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Vida entre mafiosos obsesivos. por Rosy_Apus

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Notas del fanfic:

Espero que les guste, esto es lo que sale cuando estás aburrida y no tienes luz ni señal jajaja 

 

Gracias por darle la oportunidad!

Recuerdo la última vez que fuí feliz, fue cuando tenía 9 años y jugaba con mi hermano mayor en el jardín de la casa que no era precisamente un jardín más bien era solo la parte trasera de la casa llena de tierra, césped seco y pequeñas plantas que ya casi morían pero  para la imaginación de un niño de 9 años ese lugar era un paraíso cuando jugaba con él, pasaba de ser un barco pirata a ser un parque de diversiones lleno de magia y cosas extrañas. Eran momentos lindos para mí a pesar de que no entendía muchas cosas como el porqué mi hermano tenía tantas ojeras, porqué él si podía ir a la escuela pero yo no aunque no iba a la escuela mi hermano era como un superhéroe y una vez que llegaba de clases se sentaba conmigo a enseñarme lo que él había aprendido, siempre me decía que a pesar de que él tenía una oportunidad no era justo que yo no la tuviera y que era necesario mi aprendizaje también, tampoco entendía porque mi hermano tenía un teléfono que cada vez que sonaba él se tenía que ir... No entendía... Porque mis padres peleaban después de que mi hermano se iba, algunas personas piensan que los niños a la edad de 9 años no están para darse cuenta de cosas de adultos pero yo sí me daba cuenta de la tristeza que había en los ojos de mi hermano, notaba las extrañas marcas rojas en su cuello, notaba... Notaba que cuando llegaba al dia siguiente de que su teléfono sonaba él iba directo al baño y duraba dos horas ahí dentro, sabía que mi hermano hacia lo posible para que no me preocupara de esas cosas jugando conmigo o enseñándome cosas nuevas o incluso a escondidas de mis padres me traía dulces muy ricos, no sabía de dónde sacaba el dinero porque yo si sabía que nuestra situación con respecto al dinero no era estable, no podíamos darnos lujos más bien incluso podría decir que mi madre y mi padre agradecían cuando podíamos tener un plato de comida en la mesa.
 
 
 
 
Cuando tenía 10 años mi hermano se empezó a comportar muy extraño, él me decía que era porque pronto iría a la universidad y estaba muy feliz pero preocupado porque ya no podría verme, no entendía porque no me podía ver si siempre íbamos a vivir juntos después de todo él es mi hermano pero a los poco días todo cambio. Aún recuerdo ese día, ese día en donde todo cambio para mí y empezó a ser horrible lo recuerdo como si fuera ayer. Era el cumpleaños de mi hermano y estaba muy feliz tanto que me levanté temprano sabía que era sábado y los sábados él no tenía clases, me fui a escondidas a la habitación de mi hermano me subí encima de él en la cama y lo moví muchas veces mientras le cantaba la canción del cumpleaños él se despertó algo sobresaltado pero cuando se dio cuenta que era yo sonrió y me dio un fuerte abrazo a pesar de que ya tenía 18 años el me amaba mucho y nunca se cansaba de mi. Estábamos tan felices hasta que todo pasó... Ya era de noche y mis padres llamaron a mi hermano, él me pidió que por nada del mundo fuera con él, me dio un fuerte y cálido abrazo, me dijo que me amaba y beso mi frente con cariño no me di cuenta en ese entonces pero eso era una despedida. A pesar de todo fui cuando no me veía y me escondí entre la pared asomando levemente la cabeza para poder ver a mi hermano frente a mis padres el rostro de mi hermano era serio como si estuviera decepcionado de mis padres, de la nada entro a la sala un hombre alto delgado, con cabello largo rubio y ojos azules, tenía una sonrisa en sus labios mientras miraba a mi hermano, el hombre extraño fue con mi hermano y le agarro el brazo, se despidió de mis padres diciendo algo que no logré entender y se fue con mi hermano, no sabía porque se lo había llevado, no entendía porque mi hermano no había dicho nada y solamente se fue con ese hombre... No entendía porque me había dejado solo...
 
 
 
No volví a ver a mi hermano, no sabía nada de él y cuando le preguntaba a mis padres ellos solo decían que se había ido a la universidad y eso me entristecía tanto, lloraba en las noches cuando nadie me veía, me ponía la ropa de mi hermano que aún mantenía su olor y me ayudaba a recordar mejor los buenos momentos que tuve con él. Queria irme de la casa, mis padres no me hacían caso, me sentía solo, quería buscar a mi hermano, lo extrañaba con todo mi corazón... Lo único que hice por años fue llorar en las noches, recordar a mi hermano, a veces recordaba cuando el me enseñaba cosas de escuela, buscaba los libros que él tenía escondidos y los leía, eran de matemática, literatura, biología, de todas las materias que se veían en una escuela normal esos libros me calmaban un poco.
 
Asi paso un año ya tenía 11 años sacando la cuenta mi hermano ya debía tener 19 años, una noche me desperté porque tuve una pesadilla así que decidí levantarme y buscar un vaso de agua, salí de mi cuarto y note que la puerta del cuarto de mis padres estaba abierta con la luz encendida me acerque un poco y los escuché discutir, esa conversación nunca la olvidaré.
 
 
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
– ¡No puedo creer que lo hicieras nuevamente! – Mi madre gritaba no tan fuerte, supongo que fue para no despertarme. 
 
– No lo entiendes Mikoto, no tenía otra opción. –
 
– Si, si la tenías. ¡¿Por que diablos hiciste otra apuesta con ellos?! ¡Tan solo mira lo que le hiciste a Itachi, ¿Le harás lo mismo a Sasuke?! –
 
– Deja de gritar Mikoto, vas a despertar al niño. –
 
– Destruiste nuestra familia, lo poco que quedaba lo destrozaste... ¿Cuando?
 
– Mañana en la tarde vendrá. –
 
– Mis hijos... ¡¿Por que diablos le hiciste esto a mis hijos?! –
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
 
No entendía nada de lo que ellos estaban hablando y porque tenía que ver con Itachi si él está en la universidad como tanto dicen así que confundido solo me fui a mi habitación intentando volver a dormir pero me fue imposible por las dudas que invadían mi mente acerca de esa conversación. No lo entendí hasta que llegó la tarde de ese día cuando mi madre me llamo, me dio un abrazo y me miró a los ojos diciéndome:
 
 
"Sé que no lo entenderas ahora porque eres pequeño pero quiero que siempre recuerdes que nada de esto es tu culpa, que no lo hicimos porque te odiamos, te amamos con todo el corazón así que por favor tampoco nos guardes odio... Siempre sé un niño bueno y haz lo que te pidan, haz todo lo que te ordenen... Te amo mi amor."
 
 
Era cierto que no entendía así que solo atiné a decirle que también los amaba y que nunca los odiaría porque son mis padres pero entonces sucedió... Un hombre alto de cabello rubio y ojos azules se presentó ante mi, cuando lo vi pude recordar al hombre que se había llevado a mi hermano pero este era muy diferente, no eran los mismo. Este hombre solo me sonrió y acarició mi cabello, miro a mi madre y ella solo asintió con la cabeza bajando la mirada, le pregunté a aquel hombre quien era y solo me dijo:
 
 
"Ahora seré quién se encargue de ti, no te preocupes no soy nadie malo, prometo que te cuidare y te protegeré, mi niño."
 
Mire a mi madre confundido pero ella no se atrevió a mirarme, solo me dijo que me fuera con el porque me llevaría a comer helado, en la mente de cualquier niño de 11 eso era el paraíso, que ingenuo era. Tome la mano de aquel hombre y me fui con él.
 
 
Le hice varias preguntas de las cuales no muchas fueron contestadas solo las más importantes, me dijo que se llamaba Minato Namikaze y tenía 35 años de edad, tenía dos hijos que tenían 29 y 24 años de edad, también me dijo que estaba casado con una hermosa mujer pelirroja  que amaba con todo el alma. Realmente sonaba como un buen hombre y me convenció más cuando si me llevo a comer helados, luego pizza y luego a la juguetería, me compro una colección completa de hombres de acción que le pedí además de autos de juguete y tres muñecas, cuando me preguntó que para que eran las muñecas le dije que era para que mis hombres de acción tuvieran pareja a quienes salvar cuando se metieran en problemas como en las caricaturas, eso hizo reír mucho al señor Namikaze. Cuando subimos a su auto le pregunté que si me iba a llevar ya a mi casa pero él dijo algo que jamás olvidaré.
 
 
"Mi niño, vivirás conmigo un tiempo ¿No te agrada la idea? Te llenare de dulces, de juguetes, le cosas buenas para ti incluso te llevaré a la escuela."
 
 
Al comienzo me negué, a pesar de todo mis padres eran mis padres y los amaba, no podía solamente dejarlos solos hasta que me dijo:
 
 
"Al menos quedate conmigo hoy, mañana te llevaré a casa pero si te gusta el dia de hoy te quedarás conmigo todo el tiempo que quieras ¿Bien? Por favor... Ya hasta pedí la película para que la veas junto a mi."
 
 
Sus ojos tristes me hicieron decir que si y fuimos rumbo a su casa. Una vez que llegamos me impresionó lo enorme que era, ¡parecía una mansión! Me gusto muchísimo, el señor Namikaze me llevo a una de las habitaciones que tenía un enorme televisor y una consola de juegos que solamente había visto en el pequeño televisor de mi casa, todo era impresionante y el señor me dijo que todo esto era mío lo cual me pareció estupendo hasta que me mostró la consecuencia de mis acciones...
 
 
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
– ¿Te gusta, mi pequeño? – El señor Namikaze me acarició los cabellos y asentí con la cabeza, me fui a sentar en la cama y era tan suave.
 
Me acosté y cerré los ojos disfrutando el aire acondicionado y las suaves sábanas, de repente sentí una mano acariciar mis piernas que me incómodo un poco, abrí los ojos y era el señor Namikaze sentado a mi lado con una sonrisa en sus labios mientras acariciaba mis piernas.
 
– Que bueno que te guste pero... Quisiera que todo esto fuera completamente tuyo, ¿Tu no? – Asentí con la cabeza, claro que quería que ese enorme televisor fuera mío, ¿Saben cuántas caricaturas podría ver en esa cosa? – Que bueno, te explicaré que tienes que hacer para que todo esto sea solo tuyo. – 
 
El señor Namikaze me tomo de la cintura y me sentó en su regazo acariciando mi espalda mientras levantaba mi camisa. Eso fue algo que me incómodo un poco, de la nada las palabras de mi madre se repiten en mi cabeza "Haz todo lo que te pidan", no sé si era coincidencia pero con cada cosa que hacía el señor Namikaze esas palabras se repetían una y otra vez.
 
– Mi pequeño azabache... – Puso una de sus manos en mis mejilla y le acariciaba con suavidad como si tuviera miedo a romperme. – Si haces todo lo que te ordeno será mejor, más cómodo, con más amor... Y te daré todo lo que quieras. – De la nada el señor Namikaze me agarró el mentón y unió sus labios con los míos, no me gustaba, sus labios estaban húmedos, eran muy grandes y me daban miedo. 
 
Lo que más me asusto de ese momento era cuando su lengua acariciaba mis labios e incluso la llegó a meter en mi boca, ¡Fue asqueroso! Su saliva sabía feo, tengo mucho miedo, quiero a mi hermano...
 
Me sentía incómodo más cuando algo estaba presionando entre mis piernas, el señor Namikaze se separó del beso y bajo la mirada sonriedo, luego me miró a los ojos y me quito toda la ropa con cuidado.
 
– ¿Señor Namikaze... Que está haciendo? – Pregunté asustado y con ganas de llorar por el miedo. – Tengo miedo, quiero a mi hermano... – El señor Namikaze solo me sonrió y me bajo el pantalón con todo y mi ropa interior. 
 
– Mi dulce dulce azabache, te ves tan delicioso... Tan solo mira lo que me provocas. – Me tomo la mano y la puso en su pantalón, tenía algo abultado y duro en el pantalón y me asusté tanto. – No estés asustado mi pequeño, harás algo que me ayudara a que esto se quite... Si lo dejas me dolerá mucho, ¿No querrás que me duela, cierto? – No sabía que hacer así que solo cerré los ojos con fuerza y negué con la cabeza.
 
El señor Namikaze me cargó y me acostó en la cama, me daba besos en las mejillas y el cuello, me susurraba varias veces al oído que me quedara tranquilo porque todo iba a estar bien, no sé qué me sucedía que en ese momento entre besos y caricias algo en mi lo disfrutaba, me gustaban sus besos, me gustaba que me dijera lo lindo que soy al oído pero hubo algo que no me gustó y fue esa presión en mi espalda que me hizo gritar no tan fuerte por el dolor, mire hacia abajo y vi la mano del señor Namikaze entre mis partes íntimas, me asusté mucho y lo mire pidiéndole una explicación a lo cual el respondió que me relajara, no pude hacerlo, ¿Cómo puedo relajarme cuando el señor tiene su mano dentro del lugar de donde sale la suciedad? ¡Es asqueroso! 
 
– Muy bien mi lindo azabache, ahora necesito que te relajes esto puede dolerte un poco. –
 
No entendía hasta que senti ahora sí un fuerte dolor que me hizo gritar, no quiero eso, no quiero dolor, no quiero...
 
 
De la nada él se empezó a mover empeorando el dolor, me dolía mucho... Hasta que hubo un momento donde no me dolió, creo que incluso me gustó un poco y el señor Namikaze se dio cuenta porque empezó a tocar muchas veces ese lugar, no sé cómo ni con que lo estaba tocando solo sé que su cuerpo y el mío chocaban muchas veces! Y de repente lo sentí, sentí que algo iba a suceder y se lo dije al señor.
 
– Por favor pare... Quiero... Quiero hacer pipí... – Intente alejarlo pero el señor Namikaze solo se quedó mirando mis ojos hasta que soltó una risa y siguio moviéndose haciendo que mis ganas de ir al baño aumentarán. 
 
– No importa mi azabache, haz lo que tengas que hacer que yo lo limpiare. – Beso mis labios y senti sus manos en mis partes, las acariciaba muchas veces hasta que ya no pude aguantar más y me hice pipi en su mano... Estaba muy avergonzado... ¡Yo no soy un bebé y no puedo hacerme pipí en la cama y menos en la mano de alguien!
 
Iba a quejarme pero me senti tan casado después de que me hice encima, quería dormir pero el señor aún se seguia moviendo hasta que senti algo caliente en mi espalda y luego algo saliendo haciendo un sonido muy extraño... Me sentí sucio, pegajoso y cansado... 
 
– Lo hiciste muy bien mi pequeño azabache. – Me acarició las mejillas y me beso los labios. – Descansar, te lo ganaste... Cuando despiertes te traeré algo de comer solo para ti y veremos caricaturas. – Lo último que vi fue su sonrisa antes de dormirme.
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
 
 
Fue cuando cumplí 13 años que acepte mi destino, acepte que solamente era la distracción de Minato, Minato me explico que es un mafioso muy poderoso y que estoy con él ahora porque mi padre hizo una apuesta con él jugando cartas y perdio, al no tener dinero me uso como pago al igual que mi hermano mayor, créanme que cuando escuché eso de mi hermano le pedí incansablemente que me dejara verlo pero fue imposible, cuando Minato se cansó de escucharme rogar me dijo que esa apuesta la había hecho mi padre con su hijo mayor hace mucho tiempo así que mi hermano era pertenecía de su hijo mayor que maneja la mafia Namikaze en el territorio sur pero me dijo que me quedara tranquilo porque ambos estaban estudiando en la universidad... Lo olvidaba, al poco tiempo que estaba con Minato me mandó a la escuela con la estricta regla de nunca decir que soy su pertenencia y menos que es un mafioso, a los ojos de la escuela soy su hijo adoptivo y él es solo un empresario con mucho dinero.
 
En la escuela no tengo amigos, ¿Y como tenerlos? Si soy un niño amargado, con ojeras porque mi "padre" no me deja dormir y tampoco es como si tuviera el interés de hacer amigos y los otros niños no tenían interés de ser mis amigos por lo distante que soy y como soy el mejor de la clase todos creen que soy un engreído, no me interesa en realidad.
 
 
¿Saben? Vivir con Minato no es tan malo, es un hombre bueno, me da comida muy buena todos los días, en los dos cumpleaños que he pasado aquí él estuvo conmigo, salimos, comíamos muchos dulces y se quedaba aquí en esta habitación viendo caricaturas hasta que me dormía. A pesar de que tenía 13 años ya era dueño de toda esa mansión o eso era lo que decia Minato, me decía que todo eso es mio y que me dará más cosas al pasar el tiempo, creo que lo amo... Si, lo amo, lo amo desde que comencé a disfrutar sus besos, desde que comencé a disfrutar sus caricias, lo amo desde que comencé a admirar aquellos ojos azules, lo amo desde que me dice que él me ama mucho más que a su esposa... Lo amo. 
 
Lo amaba a pesar de que sabía perfectamente que desde un comienzo Minato Namikaze me violaba, que mi padre me vendió a él porque eso fue lo que hizo, me uso como pago para salvar su pellejo al igual como hizo con Itachi, a pesar de que no le guardo rencor y lo perdono... Perdonar no es olvidar. Minato me daba lo que un padre puede darle a un hijo ignorando la parte de las caricias y besos, Minato me respeta, Minato me da todo lo que quiero y necesito, Minato me ama.
 
También descubrí que le encanta que le diga "Papi", todo comenzó una noche donde recuerdo haber tenido una pesadilla horrible y desperté muy asusto, el cuerpo desnudo de Minato estaba a mi lado viéndome preocupado y lo único que alcance a decir fue
 
"Ayudame papi..."
 
Esa noche no se separó de mi hasta que amaneció y me dio desayuno, incluso me dijo que tenía una reunión y que iba a llegar tarde pero aún así el quería asegurarse de que estuviera bien después de aquella pesadilla, si eso no es amor entonces no sé qué es. Por ese amor que estoy seguro que él siente por mí es que estoy desesperado por cumplir 18 años y poder decirle que sea mi novio oficial y salir con él, no como la supuesta imagen de padre e hijo que piensa la gente cuando nos ve juntos sino como una pareja.
 
Son muchas emociones fuertes para un simple niño de 13 años que debería estar jugando a la pelota con otros niños de mi edad pero ese no fue mi destino.
 
 
 
 
 
Estar justo ahora en esta habitación que ya conocía bien era mi calmante, este lugar es mi templo de paredes color marfil, llena de muchas cosas con las cuales divertirme cuando mi amado no está, con una computadora que uso solamente cuando tengo tareas que hacer, con esa cama que es testigo de los ratos llenos de amor que mi amado y yo pasábamos, sabía que hoy me veía a ver después de que pasa mucho tiempo conmigo tiene que ir a ver a su esposa, esa asquerosa mujer que me quiere quitar a mi Minato, si MI Minato, es el mío y en cuanto lo vea le haré la pregunta que tanto he querido hacerle. Mi teléfono sonó y esa fue la señal que me hizo sonreír, mi amado vendría pronto, dentro de dos horas cuando mucho así que fui rápido al baño de la habitación y me di una ducha para asegurarme que todo estuviera limpio y cuando hablo de todo es todo...
 
Lo amo tanto que quiero que me vea tan limpio e impecable y como parte de mi rutina cuando viene mi amado tomo la esponja, esas que son largas y muy suaves, me asegure de que estuviera lo suficientemente mojada y con la cantidad adecuada de jabón, lentamente moví mi mano cuando me asegure de estar bien preparado y lo hice... Use la esponja dentro de mi, la moví muy bien para que todo estuviera enjabonado y sin poder evitarlo solté un gemido cuando la esponja tocó ese punto que mi papi siempre toca para volverme loco... Cuando todo estuvo limpio saque la esponja y use suficiente agua para que el jabón saliera.
 
Cuando salí de la ducha me puse mi bata de baño y fui al espejo de cuerpo completo, me puse crema en todo mi cuerpo, el olor de esa crema le encantaba a mi papi, para tener 13 años mi cuerpo no estaba nada mal, mi piel es blanca, soy delgado y pequeño, tengo una leve curvatura entre mis caderas y cintura... Sonreí feliz porque amaba mi cuerpo y una persona importante también lo amaba.
 
 
– ¿Sasuke? –
 
Mi sonrisa creció al escuchar la hermosa voz de mi papi dentro de la habitación, sin hacerlo esperar salí del baño aún con la bata puesta y fui con el corriendo para abrazarlo y frotar mi mejilla contra su abdomen, me gustaba ser más pequeño que él porque acariciaba tiernamente mi cabeza.
 
– Volviste... – Lo mire con una sonrisa en mis labios. – ¿Cómo te fue, papi? – Le tomé la mano entrelazando nuestros dedos. –
 
– Bien, aún hay algunas cosas que debo resolver así que no estaré mucho tiempo contigo – Mantenía esa hermosa sonrisa que tanto me gusta. – Además pronto será el cumpleaños de Kushina y debo estar con ella. – Ugh, su asqueroso esposa, no pude evitar fruncir el ceño y alejarme un poco de Minato. 
 
Odio a la mujer que intenta quitarme a mi amado, sé lo que dirán "Ella es su esposa, llegó primero así que en realidad tu eres el que está intento alejar a Minato de ella" ¡No es cierto! Minato me ama a mi, yo soy especial para él, él me quiere mas a mi. ¿De no ser así entonces porqué se quedó conmigo en lugar de matar a mi padre de una buena vez? ¡Porque me ama! Y si tan solo yo hubiera llegado primero a la vida de Minato yo sería su esposo, yo lo haría feliz, sería completamente mío.
 
– ¿Bebé? – Minato se agachó a mi altura y me acarició la mejilla. – ¿Que sucede? –
 
– ¿La amas...? – Baje la mirada temiendo que la respuesta sea la que no quiero escuchar. –
 
– ¿A Kushina? Mm... No. – Mire a Minato a los ojos. – Kushina es mi esposa por razones que aún no te puedo decir además sabes que tengo hijos con ella, ¿Por que esa pregunta? – Mi amado acarició mi cabello. –
 
– Porque yo te amo más que ella... No quiero que siempre estés con esa mujer, te quiero conmigo, quiero que seas solo mío... – Sentí las lágrimas recorriendo mis mejillas. –
 
– Mi azabache... – Mi hermoso amante me acarició las mejillas limpiando mis lágrimas y beso mi frente. – No estés celoso, sabes que solo te amo a ti. – Besó mis labios y sonreí, cuando me dice que me ama me hace tan feliz... –
 
– ¿Me lo juras...? – 
 
– Te lo juro mi hermoso azabache... – Volvió a besar mis labios y poco a poco me quito la bata de baño dejándola caer suavemente hasta llegar al suelo.
 
Amo sus caricias, amo sus besos, amo su olor, amo su cabello amarillo... 
 
Poco a poco me llevo a la cama y me acostó, sus ojos miraban mi cuerpo como si estuviera memorizando cada detalle de mi cuerpo, me acariciaba el pecho, besaba mis labios, mientras que yo solo acariciaba su cabello y correspondía a los besos, esos besos que en un comienzo pensé que eran asquerosos ahora parecen una droga para mi cuerpo... 
 
Amo como me mira, amo como me sonríe, amo su piel suave, amo sus ojos azules...
 
Ambos teníamos una especie de danza donde nuestros corazones iban a la par, nuestras respiraciones coincidían, nuestros pechos desnudos de encontraban y dónde nuestros labios bailaban chocando uno contra el otro dejando en claro que quien tenía el control era mi amado...
 
Amo sentir esa presión en mi espalda baja, amo cuando agarra aquel pedazo de carne de mi cuerpo que me da placer cuando lo acaricia repetidas veces, amo cuando el suyo toca esa parte en mi interior que me hace gemir con locura...
 
En la habitación se escuchaba fuerte nuestros gemidos, el sonido obsceno que se produce cuando nuestras pieles chocan sudadas, podría asegurar que todo lo que se escuchaba en el cuarto era tan fuerte que se podía escuchar incluso fuera de el.
 
Amo esa corriente y el calor que recorre mi espalda cuando aquel líquido que antes veía con asco me llena completamente, aquel líquido que sabe tan dulce y cálido... Ese líquido que se ha convertido en mi desayuno de todas las mañanas cuando mi papi está conmigo.  
 
Cuando nos acostamos mi hermoso amado me acostó encima de él mientras acariciaba mi espalda, me sentía agitado, agotado, feliz... Lo mire a los ojos con una sonrisa y bese sus labios, él correspondió a mi beso acariciando mi cabello oscuro, la razón por la cual me llama azabache.
 
– Sasuke, sabes que siempre te daré todo lo que me pidas ¿Cierto? – Asentí con la cabeza mientras besaba su cuello. – Entonces... ¿Harías algo que yo te pida? – Lo mire a los ojos y sonreí para relajarlo, claro que haría todo por él, incluso mataría sin arrepentimiento. – Muy bien... Estuve pensando y se me ocurrió una maravillosa idea. ¿Quieres tener un trío? –
 
– ¿Que es eso? – 
 
– Hacer lo que tú y yo siempre hacemos así como justo ahora pero la diferencia sería que... Habría alguien más. – ¿Alguien más? ¿Alguien que me toque así como mi papi? No gracias. –
 
– Pero papi... Tu siempre me has dicho que el único que me puede hacer esas cosas eres tú, ¿Por que quieres que alguien más haga tu trabajo? ¿Es por qué ya no te gusto? – Lo mire preocupado y él solo sonrió negando con la cabeza. –
 
– Eso es imposible mi amado azabache, es solo para variar las cosas... Seria mas divertido y tranquilo, sería alguien de mi completa confianza  el que te tocará y si no te gusta como lo hace me dices para detenerlo de inmediato mi amor – Acarició mi mejilla y solo asentí. –
 
– Está bien papi... – Sonreí un poco para no preocuparlo y le besé los labios. – Haré todo lo que me pidas... –
 
– Me parece muy bien, si lo haces bien te daré un gran regalo... ¿Que es lo que más deseas, Sasuke? – Mi amado se sentó en la cama mientras besaba mi cuello y su mano acariciaba mi trasero para prepararme nuevamente.
 
 
¿Lo que más deseo? Lo sé, sé muy bien que es lo que deseo con todo mi corazón, lo mire sonriendo y dejando escapar un gemido cuando sentí aquella y hermosa presión, sabía que cuando papi lo hace así de esta forma le gusta que yo salte y eso hice. Salte sobre su regazo dejando escapar varios gemidos de placer y sintiéndome orgulloso cuando escuchaba los de mi amado, escuchando lo mucho que me ama y lo mucho que le gusta hacer esto conmigo, a mi tambien me gusta mucho... Seguí los movimientos para que mi papi se sintiera muy orgulloso de cómo me muevo y las cosas que puedo hacer para que se sienta feliz conmigo, para que nunca se arrepienta de haberme ganado en aquella apuesta.
 
Fue hermoso cuando acabamos al mismo tiempo y caí agotado sobre su pecho, respirando rápido y con algunos hilos de saliva cayendo por mis labios... Amo cuando terminamos pero aún así el no sale de mi interior, así su esencia permanece un momento más dentro de mi...
 
– Entonces mi lindo azabache... ¿Que quieres? – Me susurró al oído mientras acariciaba mi trasero. –
 
– Quiero... – 
 
Solté un leve gemido cuando me apretó las nalgas y susurraba a mi oído lo hermoso que soy, si, sabía perfectamente que iba a pedir en esta ocasión.
 
 
– Quiero ver a mi hermano... –
Notas finales:

Gracias por leer! :)


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