Estaba nervioso, era bastante tarde ya y Mihawk no llegaba. Tal vez se lo había pensado mejor y había vuelto con Akagami. No, eso no podía ser el ojidorado lo quería, verdad? O quizás se estaban dando un último revolcón por los viejos tiempos, no, eso es algo que Law haría, Mihawk era diferente. Salió de sus pensamientos cuando escuchó un toque en la puerta, corrió para ver quién era pero la desilusión se pintó en su cara al reconocer a su exnovio.
- Que haces aquí?
- Vine a verte. Déjame entrar por favor, te prometo que si me escuchas esta será la última vez que te buscaré.
Zoro se lo pensó. Pese a todo Law había sido un gran apoyo para él se merecía una despedida adecuada. - tienes 5 minutos.
El rostro del médico se iluminó - gracias. - y entró a la casa para luego sentarse en el sofá. Su mirada recorrió el apartamento, definitivamente era la casa de Zoro tenía su toque personal, lo complació no ver señal de otra persona.
- y bien? Te quedan 4 minutos y 35 segundos.
- me olvidaba que eres muy estricto con los números. - se burló el moreno.
- Al grano Law.
- Lo siento. Siento todo el daño que te he hecho, el aparecerme en la fiesta y en tu trabajo montando escenas, eso estuvo muy mal. Creo que necesito ayuda, tú tienes razón parezco un acosador obsesionado.
Zoro estaba de piedra - yo…
- no tienes que decir nada. Sé que tú no me puedes ayudar, ahora tienes una vida nueva y yo no formo parte de ella. Solo vine porque mi psicólogo me recomendó que tenía que atar todos los cabos sueltos de mi vida antes de empezar el tratamiento.
- Viste a un psicólogo?
- Si, recuerdas a Thatch.
- Claro fue él quien me atendió luego de lo de Ace, tu sabes...
- tranquilo no te fuerces. Lo sé, de hecho, en ese tiempo yo lo recomendé, tengo plena confianza en sus habilidades y como ya conoce todo lo referente a ti me ahorro también tener que hacerle la historia. Creo que con su ayuda podré volverme un mejor ser humano.
Zoro sonrió.
- Bueno mi tiempo se acabó, mejor me voy.
El peliverde lo acompañó a la puerta.
- Zoro-ya solo una última cosa, si logro resolver todos mis conflictos, crees que tú y yo podamos volver a ser amigos?
Zoro se quedó en silencio la pregunta lo había pillado por sorpresa y aún no se recuperaba del shock que había sido toda la conversación anterior. - ...
- olvídalo, no debí preguntar, tú ya seguiste adelante. Pero solo déjame decirlo una vez más, te amo Zoro-ya, puedes contar conmigo siempre. - pudo ver perfectamente la lágrima que bajó por la mejilla de Law cuando se dio la vuelta y se marchó hacia el elevador.
Por un momento volvieron a él todas las imágenes de sus momentos felices como pareja. Todo lo que el ojeroso lo había apoyado cuando él estaba mal. Se sintió terrible, si, Law la había cargado en grande pero ahora estaba tratando de mejorar y él en vez de tenderle la mano como tantas veces el otro había hecho, le dio la espalda. Sus pies comenzaron a moverse, sabía que no lo alcanzaría si esperaba el elevador por lo que se dirigió a las escaleras.
Estaba sofocado cuando llegó a la planta baja pudo ver a su exnovio que pedía un taxi en la acera. Corrió hasta él.
- Law!!!
- Zoro-ya?
- No tienes que esperar a estar mejor. Podemos ser amigos ahora, pero solo eso. Yo te ayudaré, te acompañaré a la terapia alguna vez si Thatch lo cree necesario, y puedes llamarme cuando estés mal o lo que sea, no somos pareja, pero puedes apoyarte en mi. No estás solo. - tomó su mano en señal de apoyo.
- Gracias Zoro-ya pero que me acompañes a la terapia es demasiado, solo con saber que me apoyas es suficiente, además no creo que a tu nuevo novio le guste.
- Yo no abandono a mis amigos. él entenderá.
- Espero que sí, porque ahora mismo no parece muy contento.
En ese momento Zoro se dio la vuelta para encontrarse con un muy pero muy serio Mihawk.
- Nos vemos- se despidió Law y montó en el taxi.
.............
- Ya te dije que no es así, vino a disculparse.
- Ese loco hace una semana estaba jugando con tu cabeza, esperas que me crea que de un día a otro cambió y decidió renunciar a ti.
- No es así, reconoció que aún me ama, pero se dio cuenta de que lo que siente no es sano y está buscando ayuda.
- espero que no la tuya.
- no la pidió, pero se la ofrecí.
- eres así de ingenuo o solo lo finges, está claro que es un truco para acercarse a ti. Entiende esto, a esa persona mientras más lejos la tengas mejor.
- Yo no estoy fingiendo nada. Pese a todo lo que ha pasado Law y yo pasamos por una relación larga, aún le tengo cariño si puedo estar bien con él quiero intentarlo, no es lo mismo contigo y Akagami.
- No compares a Shanks con ese maníaco.
- Valla parece que la conversación fue buena o hicieron más que eso.
- No fui yo el que estaba haciendo manitas en la calle.
- Tú no entiendes. No puedo ignorarlo, él fue el único que logró sacarme del agujero donde estaba.
- Entonces explícamelo para que lo entienda. Sigues sin querer hablar de tu pasado conmigo, pero con él como un recordatorio ambulante no podemos avanzar.
- No es tan fácil.
- Y crees que es fácil para mí? Pero aun así me esfuerzo, pero si tú no puedes mejor dejarlo aquí. - habló sin pensar, y se arrepintió nada más lo dijo.
- Si así lo quieres...- la cara de Zoro estaba pálida y sus ojos cristalizados, sentía que se pondría a llorar en cualquier momento.
- No, no era eso lo que quería decir, yo...- trató de tomar la mano del muchacho, pero este la apartó.
- Mejor me voy a casa, necesitamos descansar y pensar.
El mayor quería detenerlo, pero también pensaba que sería mejor refrescarse antes de seguir con esa conversación. - está bien, es mejor no seguir discutiendo y diciendo cosas de las que luego nos arrepentiremos. Hasta mañana.
- Hasta mañana.
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Pese a lo que pensó la noche no había ayudado en nada a su mal humor, desayunó lo primero que vio en la nevera y luego salió en busca de su novio para ir juntos a la escuela, había sido tan natural acostumbrarse a despertar al peliverde todas las mañanas y prácticamente arrancarlo de la cama para no llegar tarde que se le hacía rara la soledad de su casa.
Tocó la puerta varias veces, pero no obtuvo respuesta, así que sacó el móvil para llamarlo, entonces se percató que tenía un mensaje del peliverde.
“Tengo que ir a otro lado antes del trabajo. Nos vemos allí.”
No fue solo la frialdad del mensaje si no la falta de información en él. A pesar del poco tiempo que llevaban se había percatado de la transparencia del chico, siempre le contaba lo que iba a hacer, en una situación como esa mayormente lo llamaba para quejarse de la tarea que tuviera que cumplir o pedirle que lo acompañara. No pudo evitar pensar que tal vez estaba con ese medicucho, su mal humor aumentó.
- Mierda Dracule, pareces una aparición.
- Gracias Sir Crocodile, usted sí que sabe dar los buenos días.
- Fufufufu perdona los modales de Croco-chan Mihawk, pero tengo que estar de acuerdo con él, luces horrible.
- Será que de tanto andar con ustedes finalmente me volví un fenómeno. No hay nadie mas a quien molestar?
- oh, oh alguien está de mal humor, vamos Croco-chan no quiero morir tan joven.
- Si eres un puto viejo, qué más da que te mueras. Ahora tengo curiosidad, dime Dracule problemas en el paraíso. - interrogo Crocodile.
- No le han dicho nunca que la curiosidad mató al gato.
- Pero murió sabiendo.
- Ah vamos Croco-chan, no lo molestes más. Es lógico que tiene que estar hecho tierra por tener que complacer a ese jovenzuelo, no debe ser fácil llenar los zapatos de ese médico delicioso que tenía por novio. - la mirada dorada hizo estremecer al enorme rubio.
- No creo que sea eso, porque su panquecito peliverde tenía peor cara que él cuando lo vi antes- refutó Crocodile.
- Zoro ya está aquí? - Ahora el moreno sí que estaba interesado en lo que hablaban sus interlocutores.
- Ahora si quieres conversar con nosotros. – le reprocho el del puro en la boca.
- Váyanse a la mierda. – Y sin más salió de la habitación.
- Es la primera vez que lo veo tan exaltado. - comento Crocodile.
- Creo que nuestro halconcito está enamorado. Yo gano, espero mi premio esta noche .- le dijo mojándose los labios con la lengua Doflamingo.
- Para nada, el chico está peor, sin lugar a dudas el enamorado es él, así que gano yo.- lo enfrentó el otro.
- Yo creo que los dos están enamorados.
- Que dices Robin, un empate no nos sirve.
- Por qué no? Ambos pueden recibir el premio, solo tienen que ser creativos.
- Vale, pero yo primero. – hablo el de cabello oscuro.
- De eso nada, que te parece si apostamos otra vez, el que gane será el primero o mejor aún, el único dos veces.
- Ok. Que apostaremos esta vez?
- Cual es el próximo blanco de Akagami?
- Ok- la sonrisa del rubio no le gustó nada.
..............
Ni siquiera le preocupó que el timbre anunciando el inicio de las clases estuviera sonando, se dirigió al salón donde sabía tendría que estar Zoro y entró como dueño por su casa. El más joven se sorprendió de verlo ahí.
- Buenos días estudiantes, Roronoa sensei necesito hacerle una consulta un minuto, me acompaña afuera por favor.
Zoro no se esperaba la intromisión del mayor, de hecho, supuso que había ocurrido algo muy grave en el colegio para que lo buscara - bien chicos comiencen con los ejercicios de la página 23, regreso en un momento.
Lo guio hasta su oficina, no pudo evitar fijarse en las ojeras del peliverde, eran peor que las suyas, sin dudas el chico había llorado, se sintió horrible por ser el motivo de esas lágrimas. Una vez dentro cerró la puerta. Zoro se giró para encararlo, pero no se esperó el fuerte abrazo del contrario.
- Mi.. Mihawk que haces?
- Lo siento, lo siento tanto. No tenía que haber dicho esas tonterías ayer, solo estaba celoso y sin pensarlo te herí, perdóname.
- Pensé que te habías aburrido de mí.- dijo devolviendo el abrazo.
- Eso nunca, nunca voy a terminar contigo y no voy a volver a decirte palabras tan horribles.
Zoro se aferró aún más a su espalda.- Entonces supongo que estaremos juntos para siempre porque yo tampoco voy a terminar contigo nunca.
Mihawk se separó un poco para ver mejor su cara - tus ojos están hinchados.
- los tuyos también.
- no pude dormir sin ti a mí lado.
- yo tampoco.
- tengo una reunión en la tarde en la universidad Grand Line, cuando termine pasaré a buscarte.
- Mejor nos vemos en casa.
- Por qué? Aún estás molesto. - la negativa del chico le preocupo.
- No tonto, es que Sanji va a venir a buscarme, tengo que ayudar a Nami a resolver todo el malentendido.
- Era eso lo que hacías en la mañana?
- Si, ese Rubiales al final es un sentimental, no más me vio la cara insistió en venir a buscarme y llevarme a casa para hablar. Lo que no se espera es que Nami va a estar ahí.
- Es un buen amigo, y se nota que te quiere mucho.
- Yo también lo quiero a él.
- Debería de preocuparme.
- No tonto, a ti te amo.
Zoro se tapó la boca por acto reflejo y se puso pálido. Mihawk abrió los ojos sorprendido.
-...no..este....yo.
No pudo balbucear nada más porque un par de labios sellaron los suyos, fue un beso lleno de ternura.
- Yo también te amo. Me acabas de hacer la persona más feliz del mundo.
El de orbes dorados volvió a besarlo esta vez con un arrebato de pasión, Zoro correspondió como pudo, pero al sentir una caricia sobre su trasero se alarmó.
- Que estás haciendo?
- Que parece que hago? - le devolvió la pregunta el subdirector.
- estás loco! Estamos en la escuela y mis alumnos me esperan.
- Pueden esperar un poco más - le susurró en el oído mientras lo lamía.
Zoro se estremeció- No que no habías dormido en toda la noche.
- Y no lo hice, pero no puedes esperar que te deje ir así como así después de decirme algo tan lindo.
El más joven se sonrojo hasta las orejas. - se me escapó- murmuró.
- Me alegro que lo hiciera, estaba aterrado de ser el único que se sintiera de esta manera, que puedo decir no llevamos ni un mes y ya siento que no puedo vivir sin ti.
Esta vez el sorprendido fue Mihawk, cuando Zoro acortó las distancias y lo besó con pasión
- Pensé que te preocupaban tus alumnos.
- Hay 3 ejercicios con seis incisos cada uno en esa página, conociéndonos como los conozco yo diría que nos quedan por lo menos 20 minutos.
- pues hay que hacer que cada uno cuente.