Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Viviré en tu memoria por NDTaurus

[Reviews - 19]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del capitulo:

Aquí el capítulo 5 :D

Espero sea de su agrado. 

***

 

El celular de Kid comenzó a sonar a la misma hora de siempre, y mientras apagaba la alarma, Law se aferró a él para impedirle que saliera de la cama. Kid se volteó para abrazarle bajo las mantas, y después de unos minutos le dio un beso en la coronilla.

—Ya debo levantarme.

—No quiero que te vayas —respondió sin soltarle.

—Y yo no quiero irme, pero no puedo faltar a la reunión de hoy. Créeme que si no fuera importante me quedaría aquí contigo, no me hace gracia dejarte solo.

Desistió soltando un suspiro y liberó a Kid de su abrazo, quien se levantó después de besar suavemente sus labios —volveré temprano.

—Ve tranquilo. Estoy bien, y Mugiwara dijo que vendría a almorzar conmigo, así que no estaré solo.

Kid frunció el ceño —ok… eso es…, bueno, supongo…—, realmente no le parecía muy buena idea que fuera precisamente Luffy quien pasase la tarde con Law, hubiera preferido a alguien un poquito más centrado, pero, por otro lado, se sentía más tranquilo al saber que su moreno no estaría solo por tanto tiempo. Suspiró resignado y se metió al baño para alistarse.

El reloj marcaba las 7:00 cuando Kid se despidió —¿Seguro que no quieres que te deje listo el desayuno? —le sonrió y negó—, ok… promete que me llamarás en caso de cualquier cosa.

—Lo prometo —Kid le sonrió con ternura, besó su frente y se retiró.

Escuchó la puerta cerrarse y soltó un bostezo. Miró el reloj de pared y cerró sus ojos, no había pasado una buena noche, así que intentaría dormir por media hora más antes de salir de la cama.

***

Al despertar se levantó con movimientos lentos debido al dolor corporal, entró al baño para asearse, tenía unas ganas tremendas de darse una ducha, pero aún no podía hacerlo, así que, con paciencia, lavó poco a poco las partes de su cuerpo. Al terminar caminó con algo de dificultad hasta el armario y se vistió con su ropa más holgada. Se calzó unas pantuflas y decidió que ya era tiempo de desayunar.

Entró a la cocina y miró el frasco de café con el ceño fruncido. De verdad sentía que le hacía falta una taza, pero prometió que haría un intento por disminuir su consumo, así que, con pesar, guardó tanto el café como la cafetera. Partiría por quitar la tentación del camino.

Desayunó mirando las noticias y respondió los mensajes sin leer que se acumulaban en su teléfono. Les escribió a los internos que estaban en su servicio; preguntó por cada uno de sus pacientes y fue dando indicaciones para sus tratamientos.

Estaba disfrutando realizar su trabajo a distancia cuando recibió una llamada. Observó su teléfono con detenimiento, tomó un sorbo de tu taza y deslizó la opción para responder.

—¿Qué crees que haces? —preguntó Marco al otro lado de la línea.

—Marco-ya, buenos días —respondió ignorando el tono fastidiado de Marco.  

—Buenos días. ¿Qué crees que haces?

—No sé a qué te refieres —volvió a beber su té con tranquilidad.

—Estás con licencia médica, 5 días de reposo.

—Sí, lo sé.

—Entonces podrías explicarme por qué estás dándole indicaciones a los internos.

—Esos malditos traidores —gruñó dejando la taza sobre la mesa.

—Law…

—No puedes esperar a que me encierre 4 días más en mi casa sin hacer nada.

—Eso es precisamente lo que espero que hagas.

—Pero es injusto, te dije que con dos días de reposo estaría bien, yo debería regresar a trabajar mañana.

Podía imaginar a Marco afirmándose el puente de la nariz mientras contaba mentalmente hasta el número que fuera necesario para controlar el impulso de gritarle —le dije a los chicos que no te respondan el teléfono.

—¿Qué? —preguntó con incredulidad.

—Y me informarán si es que intentas comunicarte con ellos nuevamente, así que no lo hagas —advirtió—. Descansa los días que te quedan y sólo comunícate en caso de que sea estrictamente necesario. ¿Entendido?

Decir que estaba enojado sería poco, y aunque entendía la molestia de Marco, no compartía el tiempo excesivo de recuperación que le había dado —está bien—, respondió con fastidio —me desconectaré del trabajo los días que quedan. ¿Feliz?

—No, no feliz, pero sí más tranquilo —respondió Marco un poco tono más sereno, para luego excusarse diciendo que debía regresar a trabajar y que esperaba no tener que marcarle de nuevo para llamar su atención.

Se despidieron y lanzó el teléfono a la otra punta del sofá. ¿Qué se supone que haría ahora? El departamento se le hacía tremendamente aburrido sin Kid, tampoco era como que pudiera salir a dar una vuelta por ahí, y aún faltaban unas cuantas horas para que Luffy llegara a poner su mundo de cabeza.

Terminó su desayuno y encendió el radio para poner algo de música. Con cuidado, y muy despacio, lavó la losa que ensució, abrió las ventanas y tendió la cama. Pensó en pasar la escoba, pero eso definitivamente no podría hacerlo sin aumentar el dolor de su cadera. Así que optó por tomar una manta del armario, el libro que no pudo leer el día anterior y se sirvió otra taza de té para acomodarse a leer en el sofá mientras esperaba a que llegara su amigo.

El tiempo se le pasó volando sumergido en el libro. Lo único que arruinaba su tiempo de paz eran los mareos que venían de vez en vez en forma súbita y le obligaban a detener su lectura.

Pasaban unos treinta minutos del mediodía cuando Luffy llegó al departamento.

—¡Torao! —gritó con energía.

Se puso de pie con algo de dificultad y cojeó hasta la puerta —Mugiwara-ya—, dijo al abrir —existen los timbres.

—Pero no hubieras sabido que era yo —respondió jovial para luego soltar su característica risa. Entró al departamento y dejó las bolsas que llevaba consigo sobre la mesa de la cocina.

—Veo que te detuviste donde Kuroashi-ya…

—¡Sí! No sabía qué traer, así que envió varios platillos —agregó con una enorme sonrisa—, puedes escoger el que más te guste.

—Tendré que agradecerle después —dijo mientras movía una silla para tomar asiento.

—¿Cómo te sientes? —preguntó Luffy tomando asiento frente a él—, recuerdo que Ace dijo que lo que te iban a hacer era doloroso —le miró con curiosidad.  

—Sí, pero el dolor va disminuyendo conforme pasan los días. Así que al terminar la semana ya no debería ser un problema —respondió mientras se apoyaba relajadamente en la mesa.

—Genial —respondió Luffy sin dejar de sonreír—, ¿Qué harás estos días? ¿puedes salir o debes estar encerrado? —preguntó mientras comenzaba a sacar los bentō.

—Legalmente hablando, debo estar encerrado. Así que no puedo salir del departamento —Luffy sonrió de forma sugerente—. Oh no, quita esa cara. Como médico debo ser responsable, así que no. No saldré.

Luffy infló sus mejillas en forma de protesta —aburrido.

—Responsable.

—Como sea, ¿el sábado podrías salir?

—Depende ¿Dónde quieres y a qué hora? Porque el sábado regreso al trabajo y tengo turno de noche.

—Sería temprano. Quiero hacer un almuerzo en mi casa, tengo… tengo una noticia importante que darles y me gustaría que estuvieran todos… —Luffy tenía una expresión de alegría un tanto diferente a la normal, era como de ensoñación.

—Por tu cara se ve que es algo bueno… ¿Puedo preguntar qué es?

La sonrisa en el rostro de Luffy se amplió aún más —con Boa tendremos un bebé—, soltó sin más y Law quedó con la boca abierta —no le digas a nadie, es un secreto—, terminó poniendo un dedo sobre sus labios.

—Vaya, eso sí que es una buena noticia. Felicidades, me alegro mucho por ambos —dijo con toda honestidad—, y si ese es el motivo, claro que estaré ahí.

—¡Genial! —celebró alzando los brazos y Law sonrió enternecido al verle tan feliz. Y ya que estaban, Law pensó que sería bueno también contarle las buenas nuevas

—Mugiwara-ya… también tengo algo que contarte —Luffy le miró expectante—. Kid me ha propuesto matrimonio.

—¿En serio? —preguntó asombrado— ¿Y qué le respondiste?

—Pues, obviamente le dije que sí —Luffy se recargó en el respaldo de la silla y le escrutó con la mirada— ¿Qué?

—¿De verdad lo amas? —preguntó con esa seriedad que mostraba en raras ocasiones.

—Claro que sí. ¿Qué clase de pregunta es esa?  —Luffy continuó mirándole de forma inquisidora— ¿Qué ocurre? Pensé que te agradaba Kid.

—Me agrada… —se apresuró a aclarar.

—¿Entonces?

—Zoro me agrada más —soltó en un murmullo mirando hacia un costado.

Law soltó un suspiro. Entendía que Luffy prefiriera a Zoro, después de todo era su mejor amigo. Pero su relación había terminado hace mucho, y él era muy feliz con Kid, no había motivo para pensar en el pasado.

—Sé que él te agrada más. Pero nuestra relación terminó hace mucho, mucho tiempo, y yo amo a Kid —Luffy le miró suspicaz—. Deja de mirarme así.

—Lo siento. Es que se veían tan bien juntos, y eran tan felices, nunca logré entender por qué terminaron —dijo dudoso—. Además, soy tu amigo, y como tal debo ser sincero contigo, no me parece una buena idea —Law iba a refutar—, pero está bien.

—¿Qué cosa está bien? —preguntó con el ceño fruncido.

—Digo que, si eres feliz con Kid, y estas seguro de que es la decisión correcta, quiero apoyarte. Y ser tu padrino —terminó con una sonrisa. Law sabía que las palabras de Luffy eran honestas, siempre lo eran, y él agradecía que fuera así. Aunque en ocasiones lo descolocara un poco.

—Gracias, Mugiwara-ya. Sería un honor.

***

Después de almorzar decidieron poner una película para pasar el rato. Luffy hizo palomitas de maíz en el microondas y se acomodaron en el sofá.

—¿Cómo puedes seguir comiendo? —preguntó Law al verle con el bol en las manos.

Como respuesta Luffy le enseñó los dientes en una sonrisa y se llevó unas cuantas palomitas a la boca. Era una película divertida, comedia que no necesitaba atención constante, por lo que pudieron conversar de cosas triviales mientras avanzaba. Dos horas más tarde la película llegó a su fin y Luffy se estiró para desperezarse.

—¿Qué vemos ahora? —preguntó mientras tomaba el control remoto del televisor. Law estaba a punto de responder cuando escuchó la puerta.

Kid entró con cara de hastío, pero relajó su expresión al ver Law sonriéndole desde el sofá. Aunque no duró mucho, volvió a fruncir el ceño cuando notó que Luffy se encontraba en la otra esquina.

—Mugiwara —dijo a modo de saludo, que Luffy respondió con un movimiento de cabeza, y se acercó para besar a Law.

—¿Cómo estuvo tu día? —preguntó Law estirándose como minutos antes había hecho Luffy.

—¿La verdad? Fue un asco —respondió caminando en dirección a la cocina. Sacó una cerveza, la destapó y bebió la mitad del contenido en un trago.

—¿Por qué? ¿Qué pasó?

—Ya teníamos casi todo listo para firmar el contrato del que te hablé. Pero nos salió competencia de última hora al camino. Tenemos que mejorar nuestra oferta para la próxima semana o perderemos la licitación. Uno de los prácticos se accidentó por no seguir las instrucciones de su mecánico en jefe, así que tuve que llevarle a la mutual de seguridad. Y, por otro lado, Killer andaba con una actitud de mierda porque la maldita de su ex quiere cambiar el régimen de visitas. Así que le dije que se tomara la tarde y dejé a Heat a cargo del taller. Solo espero que mañana las cosas anden más tranquilas —suspiró y se apoyó en la barra— ¿Cómo te has sentido?

—Bien, Mugiwara-ya pasó por el almuerzo donde Kuroashi, te dejamos un bentō en el refrigerador.

—Muy bien Mugiwara, quien diría que piensas a veces —Luffy miró de mala manera a Kid para luego dirigirse a Law.

—Deberías plantarle en el altar. 

—¿Qué dijiste cara de mono? —le preguntó avanzando un par de pasos en su dirección.

—Tú comenzaste cabeza de antorcha —Luffy se puso de pie y avanzó también para hacerle frente. Lo único que se interponía entre ellos era la mesa de centro.

Law soltó un suspiro cansado y entornó los ojos. Ese tipo de situación era común entre ellos, y sabía que no llegarían a los golpes por algo tan insignificante, pero no se quedaría de brazos cruzados a esperar que esa estúpida discusión continuara avanzando —ya basta—, les ordenó poniéndose de pie.

—¡Él comenzó! —dijeron los dos al unísono y volvieron a mirarse de mala manera.

—¿Es que acaso son un par de niños? No me importa quien empezó, se detienen los dos, ahora —les regañó, y sintió, nuevamente, como todo comenzaba a dar vueltas—. Ah, maldición… —Se llevó una mano a la sien y se tambaleó.

—Law/Torao —llamaron ambos. Luffy, al estar más cerca, le sujetó para ayudarle a tomar asiento. Kid rodeó la mesa para llegar a su lado y verificar que estuviera bien, lo único que faltaba para que ese día fuera realmente horrible sería que a Law le pasara algo debido a su estupidez.

Cerró los ojos y se echó hacia atrás, tratando de apaciguar un poco el repentino y desagradable dolor de cabeza. Pasó un par de minutos en la misma posición y abrió los ojos nuevamente. Pudo observar a Kid y a Luffy mirándole con preocupación, por lo menos habían dejado de discutir —lo siento, no era mi intención hacer que se preocuparan—, se disculpó para luego sonreír —por lo menos dejaron de discutir.

Kid volvió a respirar sintiéndose un poco más relajado —¿Quieres que te lleve a la cama? 

—Por todos los cielos Kid, tenemos visitas —un leve rubor se instaló en las mejillas de Kid y Luffy soltó una carcajada.

—Idiota.

—Creo… creo que Kid tiene razón, deberías recostarte —dijo Luffy inflando un poco las mejillas. Darle la razón al pelirrojo no era algo que le agradara.

Los miró de forma alternada y resopló —está bien. Pero caminaré, no quiero que me cargues—, Kid alzó una ceja y se inclinó para cargarle —Kid, no, bájame, que me bajes, ¡Kid! 

***

Luffy se quedó unos minutos más conversando con Law en la habitación antes de despedirse, indicándoles que estaría esperando por ellos el día sábado.

—¿sábado? —preguntó Kid con curiosidad.

—Nos invitó a almorzar. Invitará a todos en realidad, quiere dar una noticia importante —Kid hizo una mueca— ¿No quieres ir?

—No es eso. El sábado tendré que trabajar.

—¿Y eso? —pregunto con sorpresa, Kid nunca trabajaba los sábados.

—Lo de la licitación, nos reuniremos con el equipo administrativo para ver los detalles de la presentación del lunes —se sentó en la orilla de la cama—, es un puto parto. ¿Irás de todas formas donde Mugiwara?

—Sí, la noticia que dará realmente es importante, quiero estar ahí.

—Ya sabes lo que dirá ¿verdad? —dijo para terminar de subir a la cama y apoyar su cabeza en las piernas de Law.

—Sí, lo sé —respondió dejando suaves caricias sobre el cabello de Kid—. Va a ser padre —Kid comenzó a reír y se detuvo al notar que Law no reía con él. Le miró con incredulidad—. Es en serio. Boa está esperando un bebé.

—Vaya… De haberlo sabido le hubiera felicitado.

—Le llevaré un presente de nuestra parte. ¿Me ayudas a escoger?

—Claro, iré por el portátil —se puso de pie de forma enérgica y fue por el aparato.

***

El resto de la tarde pasó con tranquilidad. Shachi y Penguin le visitaron el miércoles en la mañana y por la tarde recibió la visita de Bepo, quien se retiró poco antes de que Kid llegara del trabajo. La cafetera estaba cumpliendo su tercer día de desuso, y eso le hacía sentir bien consigo mismo, aunque seguía sintiendo esa necesidad por beber café.

Pensó que estar en casa sería lo más aburrido del mundo, y no se equivocaba. Pero las visitas de sus amigos, muy lejos de ser tediosas, le sirvieron para distraerse y pasar buenos momentos.

Estaba acostado boca abajo en la cama mientras leía el nuevo volumen de su revista favorita. Cuando su teléfono vibró sobre la mesa de centro. Con algo de pereza se estiró para tomarlo y desbloqueó la pantalla, tenía varias notificaciones que fue revisando en orden de llegada.

Todos en el grupo de WhatsApp estaban confirmando su asistencia al almuerzo del sábado, <También iré>, envió junto a un emoticón de amor y paz.

Mugiwara

¡Bien! Con Torao y Kid seriamos… ¡muchas personas!

Law sonrió y aclaró, <Esta vez iré solo, a Kid le toca trabajar>, los mensajes de “que mal”, “es una lástima que no pueda venir” y “Genial, más comida para mi” no se hicieron esperar.

Roronoa Zoro

Hola, Law, ¿Cómo sigues?

Le escribió Zoro por interno. <Hola. Mucho mejor, gracias. ¿Cómo estás tú?>

Roronoa Zoro

Bien también, acabo de llegar a la ciudad. Estoy acomodando mis cosas para ir a comprar algo de cenar. ¿Qué has hecho para entretenerte estos días?

<Leer, repasar algunos apuntes de mis últimos estudios. He recibido visitas y estoy intentando no matar a Kid por la falta de cafeína en mi sistema>, respondió junto con un emoticón de sonrisa.

Roronoa Zoro

Oh cielos, lo compadezco. Recuerdo cuando te enfermaste del estómago y tuviste que dejar de tomarlo por un par de semanas. Eras un ogro.

<Jajaja, sí, creo que esa ocasión sirvió de antesala para esta. Apuesto que comprarás sushi para tu cena>, Zoro le respondió con un sticker de “cómo lo supo” y continuaron su conversación de forma amena.

Roronoa Zoro

Con respecto a lo que te pregunté el otro día. ¿Crees que pueda pasar a saludar mañana?

<Claro, aún me quedan dos días más para estar encerrado, así que puedes venir a la hora que gustes.>

—¿Mugiwara otra vez? —Preguntó Kid mientras secaba un poco su cabello con la toalla al salir del baño. Law le envió un mensaje de despedida a Zoro, diciendo que le estaría esperando al día siguiente y dejó su teléfono nuevamente en la mesa de noche.

—Mmm, en el grupo están hablando del almuerzo del sábado. Parece que el único que no podrá asistir serás tú. Irán hasta los niños de Nico, Kuroashi y Usopp.

—Me alegra tener que trabajar entonces —respondió Kid entre risas.

—Que cruel, esos niños son agradables —hizo una pausa—. A todo esto, Zoro vendrá de visita mañana —soltó restándole importancia. El ceño de Kid se frunció de forma automática—. ¿Celoso? —preguntó con una sonrisa.

—No tengo motivos, ¿Verdad?

—No, no los tienes, así que quita esa expresión —Kid dejó lo que estaba haciendo y se acercó a la cama. Apoyó su rodilla entre las piernas de Law y puso las manos a un costado de su cabeza. Le observó con detenimiento y luego le besó de forma apasionada. Law respondió a su beso rodeándole con los brazos.

—Sigue sin gustarme la idea de que seas amigo de tu ex.

—Yo no tengo la culpa de que tú odies a las tuyas —respondió para besarle nuevamente.

—Quiero cogerte… —susurró contra sus labios.

—Hazlo. Pero sé cuidadoso. La incisión no ha sanado por completo y aún me duele un poco —Kid acarició su mejilla y le besó con suavidad—. Sí, exactamente así.

Continuaron besándose de forma acaramelada, y Kid fue tan cuidadoso como pudo. Al terminar Law se apoyó en su pecho, estaba agotado, y casi de inmediato se quedó dormido. 

Kid acarició el cabello de Law con cariño, no desconfiaba de él, nunca le había dado motivos tampoco, y hasta cierto punto, Zoro le agradaba. Aún así la idea de que estuvieran a solas no terminaba de gustarle.

Se regañó mentalmente por pensar tantas estupideces sin sentido y soltó un suspiro. Ya era hora de dormir.  

 

Continuará… >>

Notas finales:

Gracias por leer! ;)


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).