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That Thing You Do (Ueki Ryou/Itaya Shougo) por BombayLove

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Notas del fanfic:

La canción que le da nombre a esta historia es la de The Wonders. Los títulos de ambos episodios también son versos de la misma.

Hay una referencia al manga y anime de Given que espero sea de tu talla (?). Me la comentás al final ;)

Está etiquetado tanto como anime y manga porque lo único que toma de ambas obras es el hecho de que Mafuyu y Ritsuka son pareja. Y que van a la misma secundaria con Ryou y Shougo.

 


 

Los personajes aquí presentes y el universo principal de la siguiente historia son de la autoría de Natsuki Kizu.

Todo esto para decir que sencillamente estos personajes y el universo donde se desarrollan sus vivencias no me pertenecen.

En cambio, la historia, sí.

*No se admiten adaptaciones y mucho menos, PLAGIOS.

*Que tengas una feliz lectura.

Notas del capitulo:

Aunque Ryou ya había reconocido que sería innecesario decir sus sentimientos en voz alta, un golpe hará que Cupido finalmente lance su flecha.

Era innecesario que le gritara. Y a decir verdad, no era exactamente como si le estuviera gritando. El problema era que su timbre de voz resonaba por sobre el resto.

También era innecesario que le hiciera la misma pregunta cada vez que tenían que ir a practicar deportes. Sabía que iría a jugar al básquet. Sabía que iría. Pero, aún así, cuando el timbre les avisaba que el descanso había dado inicio, le gritaba. Si tenía que detenerse a pensarlo un poco, no le molestaba. Por el contrario, lo hacía sonreír ligeramente mientras accedía a sus caprichos de forma automática o asentía con un movimiento de cabeza.

Cuando se dio cuenta, Mafuyu, de la clase de al lado, se había unido a sus almuerzos y eso hizo que sintiera que estaba en medio de una maldita novela al ser espectador del desarrollo de la relación entre Ritsuka y el nuevo integrante del grupo. Por eso no se sorprendió cuando un día Ritsuka trató de presentarlo como su novio pero fue Mafuyu el que terminó dando a conocer su relación. A diferencia de Shougo, que estaba estupefacto y tratando de atar cabos, él los felicitó. Mientras los observaba hablando de música o de cosas triviales se dio cuenta que había expresiones que recién estaba viendo en Ritsuka aunque lo conocía hace un tiempo. Le resultaba increíble cómo una simple persona podía tener tal efecto en otra, y una parte suya sentía que él jamás tendría la capacidad de dar ese primer gran paso que su pareja de amigos había dado. De pronto, su vista se dirigió al caluroso asfalto de verano que estaba debajo del balcón y las comisuras de sus labios se curvaron hacia arriba cuando encontró lo que inconscientemente había estado buscando.

 


 

La luz del balcón que titilaba desde hace algunas semanas parecía estar en sintonía con la música que estaba escuchando. Acostado sobre la cama estaba escuchando un solo álbum. Levantó la caja que estaba al lado suyo y miró la portada. Las letras de un marcador de un color estridente vibraban con la débil luz que entraba por la ventana. Había sido un regalo de Shougo. Una de las bandas favoritas de Ryou había ido a Japón por una gira de conciertos y realizó una firma de autógrafos. Ese día Shougo no había ido a la escuela; por el contrario, estuvo en una fila interminable esperando a que llegara su turno para firmar la portada de un disco. Aunque en un descuido entregó el folleto con las canciones del álbum que se había comprado para él en vez del de esa banda. Ryou volvió a sonreír cuando recordó el error que había cometido su amigo. También suspiró porque todos esos recuerdos despertaban en él sentimientos que no comprendía. Y tampoco sabía muy bien con quien podía hablar al respecto. Aunque su rostro hubiera mantenido una expresión neutral, por dentro, la frustración lo estaba consumiendo de a poco.

 


 

El partido del día era intenso y el calor del ambiente tampoco cooperaba. Así y todo, en el momento en que accedieron a jugar, todos estuvieron de acuerdo en posponerlo ni bien hubiera un jugador que no se sintiera en condiciones de seguir. El calor era agobiante, pero la energía que tenía ese grupo de jóvenes era superior.

—¡Ueki! ¡Pásala!

Ryou había sido marcado debido a la buena racha que estaba teniendo. Miró rápidamente a su alrededor y aunque Shougo estuviera pidiendo un pase a gritos, terminó lanzándole la pelota a Ritsuka quien se la devolvió ni bien escapó de los jugadores del equipo contrario que le impedían moverse para que efectuara un triple que pareció suceder en cámara lenta. Sintiéndose satisfecho con su desempeño, Ryou pidió un cambio. Estaba un poco agotado y necesitaba refrescarse con suma urgencia. Ritsuka lo acompañó, pero Shougo siguió en el partido. Apenas la espalda del primero se encontró con la pared del gimnasio se deslizó sobre ella y descansó su cabeza sobre el hombro de Mafuyu.

—Buen trabajo.

—Qué cansancio…

—Voy a beber algo —soltó Ryou—. Les traigo agua a ustedes también.

—Gracias —dijo Mafuyu. Ritsuka le agradeció con un movimiento de mano y cabeza—. ¿Uenoyama-kun?

—¿Mh?

—¿Por qué no vas con él?

—¿Y eso por qué?

La mirada de Mafuyu se posó sobre la de Ritsuka y sonrió con ternura.

—En serio que no te das cuenta de las cosas, ¿eh?

—¿Qué?

—Ve con él, por favor.

Ritsuka arqueó una ceja y suspiró, incorporándose luego para seguir los pasos de su amigo. Esperó por su regreso sentado al final del largo pasillo que conducía al gimnasio.

—¿Me esperas a mí? —le preguntó Ryou.

—Tengo sed —en respuesta a su pedido implícito le fue extendida una botella de agua—. Gracias.

Imitándolo, Ryou abrió otra botella y se sentó a beber a su lado.

—Uenoyama… ¿Puedo preguntarte algo?

—Dime.

Ritsuka sólo podía ver parte del perfil de su amigo. Por algún motivo que él desconocida, la toalla que Ryou tenía sobre los hombros, ahora estaba sobre su cabeza. Le intrigaba saber qué expresión tenía en esos momentos porque sentía que le estaba costando expresar lo que quería consultarle. Y de repente, hubo algo en todo eso que le resultó familiar.

—¿Cómo te diste cuenta que te gustaba Satou?

—¿Mafuyu? —Ryou respondió asintiendo con la cabeza—. No estoy del todo seguro pero, podría decir que fue cuando lo oí cantar —el aludido lo miró de reojo—. Ese tipo no te dirá exactamente lo que siente o lo que le pasa por la cabeza, pero cuando canta —su oyente notó un brillo particular en la mirada de Ritsuka y un leve tono rojizo en sus mejillas—… Sabes lo que quiero decir, ¿no?

—Sí —Ryou le respondió llevándose la toalla al rostro, mordiéndola un poco como si quisiera evitar lanzar un grito de desesperación. Por supuesto que entendía a lo que se refería. Pero el temor a ser rechazado y ya no ser capaz de ver la expresión sonriente que lo recibía cada mañana… No podía poner esos sentimientos en palabras. Sería innecesario, aún cuando cada día que pasaba le costara un poco más mantenerlos en silencio.

Cuando entraron al gimnasio, Ryou buscó a Shougo con la mirada pero no lo encontraba. Si había salido no había manera de que no se hubieran cruzado. Sí o sí tenía que pasar por el pasillo donde habían estado sentados con Ritsuka hasta hace unos instantes. Tampoco creyó posible que hubiera oído la conversación que mantuvieron. De lo contrario, se habría metido en el medio y habría bombardeado a Ryou a preguntas hasta que le dijera quién era la afortunada que había conquistado su corazón.

—Ueki, ¿quieres entrar por mí? —le pidió un compañero.

—Seguro.

—Ah. Ahí hay una botella de agua si quieres. La había comprado para Itaya, pero no sé dónde anda metido…

—¿Itaya? Está allá con una chica. ¿Será la novia? Se ve bonita.

Ryou observó hacia dónde su compañero le había señalado. Claro, se había olvidado de las gradas. Y ahí estaba Shougo hablando todo sonriente con una chica que era desconocida para Ryou.

¿Qué era ese recelo que le estaba generando tal malestar en su interior? ¿Por qué, aunque debiera estar prestando atención al partido de básquet que nunca se había detenido, su mirada se encontraba sobre él? Era tan innecesario.

—¡Pase!

La reacción de Ryou fue demasiado lenta. Cuando reparó en qué el pase estaba siendo dirigido a él, el balón le dio de lleno sobre el rostro haciéndolo perder el equilibrio y caer al suelo. Todos los presentes se acercaron a corroborar su estado. Usando una toalla limpia lograron que la sangre dejara de derramarse de su nariz como si una canilla hubiera quedado abierta.

—Yo lo llevo a la enfermería —se ofreció Ritsuka.

Shougo se acercó al grupo que comenzó a dispersarse mientras la muchacha con quien había estado hablando se despidió de él.

—¿Qué le sucedió? —le preguntó a Mafuyu—. Mira que hay que estar distraído en medio de un partido.

—Eso suele suceder cuando estás celoso de alguien —Shougo miró a Mafuyu con una expresión de confusión en el rostro—. Quizás sea mi imaginación, pero, ¿será posible que él sienta algo por ti?

—¿Qué? ¿Ueki?

Mafuyu no respondió a su pregunta, pero a Shougo le dio la impresión que no estaba bromeando cuando dijo eso.

Notas finales:

¡Gracias por leer! :)

 


 

NO TE DAS UNA IDEA de las ganas que tenía de escribir sobre este par uwu Este Fictober está sacando de la galera un montón de ships. Y también, no quiero adelantar mucho, pero van a haber más ships nuevas :) no de Given, pero sí si esto es lo primero mío que leés :P y unos clásicos porque siempre es bueno recurrir a la vieja confiable xD

PD: ¿Cómo que esto tiene dos capítulos? ¿Cuándo se publica? D:
En el transcurso del mes, así que, a estar atenti xD


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