Mü no vio mejor oportunidad que la hora del almuerzo para ir a hablar con él director sobre su reciente descubrimiento, apenas se percató de que ni Milo ni sus empleados fieles se encontraban por los alrededores se dirigió a la oficina principal, entrando con la confianza que los años de amistad con el director le brindaban.
-Hola Shion, ¿Qué tal tu día hasta ahora?
-Mü, todo marcha bien ya lo sabes, gracias a tu ayuda y a la del resto del equipo no se han presentado percances, definitivamente hice excelentes elecciones con los contratos.
-Si… respecto a eso, hace un momento me acabo de enterar de una situación que apuesto te gustaría saber.
-Tu mejor que nadie sabes que no me gustan los chismes.
-Esto no es un chisme del todo, más bien yo lo definiría como un atentado a uno de los valores más importantes de la empresa.
-En ese caso, te escucho…
-Hay un empleado entre los altos mandos que deliberadamente se ha burlado del respeto a la familia, teniendo una relación extramarital con un pariente de su esposo.
-Eso es imposible, quién en su sano juicio haría algo tan estúpido.
-Ningún otro más que tu segundo empleado estrella, Milo Escorpio.
-¿Estás seguro de lo que dices?, sabes que él es un empleado de historial impecable, si esto es solo un invento tuyo me veré en la necesidad de destituirte de tu cargo por difamar a otro compañero.
-Estoy 100% seguro, lo escuché de una plática que tuvo con su hermano Kardia esta mañana.
-De acuerdo hoy mismo hablaré con él, gracias por avisarme, si no tienes nada más que decir puedes retirarte.
-Eso es todo, te veo más tarde para ir a cenar.
-Hasta luego.
Cuando Mü salió de la oficina, Shion llamó a su secretaria por medio del comunicador recibiendo respuesta inmediata.
-¿En qué puedo ayudarle director?
-En 15 minutos más quiero que vayas a la oficina de Milo y le digas que venga, tengo un asunto muy importante que tratar con él.
-De acuerdo señor, con su permiso.
Milo había salido a tomar su almuerzo, por lo general Camus le mandaba uno hecho por él y así no se veía en la necesidad de gastar, pero ahora por obvias razones no recibiría nada así que no le quedó de otra más que buscar el lugar más económico donde conseguir alimentos sin hacer un gran gasto.
Justo regresaba a la empresa, sin ganas de nada llegó hasta su oficina y se dejó caer en su silla, estaba dispuesto a descansar un momento cuando la secretaria de Shion lo interrumpió.
-Disculpe la interrupción pero el director quiere verlo en su oficina.
Milo no era idiota (no tanto) ya se temía que algún rumor pudiera haber llegado haga los oídos de su jefe pero por si las dudas lo mejor sería llegar con serenidad y aguardar cualquier indicio de que quiera sacar el tema de su infidelidad a la luz.
-Muchas gracias por el aviso, en un momento iré.
Vio desaparecer de su campo visual a la secretaria y no dudó en tomar un profundo respiro, debía serenarse si no quería cometer un error que le pudiera costar su puesto, cuando se sintió lo suficientemente tranquilo se encaminó a la oficina del director.
Una vez frente a la puerta la empujó levemente para poder avisar de su presencia.
-Buenas tardes Shion, tu secretaria me dijo que deseabas hablar conmigo.
-Gracias por atender a mi llamado tan rápido Milo, es verdad que tengo un asunto muy serio que tratar contigo, por favor toma asiento.
Milo obedeció, las piernas le temblaban así que de cualquier modo no creía soportar estar de pie por mucho tiempo más.
-Milo tu sabes cuán importante es la familia para esta empresa, ¿no es así?
-Por supuesto que lo se…
-Bien, y supongo que también sabes que el incumplimiento de los deberes dentro de la familia para cualquier empleado, son considerados igual de graves que un incumplimiento dentro de la empresa y por lo tanto también pueden derivar en un despido.
-Si… también lo se…
-Muy bien, ahora iré directo al grano-se puso de pie, caminó hasta estar de pie a espaldas de Milo y sujetó su hombro derecho con firmeza-hace apenas un momento me llegó el rumor de que estas en una aventura extramarital con un pariente de tu esposo-apenas terminó de pronunciar esas palabras pudo percibir a la perfección como Milo se tensó e incluso como tembló un poco-no te voy a preguntar sobre si es o no cierto todo eso, eres uno de mis mejores empleados, no de en balde te he dado la oportunidad de competir por la gerencia general, así que te daré dos opciones, la primera, si ese rumor es verídico, apelare a tu uso de razón y para el fin de semana, te veré libre de cualquier amorío clandestino y seguro en tu hogar con tu familia, de lo contrario, con todo el pesar de mi alma, tendré que despedirte.
-Está bien, gracias por la oportunidad.
-El sábado avisa a Camus que iré de visita, será una excelente excusa para probar de nuevo la deliciosa comida que prepara, entonces te encargo poner orden en ese asunto, te veo el fin de semana.
-Hasta entonces, con permiso.
Regresó derrotado y desesperado a su oficina, cerró de un golpe la puerta y se desquito con lo que había en la pequeña mesa de centro, su jefe lo había puesto en una situación aún más complicada, ahora debía ver la manera de llegar a un acuerdo con Camus para que le permita regresar, ya que si aún teniendo ese trabajo con tan buen sueldo, las cuentas le fallaban, no se quería imaginar si lo perdía y se viera en la necesidad de empezar de nuevo, pero ya iría a verlo el jueves, ahora debía enfocarse en completar su propuesta para competir por la gerencia.
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