"Finalmente tuve la confianza en mí para poder dar lo mejor, trabaje durante meses para estar a tu nivel, para que me consideraras un igual, para reparar mis grietas y todo aquello que se pudiera volver una debilidad. Luego de años de educación al respecto, de romper mi cuerpo y sanar. Ambos estábamos aquí, lado a lado, siendo héroes y un dúo especial."
- Aun no entiendo como lograste iniciar una agencia propia – Denki revolvía su cena con la cuchara. – Creí que querías estar bajo la protección de Fatgum toda la vida, o al menos ser un subordinado de alguien muy masculino.
- Vamos amigo – Hanta le interrumpió luego de tragar algo de sus bocados - ¿Tú no aspiras a ser tu propio jefe? Ei trabajo duro para esto
- Gracias Bro – El pelirrojo sonrió con suavidad, su propia agencia no tenía nada más que papeleos hasta el momento y algunos postulantes a ella. Aún faltaban algunos permisos y licencias, pero ya que la noticia fue filtrada antes comenzó a tener presión por sus patrocinadores para establecerla por una buena vez.
- No digo que hayas metido la pata o algo – El rubio por fin dio una probada de su sopa de verduras – Solo que aquello no suena a ti, ¿No es mucho trabajo? Eres popular pero ¡auch! –Hanta le pateo bajo la mesa y Eijiro no pudo más que reír suavemente.
- Pero – interrumpió el chico cinta – Tienes todo nuestro apoyo Ei, sabes que eres un gran tipo no te estreses con todo el asunto
- ¡Porque siempre tienes que patearme Han!
- ¡Porque tú no sabes lo que es tener filtro!
- Eiji se metió en algo muy complicado ¿Quieres que haga la vista gorda? – Aquellos dos habían discutido toda la mañana sobre apoyar al pelirrojo, pero ahí estaba Kaminari Denki siendo franco y directo como el sol. Eijiro solo pudo suspirar suavemente y terminar de comer, no dormía bien, las reuniones gubernamentales le provocaban más ansiedad que cualquier desastre. Además de que hacer una agencia de héroes entre varias zonas rurales y pobladas se volvió el tema del momento: Red Riot el héroe de los ciudadanos. Ya que en sus primeros años después de su debut vivió por aquellas zonas, notó la poca protección y como crecían cada vez más las pequeñas mafias que hostigaban principalmente a negocios independientes. Así que su pequeña idea sin notarlo comenzó a materializarse muy rápidamente, tenía el apoyo de sus antiguos jefes. Ya que se cambió de agencia regularmente adquirir experiencia y de paso popularidad. Hasta había trabajado con la marina un tiempo encontrándose regularmente con Tsuyu en sus misiones más importantes.
- ¡Claro que lo estoy apoyando! – Denki salto de su asiento - ¡Pero tampoco quiero que sea inconsciente de todo el trabajo que viene!
- ¡No tienes que ser tan franco en cada ocasión!
- ¡Tú dijiste que te encantaba cuando era franco! – Hanta enrojeció de golpe y Eijiro por fin soltó la pequeña gran carcajada sincera de la noche, ambos sabían a qué tipo de sinceridad se refería el rubio.
- ¡Kaminari! – chillo Cellophane. Denki también comenzó a reír y enrojecer, ya eran el centro de atención del lugar y él trio se dio miradas cómplices con suavidad. Denki disculpándose y Eijiro cuestionando que tipo de relación tenían actualmente, ya que según sabía ya iba más de un año desde que Hanta y Denki terminaron en buenos términos.
- Nosotros no – Hanta trato de excusarse pero Eijiro levanto la palma interrumpiéndolo.
- No es mi asunto, no me debes explicaciones. – Denki sonreía orgulloso y Hanta parecía hundirse cada vez más en su asiento. Eijiro sonrió y se levantó mientras se ponía su chaqueta, traía un traje por las reuniones de antes así que su cabello estaba atado en una coleta alta. Su melena era cada vez más larga y brillante, todo gracias a los tratamientos capilares de Ashido.
- Creo que ahora si quiero ir al bar que sugeriste antes – murmuro Eijiro a Hanta y este sonrió, el rubio levanto la mano para pedir la cuenta y se pusieron en marcha.
Habían adoptado esa costumbre desde sus días de escuela, algunos días al mes se reunían para cenar o beber, también ambas. La cuenta siempre se dividía en partes iguales ya que siempre, de alguna forma, todos comían de los platos de todos. Algunas veces iba Shinsou o incluso Amajiki pero últimamente eran solo ellos tres. Además de que el rubio se volvió un rompe corazones y salió con varios de sus ex compañeros, así que la situación siempre terminaba siendo incomoda cuando el rubio se pasaba de copas.
Hanta se disculpó para ir al baño y Eijiro acompaño al rubio hasta la salida.
- Amigo tú sabes que siempre tendrás todo mi apoyo – le sonrió mientras revisaba su billetera – Pero si algo se vuelve demasiado para ti solo tienes que decirlo y estaré en tu casa con snacks y cerveza.
- Yo no tomo cerveza
- Cero alcohol
- No me gusta la cerveza Kami, a ti tampoco te gusta la cerveza – El rubio se puso nervioso por el error, ambos sabían a quién si le gustaba la cerveza. Denki mantenía relación con Bakugo, e incluso cercana aunque el pelirrojo no tenía idea. Aunque tampoco le interesaba demasiado.
- Snacks y jugo de tomate – sonrió tratando de disipar su error, no era el mejor momento para recordarle a Eijiro su crush fallido de la UA – Tus gustos son muy raros amigo
- Lo sé – Bakugo no era algo en lo que realmente había dejado de pensar el último tiempo, solo que se volvió un pequeño tema tabú para sus amigos y prefería mantener sus pensamientos respecto a él en privado. Un pequeño crush en la UA que duro más que algunas semanas y todos sus sentimientos fueron asesinados con dos simples palabras.
"Eres patético"
Eijiro decidió seguir el consejo de una pequeña serie que estaba leyendo: confeso todo su amor, admiración y aprecio en una carta. Carta que Bakugo si acepto y leyó con detenimiento, pero aquel comentario tan afilado fue algo que realmente le tomó por sorpresa. Pero lo que vendría semanas después fue lo que realmente rompió su corazón, y algo de su confianza.
"El rubio rompió el borde y jalo una pequeña cinta que sostenía el sobre junto a unas mentas con jengibre.
- Eres patético. – Bakugo apenas si había leído las primeras líneas y se detuvo para mirar a Kirishima directamente. Ambos estaban cambiándose de ropa frente a los lockers luego de un entrenamiento de rescate cuando el pelirrojo se aventuro a entregarle la carta anunciando que la recibió de alguien más para él. El pelirrojo no sostuvo su mirada y solo sonrió suavemente volteándose para quitarse las grandes tuercas del traje que cargaba en los hombros – Obviamente esto no es de alguien más, es tuyo ¿No Kirishima?
- Lo es – Toda su confianza se había ido y solo podía sonreír falsamente mientras continuaba para envolverse en una toalla e ir a las duchas. – Solo léela, y dime que te parece luego. Voy primero – No se aventuró a mirarle nuevamente y camino rápido hasta alcanzar a Kaminari que había ido antes.
El rubio se sentó en la banca y comenzó a masticar los dulces picantes, le causaba curiosidad aquella expresión vacía de su amigo así que se aventuró a descubrir el contenido, mientras masticaba el quinto ya había notado que hablaba mucho de su fuerza y motivación - ¿Por qué das tantas vueltas cabello de mierda? – susurro suavemente. Todo aquello estaba escrito a mano y muy prolijo, de seguro había usado muchos borradores para llegar a esa versión final. A pesar de que era muy larga cada línea era entendible y sentía algo de cosquilleo en su corazón por cada palabra de aliento que le dio en aquel papel. Aun no llegaba al final para cuando el pelirrojo volvió con el cabello lacio, este no le interrumpió y se vistió a su lado. Tampoco pudo terminarla para cuando Kirishima se iba junto a Kaminari y Sero. Sentía algo en su pecho palpitar duro y sus manos extrañamente hormigueantes.
"...sinceramente Bakugo, estoy enamorado de ti."
Dio un jadeo suave y su mente quedo en blanco mirando a la nada mientras dejaba la carta a un lado.
- ¿Qué tienes ahí? – Mineta sonrió con malicia cuando vio aquella carta - ¿Alguna confesión sucia? De seguro de alguna fan caliente ¿Te envió una fotografía? ¡No seas egoísta y muéstrame esos grandes pechos! – Bakugo fue tomado de sorpresa así que cuando el chico salto por ella en un rápido movimiento le empujo con su palma y con la otra soltó explosiones a modo de amenaza.
- ¡Quítate de aquí enano de mierda! ¡No es asunto tuyo! – El olor a quemado alerto a ambos.
- Ow Bakugo, acabas de arruinar la única prueba de que alguien te ama – Aquella mala reacción provoco que quemara la carta sin querer y luego de que parte del sobre ardiera de el cayo la instantánea de la que hablaba Mineta, por suerte solo se había oscurecido el borde de esta. El sobre estaba consumido casi por completo y la carta solo estaba a la mitad de lo que realmente era. Bakugo se inclinó a recoger la fotografía y al voltearla sintió una pequeña ráfaga soplar en su rostro, ni siquiera sintió cuando Mineta se subió a la banca para ver curiosamente la fotografía.
- ¿Por qué te envió una instantánea del sol? – Mineta se bajó y fue a su locker decepcionado, no era el día para pechos.
Era el amanecer entre las montañas, recordaba eso. Era del verano anterior cuando Kirishima le acompaño para hacer montañismo, ese día estaba tan entusiasmado que llevo una cámara instantánea que su padre le había obsequiado. Kirishima la había tomado sin permiso de su mochila y había gastado todas las láminas, aun recordaba lo furioso que se sintió cuando fue a utilizarla durante la última mañana pero nada salía. La disputa fue grande así que el camino a casa no fue agradable, al menos hasta que el pelirrojo como disculpa le entrego todas las fotografías y le invito a desayunar en su casa. Ese día se había enfadado tanto con Kirishima que hasta ahora había notado que esa fue la primera vez en que fue a casa del pelirrojo."
Hanta había vuelto con el cabello peinado hacia atrás por sus propios dedos, Eijiro y Denki se mordieron los labios como reacción y luego ambos se burlaron de él. El cabello del pelinegro se veía de cualquier manera menos ordenado, así que fue el rubio quien se acercó para darle un peinado decente. Aunque solo fue por un momento, Eijiro pudo notar cierto ambiente entre ambos de que no haberlo visto apropiadamente juraría que ambos lo olvidaron por un momento y se besarían. Siempre supo que la relación de ambos fue buena solo que por cuestiones de horarios debieron terminar y solo hasta ahora que Hanta había vuelto a la misma provincia habían salido como grupo.
Caminaron hasta el nuevo bar que Hanta había descubierto mientras bromeaban entre ellos, a pesar de ya estar a mediados de los veintes seguían siendo tan niños como antes. El lugar era más bien un lugar de eventos con música en vivo, con muchos estilos de asientos en cada esquina. Los tres se quedaron en la esquina de la barra, tres tragos de poco alcohol para empezar y luego de un rato reían cuando veían a Denki tratar de coquetear con la mesera para que le diera más snacks - ...Sabes, yo soy un héroe – El rubio se peinó un mechón tras la oreja y le sonrió de lado.
- Lo lamento, pero los snacks se acabaron. ¿No sería mejor consumir algo más Señor? – Tanto Eijiro como Hanta rompieron en carcajadas ya que le habían advertido al rubio que vestir de negro le hacía verse más viejo.