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El diario de Jona: amor o amistad. por Niche

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Notas del capitulo:

Un enorme saludo. Espero puedan disfrutar del diario de Jona y dejen sus comentarios de que les pareció.

-Me gustas…-dije.

¿Qué me pasa? ¿por qué me le estoy declarando a mi mejor amigo? ¿en que estaba pensando? ¿por qué no dice nada? ¿Por qué se queda callado? ¿acaso arruiné todo? ¿por qué soy tan estúpido? ¿Cómo pude pensar que él también sentía lo mismo que yo?

En ese momento el viento soplaba tan fuerte que arrancaba las hojas de los árboles.

¿Por qué no habla? ¿Qué he hecho?

Por mi mente pasaban tantas preguntas en esos pocos segundos que ambos nos quedamos callados.

Era una tarde tranquila en el parque principal de la ciudad, sin embargo, parecía que estábamos solos, no había ni un alma cerca, no se escuchaba nada más que el ruido del aire resoplar una y otra vez haciendo contraste con el golpeteo de las hojas y ramas de los árboles.

Nuestros cabellos se movían al ritmo de estos, pues ambos estábamos despeinados, ya que llevábamos un buen rato en ese ambiente.

Los dos vestíamos pantalones de mezclilla y un suéter, aunque cada uno con su diseño respectivo.

-lo siento…-me dijo.

Luego de esos incontables segundos esperando escuchar su respuesta fue lo único que me dijo sin verme a los ojos, parecía impedir que nuestras miradas se cruzaran.

Solo nos quedamos escuchando el ruido del aire que seguía golpeando contra los objetos de nuestro alrededor.

Eso es un no, ¿verdad? Me pregunté a mi mismo, cuando apenas estaba procesando lo que él acababa de responder. ¿Por qué un lo siento? ¿A caso se está disculpado porque me gusta?

Estaba tan poco estable emocionalmente en ese momento que quería echarme a llorar, porque sentía que había arruinado nuestra amistad y por haber sido rechazado por él. Sabía que las cosas no iban a ser las mismas de ahora en adelante.

Porque me había declarado a mi amigo de la infancia, habíamos estado juntos por mucho tiempo y nunca supe cuando comencé a tener estos sentimientos por él.

Verán, Matías y yo nos conocimos en el preescolar, era un niño muy llorón y mimando, porque sus “papis” tienen dinero, siempre lloraba por todo, nunca se me hubiera ocurrido hablarte a alguien como él, ya que desde pequeño siempre tuve las cosas bien en claras sobre con quien me gustaría hacer amistad y en mis planes no estaba ser amigo de alguien como él, siempre que lo veía estaba muy bien vestido, parecía niño de la realeza, llevaba sus objetos caros y de buena calidad siempre, así que era molesto verlo.

Entonces el día que decidí hablarle o más bien el día que él decidió que seriamos amigos fue la vez que unos mocosos no dejaban de molestarlo mientras él se encontraba jugando en los columpios del preescolar, ósea en la parte trasera de las aulas, era donde siempre no la pasábamos en horario de receso, en ese tiempo nosotros tendríamos aproximadamente 5 años cada uno, realmente no recuerdo la fecha exacta en la que pasó.

Bueno… mientras yo me comía mi sándwich muy felizmente debajo de un árbol que se encontraba a pocos metros de los juegos infantiles de repente escuché el llanto de un niño, ni si quiera me molesté en voltear, pues yo realmente estaba concentrado en lo que comía.

Ya cuando escuché que los llantos no cesaban entonces llamó mi atención, pues ahí estaba ese niño mimado llorando en el suelo mientras que dos niños le decían cosas, pude ver que ni si quiera hacía lo posible por defenderse. Vaya mocoso más tonto, pensé cuando lo vi cubierto en tierra. Pero como yo era tan heroico decidí acercarme a intentar defenderlo luego de un rato que noté que nadie se acercaba a hacer algo, las maestras ni si quiera nos estaban poniendo atención, parecía ser que se habían puesto de acuerdo para no vigilarnos.

-¡Ey, esperpentos!-les grité a los mocosos tratando de desviar su atención hacía mi.

Me acerqué a donde estaba ocurriendo el incidente.

- ¡Largo de aquí! -les dije poniéndome enfrente del chiquillo llorón que aún seguía en el suelo cubierto de tierra.

Lo di un leve vistazo de reojo, pues no podía verlo por completo, ya que se encontraba a espaldas de mi con la cara cubierta de lágrimas.

- ¿Puedes levantarte? -le dije.

Ni si quiera me respondió, seguía sollozando, parecía estar asustado, esos niños realmente sabían con quién meterse porque él parecía el ser más débil, ni si quiera se pudo defender con una palabra.

- ¡¿Quieren que los golpee acaso?!-me sentía la cosa más poderosa en ese momento, ya que nunca me deje por nadie.

Los mocosos ni me respondieron, solamente se fueron corriendo en cuanto les enseñé mi puño, pues yo nunca había peleado, pero valentía no me faltaba.

Me di media vuelta para ver como seguía ese niño llorón, en ese momento él sujetó mi mano mientras me veía a los ojos, parecía que quería decirme algo, yo simplemente lo miré, pues aun así esperaba que me diera las gracias por lo valiente que fui.

-serás mi amigo de ahora en adelante-fue lo único que me dijo mientras que ambos nos veíamos directamente a los ojos.

¿Su amigo? Me repetí en la mente mientras que no me cabía en la cabeza tener una amistad con alguien como ese mocoso.

Y así fue, ese chico decidió que yo sería su mejor amigo, ni si quiera me pude negar ya que cada que no quería hablarle o estar con él se ponía a llorar, prácticamente siempre me chantajeo con eso, no supe ni cuando es que me comenzó a caer bien, pues fuimos como cualquier par de amigos que se reunían para jugar luego de la escuela o en horas de receso después de clase, fue así desde ese instante.

Él siempre insistió en estar detrás de mi, pues parecía admirarme o algo así, realmente nunca supe el porque se empeñaba tanto en ser mi amigo, ya que yo siempre he tenido mal humor para todo, soy el chico frio o desalmado como dicen, pero él siempre quiso estar a mi lado, inclusive siempre hizo lo posible porque nos tocara estar en la misma escuela y en el mismo salón.

Era molesto al principio, pero me fui acostumbrando poco a poco a convivir con ese chico.

Desde el preescolar siempre lo defendí de quien se metiera con él porque era más alto que ese chico, así que me sentía como su hermano mayor, aunque él me ganara de edad por algunos meses. Cuando entramos a la secundaria no se como es que ese mocoso llorón logró crecer tanto, me comenzó a dejar abajo rápidamente y yo dejé de ser quien lo protegía de los abusivos.

Cuando íbamos en segundo de secundaria él ya me había superado por más de 10 centímetros y yo no crecía demasiado, parecía que a él le habían dado demasiadas vitaminas.

Al lado de Matías yo parecía su hermano menor, ahora los papeles se habían invertido, aun que él se viera como el chico protector yo siempre era quien terminaba peleando sus batallas, porque él aún seguía igual de llorón.

De verdad que esté chico parecía un niño mimado y aun que los demás ni cuenta se daban yo podía notarlo porque siempre estábamos juntos, ambos nos conocíamos a la perfección.

Bueno… ¿en que me había quedado?... realmente si lo recuerdo, pero quisiera poder borrar ese momento de mi mente, haber pretendido como si nunca hubiera pasado, pero eso es imposible, ya que no cualquier persona supera que su amigo de toda la vida se le haya declarado y que de un momento a otro descubras que ese amigo con el que jugabas videojuegos por las tardes, con el que comías pizza en las noches mientras veían películas… Nunca te hubieras imaginado que ese amigo es gay y se enamoró de ti, creo que esos eran los pensamientos por los que estaba pasando Matías.

En ese momento que me declaré ni si quiera sabía que pasaba por mi cabeza para haber hecho eso, nunca me hubiera imaginado que me atrevería a hacer algo así, justamente por lo orgulloso que soy, pero quizá dentro de mi quería pensar en que él y yo podíamos tener una relación algo más que amigos.

Muchas veces nos imaginé saliendo juntos como pareja, pero creo que nunca podríamos llegar a eso, ya que él nunca dio indicios de querer algo más conmigo, él sin duda era un donjuán que siempre le gustó a las chicas, hasta el momento que llevábamos de amigos lo llegué a ver que salía con alguna de ellas, pero nada serio, ya que a la semana terminaban.

Como iba diciendo luego de que me le declarara a ese tipo tuve tanta vergüenza de volver a verlo así que me comencé a distanciar, ya ni si quiera quería ir a clases porque le veía la cara y me daba mucha pena.

Pues así estuve unos cuantos días… Hasta que… llegó llorando a la puerta de mi casa.

Parecía ser que me extrañaba mucho, era frustrante que fuera así, ya que yo no podía tomar mis propias decisiones porque cada que me quería alejar de él siempre regresaba llorando para que volviera a ser su amigo.

Ese día llevaba videojuegos y comida a mi casa mientras que no dejaba de llorar, pues parecía que quería reconciliarse conmigo.

Entonces, ¿Por qué me rechazó el maldito? Ni si quiera sabía qué clase de relación llevábamos, por qué a él no parecía importarle que yo tuviera sentimientos hacía él.

Luego de ese día de que me pidiera volver con él fue lo mismo de siempre, ambos ignoramos lo que había pasado, así que siguió viniendo a mi casa a jugar videojuegos, a comer comida rápida mientras veíamos películas en mi cuarto.

Y todo siguió así…

Hoy ya han pasado 2 años desde que me le declaré y realmente todo parece estar olvidado por parte de él, pero debo admitir que por parte mía aun sigo sintiendo lo mismo y el hecho de no haberme alejado de él hizo que mis sentimientos crecieran, pero jamás volveré a cometer la estupidez de declarármele, ya que esta vez realmente no sabría qué cara ponerle si me vuelve a rechazar.

En fin… hoy estamos yendo a nuestro ultimo año de preparatoria, apenas estamos entrando al penúltimo semestre, ambos tenemos 17 años y las cosas van como de costumbre.

Él ahora se ha vuelto un chico verdaderamente popular, es el capitán del equipo de basquetbol, un conquistador con las chicas, como ya mencioné antes es alto, mide aproximadamente 1.85 metros, mientras que yo apenas y llegué a 1.70 metros, aunque no es demasiada la diferencia, aun así, me siento un enano al lado de él.

Desde que entramos a la preparatoria él se volvió un chico atlético, pues al parecer aquí pudo desenvolver ese lado de él, porque fue perfecto para el equipo de basquetbol debido a su altura, a los pocos meses lo hicieron el capitán de su equipo y desde entonces toda la escuela lo conoce, cualquiera le habla y las chicas babean por él. Aun después de todo eso seguimos siendo los mejores amigos y prefiere pasar el tiempo conmigo que con otras personas a decir verdad él es el único amigo que tengo, soy muy antisocial y malhumorado por tal razón no le hablo a muchas personas, simplemente cuando realmente es necesario hacerlo.

Para que tengan una mejor imaginación de como somos ambos les daré una descripción ya que quiero que sigan mi historia al pie de la letra y logren imaginarse cada momento que redactaré de aquí en adelante.

Mi nombre es Jonathan, pero me gusta que me digan Jona, soy un chico con estatura de 1.70, tengo el cabello color castaño oscuro, es un poco largo, me llega más o menos debajo de la oreja y la mayoría de las veces lo tengo alborotado porque soy demasiado flojo para peinarlo, es un poco ondulado, lo cual me gusta. Mi complexión es delgada, pero tampoco soy un escuálido, simplemente normal o eso creo, me gustan los videojuegos, soy muy bueno en los estudios porque al no hablar con nadie no me quedó de otra que ser bueno para todas las materias, no me esfuerzo realmente en estudiar ya que se me da bien la compresión de todos los temas, no soy nada bueno para los deportes a comparación de Matías y ahora que lo pienso somos completamente diferentes, no tenemos nada en común, excepto que nos gusta jugar y ver películas, aunque no siempre estamos de acuerdo en cuales ver, porque a mí me gustan las de terror y suspenso, pero a él le gustan las románticas, de comedia o de fantasía, somos completamente diferentes ahora que lo pienso, la única razón del porque nunca se nos terminan los temas de que hablar es porque él siempre encuentra que decir y luego de llevar 12 años de mejores amigos creo que se vuelve más fácil estar juntos.

Y con respecto a Matías él mide 1.85 metros, tiene un cuerpo atlético, lo cual lo hace ver que si practica deportes, su cabello es color castaño, más claro que el mío y hacen buen juego con sus ojos color avellana, no lo lleva tan largo como el mío, pero tampoco lo mantiene corto. A diferencia de mi él nunca se ha esforzado en los estudios a pesar de que sus padres siempre lo han metido a clases particulares de cualquier tipo.

Desde que lo conozco siempre ha estado ocupado en ese tipo de cosas, clases de piano, violín, idiomas. A decir verdad, ni si quiera se cuantos idiomas habla, solamente lo único que me dijo fue que tomaba esas clases.

Sus padres son muy estrictos, les gusta dar una buena apariencia ante la sociedad y por esa razón siempre están presionándolo para ser un chico perfecto o modelo a seguir, él es su único hijo y desde que tengo memoria siempre lo han estado vistiendo con ropa elegante y cara, aunque a él parece molestarle eso con tal de no discutir con sus padres lo deja pasar.

Creo que con esto ya se dan más una mejor idea de cómo es cada uno.

Por hoy será todo lo que les contaré, porque ya debo dormir y mañana tenemos clases. Nos veremos en otro momento.

 

 


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