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Té de Almendra por Aurora Artemiva

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Notas del fanfic:

Hola bellezas! Acá traigo para ustedes un One - Shot ereri que escribí con mucho amor.

Primera parte

Reubicación de cuarteles-

Legión de Reconocimiento

POV Hangie Zoe.

Si hay algo que incentiva mi ganas de levantarme de la cama, son estos nuevos días soleados. Hasta no hace mucho, el clima cambiaba de crudo a caluroso, y finalmente puedo disfrutar de una ventisca fresca y liviana. Un término medio para aligerar el constante pesar que envuelve a la Legión. Más específicamente, el pesar con el que cargamos aquellos que sobrevivimos de la expedición en el muro María.

Dejé atrás muchas convicciones y creencias al momento de descubrir la verdad. Tantos… tantos años con una visión errada sobre nuestra existencia; la mía. 

Me siento frustrada: admiré y estudié el comportamiento de los titanes por tanto tiempo, que ahora me siento estupida. Nada; no llegué a descubrir ni cambiar nada. Sólo jugué con mis ambiciones.

Estos son los típicos pensamientos que me invaden mientras desayuno con mis camaradas en la mesa. Sepan, que yo no fui quién se llevó la peor parte. Ese fue el enano, quién está sentado a unos centímetros de mí analizando si tomar o no su té. Lo conozco, al menos un poco, y puedo leer el desaliento en su rostro. 

Y no es para menos. Tuvo que tomar la decisión de darle fin a la lucha de Erwin, y eso es algo que yo no hubiera podido hacer. Me habría dejado llevar por mi egoísmo y ahora se encontraría a nuestro lado, desayunando con nosotros para luego salir de los muros y esperar… esperar la llegada de la repentina y gratificante muerte que todos, así lo aceptemos o no, deseamos desde que ponemos un pie fuera de las murallas.

No entiendo cómo hace Levi para mantenerse de pie. Supongo que es la costumbre; él más que nadie conoce el sentimiento de pérdida, y supongo que sabe manejarlo. 

Muy en el fondo, supongo que fue por esa razón que Erwin le cedió aquella jeringa… Sabía que el enano tomaría la decisión correcta aunque le doliera. 

Ese cejon… incluso para morir utiliza a las personas…

—¿Qué mierda me estás mirando, cuatro ojos?— ni siquiera miró, pero notó que me tildé observando su mano. Que idiota.

—Nada - le sonrío - solo te analizaba— 

—Tch, andá analizar titanes. No a mí— parece un perro que gruñe cuando me trata así.

—Bueno, en eso tenés razón. Tengo que terminar de traspasar los papeles que encontramos en el sótano de Eren. Son muchísimos— le cuento, pero hay algo que me llama la atención.

El gesto contorsionado de Levi al nombrarlo.

Bueno, es entendible su actitud. El chico se reveló en su contra en cuanto quiso salvar a Erwin. Puede que esté algo molesto… pero eso ocurriría en una persona normal. Y estamos hablando del enano. Él no le cargaría la culpa o la justificación de sus actos a Eren. Es poco digno de Levi.

Nos alberga un silencio incómodo, y aunque los cadetes ya se están retirando de sus mesas, nosotros permanecemos sentados en la larga banca de madera para retirarnos al final. 

En cuanto el comedor queda silencioso e invadido sólo por nuestra presencia, lo veo amagar con levantarse, pero lo sujeto de la muñeca.

—Oi, ¿Qué pasa?— me pregunta.

Puede que sea una suposición errada y alocada como las que suelo tener, pero necesito satisfacer mis dudas.

—¿Por qué lo hiciste Levi?- su rostro me pide explicaciones, y se las doy - ¿Por qué no lo inyectaste en él?

Está enojado, su cara es la clara muestra de ello.

—Ya lo hablamos, Hangie. Si no podés honrar su memoria y vas a insistir en el tema, pref-

—La razón oculta, Levi. Eso es lo que te estoy preguntando—

Ya no se lo vé a la defensiva, y aprovecho esa situación revisando que no haya nadie cerca que pueda escuchar ésto.

Me siento de costado y suavizo mi actitud. Necesito que entienda que no lo estoy atacando; solo tengo curiosidad.

—Vos… estabas completamente decidido en salvarlo, y me pregunto: ¿Qué hubiera pasado si Eren no te hablaba sobre sus deseos de conocer el mar junto a su amigo?—

Primer indicio: sus ojos demuestran sorpresa. No sé por qué exactamente.

Toma una postura de derrota para contestarme:

—Le cedí la oportunidad que yo no tuve de vivir junto a un amigo. Nada más — y se levanta con cuidado para tomar las tazas y llevárselas.

No se va escapar fácil de esta conversación.

—Levi - da media vuelta para mirarme con fastidio - en muchas ocasiones anteriores, pudiste cederle esa oportunidad a otros subordinados. ¿Cuál fue la razón de que lo hicieras con Eren?— 

Levi siempre fue alguien de dar y nunca recibir. Su historia se trata de eso, pero… ¿dejar morir a un amigo para darle esa chance a Eren? ¿Que podría explicarlo?

No… no creo que sea eso, ¿O sí?

—...Quien sabe — finaliza nuestra charla con esa interrogante.

Si lo pienso en frío, el chico es el último que queda de su primer escuadrón. Tiene la vista enfocada en el comportamiento de Eren hace casi cinco años, sería comprensible que se haya encariñado al menos.

Esto me otorgó más dudas que respuestas.

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12:53 PM

 

Si bien el aire denota algo de pesar, pronto se aligeró con el transcurso de los días. Cómo siempre, pudimos recomponer nuestro espíritu, y ahora el realizar tareas cotidianas junto al entrenamiento le devuelven vitalidad a la Legión. De hecho, actualmente puedo escuchar algunas risas durante el almuerzo o desayuno cuando los cadetes se reúnen.

Creo que es bello… lo más bello que desprende este lugar es el sentimiento de familiaridad que se transmite a través de sus risas.

Sin embargo, la actitud de Levi es igual a una bomba a punto de estallar. Para ser más específica, me refiero a la cantidad de emociones que seguramente traga en el fondo de su humanidad para actuar con normalidad; como si nada sucediera dentro suyo.

Más que explotar, este hombre hace implosión. Lo cual lo siento el doble de peor.

Intentar hablar con él del tema es igual que querer abrazarlo: completamente imposible.

No obstante; todas y cada una de mis dudas y preocupaciones con respecto a Levi me las guardo en el bolsillo cuando sin intención; presencio una situación extraordinaria:

El cuarto de almacenamiento es bastante amplio; allí guardamos tanto las materias primas para cocinar como los elementos de limpieza y demás. Yo, personalmente, guardé en el fondo del cuarto mis utensilios para experimentos. Tanto frascos de vidrio como aceites especiales y formol. De hecho, son tantas las cosas que se almacenan en este lugar que parece un depósito, y es así como las grandes cajas de madera apiladas unas sobre otras esconden mi presencial cuál ratón.

Estoy cansada de buscar; ya revolví las dos primeras cajas y no encontré el aceite que necesito. Es entonces que me siento en el suelo quedando aún más oculta. Lo bueno es que limpiaron este lugar hace relativamente poco, por ende no llego a ensuciarme. Flexiono mis piernas  quedando cual puente y me quito los lentes con cuidado. Siento la vista doler y me masajeo el puente de la nariz con los dedos. 

Sepan; llevar lentes es un dolor tremendo.

Y de imprevisto, sin verlo venir, la puerta del cuarto se abre. Desde mi lugar escuché perfectamente el traqueteo de botas, y deduzco que es más de una persona. Digamos que desde mi estancia hasta la puerta habrán unos 7 metros, por ende hay espacio suficiente. 

Eso no quita que reconocí al instante la voz de quienes entraron.

—Listo, escupí lo que te pasa—

Sí, ese es el enano.

—Bueno… cuando le pedí privacidad para hablar no me refería a esto—

¡¿Es Eren?!

Carajo, esto va estar bueno.

Me obligó tanto mental como físicamente a no moverme ni emitir sonido. Tener estas enormes cajas cubriendome es muy oportuno.

—Cualquier otro lugar tiene menos privacidad que éste. Hasta mi habitación tiene oídos - escucho y siento la presencia de Levi sentarse sobre la madera de la caja delantera- ¿Querías privacidad? Ya la tenemos, ¿De qué necesitas hablar?—

—Es...ah - lo escucho suspirar nervioso. Ay, suena igual a un cachorro - no me es fácil preguntar o plantearle esto Capitán —

—Das muchas vueltas, mocoso. Si necesitas seguridad, te doy mi palabra de no patearte—

JAJA casi que se me escapa la risa. Por suerte no me notaron.

—Jajajaj eso me otorga un poco más de confianza — le escucho hablar al chico.

Estando así, totalmente quieta, encuentro una abertura entre los lados laterales de las cajas, lo cual me permite apenas ver. Mi vista da con la puerta y sobre ésta, el cuerpo de Eren recostado. Se lo vé nervioso y ansioso, y sinceramente me muero de intriga por saber la razón de querer privacidad con el enano.

Si sale vivo, lo aplaudo.

Entonces lo veo adquirir una postura de soltura y confianza aún sobre la puerta.

Lo que sea que tenga para decirle, está a punto de expresarlo

—En realidad son muchas cosas, Capitán… en primer lugar, quería tener un momento a solas con usted para agradecerle... - la cara de ese chico es un poema - nunca me tomé el tiempo para decírselo, y con esto hablo desde que me permitió entrar a su escuadrón hasta… hasta salvar a Armin—

El crujir de la madera me hace creer que Levi acaba de cruzar una pierna.

—Si querías privacidad para decirme eso, malgastaste tu tiempo. No es necesario que me agradezcas nada, hago mi trabajo —

Es un frío de mierda. ¡Carajo Levi, escuchalo!

—Señor; disculpe si me equivoco, pero muchas de las cosas que hizo por mí, no estaban dentro de sus obligaciones - ahí va, me gusta como contraataca este chico - haya sido por lastima o empatía; sepa que le agradezco por todo. Yo… le vuelvo a pedir disculpas por mi actitud frente a la muerte del Comandante; y que eso va ser una razón más para estar en deuda eternamente con usted—

Hay un leve silencio que me da estragos en el vientre. 

—Tch, estás confundiendo las cosas, Eren. No estás en deuda conmigo, sacate esa idea de la cabeza - que bueno, creí que lo trataría peor - yo velo por el bienestar de mis subordinados, ese es mi trabajo. Ahora, si eso es lo que tenías que decir, nos vamos—

—¡No, por favor, espere! - casi que le implora eso - aún no terminé —

El rechinar de la madera volvió a escucharse cuando Levi sitúa su cuerpo en ella otra vez.

—Apurá el trámite, mocoso. Tenemos entrenamiento en media hora —

—Bien - se lo ve y suena totalmente decidido - quiero que sepa que estoy para usted, Capitán. Así sea para desahogarse a golpes, yo estoy con usted… entiendo que no es su pasatiempo preferido el acercarse a las personas, pero todos necesitamos algunas veces hacerlo—

Jaeguer, sos el hombre con más huevos que conocí hasta ahora.

—¿Qué te hace pensar que lo necesito?... Eren, si lo estás diciendo por la muerte de Erwin no creas que ocup-

—No. No lo diga - le cortó el chico - yo no vengo a plantearle esto ni por lastima ni para ocupar el lugar de nadie. Quería decirle esto hace mucho tiempo, pero no me animaba… tenía miedo de que me echara a patadas —

Y no sos el único, yo también lo creí.

El mutismo de Levi es la clara señal de que continúe.

—Lo conozco muy por arriba, señor, por eso quería decirle que estoy para usted y no solo como subordinado. Puede verme como un igual; alguien en quien depositar los males que lleve encima. Así sea de improvisto o si necesita cagarme a puteadas, puede hacerlo… no sé si soy digno de su confianza, pero en caso de serlo, quiero que me tome en cuenta—

Es irónico como el aura de este lugar cambia tanto. Cuando ingresaron, podía sentir la presencia imponente e inquebrantable de Levi cual León alfa. Es ahora mismo, que el porte arriesgado y osado de Eren aplaca esa actitud del enano.

Veo a Eren sentarse con lentitud en el suelo, aún contra la puerta. Flexiona las piernas y reposa sus antebrazos en éstas

—¿Tiene algo para decir, Capitán?—

La única respuesta que le dio fue levantarse con cuidado de la caja y sentarse a su lado, recogiendo las piernas y sacando del bolsillo una cajetilla de cigarros.

Cuando enciende uno, Eren gira el rostro de costado, observando las facciones del enano mientras fuma.


—¿Sabes algo, mocoso?- el chico asintió en señal de prestarle atención -  Cuando cruzamos la Ciudad antes de llegar a los Cuarteles, muchos ciudadanos se acercaron a felicitarme por matar a titanes... Es ahí donde mi moral se derrumba—

Esta es la primera vez que escucho a Levi decir eso.

—Es un contrapeso constante… soy capaz de masacrar cientos de titanes; pero no consigo salvar ni a un tercio de mis compañeros - mierda, hasta mí me dolió - ¿De qué me sirve matarlos si mi gente igualmente muere? —

Cuando exhala, el humo se dispersa por la habitación, otorgándole olor a tabaco y menta.

Sepan que en ningún momento Eren dejó de mirarlo. Se limita a escucharlo y estudiar su rostro, el cual está demacrado.

—Mgh, lo entiendo... - de repente, le quita el cigarro a Levi de la mano para fumar - yo tengo la capacidad de convertirme en uno de ellos, y ni con eso soy capaz de vencer. Es...—

—Frustrante - le completa el enano.

Eren le sonríe antes de devolverle el cigarro; ¿Siempre es así de mandado este chico?

En algún momento su vista viajó por las primerizas telarañas del techo, y creo que habló sin pensar.

—Aunque siento que no está siendo objetivo con respecto a ello, Capitán. Al menos no desde mi lugar... - cuando recita tales palabras, Levi direcciona su rostro extrañado hacia él - perdí la cuenta de la cantidad de veces que usted me salvó —

O tal vez lo pensó demasiado bien Jaeguer.

—Eso es porque sos un mocoso impulsivo que no racionaliza antes de actuar - le contraataca el enano, arrebatándole el cigarro de la mano - no sabía que fumabas —

—Yo tampoco sabía que usted lo hacía — 

—Yo soy mayor, vos no deberías hacerlo —

—Vamos Capitán, no me venga con ese cuento; ¿Tengo edad para entrar a la guerra pero no para fumar? Eso es doble moral —

Dos segundos bastaron para observar cómo las comisuras de Levi tientan con estirarse para dibujar una leve sonrisa; la cual oculta fácilmente.

—Nada mal, Jaeguer - le devuelve el cigarro - pensé que eras un estúpido sin cura —

—Tiene muchos pensamientos errados, señor — 

Por Dios madre; la valentía (o idiotez) de Eren es enorme.

—Y vos la lengua demasiado suelta, mocoso — le dice sin maldad, burlándose de él.

Es muy interesante ver cómo comparten el silencio en una comodidad inexplicable, pero siento mi trasero entumecerse ya del tiempo que llevo quieta. Y cuando comencé a creer que se irían, retoman la conversación.

—Dale, "esperanza de la humanidad", va empezar el entrenamiento —

Veo al enano levantarse, pero Eren sigue en el suelo.

—Jajajajaj, no lo diga así. Lo siento totalmente hipócrita - lo escucho decir —

—Esa es la diferencia, mocoso. Mi esperanza sí está puesta en vos - desde su lugar, observo el brazo de Levi extenderse para ayudarlo a pararse - fue por esa razón que te acepté a mi lado en la Legión. Veo en vos una obstinación que ni yo tengo - me siento morir -  Tu voluntad es férrea, cosa que no se ve a diario en mocosos de tu edad. Así que haceme un favor, y no te menosprecies  —

Que me devore un titán en este instante si me equivoco al pensar que Levi está siendo, por demás, amable y cariñoso con el chico.

Es entonces que Eren toma su mano con seguridad y queda de pie. Otra vez creí que se irían, pero la situación se descontroló en un instante.

—Gracias Capitán, pero yo aún no terminé — 

En un movimiento rápido e impredecible, el chico lo da vuelta para empujarlo contra la puerta.

—Oi, ¿Qué mierda estás haciendo?— 

Aunque no me crean, el actuar de Levi no es defensivo. Sí, está estupefacto, pero no veo agresividad en sus ojos, y tal situación justificaría que le enterrara una rodilla en el abdomen bajo. Más aún, cuando las manos del chico rodean su figura sobre la dureza de la puerta, a la altura de la cabeza.

Otra vez, la respuesta de Eren me deja atónita.

— Dijo que no me patearia, ¿Verdad? - el asentimiento crudo de Levi lo deja continuar - si quiere irse y luego ignorar esto, lo acepto. Pero...—

Ay no, se está acercando. Se está acercando demasiado al enano. Si no me equivoco, está a sólo centímetros de su rostro. Apuesto que respiran su propio aliento.

—Usted me gusta, Capitán… —

La cagaste, la cagaste feo Eren. 

Me cubrí la boca por la impresión mientras observaba como de a poco seguía acortando la distancia. 

Si Levi no lo mata, mínimamente le da la misma paliza del juicio.

Lo que no entiendo es la parálisis del enano. Se te está acercando, ¿Por qué no lo detenes?

—No quiero que se enoje, señor. Pero tenía que decírselo...—

No obstante; si antes me tapaba la boca con una mano por la ignominia de ver a Eren confesarse, tuve que utilizar la otra mano para retener mi impresión con la respuesta de Levi.

—Tch. Estás tardando mucho, mocoso —

Y lo tomó por la nuca para besarlo.

Sí, exacto. Lo besó.

No se si me sorprendí más yo o el chico, pero claramente él aprovechó la correspondencia de Levi.

Y como ya lo dije, la situación se descontroló en un instante.

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Segunda parte

 

Las orientaciones sexuales de Levi nunca fueron de mi interés. Supe por puterio dentro de la Legión que se acostaba con prostitutas, lo cual es totalmente entendible y normal desde mi perspectiva.

Ahora; la efusividad con la que besa a Eren me demuestra que tiene varias caretas ante los demás, y ese chico acaba de derribar una al confesarse.

Ésto que estoy viendo no me lo creería si me lo contaran. Primero, porque no sabía que eran bisexuales. Segundo, porque jamás vi algún roce entre ellos.

Ahí va la clara enseñanza de que las apariencias son engañosas.

Vuelvo mi vista a ellos cuando el sonido seco y corto contra la madera hace eco en el reducido espacio de este cuarto. Carajo, es impresionante la capacidad que tiene una boca para fundirse en otra.

Llega a mis oídos otro sonido; el sonido de sus besos. Observo más atenta y allí hago con la espalda de Eren y delante suyo, el rostro embriagado de Levi. Guau, quién diría que un mocoso como él podría arrinconar al enano para devorarselo de esa manera. Porque en serio, los labios de Eren no paran de moverse ni de tomar posesión sobre los contrarios. Levi ladea la cabeza y toma el control por primera vez al levantar una mano con destino en los cabellos del chico. Lo zamarrea y doblega a su propio deseo cuando, con morbosidad, mete su lengua en la cavidad de Eren.

Mierda, estoy sonrojada. No puedo creer lo que estoy viendo.

Genial, ahora escucho el leve chapoteo de la saliva mezclándose y terminando en la boca de Levi. Cuidado, sus manos no están quietas. Las del chico se pasean con dulzura sobre el pecho y cuello contrario. El enano se dedica a mantener el mentón bien elevado para no descuidar el beso… es demasiado encantador esto.

Esperen, no crean que me quedo aquí de voyerista. Sucede que, si notan mi presencia ahora; les corto el chorro a la mitad y encima, Levi me asesina. 

Prefiero quedarme mansa y esperar que se vayan.

Vuelvo mi atención cuando el movimiento de ambos comenzó a calmar; y otorgandose unos sutiles besos superficiales, observo a Levi situar la yema de sus dedos sobre los ansiosos labios de Eren.

—No… basta - el tono en el que habla es completamente bajito - no podemos..  —

¿Justo ahora va decir eso?

—¿Por qué no podemos? — le pregunta el chico con suavidad, mientras reparte besos por su quijada. 

Puedo notarlo, el enano se está dejando llevar.

—Alguien… - dejó de hablar cuando la boca de Eren llegó hasta su oreja, mordiendo y descendiendo - alguien puede venir a buscar provisiones —

Si no me equivoco, lo que provino de Eren fue una leve risa.

—¿Alguna otra razón?—

Qué chico obstinado. No piensa rendirse, mucho menos cuando la voluntad de Levi se derrite conforme bajan los besos por su pálido cuello.

—Soy tu s-superior —

Esa oración vino acompañada de un suspiro.

—Lo sé, señor… - dirige sus dedos juguetones al pañuelo blanco para desajustarlo - ¿Qué más?—

La poca cordura que Levi tiene la está usando para encontrar razones suficientes; estoy segura.

—Te doblo en edad, mocoso —

La paciencia que obtuvo Eren para subir hasta su rostro y enfrentarlo con la mirada es aterrador.

—Eso no es impedimento para mí - le devuelve, y veo a Levi fruncir el ceño ante sus palabras - ¿lo es para usted? ¿ Le molesta que sea un mocoso impulsivo?... Si es así, dígamelo y me retiro —

No sé de dónde, pero la autoridad del enano vuelve en un momento repentino. 

Alejó al chico de un empujón y tuve miedo de que lo golpeara, pero no ocurrió. Muy por el contrario, arrastró una caja que trabó la apertura de la puerta, y tomó a Eren por los cordones de su playera.

—Me estás hinchando los huevos con tu palabrería — nuevamente, parece un perro gruñendo.

Sin embargo, la sonrisa ladina del chico es muestra clara de un juego, un juego que (lamentable o afortunadamente) voy a presenciar.

Guía a Eren hacia una de las cajas cercanas y lo sienta con dureza en ella. Y así, demostrandome  que tiene muchas facetas ocultas, se sube a las piernas contrarias. Esa cara, la cara de Levi aspirando salvajismo es imponente.

Toma al chico por los cabellos para elevarle la mirada, encontrándose con los guturales faroles de él.

—Si vas a volarme la cabeza, hacelo rápido —

Bravío, empoderado y dominante. Ese es el Levi que conozco, ¡ Vamos carajo!

— A sus órdenes Capitán —

Eren no llego ni a terminar la oración, que ya buscó con necesidad la boca ajena para devorarla, y fue correspondido con fuerza y hambre. Sus manos volvieron a jugar, y la campera de cuero marrón de la Legión comenzó a deslizarse por los hombros de Levi. A la par que la prenda caía, el pañuelo le siguió el camino y pude ver cómo los primeros botones de su camisa gris eran abiertos con agilidad por el chico. Uno por uno, mientras desabotonaba la prenda, repartió lengüetazos a la piel encendida de Levi. Y eso era obvio, ya que la palidez de su torso comenzó a teñirse de sonrosado, demostrando que su calentura aumentaba. 

Ay no… van hacerlo aquí, eso es claro. Mierda.

Aún así, se los ve con una efervescencia contaminante. Se besan con amplitud y rebusque, tirando del cabello y moviendo torpemente las prendas por arriba creyendo que así se librará de ellas. Cuando la camisa del enano cayó al suelo, la boca del chico se hizo dueña de los erizados pezones. Fue entonces que la mano de Levi viajó a marcar el ritmo de aquellos chupones.

 Por Dios… nunca vi a dos hombres mantener contacto sexual; esto es nuevo.

—Ah… — se le escapó un jadeo, y al instante la mano libre de Eren le cubrió la boca, brindándole así silencio a la situación. 

No se detuvo por un buen rato, y cuanto más rápido agitaba la punta de su lengua en el pezón derecho, más se restregaba Levi sobre las piernas del chico. 

Se vé que la vergüenza caló por primera vez en la consciencia de Levi, porque en cuanto los besos por su torso se detuvieron, tiró la chaqueta del chico hacia tras para olvidarse de ella. Segundos después, tomó el final de su remera verde para subirla poco a poco, disfrutando de los trabajados pectorales y de su tez.

Muy sexy, hasta yo lo admito.

—Capitán, ah - susurra tan bajito, que hasta me costó oírlo - usted me excita demasiado —

Por favor, no lo digas con ese tono Eren. Incluso yo puedo ponerme cachonda con esa voz ronca.

—Sos un calenturiento de mierda — le ataca, pero no veo que deje de moverse sobre sus piernas.

—Usted no está en condiciones de decirme eso — una defensa instantánea. Es así, que incluso desabrocha el botón del pantalón bajo la atenta vista de Levi.

Cuando deja de moverse, es solo para observar a los dedos de Eren tomar la cremallera de metal e ir bajándola con desespero y sensualidad. Mientras lo hace, reta con la mirada al enano, y éste levanta apenas su cadera tras morderse el labio inferior, humedeciendolo.

Okey, ya no sé quién es más sensual en este momento.

—Quiero hacérselo — le pide Eren, adentrando su mano en el ajeno pantalón blanco.

—¿Sí? - el chico asiente rápido - ……. —

No llegué a oír ya que se lo susurró dentro de la oreja, pero claramente le subió el libido al chico. 

—Dame todo lo que tengas, mocoso. No tenemos mucho tiempo —

Ahora sí. Ésto se va descontrolar.

La rapidez que tuvo Eren para levantarse y dejar a Levi debajo suyo, recostado sobre la madera de aquella caja, me es desconocida.

Esperen ….¿Levi está abajo?

—No pienso parar, señor —

— Así me gusta - le responde para luego llevar sus manos al botón del jean blanco - te quiero frenético, Eren —

¿¿¿Cómo, cómo, cómo???

— No se preocupe - le sonríe con lujuria para bajarse la prenda - Me lo voy a coger con ganas —

A la mierda.

Esto tengo que verlo.

La agilidad del chico para deshacerse de los pantalones y prenda interior es llamativa. Deja a Levi desnudo al igual que un durazno sin su piel externa. Es atractivo, lo admito. Personalmente no me excita, pero el bulto que asoma por la ropa interior de Eren da cuenta de que a él sí. Da cuenta de las ansias que carga con follarselo.

Va ser algo interesante de ver.

Absorbe en sus labios porciones aleatorias de piel para chupar, y el enano solo entorna la mirada en blanco cuando la cabeza de Eren asoma por su sendero bajo. Unos centímetro más y lo va tener en la palma de sus manos. Admira con diversión el falo recto y erguido de Levi para lamerlo de abajo hacia arriba, ampliando la anchura de su lengua a medida que sube.

—Ngh...—

No habla ni emite sonidos, pero la contracción de sus músculos y labios lo dicen todo. Eren se la está chupando muy bien.

Envuelve lo duro de aquel músculo con sus papilas gustativas, juega con las venas que sobresalen por aquella longitud y finalmente se decide a metérselo en la boca.

El impulso involuntario de Levi al enderezarse muestra lo bien que lo hace el chico. Baja, sube, aplica presión con los labios en el glande y vuelve a bajar. La faceta encabronada del enano es genial, ya que deja colgando su mandíbula al acallar con la garganta sus jadeos, y de pronto el frunce de su ceño da cuenta de la excitación. Para Eren deber ser un manjar puro tenerlo así; sudando y tiritando apenas con el sexo oral que le practica.

—B-basta, no tardes — le pide al chico. 

Éste tomó seriedad ante la situación, dejando de succionar el miembro para enderezarse. Lo veo rebuscar con la mirada y escondo la mía por unos segundos, hasta que lo oigo hablar.

—Esto me va servir —

Ah no. No puede ser.

Acaba de abrir uno de mis frascos que contienen aceite.

Levi no le dedica palabra, solo acomoda su espalda un poco más arriba, dejando la articulación de sus rodillas colgando de donde se encuentra.

Tres dedos; medio anular e índice, se bañan dentro del aceite con rapidez y coacción. Los retira con cuidado y es allí donde me asombro completamente.

Levi abre sus piernas, cuidadosa y lentamente, hasta que las manos de Eren toman posesión de sus rodillas para ampliar ese horizonte. 

Una falange se adentra, y puedo jurar que ambos retienen sus voces al querer jadear. Levi por ser penetrado con un dedo; Eren por disfrutar de la mano ajena que frota audazmente en su hombría. 

Cuando el chapoteo producido con el aceite que escurre y juega en la entrada de Levi baja de intensidad, ya me hago a la idea de lo que va ocurrir.

—¿Le gusta, capitán? —

Asiente.

—¿Qué es lo que quiere?—

Paciencia no es justamente con lo que carga Levi.

Agarra con violencia las hebras marrones de su frente acercándolo a su cara, para luego morder y succionar sus labios con vehemencia.

—Te quiero adentro, Jaeguer —

Entre los susurros que expresan y la lujuria que explota a través de sus poros, ya deduzco que esto va estar fuerte. 

El falo de Eren sale a la luz con rapidez, y tras ser bombeado un poco y cubierto de aceite, se posiciona en equilibrio con la cadera de Levi. 

Espero no sean ruidosos.

—Tápese la boca —

Increíblemente, él acató la acción.

Una mano impidió que gimiera, y la otra se clavó con fiereza en la espalda de Eren cuando éste, sin siquiera avisar, hundió su virilidad en lo profundo de Levi.

—¡Mgh! ¡Mgh! ¡Mgh! — lo sentí contenerse mientras las caderas del chico arremetian en un vaivén constante. 

La motricidad de Eren para bajar la velocidad, salirse sin quitar la punta y enterrarse de lleno, me demuestra el por qué de los jadeos ahogados de Levi. 

Son puro calor, puro fuego avivandose conforme las embestidas se vuelven frenéticas, precisas y certeras. 

Se acoplan maravillosamente. Tienen una sincronización envidiable para hundirse y rebotar uno sobre el otro con furia. 

En este momento no sé cómo logran mantenerse callados y sobre todo, sin hacer ruido sobre la caja de madera.

—Eren - le susurra demasiado rápido - ya… ya voy a —

No lo dejó terminar, enseguida comió su boca a la par que bombea su hombría con severidad. 

Se siente; se percibe el cercano orgasmo de ambos. 

Cuando las penetraciones abarcan el total de profundidad, sus pieles chocan cual aplausos seguidos, y es allí donde se da el derrame de venenosa lujuria y placer. 

La última embestida baja de intensidad, se vuelve un vaivén calmo que desacelera a medida que sus propias respiraciones encuentran un punto de equilibrio. Se dejan llevar por la sensación vigorosa del orgasmo y observan el rostro ajeno. 

Mierda, esa conexión sí que se puede ver, queridos. 

Se besan, cosa que no creí que ocurriría, y la forma de hacerlo denota mucho más que sexo. 

—¿Estuve bien, señor? —

—Nada mal para ser la primera vez—

Cuando se recomponen y alistan para salir, escucho a Eren hacer la pregunta que albergaba en mi propia mente.

—Esto… ¿Puede ocurrir otra vez, Capitán? —

El mutismo de Levi me asusta. Espero no sea tan idiota como para rechazarlo.

— Tenemos que ser sigilosos. No pueden notarlo, va ser difícil —

Bueno, al menos no lo rechazó.

Sin embargo, veo a Eren sentarse sobre la caja que retiene la puerta para luego hablar.

—¿Qué le parece si usamos alguna señal? —

El enano lo mira intrigante.

— ¿Una seña entre nosotros?—

— Así es; aunque no se me ocurre nada — expresa con vergüenza y sencillez.

No transcurrió un minuto, que Levi ya tenía una idea.

—Té de Almendra —

—¿Eh?—

Yo tampoco entendí.

—Cuando te pida un té de Almendra, hazlo y ve a mi habitación. Esa es la señal —

Sonreí. No me pregunten por qué.

—Jajajaja, está bien señor. Pero, ¿Por qué ese nombre?—

Es asombroso lo bello que puede verse Levi con el rostro relajado. Y es allí, con esa hermosura, que le da explicaciones al chico.

—Porque me gusta el té y también el color de tu piel, que es almendra. Vendría ser una combinación de ambas cosas —

El chico solo sonrió para quedarse dentro del cuarto y salir minutos después, una vez que el enano se marchó con suficiente tiempo de por medio. 

Sepan que mi trasero está más duro que una muralla, pero todo lo que observé, lo compensa.

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22: 17 PM

 

Desde aquel día, nunca más toque el tema de Erwin con Levi. Entendí al fin sus motivos, y puede que haya sido lo mejor. 

El comportamiento del enano de a poco comenzó a cambiar. Ya no veo desaliento en sus ojos, y puedo apostar que eso se debe a la intervención de Eren. De hecho, cualquiera que conozca apenas al enano, va notar que sus ratos libres los utiliza en compañía; la del chico.

Tampoco le mencioné que estuve allí en el primer encuentro amoroso con Eren. Sería algo innecesario y que bien puedo guardar como secreto.

Lo único que me cuesta es evitar reír en ciertos momentos claves.

—Eren — lo llama Levi al chico desde la punta de la mesa. Hace apenas unos minutos terminamos de cenar en la Legión, y ya puedo advertir a qué se debe ese llamado - preparame un té de Almendra —

Seguido de eso, se levanta de la mesa y enfila en dirección a las escaleras.

—¡Enseguida Señor! — le contesta antes de que se vaya del todo. 

Me río, y aunque Eren no entienda el motivo, paralelamente comprende que no es necesario.



Notas finales:

Muchas gracias por darle una oportunidad.

Besos y fuerza!


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