La primera vez que vio una sonrisa sincera en las personas, fue cuando aquella joven pareja llegó al orfanato y fijaron sus ojos en él. Esos ojos tan alegres y entusiastas, que le confundieron sin remedio.
La primera vez que alguien le dio mucho amor, cariño y atención, fue cuando sus padres adoptivos hicieron una gran fiesta de cumpleaños, invitando a toda la familia. Recibió muchos halagos y realmente se sintió bien que hablaran cosas buenas de ti, en especial la familia.
La primera vez que cuidaron sus espaldas y escucharon cómo se sentía, fue cuando conoció a Minho y Taemin, los conoció en la universidad y su amistad es lo más cuidaba y apreciaba, nunca había tenido la oportunidad de tener una amistad tan intima y especial.
Pero, la primera vez que sintió un revoloteo en su estómago y sus mejillas calentarse cuando estaba cerca de esos dos, fue cuando se dio cuenta que ya estaba perdidamente enamorado, de ambos chicos.
De ambos hermanastros.
Ahí fue cuando le bajaron de un tiron al suelo y se dio cuenta de la realidad. Pero, ¿Cuando empezó todo?
Jamas supo distinguir sus tratos hacia él, hasta que ambos se confesaron y al mismo tiempo. Controladores y protectores como siempre, nunca le dejaron de amar, ignorando el hecho de que él no les había dado una respuesta verbal.
Sin embargo, su cuerpo y sus reacciones decían otra, que, muy a su pesar, le estaban dando un panorama de lo que realmente pasaba a sus espaldas, con ambas guarudas.
Taehyung quería que la tierra lo tragara cuando al fin, había aceptado sus sentimientos por ambos hombres, por sus hermanastros, realmente era muy difícil lidiar con lo sentía por ellos, jamas se había sentido así con alguien. Además, Taemin le dijo las palabras más certeras e inspiradoras que había oído en su vida.
"El cerebro y el corazón son lo más importante, siempre es tan en total sintonía, siempre debes hacer caso a lo que dicten."
Al fin los había aceptado, realmente los amaba y anhelaba hacer su vida al lado de las personas que más amaba en en su mundo. Pero su oscuro pasado le jugaba una mala pasada en el momento menos esperado de su vida y la de su familia.
Muchos pares de ojos le miraron con mucha atención y curiosidad la primera vez que hubo reunión familiar, semanas después de haber sido adoptado por aquella joven y agradable familia. Ahora, en esta segunda reunión, Taehyung tomo la mano de sus hermanos mayores como ancla, para no perderse y reguardarse en caso de que alguien le quisiera jalar las mejillas de mas. No le gustaba mucho el contacto físico.
–¡Taehyung! Cariño, haz crecido mucho en estos meses. –El tío Luhan le acaricio las mejillas con suavidad y el pequeño agradecio el gesto con una pequeña sonrisa. –¿Te la estas pasando bien? –el pequeño asintió viendo a todos sus primos y tíos sentados, platicando, comiendo, sonriendo, haciendo cosas que el jamas había disfrutado antes. –Muy bien cariño, si te sientes mal no dudes en decirnos.
–¿Te sientes bien Taehyung? –Jungkook le apretó suavemente la mano y el menor miro hacia arriba, mirando la expresión de su mayor. Termino asintiendo, ignorando las caricias que le proporcionaban en la palma de su mano.
–Jungkook cariño ¿Podrías ayudar a tu padre con los dulces? –Baekhyun, su otro padre e acerco a ellos y e tomo de la otra manita cuando Jungkook obedeció la orden de su padre.
Baekhyun le encamino hacia la ademas familia que conversaba y reían como locos, por un momento el pequeño se pregunto si era normal. Pero la sonrisa de su padre le tranquilizo.
–Siéntate a mi lado si no quieres jugar con tus primos. –Baekhyun le acaricio los ricitos castaños y en seguida se enfrasco en la platica con sus tíos.
Taehyung se recostó en el sofá y miro al cielo, viendo lo azul y brillante que estaba ese día. Mientras tanto, alguien le miraba con una sonrisa malvada, al tiempo que veía como el pastel de cumpleaños era puesto en la mesa de dulces.
Donghyuk y Jaemin las mentes maestras del Team bad boy, caminaron con lentitud hasta donde estaba Taehyung y lo quitaron de las garras de su tío. El menor, un poco desconcertado, los miro con ojos curiosos y Jaemin solo le sonrío travieso, algo de lo que Taehyung aun no sabia distinguir en sus primos.