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Beso de tres por borisgarc_

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- Me tienes harto Black.— Tom Riddle entraba furioso y con la varita en mano a su sala común con ganas de maldecir a Regulus.


Detrás de él venían Lucius y Rodolphus tratando de detener lo inevitable. Regulus tan impasible como siempre ni siquiera hizo el intento por levantarse del suelo, le sonrío de forma burlona a su compañero de casa, él sabía que había hecho y no se arrepentía de nada.


Dos días antes Regulus se había encontrado casualmente a James Potter entrenando y casualmente llevaba consigo su escoba y su uniforme de quidditch, le dijo a James que si podían entrenar juntos y éste aceptó. Pasar el rato con el mejor amigo de su hermano era de sus cosas favoritas.


James le gustaba y no era un secreto, llevaba enamorado de él desde los 12 pero había un problema, Tom Riddle, ese idiota también gustaba de James y tenía la ventaja de haberlo conocido unos meses antes que él y ahora Riddle y el amor de su vida estaban en séptimo, pronto se irían de Hogwarts y él se quedaría ahí.


Necesitaba confesarse con James antes que Riddle, es por eso que casualmente le dijo al de anteojos que Tom tenia una relación amorosa con su serpiente, Nagini.


Ya sabes que las familias antiguas son raras y los Slytherin no son la excepción” había dicho Regulus. Sabia que era jugar sucio, pero no le importaba, él quería ganar.


Ningún Slytherin en la sala se sentía extrañado con esa situación, todos ahí estaban acostumbrados a ese tipo de eventos, Tom y Regulus siempre peleaban por Potter, incluso existía clandestinamente una quiniela entre los alumnos de esa casa para ver quien lograba conquistar al Gryffindor.


- Es algo que se piensa colectivamente, en algún momento iba escuchar ese rumor.— Regulus seguía tranquilo junto a sus amigos, mientras la varita de Tom seguía apuntando directo en su cara.


- Eres tan infantil, ¿crees que jugando esos juegos de niños él se fijará en ti?


- ¡Tú le dijiste que yo estaba enamorado de mi elfo! Estamos a mano Riddle.


Regulus se puso de pie y la tensión creció en las mazmorras, Barty y Rabastan detrás él, esperando pacientes para detenerlo si es que iniciaba un duelo con el mayor.


- No tienes oportunidad con él.— soltó Regulus.


- ¿Y tú si?


- Pasa la mitad de las vacaciones de navidad y la mitad del verano en mi casa, nos gusta el quidditch y le vamos al mismo equipo, creo que tengo la balanza de mi lado.— dijo Regulus dando un paso al frente.


- Yo he sido su compañero de duelo desde que entramos al colegio, estudiamos juntos todos los miércoles y además me pidió enseñarle a hablar parsel, creo que le intereso más yo que el hermanito de su mejor amigo al que solo le habla porque no le queda de otra.— Tom no se quedo atrás y avanzó firme.


- Retráctate.— dieron un paso más y sus rostros estaban a centímetros.


- Por Morgana, no estamos en la edad media, no pueden batirse en duelo y esperar que esa persona se quede con el que gana.— Narcissa les lanzó un hechizo silenciador. — ¿Han pensado que tal vez a él no le interese ninguno de los dos?


Tom y Regulus se voltearon a ver desafiándose con la mirada, para ellos lo que había dicho Narcissa se acababa de convertir en un reto.


- No, no pueden hacer eso.— dijo Rabastan.


- Déjalos Rab, será interesante ver esto.— Bellatrix les sonrío y Narcissa no pudo evitar soltar un suspiro exasperada.


Ya estaba hecho, Regulus Black y Tom Riddle estaban compitiendo para ver quien lograba conquistar a James Potter.


Conquista a Potter


Reglas:


- No pueden hablar mal del otro con James.


- No pueden inventar rumores que hagan quedar mal al otro.


- No pueden interrumpirse si uno esta hablando con James..


- No pueden besarlo.


Las reglas se veían simples, el contrato había sido firmado por ambas partes y hechizado por la bruja más talentosa que sabían que no tomaría favoritismos, Bellatrix Black, mejor amiga de Tom y prima de Regulus. Bellatrix había colocado un embrujo muy poderoso que provocaría una mancha rojiza en el rostro por cada regla que se incumpla en el contrato ¿qué podía salir mal?


El plan de Regulus era simple, invitar a James a jugar quidditch y tal vez después de eso ir a caminar cerca del lago, había un lugar que quería mostrarle y aunque él sabia que estaba en las reglas no besar a James no se molestaría por traer una mancha si es que Potter le regalaba un beso.


Tom por otro lado quería invitar a James a la salida de Hogsmeade, podrían pasear, tomar una cerveza de mantequilla, tal vez podrían ir a explorar a la casa de los gritos. Sabia lo mucho que el Gryffindor amaba las aventuras. Estar a solas con él podía hacerle ganar una mancha en la cara, pero si se daba la oportunidad de besarlo no la iba a perder.


Y así fue como iniciaron a conquistar al despistado Gryffindor.


Cada miércoles como era costumbre Tom estudiaba con James y ahora siempre llegaba con un dulce o un chocolate para su compañero, el de gafas aceptaba alegre los regalos y de vez en cuando también traía alguna cosa para compartir.


A James no le parecía extraño que Tom le regalara dulces, el Slytherin siempre había sido muy amable con él, pero sus tres amigos estaban seguros que esos caramelos tenia otras intenciones.


Regulus había pedido el campo los viernes de todo el mes y con una nota muy cordial había invitado al Gryffindor a practicar con él, James jamás rechazaría ir a jugar quidditch con Regulus, el hermano de su mejor amigo siempre le había caído bien.


Nuevamente el comportamiento que tenia Regulus era muy normal para James, aunque Sirius dijera que no era bueno que su hermano sonriera tanto, “Regulus nunca sonríe” le había dicho Sirius una mañana a lo que él solo respondió “a mi siempre me ha sonreído”


Todo estaba bien para James, lo único que le parecía extraño, era lo mucho que ambos se pegaban a él cuando estaba con alguno de los dos, no quería darle mucha importancia porque no le molestaba pero incluso Peter le había insinuado que tal vez ellos pensaban otra cosa con él. Lo cual ponía muy nervioso a James, Regulus y Tom eran sus amigos, él no quería estar en medio de algo así, por muy lindos que fueran con él no podría hacerle eso a dos personas.


Tom y Regulus nunca se daban cuenta de lo parecidos que eran. Todos sus amigos se reían a sus espaldas por como hablaban de James o lo que planeaban hacer para acercarse a él, ni siquiera habían notado que se decidieron por el mismo fin de semana para invitar a salir al Gryffindor, Regulus lo había invitado a ir al lago el viernes en la tarde y Tom lo invitó a la salida de Hogsmeade el sábado.


Hasta ahora no habían roto ninguna regla, pero el fin de semana estaba cerca y ambos pensaban llevar esa mancha roja con orgullo.


Regulus había llevado comida para hacer un pequeño picnic, había encontrado ese lugar gracias a Tom que en su primer año lo había acompañado a explorar los terrenos de la escuela por que Barty y Rabastan no quisieron ir con él. Hoy en día era raro recordar lo buenos amigos que ellos fueron en su infancia.


James había llegado muy contento y traía consigo un libro para Regulus, era una edición especial de Las Pociones de la Bruja Verde, el papá de James era pocionista y convertirse en uno era el mayor sueño del Slytherin, tal vez eso era una señal de que le gustaba a James.


A James siempre le había caído bien Regulus, desde que lo conoció en el anden cuando volvían a casa para las navidades. Fue a la casa de Sirius varias veces y se dio cuenta que compartía muchas cosas con el hermanito de su amigo, incluso también lo invitaba a su casa cuando invitaba a Sirius, con el tiempo Regulus le iba cayendo mejor, les divertida competir en quidditch y molestar juntos a Sirius.


El picnic había sido todo un éxito, James se sentía muy cómodo con Regulus, le encantaba hablar con él. Habían iniciado un juego de preguntas donde las respuestas solo podían ser si y no, tomar de vaso significaba que si.


- ¿Es verdad que Sirius fue tu primer beso? — Preguntó Regulus y James solo levantó su vaso y le dio un sorbo mientras los colores le subían al rostro.— Merlin, ¿Cómo pasó?


- Así no es el juego pequeño Black.


- Por favor James, tienes que contarme, Sirius lo presumió todo un verano y creí que era mentira.


James suspiró profundo, no era una historia vergonzosa para él, pero por alguna razón se sentía expuesto contándole eso a Regulus.


- Le dije que nunca había besado a nadie, él llegó a presumir que ya había dado su primer besó con ese chico francés cuando se fueron de vacaciones a Paris.— Regulus asintió esperando a que James continuara.— Bueno, después que dije eso me beso de la nada, ni siquiera me preguntó, solo lo hizo y ya.


Regulus no pudo aguantar la risa cuando vio a James así de avergonzado contando eso, James se contagio y empezó a reírse con el menor.


Su primer beso había sido muy raro, no le molestaba y a Sirius lo hacia sentirse importante, había tenido para él, el primer beso de su mejor amigo. Peter les había dicho que ese había sido el beso mas incestuoso de la tierra, Remus casi se ahogaba de la risa cuando Sirius se acercó rápidamente y le robó un beso a Peter, diciendo que ahora si era un beso incestuoso porque acababa de besar a su otro hermanito.


James estaba distraído pensando en todos esos momentos cuando se dio cuenta que Regulus estaba muy cerca, podía notar sus ojos tan grises, tenia pecas muy pequeñas en la nariz y sin pensarlo mucho se acercó cerrando el espacio entre los dos, fue un beso muy corto y dulce que aunque James no lo supiera significaba todo para el menor.


Se separaron lentamente y James se asustó al ver una mancha enorme justo en medio de la cara tapando sus pecas.


- Reg, tienes…— James señalaba su propia cara con sus dedos.— ¿Qué pasó?


Regulus se tapó la cara con su bufanda y se despidió de James diciendo que tal vez estaba teniendo una reacción alérgica y que tenia que ir con Madam Pomfrey. James se ofreció a acompañarlo y éste se negó rápidamente, le regaló un beso fugaz y huyó del lugar dejando a James Potter muy asustado.


El sábado había llegado y James ya se estaba arreglado para salir con Tom.


Estaba confundido, Regulus lo había besado y le había gustado, pero ahora estaba a punto de ir a tomar una cerveza de mantequilla con Tom Riddle y según sus amigos eso era una cita al igual que lo fue con Regulus. Con el menor de los Black lo entendió, había terminado en un beso, aunque al inicio él no lo hubiera visto de esa forma.


Estar con Tom siempre le daba tranquilidad a James, en primer año el profesor de Defensa Contra las Artes Oscuras los había hecho compañeros de duelo y le advirtió a toda la clase que estarían con esos compañeros hasta séptimo. Sirius le había hablado de él, decía que posiblemente en un futuro se convertiría en su primo político. A James le agradó, le gustaba hacer las tareas para esa materia todos los miércoles con él, Tom era muy amable y siempre tenía temas muy interesantes de los cuales James escuchaba muy entretenido.


La Cabeza de Puerco era un bar definitivamente más tranquilo que Las Tres Escobas, James había llegado con un libro de Duelos Antiguos, Tom le había agradecido muy sonriente por el regalo, ese detalle solo provocaba que lo que sentía por James creciera. 


Sirius se había burlado de él por llevarles regalos a sus citas aunque él no creyera que eran unas citas.


Era divertido estar con Tom, James no creía que el chico quisiera ir a la casa de los gritos, él sabia a la perfección que pasaba en esa vieja choza, pero le gustaba ver a Tom queriendo ser aventurero.


Iban hablando sobre las leyendas que se decían de ese lugar y al llegar James no pudo evitar reír por dentro al ver a Tom algo cohibido con la fachada.


- ¿Entramos?— Jame le sonrió


- Si… claro.


Ya adentro el Slytherin se veía muy interesado, quería revisar todo y James solo estaba atento por si había algo de él o sus amigos ahí.


- No es un lugar tan viejo.— Tom rompió el silencio después de un rato.


- ¿Cómo?


- El lugar no es tan viejo, la casa de mis abuelos es más vieja que esta.


- Me imagino.— James no sabia como cambiar de tema, no quería que Tom se interesará más en eso.— ¿La casa de tus abuelos era la casa de Salazar Slytherin?


- Si. - Tom le regaló una sonrisa, le gustaba cuando James se interesaba en su vida.


- ¿Cómo es ser heredero de uno de los fundadores de Hogwarts?


- No sé, normal... creo.— Tom soltó una pequeña risa.—¿Cómo es ser heredero de los Peverell?


James abrió los ojos y sitio su cara arder.


- ¿Cómo es que lo…?


- He visto tu capa y he visto muchas otras, créeme, ninguna es como la tuya.


James no había notado que su compañero estaba muy cerca de él, Tom le sonrió y James le devolvió la sonrisa, sintió la mano de Tom sobre su mejilla, así tan cerca podía observar lo suave que lucia la piel del Slytherin y antes de cerrar los ojos y sentir los labios de su acompañante, pudo ver esos hermosos ojos verdes.


El beso había sido tan lindo, igual de lindo que el de Regulus…


James frenó rápidamente todo, eso no debió haber pasado, tan solo un día atrás se había besado con Regulus y ahora lo había hecho con Tom, no tenia compromiso con ninguno, pero no podía hacerles eso.


Abrió los ojos y todavía nervioso por lo rápido que iba su cabeza, pudo ver una mancha enorme en medio de la cara de Tom. Igual que la mancha de Regulus.


- No es cierto.


- ¿Qué pasa? James perdón si te incomodé.


- Fue una apuesta…


- ¿James?


- Que idiota fui, tú y él siendo tan lindos, creí que éramos amigos.— James sentía que el aire le faltaba.— Y yo que me sentía mal por haberlos besado a los dos.


Tom cayó en cuenta de lo que hablaba James, al parecer Regulus también tenia una mancha en la cara.


- James no fue así créeme.


- ¿Que iban a ganar?


- Nada, porque no es una apuesta, bueno no así.


- ¿Entonces? Tom dime por qué me hicieron esto.


- Porque estoy enamorado de ti.— Soltó de golpe.— Y Regulus también, se supone que tú ibas a decidir si querías estar con uno de nosotros, en serio James jamás haríamos algo para lastimarte.


James se sentía raro y le pidió a Tom que lo dejara ahí solo, que no quería regresar con él.


El Slytherin le hizo caso y se fue al colegio. No quería ir a su habitación y se dirigió al lago, siguió caminando hasta llegar a ese lugar tan tranquilo al cual había dejado de ir cuando él y Regulus dejaron de ser amigos.


Y ahí estaba él, su ¿rival? no tenia ni idea de como llamarlo. El menor leía Los Cuentos de Beedle el Bardo, Tom pudo ver que tenia una mancha enorme al igual que él. Ambos habían roto las reglas, en el pasado eso hubiera sido raro en ellos.


Se acercó un poco más para que Regulus notara su presencia y cuando el menor giro la cabeza para verlo, le dijo lo que había pasado en su cita con James.


- Se dio cuenta, tuve que contarle.


Regulus sintió un dolor en el pecho al ver a Tom así de triste, no pudo evitar pensar en James, seguro que estaba peor. Palmeó el sitio junto a él y Tom no dudó en sentarse.


Ninguno sabia que decir, ambos lo habían perdido todo ahora.


- ¿Crees que si siguiéramos siendo amigos esto hubiera pasado?— Regulus rompió el silencio


- No sé, ni siquiera sé por qué dejamos de ser amigos.


- ¿Te puedo contar algo?— Tom solo asintió.- Yo creí que te gustaba Sirius.— Tom hizo una cara de asco y Regulus se rió.


- ¿Por qué creíste que me gustaba tu hermano?


- No sé, siempre estabas en mi casa.


- Contigo… siempre estaba en tu casa contigo, no con Sirius.


Regulus sabia que ya no podía perder nada, ya había perdido una oportunidad con James y hace años que había perdido la amistad de Tom.


- Me gustabas, luego entré a Hogwarts, con el tiempo me gustó James y me molestó saber que te gustaba a ti también, yo a lado de ti… James nunca me vería como te ve a ti, tú lo dijiste, solo le habla al hermanito de su amigo porque no le queda de otra.


Tom seguía absorto, Regulus le estaba diciendo que cuando eran más niños le gustaba.


- James no me gustó automáticamente, nos hicimos amigos y después me enamoré, pero él no me gustaba porque había otro niño que aunque no era de mi año era mi amigo y él me gustaba mucho, fue mi primer crush.


Regulus tenia la cara roja y no solo era por la mancha.


- Tom…


- Cuando conociste a James tu me cambiaste por él, yo nunca fui bueno en quidditch.— Tom le sonrió.— Él no te habla “porque no le queda de otra”, claramente le gustas, nunca deja de sonreír cuando esta contigo.


Los dos se sonreían tristemente, sus tonterías los habían hecho perder mucho. Se veían resignados, Regulus se acercó un poco mas a su viejo amigo y recargo su cabeza en el hombro de este, Tom lo abrazo por los hombros. Ambos tenían el corazón roto.


James había llegado a su habitación confundido y triste, le había dolido que Tom y Regulus no fueran directos con él, además se sentía culpable por haberlos besado.


Tom le había dejado en claro que ambos estaban enamorados de él y James solo podía pensar que se aprovechó de eso, aunque en el fondo de su mente sabia que no era así, a él le gustaban los dos, nunca había dicho nada porque era una locura estar enamorado de dos personas al mismo tiempo, ni siquiera sus amigos eran conscientes de sus sentimientos.


- ¿Cómo te fue en tu cita? — Le preguntó Remus cuando lo vio entrar por la puerta.


James levantó los hombros y dejó salir un “mmmh” se fue directo a su cama, se quito los zapatos y se recostó boca arriba.


- ¿Qué pasó James? — Peter se sentó junto a él en la cama.


- Fue una apuesta.


- ¡¿QUE?! — tres voces sonaron al mismo tiempo.


- Los voy a matar.— Sirius listo con la varita en mano sintió a Remus jalarlo del brazo para que no hiciera alguna tontería.


- Tranquilo Paddy, no fue de esa forma.— James se sentó y sus ojos empezaban a verse acuosos.— Querían conquistarme o algo así y yo tenia que decidir con quien estar.


Ninguno de los tres sabia que decirle a James, Remus y Peter solo lo abrazaban. Sirius seguía molesto con Regulus y Tom, ¿quienes se creían para hacerle eso a James? para ellos tres era obvio que su amigo no podía decidir entre esos dos.


- Yo no puedo…


- No pasa nada si no sabes qué hacer.— Remus le regaló una sonrisa.


- Ambos son muy buenos conmigo y a los dos los quiero mucho, no quiero estar en esta situación, debí haberles hecho caso, ustedes se daban cuenta de las intenciones que ellos tenían y yo solo fingía que no era así.


- Estas tres semanas fuiste muy feliz James, si nos hubieras hecho caso no hubiera sido así.


- Peter tiene razón, nos contabas todo lo que Tom y Regulus hacían, le pediste a tus papás esos libros para ellos, es normal que esto te pase, los dos son tus amigos solo tienes que expresarles lo que sientes, van a entender la situación en la que estas.


James se veía más tranquilo con las palabras de Remus y Peter, era verdad, no solo le gustaba estar con uno, sus días eran buenos porque los compartía con los dos.


- ¿Era muy obvio?


- Jamie siempre haz sido muy obvio con lo que sientes.— Sirius por fin se sentó en la cama con todos ellos.— Y si después de hablar con ellos, siguen en ese plan de hacerte elegir.— Levantó su varita y la paso por su cuello como si se tratara de un cuchillo.


Todos rieron sabiendo que la amenaza de Sirius era en parte falsa y en parte verdadera, si era capaz de vengar a James, pero no llegaría a ninguna extremo con Tom y menos con Regulus.


James se dirigía al sitio donde había sido el picnic con Regulus, el mapa le había mostrado que ahí se encontraban los dos chicos de los que estaba enamorado. Se acercó sigiloso, no es que quisiera espiar, pero oír lo que decían antes podría ponerlo en contexto.


- ¿Crees que debamos devolverle sus libros?— Regulus se veía triste.


- No sé.— Tom con su pulgar retiró la lagrima que se escapó de los ojos grises.


- Me gustó mucho el mío.


- A mi también me gustó el mío.


- Pueden conservarlos, son de ustedes.— Regulus y Tom dieron un saltó de la impresión y giraron para ver a James caminar hacia ellos.


Ninguno habló cuando James se sentó en el pasto frente a ellos. Regulus quería disculparse, no había tenido oportunidad de hacerlo, además Tom fue el que vivió todo el malentendido con James.


Los Slytherin no supieron como reaccionar cuando el silencio fue roto por la risa de James, este se veía muy divertido.


- ¿Qué es gracioso? — Tom tenia una pequeña sonrisa, la risa de James era contagiosa.


- Perdón.— James tenia un mano en el estomago.— Les queda bien el rojo.


Ahora eran los tres los que no podían parar de reír, habían pasado unos minutos así, ese momento había hecho relajarse, todos estaban demasiado tensos con la situación.


- James.— Regulus se atrevió a hablar primero.— Perdón por lo que pasó.


James solo estiró sus manos y tomó una de cada uno, tenia miedo, estaba a punto de rechazarlos, él no podía tomar una decisión.


- Eso ya no importa, estoy aquí porque aunque haya sido lindo lo que pasó con ambos, Tom me explicó porque fue y yo no puedo hacer esto, no puedo decidir entre ninguno.


Tom y Regulus asintieron y le regalaron una sonrisa lastimera al Gryffindor.


- Yo los quiero mucho, son mis amigos y no quiero que uno me odie, además es imposible para mi decidir con quien quiero estar, si a mi me gusta estar con los dos.


- ¿Y si estas con los dos? — En ese momento el cerebro de Tom iba demasiado rápido para detenerse a pensar en lo que decía.


- ¿Qué?


- Si, que gran idea, a mi no me importaría.— Regulus había pasado de cero a cien en un segundo.


- A mi tampoco.


- Chicos…


- Técnicamente es como lo que hemos hecho siempre.


- Si, es verdad.


- ¡Oigan!— James elevó el tono de voz, sabia que esos dos jamás iban a dejar de hablar si no lo hacia.— ¿En serio no les importaría eso? ¿Están seguros?


- Si.— Dos voces muy animadas salieron al mismo tiempo.


Y así es como su relación dio inicio, habían puesto sus nuevas reglas, solo que esta vez a nadie se le mancharía la cara de rojo. Su rutina no había cambiado mucho, era verdad que prácticamente fueron así toda la vida, solo que ahora podía besarlos.


James pasaba el rato con Tom o con Regulus, muchas veces los tres estaban juntos, se sentía raro al inicio, creía que sus novios se podían sentir celosos entre ellos y siempre trataba de dividir el tiempo en partes iguales, hasta que ellos le aclararon que todo eso estaba en su mente que no les molestaba si un día solo se venia con uno de ellos.


Tom y James estaban a un mes de graduarse, cuando pasó lo inesperado, Tom y Regulus se besaron, ya era tarde, ambos se encontraban solos frente a la chimenea en la sala común de Slytherin hablando de James, como era usual, y sin darse cuenta estaban demasiado juntos que solo hizo falta que Tom cerrara el espacio entre ellos, ninguno paró el beso, ambos pensaban que había sido igual de bueno que besar a James. El problema es que ahora se sentían culpables, nunca habían hablado de esto con su novio.


James que ya conocía perfecto a sus novios, se dio cuenta de la atracción que existía entre ellos, pero no les dijo nada hasta que muy nerviosos un día después de lo ocurrido le contaron que se habían besado, él se rió de ellos y les aseguró que estaba bien si querían estar juntos también.


Fue así como las reglas cambiaron, a partir de ese momento la relación era de los tres, Regulus iba con ellos a estudiar, Tom y James le daban todos los apuntes que tenían para cuando cursara sus Extasis, Tom los acompañaba al campo y los veía entrenar desde las gradas, aunque la mayoría de veces tenia un libro en las manos y solo esperaba a que llegaran por él.


Todo iba perfecto entre ellos, muchas veces James se colaba en Slytherin y los tres compartían la cama de Tom. 


Barty se había ganado1000 galeones cuando "terminó" la quiniela, él había apostado que James se quedaba con los dos, pero tuvo que darle todo ese dinero a Sirius cuando Regulus y Tom también habían iniciado una relación, su predicción fue más exacta, "los tres van a terminar juntos".  Tom y Regulus se habían molestado con sus amigos por haber hecho apuestas sobre ellos, a James le causó gracia y le dijo a Sirius que le tenia que invitar una cerveza con el dinero de la apuesta.


Los meses pasaban rápido entre exámenes, salidas, besos  y escapadas, Los tres estaban muy felices con su relación.


Había veces en las que Regulus se sentía triste porque sus novios no estarían en el colegio el próximo año, solo pedía que el tiempo pasara rápido y poder irse con ellos, Tom y James planeaban buscar un lugar para los tres y así tener todo listo cuando su novio se graduara. 


Regulus había planeado el regalo perfecto para la graduación de sus novios, nunca habían estado de una forma intima los tres, ni siquiera por separado, sabia que ellos dos tampoco habían estado juntos antes. Quería tener sexo con ellos, estaba seguro y por como se ponían sus novios cuando se besaban, sabia que también querían estar con él.


Con la ayuda de Barty y Rabastan compró boletos para irse de vacaciones con Tom y James. Le dijo a Sirius que les avisara a sus papás cundo ya estuviera lejos, por mucho que a Orion y a Walburga le agradaran James y Tom sabía que no le darían permiso para irse solo con sus novios.


Ellos no estaban seguros de que había planeado su Regulus, llegaron a una isla que contaba con hechizos de privacidad, había una casa de madera enorme junto al mar, el lugar se veía increíble.


Revisaron todo y acomodaron sus cosas en la habitación, contaba con una cama king size, los tres se rieron nerviosos, ya todos sabían que planeaba el menor.


Regulus corrió a cambiarse la ropa por un traje de baño y se metió a la piscina, Tom y James no tardaron en alcanzarlo, le agradecieron por su gran regalo de graduación y se unieron en un beso de tres.


Las vacaciones estaban por comenzar y no iban a desaprovechar ni un segundo.

Notas finales:

No había hecho un beso de tres tan largo, Merlin 4,606 no me lo creo.


Btw esta trireja me encanta, Tom y Reg son muy parecidos y tan diferentes al mismo tiempo. Me encanta ver a James distraído y haciéndose el que no sabe que pasa.


Espero que les haya gustado, a mi me encanto escribir esto. 


Nos leemos.


- Boris.


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