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Viviré en tu memoria por NDTaurus

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Notas del capitulo:

He aquí la actualización de esta semana... <3 

Espero que les agrade!

***

A pesar de los inconvenientes, ese había resultado ser un buen día, logró resolver los temas del trabajo con rapidez, solo necesitaba el maldito portafolios que había olvidado en casa para dejar de lado el taller por el resto de la semana, y así disfrutar el tiempo que le quedaba con Law antes de que tuviera que regresar al hospital, ¿Cómo fue que de un momento a otro todo se había ido a la mierda?

Pero no podía ser, definitivamente ellos no podían estar besándose en el balcón, era absurdo. Law jamás le haría algo así, él no sería capaz... ¿Verdad?

Negó tratando de ignorar esos pensamientos absurdos, se repetía que debía calmarse y no estallar en cuanto entrara al departamento, y de la misma forma pensaba en que realmente no sabía cómo iba a reaccionar al final.

De a poco sintió como toda esa tristeza comenzaba a transformarse en ira, y apuró el paso hacia el edificio, entró y presionó el botón del ascensor. Respiró profundo, intentando recuperar la calma mientras esperaba a que se abrieran las puertas, y cuando lo hicieron, se encontró de frente con Zoro cargando a Law sobra su espalda.

Se miraron a los ojos, Kid parpadeó volviendo de golpe a la realidad —¿Qué diablos?

—Gracias al cielo estas aquí. Tiene fiebre, hay que ir al hospital —respondió Zoro saliendo del ascensor, dio un par de pasos y se detuvo al ver que Kid no le seguía— Maldita sea Kid, muévete ya.

Espabiló y volvió sobre sus pasos para alcanzarles, para su "buena suerte" el semáforo les dio verde y pudieron cruzar sin problemas.

Dentro del vehículo, Law le pidió que encendiera el aire acondicionado y lo dejara en la temperatura más baja. Kid acató la petición y preguntó qué tan alta estaba su temperatura.

—39,5° —respondió Law.

—¿Eso es mucho?

—¿No tanto para una persona sana? —Kid asintió, apretó con fuerza el volante y respiró profundo.

—¿Quieres que manaje yo? —preguntó Zoro y Kid negó indicándole que abrochara bien los cinturones de seguridad y que le avisara a Marco que iban en camino.

No supo cómo fue que llegaron al hospital, lo que sí sabía es que nunca antes se había tardado tan poco tiempo en hacer ese trayecto. Cuando llegaron ya había un equipo médico esperando en la entrada de urgencias. Se bajaron del vehículo y uno de los internos les acercó una silla de ruedas para facilitar el traslado.

—Una vez adentro deben quedarse en la sala de espera... —dijo Marco y fue interrumpido por Kid.

—Lo sabemos, tú has lo que tengas que hacer y yo me encargo del papeleo —Marco asintió, le dio un par de indicaciones a los internos que le estaban asistiendo y se perdieron por uno de los pasillos del hospital.

Kid se encargó de hacer el papeleo correspondiente y se sentó a esperar.

—¿Quieres que te traiga un café o algo? —ofreció Zoro y Kid le miró con severidad.

—Preferiría que me dijeras cómo fue que pasó esto —soltó con algo de rabia contenida.

—¿A qué te refieres? —preguntó entrecerrando los ojos.  

—¿Cómo es que no te diste cuenta de que se encontraba mal? —le recriminó, estaba molesto, muy molesto, aunque no le quedaba claro del todo si era por el estado de Law o por lo que le pareció ver desde la calle.

—Pues, no lo sé, no se veía mal, almorzamos y dijo que saldría a tomar un poco de aire, yo me quedé adentro lavando los platos y cuando salí al balcón me di cuenta de que no estaba bien, pero fue algo de unos minutos —Kid chasqueó la lengua y desvió la mirada con irritación—, lamento que esto ocurriera y entiendo cómo te sientes, pero...

—¿Que lo entiendes? ¿en serio? —dijo alzando un poco la voz—, ¡¿en serio crees que entiendes mínimamente como me siento?!

—Claro que lo entiendo...

—¡No tienes idea! —estalló—, ¡no alcanzarías siquiera a imaginarlo!

—¡Por supuesto que sí! —respondió Zoro comenzando a enfadarse también—, Tú no eres el único que está afectado por ver a Law en mal estado, ¡todos estamos preocupados por él!

—¡Pues si le hubieras puesto un poco más de atención no nos encontraríamos en esta situación!

—¡¿Qué acaso no escuchaste lo que acabo de decir?!

—¡Claro que te escuché! —dijo poniéndose de pie—, y no me importan tus excusas baratas —soltó mirándole hacia abajo.

—Que estés dolido no es excusa para que actúes como un imbécil...

—¿Qué fue lo que dijiste? —Kid le agarró del cuello de la camiseta.

—Que estás actuando como un imbécil —repitió con algo de desdén.

—No sabes las ganas que tengo de botarte un par de dientes... —dijo acortando un poco más la distancia entre ambos

—Como si pudieras... —respondió Zoro sin dejarse intimidar por el tamaño de su "oponente".

—¡Basta ya los dos! —gritó Chopper separándoles—, ¡este no es el momento ni el lugar para que se pongan a pelear!

Los dos aludidos miraron al doctor y después alrededor, estaban llamando la atención de todos los presentes.

—Lo siento —dijo Zoro bajando la mirada y Kid le soltó para bajar poco a poco sus manos—, comprendo que estés molesto, le dejaste a mi cuidado y no hice un buen trabajo, lo lamento —terminó diciendo con una reverencia mientras se tragaba su orgullo.

Kid dio un paso atrás, bajó la mirada y apretó los puños —No fue tu culpa—, admitió comprendiendo que estaba actuando de forma irracional —lamento haber reaccionado de esta forma.

Chopper resopló mirándolos aún con algo de severidad —mucho mejor. Ahora siéntense a esperar y no vuelvan a discutir. ¿Entendido? —ambos asintieron y tomaron asiento.

Un par de horas más tarde Marco salió y se acercó a ellos —Dime que tienes buenas noticias—, pidió Kid y Marco negó.

—Tiene una infección, no se manifestó antes debido a los medicamentos, pero su avance no ha sido rápido. Fue bueno que le trajeran de inmediato al hospital.

—¿Una infección? —preguntó Zoro—, ¿Cómo fue que pasó eso?

—Tuvo una disminución importante de glóbulos blancos, eso trajo algunas complicaciones. Ahora le estamos tratando con antibióticos y debe quedarse en observación. En unos minutos le trasladaremos a cuidados intensivos.

—¿Puedo verlo? —preguntó Kid y Marco negó nuevamente.

—Lo siento, no es posible de momento —puso su mano en el hombro de Kid—. Les recomiendo que vayan a descansar —Kid iba a refutar—, no hay nada que puedan hacer estando aquí —le atajó Marco—. Sabes que me comunicaré contigo en caso de cualquier cosa —Kid asintió y tomó asiento nuevamente, se sentía consternado y un tanto inútil—. Ahora, con su permiso chicos, debo regresar a trabajar.

Zoro asintió, soltó un suspiro y se volteó para quedar frente a frente con Kid —¿Quieres un trago?

Kid le miró con incredulidad— ¿En serio me estás preguntando si quiero beber en una situación como esta? —preguntó con la voz un tanto afectada debido a la angustia que comenzaba a sentir.

—Sí —respondió de forma relajada—, hay un bar a un par de cuadras. ¿Qué dices? —Kid lo pensó unos segundos y se puso de pie—, ¿eso es un sí?

—Solo un trago.

***

Ese "solo un trago" se transformó en dos, luego en tres y cuatro. Si bien Kid se había reunido con sus amigos de forma esporádica mientras Law estaba en el hospital, no se había animado a beber, y le resultaba hasta un poco irreal encontrarse bebiendo a solas con Zoro en un bar.

—Aún no puedo creer que acepté venir a beber contigo —dijo para luego empinarse la botella de cerveza.

—Bueno, ya te había invitado a beber, aunque claro, no lo había imaginado bajo estas circunstancias.

—Oye, yo... en serio lamento haber actuado así hace un rato, es que... —¿Qué iba a decir? ¿te vi besando a Law en el balcón y me entraron ganas de partirte la cara? Meditó unos segundos, ¿y por qué no? Él era conocido por ser una persona directa, así que ¿por qué comenzar a titubear ahora?

—¿Qué? —preguntó Zoro instándole a seguir.

—Cuando llegué al edificio, los vi en el balcón, desde abajo... —comenzó.

—Pues supongo que sí, ahí estábamos después de todo... —agregó Zoro sin terminar de comprender a qué iba con eso.

—Desde mi punto de vista se veía como si estuvieran besándose... —Zoro abrió los ojos con sorpresa y luego sonrió, esa era la pieza que le faltaba en el rompecabezas.

—Ahora entiendo por qué actuabas así —bebió un sorbo—. Creo..., creo que, si yo estuviera en tu lugar, no hubiera actuado mejor —suspiró y dejó la botella sobre la mesa—. Kid, seré sincero contigo. Amo a Law —Kid frunció el ceño y le miró con atención mientras empuñaba su mano sobre la mesa—, algo me dice que lo voy a amar siempre —soltó con una suave carcajada—. Pero él te ama a ti, y sé que no tengo oportunidad contra eso.

—Roronoa...

—Lo que realmente quiero decir es..., que, para mí, amar a alguien es procurar su felicidad por sobre la mía, y Law es inmensamente feliz contigo —jugó con la botella entre sus manos y se la llevó a los labios—. Así que deja de pensar estupideces, porque yo jamás me interpondré en su felicidad.

Kid se relajó sobre su asiento y suspiró mirando el techo —Maldición, ¿Cómo se supone que voy a odiarte si actúas como un tipo agradable?

Zoro comenzó a reír —Bueno, creo que una amenaza podría servir para emparejar el terreno.

—¿Ah sí? —Zoro asintió, se enderezó en su asiento y le apuntó con la botella.

—Hazle llorar, aunque sea una vez, y veremos quien pierde más dientes —Kid le sostuvo la mirada, extendió la mano y Zoro la tomó.

—Acepto tu amenaza —agregó con una sonrisa.

—¿Brindamos por eso?

—¿Por qué no? —ambos tomaron sus botellas y las alzaron, "salud", dijeron al unísono y continuaron bebiendo.

Mientras compartían en ese bar, contándose una anécdota tras otra, fueron acercándose un poco más cada vez, estrechando esa brecha invisible que les separaba. Tal vez, con un poco más de tiempo, podrían llegar a ser muy buenos amigos.

***

El tiempo que Law pasaría en cuidados intensivos no podría recibir visitas. Eso era algo que a Kid no terminaba de agradarle, al contrario, le sentaba bastante mal, por lo que trató de abocarse a su trabajo, intentando de esa forma, no pensar en cosas negativas.

En las mañanas era el primero en llegar al taller y en las tardes era el último en irse. No tenía ganas de estar en su departamento. Pero tampoco tenía ganas de salir, así que rechazó amablemente todas las invitaciones que le hicieron sus amigos.

Sin embargo, el tercer día se sorprendió al ver a Zoro esperándole afuera del taller.

—¿Qué haces aquí? —preguntó al verle apoyado en la barra de contención que daba hacia la calle.

—Bueno, estuve hablando con Chopper, y me dijo que no sabía si te autorizarían a ver a Law mañana. Imaginé que eso te tendría mal, porque la verdad, aquí entre nos, eres bastante sentimental. Así que traje algo para pasar el rato —dijo levantando una bolsa con un par de botellas— ¿Qué dices?

Kid sonrió con algo de desánimo y le quitó la alarma a su vehículo —que tengo hielo y vasos en el departamento, sube.

En el trayecto al departamento pasaron a comprar un poco de carne para la cena, fue un viaje algo silencioso, de un silencio un tanto extraño.

Al llegar al departamento, Kid fue a abrir las ventanas y Zoro entró a la cocina para sacar las cosas que necesitarían para sentarse a beber.

—¿Te parece que nos acomodemos en el balcón? —propuso Kid mientras amarraba las cortinas.

—Claro. La tarde está agradable y podemos usar el asador para preparar la carne. Aunque no soy un gran cocinero —dijo tendiéndole el primer vaso de la noche.

—Por suerte para ti, a mí se me da bien cocinar —respondió un poco más animado aceptando el vaso. Zoro sonrió divertido.

—Bueno, si algún día terminas con Law ya tienes mi número —dijo con picardía y Kid escupió el primer sorbo de su trago. Zoro se carcajeó y volvió a la cocina para comenzar a cortar la carne, había decidido encargarse de la comida por esta vez. 

Tiraron la carne a la parrilla y conversaron de trabajo. Kid le relató que estaban pensando en expandirse con una segunda sucursal debido a lo bien que les estaba yendo en el taller y que ahora estaba buscando más personal. Zoro le escuchaba atento mientras le daba vuelta a la carne.

—La sensación de alcanzar una meta es tan satisfactoria —agregó Zoro con sus ojos cerrados disfrutando de la brisa—. Realmente me alegra que les esté yendo bien —, dijo para después mirarle con una afable sonrisa y levantar su vaso—. Salud por eso.

—Salud —respondió sintiendo como por fin, después de unos días horribles, lograba relajarse un poco—. Y a ti, ¿Cómo te ha ido? —preguntó para generar conversación.

Zoro le comentó que a pesar de que le ha ido bien con su trabajo, está algo cansado y desea quedarse un tiempo de punto fijo en una ciudad —espero que sea esta—, dijo algo pensativo —o terminaría siendo lo mismo que ahora, pero con más gastos—, concluyó con una sonrisa mientras volvía a beber de su vaso.

—Bueno, en ocasiones es bueno bajarle al velocímetro.

—Y disfrutar del momento —soltó risueño mientras giraba la carne—. ¿No tienes calor?

—Algo —respondió Kid mientras se sentaba a mirar las estrellas. Cerró sus ojos dejándose llevar por la suave brisa y Zoro comenzó a quitarse la camisa para mitigar el calor.

Kid suspiró y a pesar de estar pasando un momento grato no podía dejar de pensar en Law. ¿Cómo estaba? ¿Habrá tenido alguna mejoría? ¿Cuánto más tenía que esperar para tener noticias?

—¿Te sirvo otro? —preguntó Zoro al ver que su vaso ya estaba vacío.

—Por favor —respondió abriendo sus ojos, sorprendiéndose un poco al verle sin camisa.

—Em ¿Te molesta que me quite la camisa? De verdad hace calor —Kid le recorrió descaradamente con los ojos antes de desviar la mirada y responder.

—No, no me molesta, es... —negó mientras comenzaba a reír—, no es nada, olvídalo, es una tontería.

—Oh vamos, suéltalo ya —Kid comenzó a reír y le comentó de las conversaciones que había tenido con Law respecto a él hace unos días atrás.

—Te dije que era una tontera.

Zoro lo pensó unos segundos mientras ponía la carne que ya estaba lista en un plato, se acercó a la mesa, dejó la carne y se sentó frente a Kid—La verdad, yo si lo haría.

—Es broma, ¿verdad? —preguntó Kid sin creer del todo en las palabras de su nuevo compañero de copas al tiempo que probaba la carne.

—No, es decir, ya he estado en esa situación —dijo restándole importancia para echarse también un trozo de carne a la boca—. Y es una buena experiencia. O por lo menos para mí lo fue. Así que si algún día se animan yo no tendría ningún problema en participar.

Kid soltó una carcajada y le miró con una sonrisa, intentó pensar en si eso sería posible alguna vez y sintió como poco a poco se formaba un nudo en su garganta, se cubrió los ojos con una de sus manos y trató de reprimir sus lágrimas.

—Ey... —le llamó Zoro con mesura.

—Lo siento, me puse a pensar de más —tragó saliva y respiró de forma pausada para recuperar la compostura—. Por mi parte puedo decir que, cuando todo mejore, si podría considerarlo —logró decir con algo de dificultad mientras sus lágrimas comenzaban a caer.

Zoro tomó su mano sobre la mesa y la apretó con algo de fuerza —Law se ve frágil, pero es un tipo duro. Es de esos que se hacen más fuertes con cada caída. Así que, ten un poco de paciencia y espera, verás como se levanta de nuevo.

Kid asintió aún tratando de contenerse y Zoro se puso de pie para darle un abrazo, no estaba seguro de que fuera a ser bien recibido. Se alegró al no ser apartado de un empujón, pero fue entonces que comprendió lo mal que se encontraba el pelirrojo.

Devolvió el abrazo, al principio con reticencia, después con algo de necesidad. Sintió que se le apretaba el corazón dentro del pecho, nunca antes se había sentido tan vulnerable, y de un momento a otro simplemente se dio por vencido y dejó salir toda esa amargura que se había acumulado por semanas en su interior.

***

A la mañana siguiente, Kid sentía como si alguien hubiera taladrado su cabeza. Y no sabía muy bien si el dolor se debía las botellas de sake vacías en su cocina, o, a que nunca antes había llorado tanto en una sola noche.

Se lamentó mentalmente el haber sido tan irresponsable con la bebida y se preguntó cómo es que había llegado hasta su cama, y si Zoro se había quedado o se había ido a su departamento.

En eso pensaba cuando Zoro se asomó por la puerta de la habitación, se veía tan fresco como una lechuga, como si no hubiera tomado en toda la noche.

Después de preguntarle cómo se sentía, y de recibir una respuesta positiva, Zoro se despidió, indicando que si no se iba pronto se le haría tarde para comenzar a trabajar, le deseó un buen día y se retiró diciéndole que había quedado café preparado en caso de que quisiera beber una tasa.

Kid cubrió su cabeza con la almohada y le envió un texto a Killer diciéndole que llegaría más tarde porque no se sentía bien. Killer, preocupado, le devolvió la llamada y lo sermoneó cuando supo el motivo por el que no se encontraba en condiciones de salir a trabajar, le recomendó que bebiera agua y se tomara el día para descansar. Después de todo, él y Bonnie ya le habían demostrado con creces que ellos eran capaces de hacerse cargo del taller en su ausencia.

Se levantó con algo de pereza, se dio una ducha y se sirvió café, le dio el primer sorbo con algo de nostalgia y tomó su teléfono para llamar al hospital.

Para su felicidad, Marco le informó que Law ya se encontraba mucho mejor, y que, si todo salía bien durante las próximas horas, podría hacerle una visita durante la tarde.

Terminó de tomar su café y volvió a meterse a la cama, puso un poco de música suave y cerró los ojos para dormir un rato más. Estaba relativamente feliz, su pecho se sentía mucho más ligero y podía volver a mirar el mundo desde un punto de vista más amigable.

 

Continuará...>>

Notas finales:

Me ha encantado releer este fic... me hace querer escribir un one shot de Kid y Zoro x'D 

Eso... jajaja...

Gracias por leer! 


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