Se veía horrible, tenía la cara marcada por profundas ojeras, pero a diferencia de su novio a él no se le veían tan bien. El fin de semana había sido un asco, luego de la confesión de Luffy se había puesto a pensar en el daño que le había hecho inconscientemente a su mejor amigo y se había sentido miserable. Para colmo Law se había pasado todo el tiempo recriminándole por no marcharse con él y lo que empezó como una simple discusión se había transformado en toda una pelea, de hecho, estuvieron a punto de romper por vigésima vez, pero el médico se había marchado al hospital por una urgencia antes de que todo se fuera al carajo.
Entró al colegio y se dispuso a comenzar las clases, sus alumnos notaron enseguida el estado de ánimo del peliverde pero no dijeron nada. Ni siquiera fue a almorzar, no tenía ganas de hablar con nadie por lo que se recostó a su mesa y trató de conciliar el sueño. Un golpe en la cabeza lo sacó de su letargo.
- Que carajo.... - dejó de hablar cuando reconoció a su agresor
- Zoro no puedes pasarte el día sin comer- dijo tranquilamente Rayleigh mientras le extendía un sándwich.
- Ray sensei, no tiene que despertarme así, además no tengo hambre.
- entonces prefieres que te despierte como en los viejos tiempo, eras tan lindo entonces, cuando te dormías abrazado a mí y no te despertabas a menos que te diera muchos besos
- está bien, está bien, comeré, pero deje de decir esas cosas vergonzosas- dijo Zoro sonrojado hasta las orejas.
Rayleigh sonrió- en ese tiempo también me contabas todos tus problemas y luego te sentías mejor, aún soy bueno para escuchar.
El peliverde suspiró- Ray sensei que harías si tu mejor amigo te dice que ha estado enamorado de ti desde siempre y tú no tenías ni idea.
- valla así que Luffy por fin se armó de valor.
- Tú lo sabías.
- Todos lo sabíamos, bueno todos menos tú y Ace, los dos siempre fueron muy despistados para esas cosas
- Soy un idiota, le he hecho tanto daño.
- de que estás hablando. No es tu culpa. Que cambiaría si lo hubieses sabido, acaso por eso lo ibas a amar?
- no, pero vernos juntos debe de haberlo lastimado
- claro que lo hizo, pero apuesto que también lo hizo feliz. Zoro él los amaba mucho a ambos, y no hay mayor felicidad que ver felices a tus seres queridos.
- pero y ahora,. perderé a mi mejor amigo.
- si es así no hablamos de la misma persona. El Luffy que conozco nunca se alejaría de ti. Creo que hizo bien en confesarse, solo así podrá superar esos sentimientos y seguir adelante. Así que tu solo preocúpate por se como siempre, porque estoy seguro de que él lo hará.
- gracias Ray sensei, tienes razón aun todo mejora cuando hablo contigo.
- sabes que permanece igual también, mis abrazos sanadores - y sin más tomó al chico y lo abrazó fuerte mientras besaba su cabello.
Zoro correspondió al abrazo. Sin embargo ninguno de los dos se percató de que unos ojos amarillos veían la escena con furia.
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Una vez terminadas las clases todos tuvieron que quedarse a ayudar con los preparativos para el baile de primavera. Pues el tonto de Shanks había olvidado que le tocaba encargarse de la decoración y el catering. Lo único que había garantizado el pelirrojo era una asombrosa cantidad de alcohol, la cual resultaba innecesaria ya que los estudiantes no podían beber y los profesores no debían de hacerlo en la escuela. Luego de un arduo trabajo por parte de Mihawk lograron devolver la cantidad excesiva de alcohol y recuperar los fondos para la comida, sin embargo iban a contra reloj.
- un amigo mío administra un restaurante cerca de aquí, no se dedica precisamente a ese tipo de evento pero en más de una ocasión ha salvado alguna fiesta. Si quieren puedo hablar con él. - dijo Zoro tratando de calmar la situación, ya que Garp luego de despegar por la fuerza a Shanks del último barril de cerveza, ahora lo apretaba fuertemente del cuello
El mayor soltó al pelirrojo que tenía la cara azul y lo miró con ojos llenos de esperanza.- en serio harías eso? Eres nuestro salvador.
Así que mientras él se dirigía al restaurante ante de Sanji, el resto de los profesores trataba de convertir el gimnasio en un salón de fiestas. Bueno no todos ya que Garp había insistido en que el subdirector lo acompañara a negociar el precio del servicio, pese a que se negó alegando que él lo resolvería, vamos que era Sanji si fuera la bruja usurera eso sí sería complicado, pero no hubo forma de que lo dejaran ir solo alegando además de que si se perdía habría que cancelar el baile.
Iban en el auto del mayor donde el silencio era ensordecedor. Zoro estaba cansado de los cambios de humor repentinos de su acompañante, mientras que Mihawk meditaba los acontecimientos de los últimos días.
Flashback
Luego de despedirse de Zoro llegó a su casa extrañamente feliz, sin embargo una vez cruzó la puerta y se encontró con la mirada acusadora del pelirrojo su buen humor se esfumó.
- valla pensé oírte decir que no tardarías- soltó molesto el de cabello color carmín.
- me entretuve un poco y se me fue el tiempo, voy a darme un baño.- respondió el azabache para luego dirigirse al baño cortando la conversación y pensando que su novio lo dejaría ahí. Sin embargo una vez salió de la ducha se encontró a Shanks sobre la cama con los brazos cruzados.
- me pregunto que fue tan entretenido para que llegaras a esta hora. Cuando salimos juntos siempre quieres regresar lo más pronto posible.
- me entretuve en la librería y luego di una vuelta por ahí.
- solo?
- a que viene ese interrogatorio
-solo?
- si
- no me digas, así que fuiste solo al cine a ver la película más romántica de la historia? - le dijo molesto el pelirrojo mientras le mostraba el ticket del cine.
- has revisado mis cosas. Pareces una esposa celosa?
- no es eso. Me sentí culpable por tratarte tan fríamente, así que quise guardar tus cosas y esto se cayó al suelo.- trato de explicarse Akagami
- qué casualidad.- refuto con ironía el moreno
- no cambies el tema y trates de hacerte la víctima. Te lo pregunto una vez más, estuviste solo esta tarde?
- no.
Shanks bajó la vista,- ya veo.
- pero no es lo que piensas, me encontré por casualidad con Roronoa y sucedieron varias cosas...
- qué cosas, te dijo una vez más los hermosos que eran tus ojos y te lo llevaste a un motel.
- claro que no, fuimos víctimas de un asalto y para calmarnos fuimos a dar una vuelta
- una vuelta que terminó con ustedes en un cine viendo un drama romántico mientras se metían mano en lo oscuridad.
- por quien me tomas, sabes que nunca haría algo así.
- creí saberlo, pero por lo visto eso solo se aplica a mí, te gusta ese chico verdad?- soltó esta vez con un tono triste el pelirrojo.
- de que hablas. Ese muchacho no es nada más que un colega.
- en serio. Mihawk ni siquiera en mi cumpleaños o San Valentín haz querido que vallamos juntos al cine. Ese chico consiguió en una tarde lo que yo no he podido en 4 años.
- ya te dije que pasaron muchas cosas, tu no entiendes nada.
- entonces explícame- dijo el pelirrojo con lágrimas en los ojos- explícamelo de una manera que me haga dejar de pensar que soy insignificante para ti.
Mihawk se acercó y limpió con el pulgar la lágrima que resbalaba por su mejilla.- no puedo contarte lo que pasó porque ni yo mismo lo entiendo. Pero si te puedo decir que eres muy importante para mí, no pasó nada malo con Roronoa confía en mí.- lo abrazó- puedes hacer eso por mí.
- haría cualquier cosa por ti. Te amo- dijo mientras correspondía al abrazo.
- lo sé- dijo el de ojos dorados.
Al otro día en la escuela había tratado de evitar al máximo al joven peliverde. Puede que sus sentimientos hacia su novio no fueran tan grandes como los de este pero verlo con los ojos llenos de lágrimas le había partido el corazón. No mentía, Shanks era muy importante para él y no lo haría sufrir. Fue por eso que rechazó trabajar con Zoro a pesar de que sabía que Shanks sería más un obstáculo que una ventaja como organizador del baile. Le dolió ver la cara de decepción del peliverde, pero valió la pena cuando Akagami recuperó la sonrisa que hacía días no veía. Así tenía que ser, si alguien debía sufrir era él mismo, no el pelirrojo sin embargo todos sus esquemas se fueron al carajo cuando lo vio solo entrenando con la espada. No pudo evitar evocar la emoción de aquel duelo y antes de darse cuenta ya cruzaban espadas nuevamente. El chico le recriminaba su actitud con toda razón mientras él trataba inútilmente de cortar por lo sano pero entonces sucedió. Aquella pregunta tan sugerente, ese sonrojo, su descuido que lo hizo caer. No pudo evitar situarse sobre él, una vez más perdió ante los encantos de ese niño. No podía aguantar más lo besaría ahí mismo y lo hubiera hecho si no hubieran escuchado ese ruido y hubiera visto esa melena pelirroja alejarse. Una vez más la había cagado.
Esperaba encontrarse al pelirrojo hecho una furia, o en el peor de los casos no encontrarlo en absoluto, pero sin duda no esperaba encontrárselo haciendo la cena como si nada. Algo olía mal y no era precisamente la comida. Se acercó cuidadosamente hasta alcanzar una distancia prudencial.
- Shanks tenemos que hablar
- ah, hola Mihi. Llegas tarde espera un momento enseguida termino la cena.- dijo sonriente el pelirrojo.
Mihawk lo hizo dejar la labor inconclusa y lo obligó q sentarse frente a él.- lo que viste hoy, aunque suene a cliché, no es lo que parece, no fue mi intención..
- lo sé no te preocupes.
Ahora sí que estaba sorprendido, acaso el pelirrojo se había golpeado la cabeza. Ante su mirada de estupefacción Akagami rio y continuó hablando.
- valla es la primera vez que te veo tan sorprendido, me encanta hacer cambiar tu inmutable semblante. Dahahahahah, no te preocupes ya entendí, al principio me asusté porque al ver que te comportabas tan "romántico" con el chico pensé que sentías algo por él, pero luego de lo que vi esta tarde no me queda duda, quieres follarte a ese niño.
La cara de Mihawk era un poema.- de que rayos estás hablando.
- vamos Mihi, lo mirabas como si fuera un pedazo de carne, recuerda que no es la primera vez que nos pasa o ya te olvidaste del crush que me dio por Ben hace dos años. Es normal que producto de la monotonía ciertos individuos despierten una gran lujuria en nosotros. Dime honestamente te atrae o no Zoro.
- no te voy a negar que me es atractivo y que he sentido ciertos impulsos como el de hoy, pero por mi mente no ha pasado ir más allá.
- lo sé, eres demasiado leal para eso. Pero no te estoy hablando de traición, ahora estoy consciente de la situación, y si somos francos te debo una por haberme permitido quitarme la espinita de Ben. Así que tienes mi permiso para sacarlo de tu sistema.
- QUE?
- que te lo puedes llevar a la cama. Pero solo una vez, ok, no soy tan permisivo como tú. De hecho tengo que admitir que me dolió que me permitieras acostarme con Ben sin inmutarte.
- tú lo deseabas, no veo por qué tendría que impedirte hacer algo que te haría feliz.
- tal vez porque te haría infeliz a ti, pero por lo visto ese no era el caso- dijo Shanks con un deje de amargura en su voz- pero bueno volviendo al tema, ya sabes tienes mi permiso, además no te culpo el chico es hermoso, primero yo y ahora él, sin duda tienes buen gusto.
- no lo haré- dijo cortante el de ojos dorados.
- por qué no, o es que acaso tienes miedo de que no sea un simple capricho.
- no seas idiota, no lo haré porque no quiero, además Ben babeaba por ti, no creo que sea el caso de Roronoa.
- Ay Mihi, para ser un hombre tan experimentado eres muy inocente. Pero bueno tú sabrás. Ahora vanos a cenar.
Fin del flashback
Y ahora estaba ahí una vez más a solas con él. Era lógico que el chico ni se esforzara en hablarle, después de todo él se lo había buscado y para ser franco lo prefería así, aunque no lo admitiría en voz alta lo asustaban los sentimientos que Zoro despertaba en él.
Llegaron al restaurante donde Zoro entró como dueño por su casa a pesar del cartel de cerrado. Mihawk lo siguió no muy cómodo.
- Ero-cook donde estas!- gritaba Zoro.
Mihawk solo alcanzó a ver como el joven peliverde a duras penas esquivaba una patada que un enfadado rubio había dirigido hacia su cara.- Maldito marimo, esas son formas de llamar a alguien después de colarte en su casa.
- no te enfades cejas de sushi que vengo a ofrecerte trabajo.
- como si me interesara hacer negocios con un alga con patas como tú.
Las ofensas e insultos siguieron por un rato sin embargo el de ojos dorados pudo percatarse del gran afecto que se escondía ante tanta palabrería. El rubio pareció reparar en su presencia.
- oye musgo parlante quien es este?
-es un colega del trabajo- dijo Zoro notablemente nervioso
- Dracule Mihawk, es un placer conocerlo- se presentó.
- Kurohashi Sanji, el gusto es mío. Así que usted es el famoso vampiro, Vivi chan tiene razón, tienes buen gusto marimo.
Mihawk abrió los ojos un tanto sorprendido y Zoro se puso rojo hasta la médula
. - Idiota, pervertido, cejas de diana deja de inventarte cosas por eso la bruja usurera no quiere saber nada de ti- gritó el peliverde tratando de provocar al rubio que tenía una sonrisa socarrona en los labios.
Al parecer su plan funcionó porque Sanji se puso como una fiera a gritar también. Una vez terminado el enfrentamiento discutieron los términos del negocio y para sorpresa de Mihawk el rubio accedió a hacer todo el trabajo por menos de la mitad del presupuesto. Imaginó que el motivo tras tanta gentileza sería su amistad con Zoro pero al parecer ese no era el caso. - No permitiré que nadie pase hambre si puedo evitarlo.- dijo el tal Sanji con una convicción envidiable, por un momento pensó que ese chico era admirable- Además me muero por ver a esas hermosas princesitas en sus vestidos de fiesta- agregó el muchacho mientras sufría una hemorragia nasal.
- eres lamentable cejillas- se quejaba Zoro
Otra sarta de ofensas siguieron, hasta que al fin Mihawk logró que salieran de ahí.
En el auto el silencio volvió a hacer acto de presencia.
- Lamento eso, Luffy les habló de usted y para colmo Vivi también le echó leña al fuego.- por fin dijo el peliverde.
- no se preocupe, entiendo que la situación podía ser fácilmente malinterpretada. Lo que me preocupa es el comportamiento un tanto peculiar de su amigo
- no se preocupe el idiota de Sanji es un poco pervertido pero es muy respetuoso y primero se corta las manos antes de hacerle daño a una mujer. Confío plenamente en él.
- valla después de la bronca que se armaron no pensé escucharlo decir eso
Zoro sonrió- supongo que es nuestra forma de demostrarnos cariño, el día que estemos en la misma habitación y no nos peleemos el fin del mundo se acerca. De hecho de mis amigos es con el que me siento más cómodo.
Mihawk lo miró interrogante - pensé que el joven Monkey era su mejor amigo.
- y lo es, pero Luffy es como un niño pequeño. Para que me entienda en una situación de tragedia Luffy sería un libro abierto trataría de consolarme y al final tendría que consolarlo yo a él. Sanji por el contrario me insultaría y golpearía como si nada hubiera pasado.
- Y eso es bueno porque...
- porque me demuestra que él piensa que soy lo suficientemente fuerte como para resistir cualquier cosa.
Una vez más el corazón del mayor comenzó a latir de más sin su permiso. Ya no podía seguir negándolo ese muchacho le encantaba. Tal vez Shanks tenía razón y solo debía sacarlo de su sistema. Por lo que podía intuir de lo dicho por el rubio, su persona no le era indiferente al peliverde. No, debía de resistir no es como si estuviera enamorado ni nada, solo era un capricho bobo. Aún seguía perdido en sus pensamientos cuando Zoro llamó su atención para informarle que ya llegaban a la escuela. En el estacionamiento los esperaba un extrañamente serio pelirrojo.
Ambos hombres bajaron del vehículo y Shanks se acercó a su novio para propinarle el beso más empalagoso e innecesario que Zoro había visto en su vida. Sorprendentemente Mihawk se dejó hacer. El peliverde no sabía por qué pero sentía ganas de golpear algo, y si era una cabeza pelirroja mucho mejor, sin embargo optó por alejarse de la nauseabunda escena.
- espera- lo llamó Akagami- ya todos se marcharon, el director asumió que ustedes resolverían todo así que ya todos se fueron a su casa a prepararse.
- ok, gracias por el dato, nos vemos- trató de huir nuevamente
- no, verás le prometí a Garp que te llevaríamos a casa para que no te perdieras y así llegaras a tiempo al baile.
A regañadientes subió al auto nuevamente esta vez en la parte trasera. Sin embargo se arrepintió no más salieron a la calle. Shanks no dejaba de hacer insinuaciones poco sutiles al ojidorado sin mencionar que su mano tampoco era nada discreta. Parecía que esos dos se habían olvidado que no estaban solos. Mihawk solo contestaba con monosílabos o movía la cabeza, pero aun así el peliverde no podía evitar pensar que le seguía el juego al idiota de Akagami.
Fue el viaje más largo de su vida, pero una vez divisó su edificio pensó que si antes había estado tan feliz no lo recordaba. Se despidió y salió rápidamente del auto.