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De citas desastrosas y flores por Higary

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Notas del capitulo:

Holi hola, gente bonita!! Hacía mucho tiempo que no me aparecía por estos lados, pero el día de hoy aquí me tienen con un oneshot recién salido del horno (lo escribí ayer) en honor al cumpleaños del señor teme. Toda la información sobre los significados de las flores aquí mencionadas la obtuve de internet, lo cual fue difícil porque los significados cambiaban de acuerdo a las fuentes, pero traté de hacer lo mejor posible para la trama. Por último, recuerden que seguimos con la pandemia, así que no dejen de usar cubrebocas cuando salgan, lávense las manos constantemente, mantengan su distancia (si ven que alguien no se cuida, mejor sean precavidos con esa persona como si tuviera la peste) y cuídense mucho. Ahora sí los dejo para que pasen a lo que vinieron: ¡¡a leer!!


Disclaimer: Los personajes siguen siendo propiedad de Kishimoto que no sabe hacer finales. La idea me surgió de repente y terminó alargándose. Que Naruto tenga una florería fue decidido por mayoría de votos en Facebook XD

Este 23 de Julio era el cumpleaños veinticinco de Uchiha Sasuke, el segundo hijo del matrimonio formado por Uchiha Fugaku y Uchiha Mikoto. Los Uchiha eran un clan prominente en su mayoría de alfas, por lo que había resultado una sorpresa para la pareja cuando su primogénito, Itachi, resultó ser omega. Sin embargo su renuencia inicial se vio opacada cuando se hizo evidente que Itachi era un genio, astuto en los negocios y con un carisma que hacía que la gente lo siguiera por voluntad propia. Entonces pasó un incidente que sus padres prefieren olvidar y sus esperanzas recayeron en Sasuke, su segundo hijo y el alfa que ellos esperaban continuara su legado. Por esa razón habían tratado de arreglarle citas con diferentes omegas desde que tenía dieciséis años, pero él siempre se negaba a ir, así que tomaron la decisión de este cumpleaños organizarle una enorme comida donde reunieron a algunas candidatas de buenas familias para que escogiera esposa.
 
-Ni hablar, no pienso atarme a ninguna de ellas –decía Sasuke afuera del salón donde se estaba realizando la reunión
Pensó en lo afortunado que fue su hermano mayor por no tener que soportar esa clase de eventos, pues si bien Itachi era muy brillante y talentoso, como omega seguro sus padres lo habrían comprometido con algún alfa idiota solo por ser de la élite; sin embargo para sorpresa de todos el siempre pragmático Itachi cuando cumplió veintiún años se escapó con Shisui, un alfa de su clan (y su mejor amigo de la infancia) y, a pesar de los problemas que hubo por haberse rebelado de esa manera, ahora tenían un adorable niño de cinco años llamado Hideki que era muy bienvenido dentro de la familia.
 
Sasuke no era un romántico ni nada por el estilo, pero quería tener también la libertad de elegir a su pareja, no solo unirse a alguien que fuera adecuado a su estatus. Salió de sus pensamientos al escuchar las voces de sus “pretendientes” llamándolo y como no podía soportar estar más en su presencia, prefirió huir.
 
Sin embargo Sasuke no debió subestimar la perseverancia de esas chicas, pues podía distinguir sus aromas siguiéndole el paso. Volteó a ambos lados de la calle y al final vio una pequeña y colorida florería abierta, así que confiando en que los olores de las flores pudieran despistarlas, ingresó de inmediato.
-¡Bienvenido a El rincón de las flores! –saludó un rubio de ojos azules- ¿En qué puedo ayudarte?
Sasuke ignoró al hombre (un beta, por lo que pudo notar) y mantuvo vigilancia a través de las ventanas del lugar, cuidando que las numerosas plantas lo mantuvieran oculto.
-¿Te encuentras bien?
El moreno iba a responder cuando escuchó a las tres omegas diciendo su nombre en voz alta, por lo que instintivamente se agachó un poco más. El florista lo observó unos instantes y la comprensión iluminó su mirada, agarró su escoba y señaló el mostrador.
-Rápido, escóndete ahí, no podrán verte.
Sasuke obedeció de inmediato y miró cómo el otro hombre colocaba algunos floreros encima del mostrador, rociaba una fragancia en el aire (seguramente había notado su aroma alfa, algunos betas podían hacerlo) y sujetó la escoba mientras fingía barrer cuando el trío de mujeres ingresó a su tienda.
-¡Bienvenidas a El rincón de las flores! –saludó con una enorme sonrisa- ¿Buscaban algún arreglo en específico?
-No, lo siento –respondió una chica de cabello rosa
-¿Por casualidad no has visto pasar a un hombre de cabello oscuro y que usa un traje azul, corbata del mismo color y camisa blanca? –preguntó una rubia
El rubio pareció pensarlo durante unos instantes y luego negó con la cabeza.
-Lo siento. Podría ofrecerles algunas flores con descuento en su lugar.
-Gracias, pero debemos seguir buscando –contestó una pelirroja y las tres salieron del local
-¡Que pasen buen día! –las despidió el hombre y volvió la mirada al mostrador- Puedes salir, ya se fueron.
-Siento los inconvenientes y agradezco que me cubrieras –dijo Sasuke, suspirando mientras se arreglaba la ropa que tenía algunos pétalos que se le pegaron en su escondite
-No hay problema. Soy Uzumaki Naruto, dueño de este lugar. Mucho gusto.
-Uchiha Sasuke.
-Me sorprende que un alfa huyera así de esas señoritas, generalmente les encanta la atención de los omegas hombres y mujeres.
-Apuesto que a ti tampoco te gustarían si tus padres te forzaran a elegir una de ellas para que te cases.
-No, lo siento, beta criado por sus humildes abuelos, no tengo experiencia con esa clase de problemas –contestó y luego sonrió-. Entonces, Sasuke, ya que fui de ayuda y obviamente estás agradecido conmigo, lo menos que puedes hacer es comprar algo de mi florería, ¿verdad?
El ojinegro lo miró de manera fulminante y luego suspiró. Naruto tenía razón, siquiera debía adquirir algún ramo como retribución.
-Quiero algo que no sea demasiado ostentoso. Odiaría que la gente me vea cargando un ramo colorido y piensen que voy a regalárselo a una pareja o algo así.
-Entendido, señor antisocial.
 
Mientras preparaba el ramo, Naruto comenzó a hablarle sobre las flores que estaba eligiendo y su significado: gerberas azules para evocar paz, tranquilidad y relajación (parecía que realmente necesitar algo así en su vida), hortensias azules para la gratitud (y porque según el florista, combinaban con su traje), un amarilis blanco para el éxito (estaba seguro que necesitaba toda la suerte del mundo para lograr escapar de un matrimonio forzado) y un girasol en medio que desentonaba con el resto del ramo.
-¡Porque te falta sonreír más y ser feliz, teme!
Así que ese día Sasuke salió de El rincón de las flores con un ramo que en realidad no deseaba, un insulto que no dudó en devolver y, por esos extraños giros de la vida, con un nuevo amigo.
 
Fugaku y Mikoto no estuvieron muy contentos con la desaparición de su hijo durante su fiesta de cumpleaños, por lo que le organizaron citas individuales con cada una de las candidatas para que las conociera por separado. Sasuke terminó accediendo porque ellos prometieron que, si no le gustaban, dejarían de insistir en casarlo con ellas. Eso significaba que después iban a lanzarle otros omegas ricos, jóvenes y solteros, pero al menos le daría un margen de tiempo para pensar en cómo librarse totalmente de esa situación.
 
La primera cita fue con Yamanaka Ino, la rubia. Era realmente atractiva y sabía de buena fuente que también era una amable persona, sin embargo eso quedaba opacado porque también resultaba bastante superficial y tenía algunos conceptos muy anticuados sobre las tres castas y sus dinámicas en las relaciones. No fue de extrañar que la cita terminara con una Ino molesta porque Sasuke no parecía interesado en sus temas de conversación (lo cual era cierto) y porque la chica hizo una pequeña mención al revuelo que causó el matrimonio de Itachi con Shisui, afirmando que por suerte eran omega y alfa o la situación habría sido más escandalosa. A Sasuke eso no le hizo nada de gracia, le dijo claramente que jamás se casaría con alguien que pensara eso de su hermano y su cuñado y salió del lugar.
 
-Espera, ¿y aún así pagaste la cuenta? –preguntó Naruto
Tras la horrible cita Sasuke decidió ir a la florería del rubio. Desde su primer encuentro lo había visitado un par de veces y resultó que así como discutía con el otro hombre, también podían pasar horas hablando y compartiendo anécdotas.
-Claro que pagué la cuenta de ambos –respondió el moreno-. No habría sido caballeroso dejárselo a ella.
-Y tus padres te habrían gritado por eso –adivinó
-Y mis padres me habrían gritado por eso, sí.
Sasuke estaba sentado en un banco detrás del mostrador mientras Naruto terminaba de armar algunos pedidos. Con la convivencia se había dado cuenta que el beta podía ser bastante torpe y despistado, pero cuando se concentraba en su trabajo resultaba alguien digno de admirar. Le llamó la atención el enorme ramo con claveles amarillos y lirios naranjas que estaba atando con un lazo negro.
-¿Realmente un lazo oscuro es lo mejor? Esa persona debe amar mucho a su pareja para darle un ramo tan grande y colorido.
-Sasuke teme, todo este ramo significa odio y desdén. Lo encargó un omega para su ex novio beta que lo dejó por una chica beta –se encogió de hombros-. Me parece más sano que le transmita ese mensaje con flores a que vaya a destruir el auto de su ex pareja o se robe a su gato.
-… ¿Quién se robaría el gato de su ex, dobe?
-No tienes idea de la clase de historias que se escuchan en una florería.
 
La segunda cita fue con Aoya Karin, la pelirroja quien era bastante ruda y mandona. Sasuke no tendía inconvenientes con esas características, pues él tampoco era el típico alfa dominante que consideraba inferiores a los demás, pero lo que no le hacía gracia es que la chica quisiera controlarlo y tenerlo checado cuando ni siquiera eran nada más que simples conocidos por los negocios entre sus familias. Él fue claro y le dijo que no creía que una relación entre ambos pudiera funcionar, sin embargo Karin siguió insistiendo en que eran perfectos el uno para el otro y comenzó a enlistar todas las razones de por qué ella debería convertirse en la siguiente Señora Uchiha.
 
-¿Entonces fue cuando le preguntaste si realmente no alteró su examen de género y en realidad era alfa en lugar de omega? –interrogó Naruto cuando su amigo le contó sobre otra horrible cita- Entiendo que ella no te guste, pero tampoco tenías que ser tan grosero, Sasuke.
-Usuratonkachi, hace unos días te vi decirle a un cliente que no volviera a pisar tu florería hasta que no dejara de ser un imbécil que solo pensaba con su pene y se divertía jugando con las personas.
-¡El tipo estaba alardeando tener una novia y un novio y que ninguno supiera de la existencia del otro! Hasta tú querrías golpearlo, teme.
En eso tenía que darle la razón al de ojos azules. Y si Sasuke no lo hizo fue porque en ese momento estaba ocupado sujetando a Naruto para que no se le fuera encima al hombre infiel. Porque podría ser un beta, pero el rubio no se dejaba amedrentar ni por el más fiero alfa.
 
El joven Uchiha pasó un par de semanas tranquilas sin que le organizaran más citas, aunque sabía que no podía cantar victoria porque todavía le quedaba la tercera de las candidatas de sus padres. Por suerte la visita que recibió ese fin de semana fue de Itachi y su familia. Iba a ser su aniversario de bodas y Shisui organizó todo un día completo de actividades para la pareja, así que pidieron a Sasuke cuidara a su hijo. Él adoraba al niño y aunque Hideki era bastante tímido y callado, siempre estaba feliz cuando se quedaba con su tío.
-¿Realmente podrás cuidarlo todo el día? –preguntó Itachi- Nunca te has quedado tanto tiempo a solas con él.
-Por supuesto que sí, hermano. Además nosotros también saldremos un rato. Voy a llevarlo para que conozca a Naruto, ese dobe es tan amistoso que seguro van a caerse bien.
-Naruto… ¿El chico que te escondió el día de tu fiesta de cumpleaños y al que has visitado varias veces desde entonces?
-Sí. ¿Por qué lo preguntas de esa manera?
-Nunca te habíamos visto ser tan cercano a alguien, Sasuke –intervino su cuñado y sonrió-. Sabía que por ahí debía existir una persona digna de tu atención.
-Él y yo solo somos amigos, no piensen tonterías y ya váyanse, nosotros también estaremos ocupados, ¿cierto, Hideki?
El pequeño asintió, abrazó a sus padres como gesto de despedida y luego corrió para sujetar la mano de su tío y marcharse en su auto.
-Conozco esa mirada, querido –dijo Shisui observando a su esposo-. ¿Qué estás meditando?
-Que a papá y mamá no les va hacer nada de gracia que su hijo alfa tampoco cumpla con lo que tenían planeado para él.
 
Fiel a su palabra Sasuke llevó a su sobrino a la florería de Naruto. El beta lo vio entrar primero y le saludó con la alegría de siempre antes de que su expresión se tornara burlona.
-No me digas que ya tuviste otra mala cita y vienes a contármela.
-En realidad hoy tengo una cita de otro tipo. ¿Recuerdas al sobrino del que te he hablado?
Detrás de las piernas del alfa se asomó una cabecita de cabello y ojos oscuros. Naruto se agachó para estar a su altura y sonrió mientras le estiraba su mano.
-Hola, soy Uzumaki Naruto. ¿Cómo te llamas?
-… -lo observó fijamente, con timidez le estrechó la mano y habló en voz baja- Hideki.
-Mucho gusto, pequeño Hideki. ¿Alguna vez has estado en una florería? –rió al ver al niño negar con su cabeza- No podemos permitir que eso siga así. Permíteme darte un recorrido por mi tienda.
Ambos Uchiha pasaron una agradable tarde ayudando a Naruto en la florería. Sasuke sabía que gracias a la personalidad del rubio congeniarían bien, aún así fue una sorpresa ver al tranquilo Hideki seguir como un patito al florista, prestar atención a todo lo que le explicaba e incluso atreverse a sugerir cintas y lazos para los ramos.
 
-Gracias por dejar que nos quedáramos tanto tiempo a pesar de que debías atender a tus clientes –dijo Sasuke mientras cargaba a su cansado sobrino
-Al contrario, me siento mal porque ustedes me ayudaran tanto hoy y yo solo les ofrecí un tazón de ramen para comer.
-Debes alimentarte mejor, dobe. En fin, será mejor que nos vayamos.
-No critiques mi dieta, teme. Nos vemos luego –revolvió el cabello de niño-. Tú también ven a visitarme otra vez, Hideki. Prometo que jugaremos más y trabajaremos menos.
-Sí –contestó con una pequeña sonrisa y movió la mano en gesto de despedida
 
Tío y sobrino se alejaron de la florería sintiéndose cansados pero satisfechos por un día tan divertido. Hideki había hecho algunos dibujos de flores con las que trabajaron y no podía esperar para regalárselos a sus padres.
-Naruto me gusta –dijo de pronto el menor
-Es bastante agradable, ¿verdad?
-Sonríe bonito. ¿A ti te gusta, tío?
-Creo que podría decir que, aunque no lo conozco hace mucho tiempo, es el mejor amigo que he tenido.
 
La buena racha de Sasuke terminó cuando sus padres le anunciaron la fecha y hora de la tercera cita. Desde un principio el moreno sabía que no resultaría nada bien porque conocía a Haruno Sakura desde hace varios años y siempre le había molestado que ante otras personas se mostrara con un carácter fuerte y escandaloso, pero ante él fingía ser toda dulzura y comprensión. Para el alfa eso significaba que no estaba siendo honesta y solo quería que viera lo que ella deseaba. Cuando Sasuke le mencionó esto, la omega afirmó que siempre lo había amado y que podía cambiar de actitud.
-Lo lamento, Sakura, pero que tengas sentimientos por mí no me obliga a que deba corresponderlos por más que mis padres insistan en que debo casarme para seguir el linaje y estatus de mi clan.
-Siempre has sido así de frío con los demás –declaró ella en medio del llanto-. No es justo que me rechaces cuando ni siquiera me has dado la oportunidad de pasar tus defensas para que nos conozcamos realmente. Yo daría lo que fuera por hacerte feliz, Sasuke, por lograr que sonrías como solo lo haces con tu sobrino.
-Eso no es cierto, también me río con las torpezas de Naru…
El moreno interrumpió sus palabras al darse cuenta de lo que iba a decir y abrió los ojos de sobremanera. Luego de varios minutos en silencio solo añadió que las cosas entre ellos nunca iban a funcionar y salió del lugar casi corriendo.
 
Sasuke realmente no era consciente de lo que estaba haciendo, por lo que se sorprendió al darse cuenta que llegó hasta la florería y pudo ver a Naruto afuera de la tienda con un anciano. Alcanzó a escuchar que el hombre buscaba un regalo para su esposa por su aniversario de bodas y el beta le había armado un hermoso ramo con azahares, rosas rosadas y algunos heliotropos. Había pasado tantas tardes junto al Uzumaki que el alfa sabía lo que las tres flores significaban: amor eterno.
-Muchas gracias, joven –dijo el anciano
-El placer fue mío. Salude a su esposa de mi parte y que pasen feliz aniversario –se despidió del hombre y fue entonces cuando se percató de la presencia de Sasuke al otro lado de la acera- ¡Teme, no avisaste que vendrías hoy!
Naruto se acercó a él y se desconcertó al no recibir al menos un insulto en respuesta. Ciertamente el Uchiha no era de hablar mucho, pero aquello era extraño.
-Tienes mala cara. ¿Ocurrió algo? ¿Otra cita desastrosa?
-Sí –por fin pudo murmurar el moreno-, no funcionó.
-Lástima. Pasa y hablemos de eso, no te ves muy bien.
-No, yo… tengo que irme –y dicho eso huyó ignorando los gritos preocupados del beta
 
Comprender que tienes sentimientos mucho más profundos por alguien a quien considerabas solo un querido amigo nunca es fácil. Fue por eso que el alfa terminó deprimido en casa de Itachi, recostado sobre su comedor con la cabeza escondida entre los brazos. Sasuke no había dicho gran cosa desde que llegó al lugar, sin embargo el mayor ya sospechaba lo que ocurría (razón por la que Shisui se llevó a Hideki para darles privacidad), así que colocó un tazón de helado junto a la cabeza de su hermanito. Nunca lo había visto de esa manera.
-No soy una chica con el corazón roto como para que me ofrezcas de comer helado –murmuró el menor
-A Shisui siempre le anima comerlo después de llorar cuando mira videos donde rescatan animales abandonados –explicó sentándose a su lado
-Sigo pensando que tú deberías ser el alfa de la relación.
Itachi le acarició el cabello como cuando eran niños y fue ese gesto consolador junto con la amable voz que le pidió dijera qué ocurría, que hizo a Sasuke tragarse su orgullo y empezar a hablar.
-Tú y Shisui tenían razón. Acabo de darme cuenta de que estoy enamorado de Naruto.
-¿Y eso es tan malo como para que reaccionaras así?
-Se ha convertido en el mejor amigo que he tenido.
-Te recuerdo que yo me fugué con el mío.
-Es un hombre beta.
-Jamás has sido de los que discriminen por esas razones.
-Nuestros padres no lo aprobarán.
-En eso tienes razón.
-Nunca voy a poder dejar una marca de mordida en su cuello.
-Muy cierto.
-Si entro en celo con él, voy a lastimarlo.
-También es verdad. Tendrás que tomar supresores toda la vida.
-No es algo que me moleste.
Itachi sonrió al escuchar las palabras de su hermano (que seguía escondiendo la cara) y decidió darle un empujón tomando otro rumbo en la conversación.
-Para un par alfa-beta de hombres es muy difícil concebir –mencionó el mayor
-Eso no me importaría. No es como que ser padre sea el sueño de mi vida. Y si él quisiera hijos y no pudiéramos tenerlos, siempre está la opción de adoptar.
El omega de pelo largo rió porque eso era lo que quería escuchar. Sujetó con fuerza el rostro de su hermano para que no se ocultara más y lo viera a los ojos.
-Si tu imaginación ya ha llegado tan a futuro, entonces deja de estar deprimido en mi mesa y habla con ese chico.
-… Tengo miedo de que él no me elija.
-Me temo que ese es un riesgo que siempre debemos correr cuando nos enamoramos de alguien, querido hermano.
 
Transcurrieron algunos días después de eso sin que hubiera cambios. Por esa razón Shisui decidió intervenir y, junto con Hideki, visitaron El rincón de las flores. Naruto volteó a verlo en cuanto escuchó la campanilla sonar, pero detuvo su saludo cuando miró al niño quien soltó la mano de su padre y corrió para abrazar al beta.
-Vaya, es la primera vez que lo veo comportarse así con alguien que no sea familia cercana –mencionó el recién llegado
-¿Eres el hermano mayor de Sasuke? –preguntó Naruto
-No, ese sería mi esposo Itachi. Yo soy Shisui, el cuñado y padre alfa de ese pequeño koala que parece no querer soltarte.
 
El rubio movió las flores para arreglos que tenía pendientes en su mesa de trabajo y los invitó a sentarse. Habían pasado dos semanas desde la última vez que vio a Sasuke y en ese lapso su amigo no lo contactó para nada.
-¿Sasuke se encuentra bien? ¿Acaso está enfermo? ¿Pasó algo con sus padres?
-Tranquilo, él está perfectamente sano –contestó y no pudo evitar sonreír- Veo que realmente te preocupas por mi cuñado. Es bueno saberlo.
-No, es que yo… Bueno…
Naruto agachó la cabeza con vergüenza y tomó una flor que tenía cerca para juguetear con ella antes de poder encarar al pelinegro de nuevo.
-De alguna manera ese teme se convirtió en mi mejor amigo. Y lo quiero mucho.
-Eso no lo dudo, pero por la forma en que reaccionaste, ¿de verdad solo te gusta como amigo?
-Claro, algo más es imposible, ¿no? –atrajo más flores y comenzó a armar un pequeño ramo- Sasuke es un alfa de élite, va a casarse con una omega de la misma clase con quien tendrá muchos hijos exitosos y serán felices. Soy beta, entiendo bien que así es como debe suceder.
A pesar del semblante tan triste del joven de ojos azules, Shisui no pudo contener su enorme sonrisa porque pudo ver que al florista realmente le importaba su cuñado. Su amado tenía razón, esos chicos solo necesitaban un empujón en la dirección correcta.
-Naruto, ¿sabías que Itachi y yo nos escapamos para poder unirnos en cuanto cumplimos la mayoría de edad?
-¿Qué? No, Sasuke nunca dijo eso, solo mencionó que su hermano era un genio y lo admiraba.

-Exacto. Itachi podrá haber nacido omega, pero es brillante y un líder nato, nadie cuestionaría su lugar como sucesor de los Uchiha. Por eso sabía que nunca me permitirían ser su compañero.
-Pero eres alfa.
-Sí, un alfa con una alteración genética que le impide percibir los olores de los demás, por eso dentro del clan me consideraban de baja categoría a pesar de mi casta. Sin embargo Itachi siempre me trató como a un igual, me vio a mí como persona y no como alfa. Entonces un día ese siempre realista futuro líder mandó todo al caño, dijo que me amaba, que rechazaba casarse con cualquier idiota que sus padres quisieran presentarle, tomó mi mano y nos fugamos para casarnos. Fue una suerte que a pesar de mi condición pudiera morder su cuello y volvernos compañeros de vínculo.
Naruto quedó sorprendido y admirado por el relato; por lo que Sasuke solía platicar (y quejarse) de su familia, no imaginaba que pudiera haber ocurrido algo así.
-Naruto –habló de nuevo el mayor-, no digo que las cosas vayan a ser fáciles, pero si él te gusta y existe la posibilidad de que tú le gustes, ¿no valdría la pena arriesgarse?
 
Entonces el fin de semana Sasuke por fin se armó de valor, vistió de manera elegante y llegó decidido al local de Naruto para hablar seriamente con él. Por suerte a esa hora generalmente pocos clientes visitaban la florería, así que entró haciendo acopio de toda su seguridad alfa la cual se desvaneció drásticamente cuando un emocionado rubio soltó la escoba, corrió a su encuentro y comenzó a regañarlo por no haber dado señales de vida por semanas.
-Tenía que pensar seriamente en algo –interrumpió el moreno sus reclamos-. Creo que necesitamos hablar.
-Sí, yo también.
Sin embargo fueron interrumpidos por el sonido de la campanilla anunciando un nuevo cliente. Vieron ingresar a un bello joven omega quien sonrió al verlos e hizo una educada reverencia.
-Disculpen la intromisión –habló él y miró al alfa-. Eres Uchiha Sasuke, ¿verdad?
-Sí.
-Hola, soy Yuki Haku. Mis padres y los tuyos insistieron en que deberíamos conocernos y alguien me dijo que hoy era tu día libre y probablemente te encontraría aquí.
-Ya me imagino con qué intenciones mis padres querían que nos encontráramos.
Naruto retrocedió unos pasos al verse frente a tan atractivo omega. Sasuke había rechazado a sus anteriores candidatas porque las consideraba molestas, pero el joven delante de a ellos parecía amable y tranquilo, además su olor era bastante agradable. No cabía duda que harían una pareja perfecta.
-Creo… que deberían ir a un lugar más privado para charlar y conocerse –sugirió el Uzumaki con una pequeña sonrisa
Sasuke se sobresaltó por esas palabras pero también pudo ver a través de la falsa expresión que el rubio les dedicaba, así que tomó una decisión y lo sujetó de la mano antes de que retrocediera más y encaró al omega.
-Lo siento, Haku, pero no puedo tener una cita contigo. Ya existe alguien que me gusta.
-… ¡Menos mal! –dijo el chico suspirando aliviado y luego sonrió ante el desconcierto de los otros dos- Lo lamento, Sasuke, eso fue grosero. Yo tampoco estaba ilusionado por conocerte ya que también estoy enamorado de otra persona. Me alegra ver que tienes buen gusto –rió al verlos sonrojarse-. Si nuestros padres preguntan qué salió mal, les diremos que en cuanto nos vimos nuestros olores se rechazaron y ni siquiera pudimos convivir más de cinco minutos. Y por cierto, esta es una hermosa florería, con permiso –dicho eso abandonó el lugar
Ambos hombres observaron la puerta unos minutos más hasta que se dieron cuenta de que sus manos seguían entrelazadas y Naruto carraspeó sin hacer el esfuerzo por soltarse.
-Nunca me había halagado así un omega tan bonito –comentó el de ojos claros tratando de aligerar la atmósfera
-¿Qué hay de los alfas y betas que te han halagado?
-Generalmente han sido mujeres que creen que soy un romántico empedernido o idiotas pervertidos intentando llevarme a la cama, así que a estos últimos los he golpeado.
-Entonces… ¿Vas a golpearme, Naruto?
-Claro que no. Alfa o no, eres la peor persona dando halagos que he visto, teme.
-Y aquí murió el momento mágico que pudimos haber tenido, usuratonkachi.
 
Al otro lado de la calle, Itachi y Shisui observaban a la pareja dentro de la florería apretar el agarre de sus manos y sonreírse mientras se observaban como si el resto del mundo no existiera, solo ellos dos. Shisui extendió el puño e Itachi lo chocó con el suyo en gesto triunfante.
-Creo que acabamos de ganar otro hermano –declaró el alfa
-Todavía necesito conocerlo en persona, pero le gusta a Sasuke, a nuestro hijo y a ti, así que debe ser alguien magnífico. Por eso voy a asegurarme de que mis padres no les arruinen las cosas.
-Y por supuesto cuentas con mi apoyo, querido. Ahora utiliza ese increíble cerebro tuyo para descubrir cómo lograr que la familia Yuki acepte que su precioso hijo está enamorado del jardinero.
-Siempre podríamos contarle nuestra historia a Momochi Zabuza y organizar el escape de otra pareja.


 
Y luego pasó el tiempo y con el respaldo de su hermano y cuñado, Sasuke pudo mantener su relación con Naruto que si bien no era aceptado por sus padres, al menos ya no seguían arrojándole omegas para que se casara. Los abuelos beta de Naruto también estuvieron un poco preocupados sobre que su único nieto tuviera como pareja a un alfa, sin embargo el Uchiha les aseguró que no se iría corriendo tras el primer omega en celo que olfateara porque de verdad amaba al rubio y con eso les dieron su aprobación.


 
Sasuke disfrutaba salir del trabajo, ir al negocio de su compañero (con quien ya llevaba cinco años) para ayudarlo a cerrar y poder irse juntos a casa. Además muchas veces se encontraba con que su sobrino había pasado la tarde ayudándolo. Siempre le removía sus instintos protectores ver convivir a dos personas que quería tanto… o al menos así fue hasta que el niño cumplió diez años, su examen de género lo identificó como alfa y entró a la florería trayendo uno de los girasoles que insistió cultivar en su casa.
-Naruto –llamó con voz seria y le ofreció la flor-, voy a crecer y convertirme en un alfa fuerte que pueda protegerte, así que cuando sea grande, ¿te casarías conmigo?
Los dos adultos se sorprendieron por la declaración tan formal del niño. Naruto fue el primero que se recuperó de la impresión, rió encantado y aceptó el girasol, su flor favorita.
-Me temo que por ahora estoy en una relación con tu tío, Hideki, pero si él no me pone un anillo en el dedo, estaré muy feliz de casarme contigo.
-Está bien –aceptó el niño, le lanzó una mirada juiciosa a su tío y luego salió del local para ir a reunirse con sus padres, quienes lo esperaban afuera y también parecían sorprendidos por lo ocurrido con el hijo que consideraban tan tranquilo
-Genial, de tío favorito ahora soy su rival de amores –suspiró Sasuke
-Y mejor tómalo en serio –dijo el Uzumaki-, que con los genes de tu familia no dudo que de verdad se convertirá en un grande, fuerte y atractivo alfa –se acarició el estómago y sonrió a su compañero-. Espero que alguien más también herede un poco de esos buenos genes junto con mi carisma. Bien, hora de comenzar a limpiar para poder irnos.
-Te prohíbo dejarme por mi sobrino, Naruto. Un momento, ¿cómo que alguien más…? ¡Dobe, ven acá y dame una buena explicación!
 
Al final Sasuke realmente iba a necesitar darse prisa y conseguir un anillo; se negaba a que un día su futuro bebé se enterara que su primo Hideki fue más rápido y le propuso matrimonio a su papá beta antes que él. Debía recordarse que Itachi también era muy sensato y aún así escapó para casarse en secreto, no quería ni imaginar si Hideki heredó eso y realmente era capaz de robarse a Naruto.
 
Nunca habría marca de mordida en el cuello del rubio ni sus olores se combinarían, pero Sasuke iba atarlo a él de las otras maneras que pudiera. Después de todo no podía ser solo coincidencia que aquél día eligiera esconderse precisamente en la florería de Naruto. Tal vez no eran un par alfa-omega, pero ese primer encuentro sin duda también fue destinado.
 


FIN
THE END
OWARI


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