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Brisa Roja por AliceAlii

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Notas del fanfic:

HOLAAA

Soy Alice Alii desde una nueva cuenta owo

Notas del capitulo:

Soy Alice Alii desde otra cuenta owo esto debido a problemas con la anterior cuenta, ya no puedo ingresar TwT

Deje inconclusos algunos fanfics y me gustaria continuarlos. Igual pueden pasar a leer mis anteriores historias como Alice_Alii

Se que una personita llamada  ChibiRuderX333 comento es este proyecto, lo lei, disculpame por no poder contesarte u.u pero no puedo ingresar a mi cuenta anterior, espero y te agrade la historia cariño

Tambien pueden leer esta historia en wattpad, me encuentran como Alice_Alii_black y en facebook como Alice tiene mente fujoshi

Sentado sobre mis rodillas, la mujer Sakly, guerrera y ahora maestra sacaba de una pequeña caja un sutil velo de color negro con una fina linea de plateado en la parte de abajo es cautivador admirar la delicadeza de un simple pedazo de tela, ella con ternura estiro los lazos con su manos y se acerco lentamente para después postrarse frente a mi, se sentó igual que yo sobre un cojín morado y con su feroz mirada no hubo de necesidad de una orden, yo inmediatamente me incline un poco, debía acercarme para que el velo que sostenía estuviera cerca, estiro sus brazos y lo coloco sobre encima de mi pequeña nariz pasando sus brazos atrás de mi cabeza.


- El velo simboliza el valor que tiene uno, nadie debe ser merecedor de esta belleza.- mi cabello recogido en una media coleta fue útil para que pudiera colocar el velo y amarrarlo con fuerza. Es firme, siento la presión que no asfixiaba pero molestaba lo suficiente como para causar comezón. Erguí mi cuerpo cuando el velo estuvo bien colocado, era ligero pero sentía un peso, debía ser la linea plateada que en realidad eran pequeñas piedras cristalinas lo suficientemente pesadas para que el velo no se levantara con el viento, sus sabias palabras no se trataban de un juego. - Solo el guerrero mas heroico, inteligente y astuto sera capaz quitártelo.- acaricio mi rostro delicadamente.- ¡Esos hombres son los que valen la pena! Pero...- me apunto con su dedo indice.- solo ser cara bonita no bastara, este velo no se usa solo por esa razón.- negaba con el dedo.- Aquí todos somos bellos.- alzo sus brazos refiriéndose a todas las personas que estaban dentro de su salón. - ¡Tu! – volvió apuntarme.- Debes ser valiente, audaz, ¡fuerte! – esta vez subió sus brazos mostrando sus enormes bíceps, estaba orgullosa de ellos.- Así que aprenderás a pelear, a defenderte ¡de eso se trata la vida aquí! – golpeo con la palma de su mano el suelo, fue tan fuerte que di un salto por el susto.- ¡De ganadores! ¡Ese es tu valor! – su mirada resplandecía, era muy apasionada con su trabajo, ella comprendía a la perfección lo que significaba usar un velo, yo en cambio apenas iniciaba este ritual de madurez.- ¡Jamas dejes que alguien te arrebate el velo! –negué rápidamente con mi cabeza, aun era un niño pero sabia quien era y que era lo que quería proteger.- Tu eres una joya, vales más de lo que te imaginas... ¡Tu eres Ruki, príncipe de Hantamion!


Abrí mis ojos, de nuevo soñando, sonreí para mi al recordar quien era, me siento feliz y curioso, cierro mis parpados esperando dormir un rato mas pero un nuevo día comenzaba y el sol resplandecía asomando sus frescos rayos por mi ventana, las cortinas se agitaban al ritmo del viento mientras ligeras gotas de sudor resbalaban por mi espalda, el clima aquí es caluroso incluso el viento es caliente, será difícil de acostumbrarme a este ambiente. Escuche un rítmico toque, sabia quien era con solo escuchar así que mis manos inquietas buscaron la sabana marrón que usaba en las noches, al sentirla la tome alzando mis brazos y como si de un abrigo se tratase me cubrí con ella, debía esconder todo mi cuerpo desnudo aunque sintiera que me quemara ademas me asegure que mi mano derecha estuviera tapando también mis mejillas y boca, no podían ver nada mas que mis bellos ojos cristalinos, tan absorto en mis pensamientos que olvide porque me abrigaba pero esos golpes a la puerta me regresaron a la realidad incluso ya parecían desesperados aun así mantenía el sonoro ritmo que conocía, permití esta vez la entrada del joven Saijik quien había esperado mi respuesta desde hace unos minutos.


- Bue-enos días mi señor- se acercó lo suficiente para hacer una reverencia al filo de mi cama. Aun no me acostumbraba a este nuevo modo de vivir, pero si deseaba mejores resultados sería mejor estar aquí, lejos de todo.


- Buenos, aprende a hablar Saijik.- lo corregí sutilmente, debía ser difícil para el este cambio en su idioma.


- Si. –la mano en su pecho bajo, al igual que se levantó para continuar con su labor.


- Solo con observarme hoy será suficiente.


- Debo proteger.- tosco al hablar, tan propio de él.- ¡Es un juramento! - separo un poco sus piernas y su puño golpeo de nuevo su pecho. Un ligero golpe sonoro.


- Escondes bajo esas ropas negras ajustadas ¿una armadura? - No puede dejar de lado su naturaleza.


- Son parte de mí como guardián.


- Por eso tus ropas se ven ajustadas, debes vestir como hombre normal.


- ¡Soy su guardián!


- Si.- resople cansado.- Solo no hagas escándalos, recuerda que este lugar es ajeno al nuestro. Ellos no saben este secreto, solo nosotros. Debemos seguir las leyes de aquí para permanecer en santa armonía, así que relájate, no existe ninguna amenaza.


- Es mi deber no bajar la guardia.- seguía firme en sus palabras.


- Bueno, no puedo hacer nada, supongo que pasar por desapercibidos será suficiente... pero esas ropas ajustadas no son para nada discretas.- volví a resoplar fastidiado.


Inevitablemente una risa pequeña se me escapo, era gracioso ver su actitud firme al rechazo del cambio pero fui callado al escuchar sonidos más fuertes, como campanas que me recordaban a mi hogar. Son tan repetitivos que cansarían a cualquiera pero era tan desconocido para mí que hasta los admiraba. ¿Qué podría hacer aquel ruido tan molesto por las mañanas? ¿Es tan normal? Gateo por la cama emocionado para asomarme por la ventana. Al mirar me siento confuso, emocionado y a la vez entristecido, esta mezcla de sentimientos jamás la había sentido, es tan extraño en mí.


- Es increíble.


- ¿Le sorprende tanto este mundo? - pregunto curioso Saijik.


- No de esa manera. – negué, agitando mi cabeza a los lados. - Me sorprende que esta civilización no conocen los placeres de nuestra madre. - mire entristecido los caminos de este lugar. Aquellas carretas eran extraños y muy relucientes cual plata de mis cubiertos, me segaban, pero no podía apartar la mirada. Si fuera un gato estoy seguro que mi cola se movería al son del ruido.


- Ya es tarde príncipe.- me lo recordó Saijik.


- Claro, no puedo faltar, batalle tanto para llegar aquí, no puedo permitirme ser hipnotizado por esto, debo aprender.- negué varias veces con mi cabeza sin despegar mi mano de la mejilla, no debía dejar asomar mi rostro avergonzado.


- Usted ya tiene conocimientos, no es eso suficiente.- volvió a preguntar.


- Tengo muchos conocimientos.- voltee a ver a la ventana de nuevo.- Aprendí mucho con Kamijo.


- ¡Hombre salvaje!


- Si, ese hombre al que tu llamas salvaje.-me moleste un poco, no era un salvaje, era un curioso, un explorador, como yo. Observaba maravillado los grandes obsequios de la vida que recibía cada hombre de este poblado, hay tantas cosas nuevas en este lugar, estoy embelesado con todo lo que me rodea como esos enormes edificios.- Aprender y conocer es lo mismo para mí, y ya los conozco. Pero yo, yo quiero más que eso, quiero sentir la sabiduría de este mundo desconocido.- podría jurar que mis ojos brillaron mientras miraba a la gente pasar por los caminos de roca.


- Se hará tarde, será mejor ponerse esas ropas.- apunto al uniforme azul.- le daré privacidad.- una pequeña reverencia.- estaré abajo.


- Claro, en unos minutos bajo.- dio la vuelta para marcharse.


Cerró mi puerta con sutileza como si fuera a romperse, y con esos músculos era probable que con solo chocar la tiraría junto con la pared.


- ¡Jajaja!.- reí estruendosamente tirándome en la cama, era gracioso con solo imaginar a Saijik en esa posición.


- Quiero aventuras.- miraba el techo aun embelesado, tenia muchas expectativas al asistir por primera vez aun lugar de aprendizaje, espero aprender lo suficiente para poder llevarlo a mi hogar y ser un verdadero ejemplo de gobernante. 

Notas finales:

Ojala y les haya gustado, dejen sus comentarios buenos y malos 

bye bye


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