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Sacrificio por nscanon

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Notas del fanfic:

SPOILERS DEL MANGA.

Como verán, esta historia es una mera invención mía, basándome en lo que pasa en el manga (que no estoy siguiendo del todo, porque no me gusta). Pero no pude evitar pensar en la muerte de Naruto, y en cómo terminó todo. Así que se me ocurrió esta historia, del "qué hubiese pasado si..."

No pretendo extenderme mucho. Sólo quiero dejar plasmado cómo me hubiese gustado que terminara esto, ya que lamentablemente Kishimoto no lo hizo en el final de Naruto. Aclaro que no tengo nada en contra de Hinata, ni de Sakura (sorprendentemente!). Tampoco de Boruto. O sea, no es su culpa que sus creadores lo hayan creado (?!)
Prefiero no entrar en detalles por la falta de lógica y verosimilitud de la serie de Boruto, así que espero que les guste lo que escribí, y que ya que estoy, voy a decir que hace MUCHO que no lo hago.

 

Sasuke lo miró, incapaz de pronunciar alguna palabra. No sabía cómo reaccionar. Sólo se quedó ahí parado, mirando el cuerpo inerte de su mejor amigo. Las imágenes de todo lo que había acontecido hace minutos, pasaban por su cabeza como un torbellino descontrolado de emociones abrumadoras, contenidas en su cuerpo hasta el punto en que creía que en algún momento, estallaría.

Entonces lo oyó.

– Sasuke…

El aludido volvió a respirar, sin darse cuenta siquiera de que todo ese tiempo estuvo conteniéndola. La voz de Naruto sonó apagada, desganada, sin una gota de ese entusiasmo que tanto lo caracterizaba. De no haber visto sus labios moviéndose, Sasuke no habría creído que se trataba de él. Su cuerpo reaccionó tardíamente, y caminó casi robóticamente hacia él.

Boruto ya estaba a su lado, sosteniendo el cuerpo de su padre con sus pequeños brazos, sin importarle la torcedura de uno de ellos. A pesar de ver el estado deteriorado de Naruto, Boruto se negó a creer que esto podría ser irreversible. Después de todo, se trataba de su padre, el séptimo Hokage. Sería ilógico que perdiera la vida con una transformación así. Además, Kurama podría curarlo. No había nada de qué preocuparse…

… ¿o sí?

– ¡Papá, resiste! Mira que eres imprudente. ¡Atacar así tú sólo! Escucha, iré a buscar a Sakura-chan y a los demás. Tú quédate aquí con Sasuke-san, y yo…

– Boruto – sonrió Naruto, interrumpiendo la verborrea de su hijo – Está bien, no te preocupes por mí. Ya es tarde…

Boruto entró en negación, pero no se resignó. Otra vez, no tenía sentido. Nada de esto tenía sentido. Naruto lo miró a los ojos. Azul chocando contra azul.

– ¿Cómo que ya es tarde? Te recuperarás. El kyuubi te curará, ya verás. Quizás tarde un poco más porque…

– No, Boruto, esta vez… Kurama no puede curarme…

Sasuke, quien había estado en silencio todo ese tiempo, y parado al lado de ellos, sintió que todo su mundo se venía abajo. Cuando Boruto habló de nuevo, su voz temblaba.

– ¿De qué hablas?

– Kurama usó… todas sus energías en esta transformación. Era su último recurso.

– No entiendo…

– Este jutsu nos matará… a ambos – anunció, sintiendo que cada vez le costaba más permanecer despierto. Boruto no dijo más nada. Ni siquiera Sasuke se atrevió a hablar. Naruto sonrió con tristeza – Lo siento mucho, era la única manera… Kurama está haciendo todo lo posible para mantenerme consciente… Ya casi no le quedan fuerzas. Ni a mí. Yo sólo… quiero… quería…

Boruto apretó los labios, y sus ojos se anegaron en lágrimas de rabia. Su cuerpo temblaba, incontrolablemente. Quería golpear a su padre. Golpearlo hasta que sus puños sangraran. Esto no podía estar pasando. Su padre no podía morir. No así. No ahora. Boruto sabía y entendía perfectamente que el deber del Hokage era proteger su aldea, e incluso sabía que Naruto estaba dispuesto a morir protegiéndolo. Después de todo, era su hijo. Su sangre. Él sabía que Himawari y él eran sus tesoros más preciados, incluso cuando se demoraba más tiempo en el trabajo, o no estaba lo suficiente en la casa. ¿Qué podía recriminarle? No podía ser un niño obstinado por siempre. Sabía que estaba intentarlo odiarlo sólo para apaciguar su dolor. Siempre lo hacía. Pero estaba vez, era diferente. La vida lo había golpeado tan fuerte, que odiar a su padre ya no tenía sentido.   

Naruto estaba inerte en los brazos de Boruto, seguro de que pronto su cuerpo no resistiría más. Volvió sus ojos a Sasuke nuevamente.  Sasuke lo miraba fijo, con su típico rostro estoico, pero que Naruto sabía que en el fondo, estaba gritando. Quizás no quería demostrarlo frente a Boruto. Sasuke se puso de rodillas junto a ellos, y puso su mano en el hombro de Boruto.

– Corre a Konoha y avísale a Shikamaru y a Sakura lo sucedido. Diles que estamos aquí – dijo en un tono de voz sombrío, pero aparentemente tranquilo.

Boruto lo miró, estupefacto. Naruto asintió, y Boruto volvió la vista a su padre. No quería irse, pero había algo entre esos dos que lo estaba incomodando. Como si quisieran un momento a solas antes de…

– Ve, Boruto – dijo Naruto, casi en un susurro. A penas podía hablar. Ya no le quedaban fuerzas. Boruto dejó caer el muro entre ellos, y lo abrazó con fuerza, conteniendo un llanto amargo. En vez de eso, varias lágrimas silenciosas recorrieron su mejilla, mojando la ropa de su padre. Naruto lo abrazó con una mano – Cuida a tu hermana… y a tu madre…

– Papá…

– Cuídate mucho. No hagas nada que yo no haría – sonrió a penas, intentando reír – Debes ser fuerte, ahora más que nunca…

Boruto asintió decidido, y tomó su mano con fuerza.

– Te juro que no dejaré pasar esto, papá. Te lo juro. Entrenaré mucho, para volverme tan fuerte como tú. Protegeré la aldea por ti, y a todos en ella – aseguró, con la voz firme, pese a su estado. Una gruesa lágrima recorrió una vez más su mejilla – Jamás me rendiré, papá… y jamás retrocederé a mi palabra… porque soy tu hijo...

Naruto sonrió con calidez, limpiándole las lágrimas con el dorso de su mano. Boruto asintió, y se puso de pie, justo cuando Sasuke se acercó más para sostener el cuerpo de su padre. Boruto le echó una última mirada a Naruto, antes de emprender su marcha, corriendo tan rápido como pudo, debido a su brazo.

Sasuke miró a Naruto a los ojos, incapaz de poder expresar con palabras lo que sentía en ese momento. Naruto alzó una mano para acariciar su mejilla. El azul en sus ojos se estaba apagando. No quedaba mucho. Sasuke lo sabía. Usó su pierna para estabilizar a Naruto, y así poder usar su única mano para sujetar la de su amigo.

Amigo…

– Cuídalo… – dijo de repente, y Sasuke sintió un escalofrío recorriendo su espalda – Y cuídate, idiota. ¿Oíste? No quiero que cometas alguna locura…

– Aquí el único imprudente eres tú, usuratonkachi. Y aún así te atreves a… – no pudo terminar, de sólo pensar que ya no tendría la oportunidad de volver a insultarlo. Sonrió,  a penas, y acarició el dorso de su mano con sus dedos – Naruto…

Naruto sonrió, sintiendo que estaba a punto de desvanecerse. Kurama ya había dejado de darle su chakra.

– Lo sé – dijo, sin dejar de sonreír.

– Cállate.

– Sasuke…

– Déjame decirlo, idiota. ¿Por qué siempre eres tan…? – suspiró, resignado. Agotado. Desganado. Sintió un nudo en el estómago, y su boca simplemente lo soltó – Te amo…

Naruto suspiró, haciendo un esfuerzo sobrehumano para seguir en ese mundo al menos un minuto más.

– Lo sé…

– Idiota.

– Tú quisiste esto – se burló, y Sasuke sintió la humedad en sus propios ojos – Tú dijiste… que era mejor así. Que no merecías tenerme, que no era justo, y que merecía ser feliz con Hinata… que merecía ser feliz.

– Y no me arrepiento – dijo, con la voz quebrada. Ya no le importaba nada – Ya te había lastimado lo suficiente, y no merecías seguir sufriendo por alguien como yo. Tú me cambiaste, Naruto. Hoy soy lo que soy, gracias a ti – sonrió, y las lágrimas finamente salieron – Si tú eras feliz, yo era feliz. Y aun así…

– Soy terco, lo sé… Pero no podía dejarte ir tan fácilmente. No de nuevo. Incluso cuando sabía que estaba haciendo las cosas mal, y que Hinata no merecía eso – Naruto apretó levemente su mano, y suspiró una sonrisa – Tú tampoco te quejaste…

Sasuke juntó sus frentes, con un leve sonrojo en sus mejillas.

– Cómo podría.

Naruto juntó sus labios en un beso suave, pero cargado de sentimientos. Sasuke mantuvo la boca presionada contra la suya, y sólo se alejaba un centímetro, para luego volver a presionarla las veces que pudo. Naruto sintió que su cuerpo ya no era suyo.  

– Y sólo para que quede claro, Sasuke… yo también te amo – musitó, sintiendo que su corazón estaba comenzando a fallarle… finalmente.

Sasuke dejó que las lágrimas cayeran sobre su rostro, sin querer abrir los ojos. Naruto ya no correspondía sus besos. Su cuerpo no se estaba moviendo. Tampoco sentía su respiración. De nuevo esa sensación. Esa horrible sensación. Ya había perdido a todo su clan, a sus padres, y a su hermano, pero aún así sabía que la sola idea de perder a Naruto lo ha hecho enloquecer en el pasado. Aún sumido en la oscuridad, la idea de un mundo sin Naruto era desgarradora. Incontrolable. Y ahora, con el cuerpo ya sin vida contra su cuerpo, sintió que todo a su alrededor se desmoronaba. Ya no era la idea lo que lo asustaba. Era un hecho.

Estaba sucediendo. No supo cómo reaccionar, más que derramando lágrimas silenciosas. Ni siquiera tenía la fuerza para gritar o destruir todo el maldito lugar. Le habían quitado, una vez más, a su persona más preciada. Amaba a Sadara, pero lo que sentía por Naruto no tenía nombre. Decir que era amor casi era un eufemismo. El hombre sólo sacaba lo mejor de él. Lo hizo una mejor persona. Lo dejó amarlo, incluso cuando no debía. Lo hizo feliz, incluso cuando aún no lo sentía merecido.  

Lejos de allí, ocultó entre los árboles, Boruto había visto todo. O casi todo. Lo sospechó, pero haberlo visto con sus propios ojos, le hizo sentir algo extraño. No era odio, sino… lástima. Tenía muchas ganas de preguntarle a Sasuke, pero decidió que lo mejor era hacerles caso, e ir a Konoha. Su voluntad no iba a caer. Cumpliría su promesa. No iba a retroceder a su palabra.

Iba a honrar el apellido de su padre.

Notas finales:

Esta historia va a tener dos capitulos. Aviso desde ya. Básicamente para explicar qué fue lo que pasó con Sasuke y Naruto, y por qué se dijeron todo eso.

Espero que les haya gustado :)


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