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¿Cuándo me enamore de Ti? por Kyoko skipbeat

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Notas del capitulo:

Holaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa

Me encuentro emocionada y estoy escribiendo como loca en este tiempo libre, actualizando y creando nuevas historias, ojale me aguante la pila hasta terminarlas y sino por lo menos tener capítulos de reserva, espero lo disfruten, así que...

Sayonaraaaaaaaaaaaaaaaaa

La mañana había llegado y un hermoso sol alumbraba cada rincón del gimnasio. Poco a poco los integrantes del equipo iban llegando anunciándose con un gran hola al entrar.

― ¿Que hay?- saludo a sus amigos que se encontraban en la puerta del gimnasio

― Ocuus, llegas tarde pensé que no ibas a venir- dijo Takemiya a su amigo que bostezaba mientras se iba acercando

― Estaba dudando en venir pero la verdad no tengo nada más que hacer, además quiero ver como Hanamichi es castigado por el gorila

Por un momento todos se quedaron callados, giro lentamente y a sus espaldas estaba un pelirrojo, no podía ver su rostro porque el reflejo del sol lo ocultaba, dio un paso atrás y se cubrió el rostro lo más seguro iba a ser atacado con un cabezazo pero este lo ignoro completamente y siguió caminando a la entrada sin mostrar alguna expresión en especial.

― ¡Pack!- se escuchó un fuerte golpe en la entrada, el joven pelirrojo se estampo en la puerta cerrada, parecía sonámbulo porque ni el fuerte estruendo lo hizo reaccionar, solo dio un paso al lado y continuo su camino dejando a su grupo completamente sorprendidos por la nula reacción.

― Esto es extraño, ¿le habrá pasado algo?- dijo Yohei mientras veía como se acercaba a los demás sin saludar e iniciando sus ejercicios de forma mecánica.

Pasaron unos cuantos minutos hasta que el último integrante del equipo llego.

― Hola- saludo sin mas

Un escalofrió recorrió toda su espina, el causante de su falta de sueño había llegado y con tan solo escuchar su voz su cuerpo reacciono haciéndolo salir de su modo automático, agacho su cabeza y escondió su rostro sonrojado cuando su compañero paso a su lado.

― Hey, parece que ya reacciono- comento Noma mientras veían los movimientos extraños que hacía en ese momento, aunque los demás parecían aliviados, un miembro del grupo lo observaba con una fina mirada aguda.

― Bien, todos reúnanse al centro- grito el capitán mientras aplaudía para llamar su atención- los primeros 20 minutos haremos estiramientos, así que todos busquen un compañero de su estatura

― Hey, Ryota has pareja conmigo

― Estas loco Hanamichi, si hago estiramientos contigo terminare molido o aplastado, busca a alguien de tu altura

― Mitsui ¿ya tienes pareja?- volteo de inmediato a su lado

― Si- contesto secamente mientras alejaba para hacer equipo con Ryota

Al ver que ninguna de sus dos primeras opciones estaban disponibles volteo hacia atrás para ver a sus demás compañeros de equipo pero estos solo lo miraron asustados y se emparejaron en un segundo, después de todo cuando el joven se emocionaba o enojaba terminaba utilizando exceso de fuerza contra ellos dejándolos adoloridos por varios minutos si les iba bien o por días si les iba mal, así que ninguno quería formar equipo con él

― ¡Oye! ¿y por qué no haces equipo con Rukawa?- dijo Mitsui al mirarlo solo en el centro de la cancha

― Es verdad Hanamichi él es de tu estatura y tiene buena condición, te aseguro que aguantara tu ritmo- completo Ryota dejando a Sakuragi callado

― ¿Qué sucede? ¿Por qué no han empezado los estiramientos- se acerco el capitán a los titulares que parecía que solo hablaban

― Akagi , le estábamos diciendo a Sakuragi que hiciera los estiramientos con Rukawa pero se niega a hacerlos- contesto Mitsui mientras se alejaba con Ryota para dejar la situación en sus manos

― ¿Qué esperas? Ve hacer tus ejercicios con Rukawa

― No quiero- murmuro por lo bajo casi inaudible para todos

― No escuche, te dije que iniciaras tus ejercicios

― No quiero- volvió a murmurar pero esta vez un poco más fuerte

― ¿Como que no quieres? ¿Acaso eres un niño? Te estoy dando una orden, ve y obedece- implacable como siempre el capitán no se movió de su lugar, así tuviera que forzarlo lo haría trabajar con él

― Esta bien- dijo en voz baja y se movió de su lugar dejando sorprendidos a todos a su alrededor, en verdad algo extraño le estaba sucediendo para aceptar tan rápido

Se acercó a su compañero y sin decir una sola palabra le dio la espalda indicando que sostuviera sus brazos, algo raro le pasaba al pelirrojo, esa no era una conducta normal en su persona y ninguno de ellos se explicaba el porqué de su comportamiento.

― "Cálmate, cálmate"- le decía a su palpitante corazón, le demostraría al pelinegro que nada lo perturbaría como el día de ayer pero sin duda el sonrojo en su rostro se hacia más notorio y el desviar la mirada lo hacía notar más evidente.

Rukawa se colocó atrás colocando sus manos en la espalda para ayudarlo a estirarse mientras el Sakuragi estaba sentado y se estiraba para tocar las puntas de sus pies, todo parecía normal pero el acercamiento del otro en su costado lo hacía sentir nervioso, poco a poco sentía su respiración más cerca de su nuca, lo único que pedía era cambiar de posición de una buena vez.

Esta situación lo estaba matando pero aun así no se dejaría vencer.

El siguiente ejercicio era tomarse de las manos― "Que acaso el mundo está en mi contra"- pensó, en realidad no se había dado cuenta del contacto físico que tenía con sus compañeros; si eran los mismo ejercicios, ¿por qué ahora los sentía tan íntimos?, mordió su labio en desaprobación por esa clase de pensamientos y antes de darse cuenta ya se encontraba recostado en el piso, con las piernas levantadas y con Rukawa sobre de él.

―"Esto es demasiado para mi pobre corazón"- con una mano cubría su frente intentando evitar la mirada de su compañero y alejando cualquier pensamiento impúdico que viniera a su mente después de todo con el sueño del día anterior solo podía imaginar a Rukawa sin ropa.

― Hey tu- hablo para llamar su atención y sacarlo de sus pensamientos- ¿Acaso te estas imaginando al extraño?- murmuro en un tono apenas audible para su compañero dejando al descubierto un rostro desconcertado y completamente sonrojado, una sonrisa sancarrona se formó en su rostro, al parecer había acertado con su pregunta

― I…i… Idiotaaaaa- grito eufórico y lo aventó hasta el otro lado de la cancha, finalmente había salido de su trance― no me molestes zorro apestoso- siguió gritando mientras los demás lo miraban aliviados, al parecer ya había salido de ese estado impropio de él.

El día siguió como si nada, las peleas y gritos característicos del pelirrojo continuaron todo el día, hasta el anochecer. Todo el mundo se encontraba en el comedor de la escuela esperando la cena para irse a descansar, Sakuragi se encontraba sentado a un lado de sus amigos y de Haruko en la mesa, la comida estaba deliciosa y la plática era tan amena que se sentía tan feliz que podía dejar de reír hasta que…

― Bueno chicos me tengo que ir, mi papá me está esperando en la entrada- se levantó de su asiento lista para salir cuando alguien interrumpió su salida

― P… pero Haruko ¿no te quedaras a dormir con nosotros?

― ¡PUM! Idiota, jamás dejaría que mi querida hermana se quedara en un lugar rodeada de puros chicos- sentencio Akagi con un golpe en la cabeza del pelirrojo

― Descuida Sakuragi, mañana vendré temprano para ver su práctica, por nada del mundo me la perdería- aunque su corazón estaba destrozado lo dijo con una sonrisa con la cual no podía negarse

Después de la cena todos se encontraba tomando un relajado descanso pero cierto joven se encontraba en el gimnasio, solo él y su balón.

― Bien, una vez más- tomo el balón entre sus manos, comenzando a driblear hasta la canasta dando un fuerte salto para realizar una clavada anotando con un estruendoso sonido, era una jugada que le gustaba practicar cuando podía pero sin dejar de lado los demás tiros que tenía que realizar.

Respiro profundo, sostuvo el balón con una de sus manos para levantarlo y el sonido de la puerta abriéndose llamo su atención.

Al mirar la entrada, su cuerpo se tensó al ver que Rukawa iba entrando, sus mejillas se enrojecieron al instante y su corazón se aceleró también, sentía que un taladro perforaba su corazón y antes de darse cuenta ya se encontraba fuera del gimnasio caminando hacia el dormitorio donde se alojarían pero se detuvo de golpe cuando miro su mano y en ella llevaba el balón

― "Idiota"- se maldijo a sí mismo, ahora tenía que regresar para devolver el balón al depósito del gimnasio, tomo valor y a paso veloz se dirigió a la entrada, respiro profundamente para relajase antes de entrar y abrió la puerta, con paso veloz se dirigió a la bodega sin quitar la vista de su objetivo, solo entraría y dejaría el balón en la cesta sin mirar a ningún otro punto.

― Oye Idiota- una voz a sus espaldas lo hizo girar de inmediato pues detrás de la puerta se encontraba Rukawa, parecía como si se hubiera escondido en aquel sitio― has actuado extraño toda la mañana, eso sin contar que has evadido mi mirada en todo el día

― E… eso no es cierto- contrarresto― además porque un genio como yo estaría tenso por la presencia de un simple zorro apestoso, ¿Qué acaso no ves lo relajado que estoy? (~ ̄▽ ̄)~ en este mundo no existe nada que pueda alterar a este maravilloso genio- pero a pesar de sus palabras seguía evadiendo al pelinegro― bueno, me tengo ir así que quítate de la entrada ಠ_ಠ- dijo molesto, sin embargo, cuando estaba dispuesto a salir una mano estampada en la entrada le impidió el paso

― Deja de decir tantas tonterías- lo arrojo a la parte trasera de la bodega, cerro la puerta de golpe y con un par de pasos se acerco

― ¿Qué demonios te pasa?- grito enfurecido― casi me tiras idiota- logro mantener el equilibrio pero no pudo evitar tambalearse entre las cosas para no tirar nada a su alrededor― te ma…ta…re- tartamudeo al mirar hacia arriba, después de todo la imagen del apacible Rukawa había desaparecido y ahora se encontraba frente a uno con la mirada más gélida que pudiera haber visto en su vida.

Trago saliva y por un instante se sintió amenazado pero no se dejaría intimidar, si quería pelea la daría, sin embargo, todos esos sentimientos se esfumaron al sentir como era tomado de la barbilla y besado con pasión, una vez más su cuerpo no reaccionaba y se vio envuelto nuevamente en un torbellino de confusiones, aunque sabía que esto no estaba bien algo… algo muy dentro de él le impedía apártalo hasta que en momento sintió como una mano se deslizaba desde su cintura hasta su pecho y al darse cuenta de la posición en la que estaba uso todas su fuerzas para empujarlo y estamparlo en la puerta.

Rápidamente se levantó listo para huir, esta era una batalla que no quería enfrentar al menos en este momento pero antes de cruzar la puerta una vez más fue derribado y arrastrado desde la entrada al interior de almacén nuevamente, por un instante sintió que era llevado al mismísimo infierno pero su captor no era más que su compañero de equipo.

― Hoy no te dejare ir

― Déjame ir de una buena vez si no quieres morir- sentencio sin efecto alguno

― Quieres callarte de una vez, nos pueden oír

― ¿Qué demonios piensas hacer? ¿Acaso crees que me dejare tan fácil?- se meneaba en su lugar para zafarse de su agarre y en un momento de descuido sus manos y piernas fueron inmovilizadas dejando sus rostros uno contra otro― dime de una vez, ¿qué diablos estás pensando?- la mirada furiosa del pelirrojo y los constantes forcejeos hicieron que Rukawa se cansara y finalmente hablara

― Sabes ¿Cómo tienen sexo dos hombre?- sin titubear soltó la pregunta de golpe

― ¿Eh? (°â–½°) - miro atónito, esa pregunta ya la había escuchado antes y al recordar su sueño sus cables se cruzaron y por un minuto se quedó congelado

― Bien, parece que si te lo has preguntado, así que te demostrare como se hace

― Espera Rukawa, yo… no dije que quería saberlo- grito exaltado al sentir como sus prendas iban desapareciendo, sus labios habían sido sellados por constantes besos mientras su piel se estremecía al contacto de cada caricia para Rukawa este era el momento para dejar una huella en el corazón atolondrado del pelirrojo y no iba dejar pasar la oportunidad.


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