlo
- ¿detenerlo? ¿Puedes hacer eso?
-claro que si- respondió Robin y arrodillándose un momento colocó sus labios por sobre los del otro chico, haciendo que este se sorprendiera. Robin se separó y vio como el otro ya no lloraba - ¿Ves? Ya no lloras
- ¿que fue eso? - pregunto el chico aturdido y llevándose una mano a sus labios
-fue un hechizo, - rio el otro -no debes contárselo a nadie ni enseñárselo a nadie, ¿entiendes?
-si
-bien, vamos a comer algo
-está bien- soltó el otro por lo bajo y se levantó junto a su amigo para entrar de nuevo a la cueva.
. . .
Los siguientes días fueron bastante extraños para todos.
Robin informo que Batman andaba con el peor humor del mundo desde el desastre de la fiesta y que junto al resto de la Liga, habían decidido darle un castigo bastante fuerte a Superman, suspendiéndole de la Liga por unos días y, gracias a Bruce, acusándolo con su madre por un "comportamiento inapropiado" con un nuevo integrante de la Liga. Como no podían contarle quien era, Martha pensó inmediato en Billy, llamado por ellos Shazam y por esta razón le dio una enorme reprimenda a su hijo, algo de lo que ni Jonathan pudo salvarlo.
En la cueva, las cosas también estaban raras, Conner no había salido de su habitación desde hacía tres días, ni siquiera para comer, lo cual preocupaba mucho a su terapeuta Canario Negro, quien intentó varias veces hablar con él sin éxito alguno, así que decidieron no molestarle por el momento y ellos seguir con sus vidas mientras acababan las vacaciones.
Esa mañana, Robin ingreso al complejo y camino directo a la cocina, donde M´gann estaba haciendo el almuerzo mientras Wally y Zatanna veían la televisión,
- ¿dónde está? - pregunto de nuevo, recibiendo una negativa de la marciana
-aun no quiere salir y no ha querido comer nada tampoco. - dijo la chica terminando de cortar unas cebollas -Tampoco me permite tener un enlace telepático
-Intentare hablar con él. - concluyó el chico y camino hacia los dormitorios. Cuando llegó frente a la puerta de Superboy, toco esperando respuesta -Con, soy Robin voy a entrar. - sin esperar respuesta el chico ingreso al lugar encontrando todo oscuro y al chico acostado de medio lado sobre la cama -Hola amigo, - dijo con cautela y se acercó recibiendo un chillido por parte de lobo, a quien le había pisado la cola, -lo siento- Robin le abrió la puerta al animal, quien salió corriendo y luego cerro con llave nuevamente, acercándose de nuevo al otro - ¿Con?
-estoy... - dijo el otro haciendo un sonido de "sniff" con su nariz -roto...
-ya te dije que no estás roto, Supi- contestó el otro sentándose en el borde la cama
-tu hechizo no funcionó, - volvió a decir el pelinegro volteándose hacia el otro y dejando ver esos bonitos ojos azules muy hinchados y rojos, acompañados de unas enormes bolsas debajo de ellos -sigo goteando y... ¡No puedo sacar de mi cabeza lo que me dijo! - terminó enojado, para luego volver a su lugar original. Robin suspiro, sintiendo un leve olor agrio en el aire, lo cual lo intrigo pero lo dejo de lado para ayudar a su amigo
-eso te hirió bastante, ¿verdad amigo?
-porque tuvo que decir eso... Y frente a todos. Ya me hacían a un lado ¿y ahora? Será peor
-no lo veas así, la Liga está furiosa
-y- hipo - ¿y qué?
-veras como todo se soluciona, Batman está bastante enfadado. Nunca vi al súper casi mojar su traje- rio cuando Conner se incorporó y soltó una pequeña risita.
Los jóvenes se quedaron mirando una vez más, hasta que el mayor se sonrojo y se puso a jugar con las manos;
-mmmm Rob- comenzó a decir, aún con unas cuantas lágrimas bajando por sus mejillas
- ¿quieres que te hechice de nuevo? - rio el otro cuando el mayor asintió con un movimiento de cabeza
-aunque... Aunque si no quieres, puedo decirle a Zatanna si puede y...
- ¡no! Te dije que solo harías esto conmigo. - hablo el otro con autoridad y tomando el rostro lloroso del más grande, le dio un suave beso que fue bien recibido, aunque un poco torpe. Al pasar un minuto, Robin se separó y miro al otro, quien se mantenía sonrojado y le sonrió - ¿ya mejor?
-solo un poco- exclamó el otro, abrazando al más pequeño tomándolo por sorpresa
- ¿quieres un poco más?
-Se... Siente... Bien
-déjame entonces, darte un hechizo más fuerte. - sonrió con malicia. El chico se soltó del abrazo y sentándose sobre el regazo de un muy avergonzando Conner tomo el rostro con fuerza y apretó sus labios contra el mayor. Luego de un momento, el chico se separó un poco y lamio los labios de Conner -Abre un poco la boca- susurro, haciendo que el otro se estremeciera y obedeciera de inmediato, permitiendo que Robin metiera su lengua y comenzará a jugar con la del otro.
Las cosas se estaban calentando, cuando un fuerte golpe los saco de sus pensamientos;
- ¡chicos! - grito Wally desde afuera - ¡ya está el almuerzo y M´gann preguntó si van a venir! -. Robin chasqueo la lengua y se separó un poco
- ¡ya vamos! - grito -entrometido. - susurró cuando Conner lo miro nervioso -Bien, - comenzó poniéndose en pie, -ya oíste, vamos a comer- el chico se encogió de hombros
-no tengo hambre- susurró y vio como el otro se acercaba a la puerta
-si no vienes, KF se comerá todo
-no tengo... - Robin se acercó y le levantó la barbilla
-vamos a almorzar, necesitarás fuerzas
- ¿por qué?
-lo sabrás más tarde- rio el chico y salió por la puerta.
. . .
Llegada la noche, Conner se encontraba mirando la estática como siempre mientras que Kaldur reunió a los demás y empezaron un enlace mental sin él,
“Me asusta un poco el comportamiento de Superboy. Después del incidente, no ha sido el mismo” decía mirando al otro de reojo
“¡Quien sería uno mismo después de que te dijeron que nunca debías existir, viejo!” soltó Wally algo aturdido
“¡Hola M´gann!” dijo la marciana “¿porque no lo llevamos a dar una vuelta a Metrópolis o algo así?”
“No es buena idea,” soltó Robin “Batman no quiere que vaya ahí y menos que vea al supertonto”
“¿Entonces?” preguntó Artemisa “¿Dejaremos que se hunda en su miseria antes de entrar a clases?”
“Hoy eso cambiará, se irá conmigo a la cueva” exclamó Robin con una sonrisa cuando los otros lo miraron sorprendidos
“¿qué estás? Ni yo he ido a tu casa, viejo” dijo un muy ofendido Wally haciendo un puchero
“Lo sé y lo siento KF, pero Batman quiere hablar con el directamente y me pidió que me lo llevará hoy”
“Estará en buenas manos entonces” concluyó Kaldur rompiendo así el enlace mental que tenían los otros y se fue hacia las habitaciones.
Robin por otro lado, camino hacia el pelinegro que estaba aún ido mirando la televisión;
-bien SB, es hora de irnos- dijo manteniendo su sonrisa divertida
- ¿irnos? - pregunto el otro - ¿a dónde?
-iras a casa de Robin un par de días, Conner. - respondió Kaldur entregándole una mochila al chico -Ya empaqué tus cosas, toma
-pero... ¿porque debo ir con Robin? ¿Ya ustedes tampoco me quieren aquí? - se levantó algo enojado y asustado a la vez mirando a M´gann fijamente - ¿Te estorbo?
-no es eso chico grande, es solo que...- comenzó Wally, pero Dick lo detuvo
-lo sabrás al llegar, vamos- dijo caminando hacia la entrada "principal" del lugar, la cual era la puerta trasera.
Ambos chicos caminaron siendo seguidos por lobo y esfera;
-a no, ustedes se quedan. - exclamó Dick mirando a los otros dos. Esfera se marchó enseguida haciendo un ruidito de resignación, mientras que lobo le mantuvo la mirada por un momento -Tu también te quedas
-guff- ladró el lobo gigante y miro con ojos suplicantes a su amo
-lobo se porta bien, ¿puede ir? - pregunto haciendo que Robin se ruborizará y de nueva cuenta, oliera algo en el ambiente
-esta es tu típica mirada de "¿me lo puedo quedar?" que haces cada vez que encuentras algún ser extraño en una misión- suspiro el otro y haciendo un movimiento de cabeza, acepto que el animal fuera con ellos.