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Pequeño Sueño por Fujimiya no Didos

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Aclaraciones: (“…”) Pensamientos de los personajes
(~…~) cuando cantan
(--…--) cuando hablan


Pequeño Sueño

De Didos Fujimiya
Duo x Heero





~ Siempre soñé con tener anginas en mi cama.
Nunca papá me beso y me dijo hasta mañana...
Quise tener una bici que me lleve a todos lados.
Me gustaría decirte tantas cosas... ~

Recostado en el respaldo del largo sofá, ladeo la cabeza así la derecha mirándolo con una pequeña melancolía escrita en esas piedras preciosas que tenia por ojos. “Tantas cosas…” Sin dejar de contemplarlo volvió a lo que estaba haciendo.

~ wo!!!…wo!!! Dreams... little dreams,
pequeños sueños... ~

Un ruidito molesto interrumpió su cantar y vio como su compañero con pesadez serró el libro que estaba leyendo para levantar el tubo del teléfono y así comenzar una condensación con quién sabe quien

— Hable — pronunció una gruesa, pero de adolescente, voz, para después, continuar —Relena… ¿Qué pasa?

El otro recostado en el sillón bufo al escuchar ese… nombre y volvió su mirada a un punto indefinido de la habitación para continuar con su canción en un tono más alto.

~ Siempre mi abuela me pidió que yo valla a visitarla.
Nunca cerré bien los ojos cuando estaba bajo el agua…
Quise esta tarde encontrarte caminando hasta mi casa.
Me gustaría decirtgrerrr gangrrrtarrg cogarrrggr... ~ Una mano se coloco sobre sus labios apretándolos.

—En una semana estaremos ahí…— Sin saludar colgó el teléfono y libero la boca de su… ¿amigo?

—¡¡¡Heero!!!¡¡¡Casi me ahogas!!! — Dio una bocanada de aire y siguió protestando parado en el acolchonado mueble — ¿¡Ir a donde!? ¿Con Relena? ¡¡¡No quiero!!! ¡Sabes que no me cae bien u_u! — termino con un dulce puchero donde su arma secreta era el brillo de sus encantadores ojos azul-violáceo. Aunque no sabia por qué se molestaba en hacerlo si ante esa roca nada servia.

—No me interesa. Si no te gusta lo harás por educación. Ha invitado a los cinco ex-pilotos gundam a pasar una semana en su casa de veraneo porque dentro de poco ara una fiesta de gala ya que se cumple un año de paz y nosotros seremos los homenajeados. — Respondió en tono severo.

— ¿¡¡¡¡QUE….!!!!? ¡¡¡Encima de ella me tendré que soportar a otros estirados!!! ¡¡¡NO….Daleeeee!!! No quie…

—DUO... — Lo callo en un tono amenazante, igual que su mirada. A continuación retomo su lectura. El trenzado suspiro con desgano y se desplomo de nuevo en el sillón con los brazos cruzados en su pecho y mirando, de reojo, con fastidio a su amigo.



Qué tan diferentes eran…

Es verdad, pronto se cumpliría un año de no tener a su gundam Deathscythe, en este tiempo transcurrido había puesto su mochila en hombros y vagado, al principio con Hilde, por todas partes sin rumbo fijo, visitando uno o dos días a sus amigos y ex-compañeros de batallas. Había sido como una pequeña tabla de madera a la deriva en el inmenso mar de la vida; en el cual sus corrientes inquietas y traicioneras lo habían llevado a esa playa paradisíaca, pero tan temida, donde se encontraba en estos momentos de su vida.

Hacia un mes que había llegado a la colonia L1 donde habitaba el ex-piloto mas estoico de los cinco y como había hecho con todos los otros que había encontrado en su viaje lo fue a visitar, pensando en no quedarse mas de un día para no molestar, pero le fue imposible… y ahora, en el presente, todavía era huésped en su casa. Al contrario de él, el japonés se había quedado en su colonia, alquilando ese pequeño, pero acogedor, apartamento gracias a la beca escolar que había conseguido en la escuela más importante de la colonia. Al parecer el tiempo y sobretodo el trato día a día con las personas había sido beneficioso para su carácter, cuando Duo lo encontró se veía mas sereno, todavía no se encontraban intentos de sonrisas en su rostro, pero sus ojos azul cobalto se volvieron algo transparentes y eran ellos quienes daban alguna idea sobre lo que pasaba por su mente al mundo.

En el momento en que el ex-piloto de Wing Zero le dio a entender a… ‘su invitado’ que podía quedarse todo el tiempo que deseaba, sin darse cuenta ato al trenzado a él teniendo solo en sus manos la decisión de liberarlo. Porque para el auto-control del antiguo dueño de Deathscythe le era imposible imponerse ante el deseo de ver y estar todos los días junto a hace ‘Soldado Perfecto’ que muy lentamente, en el ruido y en el infierno de la guerra que los hizo conocerse, fue introduciéndose en su corazón con alegría por haberse enamorado y con pena al saberse no correspondido…



El brazo sujetando fuertemente su cintura impedía que se escapase, pero esa forma de sostenerlo le hacia muy difícil la tarea de arrástralo asta en umbral de la gran mansión.

—Duo déjate de comportar como un niño… ¿Por qué tanto berrinche? — Protesto el de ojos azul cobalto, como las profundidades de los mares, sujetándolo mas fuerte contra su cuerpo.

—¡¡¡No quiero ver a ase concheta!!! NO LA SOPORTO. — Por un segundo su hermosa boca paso de su severo puchero a una minúscula sonrisa al pensar… “Además así… consigo que me abrases, bruscamente, pero lo haces ^-^”

—Solo será una semana y estarán los otros también. — Lo soltó de su agarre, produciendo que casi se caiga si no fuera por los reflejos tan sorprendentes que había adquirido al ser un piloto de gundam —Ahora, CAMINA Y VAMOS. — Exigió el japonés ya bastante arto.

—Mmmm… no.

—Esta bien— Completamente sacado de si, como solo el Baka trenzado sabía hacerlo, lo alzo de imprevisto, como el novio que alza a su amada para entrar en su lecho nupcial, y continúo su marcha.

—¡¡¡¡¡KYAAAAA!!!! ¡¡¡¡¡HEEROOOO!!!! ¿¡¡¡QUE HACES!!!? — Grito un total avergonzado estadounidense que sentía como toda la sangre se le subía a la cabeza.

—O caminas solo o esto.

En la mente de Duo una intensa pelea entre si y no comenzó, admitía que se sentía exquisito en los brazos del soldado perfecto y si fuera por él ni loco se bajaba de ahí, pero también estaba ese entre seño torcido con el cual su compañero lo miraba por su tardanza en la respuesta.

—Camino…— Respondió por fin en un tono bajo y con sus cachetes apunto de ebullición.
El ex-piloto estoico lo bajo sin cuidado y con la mano le señalo la entrada a la inmensa casa. —Camina adelante.

— ¿He…? ¿¡Por qué!?

—Para que no te escapes…— Una pequeña venita ya se estaba hinchando notoriamente en su frente.

—NO me…

—¡¡¡CAMINA!!!

—Si…u_u— Para este punto era obedecer u…. obedecer, la cara de Heero no era precisamente la de un angelito comprensivo y esas chispitas de fuego en sus ojos daban de enserio miedo.



Después de unos minutos la puerta se brío lentamente dejando ver a un mayordomo que muy educadamente saludo a los dos muchachos y los dirigió hacia el imponente living donde una chica de cabellos largos los recibió.

—Buenas noches. Heero no sabes que feliz me hace verte aquí— Dijo aproximándose a ellos y mirando de reojo al trenzado término su frase — Claro, a vos también Duo…

“Falsa, falsa como siempre” Pensó el ultimo mencionado tratando de mantener una sonrisa en su rostro para tapar el gesto de repulsión hacia la anfitriona. —Buenas noches Relena. Dime alguno de los chicos ya llegaron, hace mucho que no los vemos ¿No Hee-amigo?

—Uhm…

—Lo lamento Duo, pero al parecer no vendrán esta semana, Quatre que esta trabajando en la compañía de su familia y Wufei que esta con los preventer recién se podrán desocupar para la fiesta.... — Le respondió con un tono que al joven le sonó muy artificial, bueno, a él todo lo que venga de ella le sonaba así.

— ¿¡Y Trowa!? — La interrumpió con su pregunta.

— ¡Que acelerado que sos Duo! ya te lo iba a decir. No pude localizar donde esta parando el circo ahora, pero igual lo estoy buscando para al menos invitarlo a la fiesta.

“Mmgggrrr… vos sos una asquerosa y no por eso te lo estoy diciendo en la geta” Tratando de negar todo deseo de ponerle la cara que merecía recibir pronuncio: — Y… ya le has preguntado a Quatre si sabe a donde esta. Si quieres saber algo del cirquero al primero que tienes que ir es a él ^-^

—No se me había ocurrido esa opción, gracias por decírmela, mañana lo haré.

“Era obvio que no se te iba a ocurrí, para eso un ínfimo de cerebro tendrías que tener _ ”—Igual es una pena, Trowa ya no llegara para esta semana…u_u

—Y… no— Luego de responder con una ‘sonrisita’ miro fijamente los ojos de Heero para continuar—Estaremos solos entonces.

Duo interponiéndose inmediatamente entre las miradas, dirigiendo la suya a la chica agrego —Es verdad estaremos los TRES nada mas, jajaja que semana nos espera, no Heero…? — Voltio de un salto y miro al aludido con cara de “Ahora si, te mato”

—Deben tener hambre después de tanto viajar, vallamos a cenar, el comedor queda por acá— Volvió ha hablar Relena mientras se dirigía a una elegante puerta de roble con bellos vídriales. Después de unos segundos los muchachos caminaron a tras suyo sin acotar nada, es que la mente del ex-piloto de Deathscythe estaba ocupada en insultar a la joven... “Yo sabia… yo sabia que no teníamos que venir, grgrgrrrr… ¡Que guachos Quatre y Wufei que se salvaron de esto! Y Trowa maldito suertudo… Ahora ni loco me quedo acá, si Heero se quiere quedar que se quede pero yo me lar….¡¡¡¡NOOOOOO, ni muerto puedo dejarlo solo con esa trepadora!!!!! ¡¡¡¡¡CARAJO me voy a tener que quedar!!!!”



—Buenos días Heero ¿has descansado bien?

El aludido somnolientamente dirigió su mirada a donde provenía el sonido encontrándose con la figura de una señorita apoyada en el marco de una puerta, a la cual respondió vagamente. —Buenos días Relena. — concluido el acto de educación continuo su camino por las elegantes escaleras hacia el comedor seguido por la joven que apurando su paso notoriamente logro alcanzarlo.

Ya en la planta baja el mayordomo los saludo cordialmente y los condujo al comedor. Ahí se sentaron en la imponente mesa, como todo en esa casa, todo grande, lujoso, los ambientes muy rellenos, con demasiados muebles y adornos; una decoración bastante jactanciosa para los gustos simplistas de Heero, aunque esa mansión ya era petulante para cualquiera con algo de cordura... por el hecho de que estaba convertida en un insulto a todo estatus social menor al de esa familia.

Un sirviente enseguida se acerco con un carrito que dejaba ver un menú bastante completo para el desayuno, dispuesto a servir lo que los comensales desearan.

—Nuestro chef siempre se esmera para los desayunos, dice que es una de las comidas más importantes del día— Comento la joven mientras le indicaba al camarero lo que comería. —Sírvete todo lo que desees Heero— Este miro el carrito y después el plato servido de la anfitriona para luego acotar un detalle, no tan detalle. —Duo todavía no esta acá, deberíamos esperarlo.

—Debe estar durmiendo, se nota que es perezoso. Empecemos a desayunar, ha él lo atenderán en cualquier horario que decida despertarse, no te molestes— Excuso con una sonrisa la chica, sacándole toda importancia a la ausencia del otro invitado.

“A Duo no le gusta comer solo… si dejo que lo haga después me lo reprochara” El ex-piloto no convencido de lo propuesto resbaló su silla hacia atrás levantándose educadamente. —Con permiso. Lo iré a despertar, es ahora el horario del desayuno, no mas tarde.

—… Esta bien, así le enseñaras un poco de modales a nuestro…amigo— Con esto dicho el chico se retiro hacia las habitaciones.

“Mira que bien educado resultaste ser. Es el destino mi querido Heero, vos fuiste creado para mi, debes pertenecer al circulo social mas alto y eso solo yo te lo puedo dar” pensó la joven diplomática mientras lo veía alejarse.



—Tok…tok— El sonido que causo el pequeño golpeteo no consiguió respuesta. —Duo…— Pronuncio su nombre con sus labios muy cerca de la puerta, pero obtuvo lo mismo, por lo que decidió entrar. Abrió la puerta muy lentamente y en silencio entro observando la hermosa criatura de largos cabellos dorados durmiendo profundamente. Rondo la cama asta quedar del lado mas cercano del trenzado que en esos momentos poseía su espléndida cabellera desparramada en su espalda y parte de la cama. Solo se veía su cabeza salir de la cálida frazada, pero esta contorneaba todo su esbelto cuerpo. Después de unos minutos en silencio el japonés pronuncio bruscamente: —Baka desperta.

El aludido ni se entero de que lo era y colocándose boca arriba con los labios entreabiertos prosiguió su sueño. —Despertaa…— volvió a exigir sin éxito, siempre era lo mismo, si no lo zamarreaba o algo por el estilo el bello durmiente seguiría encantado. Fastidiado respingo notoriamente, mientras que de un solo movimiento retiraba la frazada tirándola al piso. Cual no fue su sorpresa al encontrase que ese Baka trenzado estaba como dios lo trajo al mundo.

El ex-piloto de Deathscythe sintió el frió recorrer todo su cuerpo y con desgano tanteo el colchón con una de sus manos buscando con que cubrirse para volverse ha apachurrarse en la cómoda cama. Manito va, manito viene y nada encontraba, además el frió del ambiente ya le empezaba a molestar. Con un gruñido ronco abrió lentamente los ojos acostumbrándose a la luz del día. De apoco consiguió nítida en su vista y… ahí estaba, mostrando todos sus atributos al muchacho que amaba. Al instante su cara de marfil pasó al rojo mas intenso que su sangre podía pigmentar y de un salto se convirtió en unas bolita humana tratando de taparse lo mas posible.

—¡¡¡¡HEEEEROOOOOO!!!!! — El grito de pudor lo saco de su perplejidad, como si él también se hubiera despertado de un maravilloso sueño encontrándose en una situación muy… incomoda. Con todo el auto-control que posee impidió que sus mejillas compartieran el mismo tono que las de su compañero y con pasos acelerados se dirigió a la puerta.

—Alístate y baja. Te estamos esperando para desayunar— Ordeno sin mirarlo y después salió del dormitorio serrando la puerta, para luego apoyar su espalda en ella. “Nunca dormiste así en mi casa…” Pensó… ¿puede ser un poco triste? Mmm… no lo creo, es muy difícil de creer que Heero se este lamentando por que en su casa no allá podido ver ‘cositas’ que lleven a otras ‘cositas’ mas xxx con Duo.



Por fin ya estaban desayunando, el estadounidense comía todo con gran apetito, es que la chica había tenido mucha razón con que su cocinero se esmeraba mucho en la primera comida del día. ¡Todo estaba exquisito!

La anfitriona comía lentamente mientras observaba pensativa a los dos muchachos. “¿Como me libro de vos? Siempre estas pegado a él, como un moco molesto, porque eso sos para Heero y pobrecito no te has dado cuenta todavía… Pero me tengo que encargar de sacarle esta garrapata a mi amor, si no mi plan no funcionara y me habré molestado tanto para nada.” Sonrió para si misma, comenzando la charla para lograr su objetivo —Dentro de una hora iré al shoping para comprar algunas cosas que me hacen falta para la fiesta— Dirigió completamente su vista al japonés sonriéndole encantadoramente. —Me gustaría que me… acompañaran, así pasamos algo de tiempo juntos y no se aburren, en esta mansión no hay mucho para hacer— Termino la frase mirando de reojo al otro huésped, si es que se puede llamar así al trenzado porque para las verdaderas intenciones de la joven él era un completo metido, el bien llamado ‘mal tercio’

—Ir al shoping a ver vidrieras nada más… “y el tener que soportarte colgada del brazo de Heero arrastrándolo a cuanta tienda se te ocurra” mmm… no me convence mucho — Contesto el de largos cabellos no muy entusiasmado.

—Si no quieres, no lo hagas… “si se queda acá… lo mas probable es que Heero se quede, ya que de seguro La Molestia se lo rogara. Mmm... mala suerte, tengo que llevarlos, allá será mas fácil separarlos” En el shoping también ahí una sección de video juegos ¿te gustan no?

— ¿¡¡Que si me gustan!!? ¡¡¡Me encantan!!! Vamos Heero, ¡¡¡Dale~!!!

—Hm— Contesto, si a eso se le puede llamar respuesta, sin dejar de comer lo que tenia en el plato.

“jajajajaja… Gracias Duo por ser tan ingenuo e infantil. Cuando Heero este solo con migo me dará la posibilidad de terminar de conquistarlo y será todo mío, ‘El Soldado Perfecto’, ‘El Mejor Piloto de Gundam’ será mío”



En el shoping el trenzado se distrajo enseguida con los juegos electrónicos dándole la oportunidad perfecta a la joven diplomática para convencer a su compañero de salir de ese ambiente ruidoso y acompañarla a comprar. Y fue muy tarde cuando el abandonado se dio cuenta de que lo era, aunque los busco por todo el lugar no los encontró; la chica se había llevado a su amado a un segundo centro comercial a tras del que él estaba.

Se volvió a encontrar con ellos cuando Heero regresó a buscarlo en la hora del almuerzo. Irían a la sección de restaurantes del shoping principal y después volverían a la mansión. Pero Duo sabia que por hoy ya había dejado a la joven maniobrar como quisiera la situación y que cada minuto a solas que la arpía tuviera con el japonés los usaría para conquistarlo, para sacárselo… aunque él intuía que nunca fue y seria suyo ese muchacho tan admirable de ojos cobalto, lo ultimo que deseaba es que cayera en las manos de Relena, lo lastimaría, porque para ella, ante los ojos del ex-piloto de Deathscythe, todo era algo material que podía usar para su beneficio, porque él esos discursitos de paz no lo engañaban, la dichosa diplomática solo decía lo que compraba a la gente… y con el apoyo de la multitud se consigue el poder…

Después de este paseo el día paso sin nada que contar, con el detalle de que el trenzado no se había apartado de su amigo nuevamente, sin importar cuanto intentara separarlos la anfitriona de la lujosa y escandalosa mansión.



“Por que ese comportamiento tan pegajoso ha con él. Desde que llegamos se ha vuelto más insoportable, ahora no es una garrapata, un moco, ¡es su sombra! Esta bien que Duo se divierta fastidiando pero hoy se esta zafando _. Encima pareciera que me esta desafiando, él debe intuir que deseo quedarme ha solas con Heero... Pero, entonces, por qué no me deja? El que yo no le agrade no es razón para que me aleje de su amigo que esta enamorado de mi, porque Heero lo esta, solo no se atreve a admitirlo y yo en esta semana tengo que encargarme de sacarle todos los miedos, así en la fiesta podré anunciar a todos de nuestro noviazgo y claro concluir todo con el moño de oro que terminara uniéndonos…jajaja!

Ahora, volviendo al tema, nunca pensé que Duo fuera tan egoísta y más con Heero Yuy, su mejor amigo, al que más quie… ¿¡Este idiota no se habrá enamorado de él!? …Si, si lo hizo; las miraditas que le dirige, el que siempre lo termine obedeciendo y lo mas claro el que impida que estemos juntos, es para que no se lo saque…¡¡¡jajajajajaja!!! Que pena me das, mira que llegar a tal grado de estupidez, Heero te vive callando, sacándote de encima, alejándote y vos todavía no te das cuenta que tenés cero oportunidad con él…. Y encima sos...sos un asqueroso ¡un pervertido! que quiere llevar a ‘mi Heero’ a ese mundo de anormales, de enfermos sexuales que se acuestan con su mismo sexo. Me imaginaba cosas feas de Duo pero no algo tan repulsivo… Cuando tu querido amigo se entere de la perversión que tenes con él, el mismo te sacara a patadas de su vida y por fin tendremos los momentos a solas que necesito…” — Pensaba Relena mientras veía el intento del trenzado para crear una conversación con el japonés después de haber senado.

Esa sena, esa sobremesa se convirtió en el momento justo donde las vidas de esas tres personas empezaría a dar un giro atropellador de 360º. A partir de acá todo cambiaria y el estadounidense seria el protagonista del gran remolino creado por la ambiciosa diplomática.



—Que descanses Duo. Mañana seguro será un día muy interesante— Se despidió la anfitriona de él, con una sonrisa macabra al decir la última frase, antes de retirarse a su cuarto. ¿Es que acaso tramaba algo? Esa incógnita retumbo unos segundos el la cabeza del muchacho, pero este la ladeo levemente para borrar la pregunta, ya estaba muy cansado y no quería pensar mas en las tantas maldades que podía esperar de la arpía, mañana seria otro día y mañana se preocuparía por lo que pasase; así que entro a su cuarto y despreocupado se empezó a desvestirse para acostarse.

Ahí estaba recostado en su cama, desnudo, en la misma posición en la cual lo había encontrado el ex-piloto del Wing Zero.

Un escalofrió recorrió todo su cuerpo al recordar su intensa mirada. No pudo leer nada en ella ni en su rostro, en parte por que su pudor no le dio tiempo y por otra por la inexpresividad del ‘Soldado Perfecto’, porque aunque ya no fuera uno, aunque la guerra ya había acabado y ahora llevaba una vida normal las heridas, las marcas que habían dejado en su alma esos duros entrenamientos a los que fue sometido para no sentir nada, para ser una maquina humana al servicio de la guerra, de la destrucción, todavía estaban ahí, reflejadas en la carencia de gestos, de expresiones, en el acto de guardarse todo para si mismo, no… creo que ni siquiera para él, porque también le escondía todos los sentimientos que podía llegar a crear su alma a su consiente. Eso era ser ‘El Soldado Perfecto’, ese era el calvario de llevar a cuesta semejante titulo, su capacidad de sentir, de vivir era el pago que él tenia que dar por llevarlo.

Heero ya había sufrido mucho y hace rato que tendría que haber encontrado la felicidad. Como deseaba ser bendecido por todos los arcángeles del cielo el joven trenzado para así tener entre sus manos la felicidad de su amado, el ser correspondido, el poder entregarle todo lo que necesitara para sonreír, para ser feliz, no le importaba si esos ojos cobaltos y eso labios finos con un tono ligeramente rozados le exigían para su felicidad su existencia, toda su vida, Duo se la entregaría sin dudarlo si es que con eso conseguía escuchar su melodiosa risa, porque estaba seguro de que lo era, porque ante sus ojos el japonés era un ángel y todo sonido que ellos crean se convierte en música, es un don que tienen. Ese era el sueño del ex-piloto de Deathscythe, el hacer reír a ese estoico, misterioso y hechizante muchacho de ojos tan profundos donde él se sumergía ahogándose cada vez que sus miradas se chocaban.

~ Nubes son, solo sueños son,
solo nubes son, solo sueños...

viven de sus sueños, que son nubes ,
que son agua, que el sol hizo volar...
Sueños hechos humo que a la noche bailan
sobre el cielo de la ciudad...

Sueños que te ayudan a empezar el día
Sueños que iluminan como soles que te pueden quemar ~ Un fragmento de una canción irrumpió su mente para escapar por sus labios. Fragmento que expresaban el origen de sus deseos...

Al joven dueño de esos espléndidos ojos azul-violáceos le gustaba mucho esa canción, se sentía identificado con ella, es verdad que nunca había tenido un padre para pedirle el beso de las buenas noches o una abuela que lo llamara para que comparta un tiempito con ella, esas cosas tan comunes que ya pasan desapercibidas por quienes las tienen, su vida se las había negado y eso le traía algo de nostalgia, sonaban tan tiernas, tan llenas de afecto… Pero no todo lo que lo identificaba era discordancia, su vida, igual que la letra de la canción, le había dado, regalado, ese amor puro, en alguna parte infantil, sin declarar. Ese amor que era un pequeño sol dentro de su corazón que le decía que estaba vivo, lleno de pasión, de sentimientos para entregar, que tenia un porque para despertar todos los días, tenia que hacer lo posible sin importar que tan lejano e inalcanzable pareciera, sin importar cuanto pudiera quemar la intensidad del deseo que tan hermoso lo hacía arder y brillar.



El segundo día se planteaba perfecto para el estadounidense, auque un mal presentimiento se creo en la mente de este por el generoso y controvertido comportamiento de la joven dueña de la mansión. Ella en el desayuno les había comunicado que no estaría acompañándolos el resto del día por las diversas ocupaciones que le otorgaba la próxima fiesta y les aconsejo que cabalgaran ya que la mansión en uno de sus grandes parques poseía un establo con bellos caballos árabes, que estarían a su completa disposición. Esto al trenzado le sonaba muy extraño, apenas ayer la chica daba la impresión de querer llevarse a Heero ha cualquier modo sin importarle los preparativos de la gala que se daría el fin de semana y ¿ahora se lo estaba entregaba en bandeja de oro incluso?

Pero... las ganas de ver ese hermoso cuerpo rebotando en el lomo del caballo a causa del galope lo seducían mucho; deseaba, anhelaba ver esa imagen, sabia que cuando ese paisaje entrara pos sus ojos azul-violáceos y fuera decodificado por su cerebro, la parte de este que se encarga de las fantasías e ilusiones se ocuparía de modificar algunas ‘cositas’ de aquel… y por otro lado estaba el alivio de sacarse de encima por un buen rato asa fastidiosa presencia. Así que saco de su mente toda pequeña vos que lo perturbara y disfruto de uno de sus mejores días con la persona que mas amaba.

No solo habían andado a caballo, también hicieron un picnic y pasaron la tarde caminando por los maravillosos bosques pertenecientes a las propiedades Peacecraft. Manteniendo en casi todos los momentos una conversación, bueno… una charla muy amena por parte del castaño claro y los singulares monosílabos como respuesta a cargo del ex-piloto del Wing Zero, que a veces ni se molestaba en hacerlos y solo se dedicaba a mirar a su compañero muy intensamente cosa que ponía muy nervioso a este.



Ya, en la tarde-noche, los dos jóvenes habían vuelto de su cabalgata y se habían ido a sus cuartos para higienizarse.


—Hayme (¿por que siempre todos los mayordomos se llamaran Hayme? XP) necesito que me hagas un favor.

—Para eso estoy señorita Relena ¿Qué necesita?

Después de haberle informado la tarea que debía llevar acabo, la dueña de la lujosa casa subió al primer piso donde se encontraba la mayoría de las habitaciones, dirigiéndose a los aposentos del invitado de largos cabellos dorados. Después de recibir el permiso para entrar se hizo presente allí con una amplia sonrisa tratando de ser la mejor vendedora posible de confianza y dijo —Disculpa Duo, pero puedo interrumpiere. Tengo una sorpresa para Heero y me gustaría que antes de dársela me dijeras que te parece.

— ¿Una sorpresa para él? ¿De que se trata? — Pregunto dudoso de las verdaderas intenciones de la chica.

—Si me acompañas te lo mostrare, valoraría mucho tu comentario al respecto. — Con la misma sonrisa con la que había entrado lo agarro del brazo y lo empezó a llevar hacia la puerta del cuarto. —Dale, no te quitare mucho tiempo…

La diplomática lo condujo hasta la sala del escritorio, cruzándose anteriormente con el mayordomo, quien acentuó con la cabeza al escuchar decir a su patrona que ya podía proseguir.

Era una sala amplia, en la pare enfrente a la puerta se encontraba una imponente biblioteca que la ocupaba por completo, a la izquierda se encontraba el fino escritorio de madera tallada y de grueso vidrio acompañado por tres sillas que asían juego con él y una lámpara de pie en una de las esquinas cercana a este, en el lado contrario, a la derecha, una espléndida estufa de mármol hecha para leños, se encontraba encendida teniendo en frente a dos sillones individuales.

La anfitriona se sentó en la silla que estaba sola en el escritorio e invito a su huésped hacer lo mismo frente a ella, sacando luego un bloc de hojas fotocopiadas que se encontraban prolijamente anilladas de un de los cajones.

—Esta es la sorpresa que tengo para MI querido Heero— Dijo mostrándole en sus manos lo que tenia. —Te leeré un fragmento para ver que opinas. — Abrió en una determinada página con una de las puntas dobladas hacia dentro previamente y prosiguió a leer.

—Hoy estoy… estoy en una nube de algodón de azúcar. Todo me salió más que perfecto , me encontré con mucho mas de lo que esperaba , todavía no lo puedo creer…!! ¿Qué , qué paso? Jajaja… Hoy , 3 de agosto , llegue a la colonia L1, y si, como te lo imaginas… Salí corriendo desde el aeropuerto asta su casa . Cuando me abrió la puerta de la emoción no lo pude evitar y me lance a su cuello tirando la pesada mochila en su entrada y gritándole : ‘¡¡¡HEE---A...migo!!!’ Casi me suicido ahí , un poco mas y en ves de decirle amigo me s alía amor ¡¡¡uff ---!!! — Al estadounidense un escalofrió empezó a recorrerle todo el cuerpo al darse cuenta de qué le estaban leyendo. —Y lo peor fue cuando me agarro por la cintura, yo por unos segundos pensé que me iba a devolver el abrazo , si lo hacía a mi directamente se me paraba el corazón y me iba a tener que dar respiración boca a boca … mmm ahora que lo pienso podría llevarlo algún día a una pile y fingir que me ahogo , así le saco un beso , voy a tener esta idea muy en cuenta ^u^ jeje...— Una gota gorda y fría callo por la espalda del trenzado que empezaba a ver como su mayor pesadilla se hacia realidad.

Relena espió de reojo a la persona que tenia en frente disfrutando de la palidez y el gesto derrumbado por la tristeza que ese rostro le ofrecía, para luego seguir con la torturadora lectura. —Bueno , dónde estaba… Ha sí : de mala suerte solo me agarro de ahí para separarme de él Snif T_T y mirarme con la re cara de sorprendido ¡¡¡Jajajaja Ni se la esperaba!!! Pero te diré que yo también me sorprendí ¡AHORA TIENE DOS O TRES ESPRESIONES! ¡¡¡Jajajaja!!!! ….Me hace muy feliz ver lo así … Y Bla, bla, bla— La joven serró el bloc apoyándolo después sobre en escritorio con una sonrisa macabra dibujada en sus labios. — ¿Qué te parece? ¿Le va a interesar a Heero, no?

— ¿De… de donde lo sacaste? ¡Ese es mi diario íntimo! — Interrogo el muchacho sumamente asustado.

—De tu habitación ¿De donde más podría haberlo tomado? Pero no me respondiste, yo creo que nuestro amigo se mostrara muy incomodo y horrorizado con esto, por que ¡vamos! No me digas que tenías una pequeña ilusión de ser correspondido. ¡¡¡Heero no es un asqueroso pervertido como vos!!! Además nunca se fijaría en un idiota que no para de parlotear — El trenzado solo bajaba su mirada al piso ante las hirientes palabras y trataba de contener las lagrimas, por que aunque él sabia que no tenia oportunidad de ser amado por el japonés, el que se lo dijeran tan bruscamente a la cara lo destrozaba.

—No puedo creer que no te des cuenta de algo tan obvio, HEERO… ES…HE-TE-RO-SE-XU-AL ¡¡¡No un fallado, un anormal, como vos!!!

Ante estas palabras no aguanto más y se paro violentamente de la silla asiendo que esta cayera en el acto. — ¿¡¡¡Quien te da derecho para insultarme de esa manera!!!? Y sobretodo ¡para mostrar algo que NO ES TUYO! — Recrimino eufórico para luego agarra el bloc de hojas y tirarlo al fuego de la estufa. — ¡Heero nunca va a leer esto y si yo me doy cuenta o no de que nunca me va a amar es problema mío!— Al concluir lo que tenia que decir intento salir pero la joven de largos cabellos lo detuvo con sus palabras.

—Pensas que soy tan descuidada, todavía tengo el original en mis manos Duo, así que si yo fuera tú me sentaría a escuchar lo que te quiero proponer.

El ex-piloto la miro seriamente por casi un minuto, debía hacerlo, tenía que escucharla porque lo tenía entre la espada y la pared. —No necesito sentarme para poder escuchar tu molesta voz ¿Qué queres?

La joven Peacecraft se levanto de la silla muy confiada para volverse asentar sobre el escritorio con las piernas cruzadas y un gesto cínico. —El que Heero se entere de tus morbosos gustos y sobre todo que van dirigidos a él, te perjudicaría muchísimo, porque no creo que después de eso él siga aceptando tu presencia, tu compañía. Directamente le dará asco... porque MI Heero es un HOMBRE con todas las letras y no creo que soporte tener una loca revoloteando caliente alrededor suyo.

El muchacho dentro de esa habitación, que al principio mantenía la vista bien en alto, desafiante, ante el taladro de esas palabras en su corazón fue bajando su mirada hacia el piso tratando de convencerse de que la reacción de su querido japonés no podía ser esa. Sabia que no iba a recibir esa noticia con gran entusiasmo, pero tan mal, tan incomprensible tampoco era la respuesta que correspondiera al ex-piloto del Wing Zero. Aunque lo que dijera la chica sonara profundamente doloroso, cruel, no podía ser verdad, esa era la reacción que ella esperaba, pero él conocía muy bien al estoico piloto y no era una de sus características el discriminar. ¡Es verdad! ¡¡Ella estaba equivocada.!!

— Que tan poco lo conoces… El que Heero no comparta mi elección no ara que me discrimine, ¡él es una buena persona no una prejuiciosa como vos! Y mis gustos no son ni morbosos o cualquier estúpido adjetivo que le quieras poner…— El trenzado le clavaba con odio la mirada, mientras se defendía en tono feroz. Ya era tiempo de que lo haga, le había dejado pasar demasiados insultos sin razón. —Yo no soy ningún anormal, pervertido, ni ninguno de todos los insultos que me has dicho, el ser homosexual es solo una elección sexual y eso no me hace diferente ante los demás ni tampoco mejor o peor personas, pero el ser una trepadora, falsa, si te hace ser una basura sin dignidad y eso es algo que yo estoy muy orgulloso de no ser, no como vos que por donde vas, vas dejando ese asqueroso olor a pútrido — Respiro profundo dibujando una sonrisa victoriosa en su hermoso rostro ¡por fin le había dicho todo lo que tenia atragantado en su garganta!

Relena se quedo perpleja al escuchar todo lo que le decía y sobre todo por la actitud tan desafiante que había adquirido este. Quien diría que Duo tenía los huevos suficientes para oponerle resistencia y no caer ante sus palabras tan ingenua y estúpidamente como ella pensaba. Ahora, todo se complicaba, tenia que ingeniarse otro argumente mucho más convincente.

Antes de que el muchacho volviera a intentar abandonar el cuanto ella pronuncio manifestando nuevamente en su rostro ese gesto insolente que hace minutos atrás se había borrado. —Imaginemos la ridícula utopía que propones. Heero por lastima no acotara nada sobre tu ‘elección’ y tratara de hacer caso omiso ante tu perversión con él, pero dime soportaras estar a su lado después de que te dijo un rotundo NO. El verlo y saber que no lo podes tocar, que nunca será tuyo porque Heero te rechazo y te rechazara siempre... Decime, Duo como vas a soportar estar al lado de la persona que amas cuando te diga: ‘YO… NO… TE… AMO’ “Una vez podes no haber caído, pero dos nunca. ¡¡¡Jajajaja!!! ¡A ver ahora negame esto!”

El estadounidense no respondió, esta vez ella fue quien lo callo. “Tiene razón, yo puedo soportar tener que ofrecerle solamente mi amistad mientras él no sepa lo que siento. Pero yo… yo no podría volver a verlo a los ojos si Heero me rechazase” No podía negar nada, lo que decía ahora era verdad. El gesto duro desapareció de su rostro y tras su flequillo escondió la tristeza que se apoderaba de su cara; había veces que deseaba profundamente poder esconder sus sentimientos como lo así el ‘soldado perfecto’ y no ser tan transparente como lo era él. Ahora se sentía tan humillado, al verse imposible de ocultar su amargura delante de esa maldita persona y sabiendo que su auto-control solo conseguía mantener sus lágrimas encerradas en su interior.

—Auque se que pensas que soy una completa basura, voy a ser benevolente con vos y te voy a proponer un justo trato— Volvió ha hablar la joven orgullosa de lo que estaba consiguiendo. —Si yo le muestro tu diario íntimo… será tu adiós, cosa que no deseas ¿no? Quédate tranquilo, si aceptas retirarte esta misma noche de mi mansión no me veré obligada hacer tan cruel acción… Pensalo bien, si decís que si los dos saldremos beneficiados.

— ¿Beneficiados?... —El estadounidense elevo levemente su mirada para observarla tratando de seguir tapando sus ojos con su sedoso flequillo, indagando nuevamente: — ¿Qué buscas quedándote a solas con Heero?

—Dicen que no hay mas siego que el que no quiere ver… El que vos no lo admitas no quiere decir que no es evidente de que él me ama... por eso es que no me mato todas las beses que pudo, es mas siempre me esta protegiendo. Si todavía no se me ha declarado es por que le cuesta mucho aceptar sus sentimientos. Yo necesito un tiempo a solas con Heero para lograr que lo haga y como te darás cuenta estas siendo un estorbo para nuestra felicidad. — Mientras escuchaba la respuesta serena con el típico tono de agrandada correspondiente a la diplomática, El trenzado descubrió sus ojos para enfrentarlos contra los otros con una mirada incrédula ante lo oído.

— ¿Feliz…? ¿Alguien puede ser feliz estando al lado de una persona que solo lo ve como un trofeo? ¿¡Tan ególatra y ambiciosa sos que hasta vos misma te mentís!? Porque VOS no amas a Heero, lo único que queres es que sea tuyo para refregárselo a todo el mundo en la cara, para que digan ‘Hay... pero mira que noviecito se consiguió Relena, es El Soldado Perfecto’— pronuncio la última frase con un acento muy burlón tratando de imitar a las jóvenes estiradas de la alta sociedad y luego prosiguió con el tono severo con el cual había empezado. —Y él no te ama, solo te protegió porque fue uno de sus deberes en la guerra. Escucha esto bien claro— Duo apoyo fuertemente sus manos en el escritorio para acercarse al rostro engreído que no se inmutaba ante sus palabras. —Yo amo a Heero con toda mi alma y nunca voy a dejar que una basura como vos le haga daño o que tan solo este cerca de él sin mi protección, no me importa si se entera de mis sentimientos, si ese es el precio que tengo que pagar para asegurarme su felicidad; yo lo acepto. Nunca te voy a dejar a solas con él…¡tenelo bien claro eso!

La joven de largos cabellos respiraba hondo tratando de mantener su postura de superior mientras veía como todo su plan se desintegraba, pero su mente siempre estaba produciendo venenos nuevos. —Si es eso lo que deseas, así será; esta misma noche Heero se enterara de tus sentimientos y…jaja, quiero ver como lo proteges después de que te diga en la cara que no te ama y más aun, porque puede ser que a él no le moleste tu inclinación sexual, pero no creo que deje pasar por alto todas las cosas que has hecho en su casa cuando él no se daba cuentas. Crees que te perdone que cada vez que salía de bañarse con solo una toalla en la cintura te lo comieras con la mirada, que te ratonearas a mas no poder y esto es por decir algo nada mas, vos sabes que hay cosas mucho mas peores escritas en ese cuadernito. Nuestro querido va estar muy entretenido esta noche leyendo la asquerosa y degenerada verdad. — Una inmensa sonrisa, donde se proyectaba toda la maldad que tenia, se dibujo en su rostro. “Listo, si esto no te convence nada lo ara. Caerás, tus estúpidas palabras cursis no creo que tengan fortaleza ahora, ¡no! porque ahora sabes que no solo esta el riesgo de que te rechace, sino también el de que te odie” —Decime Duo vos podrías vivir sabiendo que Heero te odia por tu repudiable comportamiento, por haberte aprovechado de su confianza durante los días que viviste con él

“Si él se entera... es verdad, habré roto su confianza y con todo lo que le cuesta tenerla… Si eso ocurre lo lastimare, le habré fallado y eso si no me lo perdonara… Pero para que no se entere tendría que dejar que Relena se salga con la suya… No puedo, no puedo hacerlo…” El estadounidense se aparto lentamente de la chica para luego darse vuela así la puerta para irse. Antes de abrirla se detuvo unos minutos y pronuncio sus últimas palabras dentro de la habitación: —Antes de que vos hagas cualquier cosa Heero va a saber toda la verdad por mis labios, él se va a enterar de mis sentimientos… y de quien sos verdaderamente, voy ha ser yo quien ante sus ojos te saque el disfraz de oveja. — Al concluir salió de la habitación serrando la puerta de un portazo.

— ¡Estúpido! — Dijo la chica con una sonrisa cínica en sus labios mientras se dirigía a uno de los cajones e introducía una llave en su pequeña cerradura. —Es mejor que no haga esperar más a MI querido Heero. — saco del cajos un cuaderno de color azul, la carta de la victoria, y se retiro del cuarto con intenciones de dirigirse al jardín de invierno.


*Flash back*

—Hayme necesito que me hagas un favor.

—Para eso estoy señorita Relena ¿Qué necesita?

—Lleva a Heero al jardín de invierno cuando me veas bajando con Duo, que me espere ahí, que tengo que hablar algo importante con él— Respondió la joven sonriendo amablemente.

—Como usted diga señorita Relena

— ¡Ha! Me olvidaba, no le menciones que estoy con Duo. Solo dile que iré enseguida— Tras decir esto comenzó su camino así arriba.

*End of Flash Back*



El ex-piloto de Deathscythe al salir de ese cuarto se dirigió corriendo hasta el dormitorio del joven morocho, pero ya enfrente a su puerta se detuvo inerte; su respiración acelerada, en gran parte por todos los sentimientos que lo embargaban, tristeza, bronca, nerviosismo; la mano derecha serrada en puño lista para golpear la puerta, pero severamente paralizaba, casi temblando; sus ojos con la mirada perdida, solo preocupados en retener las dolorosas gotas saladas.

Debía calmarse, antes que nada debía hacerlo, no se podía presentar así ante él. Suspiro fuerte y apoyando su espalda en la pared del marco de la puerta, dejándose resbalar hasta sentarse en el suelo, se dejo caer, caer como las lagrimas que ahora emanaban de sus divinas piedras preciosas. Se obligo a no pensar en lo que en minutos pasaría, solo se quedo ahí, llorando con la mente en blanco tratando de sacar todo el valor para el acto suicida que estaba obligado ha hacer.



La puerta se abrió dejando ver un hermoso cuarto cos sus paredes hechas de espléndidos vitrales en tonos claros y siendo adornado por un sin fin de plantas y flores que entre ellas se distribuían algunos bancos de fino mármol.

—Disculpa la demora, pero se me dificulto un poco lo que estaba haciendo — Se disculpo la joven con una sonrisa tierna mientras se acercaba donde estaba sentado el japonés no muy contento por la espera que debió pasar.

—Espero que me hallas llamado para algo importante. Es tarde y estoy cansado, Relena.

—Lo es, te lo puedo asegurar— Respondió sentándose por fin a su lado y extendiéndole el cuaderno azul. —Cuando supe de esto me entristecí muchísimo. No puedo creer que allá abusado así de tu confianza. Hable con él para que el mismo te lo dijera y te pida perdón, pero se negó hacerlo. ¡Es tu amigo, no puede violar tu intimidad de esa manera! —la seria mirada del estoico joven vagaba entre los ojos de la diplomática y el cuaderno que tenia entre sus manos, mientras varias preguntas se creaban en su mente.

— ¿Qué es esto? — Pregunto moviendo la mano que lo sostenía, al tiempo que observaba con expresión interrogante al rostro triste de la joven. — ¿De qué hablas?

—Lee algún fragmento, abrí en cualquier página y léela. Date cuenta por vos mismo, a mi… me da mucha pena decírtelo, pero como Duo se negó… sentí que tenia el deber de hacértelo saber. ¡Alguien te tiene que abrir los ojos, Heero!

Yuy abrió cerca del final de lo escrito y comenzó a leer para si mismo. “Ya son dos o tres beses que lo hago , no puedo contenerme , es tanta la necesidad de contemplarlo , de mimarlo aunque él no lo sepa y no pueda apreciar lo que hago; ¡no me importa!, yo me siento en el cielo en esos breves instantes.

Hoy, como las otras noches he despertado sediento de Heero , de su presencia , a mi solo con eso me vasta para sentirme casi feliz... Me fijo si esta dormido , lo esta ^_^. Entro a su habitación silenciosamente ¡Con el frió que hace y el tontito esta destapado! Al parecer es bastante inquieto cuando duerme , pues siempre lo encuentro así. Agarro las frazadas y vuelvo ha arroparlo, viendo como su rostro se ablanda nuevamente y en el se crea una pequeña sonrisa que cada vez me parece mas grande, mas hermosa. Que lastima que solo me la muestre en estas ocasiones donde Heero ni se entera que lo hace y donde yo … me vuelvo mas adicto a él .

Sin poder evitarlo mi mano se dirige a su rostro, acaricio sus párpados muy suavemente , su pómulo, su cachete perfecto ; dibujo con suma delicadeza , utilizando las yemas de mis dedos , el contorno de su pulcra cara . ¿Sabrá este pequeño ángel lo que puede producir en las personas? ¿Intuirás lo que siento por ti? No , no lo creo … Detrás de esa fría y severa mascara yo se lo que se esconde , aunque nunca me lo hallas mostrado, lo siento, puedo ver a ese pequeño niño triste que pide ser mimado, amado … que posee una inocencia sin igual de la cual yo me abuso para poder estar a tu lado y tratar de hacerte feliz …

Sin dar me cuenta mi pulgar acaricia tus sensuales labios entre abiertos por la pequeña sonrisa y mi rostro va acortando los centímetros entre los dos … Siempre en el instante donde uniré nuestras labios me detengo prohibiéndomelo ¿¡Quién soy yo para hacer que tus labios peque , quien soy para robarte uno de tus mas valiosos tesoros , quien soy yo para tener semejante privilegio de sensaciones!? No soy nadie para ti , solo un buen amigo, solo eso …”

El ex-piloto interrumpió su lectora para retroceder hasta la primera pagina. — Diario intimo de Duo Maxwell … ¿De donde sacaste esto? No creo que él te lo allá dado en la mano — Cuestiono en un tono de reproche.

—Este yo… una de las mucamas me lo dio; lo encontró mientras acomodaba su cuarto—Respondió la joven con una pequeña sonrisa humilde.

— ¿Y vos lo leíste? Sabes que invadiste propiedad privada, Relena.

La aludida bajo la mirada en una expresión de avergonzada para luego levantarla, clavándola fijamente a quien la acompañaba. — ¡Heero eso no es lo que importa ahora! ¿No te has dado cuenta? Duo es homosexual y se ha estado pervirtiendo con vos. ¡Se ha aprovechado de tu confianza! ¡No podes dejar las cosas así Heero! Tenes que hacer algo.

—Relena, vos sos la persona menos indicada para hablar de respeto y confianza cuando estas hurgando en las cosas que no te pertenecen y lo que yo le permito o no hacer a Duo no es de tu incumbencia— Le reclamo el japonés frunciendo el seño para luego retirarse del jardín de invierno.

“¡Ese maldito de Duo Maxwell!” Pensó el joven morocho mientras se dirigía hacia la habitación del otro chico con el cuaderno azul en su mano. Antes de llegar lo encontró recostado al lado de la puerta que daba a su propio dormitorio con la cabeza gacha y sus brazos abrazando sus rodillas.

— Duo — Pronuncio su nombre secamente, mientras se colocaba frente a él.

Este al instante de haberlo escuchado retuvo su respiración, al tiempo que lentamente elevaba su mirada para encontrarse con la intensidad de esos preciosos ojos azul cobalto que lo miraban sin expresión alguna. —Heero… ¿vos…vos no es-esta-- bas…?— Pregunto nerviosamente acompañando esto con una de sus manos señalando tímidamente la puerta y poniéndose de pie.

Yuy podía notar fácilmente un camino de gruesas lágrimas marcado en las mejillas coloradas del estadounidense, también sus ojos se veían algo irritados por el llanto. “¿Por qué estas en mi puerta llorando? ¿Qué es lo que te a hecho llorar de esa forma Duo?” — ¿Qué haces en la puerta de mi cuarto?

—Heero yo…yo tengo que…hablar con tigo. Tengo que decirte algo muy…importan…te— El castaño claro le respondió desviando su mirada de la suya para poder así pelear mejor con el nudo que se había alojado en su garganta apretándole las palabras para que no salieran.

—Antes de eso, te devuelvo esto, es tuyo— Dijo extendiéndole frente a sus ojos lo que sostenía en la mano.

El otro joven agarro su diario temblorosamente, no quería que su amado lo viera así, derrumbado, temblando del miedo y la tristeza que lo acogían, pero auque trataba de mantener firmes sus manos no lo lograba ¡No lograba nada! Su cuerpo era invadido por todos los sentimientos desesperantes y su control se escapaba de su mente… Y otra vez más, las gotas saladas volvían a brotar de sus tristes ojos y el dolor que anidaba en su pecho y garganta afinaba su vos al tratar de hablar. —Re--relena… te lo…dio ¿no? — El ex-piloto de Deathscythe de repente levanto su húmedo rostro chocando de inmediato con la fría mirada. —Heero yo… te puedo…explicar todo. Yo a vos… a vos te…

—No tienes nada que explicarme ¿Qué mas explicación necesito que esa? — Pregunto irónico el japonés señalando lo que hace un minuto atrás le había dado.

El trenzado volvió a bajar la mirada, observando su cuaderno. —Yo… no se que te dijo…o mostró… Relena, pero te quiero decir…que todo…—De prontos sus ojos se abrieron en su completa inmensidad al sentir el tacto de unas manos elevando su rostro suavemente.

— ¿Por qué, por qué Duo? —Interrogo nuevamente, pero esta vez reflejando en su semblante tristeza, cosa que dejo mucho más sorprendido al otro muchacho que se encontraba completamente sin habla. — ¿Por qué nunca me lo dijiste? Yo no me quería enterar de esto por otro más y menos a través de Relena. —El llanto del de pelo dorado se intensifico mas, nunca pensó que lo vería triste por su culpa, y el que algún día había sido ‘el soldado perfecto’ limpio con sus suaves manos el camino de saladas aguas de las mejillas de su compañero acercado luego su cara a la de éste y haciendo rozar sus narices le pidió: —Ya no llores, por favor.

Sus labios se rozaron sutilmente, por unos instantes los dos sintieron la respiración del otro sobre ellos, Yuy la agitada y temerosa de Maxwell y este la apaciguada de su amado; Hasta que sus bocas se unieron, se prensaron la una contra la otra formando por fin un profundo beso.

Al separarse apenas el estadounidense no abrió los ojos, pensaba que ese beso era un sueño, un maravilloso sueño del cual nunca deseaba despertar, quería seguir sintiendo una y otra vez la suave textura de esos labios sobre los suyos, el cosquilleo que causaba la respiración del otro sobre su boca, inspirar su enloquecedor perfume. Por otro lado el que poseía las profundidades de los mares en sus ojos, si los había abierto contemplando la exquisita imagen de un sonrojado niño de ‘Su niño’. Después de unos minutos se acerco a su oreja derecha y susurro en un tono irónico: —Deberé castigarte, no es correcto que hayas tardado tanto en decírmelo— Separo sus rostros para mirar con el entre seño torcido a los ojos que ahora se encontraban abiertos de par en par. — ¿¡Y que es eso de acariciarme cuando estoy dormido sin que yo lo sepa!?

— ¿¡He…!? Hee--heero yo…bueno, eso es…este— El ex-piloto de Deathscythe intento esconder, nuevamente, su rostro tras su sedoso flequillo, pero las manos que lo sostenían acariciando tiernamente con los pulgares sus cachetes impidieron que su mirada bajase, para luego volver a unir sus labios en un corto aprieto. —Duo, así no me dabas la posibilidad de que te correspondiera...

Una inmensa sonrisa invadió la boca del trenzado y sus ojos adquirieron el grillo de dos estrellas. Coloco sus brazos alrededor del cuello de su amado y pronuncio: — ¡Heero…!— dandole pequeños besos sobre toda la cara para luego por fin decirle: — ¡Te…amo! — Estrechando sus labios en el más profundo de los besos...

Muy cerca de ellos los gestos de una persona que los estaba observando no denotaba felicidad alguna, en cambio unas muecas iracundas se apoderaban de su rostro arrugándoselo todo. — ¿¡¡¡Heero… que estas hacinado!!!? ¡¡¡Maldito pervertido ¿qué le has hecho?!!! — Reclamo la desquiciada anfitriona de la casa, mientras agarraba fuertemente el brazo del ex-piloto de Wing Zero y desasía su abrazo.

El que había sido bruscamente zamarreado se desprendió rudamente del agarre de la joven a quien miraba asesinamente. — ¡Me voy de acá con Duo! — Respondió secadamente para luego volver a mirar a su compañero. —Prepara tu maleta en menos de cinco minutos— le ordeno para luego encerrarse en su cuarto a empacar.

—Al parecer Heero se enojo mucho, pero no con migo…¡jajaja! — Se burlo el trenzado antes de entras a su dormitorio.

Y… ahí se quedo Relenita sola en el pasillo, sin nadie a quien gritar, a quien lastimar; completamente perpleja por como se habían dado las cosas. ¿Ahora… donde se encontraba el amor que Heero sentía por ella?



Unos minutos después salió el estoico joven con sus valijas, quien golpeo la puerta del castaño claro para que se apurara, además, fue interceptado por la diplomática que volvía ha la carga con todo su veneno. —Heero no estarás hablando enserio. ¡Duo es un estúpido que no para de hablar! ¡Es un pobre hombre! ¡¡¡No me podes cambiar a MÍ, Relena Peacecraft por ese insignificante fenómeno!!!

Al japonés esas palabras fueron las ultimas gotas que derramaron el vaso de su ira, mirando con furia a la chica de largos cabellos clavo una de sus manos ferozmente en la garganta de esta empezando a apretarla lentamente, mientras la iba elevando del piso.

— ¿Heero…?— Pregunto Maxwell al salir de su habitación con el equipaje en mano, cosa que saco al otro de su transe asesino y reacciono liberando su ahorque para sujetar fuertemente de la mano del otro joven y llevándoselo de allá.

— ¡Vámonos ya!



Ya hacia como cuatro horas que habían vuelto a la casa de Yuy en L1, a su hogar como le gustaba pensar al trenzado y desde lo sucedido mucho más aun. Lo primero que hicieron fue acomodar sus cosas y después el joven trenzado preparo algo liviano para comer. Ahora el estadounidense cansado y con la panza satisfecha se encontraba recostado en el sillón con los ojos entreabiertos, mientras su compañero se refrescaba tomando una ducha.

El rechinar de una puerta se escucho, era la del baño, el de ojos azul-violáceos en el sillón lo sabia muy bien, esa era la única puerta de la casa para aceitar. En un rápido movimiento se sentó en el sofá y asomo cuidadosamente su cabecita por el pasillo que conducía al dormitorio para devorar con sus ojos la encantadora imagen del ángel que solo cubría sus partes mas intimas con una mediana toalla. Era perfecto; esa espalda musculosa que incitaba… — RURrrrr… ^.^— Ronroneo, al tiempo que de un salto aparecía en el pasillo y rodeaba con sus brazos a su amor por detrás depositando un pequeño beso en el cuello mojado de este. Tanto tiempo había soñado con tenerlo así, entre sus brazos, todo para él y ahora que tenia vía libre no iba a dejar escapar ninguna oportunidad de mostrarle todo lo que lo amaba.

—Heero… no sabes que feliz me haces al aceptar mi amor— Le dijo en un pequeño susurro pegado a su oído, al cual le creo un pequeño cosquilleo que aumento profundamente cuando la lengua del estadounidense jugo con su lóbulo. El joven morocho inmediatamente se voltio devolviendo el abrazo con una enorme sonrisa producida por el cosquilleo en su oreja izquierdas. —¡¡¡Haa--!!! ¡Tenes cosquillas!

—Duo Baka…—Lo reto recomponiendo la seriedad en su rostro para luego besarlo tiernamente. Beso que de lo suave y tranquilo fue pasando a una pasión y anhelo incontrolables, mientras el de castaño claro iba empujando lentamente para atrás a su compañero. Hasta que este se tropezó con la cama sentándose en ella y rompiendo el beso de improviso. La toalla en su cintura había desaparecido en el camino dejando ver su espléndido cuerpo, el cual en sus muslos enseguida tuvo a Maxwell encima de él en cuclillas besando su cuello en pequeños mordiscos.

El japonés inclino su cabeza hacia atrás para facilitarle el trabajo mientras llevaba sus manos a donde terminaba la remera del otro y empezaba a elevarla acariciándole de paso los formados abdominales. Al tiempo que la prenda volaba al piso el estoico muchacho apoyaba su escalda en el colchón dirigiendo sus manos a la otra ropa que estorbaba.

Después de unos pocos minutos el trenzado ya se encontraba igual que él, encima suyo y entrelazando sus lenguas con pasión. Con dedos inquietos comenzó a acariciar tiernamente uno de los pezones del joven oriental, aunque pequeños pellizcos enseguida los hicieron endurecer y crear leves quejidos de este que se perdían en la boca del estadounidense. Quien sentía como las manos de su amado lo rodeaban fuertemente acariciando, una la zona de la cintura, mientras la otra masajeaba estimulantemente su nuca.

El trenzado le libero la boca para dibujar un camino de besos por todo su cuello, llegando a la clavícula y continuando hasta el pezón desatendido, mientras llevaba su mano libre hacia arriba acariciando la cara del morocho e introduciendo dos dedos a la cavidad humedad que se esconde atrás de esos sensuales labios de cereza. Cuando ya estaban lo bastante húmedos los retiro para volver a besarlo. Mientras trasladaba sus manos hacia la parte baja de los abdómenes de su querido gruñón, quien tímidamente empezó a atender el miembro ya erecto del rubio.

Mientras una mano acariciaba el interior de los muslos de Heero y separaba un poco sus nalgas la otra que poseía un par de sus dedos ensalivados jugueteaba en la tan deseada entrada de este. Primero fue entrando uno sutilmente, con mucho cuidado en sus movimientos, cuando el dueño de estos lo vio conveniente introdujo el otro empezando ha hacer como un ligero masaje en esa zona para que se dilatara lo mejor posible; al tiempo que sus lenguas no dejaban de pelearse y de vez en cuando algún labio era mordido, momento que utilizaba el japonés para dejar escapar algún que otro pequeño gemido.

Al estadounidense las ansias de tenerlo, de sentirlo suyo lo devoraban cada vez mas por cada segundo que pasaba, no soportaba mas no estar adentro del ser que amaba, saber que por fin su sueño se cumplía, que ese ‘soldado perfecto’ tan inalcanzable, lejano, ya no lo era, ahora estaba a su merced y dejaría su esencia adentro suyo, marcándolo como su propiedad mas valiosas y amada, ¡Si, en el fondo Duo era posesivo! Pero en ello no quería lastimarlo y aunque el tiempo que se tomaba para prepararlo lo consumía, lo desesperaba, se lo tomaría poniendo todo su auto-control para ello, así cuando por fin lo profanara solo sintiera el placer y la excitación de tenerlo dentro.

Por fin la zona paresia lista y el trenzado se acomodo entre las piernas de su amado, colocando estas alrededor de sus caderas e introduciendo su sexo muy lentamente, el cual detuvo al sentirlo en casi toda su totalidad apretado por las paredes del recto esperando que este se acomodara de una vez. El japonés elevo sus caderas y con sus piernas atrajo mas hacia si mismo las caderas de su compañero indicándole que ya estaba. El balanceo fue tomando un ritmo cada vez más rápido mientras los jóvenes clavaban sus miradas en el rostro del otro excitándose más. El morocho poseía sus ojos entreabiertos mientras gemía de placer y sus cachetes eran invadidos por la ardiente sangre que hacía quemar todo su cuerpo creando un dolor en su miembro no atendido, mientras el estadounidense entraba y salía de él con enérgicas embestidas jadiando y besándolo. Este tomo una de las manos de su amado que se sujetaban ferozmente a su espalda y lamió sus dedos para luego colocarla cerca de su propia entrada.

—Heero… quiero ser… tuyo… después— Pronuncio entrecortado por la fuerte respiración y luego lo beso apasionadamente sintiendo como los dedos que había colocado en el pliegue de sus endurecidas nalgas empezaban a preparar la entrada.

—Haaaf--- haaf….¡¡¡Heeerooo!!! — Todo el cuerpo del castaño claro fue invadido por un descomunal escalofrió al llegar al clímax derramándose por completo dentro de su amado. Posteriormente se derrumbo sobre este dándoles pequeños besos en un costado de su cuello mientras lo abrasaba y normalizaba la respiración.

—Duo… yo…— Suplico el joven bajo suyo con la vos quebrada gracias al fuerte dolor que producía el no haber atendido su sexo hasta el momento.

— ¡Perdón…! ^.^— Se disculpo el trenzado con una enorme sonrisa y dándole un pequeño beso antes de incorporarse sobre sus caderas para acomodarse ha la penetración. Antes de que lo hiciera el oriental se retiro un poco hacia atrás para sentarse con las piernas cruzadas y después, lo volvió ha atraer hacia él sentándolo encima de sus muslos, introduciendo por fin su miembro en el recto del otro, que al sentirse invadido produjo un profundo gemido, que paralizo el acto de su amado. El joven de ojos azul-violáceos beso la nariz de su compañero para luego esconder su rostro entre el hombro izquierdo y su cuello, profundizando la penetración y comenzar así el ritual de unión nuevamente.

Después de varios minutos de abrasarse fuertemente, mientras repartían besos por todos lados, sobre todo el morocho, acompañados por el rebote del estadounidense sobre en otro. Heero exploto llenando con su esencia la cavidad de ‘su baka trenzado’, al tiempo que gritaba su nombre para luego dejarse derrumbar en la cama sin dejar de besarlo y de abrasarlo fuertemente con una mano, mientras llevaba la otra a la nueva erección del trenzado, quien gracias a sus mimos poco después volvió a derramarse en su abdomen.

El castaño claro salió de encima del otro recostándose a su lado con la cabeza en su pecho, el cual acariciaba tiernamente con su mano. Yuy, por su lado, sujeto la desordenada trenza de este y con delicadeza comenzó ha deshacerla...

~ Cada loco con su sueño,
cada perro con su dueño.
Yo no quiero tener miedo,
yo solo quiero soñar... pequeños sueños...

¡¡¡Wo…Wo…!!! Dreams... little dreams...
Pequeños sueñooooosssss. ~



¡¡¡FIN!!!


Nota de la Autora:
1º_ X FIIIINN LO TERMINE!!!!!! Les explico por que tanta emoción al haberlo acabado, la verdad es q’ yo deseaba hacer un puro lemon, pero claro estos siempre deben tener una pequeña excusa, sino son completamente yaoi y digamos q’ mi pequeña excusa no resulto ser tan pequeña, q’ ya cuando llegue a la parte q’ mas quería escribir (el lemon) ya estaba harta de hacerlo, x lo cual a mi gusto me salió un poco flojo este T-T . Pero bue, así es la vida, mi mente y mis guachas manos que escriben todo lo que aparéese en ella!!!!

2º_ Esta historia surgió x q’ una de mis parejas preferidas son ellos dos y siempre tuve ganas de hacer un fanfic, aunque de la serie yo halla visto como máximo 5 capítulos, … es q’ me embolaba mucho !!!! Los chabones y sus personalidades estarán bárbaras pero la trama me es aburrida y disculpen las personas a las cuales les entretiene. Además de q’ hace mucho tengo el pequeño gran problema de no tener cable, BUAAAAA BUAAAA T0T!!!!! Bueno retomando el tema, le ordene a mi cerebro q’ pensara en algo para escribirlos a ellos en la cama y buscando inspiración encontré esta canción q’ se derivo a toda esta historia.

3º_ La canción es de un grupo llamado ‘Árbol’ y se llama ‘Pequeños Sueños’ Para mi es muy linda x q’ te trata de enseñar q’ hay q’ apreciar las cosas sencillas de la vida y no pasarlas tanto por encima.

4º y ultimo_ Espero q’ les halla gustado, ha mi parecer no quedo tan mal… Cualquier halago (sobretodo, jajaja ^0^), reproche (mmm…T-T) o sugerencia (no tengo nada que decir acá _) dejen reviews

CHARAUCHA y muchos Bechitos.









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