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Un amor extraño por KoichiBielefeld18

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Notas del capitulo:

Los dos kriptonianos en una misma habitación… algo que se vuelve demasiado incomodo para el niño de acero mientras que el super hombre fue amenazado por el omega del que esta enamorado… ¿Qué podría salir mal?

A la mañana siguiente, Alfred entró en la habitación del millonario y dándole leves empujoncitos vio como este comenzaba a despertarse;

-buenos días, señor Wayne- dijo con una sonrisa burlona en su rostro

-Alfred, - respondió el otro tallándose los ojos - ¿Qué hora es?

-son las ocho de la mañana señor y quería saber si el señor Kent desayunara con usted- Bruce se movió sintiendo el fuerte brazo aferrado a su cintura

-creo que sí. - respondió incorporándose - ¿Los niños?

-ya los he despertado señor. - el mayor se acercó al azabache para susurrarle - ¿Cree que este bien que ambos señores Kent se encuentren?

-sí, estarán bien. Este será el pequeño empujón que necesitan. – el hombre se soltó del otro y se sentó en el borde la cama -Además, aquí no podrá comportarse como un idiota

-en eso tiene razón, señor. - Alfred sonrió y se dirigió hacia la puerta -Los esperare abajo para que puedan desayunar junto a los niños

-gracias Al-dijo el omega cuando su mayordomo salió del lugar con una sonrisa encubierta.

Por otro lado, Dick estaba mirando fijamente a Conner quien veía todo lo que estaba a su alrededor con asombro;

-tu casa es muy grande- dijo Conner abriendo los ojos ante las pinturas que estaban en la pared

-es de Bruce, pero gracias- sonrió el otro cuando Alfred entro en el lugar

-el señor Wayne y el señor Kent nos acompañaran en un momento-dijo dirigiéndose a la cocina cuando el super chico miró algo inquieto a su amigo

- ¿Superman está aquí? - preguntó cuando el otro asintió

-llegó anoche con Bruce, -comenzó a decir Dick levantándose y sentándose junto a él, tomándole la mano por sobre la mesa -todo estará bien, no te preocupes

-te… ¿te quedas aquí? - preguntó en un susurro avergonzado cuando Dick miró a ambos lados y le dejó un rápido beso en la mejilla sin soltar su mano

-aquí estaré junto a ti- respondió con una sonrisa.

Mientras tanto, en la habitación del millonario, Clark miraba a Bruce con desconcierto en sus ojos;

- ¿es enserio lo que me dices? - preguntó mirando al otro que no se había inmutado - ¿el niño está aquí? El amigo que Robin trajo… ¿es el niño?

-sí, Clark. - respondió el otro con molestia terminando de peinarse un poco frente al espejo y fulminando con la mirada al otro -Conner está aquí, abajo en el comedor y TU- le señalo volteándose hacia él -te vas a comportar ¿entendiste?

-no quiero verlo… seria incomodo…

- ¿recuerdas la conversación que tuvimos ayer, Kent? - el otro miró hacia otro lado. Bruce suspiró y se acercó tomándole del mentón para que lo viera -Mira, esto será de la manera fácil o de la difícil. Si tú no te comportas, lo de anoche… no volverá a pasar

- ¡¿Qué?!- soltó el otro incrédulo

-pero… - interrumpió de nuevo el caballero de la noche -si te comportas y pasas más tiempo con el niño… no tendré objeción en tenerte aquí tres días a la semana

- ¿me dejarías venir tres días a estar contigo?

-podría pensarlo

- ¡vamos a desayunar! - exclamó emocionado poniéndose en pie y dirigiéndose hacia la puerta con el omega pisándole los talones.

Dick y Conner estaban hablando, cuando el pequeño alfa, se incomodó un poco al sentir el olor del otro alfa;

-buenos días- exclamó Bruce sentándose en la cabecera de la mesa y Clark a su derecha viendo a los niños que estaban en el lado izquierdo

-buenos días- contestaron los dos menores y Superman hizo un movimiento de cabeza mientras que Alfred comenzaba a servir el desayuno.

Todos estaban comiendo en silencio, cuando Clark se aclaró la garganta y miró a Dick;

-Dick… emm… gracias- dijo en voz baja y con un poco de sonrojo en sus mejillas. El menor lo miró por un momento, hasta que entendió lo que decía soltando una pequeña risita mientras que Bruce sorbia de su café con vergüenza

-no fue nada, - contestó tomando un bocado de su fruta -la próxima vez estén listos

-ni siquiera quiero preguntar porque tú, de todas las personas tenía eso- interrumpió el azabache mirando al menor que solo subió los hombros sin responder. Bruce iba a decir algo más, cuando Lobo ingreso en el lugar llegando hasta donde su amo, quien le dio un trozo de pan cuando vieron que Alfred entró con una taza para el can

- ¿Lobo también está aquí? - preguntó el hombre de acero cuando el animal soltó un bufido y le acercó la cabeza a Alfred en modo de agradecimiento

-vino junto a Con. - respondió Dick viendo al otro, quien ya había terminado de comer y estaba esperando a que su amigo le dijera algo. El chico se puso de pie y jaló al otro del brazo -Bien, nosotros los dejamos. Estaremos en el gimnasio Bruce, le enseñare a Con a usar el trapecio

- ¿no crees que sea un poco peligroso? – preguntó el super hombre cuando el niño levantó una ceja

- ¿el que?

-enseñarle al… a ¿Conner? A usar eso… podría romperlo

- ¿entonces porque no entrenas tu un poco con él, he Kent? - le retó el menor ante la intensa mirada del omega mayor. El alfa tragó saliva y lo miró tomando un sorbo de su café

-debo ir al trabajo hoy y no creo tener tiempo

-nunca tienes tiempo- murmuró el niño de acero siguiendo a su amigo hasta afuera del lugar, dejando ambos adultos en silencio.

. . .

 

- ¡Vamos Con! - soltó el acróbata con una sonrisa viendo como su amigo se columpiaba e intentaba tomar sus manos

-no quiero lastimarte- dijo cuando el otro salto y tomó sus manos con una enorme sonrisa

-sabía que no me dejarías caer- exclamó haciendo ruborizar al oji azul.

Al llegar al rellano, ambos bajaron del trapecio y tomaron unas botellas de agua que Alfred había dispuesto para ellos;

- ¿estas más tranquilo? - preguntó el pequeño mirando fijamente como el otro se limpiaba el sudor que tenía con su camiseta. Conner sintió la mirada de su amigo, pero restándole importancia asintió suavemente

- ¿Cuándo llego él? - preguntó escuetamente el niño de acero cuando Dick lo miró

-llegó junto a Bruce anoche. - respondió recordando algo y caminando fijamente hasta Conner, quien se sintió acorralado cuando Dick se pegó a él y lo pegó a la mesa -Eso me recuerda… anoche me dejaste colgado, Con y eso no es justo

- ¿colgado?

- ¿recuerdas lo que estábamos haciendo antes de que nos interrumpieran ese par de escandalosos? - Conner lo miró fijamente, hasta que al recordarlo sus mejillas se pusieron coloradas

-yo… tu… me besaste- respondió bajito tocándose levemente los labios

-íbamos por más que eso, hasta que los tontos nos interrumpieron

- ¿más que eso? - Robin soltó una pequeña risita

-luego te digo, vamos a sacar a pasear a Lobo- Conner sonrió y siguió al otro hasta afuera, donde ya el blanco lobo los estaba esperando mientras que le hacía compañía a Alfred, quien regaba el jardín.


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