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Hope por Akatsuki3333

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Los pensamientos están en cursivas

 

- Estoy en casa- dijo luego de cerrar la puerta.

- Bienvenido- fue la respuesta que recibió desde la cocina. Al parecer Law no estaba bromeando cuando dijo que le prepararía la cena. Fue hasta el ojigris le besó la nuca y se sentó a una distancia prudencial del fuego y cerca del extintor, era mejor estar preparado.

- cómo te fue? Preguntó con preocupación.

- Me creerías si te dijera que me sentí cómodo, no sé si es por el hecho de haber estudiado ahí, pero hasta ahora siempre me había sentido como un extraño en todos los lugares en los que pensé trabajar, pero creo que finalmente encontré mi lugar. - Respondió con sinceridad el peliverde.

- Ya veo, no será que esa escuela está llena de chicos guapos y estas planeando dejarme por uno de ellos. - se quejó Law de forma dramática.

- Que dices? - hablo el peliverde fingiéndose ofendido- es verdad que incluso uno de ellos me acosó sexualmente pero tu sabes que yo solo te amo a ti- le dijo guiñándole el ojo.

Pero lejos de resultarle divertido Law lo miró enfadado - me lo imaginaba, esas escuelas están llenas de profesores frustrados sexualmente y adolecentes cachondos. Claro que todos te verán como un pedazo de carne, por qué demonios tienes que ser tan adorable. Estoy pensando en tatuar en tu frente propiedad de Trafalgar Law, así todos sabrán que eres mío.

Zoro lo miraba atónito - solo era una broma todos fueron muy respetuosos conmi...- no pudo terminar de hablar pues los labios del ojeroso lo silenciaron.

- Tú eres solo mío y si tengo que diseccionar a medio claustro de profesores y algún que otro alumno lo haré- Susurró contra los labios del peliverde para luego pasar a su cuello.

- Ahh.. Law para.. la comida se va a quemar ..- dijo con la poca cordura que le quedaba.

- No te preocupes llamé al comandante Smoker y le dije que prepararía la cena así que seguro estará aquí en cuanto el humo comience a salir por la ventana. - le respondió el ojigris mientras desabrochaba su cinturón y atrapaba la semidespierta virilidad del Zoro entre sus dedos.

Iba a replicar, pero su queja murió en su garganta cuando Law engulló su miembro de un solo golpe, dejando paso a un sonoro jadeo. Cerró los ojos y movió su cabeza hacia atrás, disfrutando de la felación del médico, que movía su cabeza con un ritmo lento mientras con sus dedos jugaba con la entrada de Zoro.

Si había algo de cordura en el menor esta murió cuando sintió uno de los dedos de su novio invadiéndolo, gruñó cuando sintió otro dígito adentrándose en él pero el placer que le daba la experta boca de Law hacía que olvidara incluso el dolor. El médico al notar que el otro estaba cerca de su límite saco el pene de Zoro de su boca no sin antes lamerle descaradamente la punta. Tomó al chico de la cintura, lo subió sobre la mesa, puso ambas piernas en sus hombros y lo penetró de una sola estocada. Zoro lanzó un grito que no se podía diferenciar si era de dolor o placer, pero a Law le encantó ese sonido y comenzó a moverse tratando de llenar sus oídos de él.

- Ahhh.. para Law.. no tan fuerte ... Ahh.

- Que dices, si a tu cuerpo le encanta, me está apretando tanto Zoro-ya, eres delicioso- fue la única respuesta que obtuvo.

Law salió de él, lo bajó de la mesa, lo puso de espaldas a él y una vez más lo ensartó de una sola estocada. Tomo el desatendido miembro del peliverde y comenzó a masturbarlo al mismo ritmo de sus embestidas.

- No lo olvides, nadie nunca te hará sentir como yo- jadeó en el oído de Zoro para luego lamer y morder su lóbulo.

En ese momento sintieron las sirenas de los bomberos y cayeron en la cuenta de que la cena hacía tiempo desprendía una nube de humo negra. Esto le dio más morbo al moreno, pero sabiendo que pronto serían interrumpidos y convencido de que no dejaría que ninguno de esos pervertidos bomberos viera la cara excitada de su Zoro, adoptó un ritmo frenético en sus embestidas que los hizo llegar al orgasmo a ambos en poco tiempo.

Cuando el comandante Smoker personalmente derribó la puerta se encontró con un calmado Law que con un extintor y una sonrisa socarrona apagaba lo que quedaba de su horno y un sonrojado peliverde que trataba de limpiar unas manchas sospechosas sobre la mesa y se sostenía la cadera con un claro gesto de dolor.

- Es que acaso son tan imbéciles, que ni siquiera pueden cerciorarse de que el fogón está apagado antes de ponerse a follar como conejos. -Gritó el Smoker que ya se había percatado de la situación.

Zoro se puso rojo cual tomate, mientras trataba de decir cualquier excusa. Pero sus intentos cayeron en saco roto cuando Law solamente levantó los hombros despreocupado.

- Es que cuando Zoro-ya se pone tan caliente, no puedo contenerme hasta dejarlo satisfecho, aunque la casa arda en el proceso. Deberías tratar de encender algún fuego Smoker-ya en vez de estar apagando el de los demás.

Decir que Zoro estaba rojo sería poco, Smoker se apiadó de él e ignorando el comentario del ojigris puso una mano sobre su hombro.

- No te preocupes chico que estoy seguro que todo fue culpa de este idiota- dijo señalando a Law con la cabeza- solo procuren tener más cuidado y búscate un mejor novio le dijo guiñándole el ojo.

Law iba a protestar, pero la fiera mirada de Zoro lo hizo pensárselo mejor, así que solo le mostró su dedo corazón al bombero y se sentó en el sofá. Los bomberos se retiraron cuando comprobaron que todo estaba bien entre gritos de Smoker y disculpas de Zoro. Cuando finalmente quedaron solos el silencio se hizo presente en la sala.

- Te dije que pararas.

- Vamos tu sabes que también lo disfrutaste.

- Ese no es el punto, si me amas tanto como dices espero que por lo menos respetes mis decisiones. No tengo intenciones de estar con alguien para quien que mi opinión no cuenta - le dijo con seriedad.

Law se estremeció y por un momento el pánico se apoderó de él tomó a Zoro de la cintura y apoyó la cabeza en su abdomen. - Perdóname, es que me aterra perderte, sabes que me pongo celoso exploto y ....

- Prométeme que no te acercarás a la escuela.

Law lo miró confundido.

 - No quiero que armes ninguna escena de celos y menos que estés como un animal marcando tu territorio, a menos que yo te lo pida no vayas a mi trabajo. - le aclaró el peliverde.

- Pero...

- Sin peros, o es que no confías en mi

Law estaba entre la espada y la pared sabía que pisaba terreno peligroso así que decidió que por ahora complacería al menor ya buscaría luego una forma de escapar de esa promesa.

- Lo prometo.

…………………………………………………………………

El fin de semana pasó sin contratiempos y por fin llegó el lunes. Zoro se habia levantado muy temprano y habia preparado el desayuno. Comió el suyo y puso el de Law en el microondas. Salió de la casa y una vez más tomó un taxi. No quería darle el mal ejemplo de llegar tarde a sus alumnos y menos recibir algún comentario de cierto pelinegro.

Por suerte para él en la puerta estaba Rayleigh esperándolo

- Ray sensei, buenos días

- buenos días, como esta mi alumno favorito? - dijo el mayor mientras abrazaba a Zoro.

- Ray sensei suélteme por favor, que todos nos están viendo- se revolvía el peliverde tratando inútilmente de soltarse.

Y tenía razón los estudiantes que iban llegando miraban la escena y algunos hasta tomaban fotos

- Buenos días.

Zoro empalideció de todas las personas en el mundo que no quería que vieran esa escena porque tenía que aparecer el número uno de la lista.

- oh, Taka no me buenos días, tu como siempre tan puntual. - dijo el mayor de los tres sin soltar a Zoro.

- buenos días- susurró el menor

Mihawk les lanzó una mirada reprobatoria y siguió su camino.

- valla, parece que nuestro feliz pelirrojo no se lo hizo bien anoche, cuando anda con esa cara de amargado desde tan temprano. - se burló Rayleigh

- es que acaso tiene otra cara además de esa- dijo es peliverde- y suéltame de una vez Ray sensei.

El peliblanco al fin lo soltó y ambos se dirigieron al salón de los de segundo año donde Zoro daría clase.

-  buenos días chicos, como ya sabrán el director Garp no puede seguir impartiéndoles clases y yo no puedo atenderlos a ustedes y a último año, por lo tanto, les presento a su nuevo profesor de matemáticas Roronoa Zoro- y dicho esto le dio un ligero empujón al peliverde para que avanzara.

Zoro estaba nervioso, llevaba años sin sentir tantos ojos sobre su persona así que tomo una bocanada de aire y reunió todo el valor que tenía

- mucho gusto en conocerlos a todos, como Ray sensei dijo mi nombre es Roronoa Zoro y les impartiré matemáticas. Yo también fui un alumno aquí, así que se puede decir que he estado en su lugar, por lo tanto espero que nos llevemos bien y que podamos tener un buen curso.

El resto de la clase fue tranquila. Sus alumnos se presentaron y se comportaron bastante bien. Aunque se dio cuenta de que algunas chicas lo miraban y se reían supuso que sería producto del show con Rayleigh en la mañana

A la hora del almuerzo fue interceptado por Akagami que, pese a resistirse, prácticamente lo arrastró hasta la cafetería.

- y dime que tal tu primer día, mi hermosa esmeralda- le preguntó Shanks mientras comía como un animal.

- me llamo Zoro, deja de ponerme nombres raros- se quejó el menor-. Bueno no estuvo mal supongo que estaban analizándome antes de hacer de las suyas.

- bueno, los de segundo son generalmente buenos chicos, pero deberías tener cuidado con Bellamy y sus amigos, son unos mocosos inmaduros y les gusta causar problemas. El resto suele ser bastante tranquilo aunque al fin y al cabo son chiquillos y se comportan como tal. Solo tienes que hacerles saber quién manda

- Gracias- puede ser que el pelirrojo no fuera tan malo después de todo

- oye Mihi, Mihi, Aquí estoy Mihi.......

Retiro lo dicho ese pelirrojo era un demonio, definitivamente lo odiaba. Pensó el pobre Zoro.

 El de ojos ámbar trató de ignorarlo y escapar pero Shanks se levantó y como hizo con Zoro obligó a Mihawk a sentarse con ellos.

- Mihi tienes que revisarte los oídos llevo rato llamándote y no me oías.

- el que tiene que ir al doctor y revisarse el cerebro eres tú, que acaso no te diste cuenta que te estaba ignorando- fue la respuesta del subdirector.

- que malo eres, esa no es forma de tratar a tu novio- dramatizaba el pelirrojo

Zoro se sintió totalmente fuera de lugar así que trató de escapar- con permiso, yo me retiro

- pero esmeraldita aún no hemos terminado de comer- le agarró de la mano el pelirrojo

- ya estoy satisfecho además ustedes necesitan privacidad así que....

- qué raro después del numerito con Rayleigh esta mañana pensé que la discreción no era lo suyo- dijo el pelinegro mientras comenzaba su almuerzo.

- numerito, con Ray-san, quien, como - preguntaba intrigado el pelirrojo.

- para su información Ray sensei solo me estaba saludando, no estábamos haciendo nada malo.

- pues, si es así como saluda a su antiguo profesor no quiero estar presente cuando se encuentre con alguien más cercano. Me pregunto cómo saluda al director.

Zoro estaba que hervía, ese hombre otra vez hacía insinuaciones sobre él.

- vamos Mihi, no seas malo con el chico, que lo asustas- dijo Shanks mientras abrazaba a Zoro contra su pecho como si tratara de protegerlo

- cuidado Akagami o vas a ser la próxima víctima.

Esa fue la gota que derramó el vaso. Se quitó al pelirrojo de encima y se acercó al pelinegro lo tomó de la camisa y levantó el puño.

"Sabes si te comportas como un salvaje, no estas siendo diferente a lo que ellos piensan de ti. Demuéstrales que eres mejor que eso. "

Fue solo por un segundo, pero se sintió tan real que no pudo evitar que la tristeza se reflejara en su mirada. El recuerdo de ese día, el día que lo conoció, el día que le dijo esas palabras. Y lentamente bajó el puño. No sabía por qué habia recordado eso, pero agradecía que ese recuerdo lo hubiese detenido. Y sin más salió de la cafetería.

- Mihi creo que esta vez te pasaste deberías...- no pudo terminar de hablar. Desde el día en que conoció al pelinegro nunca había visto esa expresión en su cara. No lo podia creer, Mihawk estaba arrepentido.

Que rayos habia sido eso. Por qué razón al ver que la cara de ese joven pasaba de la mayor furia a la más profunda tristeza se había sentido como el ser más despreciable del mundo. Por qué había sentido la necesidad de abrazarlo en ese instante. Definitivamente había algo mal con él. Y sin terminar su almuerzo salió de la cafetería dejando a un sorprendido pelirrojo gritándole que lo esperara.

El resto del día pasó sin ningún otro contratiempo en el colegio One Piece.

 


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