Login
Amor Yaoi
Fanfics yaoi en español

Fly away por chicalectora155

[Reviews - 2]   LISTA DE CAPITULOS
- Tamaño del texto +

Notas del fanfic:

Tendrá una extensión de dos o tres capítulos.

Notas del capitulo:

Tengo a esta pareja dándome vueltas por la cabeza hace tiempo, creo que debería haber más trabajos de ellos. 

Estar con él era como volar.

Comenzaba suavemente acostumbrándose a sentir el aire en su rostro y los pies lejos del suelo, lejos de la firmeza que estaba acostumbrado a sentir bajo sus pies, simplemente dejándose llevar tomando confianza cada vez con más facilidad hasta que iba tan rápido que todo lo demás pasaba como en un borrón frente a sus ojos.

Se reprendió mentalmente por compararlo con algo que le gustaba tanto.

Le encantaba volar.

Pero estaba cayendo.

.

.

.

Viktor estaba acostumbrado a que lo mirasen, era algo que le pasaba desde que empezó a destacar en el quidditch y a ser “conocido” se había sentido muy incómodo por un tiempo, cuando el profeta público una nota con su rostro en primera plana por ejemplo. Pero había llegado al punto de a penas notarlas, hacía caso omiso a las personas pronunciando su nombre y mirándolo, ya sea de frente o de reojo, casi nunca le llamaban la atención.

Pero la suya si lo hizo.

Lo había sentido desde el primer momento que entró al gran comedor, por supuesto que todos estarían mirando, con la entrada que había tenido Durmstrang a Hogwarts era imposible no hacerlo, y por ser el único que entraba a la par de su director él destacaba aún más. Pero con buena parte de los alumnos mirándolo, solo él había llamado su atención.

Era un joven pelirrojo, con largas pestañas que rodeaban unos ojos de un intenso azul brillante. Lo ves sonrojarse y desviar la mirada cuando te ve observarlo, adorable.

Debía tener unos años menos que tú, y no podías evitar preguntarte si ya alguien le había hecho notar lo hermoso que era o si seguiría ajeno a este hecho.

Esperabas poder averiguarlo.

No es hasta varios días después, en la cena, que vuelve a verle, está hablando animadamente con quién obviamente es Harry Potter.

-¿Quién es el que está junto a Potter? – le pregunta a su amigo, haciendo un ademán hacia el Gryffindor, Klaus ya había estado hablando con varios alumnos y tenía información de buena parte de los habitantes de Hogwarts.

- Oh Ella es Hermione, es la primera de su clase, hija de muggles, se cree que va a estar con Potter antes de fin de año…

- No, no la chica, el chico.

Tu amigo se voltea prestando más atención. – Mm… no conozco su nombre, pero debe ser un Weasley, hay varios y todos son pelirrojos. ¿Por qué? ¿Te interesa? – dice moviendo sugestivamente las cejas esperando que lo niegues de alguna manera. Te volteas concentrándote en tu comida y evitas decir palabra, sabiendo que cualquier comentario puede incitar a tu amigo a exagerar, como siempre lo hacia.

-Oh por dios en serio te interesa. Esto no pasaba hace muchísimo, tenemos que hacer algo.- demasiado tarde.

-Cállate Klaus, tú no vas a hacer nada, y solo te pregunté su nombre.

-Me preguntaste su nombre Viktor, es lo más interesado que has estado en alguien desde… - hizo una pausa haciendo memoria- desde esa chica Mayra, han pasado años.

-Se llamaba Myriam

-Lo que sea, era una arpía y lo sabes, no se merece que recuerde su nombre.

Lo que estabas por contestar murió en tus labios cuando escuchaste su risa, volteaste en el momento justo para verlo echar la cabeza hacia atrás, oh esa risa era lo mejor que habías oído en mucho tiempo. Esto debió reflejarse en tu cara por qué cuando volviste la vista al frente Klaus te estaba mirando con diversión.

-Si claro solo su nombre, acéptalo estás totalmente ido por ese niño. Tendré que investigarlo.- Sentenció sin permitirte acotar antes de levantarse e irse, realmente esperabas que no te pusiera en evidencia, pero había poco que pudieses hacer cuando algo se le metía en la cabeza.

Para el día siguiente ya tenía toda la información que Klaus podía conseguir sin parecer demasiado interesado, el chico se llamaba Ron Weasley y era el mejor amigo de Harry Potter desde siempre, su padre trabajaba en el ministerio y tenía 4 hermanos en Hogwarts que eran igual de pelirrojos que el, entre ellos los gemelos que intentaron poner sus nombre en el cáliz y el prefecto que los había guiado a las habitaciones donde se estaban quedando.

 No había tenido pareja en Hogwarts, o sí la había tenido no había sido pública. Esta supuesta inexperiencia complacía una parte de Viktor demasiado primitiva para ser correcta, y aún mas fuera de lugar siendo que ni siquiera había cruzado palabra con él.

Mentalmente hizo una lista rápida de lo que sabía de él, pensando en cómo abordarlo. Era un poco difícil, ya que su mesa en el comedor no estaba exactamente cerca, la sugerencia de Klaus de simplemente sentarse a su lado fue rotundamente descartada ¿Un movimiento en falso en un lugar como el comedor? Tendría a todo el alumnado pendiente en un santiamén y eso sería todo menos casual.

 Por la diferencia de edad no compartían ninguna clase. Eso solo le dejaba las áreas comunes, pero el chico raramente estaba sin sus dos amigos pegados y no es como si pudiera estar esperando todo el día que se separase, estar cerca mucho tiempo sería simplemente obvio.

¿Tal vez en la biblioteca? Podría preguntarle cualquier cosa y no quedaría muy extraño. Eso podría resultar bien.

 Salvo que al parecer no le gustaba estudiar, pensó viéndolo casi a punto de dormirse en la biblioteca, se reprendió mentalmente por seguir observándolo y desvío la mirada, a este paso creería que era un acosador. Aunque no parecía haber reparado en su mirada, la chica que reconoció como Hermione, pese a parecer concentrada en sus tareas, ya le había enviado varias miradas suspicaces dejándole claro que ella definitivamente lo había notado.

Pero no podía evitarlo, suspiro juntando sus libros y dirigiéndose a clase. Debía pensar la manera de acercarse sin ponerse en evidencia.

La ocasión se le presento más rápido de lo que pensó, dificultándole el hacer un buen plan de acercamiento.

 Era uno de los días libres y la mayor parte de los alumnos estaban en Hogsmade, el se quedó para investigar un poco el castillo y los alrededores ya que no había tenido tiempo y se seguía perdiendo.

No dejaba de asombrarse con lo grande que era ese lugar, el castillo donde ellos estudiaban solo tenía cuatro pisos, y si bien tenía bastantes terrenos alrededor no se comparaba con la inmensidad de los terrenos de Hogwarts y no tenía cosas tan extrañas como las escaleras que cambiaban de lugar.

Comenzó su recorrido por los patios, viendo movimiento en donde sabía era el campo de quidditch y decidiendo ir a dar un vistazo.

La suerte quiso que fuesen Ron y Potter, quienes volaban sin prisa a poca altura mientras charlaban de algo que no llegaba a oír. Se mantuvo alejado para no ser visto en un recoveco entre las gradas para seguir viéndolos volar un rato, reprendiéndose de nuevo por lo acosador que parecía.

Siguió observándolos por un tiempo, solo pasando el rato, no parecía que estuviesen volando por ningún propósito. Luego de aproximadamente media hora vio a Potter bajar de su escoba e irse, y se preguntó por qué su amigo no iba con él, tal vez estaba intentando darle a este y a Hermione algo de tiempo a solas, casi siempre que los había visto estaban los tres juntos y sabía por las actitudes de estos dos que tenían algún tipo de interés romántico.

Ni bien Potter estuvo fuera de vista Ron se dejó llevar.

 Empezó a volar más alto y más rápido trazando círculos y abriendo los brazos en el aire, iba tan alto que le costaba verlo.

No pudo evitar compararlo con un pájaro, verle así le transmitía una sensación de paz y libertad solo comparable con ver aves, tan cómodo allí en el aire, sin rendirle cuentas a nadie, solo disfrutando del momento para si mismo, por un momento se sintió mal por estar ahí espiándole de esa manera.

 Un petirrojo – decidió finalmente – si, le quedaba bien.

 No sabía cuánto tiempo había estado observándolo antes de ver cómo daba una vuelta final a bastante altura antes de comenzar a caer en picada, estuvo a punto de lanzarse a atraparle y ya había dado varios pasos cuando, a pocos metros del suelo la escoba se detuvo de súbito y el chico salto al suelo, con una gracilidad completamente ajena al resto de sus movimientos.

Se suponía que no debía dejarse ver, pero al tenerle ahí a unos metros, despeinado y con las mejillas sonrojadas por el viento, viéndose tan jodidamente correcto por un momento se olvidó de todo y solamente pudo contemplarlo en silencio. Para cuando se dio cuenta ya era tarde, el Gryffindor ya lo había visto, y le estaba dedicando una mirada de sorpresa y desconcierto por encontrarle ahí, en el campo de quidditch completamente vacio.

Tardó un momento en pensar que decir, momento en el que ninguno de los dos se movió ni un centímetro. Finalmente se decidió por lo primero que se le paso por la cabeza.

-Yo um… -Inspiro profundo y se dijo que si iba a hablar iba a hacerlo bien- Hola, me preguntaba si podrías enseñarme el castillo. La mayor parte de los alumnos están en Hogsmade y yo continuo perdiéndome.- Bien, nada de eso era mentira, perfecto. Le vio fruncir el ceño aún con la expresión de confusión en el rostro antes de asentir lentamente.

- Si, claro. – respondió aún sin moverse – voy a… ehh guardar la escoba – sacudió la cabeza antes de dirigirse a los vestuarios.

Joder bien – susurro Viktor intentando calmarse, eso había salido bien.

.

El pequeño petirrojo le enseño el castillo, al principio no hablaron mucho y solo le daba las indicaciones, pero a medida que avanzaba fue perdiendo la timidez y al poco tiempo estaban teniendo una conversación amena.

Le preguntó sobre sus hermanos, y este le dijo que tenía otros dos además de los que se encontraban en el colegio. A Viktor le impresionaba que alguien hubiese decidido tener siete hijos por Merlín.

El era hijo único y, aunque nunca le había faltado nada en su infancia, sus padres trabajaban y había estado muy solo por muchos años. Al menos hasta que conoció a Klaus, al entrar a Durmstrang.

No se imaginaba como sería si hubiese crecido en una casa con tantos hermanos.

Tal vez esto hubiese mejorado sus habilidades sociales, pues aunque no tendía a ser tímido, le costaba bastante hablar con personas nuevas.

-Oh, pero estas hablando conmigo ahora – le dijo Ron, luego de expresarle ese pensamiento

-Si, lo sé, pero no es lo mismo.

-¿Cómo es diferente? No me conocías, dudo que supieras mi nombre, y no te costó pedirme que te mostrara el castillo. – luego de esto le lanzó una mirada inquisidora, esperando una respuesta.

Por suerte o por desgracia en ese momento llego un grupo grande desde Hogsmade, los amigos de Ron en él, su duda anterior sobre Potter y Granger se vio resuelta al verles venir juntos y esto lo salvó de contestar.

Se despidieron y Ron le prometió enseñarle lo que había faltado el próximo día libre que tuviesen, puesto que le habían faltado la mayor parte del exterior y las mazmorras.

.

Y así empezó. Cuando se quiso dar cuenta ya se les había hecho costumbre verse en los días libres y pasear por los patios de Hogwarts, o sentarse a hablar en las orillas del lago, a veces pasaban tiempo sin decir palabra, simplemente estando.

 En ese tiempo habían aprendido bastante el uno del otro y resultaron ser más compatibles de lo que Viktor esperaba en un principio.

Ron era curioso, siempre decía lo que pensaba claramente y no parecía molestarle que Viktor prefiriera escucharlo antes de hablar el mismo. También, en las ocasiones en las que no había nadie en el campo de quidditch pasaban algunas horas volando, usualmente cuando atardecía, esas veces en las que el pelirrojo se quedaba mirando en el horizonte la forma en la que cambiaban los colores y Viktor se podía permitir observar esos colores cambiar en el rostro del chico sin temer ser descubierto.

En ese tiempo pasaron varias cosas, como la elección de Viktor para participar del torneo de los tres magos y la decepción de Ron al no poder hacerlo, sin contar lo enojado que había estado al ver el nombre de su amigo salir del cáliz. Pasaron semanas antes de que esos dos se hablasen de nuevo. Semanas que Viktor había disfrutado por contar con todas las atenciones del pelirrojo.

Éste se había enterado por su hermano de como sería la primera prueba y se lo había advertido. Y por eso era que se encontraba ahora en la biblioteca, rodeado de libros sobre el tema.

No había llevado a Klaus consigo por la incapacidad de su amigo de mantenerse callado, cosa que había dificultado por años sus sesiones de estudio. Y arrastrar a Ron allí no hubiese sido satisfactorio para nadie.

Por lo cual iba a estar un buen rato investigando por su cuenta.

Bueno, o eso pensó.

-Oh, Ron te dijo lo de los dragones – dijo una voz a su lado, su volteo para encontrarse a Hermione parada junto a su mesa mirándolo con fijeza.

-Em… si, lo hizo – tardó un momento decidiendo que hacer antes de continuar – se sentía mal por no decirle a Potter, pero lo dije que con su posición, él ya debía saberlo.

-Si, Hagrid se los mostró hace unos días. – dijo la chica sin dejar de observarle – De todas maneras ¿Quieres que te ayude? – Pregunto al tiempo que tomaba asiento enfrente suyo con naturalidad.

-Me encantaría, aunque sospecho que no es por eso que estás aquí.

-Oh bueno – dijo suspirando – vamos al punto entonces. Se que te has estado juntando con Ron estos últimos meses y quería saber cuáles eran tus intenciones.

-Tengo sentimientos por él. – dijiste, pues ya no había manera de que pudieras negarlo.

Te sorprende la facilidad con la que se lo admires a otra persona cuando ni siquiera te lo habías admitido a ti mismo antes.

- Si, eso ya lo sé – dijo la castaña antes de reírse suavemente – los he visto mirarse Viktor, y estoy segura de que el también los tiene por ti, pero quiero ser clara. Si planeas hacer algo al respecto debes hacerlo de una vez, Ron puede ser…- frunció el ceño buscando la palabra – Despistado, puede ser despistado y no hay manera de que el de el primer paso ni en un millón de años, sin importar que tan obvio estés siendo con el, quien tiene que dar el primer paso terminas siendo tú.

Quedaste totalmente estupefacto, pues creías que ella estaba ahí para disuadirte y al parecer te estaba alentando. Además de que dijo que el pelirrojo tambien tenía sentimientos por él. Oh sin duda te había sorprendido.

-¿Y bien? ¿Lo harás? – apremio con impaciencia.

-Por supuesto – respondiste, nervioso.

-Perfecto, también debes saber que en Hogwarts las parejas como ustedes son eh… inusuales, por lo que deben ser discretos, al menos por ahora. Bien, dicho esto, manos a la obra, pásame ese libro.

Terminaron estudiando todo lo que debería saber sobre dragones una buena parte de la tarde, para su sorpresa Hermione no dio señales de querer irse en ningún momento y le explico todo con una sonrisa, sin duda debía ser muy inteligente. Realmente le agradaba y esperaba que pudiesen ser amigos.

.

Los dragones eran bastante más complejos de lo que esperaba y seguía pensando en ellos aún al día siguiente mientras volaba con Ron antes de la cena.

El sol se estaba poniendo y como de costumbre Ron miraba al horizonte y él trataba de descubrir las constelaciones en las pecas de sus mejillas, se preguntaba que quería decir Hermione sobre la forma en la que se miraban, el no había notado un cambio respecto a eso desde que conoce a Ron, siempre se habían mirado de la misma forma.

Tendría que preguntarle más tarde.

-Viktor ¿Me escuchaste? – dijo el pelirrojo al tiempo que descendía al suelo.

-Lo siento, estaba pensando ¿Qué fue lo que dijiste?

-Te pregunté si estas nervioso, por los dragones.

Suspiró, por supuesto que estaba nervioso ¿Cómo no estarlo? No había visto un dragón en su vida y ahora parecía que lo harían enfrentarse a uno.

-Si, lo estoy. Investigarlos ayudo, sin embargo.- respondió, dirigiéndose a los vestidores para guardar las escobas, pues en poco tiempo sería la cena y debía volver al castillo.

-Oh ¿Encontraste algo que te sirviera? Lamento no haber sido útil en eso.

-Lo fuiste Ron, me dijiste que buscar. Hermione me ayudó ayer, de hecho.

-¿Hermione? – dijo mientras miraba hacia otro lado.

-Si, fue muy agradable, me ayudó mucho, estaba completamente perdido antes de que ella llegase.

-Ah si ella es muy inteligente … aunque creo que le gusta Harry, de todas maneras su estás interesado en ella deberías decirle. – Espera ¿Qué? – Seguramente harían buena pareja. – Siguió diciendo el pelirrojo esquivando su mirada. Oh no, por supuesto que no.

Se acercó a el tomándolo por la barbilla para hacer que lo mirase, notando la expresión triste de su rostro y sus ojos esquivos.

-No es ella quien me gusta, Ron – Al fin te miró, mordiéndose los labios con incertidumbre.

El fuerte sonido de una puerta los sobresalto a ambos. Recordando lo que había dicho Hermione sobre la discreción tiró del pelirrojo hasta el cubículo de una ducha.

Pasaron varios minutos en los que solo se miraron con intensidad, ninguno de los dos se atrevía a hacer ningún movimiento.

En la mente de Viktor resonó nuevamente la voz de Hermione. Y finalmente se decidió.

Lentamente llevó su mano hasta su mejilla, acariciando esas pecas con la punta de sus dedos, apenas rozando suavemente, y vio como el pelirrojo se inclinaba hacia el tacto.

Eso era todo lo que necesitaba. Deslizó su mano hasta su nuca enredando sus dedos en su cabello antes de inclinarse lentamente hacia sus labios, dándole la oportunidad de apartarse. Se acerca despacio, sintiendo cada milímetro como un triunfo y una condena. Como caer en picada sabiéndolo inevitable.

Lentamente se funde contra sus labios, besándole como si lo hubieses estado haciendo toda tu vida, con una familiaridad que están lejos de tener pero que es tan natural, tan  correcta.

 Al fin es capaz de besar esos labios con los que fantaseo desde el primer momento que lo vio, todo ojos azules y mejillas sonrojadas.

 Y se siente invencible, ahora sí que podría hacerle frente a un jodido dragón sin titubear, solo con la certeza de este recuerdo.

 Lo acercas más a tu cuerpo y muerdes sus labios suavemente, sintiendo en la punta de tu lengua el pequeño gemido que deja escapar.

No sabe cuánto tiempo pasan así, explorándose sin prisa. Y no es hasta que oye las campanas mágicas que vuelve a pensar con claridad. Si no vuelven al castillo ahora van a llegar tarde a la cena.

Gruñe despacio ante la idea de separase y deja un último beso en los labios de su pelirrojo, se aleja unos pasos y abre los ojos.

 La imagen que tiene frente a él casi lo hace gemir.

Ron está mucho más sonrojado de lo que le ha visto nunca, un poco despeinado y con los labios rojos y maltratados, mirándole desde debajo de sus pestañas con los ojos brillantes de deseo y el ceño fruncido en desaprobación por su repentino alejamiento.

Oh, definitivamente van a llegar tarde a la cena.

Notas finales:

Díganme qué tal.

Gracias por leer :) actualizaré cuando pueda. 


Si quieres dejar un comentario al autor debes login (registrase).