Capítulo 8
⁃ ... están pensando incluso en darte un rango menor del que habían pensado
Onodera se encontraba con Aikawa en una pequeña oficina, el Sol de la mañana inundaba la habitación con delicadeza, pero incluso aquello le molestaba al castaño.
⁃ Takano ya hizo su reporte y mencionó sus motivos, pero tú aún no das los tuyos, ¿por qué?
Onodera se levantó de su asiento y se dirigió a la ventana, realmente no quería hablar, estaba enojado y decepcionado consigo mismo.
⁃ ... ¿le dirán a mi padre?
⁃ No tenemos por qué, ya eres un adulto
⁃ La verdad es tonta, no creo que quieran escucharla
⁃ Claro que queremos si viene del joven con mejor calificación en la última década, ¿qué fue lo que pasó?
Se mantuvo unos minutos en silencio, mirando a la gente que caminaba por la calle y hacía su vida normal, una vida que había anhelado tener pero era imposible, ahora su deber era otorgar su vida para que aquellas personas pudieran continuar con las suyas.
⁃ Tu lo sabes Aikawa, el siempre querer ser como mi padre, tan grande como él, tan fuerte e inteligente ... y luego estaba Takano, él es un agente excelente y solo quería estar a su altura, creí que si mostraba iniciativa y era determinado me pondría a su nivel, pero me equivoqué, no confía en mi, y probablemente les pidió ser reasignado, no soy bueno tratando a las personas, así que en realidad no hay excusas, el problema soy yo, todo lo que Takano dice de mi es cierto
Aikawa se puso de pie en su escritorio y caminó a paso firme a su dirección, cuando volteó para verla de frente fue sorprendido por una cachetada.
⁃ ¡¿Y eso por qué?!
Chilló colocando ambas manos en su mejilla.
⁃ ¡Tú sabes por qué! Ya te lo había dicho, tú no tienes por qué ser como tu padre y no lo eres, tú eres tú, y no hay nada malo en ti. Eres fuerte ágil e inteligente, no porque te parezcas a tu padre, eso nunca lo consideramos para evaluarte, tú eres Ritsu Onodera, el mejor recién graduado de tu generación y con la calificación más alta en los últimos 10 años, y lo conseguiste tú, no tu padre, ¿que no te das cuenta que ya hiciste algo que él no hizo? Respecto a Takano, él es un cabeza de piedra y casi tan obstinado como tú, si los pusimos juntos es porque sabíamos que tú podrías hacer que él fuera aún mejor, así que olvida esa tontería de ponerte a su nivel que ese estupido tampoco es la gran cosa, encuentren en su lugar un nivel en el que puedan coincidir los dos
Onodera casi lloraba aún con sus manos en la mejilla, desviando su mirada de nuevo a la ventana.
⁃ Aunque esta vez debo darle la razón a Takano, tus ideas tontas solo los pusieron en peligro, no debes probarle nada, así que no hagas algo solo porque creas que en verdad puedes hacerlo, hay cosas más importantes como tu vida y la de tu compañero, y preferimos que se mantengan vivos a que traigan información que podría o no ser relevante
Aikawa se alejó de él de vuelta a su escritorio, tomando algunos papeles y ordenándolos.
⁃ Lo que si debo decirte es que gracias al reporte que colocó Takano contra tu conducta tus declaraciones en el reporte de misión fueron descartadas por el momento, no hay pruebas suficientes aún para creer que lo que viste es cierto
⁃ No ganaría nada con mentir
⁃ Lo sabemos, pero hay normas que seguir, y mientras no encuentren pruebas en las grabaciones de las cámaras de seguridad tus declaraciones no serán tomadas en cuenta como castigo por tu mal comportamiento. Por cierto Kusama-san quería hablar contigo, ve a verlo en cuanto salgas de aquí
Cerró algunas carpetas y se levantó de su escritorio caminado hacia la puerta, eso había sido todo por ahora.
⁃ Y no te preocupes, no los vamos a reasignar, solo intenta ganarte su confianza
⁃ ¿E-enserio?
⁃ Si, la verdad es que yo los shippeaba desde antes de que los asignaran, pensaba que eran el uno para el otro en sus personalidades, pero mira terminaron como perros y gatos, tú haz lo que sea posible para que mi shipp se haga realidad
Abrió la puerta de su oficina indicándole que saliera mientras decía todo aquello, así que Onodera solo la obedeció.
⁃ ¿Y que es eso de “ship”?
⁃ Solo hazme caso y no preguntes
Y le cerró la puerta en la cara dejándolo con las palabras en la boca. Resignado comenzó su camino al elevando más alejado y escondido del lugar a través de esos pasillos alfombrados. Veía cada cubículo que pasaba, sin duda el sonido de teléfonos sonando y las teclas en la computadora eran mucho mejor que el sonido de las balas, pasearse por la editorial era algo que siempre disfrutaba, se imaginaba a él mismo en una vida en la que pudiera vivir de aquello, ayudando a creadores en la elaboración de un libro. Tan solo pensarlo hacía que su piel se erizara de la felicidad, pero aquello solo podría conseguirlo en su imaginación.
Llegó al elevador, entró y presionó el último piso, en el panel que mostraba el número del piso se indicó el poner una contraseña, y al teclear algunos números el elevador lo llevó a su destino. Se encaminó sin mirar a nadie a través del gran vestíbulo por el que transitaban decenas de personas, era obvio que todos se habían enterado del fracaso en su misión, del reporte por parte de su compañero y de los posibles castigos que este podría tener, pero hacía todo lo posible para que no le afectara. Llegó hasta el elevador principal, y pulsó el botón del piso tres, donde estaban los laboratorios. Estando ahí solo podía pensar mejor, o deprimirse de una manera más efectiva, no sabía nada de Takano desde que los habían recogido hacía dos días atrás, la había cagado, sabía que había cosas que había hecho mal, pero otras que no eran para tanto, pero la realidad era que debía disculparse con él.
“ Por ningún motivo le confiaría mi vida a alguien como tú”
Eso había sido demasiado, recordarlo hacía que su corazón se estrujara, y es que aquello era lo peor que tu pareja te podría decir, después de todo habían entrenado para eso, para confiar ciegamente en el otro, y no lo había conseguido. Salió del elevador tras un pesado suspiro, quizá Nowaki también le daría un sermón, y no estaba del mejor humor para escuchar tantas palabras, las que le había dicho Aikawa eran suficientes, pero si no cumplía con una orden eran hasta capaces de encarcelarlo o destituirlo, y si eso pasaba le borrarían la memoria, y por nada del mundo quería eso.
Llegó a los laboratorios, cubículos separados pero hechos completamente de paredes de cristal, si uno no supiera aquello podría chocar fácilmente al intentar caminar entre aquel extraño laberinto. Comenzó a buscar con la mirada de forma cautelosa, pues ya se había estampado con un vidrio en su primera ves ahí. Nowaki lo vio a la distancia, y saludando se acercó hacia él.
⁃ Onodera-san, tengo los resultados de su sangre, todo esta normal, es usted una persona muy sana, pero si me gustaría hacerle algunas radiografías y pruebas más por cualquier cosa
⁃ S-seguro ...
⁃ Acompáñeme por favor
Caminaron por el pasillo principal de aquel piso, hasta el fondo estaban las únicas habitaciones completamente normales, y que se asemejaban más a un hospital. Entraron a una de ellas, una demasiado oscura, en donde había un enorme aparato de rayos x.
⁃ ¿Sería tan amable de quitarse la corbata y el saco? Mientras menos ropa mejor
⁃ Si, claro
Obedeciendo lo que Nowaki le había pedido, dejó su saco y corbata en una silla pegada en la pared, la cual seguramente estaba ahí solo por esa misma razón, para amontonar ropa. Subió a ese extraño aparato mientras Nowaki se preparaba.
⁃ ¿Puede extender sus brazos Onodera-san?
Onodera solo obedeció sin decir nada, fue ahí cuando la cinta transportadora comenzó a moverse, para cuando llegó a su fin Nowaki ya tenía un escáner en la pantalla de su computadora.
⁃ No hay ninguna anomalía en tu cuerpo, todo se ve en orden
⁃ ¿Encontró algo más en la sustancia doctor?
Onodera bajó de la máquina y se encaminó hasta sus cosas, colocándose el saco mientras mantenía su corbata en la mano.
⁃ Además de lo que ya les había dicho no mucho, pero encontramos rastros del código genético de otro animal, un insecto para ser exactos
⁃ ¿Insecto?
⁃ ¡Si! Greta Oto, mejor conocida como Mariposa alas de cristal, sus alas parecen ser transparentes gracias a la falta de pigmento, por la cantidad de toxinas que comen mientras son larvas son considerados animales venenosos, y sus depredadores pueden llegar incluso a morir al ingerirlas, pero sigo sin entender por qué incluirían algo como eso
⁃ No tiene sentido
⁃ Exacto, a propósito, supe lo qué pasó en su última misión, me gustaría que me dijera lo que vió usted mismo, no me han dejado acceder a los reportes por la situación
Onodera se quedó un momento callado, recordando todo lo que había visto en aquel video.
⁃ Creo que la toxina solo hace efecto inhalándola, Asami y los otros así la tomaban en el video. Cuando lo hacen, pueden controlar a las personas tan solo con su voz
⁃ ¿Que? Pero si inhalan la misma sustancia
⁃ No, no lo hacen, ellos inhalaron una variante, la cual supongo les permite tener el control sobre aquellos a los que expongan a la toxina base, eso es, aterrador
⁃ ... debo darme prisa y descifrar esa cosa en cuanto antes, ya me mandaron las fotografías que tomaron de las fórmulas, así que trabajaré lo mejor que pueda, y ánimo Onodera, me está siendo de gran ayuda, el mérito de lo que se ha avanzado en el caso también es suyo, ya puede irse
Y tan solo con un movimiento de cabeza se despidió de Kowaki, saliendo de la habitación y dejándolo ahí solo.
[...]
⁃ Te digo, no pudo haberme tocado peor compañero
⁃ Ay relájate Masamune, te tocó el privilegio de estar con el mejor y te quejas, que, ¿a caso no puedes con el paquete?
Yokozawa soltó una carcajada después de ver la cara de molestia de su amigo. Ambos estaba desayunando en un pequeño café en el centro de la cuidad, era uno de esos bellos días libres que aprovechaban para salir a relajarse, y ahora que no estaban juntos, a ponerse al tanto.
⁃ Yo creo que solo ves lo que quieres ver, si suena como una cabeza dura, pero no te quedas muy atrás
⁃ ¡Oye!
⁃ Es verdad, entiende que los cambios no son fáciles, ni tú ni él esperaban esto, yo por ejemplo con Kirishima-san no me he llevado del todo bien, pero es por mi culpa
⁃ ¿Por qué dices eso? Claro que no, seguramente es ese tipo el problema
Yokozawa volvió a reír mientras perdía la mirada en su té, para después de unos segundos en silencio suspirar.
⁃ Me di cuenta de algo, cuando estábamos juntos tu eras el intelecto y yo solo te seguía sin pensar, y estaba bien. Ahora Kirishima me pide mi opinión en absolutamente todo, y es desesperante porque yo solo quiero actuar ya y hacer lo que me pida pero él insiste en pensar las cosas juntos, y si vemos las cosas en general, el que debe cambiar soy yo y no él, porque él solo quiere que piense más por mi mismo. Onodera no parece una persona para nada sumisa, y tú no estás acostumbrado a que no te obedezcan, pero créeme, ese chico nunca lo hará
Tomó tranquilamente de su té mientras veía a su amigo, y sabía que esa expresión significaba que no le había gustado para nada lo que había dicho, y como parecía no iba a decir nada, siguió con su discurso.
⁃ Lo que deben hacer es buscar un punto de equilibro en el que no haya ningún dominante, si no la pareja que son, que piensen y actúen juntos sin querer imponer la voluntad de nadie. Y si, por lo que me dijiste ese chico podría llegar a ser algo problemático, por eso debes ayudarlo a cambiar esas cosas que no están bien en lugar de quejarte y solo huir porque no pudiste con la carga, pero tú también debes aceptar esas actitudes tuyas que no están bien y trabajar para cambiarlas
Takano lo miraba aún con el ceño fruncido, no queriendo aceptar aquello que su amigo le decía, pero si ese era el caso y no quería aceptar que el también tenía algo de culpa en toda esa situación, entonces significaba que Yokozawa tenía toda la razón.
[...]
Onodera entró a su casa, quitándose los zapatos sin cuidado y arrojando su saco al sillón. Aún estaba molesto y frustrado, quería arrojar y romper algo, pero no iba a golpear la pared, tampoco era alguien ridículo ... o bueno, quizá en esta ocasión lo haría, al cabo no había nadie más ahí.
⁃ ¡Ritchaaaaaaan! ¿Estás en casa?
Esa voz suave y dulce hizo que parara su mano a centímetros de la pared, corriendo hacia el sillón para tomar su saco, colgarlo en el perchero y luego corriendo a acomodar sus zapatos correctamente, mientras golpeaban fuertemente la puerta.
⁃ ¡Ritchan! ¡¿Acaso estás dormido?!
⁃ Ey no golpees así
⁃ Esta sordo, si no lo hacemos así nunca saldrá
Ritsu abrió por fin la puerta después de darle un vistazo general a su casa, afortunadamente ese día no estaba tan desordenada.
⁃ ¡Chicas! ¿Que hacen aquí?
Detrás de la puerta An y Saeki lo esperaban con una amplia sonrisa.
⁃ ¿Cómo que qué? Obviamente nos enteramos de lo qué pasó y queríamos ver cómo estabas
⁃ ¡Saeki!
⁃ Que, es cierto, bueno ¿nos vas a dejar entrar o no?
Riendo Onodera se quitó de en medio para dejar a ambas pasar, quitándose sus zapatos y colgando sus bolsos en el perchero.
⁃ ¡Wuu! No se te ha muerto ninguna planta
⁃ Y ya no moriran, tengan fé en mi
⁃ La tenemos Ritchan
An era su amiga desde la infancia, habían crecido juntos corriendo entre los pasadizos secretos de las mansiones de sus familias, eran prácticamente familia. A Saeki la habían conocido en la academia, y congeniaron con ella enseguida, más An, quien nunca había tenido una amiga, no fue sorpresa que las asignaran como pareja cuando se graduaron.
⁃ ¿Que quieren tomar?
⁃ Trajimos galletas para el té, así que se un buen anfitrión
⁃ Como gusten, my lady’s
Tras una reverencia a las chicas que ya habían tomado un lugar en el sillón se adentró a la cocina, preparando todo para el té.
⁃ ¿Y como les va en el trabajo?
Saeki se dejó caer en el sillón bufando.
⁃ ¡Es horrible! Es demasiado papeleo, ya quiero comenzar con una misión
⁃ ¿Aún no tienen una?
Se asomó Ritsu desde la cocina sorprendido por la declaración de su amiga.
⁃ Aún no pero, nos dijeron que nos van a mandar de apoyo a otra pareja, están investigando una red de trata de personas en Corea del Sur, quizá salgamos mañana
Decía An de lo más tranquila poniéndose de pie y encaminándose hacia el tocadiscos que Ritsu tenía en el mueble de la televisión, escogiendo uno de los que tenía a la mano y colocándolo.
⁃ ¡Corea del sur! ¡¿Puedes creerlo Ritsu?! Quizá conozca allá al amor de mi vida ... ¡¿y-y si es un idol?!
⁃ Ay Saeki, no digas tonterías
An tomó a Saeki de las manos y la jaló obligándola a pararse y así comenzar a bailar al ritmo del big band swing jazz que resonaba en todo el departamento. Ritsu veía a sus amigas bailando mientras esperaba que el agua hirviera en la estufa, pero al Diablo el agua, no había forma de que se quemara. Salió corriendo y empujó uno de los sillones hacia la pared, sus amigas al ver aquello movieron el otro de la misma forma juntas, y comenzaron juntos a bailar.
Primero bailó con An, su vestido rosado hasta la pantorrilla se elevaba cuando Ritsu la ayudaba a dar vueltas. Ella era una chica femenina y muy clásica, amante de los años 50’s e intentando recrear su estética tanto como fuera posible, sus vestidos siempre eran amplios. Ambos bailaban juntos desde que tenían memoria, así que sus pasos de jazz eran impecables, sincronizados y precisos. Cuando An salió de la pista principal Onodera se acercó a Saeki extendiéndole la mano.
Saeki era más vivaz, no tan delicada, ponía su comodidad antes de cualquier cosa, pero eso no le restaba feminidad, siempre preocupándose por verse bien aún con sus jeans desgastados. Ella bailaba solo por diversión, sin técnica ni gracia, y Ritsu la imitaba mientras An los animaba saltando sobre el sillón más pequeños del lugar. Ritsu corrió hacia ella aún tomando la mano de Saeki, luego tomó una de las manos de An y la obligó a bajar de nuevo. Mantenía a cada chica de cada lado, levantando los tres de forma sincronizada primero sus piernas derechas y luego sus piernas izquierdas, terminando tomados los tres de las manos solo dando vueltas hasta perder el equilibrio y caer al suelo junto al final de la canción, sin poder controlar sus risas.
⁃ ¡Ritsu la estufa! ¡De te quema el agua!
⁃ ¡Oh por Dios!
Salió corriendo rumbo a la cocina mientras ellas se quedaban un rato más en el suelo muriendo de la risa. Podría no tener ganas de hablar con nadie, pero eso nunca las incluía a ellas, eran sus chicas y siempre tenía tiempo disponible para dedicarles. No importaba como ni cuando, pero ellas siempre sabían animarlo y divertirlo. Ya sentados en el suelo al rededor de la mesa de la sala, comenzaron con su amena plática del té de media tarde.
⁃ No se si es buena o mala suerte que te haya tocado pareja con tu crush
⁃ Saeki, ya te dije que no uses esa palabra porque no es verdad
⁃ ¿Entonces por qué lo acosabas? ¿Genio?
⁃ Quizá porque lo admiro mucho
⁃ Ay si tú, te voy a creer
⁃ Pues si fíjate
An solo los miraba mientras tomaba su té, intentando no reírse.
⁃ Como sea tengo ganas de conocerlo, ¿es tan guapo como dicen?
⁃ ¡Saeki!
⁃ Vamos An, a ti también se te disparan las hormonas cuando vez a un chico lindo
⁃ ¿A si? ¿Eso les pasa conmigo?
⁃ Bueno Ritchan, tú no cuentas porque eres casi una de nosotras, ¿verdad Saeki?
⁃ En efecto An
Ambas rieron al unísono viendo la falsa cara de fastidio en Onodera.
⁃ Da igual, ya no importa nada, quizá me van a reasignar por lo qué pasó
La mirada de Ritsu se oscureció, de verdad estaba decepcionado. Las chicas se vieron entre sí preocupadas por su amigo en silencio, el cual solo se rompió con el suspiro de An.
⁃ Ritchan, no te desanimes, creo que aún hay esperanza de poder arreglar las cosas
⁃ ¿A si? Según tú ¿como? Dejó bien claro como se sentía respecto a mi
⁃ Pídele disculpas
Onodera miró a su mejor amiga completamente sorprendido, y tomándola un poco por loca.
⁃ Lo digo en serio, ambos tienen culpa en esto pero lo mejor es que tú des el primer paso, hay muchas cosas que no conocen uno del otro, que les gusta o como actúan, si te disculpas y eres claro no tendría por qué enfadarse más contigo, creo que si hablan él lo entenderá
⁃ Ya estoy cansado de hablar An, lo he hecho todo el día, primero con Aikawa y luego con Kusama, no quiero hablar con él precisamente hoy también, demasiadas palabras ya salieron de mi boca
Y Saeki le dio un golpe con el puño cerrado en la cabeza, genial, el segundo golpe del día.
⁃ ¡¿Y a ti que te pasa hoy?!
⁃ Que te pasa a ti más bien, tarado, ¡parece que esto no te interesa! Y de una vez te advertimos, si no muestras interés en arreglar las cosas lo más rápido posible tampoco vamos a tolerar que luego vengas llorando haciéndote la víctima, si fracasa esto será por tu culpa, y recuerda que odias fracasar. Eres Onodera Ritsu, así que compórtate como él y no como una niñita llorona. ¡Ve! ¡Enfrenta el problema! ¡Gana! Y sobre todo, DEJA DE PONER EXCUSAS, CABEZON.
Mirándola con algo de miedo mientras sobaba aún su golpe en la cabeza, asintió. Tenían razón, daría el primer paso y hablaría con Takano, al cabo solo eran palabras. Y el consuelo caía en que si lo intentaba y no lo conseguía, no sería su culpa esta vez.
[...]
Takano subía por el elevador del complejo de departamentos aún pensando en todas las cosas que había hablado con su amigo, de alguna forma se sentía regañado, pero estaba bien, lo haría, hablaría con Onodera e intentaría arreglar las cosas, si no funcionaba o no quería escucharlo entonces ya no sería su culpa. Las puertas se abrieron en su piso, y lo primero que vieron sus ojos fue a aquel chico saliendo de su departamento con dos chicas sonriendo todos de lo lindo, ambas despidiéndose de él con un beso en la mejilla. Parecía iba a acompañarlas al elevador, pero se detuvo sorprendido en cuanto sus miradas se conectaron.
Una de ellas, la chica de cabello corto regresó en sus pasos para decirle algo en el oído, provocándole apareciera un ligero sonrojo en la cara del castaño, acompañado de una mueca de preocupación y una afirmación con su cabeza.
La chica corrió junto a la otra, quien le levantó el pulgar a Onodera dándole ánimo, y juntas subieron al ascensor que Takano acababa de abandonar. Las puertas se cerraron mientras la achicas se despedían del castaño, y así habían quedado solo ellos en el pasillo, mirándose frente a frente, esperando por ver quien era el primero que soltara aquellas palabras de sus bocas.