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Mi pequeño pervertido por Tita Adri

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Notas del fanfic:

Buenas!!!

Aquí llega la Tita con algo calentito para pasar el verano XD

Disfrutadlo!!

Otra vez lo tengo encima, literalmente encima de mi, no voy quejarme, aunque nunca las pida, esas muestras de afecto tan espontaneas me encantan, el problema surge cuando no son espontaneas, sino concienzudamente planeadas. Estamos a solas, lejos de todo el mundo, ocultos incluso a los ojos más curiosos, cobijados bajo las sombras de altos e imponentes árboles y con el suave sonido del agua del estanque meciéndose con el viento.

Y en ese paradisíaco rincón de Grecia estoy siendo atacado a besos tímidos pero precisos, caricias atrevidas por encima de la ropa y roces instintivos aunque algo torpes. Puede que mi joven pareja sea menor de edad y la inexperiencia se note a cada gesto, pero se está esforzando en provocarme ¡y vaya si funciona!

Siempre le sigo el juego a pesar de no completarlo nunca. Adoro besar esos labios, dejarle sin aire sin necesidad de tocarle, me enciende ver cada estremecimiento en el cuerpo del muchacho. Pero hoy Seiya está siendo más desvergonzado que otras veces, ha levantado mi camiseta y está tocando mis abdominales sin decidirse a seguir subiendo por mi pecho o bajar a zonas más intimas.

-¿Qué crees que estás haciendo?- tengo que detener la mano del menor antes de que bajara.

-¡Vamos!- protestó Seiya haciendo un puchero -Llevamos meses saliendo ¿qué problema hay?

-En estos meses no has cumplido la mayoría de edad.

-Te centras en detalles tontos.- refunfuña el japones mientras pone mi mano sobre su trasero y vuelve a besarme.

No puedo resistirme a manosearle, Seiya tiene un trasero redondito y duro que me encanta.

-Tócame más.- me pide con una voz casi desesperada.

Pero no lo hago, si me dejó llevar por cada capricho del pequeño acabaría haciendo más de lo que debo, y todavía tengo conciencia, aunque cada día un poquito menos. Resulta más difícil contenerse cuando Seiya se restriega contra mi de forma tan sugerente. Noté una humedad excesiva viniendo de sus pantalones y por curiosidad le hice apartarse un poco, solo para confirmar mis sospechas no porque quisiera mirar, aparté un poco el pantalón y descubrí allí una ausencia.

-¿Dónde has perdido los calzoncillos? -verle fruncir el ceño siempre es adorable, es demasiado evidente que no se los ha puesto en un intento de provocarme.-¿Crees que esto serviría?

-No. Eso no. -y tras decir eso lleva mi mano a su trasero y fuerza dos de mis dedos a su interior.

Le dejé hacerlo, su interior esta tan suave y húmedo, tan preparado que rechazar esa invitación parece de mala educación. Me muerdo los labios para intentar mantener el control pero mis dedos se mueven dentro y fuera, haciendo enloquecer a Seiya, que se arqueaba y gime de placer.

Bajo un poco más su pantalón para acceder mejor y ya de paso, disfrutar un poco más de las vistas, el muchacho se expone ante mi sin vergüenza alguna, cerrando los ojos y disfrutando. La tentación empieza a ser demasiado grande. Introduzco un tercer dedo casi sin esfuerzo y entonces me pregunto cuándo se ha preparado.

La voz de Seiya es ahora una amalgama de gemidos, jadeos y palabras sueltas del estilo “sí”, “ahí”, “sigue” y mi nombre pronunciado en un exquisito tono de lujuria. El orgasmo del muchacho esta tan cerca que mi propio cuerpo ansía poder imitarle, y él ni si quiera me ha tocado.

Con las manos temblando, el japonés baja mi pantalón y la ropa interior y sus intenciones son tan claras que por un momento me asusto al comprender que estoy dispuesto a ceder a sus deseos.

Con un movimiento rápido dejo a Seiya de cara al suelo, con el culo levantado y las piernas separadas, mi pecho contra su espalda le impide levantarse.

-No juegues conmigo Seiya,-susurro lascivo contra su oído, mordisqueando el lóbulo de su oreja. -Puedo dejarte satisfecho sin tener que meterla.

-No, por favor.

Disfruto de ese ruego, pues se lo frustrante, y a la vez placentero que puede ser. Así había calmado sus ganas antes, y así las calmaré hoy. Pero antes de eso volví a meter dos dedos, buscando su próstata, apenas duró veinte segundos más antes de machar el suelo con un grito.

-Aioria, por favor.- volvió a rogar y yo sólo pude sonreír.

Notas finales:

Espero que hayais disfrutado del cortito fanfic. Nos leemos pronto!!


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