Sinopsis: Su anhelo no conoce barreras, trasciende la realidad y el deseo, ¿es amor o necesidad? ¡Qué importa! Mientras se tenga el uno al otro. Sasunaru
Olvido
Heme aquí sentado viendo el anochecer deseando tenerte, anhelando tu ser, un agraciado ángel de ojos azul celeste llenos de vida, alegría y amor destinados a mí.; tu cabello cual sol ardiente que deja cegado a cualquiera que pose sus ojos en ti, ese rostro tan suave como la seda que siempre delineaba y esos labios tan carnosos que me mostraban tu sonrisa perfecta, con los mismos que recitaste mil veces te amo. Eso es lo único que me queda, tu recuerdo…La desgracia que te arranco de mis brazos, donde cada noche reposabas mientras olía ese aroma tan embriagante que me llevaba a los brazos del Morfeo.
El día que te confesé que te amaba; mirábamos el cielo nocturno, en aquel espeso bosque; al principio solo te quedaste callado luego susurraste que ya conocías aquel secreto y te hacia feliz mi confesión, declaraste que siempre estarías a mi lado, te acercaste a mí con el rostro sonrojado mientras con tu mano acariciabas mi mejilla uniendo nuestros labios en un cálido beso, me abalance sobre tu boca sintiendo el juego de las lenguas, recorrí tu rostro llenándote de besos y me acerque a tu oído y susurre "te amo". Comencé a quitarte la ropa pidiendo a gritos verte como dios te trajo al mundo, en poco tiempo te encontraste frente a mi desnudo con ese hermoso rostro que siempre ame.
Comenzamos hacer el amor, tus gemidos eran música para mí, tu calor me embriagaba, esa noche no dure mucho, sentí el orgasmo al cual llegamos; jóvenes e inexpertos erramos, tantas noches soñando contigo era como un sueño hecho realidad. Nos quedamos así un rato hasta normalizar nuestras respiraciones; hicimos el amor unas veces más hasta saciarnos.
Al parecer el destino no te quería dejar a mi lado… un día... un maldito día habías salido de compras, eran los arreglos finales para nuestro primer aniversario que cumpliríamos esa noche pero… ese idiota ese maldito bastardo ebrio drogadicto, inconsciente… termino por arroyarte esa tarde…me duele recordar la llamada de emergencia… encontrarte en el piso ensangrentado, pálido cual fantasma, con ese rostro inexpresivo pocas veces visto, sin esa sonrisa que hacía mi día reconfortante… el día de nuestro aniversario te perdí.
Ahora me encuentro frente al desgraciado que te alejo de nuestro futuro, le he acuchillado y me he quedado a verle morir; escucho las patrullas a lo lejos, sé que vienen por mí; los disparos no se hacen esperar… siento el sabor metálico de mi sangre emerger pero no me disgusta, veo tu reflejo y vuelvo sentir tus labios, no sé si es una ilusión, no importa… es mi deseo ya que nuestro amor es eterno ¿o no?
Fin Fin Fin Fin
Notas finales: mil gracias por dedicarle un poquito de su tiempo a la historia, espero se les haya gustado y si me quieren hacerme feliz regálenme un comentario, ¡nos leemos!