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92. Plumas y Piel (06) por dayanstyle

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- Es como un mal viaje de ácido -  Lee Jung Shin se apoyó en el mostrador y se frotó la frente, mientras trataba de unir los fragmentos de sus recuerdos, sobre su visita a Villa Kim.

Por teléfono, Jong Bin hizo un ruido con la garganta, que le dijo a Jung Shin, que el hada estaba en ese momento rodando los ojos.

- Con el fin de hacer ese tipo de comparación, tendrías que haber tomado ácido primero.

- ¿Cómo más, puedo describirlo? Tengo sueños extraños, sobre que he muerto, y cuando estoy despierto son como fragmentos de recuerdos, que están fuera de mi alcance. O estoy en algún viaje, por algún tipo de droga, o alguien ha manipulado mi cerebro - Jung Shin se rascaba la cabeza, mientras la temperatura en la ferretería, caía unos pocos grados.

Había sido así, durante las últimas dos semanas.                

La temperatura bajaba abruptamente, o el pecho empezaba dolerle. Algunas veces sentía, como si algo envolvía y apretaba alrededor de sus muñecas. Y los sueños. Esos eran los peores. Demasiadas noches había despertado sudando frío, con el corazón acelerado, y la imagen de una mujer bonita, parada sobre él, riendo.

Como si perder la cabeza no fuera lo suficientemente malo, Jong Hyun lo llamaba. Jung Shin tenía la sensación de que algo malo le había sucedido y que de alguna manera el tigre siberiano estaba involucrado. No quería ver al chico. No cuando Jong Hyun podría haber sido el que jugueteó con su cerebro.

Estaba matándolo, el no obtener ninguna respuesta. Pero hasta que supiera exactamente lo que le había sucedido, permanecería tan alejado del tigre, como le fuera posible.

Oyó el pitido, que indicaba la llamada en espera.

 

Jung Shin alejó el teléfono de su oreja, vio que era Jong Hyun, y luego presionó el teléfono de vuelta en su oído, haciendo caso omiso de la llamada.

- Tal vez estás pasando, por algún tipo de crisis de la mediana edad - Jong Bin dijo.

- Soy joven y caliente. Este, definitivamente, no es el caso.

Jung Shin deseaba saber lo que estaba mal con él. Incluso su tío estaba actuando en forma absurda. Park Hyung Seok lo llamaba, preguntando si estaba bien, y luego colgaba cuando le decía que sí.

Era como si el mundo se hubiera vuelto al revés.

- Siempre supe que eras un poco salido, pero creo que esa escala ya la sobrepasaste.

Jung Shin normalmente  habría   discutido  con  Jong Bin, pero estaba empezando a estar de acuerdo con el hada. Su cordura,  estaba definitivamente, en duda.

- Tengo que volver al trabajo. Me retrasaré - Jung Shin colgó y arrojó su teléfono en el mostrador. No tenía ganas de estar en el trabajo, pero incluso si estaba perdiendo la cabeza, todavía tenía cuentas que pagar.

Agarró el jersey del gancho detrás de él y se lo puso. Todavía sentía frío dentro la tienda, a pesar de que veía el sol brillando en el exterior y el termostato le dijo que debería haber estado cómodo, sin el sweater.

Cuando la campana encima de la puerta tintineó, Jung Shin levantó los ojos, y su corazón casi se detuvo.

Jong Hyun.

El hombre caminó a través de la tienda, como si estuviera deambulando. Tenía las manos unidas en la espalda, mientras avanzaba lentamente por el pasillo.

 

Jung Shin miraba de izquierda a derecha, mientras se preguntaba si podía correr antes de que el tigre lo agarrara. Se tocó el bolsillo, para asegurarse de que todavía tenía su pistola eléctrica escondida allí.

Lo Estaba.

La pregunta era, ¿iba a usarla en su compañero? La respuesta. Infiernos sí.

Todavía no confiaba en el hombre. Había algo siniestro y amenazante en el individuo, mortal, en el sentido más fuerte de la palabra.

Cuando Jung Shin observó al tigre, su mirada cayó a la parte trasera del hombre. Hmmm lindo. Si no le temiera al tigre alto y ancho, el cual podría aventarse sobre él. Pero una vez más, parecía que se había enganchado con un loco, como le había ocurrido con su novio de la red. Sólo que esta vez, había atrapado a su compañero, en lugar de un tipo lindo que estaba mentalmente desequilibrado.

Por otra parte, Jong Hyun no era lindo, era francamente magnífico con deliciosa mayúscula y sospechaba que el hombre estaba desequilibrado.

La historia de mi vida.

Hubo momentos en que se preguntaba, si tenía algún tipo de señal en su frente que decía que amaba a los locos. No la tenía. Es más, había comprobado su frente en múltiples ocasiones, a lo largo de los años.

Jung Shin contuvo la respiración y no pudo moverse, cuando los oscuros ojos marrones de Jong Hyun giraron hacia él. Estaban oscurecidos, y Jung Shin no podía decir si era por lujuria o si el tipo estaba enojado. Nunca había sido bueno para leer las expresiones faciales. No estaba seguro de las intenciones de Jong Hyun, metió la mano a su bolsillo y la dejó allí.

 

Si intentaba algo, usaría su pistola eléctrica a plena potencia, incapacitaría al bastardo hasta la próxima semana.

Su tío le había dado el Taser, como un regalo. Esta había sido modificada, y él sospechaba que el voltaje no estaba dentro de los parámetros legales, pero le había salvado en más de una ocasión, y estaba agradecido por ello.

- Así que aquí es, donde te has estado escondiendo.

Jong Hyun se movió unos pasos más cerca, manteniendo la apariencia de estar husmeando. Recogió un martillo, le dio la vuelta y a continuación, lo puso en su lugar.

La atracción, sin duda, existía pero Jung Shin la ignoró. Sólo porque el destino pensó que harían una buena pareja, no quería decir que su compañero no trataría de comerlo.

Además, todavía tenía esos retazos de recuerdos, y era Jong Hyun una parte del misterio detrás de lo que había sucedido la noche en  que  Jong Bin  y  él  habían ido  a Villa  Kim. Lo último que  recordaba, era que estaba huyendo de Jong Hyun y después de eso, todo estaba en blanco.

Sus muñecas comenzaron a palpitar, mientras se movía a unos pasos, alejándose, manteniendo el mostrador entre ellos. Jong Hyun recogió, nuevamente, el martillo y lo miraba por encima, pero esta vez, no lo dejó. El tigre lo agarró en su mano, mientras se acercaba a Jung Shin.

- ¡Atrás! - Jung Shin sacó su pistola eléctrica empuñada en su mano. - Estoy armado y no tengo miedo de dispararte.

Jong Hyun se detuvo a medio paso. Miró el martillo en la mano y luego a Jung Shin.

- Ni siquiera pienses en ello - advirtió Jung Shin. Su corazón latía con tal fuerza, que sus costillas dolían. Cuando había soñado con encontrar a su compañero, nunca se le había pasado por la cabeza que fuera un maníaco homicida. Quería un maldito reembolso, y el destino se lo daría o también iría en pos de él.

Si alguna vez se lo encontraba.

- ¿Pensar en qué?

Jung Shin no pudo leer la expresión del hombre. No estaba seguro de lo que Jong Hyun estaba pensando. Su expresión era estoica, su postura se relajó. ¿No se suponía que los locos gritaban y gritaban, antes de que atacaran? Siempre lo hacían en la televisión.

- Eso es enfermizo - dijo Jung Shin. - ¿Quieres que diga en voz alta, lo que vas a hacer conmigo?

Apretó el botón de su Taser, y un arco de electricidad crepitó entre los dientes, de ese aparato. Lo hizo de nuevo, en caso de que Jong Hyun se lo hubiera perdido la primera vez.

La campanilla de la puerta tintineó, y Jung Shin se sintió  aliviado al ver a Taehyung, lo que era extraño, considerando que este y su gemelo habían amenazado con comérselo cuando se conocieron. Aún así, prefería  al  lobo. Sus posibilidades eran   mejores, que hacer frente al tigre.

- Pon esa maldita cosa lejos, antes de que te hagas daño- dijo Taehyung, mientras caminaba por el pasillo.

- Dile al chico tigre que se vaya y lo haré - Jung Shin continúo apuntando su Taser, aunque su brazo estaba empezando a doler. Lo había mantenido en el aire demasiado tiempo.

- ¿Chico tigre? - Taehyung echó un vistazo a Jong Hyun, antes de reírse entre dientes.

- Yo no me burlaría del tipo, si fuera tú.

- N-no tengo miedo de él - Jung Shin trató de parecer valiente, pero estaba fallando miserablemente. Le temblaba la mano y su voz se había vuelto chirriante. Era difícil intimidar a alguien, cuando no podía dejar de temblar. Eso quitaba lo cabrón de su apariencia.

- Por lo menos dile que baje el martillo - dijo Jung Shin.

La sonrisa de Taehyung creció y Jung Shin quería golpearlo.

- Trabaja en la construcción.

- Apuesto a que lo hace- murmuró Jung Shin. En serio le molestó que estuviera defendiendo al tipo. Taehyung era el alfa de Dalton Falls. Jong Hyun no vivía en Dalton Falls. Los dos podrían conocerse, desde Villa Kim, pero Taehyung debería haber estado del lado de Jung Shin.

Los dos se quedaron mirándolo, como si tuviera los tornillos sueltos.

Dos depredadores lo estaban mirando.

Jung Shin tragó, más o menos. ¿Cómo en la tierra se seguía metiendo estas situaciones?

- Una pequeña hada, me dijo que tú y Jong Hyun son compañeros

- Taehyung dijo.

Jung Shin iba a estrangular a Jong Bin. El hombre tenía una gran  boca. Era cierto que tenía una cosa por los hombres grandes y masculinos, pero los prefería un poco menos trastornados.

- Y un pequeño lobo me dijo que protegerías a las criaturas dóciles de Dalton Falls - Jung Shin frunció los labios hacia un lado y miró a Taehyung, con una expresión que le decía al lobo que hiciera su maldito trabajo.

La sonrisa de Taehyung se deslizó. Sus ojos grises se estrecharon, y Jung Shin no estaba seguro de a cual hombre debía temerle más.

- Protejo a los shifters que son introvertidos. Pero no puedo hacer nada respecto a tu situación. La ley del Ultionem me prohíbe interferir en un apareamiento.

- Oh, ¿por lo que me puede clavar hasta la muerte y no puedes interferir? - La voz de Jung Shin se había elevado.

- Jódanse tú y él - Apuntó la pistola eléctrica hacia Jong Hyun.

- ¡Los quiero a ambos fuera de aquí!

- Jung Shin.

- No me Jung Shinees- Jung Shin se giró hacia Taehyung. Era extremadamente raro que mostrara su enojo, pero no estaba dispuesto a soportar verlo ahí parado y permitir que su compañero lo lastimase o dejar que el Alfa cite alguna ley, de la que nunca había oído hablar.

Una ley que no lo protegería de Jong Hyun.

- Cálmate- El tono de Jong Hyun era a la vez enojado y lleno de autoridad. La mano de Jung Shin bajó ligeramente, antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo. La levantó, más alto.

- Ve a ahogarte con una bola de pelo, esponjoso- le dijo al tigre.

Jong Hyun gruñó y se acercó más. Jung Shin dio marcha atrás, hasta que golpeó la pared. Cuando Jong Hyun dio la vuelta al      mostrador, Jung Shin se inclinó hacia adelante y pinchó la pistola eléctrica, en el pecho del hombre.

- ¡Hijo de puta!- Jong Hyun dio un salto hacia atrás, frotando el área donde Jung Shin le había electrocutado.

- ¿Estás loco?

- Acércate a mí de nuevo, y te voy a mostrar lo que hace un loco.

Una parte de Jung Shin se sentía horrible, por electrocutar a su compañero, pero aún había una parte de él que no confiaba en el hombre. Prefería prevenir que curar.

- ¿Por qué estás actuando de esa forma?- Preguntó Taehyung, mirándolo un tanto molesto y desconcertado.

- Algo pasó esa noche - dijo Jung Shin y maldijo, cuando sintió la picazón de lágrimas en los ojos. Siempre lloraba, cuando estaba enojado, pero no quería que ninguno de esos dos lo viera como un signo de debilidad.

 

- Hasta que descubra ese algo, Jong Hyun debe permanecer lejos de mí.

Jung Shin quería electrocutar a ambos, hasta que obtuviera respuestas u oliera bolas fritas. Le irritaba que tuviera miedo a su compañero, lo cual sólo le daba ganas de electrocutar a Jong Hyun por ese temor. ¿Y Taehyung? Jung Shin se sintió traicionado y quería gritar con toda la fuerza de sus pulmones. Pero no lo hizo. No quería que lo vieran como a un loco. Así que se quedó allí, mirándolos a los dos, deseando que lo dejaran.

- ¿Qué recuerdas? - Jong Hyun inclinó ligeramente la cabeza.

- Tener miedo y ser perseguido- Jung Shin frunció los labios hacia Jong Hyun- . Por ti.

Jung Shin se acercó a Jong Hyun, golpeando el botón de su Taser unas pocas veces. El crujido sonó fuertemente en la pequeña ferretería.

Los dos hombres se alejaron.          

- ¡Salgan!

Para su sorpresa, los dos hombres se volvieron y salieron.

 

Jung Shin quedó tan afectado, que se apoyó en el estante más cercano, su respiración era entrecortada y su corazón estaba lleno de decepción. Tan loco como había actuado, había querido que Jong Hyun le dijera la verdad, que le asegurara que él no era un mal tipo y que Jung Shin no estaba loco.

Pero su compañero no lo hizo.

Eso únicamente le dijo, que Jong Hyun era culpable y que su apareamiento nunca sucedería.

Jong Hyun agarró el mango del martillo, fuertemente en su mano, mientras se quedó mirando la puerta, de la ferretería.

 

 

 

- ¿Qué demonios acaba de pasar allí? - Taehyung preguntó, cuando los dos se pararon en la acera.

Infiernos si Jong Hyun lo sabía, pero su pecho dolía, donde Jung Shin lo había electrocutado.

Estaba orgulloso de que su compañero supiera cómo defenderse, pero no había razón para que el cisne le temiera. Él nunca haría nada para dañar al chico.

También estaba enojado, porque lo había alcanzado una Taser. Su cuerpo todavía cantaba, debido a las corrientes eléctricas. Si el chico no hubiera sido su compañero, lo habría hecho atravesar la pared, por haber utilizado un truco como ese.

- No tengo idea - dijo Jong Hyun. Esa era la verdad.

Se acordó de esa noche, y no podía pensar en nada que atemorizara al cisne, aparte del hecho de que se había, cuando se había enterado de que eran compañeros.              

Alguien del pasado de Jong Hyun, se había presentado en Villa Kim esa noche. Había visto a Kamijo, y este lo había visto a él persiguiendo a Jung Shin. En vez de ir tras Jong Hyun, Kamijo volvió su mirada a Jung Shin. Él había intervenido, y Jung Shin consiguió alejarse, sin saber que había tenido a un asesino detrás de él.

Después de eso, no tenía ni idea de a dónde había ido Jung Shin. Pero algo había sucedido. El cisne estaba francamente aterrorizado de él.

Había olido el terror, que se adhería densamente al aire en la tienda. Quería regresar y preguntar, pero Jung Shin no quería hablar, y Jong Hyun no quería se electrocutado de nuevo.

Había llegado a Dalton Falls, para mantener a Jung Shin a salvo. Si Kamijo lo encontró en Villa Kim, era sólo cuestión de tiempo, antes de que descubriera donde vivía el cisne.

 

Durante toda su vida, Jong Hyun había sido huraño, un recluso.

Y por una buena razón.

Si los hombres que vivían con él, conocían su verdadero pasado, eso no sólo haría que fuera el hombre más odiado de Villa Kim, sino que ese conocimiento, también podía poner en peligro a todos.

Eso podría ser un punto discutible ahora que Kamijo sabía dónde vivía.

Aún así, tenía que hacer todo lo posible para mantener a salvo a sus amigos.

Y eso incluía el cisne.

- Eres bienvenido a quedarte en mi casa, si vas a estar en Dalton Falls, por un tiempo.             

- Puede ser que acepte tu oferta. - Era un viaje de cuatro horas entre Dalton Falls y Villa Kim. Jong Hyun no iba a poder hacerlo todos los días. Sus vacaciones se acercaban y no había perdido ni un día de trabajo, desde que trabajaba en la empresa de construcción de Doo Joon.

De hecho, Doo Joon había estado insistiéndole que se tomara tiempo libre.

Ahora era tan buen momento, como cualquier otro. Una de las cejas de Taehyung, se alzó...

- ¿Vas a pagar por ese martillo?

Jong Hyun había estado tan molesto, al salir de la tienda, que había olvidado que lo tenía en la mano.

- Voy a volver después, cuando se calme. Taehyung se rió entre dientes.

 

- Jung Shin es otra cosa. Es normalmente muy agradable y un poco peculiar, pero es inofensivo.

Jong Hyun se frotó el pecho.

- Tan inofensivo como un tigre con garras. El alfa asintió.

- Sí, supongo que tienes razón. Él me electrocutó la primera vez que nos encontramos.

- ¿Por?

Taehyung apartó la mirada.

- Jay está haciendo la cena. Estás invitado para quedarte y comer.

El cambio de tema no pasó desapercibido, pero Jong Hyun lo dejó  pasar. Lo averiguaría, pero tenía problemas más apremiantes en este momento.             

- Entonces creo que voy a quedarme para la cena. - Prefería irse a casa, para ordenar sus cosas, pero tenía una extraña sensación en el estómago de que las cosas estaban a punto de joderse. Siempre escuchaba a sus entrañas, por lo que se quedaría en Dalton Falls durante el tiempo que necesitara, con el fin de proteger a su compañero.

 

 

 

 

- Estás exagerando- dijo Jong Bin, tan pronto como abrió la puerta.

- Sube a esa montaña y diviértete haciéndolo.

Jung Shin giró los ojos. Jong Bin era la mayor zorra que conocía. Ligar era una cosa: una cosa que a Jung Shin le encantaba hacer, pero tener sexo al azar no era su estilo.

 

A pesar de que ahora no sería algo aleatorio con Jong Hyun,

¿verdad? Jung Shin no quería pensar en ello porque, si fuera honesto consigo mismo, definitivamente quería escalar esa montaña. La pregunta era, ¿aquella montaña lo mataría después?

- Deja de hablar constantemente de mis problemas- dijo Jung Shin, mientras tomaba asiento en el diván de Jong Bin. Sentía una atracción muy fuerte hacia el tigre, pero no iba a hacer nada al respecto. No hasta que obtuviera respuestas.

- Tú eres el que se está volviendo loco, al pensar que estás loco.

Jong Bin cerró la puerta y se volvió hacia él, sus alas de colores revoloteando detrás de él.

- Sólo estoy tratando de ayudarte.

Si eso era ayuda, entonces, Jung Shin podía volverse loco el solo.          

- ¿Qué vas a cocinar, para la cena?

Jong Bin le dio una mirada, que decía que era aconsejable un cambio de tema.

- Yo no cocino.

- Pero dijiste que cocinarías.

- No, te dije que teníamos planes para la cena. Jay nos invitó. Vamos a ir a casa del alfa.

Después de lo de esta tarde, Jung Shin no estaba seguro de que quisiera ver a Taehyung. Pero rechazar la invitación de Jay, sería un insulto, y él no quería lidiar con la ira de Taehyung si no iba.

- Bien.

- Podemos ir en mi coche - Jong Bin agarró sus llaves. - De esta manera, podemos volver aquí después, para tomar una copa.

- Ahora, eso suena como un plan- Jung Shin se levantó y se dirigió hacia la puerta. Iba a ponerse más borracho que una cuba, cuando regresaran.

- ¿Te dijo que estaba cocinando?

- Pato.

La mandíbula de Jung Shin cayó, cuando se detuvo a medio paso.

- Por favor, dime que estás bromeando- Jong Bin le dio un guiño, y Jung Shin gruñó.

- Tienes un sentido muy deformado del humor.

Pero eran los mejores amigos y a Jung Shin le gustaba el humor de Jong Bin, la mayoría de los días. Hoy no era uno de ellos. Jung Shin ya estaba agotado debido a su temprano encuentro con Jong Hyun. Todo lo que quería, era una noche tranquila.

Una noche sin incidentes.    

Sería bueno tener una de esas, para variar. Su vida era todo, menos tranquila.

Entre su familia, su trabajo, los extraños recuerdos, los sueños y Jong Hyun estaba listo para tirar de sus plumas, hacia fuera.

- Trata de divertirte esta noche. Por lo que Jay me dijo, la mayor parte del los hombres en la manada de Taehyung han llegado.

Salieron y el hada cerró su puerta.

Jung Shin normalmente no dejaría pasar la oportunidad de estar cerca de un grupo de hombres calientes, pero no se sentía con ánimo de socializar. No se sentía con mucho ánimo de nada, excepto emborracharse y olvidar... todo. Caer en la inconsciencia era un mejor plan. Con suerte, no soñaría y obtendría un buen descanso esta noche.

 

Disminuyó la velocidad y luego se detuvo, cuando una idea se le ocurrió.

- Dime que Jong Hyun no estará allí.

- ¿Es parte de la manada de Taehyung?

- No lo creo.

- Entonces, no tienes nada de qué preocuparte.

Jong Bin se dirigió hacia su coche, como que si Jong Hyun asistiera a la cena no fuera gran cosa. Su amigo pensaba que estaba exagerando.

No lo hacía. Su instinto le decía que no. Jong Hyun estaba implicado de alguna manera, y no quería arriesgarse a encontrárselo en ese lugar.

- Tengo que lavarme el pelo- Jung Shin fue directo hacia su coche, pero Jong Bin lo agarró por debajo del brazo y tiró de él hasta detenerlo.           

- No lo creo. Vas a esta cena

Empezó a arrastrarlo hacia su coche.

Jung Shin liberó su brazo y corrió hacia él, por lo que estaba casi en la puerta del conductor, cuando Jong Bin aterrizó delante de él bloqueando su escape.

Malditas alas de hadas.

- Deja de ponerte en ridículo. Vamos a cenar, y ese es el fin de asunto.

El hombre tenía los brazos cruzados, sobre su delgado pecho, mirándolo.

- No puedes seguir corriendo de tus problemas.

- Mírame - Trató de empujarlo a un lado, pero para ser un tipo delgado el hada era muy muy denso. 

- Si Jong Hyun está ahí y comienza cualquier porquería contigo, voy a patear su culo, ¿de acuerdo?

Jung Shin resopló. El tigre era una gran montaña rubia.

- ¿Qué es lo que vas a hacer, ¿tirarle polvo de hadas encima? Jong Bin entrecerró los ojos.

- ¿Quién te ha hablado de mi polvo de hadas?

¿Estaba el chico bromeando o lo decía de en serio?

- ¡Fuera de mi camino, Jong Bin!

- Mueve tu culo - Jong Bin señaló a su coche. Jung Shin gimió.

Sabía que no iba a ganar esta discusión. Tal vez, podría escaparse una vez que llegara donde Taehyung. Jong Bin no podría mantener un ojo en él cada segundo que estuvieran allí. - Bien.

Caminó hacia el coche de Jong Bin, con su cabeza gacha y    refunfuñando obscenidades en voz baja.

- Puedo escucharte - dijo Jong Bin. Esperó hasta que Jung Shin se acomodara, antes de deslizarse en el asiento del conductor.

El paseo fue demasiado corto. Parecía como si hubieran llegado allí en un destello.

Cuando Jong Bin se estacionó, en la parte posterior de la casa, el corazón de Jung Shin comenzó a golpear más rápido.

La parte trasera de la casa era donde todo el mundo se estacionaba. Esta noche, estaba lleno hasta el tope. Estaba tan colmada, que había algunos coches aparcados en el césped.

Jong Bin dio un silbido.

- Vamos a tener un poco de diversión esta noche. Me pregunto, cuántos de esos hombres son solteros.

- ¿Quieres dejar de pensar en el sexo?

 

 

Normalmente, Jung Shin habría estado bromeado con Jong Bin, sobre todos los hombres elegibles, pero estaba demasiado ocupado buscando a Jong Hyun en la parte posterior de la casa. A pesar de que no vio el tigre, no se relajó.

Se bajaron del coche y se dirigieron hacia el patio posterior.

Había hombres sentados en las sillas y otros reclinados contra la barandilla. A algunos los conocía. Otros le eran desconocidos.

- ¡ Lo hicieron! - Jay corrió hacia ellos.

- No tenía idea de que muchas personas vendrían.

Jung Shin se estaba muriendo por preguntar si Jong Hyun estaba allí, pero se abstuvo de hacerlo. Si el tigre estaba allí, no quería que Jong Hyun creyera que había estado preguntando por él.

Había empezado a subir las escaleras, cuando algo duro se presionó contra su espalda. Jung Shin se giró para ver a Jong Hyun,      de pie justo, detrás de él.

 

continuara....


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