La sala del patriarca estaba llena de gemidos de placer y jadeos. En el trono del Patriarca se encontraba sentado Harbinger de Tauro, y dandole la espalda, sobre su regazo estaba Kiki, moviéndose de arriba a abajo. Tenía la armadura todavía puesta, menos el pantalón y el faldón de la armadura, dejando a la vista su miembro enrojecido y excitado. Cualquiera que entrara entendería inmediatamente lo que estaba pasando. Sexo, estaban teniendo sexo de manera desenfrenada.
A Harbinger le encantaba ver su miembro entrar y salir de la deliciosa y estrecha entrada del caballero de Aries. Y a juzgar por los gemidos del pelirrojo él también lo disfrutaba, moviendo sus caderas al compás de las embestidas de Harbinger, permitiéndole jalar y empujarlo a su antojo con la intención de penetrarlo profundamente con cada estocada.
“Har—…Harbinger!”
“Heh~ Dime Patriarca, borreguito~ Ese es mi título ahora~” Dijo en son de broma, pero al mismo tiempo era algo excitante, especialmente porque el culo de Kiki se volvió todavía más estrecho y sus gemidos más agudos.
“Pa—….patriarca….Gran Patriarca!!”
“Eso~ Ahora imagínate que alguien entrara, que viera al serio caballero de Aries brincando como putita sobre el pene del Patriarca~ Que pensaran~”
“N-no…no…”
Su boca decía no pero su cuerpo se estremeció de placer; Harbringer sabia que estaba cerca, ya conocía bien las reacciones de Kiki y solo faltaba un poco más para que se viniera. Soltó una mano de su cadera para rodear su cuerpo y sostener el miembro de su amante para estimularlo, haciendo que se viniera casi inmediatamente en su mano. Harbringer tampoco tardo en venirse, sintiendo el orgasmo del otro y como su cuerpo se estremecía de placer alrededor de él.
Ambos jadeaban, tratando de recuperar el aliento. El guardián de Tauro aparto el cabello de Kiki para tratar de darle un beso en el cuello, aunque la armadura le estorbaba un poco.
“¿Todo bien Kiki? ¿Puedes respirar?”
“S-si…” Su voz se oía temblorosa, pero si podía responder entonces sí estaba bien. Debajo de la armadura podía sentir el sudor recorrerlo, el frio metal contrastando con su piel todavía ardiente. Tendría que lavarla en cuanto pudiera….no entendía porque pero a Harbringer le excitaba de alguna manera hacer el amor mientras traía la armadura puesta, no era diario pero al menos una vez a la semana le pedía que se dejara puesto aunque fuera algunas partes. Al principio era divertido, el contraste de saber qué estaba haciendo algo “inmoral” con la armadura que debía ser una especie de símbolo de justicia y esperanza era excitante, pero poco a poco había perdido la novedad. No podía sentir las manos de Harbringer directamente sobre su piel, las partes que el metal rozaba directamente con su piel le lastimaban, pero tambien deseaba satisfacer a su pareja y cumplirle aunque fuera un capricho. Ademas, aunque el caballero de Tauro era por lo general tosco y grosero, no podía negar que era buen amante, lo mimaba mucho después de hacer el amor, besaba y sanaba sus raspones y le permitía acurrucarse a su pecho como gatito. ¿Cómo le iba a negar la única cosa que le pedía? Bueno…aunque Kiki tambien se podía hacer del rogar un poco más…
“Voy a moverme.” Harbinger le advirtió, sosteniendo fuertemente las piernas del carnero para levantarse de sus trono y caminar por el salon, llegando hasta una mesa donde apoyo a Kiki, con el pecho y el torso sobre la madera mientras que su trasero y piernas colgaban de la orilla, dandole a Harbringer una vista espectacular de sus nalgas y su enrojecido hoyo todavía apretando el miembro de Tauro, aunque un poco de liquido seminal comenzaba a salir y resbalar por las piernas de Kiki.
“Te deje tan lleno de semen que no me extrañaría que quedaras embarazado~”
Kiki rió un poco, volteando a verlo sobre su hombro.
“No gracias. Con Raki me basta y me sobra.”
“Anda borreguito. Uno mas para completar la camada, un varoncito~”
Harbringer hizo ondular sus caderas un poco y el sutil movimiento hizo que el pelirrojo gimiera de placer otra vez, arqueándose y pegando su pecho contra la mesa.
“Mierda….que sensual eres….” Gruño el caballero de Tauro, comenzando un vaivén lento pero profundo.
Admiró por un momento al hombre que amaba disfrutar del placer que le brindaba, pero pronto su mente se distrajo. El sabia que Raki era de Kiki, literalmente era su hija, o algo así le habían explicado ya hace mucho, pero de ser así ¿entonces quién era el otro padre de la niña?
“Oye Kiki, ¿Con quien te acostaste para tener a Raki?”
“Ahh…ahh….no….ah…” Kiki respondió entre gemidos de placer por tener el miembro de su amado moviéndose dentro de él, y de dolor al sentir sus sensibles pezones apretarse contra la armadura y la mesa.
“¿No sabes? ¿O no me quieres decir?” No me voy a enojar. Anda dime, capaz hacemos un trio~”
“N-no….no….”
“¿No? ¿Seguro~?” Harbringer sostuvo fuertemente sus caderas, dandole una poderosa estocada y haciendo gritar al caballero de Aries.
“¡¡Aaah!! ¡No! ¡Que no te puedo contestar así! ¡Termina primero y luego hablamos!”
El repentino regaño del ariano lo sorprendió pero resumió su sesión de sexo pasional, haciendo que Kiki se viniera en tiempo record.
“¿Ya me vas a decir con quien te acostaste para tener a Raki?” Harbringer le pregunto desde su cama, viendo como el guardian de Aries cepillaba su largo cabello con calma. Después de hacer el amor en el salon principal, el patriarca había traído a Kiki a su habitación, lo había despojado de su armadura y con cuidado habían entrado los dos en la amplia bañera, donde de nuevo hicieron el amor antes de salir, ahora si exhaustos pero satisfechos.
Kiki no le respondió todavía, tomándose el tiempo de trenzar su cabello para que no se enredara y subiendo a la cama para recostarse junto a Harbringer con un suspiro. Solo cuando estuvo cómodo decidió por fin responder.
“Es hija de Genbu, si es lo que te urge saber.”
Harbringer trato de no sorprenderse mucho pero no pudo evitar su expresión de asombro. No le molestaba saber que su amante había tenido otros amantes, solo le sorprendía que hubiera sido Genbu de Libra.
“Yyyyy….¿como te lo garchaste? ¡Ow!”
Kiki le golpeó el hombro, ofendido por su elección de palabras.
“Shiryu lo escogió para mí. Bueno….no lo escogió como tal, solo me lo presento como recomendación. Yo fui el que decidió acostarse con el, y Genbu no dijo que no, así que…”
Se encogió de hombros, dando a entender que todo había sido muy indiferente, casi calculado, pero Harbringer todavía tenia cosas que preguntar.
“¿Y no había otra opción? ¿Alguien con quien tú quisieras hacerlo?”
“Si, yo quería hacerlo con Shiryu.”
Ahi si Harbringer se sorprendió, incorporándose y mirando a Kiki con el ojo bien abierto.
“¡¿Con Shiryu?! ¿¡Shiryu de Dragon!? ¿¡Shiryu de Libra!? ¿¡Ese mismo!?
Kiki se sonrojo e hizo un puchero, cruzando los brazos con molestia.
“Si, ¿qué tiene? Yo estaba enamorado de él cuando era más chico, pero para ese entonces el ya tenia a Ryuho así que no se lo propuse.”
“No, nada, no tiene nada de malo. Solo me sorprende que él te haya gustado.”
“Claro que me gustaba. Desde que lo conocí fue amable conmigo, siempre admire su fuerza e integridad. Cuando mi maestro murió el se encargo un tiempo de mi, hasta que pudiera valerme por mi mismo. Supongo que….mi maestro Mu le debe haber pedido ese favor….”
Su voz se torno algo melancólica y Harbringer volvió a recostarse junto a él, acariciándole la cabeza a su amante.
“Mu de Aries fue tu padre ¿verdad? Bueno, tu progenitor. ¿Y tu otro padre?”
“….ese fue Shaka de Virgo…”
Harbringer no pregunto más, sintiendo que el humor de Kiki no era el adecuado para seguir cuestionándolo, el borreguito tenia su carácter después de todo. En lugar de eso paso su brazo por sus hombros, jalándolo cerca para que se recostara sobre su amplio y fornido pecho. El guardian de Aries se sorprendido un poco por el gesto pero no dijo nada, sonriendo y acurrucándose cómodamente sobre su amante.
Así estuvieron un rato, silenciosamente acariciándose el uno al otro y disfrutando del tiempo juntos y el estar cerca; al nuevo patriarca le gustaba jugar con el cabello de su amado y como lo tenia trenzado se dedico a jugar con el pedacito de cabello suelto que quedo al final, pasándolo por la espalda y lados de Kiki para provocarle ligeras cosquillas. Alguna vez Kiki le había explicado que se dejaba el cabello largo como recuerdo que su maestro Mu y del maestro de su maestro, el antiguo patriarca Shion, que tambien habían usado el cabello muy largo; hablaba mucho sobre ellos, pero ahora que Harbringer lo pensaba, esta era la primera vez que decía algo sobre su otro padre.
“Oye…¿Genbu sabia?¿Sobre Raki?”
“Si, yo le dije que quería tener sexo con él para tener un hijo. Creo que no me creyó hasta que me vio embarazado, jajaja~”
“Y el….¿se encargo de ti? ¿Te ayudo?”
“No. No, el nunca tuvo que ver con Raki, fuera de qué tuvimos relaciones para tenerla. El señor Shaka tampoco nunca ayudo a mi maestro a criarme, y creo que el antiguo maestro Dohko tampoco se hizo cargo. Supongo que sera algún tipo de tradición.”
Kiki alzo los hombros con desinterés.
“¿O sea que tu padre nunca te conoció?”
“El sabia quien era yo, y yo tambien siempre supe quién era él, pero nunca nos tratamos como familia. De hecho el maestro Mu no me trataba como su hijo, siempre me trato como un aprendiz porque esa fue la manera en que el maestro Shion lo crió a él. No hagas esa cara, no quiere decir que no me haya tratado con cariño.”
“¿Y el tal Shaka qué?¿No tuvo opinion en todo esto o fue igual que Genbu?”
“El….mi maestro me contó que el en realidad estaba enamorado de otro caballero, pero que el maestro Shion fue el que escogió a señor Shaka para él. El señor Shaka y mi maestro eran buenos amigos, supongo que no tuvo ninguna razón para negarse. Y ya.”
“¿Y ya? ¿O sea que nunca hizo nada paternal contigo?”
“El señor Shaka nunca me trató como si fuera su hijo. Aunque bueno….si hubo una vez…”
Kiki pauso y Harbringer puso atención, silenciosamente animándolo a continuar.
“Una vez….yo estaba jugando a teletransportarme por todo el Santuario, de templo en templo y por todos los rincones. Hasta que el señor Shaka me detuvo con su poder. Jaja, me dio una regañiza por jugar de esa manera, me dijo que estaba prohibido teletransportarse en el Santuario y que si lo volvía a hacer me castigaría el mismo.”
“A ver, entonces…..¿lo más paternal que hizo el tal Shaka fue regañarte una vez?”
Harbringer lo miraba incrédulo. ¿¡Eso se le hacia paternal a Kiki!?
“Pues sí. Hasta ese entonces el único que me había regañado era mi maestro Mu.”
“No te comprendo….pero creo que ya entiendo porque te gusta que te de ordenes.”
Kiki rió y se acurruco un poco más al pecho de Harbinger.
“A ver entonces…¿técnicamente eres el nieto del Patriarca pasado? ¿No deberías de ser Patriarca tu entonces?”
“Que sea su nieto no significa nada. Es difícil pensar en el como mi abuelo. Para mí siempre será el maestro de mi maestro.”
Harbinger pensó que la familia de Kiki era demasiado complicada….eso de fingir que sus hijos no son sus hijos y que el otro padre no se hiciera cargo….le dejaba un mal sabor de boca…
“Quiero hacerte otra pregunta. ¿Porque Shion decidió que Shaka fuera tu padre, si tu maestro ya estaba enamorado de alguien?”
“Ah, eso.” Kiki se acomodó de nuevo. “Según lo que entiendo, el maestro Shion tenia la teoría que un hijo de dos personas con cosmos poderoso también heredaría un cosmos poderoso.”
“¿Oh sí? ¿Y resulto cierto?”
“No se.”
“¡Cómo que no! ¿Si tú eres la prueba no?”
“Ay Harbringer—”
“¡No no no! ¡Nada de ‘ay Harbringer’!”
“¡Es que preguntas cosas muy complicadas! ¡Pregúntame algo más sencillo!” Kiki resopló, inflando sus cachetes de manera parecida a como lo hacia Raki, claramente ella lo saco de él y eso le daba entre gracia y ternura al nuevo Patriarca, que riéndose abrazó a su amante, volteándolos para quedar él encima del caballero de Aries.
“Anda, ten un bebé conmigo. Así Raki no esta solita. Los cuidaremos juntos. Como mamá y papá. Como familia.”
Kiki se sonrojo y trato de voltear su cabeza al lado pero Harbringer lo tomo de la barbilla para forzarlo a verse a los ojos.
“Hablo en serio Kiki. No me importan tus tradiciones, yo te amo a ti y si tengo hijos contigo no me voy a alejar. Y pienso tratar a Raki como si fuera mi hija tambien.”
El corazón del pelirrojo latió con fuerza. El tambien amaba a Harbringer, de la misma manera que Mu había amado a Aldebaran y que Shion había amado a Albafica, y ahora tenia la oportunidad de estar con su verdadero amor, de criar a sus hijos como sus hijos y no solo como alumnos, como herederos de las artes que el tambien había recibido.
“Harbringer, yo—“
“No me tienes que contestar ahora. Pero piénsalo, considéralo.”
El guardian de Tauro beso cariñosamente su frente y Kiki se derritió de amor por él.
¿Porque? ¿Porque tenia él tanta suerte? ¿Porque le tocaba a él vivir en una generación de paz? Si bien ya había empezado a continuar la tradición al tener a Raki, ahora se le presentaba una nueva opción, una opción para ser feliz con la persona que amaba y reconocer a su hija como tal.
¿Era justo? ¿Y qué con el sacrificio de Shion y Mu? ¿Era justo que él tuviera otro destino? ¿Que él eligiera un camino diferente?
Harbringer podia ver las dudas en su expresión y de nuevo lo beso para distraerlo, esta vez en los labios, un suave y amoroso beso.
“Por favor piensa en lo mejor para ti. No le debes nada a tu padre, o a tu abuelo. Sus situaciones fueron diferentes, y estoy seguro que ellos querrían que fueras feliz.”
Kiki se abrazo de Harbringer, ocultando su rostro en aquel fornido pecho. En momentos así deseaba ser tan sabio como su maestro Mu, o que él estuviera aquí para darle una pista de la respuesta correcta. Pero no era así, solo estaba él. Y solo el podia decidir el rumbo a tomar.
Harbringer lo abrazo de vuelta, comprendiendo que era una decision difícil para Kiki, que había sido educado de cierta manera, que había sido entrenado para seguir un camino que ahora el nuevo Patriarca le pedía que se desviara de. Fácil seria solo respetar lo que Kiki decidiera pero Harbringer no estaba dispuesto a hacer eso. A lo que él entendía, Shion y Mu hacia sido infelices con sus caminos, alejados de las personas que amaban, condenando a sus propios hijos a esa misma infelicidad. Si amar a otro era desearles la felicidad sin importar cual fuera, entonces con más razón Harbringer deseaba salvar a Kiki de aquella herencia que solo le haría sufrir, continuaría insistiendo en cambiar las cosas por el bien de su borrego.
“Lo que dices…¿lo dices en serio?” La voz de Kiki lo distrajo y volteo a verlo, encontrando su cara sonrojada y su ceño ligeramente fruncido. “Lo de….aceptar a Raki como tu hija…que la cuidemos juntos como familia….”
Harbringer parpadeo y pronto le dio una amplia sonrisa, besándole la frente de nuevo. “Por supuesto que sí. Tú y yo, y otro retoño para amarrarte completamente a mi.”
Kiki rió ante esas palabras y su amante lo abrazo fuertemente, aspirando el aroma de su cabello y piel, limpio y dulce. Se sentía amado, protegido, y con una calidez especial en su pecho al saber que ya no estaría solo, que podia aceptar a su hija como su hija y tratarla como tal, no solo como su alumna.
“Creo que a Raki le costara decirnos ‘papá’ jaja~” Bromeo, haciendo que Harbringer riera un poco tambien.
“No te preocupes, ya que tenga un hermanito se le hará más fácil. Hasta le podemos poner Genbu si quieres.”
Kiki rió otra vez, jalando a Harbringer para poder darle un profundo beso. Las tradiciones y secretos que le habían sido entregados no se perderían, igual educaría a sus hijos para que las apreciaran, cuidaran y eventualmente las compartieran a sus propios descendientes, descendientes que provinieran de una relación amorosa y no solo una obligación cultural. Una nueva herencia estaba iniciando.