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Complementarios por Bel Okumura09

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Notas del fanfic:

Hola! aquí me tienen presentando "Complemetarios" como si fuera la primera vez ja, lamentablemente perdí mi cuenta anterior y mi temor mas grande (que era perder los rws y visitas) se hizo realidad. Afortunadamente tenía un respaldo con copias de los capitulos ya subidos así que es como si no hubiese pasado nada, en teoría.

Para aquellos que nunca han leído esta historia antes pues bienvenidos, subiré aquí los capítulos modificados como venía haciendo en la otra cuenta. 

Espero que les guste.

Capítulo 1  -  Liam Evans

Ambos estaban en un gran salón rodeados de gente. Hombres y mujeres a su derecha e izquierda, y todos bailando al compás de la música que inundaba aquel ambiente caliente.                                                        Luces de colores rojo, verde y azul eran lo único que proporcionaba algo de iluminación en la gran pista de baile, donde todos eran más que cuerpos buscando libertad.

Mientras ellos, sólo permanecían sentados en la barra, tomando unos tragos. Apartados  de todos esos cuerpos danzantes, sin importarles verdaderamente lo que sucedía a sus alrededores.                                        —Oye tú, chico, ¿quieres bailar? —preguntó el rubio acercando una de sus manos a la de su compañero de copas.                                                 

—Hmm Liam, amor, sabes que ese tipo de cosas no me... 

—Anda… No seas malo y ven conmigo —continuaba insistente hasta que calló un instante— quiero tener una buena excusa para poder tocarte y estar muy cerca tuyo.                                                                                          Bajó del asiento y acortando la distancia entre ambos le susurró lo último al oído del castaño. Éste último al sentir el cálido aliento de su novio se estremeció soltando una risilla.                                                                  —No necesitas excusas para eso Liam —dijo mientras jugaba con los cabellos rubios del flequillo de su novio— puedes hacer lo que quieras conmigo.          Y sin titubear Jake tomó del cuello de la camisa a Liam para acercarlo aún más a sus labios.

La mirada lujuriosa de ambos podía percibirse a metros de distancia, y el castaño no perdía oportunidad de acariciar esa piel suave que tanto le gustaba; mientras el otro sólo disfrutaba de los mimos que le eran brindados.

—Entonces ven, vamos a bailar —Liam se alejó repentinamente y tomó a su novio de la mano arrastrándolo a la pista de baile con los demás.                En cuestión de segundos estaban rodeados de gente que bailaba, algunos totalmente distendidos, divertidos y otros que movían sus caderas sensualmente para conmover los ojos de su pareja. 

El ambiente se sentía un tanto caliente a causa de la multitud presente en el establecimiento.

—Liaaaam —dijo testarudo y haciendo pucheros.

—Jaaaake —contestó sonriente el rubio de igual modo para burlarse de su pareja. Obteniendo como recompensa una linda risilla del otro. —No seas malvado y ven aquí —pidió casi a los gritos debido a que el volumen de la música allí dentro era demasiado alto.

Y tomó de la cintura a Jake para atraerlo un poco más hacia él y quedar frente a frente. Permanecieron así por unos segundos, perdiéndose uno en la mirada del otro, hasta que el castaño, es decir Jake, acomodó su cabeza en el cálido hombro de Liam. 

Si bien la música era de un tono más festivo los movimientos de ellos eran suaves. Movían sus pies lentamente sin perder pista del cuerpo del otro, sintiéndose a cada segundo.

—Te amo —le susurró Jake al oído para que solo Liam escuchara.

El rubio lo tomó de ambos hombros y lo alejó un poco para recorrer con la mirada cada centímetro del rostro de Jake y luego unir sus labios. Saboreando lentamente el labio superior e introduciendo de a poco la lengua en la boca de su amado mientras la contraria esperaba gustosa su llegada.                                                                                                  En aquel beso sus cuerpos casi que lograban fundirse, sus alientos se rozaban una y otra vez sin reparos. 

—Y yo a ti Jake —le devolvió muy seguro, desplegando una tierna sonrisa.

Comenzaban a llegar más personas al boliche y el calor corporal que emitía el lugar era sofocante, sin embargo el ambiente parecía animarse cada vez más. Liam observaba como Jake bailaba ahora un poco más distendido y con unas copas encima. Pensó que era tan sensual cuando se lo proponía; las caderas de los dos estaban muy cerca, y ninguno perdía la oportunidad de acariciar al otro.                                                                                      No se percataron de que habían captado la atención de los presentes. Quienes los miraban con lujuria y algo de envidia desde el anonimato de la oscuridad.

Sin embargo la pareja ya cansada de tanto baile se volvió hacia la barra por unos tragos.

—Me alegra mucho que te haya gustado venir aquí —dijo el rubio levantando su mano derecha para acariciar la mejilla del castaño.

—Sólo me agrada porque estoy contigo, de otra manera dudo que eso pase —respondió sincero Jake mientras bebía su copa con unos colores bastante llamativos. Aunque no parecían ser tan llamativos como lo era Liam ante los ojos de las personas a su alrededor. 

Pues claro, ¿Cómo no mirarlo? No sólo su cuerpo atlético y fornido era atractivo; 1,82 de altura, cabello corto y levemente rizado color rubio claro natural, su tez blanca y lisa, pestañas largas y onduladas que adornaban unos ojos, en ese momento, marrones claros; su boca, con labios medianamente gruesos y de un tono rosa muy sensual, todo en él era atractivo. Cada uno de sus rasgos eran tan delicados y masculinos que tal belleza no pasaba desapercibida fácilmente. Hecho que, le ponía los pelos de punta a Jake y que en muchas ocasiones del pasado le había hecho perder la cabeza con más de un personaje que intentó ligarse a su novio frente a él. 

Por supuesto que enfrentaría a cualquiera que se pasara de listo o lista con su novio, ya que si era SU novio nadie tenía porque mirarlo. Nadie más que él, y por el contrario a sus deseos no había persona que no se detuviera a admirar, aunque sea por un segundo, a Liam y eso le molestaba de sobre manera.

—Te amo Jake —volvió a decirle el rubio con sus ojos cargados de amor.

Esas palabras sacaron a Jake de sus cavilaciones, en las cuales asesinaba a cada persona presente en la pista de baile de una manera diferente y muy cruenta.

Cuando Liam lo miraba de ese modo olvidaba todo, absolutamente todo. Y cuando escuchaba esas palabras de la boca de su amor, recordaba que por más que muchos desearan estar en su lugar pues no podrían, porque ése rubio tenía ojos solo para él, y era a ÉL al único que amaba.

—Creo que es hora de irnos —habló nuevamente el rubio verificando el reloj en su muñeca— Debo descansar un poco antes de ir a la oficina.

—Pero dijiste que mañana entrarías tarde amor —refunfuñó con carita de perro mojado el castaño.

—Sí y lo haré, pero por más que entre tarde debo dormir al menos unas horas. Esta semana el estudio será un caos; el viernes entraron varios casos y no pude adelantar nada porque Dominic tuvo que retenerlos y organizarlos a último momento —al oír ese nombre salir de la boca de Liam un enojo automático se apoderó de Jake— tengo que tener energías suficientes.

—De acuerdo, vamos —dijo sin oponerse, de todas formas ya empezaban a molestarle aquellas miradas descaradas sobre su novio. Seguro no faltaría el idiota que se les acercara para intentar hablarle a Liam.

—Aunque —hizo una pausa y con una pícara sonrisa agregó— Tengo una propuesta superadora

—¿De qué hablas cariño? 

—Vamos a casa —dijo tomando de la mano a Jake y jugueteando con ella— nos damos una ducha y...                                                                       No hacía falta que terminara de hablar, su rostro con los ojos llenos de deseo y esa sonrisa de lado eran todo lo que Jake necesitaba para comprender lo que pretendía. 

Jake recibió el mensaje con expresión neutra, dió un vistazo general al gran salón en el que se encontraban, descubriendo a un par de observadores, y en sus labios se dibujó una sonrisa igual a la de Liam.                                    —Acepto más que encantado su propuesta doctor.

Bajó de su asiento para colocarse entre las piernas de Liam. Y sin pudor alguno enlazó sus brazos en el cuello de su novio para besarlo ferozmente.  Liam no supo más que hacer que dejarse llevar por la pasión y el deseo que profesaba por su hombre. De pronto ya no existía nadie en el mundo salvo Jake.

—Creí que no te gustaría mi oferta —dijo sarcástico el rubio.

—Sí, me gusta y mucho —reafirmó Jake —demasiado.                              Las manos del rubio recorrieron desde la espalda, hasta estrecha cintura del otro sin dejar centímetro por tocar.

La intensidad del beso era tal que Liam no pudo evitar que algo en su entrepierna cobrara vida, y el castaño al sentir ese miembro creciendo contra el suyo no pudo evitar sentir cierta satisfacción. Con solo un beso podía volver loco a su novio y eso le llenaba de orgullo y excitación.

Inevitablemente Liam dejó escapar un leve gemido que fue callado por la boca de su castaño.

Sin importar nada siguieron degustándose sin descanso hasta que el aire les falto y tuvieron que separarse.

—Nos vamos —sentenció Liam, cogió de la mano a Jake y ambos se precipitaron a la salida, encontrándose con el auto del más alto, Liam, y subiendo rápidamente.

 

~ ° ~

 

Para regresar tuvo que manejar por casi una hora. El boliche al que habían asistido se encontraba del otro lado de la ciudad por lo que el viaje de vuelta les tomó bastante tiempo.                                                                          —Jake… —volteó para ver a su amado— Jaaake... te quedaste dormido... —sonrió tiernamente al ver a su novio de esa manera, se veía tan frágil, tan lindo. Acercó su mano al rostro del dormido y acarició su mejilla con el pulgar.

—Hmmm ¿Ya llegamos? —preguntó aún con los ojos cerrados.

—Sí, llegamos nene —estiró su brazo hacia la guantera y sacó las llaves de casa.

—¿Me cargas? —le pidió al rubio.

—Jajaja claro que no, tienes piernas amor y puedes hacerlo solo. Además piénsalo, moriría apenas llegando a la puerta —extrajo la llave del auto y presionó un botón para que las ventanas y seguros se bajaran.

—Eres muy cruel Liam Evans —dijo a la vez que le dedicó una mirada asesina.

—Y tú, Jake Willows, eres el hombre de mi vida  —respondió sereno el rubio.

—Te amo mucho ¿sabes? Eres... la persona a quién más amo en este mundo Liam. Lo digo en serio.                                                                              Se miraron por unos segundos que parecieron eternidades, percibiendo el amor profundo que sentían el uno por el otro.

—Entremos de una vez —dijo el rubio acariciando suavemente la rodilla de Jake.

 

~ ° ~

 

Una vez dentro del apartamento del castaño se dispusieron a cambiarse para estar más cómodos.

—Jake,  enciende el calefón por favor, quiero ducharme —dijo Liam desde el baño.                                                                                                  Pero no obtuvo respuesta de parte del de ojos celestes por largo rato. De modo que se dirigió hacia donde suponía que estaría su chico y sonrió a ver que estaba en la cama esperándolo.

—Hasta que vienes hombre, ¿Qué tanto te tardabas?

—Sólo quería ducharme pero como no contestabas decidí encender el calefón yo mismo y venir a ver que pasaba contigo.

—Ven aquí —Palmeó las colchas con una mano en señal de que se acercara. 

—No, primero quiero bañarme —dijo Liam señalando en dirección al baño.

—Y yo quiero tenerte dentro —respondió Jake sin paciencia.

—Aaaay pero que atrevido. Pervertido  —Al decir eso el rubio se cubrió la cara simulando vergüenza, mientras Jake sólo ladeo la cara para reírse levemente.

—Anda, tú lo prometiste, dijiste que me harías tuyo toda la noche y eso estoy esperando —le pedía insistente a su novio, poniéndose de rodillas en la cama. Pero Liam aún estaba algo lejos.

—Hmm, no amor, tengo sueño —se negó el otro sin tener en cuenta lo deseoso que su pareja estaba pasar esa noche revolcándose con él.

—¿Lo dices en serio? -—miró con seriedad incrédulo el castaño.

—...No... Por supuesto que no —y arremetió contra su Jake— no te librarás tan fácil de mi esta noche.

—Amor, lo que más quiero es que no me sueltes jamás —dijo apenas, entre beso y beso con los ojos cerrados— Te amo.

Desprendieron sus camisas y bajaron sus pantalones quedándose solo con los bóxers encima

—Buenas noches mi amor —dijo el castaño de ojos celestes.

—Créeme, hoy no dormirás Jake —enlazó un brazo en la cintura del castaño, y se entregaron ambos en manos de la lujuria.

 

Notas finales:

Bien eso fue todo, en un rato subiré otros capítulos más que tengo listos.

Si de verdad quieren hacer feliz a alguien hoy pueden dejar un comentario de que les pareció jja.

Hasta luego.


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