"Te he amado por ultima vez... ¿esto es un video?"
Una boda, una simple boda podía arruinarte la vida, una unión entre dos personas se supone que debe alegrar a quienes las rodean, pero a mi me hacia sentir miserable.
- la unión entre los hijos de los clanes de realizara mañana. Esto afianzara la alianza para combatir contra los que nos quieran derribar- escuchar aquello me daba nauseas ¿Por qué Tsukishima tenia que cargar con aquel peso?
- si, la boda representara nuestra salvación. Además la joven Hikari es toda una dama. Su unión era inevitable- yo lo sabia, realmente lo sabia, pero no pude evitar enamorarme de aquel niño débil e indefenso del cual me pusieron a cargo.
"Kuroda, debes proteger con tu vida a tu señor" tenia a penas 10 años cuando lo vi por primera vez, sus ojos verde esmeralda me cautivaron, su personalidad me deslumbró, todo de el lo hacía.
"si mamá" aquel día juré estar con el por siempre, pero no imaginé que aquella bella amistad se transformaría en amor sin siquiera darme cuenta.
Me odiaba, me odiaba por no ser capaz de estar para el, por no poder aconsejarle, por querer llevarlo lejos, a algún lugar en donde fuésemos libres, en donde estas estupidas reglas no reinaran.
Mientras caminaba hacia su residencia miraba mi reflejo en aquel lugar ¿Qué podría ofrecerle yo? Un simple servidor, un simple soldado. La respuesta era obvia, nada.
-ohh Kuroda, al fin llegaste. Tsukishima estuvo nervioso y alterado todo el día. Quizás tú puedas calmarlo. Los dejaré solos - su madre era una mujer dulce, quien había cuidado de su hijo toda la vida.
-iré a verlo- ella no quería verlo infeliz, sin embargo nada se podía hacer, era aquella unión o la muerte de todo el clan por falta de protección.
Cuando entre en su habitación allí estaba el, frente al calor del fuego, mirando nostálgicamente el árbol de cerezos que aun no florecía
- Aun recuerdo...cuando prometí que me casaría con la persona que amaba, que iluso era- ¿la persona que amaba?
- eres un idiota. Sabes que todas las uniones de nuestros padres fueron forzadas. Esas son cosas de niños- esto no quería decir
-lo se. Sin embargo ansiaba eso- quería expresar mis emociones, aunque ya no valiesen nada, aunque sea en vano, tenia que sacarlas o explotaría
-yo igual...-pero aquello fue lo único que pude susurrar
-¿¡y tu por que no puedes!? Eres de clase social baja, no tienes deberes, ¡deja de quejarte y hazlo!-
-¡no puedo!- ambos subimos nuestros tonos, ambos nos mirábamos desafiantemente.
-¿Por qué? Cualquier chica caería por ti- porque no quería a cualquier persona
- resulta que la persona que yo amo se casara mañana ¡y no puedo hacer nada para evitarlo!- sus hermosos ojos se abrieron con sorpresa, expresando sus emociones-lo siento...es mejor que te deje tranquilo- mi corazón ya no aguantaba, lo perdería para siempre.
-espera...Kuroda...- al darme vuelta vi su rostro completamente sonrojado y unas pequeñas lagrimas que se escurrían silenciosamente en el medio del anochecer.
-solo por hoy...solo por esta noche...finjamos que somos una pareja, que yo seré el que este en el altar contigo- el se aferro suavemente a mi brazo mientras asentía con la cabeza.
"Te he tocado por ultima vez... ¿esto es un video?
Sin esperar mas tome a ese frágil cuerpo entre mis brazos y lo cargue, dando un par de vueltas por la habitación
-¡yaaa Kuroda! Bájame- su risa era la melodía mas perfecta que habían compuesto.
-no. Déjame disfrutarte, mañana tu tendrás a otra en tus brazos- solo podía disfrutar este momento, aquí solo éramos el y yo
- shh, solo...seamos nosotros- y esa fue la gota que derramo el vaso ya que sin control comencé a besarlo apasionadamente, pero con una dulzura que jamás le había mostrado a nadie, solo el la conocería.
-k..uroda- sus jadeos eran excitantes y sus facciones únicas
- entrégate a mi Tsukishima. Seamos uno solo- a penas podía respirar, iba deprisa, a toda marcha.
-s...i- confirmando mi propuesta lo acomode delicadamente en su cama mientras le quitaba aquella Yukata que me impedía apreciar su delicado cuerpo.
-t...engo miedo- quizás lo había asustado con mi rapidez, debía bajar el ritmo.
-siempre te protegeré...lo prometí y cumpliré hasta el fin de mis días- y besando su delicada, fría y pequeña mano termine mi cometido, lo cual me permitió ver su exquisito cuerpo.
-eres...hermoso- mi rostro estaba caliente, al igual que el suyo, pasaría, lo que imaginé por años estaba ocurriendo.
- s...e gentil- no podría lastimarlo
-lo prometo- lamiendo dos de mis dedos me dedique a preparar su estrecha entrada la cual recibía ansiosa mis dígitos mientras yo besaba aquel suave cuello.
- k...uroda nghhh- era tan perfecto, estaba tan enamorado, hoy era mío, hoy nadie podría quitármelo. Cuando termine aquello me desvestí yo también y sin esperar mi miembro se adentro en aquel estrecho agujero mientras ambos nos llenábamos de placer mutuamente.
-tsu....kishima- cuando acabamos los dos nos quedamos abrazados, besándonos, tocándonos.
"por el amor y la risa que siento estando en tus brazos ¿esto es un video?"
-kuroda...yo...- sus lagrimas me lastimaban el alma. Era injusto, era totalmente injusto que el se tuviese que casar para salvar nuestro clan.
-shhh...no hablemos. Quedémonos así hasta que el sol salga...- no podía hablar o terminaría quebrándome, debía ser fuerte por los dos.
-te amo...siempre lo he hecho. Fuiste la única persona que siempre estuvo para mi...que nunca me vio débil...- saber eso solo hacia las cosas mas difíciles.
Y cuando el amanecer llegó aquella boda fue realizada, yo estaba allí, apoyando al amor de mi vida, viendo como le regalaba votos falsos a otra persona, sabiendo que nuestra unión era imposible.
"te he besado por ultima vez...visiones de Gideon"
-en otra vida...quizás tu y yo podremos amarnos, quizás en otra vida las cosas serán diferentes- susurrando eso me retire, no deseaba estar allí. Siempre lo amaría, siempre lo tendría en mi corazón, y aunque lo nuestro sea imposible nunca me apartaré de su lado - te amo Tsukishima.