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~Videollamada en cuarentena~ {MuraAka} por Syo Kurusu Love Love kokoro

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Notas del capitulo:

Holi, esta historia es para el grupo de facebook "MuraAka Fans 9x4".


Espero les guste y gracias por leer. :3 Por cierto, la temática fue por la cuarentena obviamente. xD

~Videollamada en cuarentena~


Ya habían transcurrido casi dos semanas desde que la cuarentena en Japón había comenzado, algunos estaban felices de poder trabajar o estudiar desde casa, mientras que otros más bien se encontraban decaídos ante la situación de no poder salir, el cuál era el caso de aquel titan.


Akashi acababa de terminar sus deberes escolares, cuando llegó una notificación a su celular, lo tomó y notó que se trataba de Murasakibara, sin dudarlo, inmediatamente se dirigió a abrir el mensaje, que inmediatamente le sacó una sonrisa.


 


"-Akacchin, te extraño mucho. Quiero verte. ♥♥♥♥"


"-Podemos hacer una videollamada."


"-Sí, hay que hacerla. Realmente extraño ver tu rostro."


"-Ni siquiera han transcurrido más de dos


semanas, no seas tan exagerado."


"-Pero te extraño, nuestra cita se canceló 


por culpa de la cuarentena y sería la primera 


vez que te vería después de un mes."


"-Te prometo que cuando acabe la cuarentena saldremos."


"Es una promesa. No puedes romperla."


"-Sí, lo sé."


 


Ambos siguieron platicando por un largo rato, enviándose mensajes y contándose sobre cómo había ido su día y sin darse cuenta, ya eran casi las doce de la noche. El tiempo se les había ido volando, como solía suceder cuando comenzaban a charlar.


 


"-Lo siento, Atsushi. Me iré a dormir."


"-¿Eh? Pero no hicimos nuestra videollamada."


"-Ya es muy tarde, si alguno de tus hermanos 


entra y se da cuenta de que sigues despierto, 


te van a regañar. Además de que mañana tenemos clases."


"-No es justo, yo quería ver a Akacchin."


"-Mañana, ¿vale? Por ahora ve a descansar."


"-Está bien... Hasta mañana. Te amo, Akacchin. ♥"


 


El menor se avergonzó al leer aquel mensaje, él realmente deseaba ver al mayor también, pero sabía que si hacían se llamaban, podrían quedarse despiertos toda la noche y debía ser firme, así que sólo se limitó a responder aquel último mensaje, para después ir a la cama.


 


"-Te amo, Atsushi. Descansa. ♥"


 


Al día siguiente, el menor acababa de despertarse y como era costumbre, se dirigió al cuarto de baño para enjugar su rostro, después se limpió cuidadosamente, hidrató su piel y regresó a tomar su celular, al encender la pantalla, notó que había un mensaje del mayor, así que se dispuso a responderle.


 


"-Buenos días, Akacchin. Qué te vaya bien en tus clases."


"-Buenos días, Atsushi. Gracias. Esfuérzate también hoy."


"-Sí, Akacchin. ♥"


 


El simple hecho de recibir un mensaje del mayor, lograba ponerlo feliz. Realmente él también extrañaba verlo, extrañaba sentir su calor y estaba triste de que la cita que habían planeado tanto tiempo, no se hubiese llevado a cabo por la cuarentena.


El menor desayunó y comenzó sus clases virtuales, cuando nuevamente entró una notificación en su celular, lo tomó y revisó el mensaje, después de todo el profesor sólo estaba pasando la asistencia.


 


"-Akacchin, mira. Akari-neechan me regaló un cubrebocas 


con un dibujo de boca de gato, ¿no es lindo?"


Después de aquel mensaje, se adjuntaba una foto del mayor, usando aquel cubrebocas, donde tenía colocadas sus manos sobre su cabeza, arqueándolas un poco para parecer que tenía orejas de gato.


Una pequeña risilla se escapó de los labios del menor al ver tan linda imagen.


"-Se te ve muy lindo, Atsushi. 


 ¿No tienes clase?"


"- ¿Tú tienes cubrebocas así, Akacchin? 


Estamos haciendo un trabajo, pero ya acabé."


"-No, todos los míos son monocromos. 


 Oh, ¿y cómo te va en clases?"


"-Estoy seguro de que si Akacchin usara 


un cubrebocas así se vería muy lindo.


Estoy aburrido. :c"


Ambos continuaron con la plática, hasta que el profesor terminó el pase de lista y Akashi tuvo que reanudar su clase. El resto del día siguió igual para ambos hasta que finalmente al caer la tarde-noche, hicieron la videollamada que tanto ansiaban.


"-Akacchin, te extraño. Quiero que salgamos."


-Yo también te extraño, pero sabes que no podemos, Atsushi.


"-Akacchin..."


- ¿Qué sucede?


"- ¿Y tu padre?"


-Salió de casa, dijo que traería algunas cosas para la comida y que volvería dentro de un rato, pero también iría a su oficina, así que tal vez tardará más en volver.


"-Mis hermanos no están, también salieron a comprar cosas para la comida. Akari-necchan dijo que regresarían en una hora o más si había mucha fila."


-Oh, ya veo. ¿Tienes todo cerrado?


"-Sí, no te preocupes. Akacchin, quiero tener..."


- ¿Qué dijiste? Casi no se escuchó tu voz.


En un susurro apenas audible, se logró escuchar la petición del mayor.


"-Quiero... tener sexo, ¿podemos?"


El menor se sonrojo hasta los oídos al escuchar aquella petición, no esperaba que el mayor pidiera algo así en estos momentos.


- ¡¿E-estás loco?!


"-Por favor, Akacchin. Ambos estamos solos."


- ¡¿D-de dónde sacaste la idea?! ¡Jamás se te habría ocurrido algo así!


"-Es que..."


-... Fue Tatsuya, ¿no es cierto?


"-Sí..."


-Atsushi, yo-


"-Te lo ruego, Akacchin."


Después de unos cuantos minutos, el mayor logró convencer a aquel menor obstinado y tras un rato, todo estaba listo.


"- ¿Ya estás listo, Akacchin?"


-Sí...


El rostro del menor estaba demasiado sonrojado por la vergüenza, realmente quería hacer esto, pero no podía dejar de avergonzarse, jamás se habría imaginado en este tipo de situación.


"-Pon tu celular donde pueda verte bien, Akacchin."


Finalmente estaba todo listo, el menor se había limpiado, el lubricante estaba a un lado del menor y el consolador que habían comprado estaba finalmente esterilizado para poder ser utilizado. El corazón de ambos latía demasiado rápido, era una nueva experiencia para ambos y estaban ansiosos por vivirla.


"-Akacchin, toma el lubricante, ponlo en tu mano y con mucho cuidado, ingresa el primer dedo." 


El menor hizo caso y cuidadosamente comenzaba a prepararse, sin embargo, se sentía incomodo al hacerlo, no era para nada como el toque del mayor.


"- ¿Cómo te sientes?"


-Se siente raro...


"-Con cuidado ingresa el siguiente dedo. Hazlo con suavidad y mételo con movimientos circulares."


Un ligero gemido salió de los labios del menor, que repentinamente comenzó a mover con un poco más de fuerza sus dedos.


"-Has encontrado tu punto, Akacchin. Sigue moviendo así tus dedos."


-A-Atsushi, no puedo más. Creo que me voy a correr.


"-No puedes hacer eso, Akacchin. Tienes que soportarlo, usa tu otra mano para evitar que te corras. Hazlo como yo lo haría si estuviera contigo."


El menor rodeó su miembro con su mano izquierda, ejerciendo fuerza suficiente para retener su eyaculación y aumentó la velocidad de las estocadas de sus dedos.


-Atsu...shi, por...favor."


"-Ingresa el siguiente dedo y haz lo mismo, Akacchin. Y no dejes de ejercer presión para evitar que te corras."


Al ver como el menor se retorcía de placer, el mayor comenzaba a emocionarse y aumentaba la velocidad de su mano para masturbarse. Amaba ver como aquel orgulloso pelirrojo perdía los estribos ante él, no podía dejar de ver aquella exquisita imagen del menor, tembloroso, extremadamente sonrojado y luchando por ahogar su voz. Como amaba escuchar esa voz entrecortada, llena de placer.


-Atsushi, quiero el tuyo. Mis de...dedos no son suficiente...


"-Akacchin, aún no te sueltes. Tómalo como si fuera el mío y lámelo."


El pelirrojo tomó el consolador y lo acercó a su boca, lamiéndolo de arriba hacia abajo, para después meterlo en su boca, envolviendo cuidadosamente la parte de la cabeza con su lengua, después lo alejó de su boca y habló con dificultad.


-To..tócate como yo te lo hago, Atsushi.


Haciendo caso a la indicación del menor, el mayor comenzó a repetir lo mismo que hacía Akashi con el consolador, aumentando cada vez más la excitación hasta que finalmente se corrió.


-N-no es justo, tú no me has dejado correrme.


"-Akacchin, ponle lubricante y mételo en tu interior con cuidado, después aumenta de velocidad como yo lo hago. Sólo así te podrás correr."


El menor se apresuró a lubricar el consolador y con cuidado lo ingresó, siendo tan suave como aquel titan cuando comenzaban a tener sexo, sin embargo, poco a poco aumentó la fuerza de las estocadas, dejándose caer sobre la cama. El menor trataba de ahogar sus gemidos contra la almohada, realmente se sentía avergonzado, pero era más el placer que sentía.


-Y-ya no puedo más.


"-Akacchin, no aflojes el ritmo. Sigue haciéndolo y levántate. Y deja de cubrirte, quiero escuchar tus gemidos."


El cuerpo del menor no dejaba de estremecerse, sentía cada estocada llena de placer y en verdad deseaba correrse, pero no lo haría cuando él quisiera, sino cuando Murasakibara le dijera que podía, ya que normalmente el mayor lo llevaba a un límite para finalmente dejarlo correrse y él deseaba experimentar todo como si Murasakibara realmente estuviera tocándolo y molestándolo. Como pudo, trató de incorporarse y dejó de ahogar sus gemidos.


"-Ya puedes soltarte, pero no dejes de moverlo en tu interior... Akacchin, quiero verte cuando te corras."


El menor soltó su miembro y sintió como una corriente de placer recorrió todo su cuerpo, dejándose caer en la cama, mientras seguía corriéndose, viendo como el mayor continuaba masturbándose.


"-Akacchin, sigue moviéndolo. No te detengas."


-Pero no...puedo...acabo de correrme.


"-No te detengas, hazlo con fuerza. Tú sabes que yo aún no me detendría, ni siquiera me he corrido."


El menor comenzó a mover nuevamente el consolador, estremeciéndose de placer y sintiendo como comenzaba a perder las fuerzas, realmente le costaba trabajo continuar, pero era justo, el mayor aún no se había corrido.


-Akacchin, me voy a correr.


El menor siguió moviendo el consolador y vio como el mayor se corría, sin embargo, al ver el rostro de su amado y el placer que estaba experimentando, nuevamente se corrió.


-Te ves muy lindo, Akacchin. Quisiera estar ahí contigo para poder tocarte.


-A-Atsushi, te amo.


Después de que Akashi finalmente se recuperó del todo, se despidieron y levantó todo lo que había utilizado, dejó la habitación con las ventanas abiertas para que se ventilara, después fue a ducharse y se cambió de ropas. Poco después llegó su padre, listo con los ingredientes de la cena. Ambos prepararon la comida y después de cenar juntos, se fueron a sus respectivas habitaciones.


Una vez que el pelirrojo estuvo en su habitación, tomó su celular y llamó al mayor.


"-Akacchin, fue asombroso."


-No digas nada, sigo avergonzado. No puedo creer que me convencieras de hacerlo.


"-Pero valió la pena. Te veías muy lindo y ambos lo disfrutamos."


-Ya es muy tarde, ¿ya cenaste?


"-No, aún no. ¿Tú ya cenaste, Akacchin?"


-Sí, acabo de cenar. ¿Aún no llegan tus hermanos?


"-Akari-neechan me llamó y dijo que tardarían más de lo pensado porque se les calentó el carro."


-Oh, espero que lleguen pronto. Deberías comer al menos algo ligero, ni siquiera has comido.


"-Sí, iré por mi trozo de pan que dejé en la cocina. En unos minutos te marco, Akacchin."


-Está bien.


Después de casi dos minutos de haber cortado la llamada, el celular del menor fue bombardeado con mensajes y al abrirlos se llevó la sorpresa de ver imágenes de un pan tirado en el suelo, todo destrozado, junto a varias botanas del titan, con varias hormigas rodeando la comida.


- ¿Qué rayos sucedió?


Pocos segundos después una llamada del mayor entró.


- ¿Qué sucedió, Atsushi?


-El gato de Akira-niisan rompió mis dulces y bocadillos y tiró mi pan al piso.


El mayor hablaba con completa tristeza y molestia a su vez.


-¿Y por qué hay hormigas? ¿Hace cuánto que lo tiró al suelo?


-No lo sé, supongo que ya tiene más de una hora y media. Seguramente lo hizo después de que se fueran, cuando bajé estaba destrozando mi pan.


El mayor no dejaba de quejarse por lo ocurrido con sus bocadillos, lamentando la "muerte" de todos esos dulces a garras de aquel diabólico gato.


Una sonrisa se embozó en el rostro del menor y no pudo evitar reírse.


-Mejor date prisa y limpia o sólo empeorara todo.


-Sí...


De algún modo, el pelirrojo no podía evitar formarse una imagen mental del mayor haciendo pucheros mientras veía sus bocadillos en el piso, llenó de tristeza al ver tantos dulces y bocadillos desperdiciados.


Una voz sacó al mayor de sus pensamientos, haciéndole reaccionar.


-¡Seijuro! ¡Ya vete a dormir!


-Sí, padre... Bueno, ya escuchaste.


"-Sí, está bien. Descansa, Akacchin. Te amo mucho."


-Yo también te amo. Limpia todo eso, Atsushi.


Una pequeña risilla salió de los labios del menor al imaginar la escena.


"-¡No te rías, Akacchin!"


-Lo siento, no me reiré más. Te amo, buenas noches.


Tras decir aquello, cortó la llamada y fue a dormirse, no sin antes seguir riendo un rato, al ver las imágenes que el mayor seguía enviando. En donde la última que envió, fue tomada por Ayumi, donde se podía ver al mayor siendo regañado por Akari y Aoi, mientras él hacía pucheros al ver como Akira no paraba de reír.


Un último mensaje entró y fue enviado por el Ayumi.


"-Pobre de nuestro Acchan, ¿no es así, Akashi?"


Finalmente,el menor se durmió con una sonrisa en el rostro al seguir soñando con lo ocurrido.

Notas finales:

Gracias por leer, espero les haya gustado y me dejen saber qué les pareció. ??’– 

P.D. Posiblemente sacaré más capítulos de ésto. :3

 


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