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El vampiro y el sol por Sora Hatake

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Un rubio caminaba apresurado hacia su trabajo, estaba llegando algo tarde. Revisaba su celular mientras iba entrando al edificio, el aparato lo distraía lo suficiente como  para chocar con alguien en la entrada tirando las cosas que llevaba la otra persona.

—Lo lamento, no iba viendo  —se disculpó mientras se agachaba a ayudarle a recoger sus cosas

—No, no, yo igual iba distraído, lo siento —se disculpó el chico mientras recogía sus cosas

Esa voz se le hizo conocida, levanto la mirada para ver a la persona con la que había chocado, su memoria no le había fallado, era aquel castaño otra vez.

—Sukea —lo llamo Naruto para sonreír

— ¿Eh? —El chico igual levanto la cabeza— ¡Oh, es usted señor Naruto! Que sorpresa encontrarlo aquí

—Aquí trabajo —dijo el rubio

— ¿En serio? Yo empiezo a hacerlo hoy —Sukea término de recoger sus cosas para levantarse al igual que Naruto

—Entonces creo que nos veremos seguido

—Eso creo

Naruto abrió la puerta para darle el paso.

—Oh, que cortes es —comentó Sukea para entrar

—Aprendí a serlo… —murmuró el chico recordando con una sonrisa como Kakashi se quejaba de que no era muy cortes de su parte huir cuando intentaba asustarlo

— ¿Eh? —Sukea se giró a verlo

—Nada —Naruto negó con la cabeza sin dejar de sonreír —Yo voy tarde, nos vemos luego —hizo un gesto de despedida con la mano para comenzar a caminar

—Espere —Sukea lo detuvo del brazo haciendo que se girara a verlo

— ¿Pasa algo?

—Yo, aún le debo algo por la vez que Pakkun lo mordió, lo invito a cenar

—Oh, no te preocupes por eso, él ni siquiera me mordió —contestó Naruto para ver a Sukea, el color de sus ojos era distinto, pero al verlos le provocaba una sensación cálida en su interior—pero no me puedo negar si me lo pides tú

— ¿Eh? —Sukea se sonrojo por el comentario, era la segunda vez que veía a ese hombre y había tomado ya mucha confianza, como si lo conociera de toda la vida

—Digo, yo, no puedo rechazarlo porque…así podemos celebrar que entras a trabajar aquí —decía Naruto hablando de forma nerviosa al darse cuenta de que sus palabras fueron malinterpretadas—. ¡Es más! Yo te invito a ti ¡Vayamos a cenar juntos esta noche! —exclamó tomando la mano de Sukea quien retrocedió apenado

Naruto vio el rostro rojo de Sukea para darse cuenta de sus acciones y soltarlo de golpe —Lo lamento, yo… no quise decir que tendríamos una cita, solo, vamos a cenar como compañeros normales de trabajo, ¿sí?

—Está bien…eso suena mejor —dijo el castaño sonriendo de forma nerviosa

Naruto busco entre su ropa para sacar una tarjeta y dársela—este es mi número, llámame cuando salgas de trabajar, ¿sí?

Sukea la tomo para verla —Bien

—Te veo luego —dijo el rubio para correr hacia el elevador. Apenas se cerraron las puertas soltó un suspiro. — ¿Qué demonios fue todo eso? —dijo mientras despeinaba su cabello rubio. —Aunque…ahora es más fácil saber cuándo lo pongo nervioso —sonrió para sí mismo recordando como el vampiro se lo debía decir ya que no podía sonrojarse

Fue hacia su oficina para revisar su trabajo. Hojeaba cosas buscando documentos y creando un desorden en su escritorio, sin querer tiro un cuadro que había sobre este por lo que se agacho a recogerlo.

Había una foto de él en el bosque.

—Han pasado 20 años señor vampiro, borre todo lo que paso en aquel lugar, pero no puedo borrarlo a usted —decía para sí mismo, en la imagen no había nadie más que el rubio, pero en su memoria estaba el vampiro sonriendo de forma tímida.

Últimamente no podía dejar de pensar en esa época. Había podido seguir su vida de forma tranquila pero últimamente los recuerdos lo atacaban a cada momento. Fue hacia la enorme ventana de su oficina y vio hacia el lugar donde estaba el bosque, de ese lado de la ciudad las historias sobre un vampiro nunca habían sido escuchadas, eso era algo únicamente que existió en Konoha.

¿Acaso se estaba sintiendo atraído hacia ese lugar de nuevo? No, eso no podía ser. Ya no había nada para él ahí. Lo que llamaba su atención estaba más cerca ahora, podía sentirlo.

.

.

.

Su vista estaba al frente, pero su mirada estaba perdida.

— ¿Señor Naruto, está bien? —preguntó Sukea mientras lo veía fijamente

— ¿Eh? Sí, solo que no recuerdo si cerré la puerta de mi oficina o no y me tiene algo distraído eso

—Ah, que horrible sensación es esa, de seguro no podrá dormir bien esta noche —dijo el chico sentado frente a él

Naruto vio fijamente como Sukea comía con tranquilidad. Aunque el castaño frente a él no lo supiera, él si lo sabía bien, frente a él estaba la reencarnación del  “Señor Vampiro”, un ser que le llevaba siglos encima, al que todos llamaban “monstruo”, pero era más humano que algunos. ¿En qué momento los papeles se habían invertido?

Quizá el rubio no le llevaba siglos de diferencia, pero si dos décadas más, ahora el castaño lo llamaba “señor”.

—Por cierto, ¿tú novio no se va a molestar de que llegues tarde en tu primer día de trabajo? —preguntó el rubio para comenzar a comer

— ¿Mi novio? —Sukea iba a llevar un bocadillo a su boca pero se detuvo

—Sí, el castaño con el que te vi aquella vez en el parque, creo que se llamaba Kinoe —decía Naruto

—Él y yo terminamos hace una semana —contestó Sukea poniéndose serio

—Oh, lo lamento en serio, no era mi intención —decía de forma nerviosa de nuevo

—No se preocupe señor Naruto, usted que iba a saber eso, digo, incluso yo creía como un idiota que era mi alma gemela —hablaba el castaño con cierta molestia

—Pero…si creías que era tu alma gemela debió dolerte que terminaran, ¿no?

—Sí, pero estar triste no es lo mío —dijo Sukea negando con la cabeza

Naruto arqueo la ceja, ahora estaba confundido si realmente ese chico era la reencarnación de su depresivo vampiro

—No sé por qué quiero engañarlo —el chico llevo las manos a su rostro provocando que el rubio se confundiera más—Me dolió mucho, incluso me busque este trabajo para distraerme de pensar en él —las lágrimas estaban a punto de salir

—Oh, Sukea, lo siento, lo siento, en serio lo siento por tocar este tema

—Es que, yo pensaba en serio que siempre estaría con él, y me termino, desde entonces siento como si tuviera una maldita estaca en el pecho —decía el castaño mientras comenzaba a llorar —Todavía ni siquiera me lo creo, sigo esperando sus mensajes y llamadas, ¿las despedidas deben doler tanto señor Naruto?

—Si…las despedidas duelen bastante, en especial cuando le tenías demasiado afecto a esa persona —Naruto hablaba de forma melancólica ahora

—Habla como si también le hubieran roto el corazón —sollozo Sukea

—No precisamente, pero si perdí a alguien a quien le tenía mucho afecto y tampoco he podido superarlo

—Pues si ambos tenemos los corazones rotos —dijo Sukea limpiándose las lagrimas, Naruto sonrió nervioso, él no habría usado esas palabras para describir su situación. El castaño tomo un vino que había ordenado el rubio para servirlo—Entonces que le parece si nos hacemos amigos y nos ayudamos a superarlo mutuamente, ¿qué dice señor Naruto? —preguntó Sukea extendiéndole una copa

—Me agrada la idea —Naruto tomo la bebida para sonreír

Sukea bebió todo hasta el final—Sabe, ni siquiera sé porque le tengo tanta confianza, es extraño pero…siento como si pudiera confiarle todo a pesar de que apenas si nos conocemos

—Descuida, entiendo ese sentimiento

—En serio que tenemos muchas cosas en común

—Eso parece

—Hasta me da escalofríos —dijo Sukea haciendo reír a Naruto —No es broma, en serio me da escalofríos señor Naruto

—Quizá estábamos destinados a conocernos —sugirió Naruto sonriéndole

—Vamos, eso suena muy romántico, no parece el tipo de persona que cree en eso

—Pues aún te falta conocerme más

—Estaré encantado de hacerlo señor Naruto —Sukea le sonrió

Un leve flash hizo en la mente de Naruto, no podía ver la sonrisa de ese chico sin ver al señor vampiro frente a él. Era una experiencia agridulce aquello, por un lado le agradaba volver a ver esa sonrisa, por el otro, le recordaba la última sonrisa que le dio. Ahora lo entendía, debió haber sido muy difícil para Kakashi verlo sabiendo que era la misma sonrisa de su padre.

Cuando estuvo en la soledad de su casa analizo mejor las cosas, era una tontería lo que había quedado en hacer con Sukea.

Superar a Kakashi no era algo fácil, creía que ya lo había hecho pero ver esa sonrisa de nuevo le hizo darse cuenta de que no era así.

Soltó un suspiro y llevo su mano a su cabeza para despeinar su corto cabello rubio.

Podía hacer el intento, o al menos ayudar a que Sukea si pudiera superar el duelo por el que pasaba, y así los días fueron pasando.

Se saludaban todos los días en el trabajo, iban a comer juntos. Cuando la confianza fue aún más incluso planearon salir juntos, al fin y al cabo compartían el mismo hobbie.

Naruto veía el cielo, era un día nublado, sus días favoritos para salir.

—Sonría —dijo Sukea, Naruto se giró a verlo cuando escucho el disparo de la cámara. El castaño vio la foto—Incluso distraído es muy fotogénico señor Naruto

— ¿Eh? Gracias —Naruto sonrió con un leve sonrojo por el comentario

—Oh, veo otra toma buena —Sukea apunto de nuevo hacia el rubio

—Ah, vamos, yo también puedo hacer eso—Naruto levanto su cámara para apuntar hacia el chico quien bajo la suya un momento y poso para la foto — ¿Qué eres? Un modelo —bromeo el mayor mirando su toma

—Si he recibido ofertas para serlo —Sukea se acercó para ver también

—No te iría tan mal si lo fueras

—Lo sé, pero por ahora soy feliz trabajando con usted. Además, si fuera modelo tendrías que llevar una estricta dieta y no podría comer la hamburguesa que me va a comprar

— ¿Quieres una hamburguesa? —Naruto arqueo una ceja confundido

—Si quiero, gracias por invitar —Sukea tomo la mano de Naruto para guiarlo hacia la comida, el rubio tardo en darse cuenta de que cayó en su trampa.

Naruto veía al chico degustar alegremente su comida; Sukea ya le había contado como le apasionaba probar platillos nuevos, y no se quedaba ahí, también le gustaba prepararlos. Tomo su bebida y vio hacia otro lado recordando como a Kakashi le gustaban las comidas tranquilas, siempre que comían juntos Naruto se la pasaba hablando mientras el vampiro lo escuchaba atento y comía. Cuando lo conocía parecía disfrutar la comida, conforme el tiempo fue pasando vio su hambre aumentar, nunca iba a olvidar la forma en la que devoro un sándwich con tal de distraer su hambre de sangre cuando tropezó, Kakashi realmente no disfrutaba comer, debía hacerlo para mantenerse al margen de lo que su cuerpo le exigía. Casi siempre había carne en su menú, pero los días después de beber sangre se mantenía con una dieta vegetariana, aunque en esos días solo jugaba con los vegetales en su plato.

Soltó un suspiro al darse cuenta que el mínimo pensamiento lo llevaba a él de nuevo, pero simplemente no podía evitar ver a Sukea sin que eso pasará.

—Vaya, el tiempo pasa realmente rápido cuando te diviertes, ¿no cree señor Naruto? —decía el castaño mientras caminaban por el parque

—Si, ya comienza a oscurecer —contestó el rubio

—Hoy me la pase bien, espero que esto se repita seguido —dijo Sukea deteniéndose

— ¿Ya debes irte?

—Si, pase a dejar a Pakkun en la veterinaria y debo ir a recogerlo

—Oh, con razón se me hizo extraño que no lo trajeras a pasear

—Pensaba hacerlo, pero hoy le tocaba baño y una pequeña revisión, será para la próxima

—Si…a la próxima

— ¡Nos vemos señor Naruto! —el chico se despidió para correr y alcanzar un taxi

Naruto se quedo parado viendo como se iba hasta que lo perdió de la vista. Se sentía confundido, en un debate interno, donde una parte quería seguir cerca de Sukea, era agradable y congeniaban bien, pero la otra quería alejarse, porque no era bueno seguir comparándolo con alguien que ya no estaba, sentía que solo estaba cerca de él porque sabía que era la reencarnación de Kakashi.

Quizá debía dejar ir al chico, merecía a alguien que lo ayudara realmente, no que lo mantuviera cerca porque le parecía un sustituto de alguien más.

Esa noche, mientras veía la luna llena sobre él lo decidió, creía que aún no se hacía tan cercano a Sukea, era mejor alejarlo ahora.

Se portaba distante, buscaba tener el mínimo contacto con él en el trabajo y fuera de este, fue un cambio abrupto, si, pero no se le había ocurrido otra forma de hacerlo. Creía que estaba cerca de que él chico lo olvidara, pero era todo lo contrario, el castaño parecía aferrarse más a él.

Caminaba hacia su casa con un semblante serio.

— ¿Por qué se ha portado así conmigo señor Naruto? ¿Le hice algo? Si le molesto que tuviera que invitarme la comida siempre yo pensaba prepararle algo la próxima vez—decía Sukea mientras iba tras él.

Naruto avanzaba sin detenerse, dando pasos largos, Sukea que era tan solo un poco más pequeño que él avanzaba rápido para seguirle el paso. Al ver que el rubio lo seguía ignorando frunció el ceño y corrió para ponerse frente a él haciendo que el mayor detuviera su andar.

—No sé qué paso, pero creo que si me va a mandar al demonio al menos merezco una explicación, ¿no cree?

Naruto soltó un suspiro —No es nada, simplemente creí que las cosas son mejor así

— ¿Así? ¿Así como?

—Como si no nos hubiéramos conocido nunca —dijo Naruto para rodear a Sukea y comenzar a caminar de nuevo

—Quizá así sea mejor para usted, pero no lo es para mí —el castaño insistió y fue de nuevo tras él —Para mí no es justo así que dígame que fue lo que hice mal.—Sukea finalmente se detuvo—¡Deje de ignorarme y dígame cual es el maldito problema!  

Naruto se giró a verlo sorprendido—No eres tú, es solo que…

—No me dé una tonta excusa, si soy yo, ¿no? —Sukea lo veía fijamente a los ojos a lo cual Naruto desvió la mirada

¿De qué forma podía decirle que realmente no era él el problema, sino su vida pasada, y él de idiota que no podía superarlo? Era una estupidez que el chico no creería

—Si…de nuevo soy yo —soltó dolido el castaño para agachar la cabeza

— ¿De nuevo? —repitió Naruto confundido

—Fui demasiado intenso, quise llevar todo muy rápido y las cosas no funcionan así, lo mismo que paso con Kinoe

—No, espera Sukea, no es eso

—No, está bien señor Naruto, perdón por gritarle, es solo que quería saber lo que había hecho mal esta vez, pero no me había dado cuenta de que fue lo mismo. Lamento molestarlo y haberle hecho perder su tiempo —el chico iba a comenzar a caminar de nuevo cuando sintió una mano en su hombro

Naruto lo había detenido, no podía dejarlo ir creyendo que había un problema con él cuando las cosas no eran así.

—Mi casa está cerca, vamos a charlar ahí —dijo el rubio  

El castaño asintió para ir tras él.

— ¿Te gustaría algo de beber? Tengo agua, té, café, soda, quizá una cerveza —sugirió el rubio al entrar a su hogar

—Lo último está bien

—Pasa a la sala, enseguida la traigo —el rubio fue a la cocina para tomar dos latas, no sabía si era realmente buena idea tomar alcohol para charlar sobre lo que sentía. Regreso a la sala para poner una las latas en la mesa y sentarse frente al castaño.

Hubo un largo silencio incomodo antes de que pudiera decir algo, primero estaba intentando organizar las ideas en su mente.

—Escucha Sukea, en serio, el problema no eres tú. Eres alguien muy agradable, pero ya te había dicho que me recuerdas a alguien más a quien aún no he superado, y no quisiera hacerte daño por esto

—No me parece justo señor Naruto, se supone que era algo en lo que nos apoyaríamos

—Creí que podría hacer eso, pero luego me di cuenta que no lo iba a poder hacer

—Pero debía haberlo dicho antes, no cuando ya me había encariñado con usted

—Si, tienes razón en eso

—Además, no puede simplemente terminar todo de golpe, ¿n se puso a pensar en que me lastimaría si hacia eso? —reclamo el castaño

Naruto soltó un suspiro—Tienes razón, mi intención era no lastimarte y de igual manera termine haciéndolo

—Ahora me siento horrible porque debería respetar su decisión, pero no puedo hacerlo porque ya lo aprecio mucho —Sukea tomo la lata de cerveza molesto para abrirla

— ¿No crees que te encariñas muy rápido de las personas? Digo, apenas si llevamos un par de meses de llevarnos bien y hemos salido un par de veces juntos —cuestiono Naruto arqueando una ceja

— ¿Y qué si lo hago? Ese es mi problema —contestó el castaño molesto antes de beber todo el contenido de la lata

—Hace rato parecías estar a punto de llorar y ahora estas furioso, andas muy volátil últimamente —comentó Naruto viendo al chico

—Pues claro que voy a estar molesto con toda esta situación

— ¿Estás molesto conmigo? No te culpo… lo entiendo y-

— ¡No!—interrumpió el castaño levantándose de golpe haciendo que Naruto se sobresaltara— ¡Estoy muy molesto conmigo porque todo esto es mi culpa! Si no me encariñara tan rápido de las personas esto no pasaría, pero no, de terco voy a aferrarme a alguien con quien ni siquiera tengo posibilidad y no crea que lo uso solo como un reemplazo de Kinoe

—Yo nunca dije ni insinué eso —murmuró Naruto

—Así me pasa con todos y por es que todos me terminan lastimando porque soy un idiota

Naruto soltó un suspiro —Encariñarte así de las personas no está mal, solo hay que saber de quién hacerlo, eso es lo difícil porque en el camino serás lastimado, pero al final podrás encontrar a alguien que te valore. Aún eres muy joven, si fallas no debes de rendirte, solo sigue esperando

—Ah, eso sonó muy sabio señor Naruto, me siento como un mocoso —Sukea se calmó para sentarse de nuevo  

—Cuando tú estabas naciendo yo ya estaba ganando experiencia —bromeo el rubio

—Ah cierto, me lleva dos décadas de ventaja —el castaño termino su cerveza para tomar la de Naruto

—Sí, sí, así que escucha lo que este sabio señor tiene para decirte jovencito —Naruto le guiño el ojo haciéndolo reír.

La noche parecía incomoda al inicio, pero ahora era bastante tranquila. Había varias latas de cerveza tiradas por el lugar y Sukea estaba recargado en el hombro de Naruto.

—Ya es algo tarde, ¿seguro que no se preocuparan por ti en casa?

—Claro, Pakkun debe de estar sin poder dormir porque no regreso —contesto en tono sarcástico el castaño que estaba sonrojado por el alcohol

— ¿Vives solo con él?

—Sí, ¿con quién más viviría?

—Pues aun eres joven, pensaba que con tus papás

—Mi madre murió cuando era niño, desde entonces mi padre trabajo como loco para darme una buena vida. No me hizo falta nada materialmente hablando…pero él nunca estuvo para mí. Creo que por eso es que me apego demasiado a cualquiera que me de la minima muestra de cariño. —Sukea tenía la vista perdida en algún punto de la habitación. — Suena muy deprimente, ¿no? Al menos antes tenía un hombro en el cual llorar pero ahora lloro buscando ese hombro

—Puedes llorar en mi hombro todo lo que quieras —comentó Naruto viendo el rostro adormilado del castaño—La soledad no es buena para nadie, menos para un jovencito lleno de cariño para dar como tú

—Ojalá Kinoe hubiera aceptado mi cariño más tiempo

—Vamos, ya deja de pensar en él, no te supo valorar

—Sí, ¡tiene razón señor Naruto! Es un idiota que no me supo valorar —Se levantó de nuevo molestó y saco su celular —Justo ahora lo llamare para decirle lo estúpido que fue

— ¿Eh? ¡No, espera, no hagas eso! —Naruto se levantó rápido para detenerlo —Te puedes arrepentir después

— ¡Pero debe saber que fue un idiota! —Sukea forcejeaba con el rubio quien intentaba quitarle el celular

—No Sukea, mejor…solo…cálmate —Naruto le arrebato finalmente el aparato de sus manos—Es mejor que ya no tengas contacto con él

—No sabe lo difícil que es eso, todas las noches me desvelo esperando un mensaje suyo que nunca llegara

—Es mejor a que te duermas llorando —Naruto se sentó de nuevo

—Me desvelo llorando esperando el mensaje —Sukea retomo su anterior postura poniendo su cabeza en el hombro del mayor

—Ya, ya, que nada es para siempre, en algún momento dejaras de llorar y de desvelarte

—Gracias por prestarme su hombro para llorar señor Naruto —decía Sukea cerrando los ojos

—No hay nada que agradecer, solo te devuelvo el favor —murmuró Naruto  para luego ver al chico que se había quedado dormido.

Se veía tranquilo, seguramente se sentía mejor ahora que había resuelto su conflicto con él.

Mientras observaba al chico se quedó pensando en lo que dijo, de alguna forma aún seguía buscando esa calidez humana que lo arropara. ¿No había sufrido lo suficiente con su vida pasada? ¿O acaso este era el Karma que debía pagar? No entendía bien porque pagaba un karma negativo si él no era malo, bueno, si había dañado a sus seres queridos pero todo fue en contra de su voluntad, ¿entonces por qué ahora sus seres queridos lo dañaban?

Él estuvo a punto de hacerlo, al menos todo salió bien al final del día.

Vio la enorme luna llena a través de su ventana, pero no había nada que temer, todo estaba bien ahora, porque en aquella silenciosa noche podía escuchar claramente la respiración de Sukea a su lado, indicándole que estaba vivo.

Después de esa noche todo regreso a la normalidad, ambos regresaron a ser cercanos. En las noches salían de paseo para poder distraerse un poco.

— ¿Qué tal te has sentido estos días Sukea? —preguntó Naruto

—Bien, estoy muy bien sabe, estar ocupado en el trabajo y estos paseos nocturnos hacen que llegue cansado listo para dormir —respondió el castaño mientras iba vigiando al pug caminando frente a él

—Me alegra escuchar eso, has avanzado mucho

—Pues si lo he hecho es gracias a usted que  me ha apoyado

—No iba a dejarte solo, yo no pienso hacer eso

—El otro día leí que lo perdido no se puede recuperar, sabe, pero si se puede seguir adelante, eso es lo que quiero hacer, seguir avanzando

—Eso es muy inteligente de tu parte—Naruto asintió varias veces— ¿dónde lo leíste?

—En un manga

—Pues fue bueno que lo leyeras para apoyarte un  poco

—Aunque…aun así—Sukea detuvo su andar —no puedo dejar de pensar que hubiera pasado si las cosas hubieran sido distintas, si yo hubiera sido menos asfixiante con Kinoe o algo así

—El hubiera no existe Sukea, solo queda aceptar que no se puede cambiar y seguir —Naruto se detuvo un poco más adelante levantando la cabeza. —Algunas cosas, por más que lo intentemos o nos esforcemos, no podemos revertirlas —en su mente pasaron los recuerdos de ver la estaca en el pecho de Kakashi, no importo si la quito, la herida ya estaba hecho y nada pudo salvarlo de desaparecer.

— ¿Está bien señor Naruto? —preguntó Sukea viéndolo, una lagrima corrió por la mejilla del rubio

—Sí, solo, se me metió algo —contesto Naruto frotando sus ojos

—Señor Naruto, ¿usted pudo concluir su duelo? —el castaño comenzó a avanzar de nuevo pero Naruto se había quedado ahí parado cuestionándose aquello.

¿Lo había hecho? Recordó que al inicio siguió normal, porque estaba en shock, no creía lo que había pasado. En las noches se arropaba con una capa de esa forma era como si el señor vampiro siguiera cerca suyo, porque aún no creía que aquel ser inmortal finalmente estuviera muerto.

Luego de eso estuvo días en una montaña rusa de emociones, donde a veces estaba llorando todo el día y otras se la pasaba enfadado, ¿con quién? Ni siquiera él lo sabía. Molesto con Kakashi por haberse metido cuando Sasuke lo ataco con la estaca, si la hubiera recibido él, el señor vampiro seguiría vivo. Luego se molestaba con él mismo por ser egoísta, Kakashi solo quería descansar, era un egoísta queriendo alargar su sufrimiento.

No podía hacer nada sin pensar en él.  Comía viendo la silla del frente recordando aquellas cenas en la mansión; veía flores recordando el inmenso jardín colorido por el que siempre cruzaba para llegar de visita. Todo lo llevaba a él, siempre a él.

Luego no dejo de pensar en cómo hubieran sido las cosas si nunca hubiera deseado salir de Konoha, si simplemente se hubiera quedado en la mansión haciéndole compañía al vampiro. Era algo arriesgado, pero apostaba a que hubiera sido una vida buena. ¨Si tan solo hubiera…¨ eran las palabras que más repetía su mente.

Tras eso simplemente se sintió bien, ya lo estaba aceptando. Fingió que nada de aquello paso y tuvo una vida normal, hasta que Sukea apareció recordándole todo. Entonces se dio cuenta de algo, jamás lo había superado, simplemente lo reprimió, se forzó a creer que todo estaba bien sin estarlo, por eso es que la presencia de Sukea le recordaba a cada gesto del señor vampiro. Si, era su reencarnación, pero debía aceptar que no era el mismo que conoció, sino una nueva persona la cual no podía ver de otra forma porque nunca concluyó su duelo.

— ¿Señor Naruto, está bien? —preguntó Sukea jalándolo de su ropa—No es necesario que me lo diga, solo tenía curiosidad.

—Lo lamento, es solo que estos días he trabajado mucho y no he podido descansar bien —contestó Naruto

—Entonces vayamos ya a casa a descansar

Naruto asintió y acompaño a Sukea abordar su taxi, tras eso fue caminando con tranquilidad hacia su casa, tenía mucho en que pensar.

Sentía como esas emociones que reprimió querían salir todas de golpe, sin darse cuenta ya estaba llorando. Un sentimiento de nostalgia lo invadió, sin embargo una voz en su interior sonaba diciéndole que todo estaba bien porque lo estaba.

Él siguió brillando, hizo las cosas bien, y el señor vampiro descanso finalmente, ya todo estaba en orden, entonces, ¿por qué las lágrimas seguían bajando?

Sin darse cuenta estaba en la cama, abrazando al peluche de zorro que tanto había cuidado desde niño. Luchas contra esas emociones lo hacía sentirse solo, y ni siquiera entendía porque peleaba con ellas, quizá todo sería más fácil si solo las aceptaba, pero hacerlo significaba aceptar que el señor vampiro se había ido para siempre, incluso si eso era justo lo que ocurrió no estaba listo para afrontarlo.

Cerró los ojos y simplemente dejo que las lágrimas siguieran fluyendo hasta que se terminaran, no podía hacer más.

.

.

.

Sukea entro a la oficina de Naruto mientras llamaba por celular—Ah, ¿por qué me dijo apenas esto? Ya estoy en su oficina

—Intente avisarte temprano, te llame unas 10 veces y no respondiste

—Lo hizo a las siete, a esa hora le gente suele dormir, sabe

—A esa hora yo ya estaba en camino al aeropuerto

—Como sea, ¿Cuándo regresa? —Sukea se sentó tras el escritorio de Naruto

—Solo estaré aquí un par de días, ¿estarás bien?

—Si, si lo estaré, no se preocupe por mí y disfrute sus vacaciones —dijo el castaño viendo las cosas del escritorio

—No son vacaciones, es un viaje de negocios —contestó Naruto

—Yo también quiero un viaje de negocios a Canadá, a la próxima vez invíteme —dijo mientras desordenaba los lapiceros de Naruto

— ¿Sabes inglés? ¿Francés?

—Wi, wi, sacrebleu —Sukea tiro sin querer los bolígrafos

—Eso no es suficiente,  ahora deja lo que estas tocando, aprende inglés o francés y luego hablamos

—Venga a obligarme —dijo en tono retador para girarse a ver la fotografía

— ¿Seguro qué estarás bien solo?

—Si señor Naruto, lo estaré —Sukea tomo el portarretratos para observar mejor la imagen

—Bien, entonces te veo luego

—Nos vemos —se despidió Sukea para colgar y ver a detalle la fotografía. Naruto estaba solo en el bosque, o eso aparentaba, podía ver una sombra al lado del chico. Acerco más la fotografía a su rostro, el lugar se le hacía conocido, un flash llego de golpe en su mente, él estaba en la foto al lado de Naruto, pero físicamente no era él, sino alguien más. Se sobresaltó tirando el cuadro para ver a su alrededor asegurándose de que nadie estuviera cerca viendo. Puso la foto en su lugar y salió de la oficina confundido por lo ocurrido.

Naruto estaba en el aeropuerto bajando por las escaleras eléctricas. Levanto la mirada para buscar entre la multitud de gente a quien iba a recogerlo.

— ¡Gaara! —exclamo el rubio emocionado para acercarse a un pelirrojo de traje

— ¿Qué tal estuvo tu viaje?

—Bien, todo tranquilo

—Vamos a comer mientras charlamos un poco, ¿te parece?

—Si, si, andando —Naruto llevaba una enorme sonrisa en su rostro. Después de haberse sentido solo en los últimos días, el reencontrarse con Gaara, a quien consideraba su mejor amigo, lo hacía sentirse bien.

— ¿Qué tal has estado Naruto? —preguntó Gaara mientras revolvía la azúcar en su café

Naruto soltó un largo suspiro— A ti no puedo mentirte diciéndote que estoy bien pero es que ni siquiera sé cómo explicar el cómo me siento

—Eso sí que es extraño, tú siempre has sido muy expresivo y directo respecto a cómo te sientes, pero ¿qué te tiene así exactamente?

—Pues –Naruto levanto la mirada hacia el cielo—un chico

—Creí que en cuestiones amorosas me tendrías presente en tu lista de pretendientes —bromeo el pelirrojo

—No salgo con él, digo…aún no es nada formal, pero mi problema es que saliendo con él me di cuenta de algo que no hice bien en el pasado… —explico el rubio dudando un poco sobre si usaba las palabras correctas

— ¿y qué es eso?

—Yo no termine un proceso de duelo, y ahora me ha estado molestando mucho en mi relación con este chico. Sabes cuando algo te lastima y debes soltarlo pero no quieres hacerlo y te sigues aferrando

—Sí, entiendo ese sentimiento —Gaara veía fijamente al rubio quien tenía la mirada perdida en el cielo

—Pues, no quiero soltar esa cosa que me lastima, pero tampoco quiero lastimar a ese chico por aferrarme, es tan confuso —Naruto revolvió su cabello para luego beber de su café

— ¿Quieres qué nos tomemos este día para charlas antes de los negocios? —preguntó Gaara

—No, no, me dijiste que eso era muy importante y era urgente que viniera

—Te dije eso porque sé que así vendrías rápido, pero en realidad tenemos unos días para resolver ese asunto, además, no quiero que estés distraído por cómo te sientes así que tomemos este día para charlar, ¿está bien?

Naruto vio el semblante tranquilo de su amigo para sonreír—Si, gracias por ayudarme con esto Gaara

—Para eso son los amigos. Ahora cuéntame todo desde el inicio

El rubio asintió — Agárrate de tu asiento porque estas a punto de escuchar una historia que por más fantasiosa que suene fue real —Dijo poniéndose serio— Lo lamento señor vampiro, pero ahora tendré que contarle a alguien más de su existencia.

El tiempo pasó, Gaara escuchaba atento todo con una expresión comprensiva, a pesar de lo loco que podía parecer lo que contaba él rubio, nunca vio ninguna seña de duda o incredulidad en el rostro del pelirrojo.

—Y…por eso me siento mal, porque no puedo dejar ir al señor vampiro —finalizo el rubio para soltar un suspiro

—A veces por más doloroso que sea debemos soltar aquello a lo que tanto nos aferramos Naruto, de otra manera no podas seguir avanzando

—Pero es que es muy difícil

—Difícil si, pero no es imposible hacerlo. No lo hagas tanto por ese chico Sukea, hazlo por ti, para que puedas cerrar ese duelo finalmente —Habló el pelirrojo— Quizá te resulte muy complicado hacerlo, pero debes aceptar que ya no está y que ese chico no es él, aprende a vivir con ello poco a poco

Naruto respiro hondo un par de veces y asintió—Tienes razón, eso debo hacer. Gracias por escucharme y aconsejarme Gaara, no sé cómo agradecerte

—No necesitas hacerlo, eso hacemos los amigos

—Pues sabes que puedes pedirme cualquier cosa —dijo el rubio sonriendo

—Solo ven a visitarme más seguido

—Lo haré, sin que sean para negocios…y a la siguiente, quizá hasta traiga a Sukea

—Estaré esperando a conocerlo —dijo Gaara levantándose, Naruto hizo lo mismo para acercarse a su amigo e inclinarse a abrazarlo

—En verdad, muchas gracias Gaara, no sabes lo mucho que necesitaba sacar todo eso

El pelirrojo sonrió para corresponder al abrazo—Tú también estuviste ahí durante una etapa difícil en mi vida, no sabes lo feliz que me hace poder corresponder un poco de lo mucho que me apoyaste

—Ya lo dijiste tú, eso hacen los amigos. Yo ya había perdido muchos, no iba a perder otro

—Perdiste mucho en tan poco tiempo que por eso te es difícil soltar las cosas, pero espero que puedas hacerlo Naruto

—Lo haré, estoy seguro de que puedo hacerlo

.

.

.

Naruto tocaba la puerta del apartamento. El castaño se asomó por la mirilla de la puerta para toparse con los ojos azules del rubio intentado ver al otro lado.

Abrió la puerta para asomarse un poco—Señor Naruto, ¿qué hace aquí?

—Te busque en el trabajo a la hora de comer y me dijeron que te reportaste como enfermo, quise venir a ver si estás bien, ¿puedo pasar?

—Claro —Sukea abrió bien la puerta para dejarlo pasar y luego cerró la puerta

Naruto se giró para verlo bien— ¡Estas hecho un desastre! ¿Qué tienes? ¿Ya fuiste al doctor? —preguntó para sujetar al chico por los hombros

El castaño se veía desaliñado, su pelo estaba despeinado, podía verse ojeras bajo sus ojos los cuales parecían hinchados, además de que podía notar como no se había rasurado en un par de días

—No hay porque ir…

— ¿Entonces por qué no has ido a trabajar?

—Pues…solo me he sentido algo triste, no he podido dormir bien…me la he pasado viendo películas tristes y comiendo helado de chocolate todo el día —dijo Sukea agachando la cabeza

—Pero si me dijiste que estabas bien la última vez que hablamos

—Sí, pero luego me sentí mal otra vez

—Oh, debiste hablarme de nuevo entonces

—No quería molestarlo en su viaje, de seguro estaba muy ocupado

—No me molestas para nada Sukea, menos si sentiste un bajón emocional

—Lo lamento señor Naruto

—No te disculpes. Ahora, como pensé que estabas enfermo pase al súper a comprarte unas cosas para comer, ¿quieres que comamos juntos?

—Me parece bien señor Naruto, ¿por cierto? ¿Cómo dio con mi casa? —Pregunto Sukea comenzando a caminar —No recuerdo haberle dado mi dirección

—Eh, bueno, pregunte a la gente donde trabajas, pero solo lo hice porque me preocupaste, no por otra cosa —contesto Naruto rascando su nuca con nervios

—Ah, está bien, de igual forma creo que en algún momento lo iba a saber —Sukea lo guio a la sala donde Naruto pudo ver varios botes de helado sobre la mesa del centro donde puso su bolsa de compras

—Oh, mira a quien tenemos aquí —el rubio se sentó al lado del cachorro que lamia una cuchara — ¿has estado cuidando a Sukea pequeño? —Pakkun dejo la cuchara para acercarse a Naruto y lamer su mano —Lo tomaré como un si

 — ¿Y qué trajo de comer? —preguntó Sukea para sentarse al lado

—Ramen

—Ni siquiera sé porque pregunte

—Ah, vamos, ¿tan predecible soy? —cuestiono Naruto sonriendo de forma nerviosa

—Es lo que siempre comes señor Naruto 

—Es mi comida favorita

—Iré a prepararlos —Sukea tomo los tazones para ir a la cocina

—A ti también te traje algo —el rubio busco entre la bolsa una lata de comida para perro la cual destapo y puso en el piso, el cachorro salto para acercarse a comer rápidamente —Oye, debiste esperar para que comiéramos juntos glotón

—Es muy amable con Pakkun señor Naruto —comentó Sukea poniendo agua a calentar

—Siempre quise tener una mascota, solo que antes no podía tenerla porque no tenía mucho dinero, ahora no la puedo tener porque tengo mucho trabajo

—Pues puede venir a visitar a Pakkun siempre que quiera, parece que usted también le agrada a él

—Supongo que por algo se me acerco la vez que nos conocimos en el parque

—Si…esa vez —Sukea soltó un suspiro con nostalgia

— ¿Qué? ¿Dije algo malo? —preguntó Naruto girándose a verlo

—No es nada, solo… que en aquel entonces no pude hablar mucho con usted porque iba con Kinoe

—Ah, ¿cómo sigues con eso?

—Ya estoy mejor… o eso creo, digo…ya acepte que lo nuestro se terminó, me tocará criar solo a Pakkun

—oh, ¿y qué hay de mí? Dijiste que puedo venir a verlo también, te puedo ayudar con eso —Sugirió Naruto sonriendo

—Solo le advierto que ese pequeño patas cortas es muy mimado

—Si, ya note que lo tienes consentido, su cama se ve más cómoda que la mía —dijo el rubio al ver un pequeño colchón en una esquina

—Ah, gaste mucho en eso, y él prefiere dormir en una caja vacía

Naruto comenzó a reír por aquello—Pequeño caprichoso, aunque pensé que dormía contigo

—Es cuando él quiere, a veces si, a veces no —Sukea puso el agua en los contenedores de sopa instantánea

—Pues bueno, vamos a comer mientras vemos una película triste, ¿cuál estás viendo?

—Hachiko, es la tercera vez que la veo

— ¿Y sigues llorando con el final?

— ¿Usted no? —Sukea le dio un tazón de ramen a Naruto

—Pues, creo que no, pero veámosla si quieres

—Bien —Sukea puso la película para sentarse al lado de Naruto

—Ah, sigue siendo muy triste verla —dijo Naruto viendo los créditos finales

— ¿Solo muy triste? Es lo más triste que he visto —Sukea estaba limpiando sus lagrimas

—Oh, sí lloraste de nuevo, bueno, me toca elegir que ver

— ¿Qué tipo de películas le gustan señor Naruto?

—Las de superhéroes —respondió el rubio viendo el catalogo

—Oh, no me va a poner a ver toda la saga de los vengadores, ¿o sí?

—Claro que no —Sukea arqueo una ceja dudando—para ver la saga de los vengadores debemos verlas en orden cronológico según la historia para que puedas entender todo, así que empecemos con capitán américa

—Oh, pues está bien señor Naruto

Naruto se sentó al lado de Sukea para darle comenzar a la película

—Bueno, ya vimos las primera básicas, ahora si podemos ver los vengadores —dijo Naruto para girarse a ver a Sukea quien se había quedado dormido —bueno, creo que ahora sí pudo dormir bien

El rubio lo vio fijamente, Sukea parecía descansar tranquilo, podía apreciar su pecho subir y bajar por su respiración, paso su mano por la mejilla del castaño sintiendo la calidez que desprendía. Aparto su mano y soltó un suspiro.

Al día siguiente fue a su casa, Sukea ya se veía mejor por lo que pudo dejarlo sin problemas.

En su casa se sentó en la sala para ver unas fotos que recién había revelado, pensaba llevárselas a Sukea para levantarle un poco los ánimos. Iba pasando una a una, varias eran de los paseos que habían salido a dar juntos en esos últimos meses, paisajes en días nublados, tenía un miedo extraño por salir a la luz del sol, sentía que si lo hacia Sukea desaparecería.

Soltó un suspiro y rasco su cabeza, era un miedo estúpido, sí, pero para él era bastante real.

Recordó las palabras de Gaara, era difícil soltar, pero también era necesario hacerlo.

Vio una foto de Sukea, sonriendo de forma tímida mientras cargaba a Pakkun; Sonrió para sí mismo y se levantó para salir de su casa, debía soltarlo, por más difícil que fuera, era hora de hacerlo.

.

.

.

Caminaba por el bosque, esta vez lo hacía de forma calmada, sin prisas.

No había ningún rastro de aquel hermoso jardín, solo el pastizal que creció sin control al no tener a nadie cuidándolo.

Se detuvo frente a la tumba de sus padres y puso un ramo de flores al frente.

Esta será la última vez que le cuente algo señor vampiro, así que será finalmente nuestra despedida.

Han pasado 20 años casi 21; y en ese casi año conocí a alguien.

Sukea es un chico encantador, lleno de vida, lo puedo ver en sus mejillas sonrojadas cuando come algo que le gusta, en el calor que desprende cuando me da un abrazo, en cada pequeño gesto que hace.

Incluso si tiene la misma mirada y misma sonrisa que usted, finalmente entendí que no son la misma persona, y me di cuenta que me enamore de él, no de lo que me recuerda de usted, sino me enamore completamente de ese chico. 

Una vez más quiero agradecerle a Pakkun, no sé si él también haya reencarnado, pero si lo hizo estoy seguro que es ese pequeño cachorro mimado, gracias a él pude encontrarlo. 

Ahora mismo me siento bien, dude mucho tiempo en hacer esto, pero ahora estoy seguro de poder cerrar este duelo.

—Y es por eso que estoy aquí… —Naruto se detuvo al final del bosque.  No había nada en ese lugar más que sus recuerdos. Se inclinó para poner un ramo de girasoles en el suelo junto a una foto. —Gracias por todo señor vampiro, pero ha llegado el momento de decirle adiós. Espero que estés descansando en paz, puede hacerlo ahora, ya no necesito que me cuide cuando salga del bosque, porque ya no estoy solo, ahora hay alguien esperándome al final

Naruto sonrió y vio por última vez la foto que se tomó en aquel día de campo. Se levantó y comenzó a caminar.

— ¡Señor Naruto! —el castaño lo llamaba al final del bosque, tras él podía ver al enorme sol ocultándose, pero lo más importante, solo veía a Sukea, finalmente podía verlo solo a él. Comenzó a correr hasta llegar frente a él para tomar su mano. — ¿Ya termino con lo que vino a hacer?

—Sí, ya quedo todo listo

—Bien, entonces vamos a casa señor Naruto, tengo una sorpresa que darle

— ¿En serio? ¿Qué es?

—Si le digo ya no será sorpresa, pero tiene que ver con una nueva foto para su oficina

—Oh, ya quiero verla entonces. —Naruto se detuvo y se giró a ver al chico—Sukea, ¿te he dicho que eres cómo un sol?

— ¿Eh? ¿Cómo un sol?

—Sí, eres un chico muy muy alegre y radiante. Sukea, eres un sol, mi sol.

Notas finales:

Debido a varios comentarios que recibí respecto al final quise hacer este pequeño capítulo extra uwu 


Pueden tomarlo como el verdadero epilogo o simplemente quedarse con el epilogo anterior 


Gracias por leerlo, y si alguien le quedo una duda la responderé en los comentarios porque ahora si es al final <3


 


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